GEMELOS El enigma de sus facultades paranormales
“A
finales de mayo de 1976, una familia del pueblo riojano Murillo de Río Leza saltó a los periódicos sin pretenderlo. El matrimonio Landa tenía dos hijas gemelas idénticas, de cuatro años, que parecían tener comunicaciones extrasensoriales incluso cuando estaban a mucha distancia la una de la otra”, explica a MÁS ALLÁ el investigador en parapsicología Ramón Perera Molina, que en los años setenta puso en marcha una serie de investigaciones dentro del marco de la Sociedad Española de Parapsicología (SEDP) para determinar qué había de cierto en estos hechos.
Las pruebas que realizó junto con científicos de diversos campos –los psicólogos Francisco Gavilán y José Luis Jordán Peña y los médicos Juan Estrada, Luis Ramírez y Tejero Gándara, entre otros– fueron muy esclarificadoras.
En distintos lugares de la casa familiar, con las niñas incomunicadas, procedieron a emitir y cronometrar una serie de estímulos casa cinco segundos y a reproducirlos varias veces. Los resultados obtenidos confirmaron la existencia de algún vínculo extrasensorial o facultad paranormal entre las pequeñas. Probablemente se trataba de telepatía, ya que ¿cómo podría explicarse de otro modo, por ejemplo, el episodio que alertó a sus padres sobre la posibilidad de alguna conexión de ese tipo?
Al parecer, la gemela se quemó la mano derecha con una plancha a las 17.30 h y su hermana , que estaba pasando unos días con los abuelos a 16 km de distancia, sintió en ese momento un fuerte dolor en la misma mano. De
