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La guerra: un crimen contra la humanidad
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La guerra: un crimen contra la humanidad

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La guerra: un crimen contra la humanidad de Roberto Vivo constituye una condensación concisa de la historia de la guerra y de la evolución de la humanidad en su búsqueda de una activa y duradera paz mundial. Vivo desarrolla la incuestionable pero —para demasiados— la políticamente inconveniente tesis de que en un mundo en el cual entre cinco y nueve de las víctimas de los conflictos son civiles, toda guerra debe ser considerada crimen de lesa humanidad.
El libro pasa una rápida revista a la historia de la guerra y la paz, desde las culturas más tempranas hasta las mayores conflagraciones e iniciativas de paz de la actualidad. Compara avances en deslegitimar y criminalizar prácticas alguna vez aceptadas como la tortura, la esclavitud y el racismo con la necesidad de terminar con la guerra, vedando su implementación y haciendo responsables de iniciar agresiones hasta a los líderes más encumbrados del mundo ante la Corte Penal Internacional.
El repaso que realiza —de los griegos y romanos, las invasiones mogoles, las Cruzadas y las peores guerras y matanzas de la historia contemporánea desde el holocausto judío hasta Vietnam, Camboya y Ruanda— lo ofrece en yuxtaposición con un desfile de experiencias de paz que han tenido éxito por lo menos parcial cuando no pleno. Su análisis del presente resulta franco y perspicaz en su crítica de la política guerrera y de la industria bélica que hacen de toda “iniciativa de paz” liderada por los países del Primer Mundo ostensiblemente vana e hipócritamente propuesta. Su vista del futuro se funda incondicionalmente en la paz y propone que si la humanidad no comienza a rechazar la guerra y a participar activamente en la paz y la cooperación universales, pronto será demasiado tarde para salvar a la especie humana de su extinción.

El libro se divide en cuatro capítulos muy bien investigados y documentados:
Capítulo 1, La violencia y el hombre, comienza con el análisis de una pregunta clave para iniciar cualquier discusión lógica de la guerra y la paz: ¿Tiene el hombre una tendencia natural hacia la violencia masiva organizada, o surge la guerra como resultado de la organización social? Discute los efectos devastadores de las guerras a través de la historia humana e incluye un resumen de los principales conflictos que han afectado al mundo. Explica, además, la antiquísima “teoría de la guerra justa”, y por qué ha quedado obsoleta.

Capítulo 2, La historia de la paz, contrasta con el capítulo anterior al sacar a lucir ejemplos de coexistencia próspera y pacífica que datan de cuatro mil años y la cultura minoica de Creta. Desde entonces, ha habido una variedad de ejemplos en distintas partes del planeta y distantes uno del otro que demuestran cómo, una y otra vez, ciertas comunidades han podido gozar de un clima de diálogo, comprensión, y concordia general. Muestra, además, cómo, en el curso del último siglo, organizaciones como la Liga de las Naciones y la Organización de las Naciones Unidas, pese a los defectos que padecen, han servido a la materialización de gran variedad de iniciativas de paz.

Capítulo 3, Sociedad abierta y sociedad cerrada, contrasta a liberales de conservadores, y a moderados de radicales, e ilustra la tensión interna que esto ha generado en las sociedades, prácticamente desde los orígenes de la política. Destaca, asimismo, cómo el fundamentalismo religioso ha resurgido en la última década, y concluye con reflexiones respecto del secularismo, proponiéndolo como una oportunidad para replantear las implicaciones de las creencias religiosas dentro de una paz duradera.

Capítulo 4 es el capítulo titular del libro, La guerra: un crimen contra la humanidad. Presenta un argumento bien fundado para la necesidad de deslegitimar y criminalizar la guerra. Concluye con un estudio de instituciones internacionales tales como la ONU, la Corte Penal Internacional y la OTAN, subrayando su potencial importancia en generar un espíritu genuino y duradero de “da

LanguageEspañol
PublisherRoberto Vivo
Release dateApr 25, 2015
ISBN9781311693396
La guerra: un crimen contra la humanidad
Author

Roberto Vivo

About the Author Sobre el autor Roberto Vivo Chaneton was born in Montevideo, Uruguay, on July 4, 1953. He is married and has three sons. He makes his home in Buenos Aires, Argentina, but is a frequent traveler to the United States and numerous countries in Latin America, Europe and Asia. Over the course of his professional career, he has founded and directed enterprises in such fields as public works, commercial fishing, agribusiness, real estate development, telecommunications and the Internet. He is currently CEO and Chairman of a global social communications media firm. In the academic world, Mr. Vivo serves as First Vice President of the Board of Directors of the Torcuato Di Tella University in Buenos Aires. Ever drawn to politics and social issues, he played an active role, as a participating member of Uruguay’s Colorado Party, in that country’s re-democratization process, both during and after the dictatorship that governed there from the early 1970s to the mid-1980s. Mr. Vivo is the author of a blog entitled Peace, Justice and the Ultimate Crime (at http://vivoonwarpeaceandjustice.blogspot.com) and of an e-book entitled Short History of World Religions (Amazon, 2012), a simple and succinct history of Humanity that stresses the role of religion in society and politics, as well as in human development and civilization. Indeed, that book might well be considered an introduction to War: A Crime Against Humanity. Sobre el autor Roberto Vivo Chaneton nació en Montevideo, Uruguay, el 4 de julio de 1953. Está casado y tiene tres hijos. Vive en Buenos Aires, Argentina y visita permanentemente los Estados Unidos y distintos países de América Latina, Europa y Asia. Es licenciado en Administración de Empresas y realizo cursos de postgrado en macroeconomía y otros estudios relacionados con el mundo de los negocios. En el campo profesional ha sido fundador y directivo de empresas de obras públicas, de la industria pesquera, agrícola, inmobiliaria, de telecomunicaciones y de Internet. Actualmente es CEO & Chairman de una empresa de medios de comunicación de alcance global. Es Vicepresidente Primero del Consejo de Dirección de la Universidad Torcuato Di Tella. En el ámbito político y social, ha tenido una activa participación en el proceso de la recuperación democrática en el Uruguay, como militante activo del Partido Colorado. Ha escrito “Negocios en Red, el Management de la Nueva Economía” (Editorial Norma, Buenos Aires, 2001), numerosos artículos sobre temas empresariales y “Breve Historia de las Religiones del Mundo” (Amazon, 2012), que procura repasar la historia de la humanidad –lógicamente en una versión sintética y simplificada-, en clave religiosa. El mismo puede leerse como introductorio a La guerra: un crimen contra la humanidad.

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La guerra - Roberto Vivo

Lo que se está diciendo respecto de este libro

Roberto Vivo nos plantea que la muerte masiva y violenta (y por eso evitable) de inocentes es el tema excluyente de una guerra. Todo lo demás es circunstancial y, en la medida en que es celebrado, resulta inadecuado’. Este libro es necesario, pero abarca tantos campos de conocimiento que no lo podía escribir un académico que debe agotar cada detalle de la discusión científica. Hay tanta información y análisis que no puede ser analizado desde una sola disciplina.

Luis Moreno Ocampo, ex fiscal en Jefe de la Corte Penal Internacional

Roberto Vivo Chaneton es un personaje singular. De los que nunca han limitado su inquietud y actividad a una sola dirección. En un tiempo de especialistas, ha sido un humanista. Impulsó publicaciones que denotaban sensibilidad y mirada cultivada. Desde hace tiempo, se dedicó a la reflexión filosófica e histórica, procurando llegar al fondo de las agresividades humanas.

Julio María Sanguinetti, ex presidente de la República Oriental del Uruguay

La presente exposición, realizada en forma ampliamente comprensiva por Roberto Vivo, esclarece los problemas y las soluciones necesarias para crear un mundo más humano. Debería ser de lectura obligatoria tanto para todo Jefe de Estado como para los jóvenes de los cuales depende la paz futura.

Benjamin Ferencz, ex fiscal en los Juicios de Núremberg a los criminales de guerra nazi

En este abarcador recuento de la historia de la guerra y la paz, Roberto Vivo realiza una llamada audaz y activista a favor de la paz mundial, sobre la base de la 'deslegitimización' y la criminalización de la guerra. Nos demuestra cómo lo que alguna vez se consideraba utópico hoy se torna necesario para que la humanidad pueda sobrevivir y medrar. ¡Un libro altamente estimulante merecedor de meticulosa lectura!

William Ury, renombrado mediador, autor y disertante

En medio de los tiempos confusos en los cuales vivimos, aquí suena una voz bien clara, motivando a las fuerzas de la razón y del Derecho con el objetivo de poner fin a la guerra de una vez por todas.

John Naisbitt, autor del libro best seller mundial, Megatrends

Dedicatoria

A mi padre, Roberto Vivo Bonomi,

y a su gran amigo, Einar Barfod,

maestros intelectuales y de la vida

para mí y para muchos.

Para mi abuelo,

el historiador Abel Chaneton,

a quien no conocí pero siempre,

fue motivo de orgullo.

ÍNDICE

Prólogo

Una personalidad singular

La guerra: crimen internacional supremo

Agradecimientos

Introducción

Capítulo 1 – La violencia y el hombre

1) La violencia y el hombre

-¿Naturalmente violento o naturalmente empático?

-El peso de la sociedad

2)La deshumanización del otro

3) La opinión pública cuenta

4) Efectos devastadores de la guerra

-La guerra como terrorismo

-La guerra como estado de excepción

5) Grandes flagelos producidos por el hombre

-Roma

-China

-Las Cruzadas

-Los mongoles

-Guerras de religión en Francia

-El Imperio británico

-Primera Guerra Mundial

-El genocidio del pueblo armenio

-Stalin

-Segunda Guerra Mundial

-El Holocausto judío

-Argelia

-Vietnam

-Camboya

-Ruanda

-Congo

-Kurdistán

-Siria

6) Las causas de la guerra

-Ley del menor esfuerzo

-Poder supremo: causa suprema

-La voz de la experiencia

-El peligro de las falsas esperanzas y de la falta de un pensamiento claro

-La industria bélica: entre la guerra y la paz

-Compatibilidad con la paz

7) La teoría de la guerra justa y su superación

-Acudir a un tercero

-Casi asesinato

-Las organizaciones supranacionales

Capítulo 2 – La historia de la paz

8)La era axial

9)La Regla de oro

10)Mensajes de paz en todas las religiones

11)Celebrar la diversidad

12)Historias de convivencia en paz

-La Creta minoica

-Hammurabi

-Alejandro Magno

-El imperio romano y el imperio kushán

-Al-Ándalus

-San Francisco de Asís

-Federico II de Sicilia

-Alfonso X, El Sabio

-Ibn Battuta

-Nicolás de Cusa

-Mehmet II

-Ákbar, El Grande

13)Manifestaciones modernas de convivencia y paz

-Olympe de Gouges

-Gandhi

-Teresa de Calcuta

-Nelson Mandela

-Los anabaptistas

-Las relaciones entre EE.UU. y China

14)La Liga de las Naciones y la ONU

-Desde la Liga hasta la ONU

Capítulo 3 – Sociedad abierta y sociedad cerrada

15)Cerrado y abierto

-Falsación

-Una opción política trascendente

-Reexaminar certezas

16)Liberales versus conservadores, moderados versus radicales

-El liberalismo

-La contribución de George Washington al liberalismo

-Napoleón: el emperador liberal

-El conservadurismo

-Equilibrio pendular

-Tradición de cacerías de brujas

-La sociedad liberal británica

17)Liberales y conservadores en la actualidad

18)Fundamentalismo

19)Secularismo: crisis u oportunidad

Capítulo 4 – La guerra: un crimen contra la humanidad

20)Paralelos válidos: esclavitud, tortura y racismo

21)La esclavitud

Esclavistas europeos:

-Los griegos

-Los romanos

-Europeos en la India

-Los españoles

-Los británicos

-Los franceses

-Grandes abolicionistas

-La esclavitud que dividió a EE.UU.

-Los esclavos del mundo actual

22)La tortura

-Definir la tortura

-Límites que se desdibujan

-Breve historia de la tortura

-Organizaciones que combaten la tortura

-Declaración Universal de los Derechos Humanos

-Las convenciones de La Haya y Ginebra

23)El racismo

-Darwin distorsionado

-Racismo y guerra

-Racismo y evolución

-Ir a los extremos

-Progreso internacional en contra del racismo

-Convención internacional contra el racismo

-La suma de todas las desigualdades

24)Definir la guerra como crimen

25)El crimen de agresión

-La responsabilidad individual

-Difícil de definir

-La guerra está cambiando

-Aplicabilidad

26)Fundamentos legales

27)El doble discurso

-¿Cuál es la verdad?

-¿Llegó la hora de pedir perdón?

28)El problema que todos evitan ver

29)El rol de Estados Unidos en un mundo unipolar

-En guerra con Al Qaeda, no con el islam

-Justicia estilo lejano oeste o el imperio de la ley

30)¿Es inmune Estados Unidos a la justicia?

31)La prevención de conflictos

-Prevención y solución

-Educación para la paz como método de prevención de conflictos

-Un cambio conceptual

-La paz es dinámica

-Paz positiva y paz negativa

-La paz consensual

-Hacer y construir la paz

32)El rol de las instituciones y de las organizaciones internacionales

-Mantener la paz

33)El papel de la justicia

-El juicio político

-El peor crimen

-La celda de al lado

-Criminalizar la guerra

34)La Corte Penal Internacional

-Avances en la definición del crimen de agresión

-Nueva definición

-Principal debilidad

-Un paso trascendental

Sobre el autor

Notas

PRÓLOGO

Este libro condensa la historia de la guerra y la evolución de la humanidad en su búsqueda de paz y armonía.

Roberto Vivo nos plantea que la muerte masiva y violenta (y por eso evitable) de inocentes es el tema excluyente de una guerra. Todo lo demás es circunstancial y, en la medida en que es celebrado, resulta inadecuado.

Para demostrar su tesis atraviesa el tiempo desde la Antigüedad hasta lo que está ocurriendo hoy en Siria. Cruza todas las geografías, revisa lo ocurrido con los antiguos griegos, romanos y chinos, con las invasiones de los mongoles, las Cruzadas, y nos lleva hasta las matanzas del siglo XX como el Holocausto judío, Argelia, Vietnam, Camboya y Ruanda. Visita las guerras pasadas, el terrorismo, el uso de la tortura, la esclavitud y el racismo. Nos acerca a realidades diferentes, nos informa de nuevos conceptos. Convoca a Immanuel Kant y lo incluye en un dialogo entre Freud y Einstein sobre el odio y la destrucción como parte de la naturaleza humana e inmediatamente sugiere la evolución y la extensión del afecto humano y su impacto en la cultura y en la sociedad que plantea Jeremy Rifkin. Retrocede hasta 1872, y nos cuenta que Roberto Vischer acuñó la palabra Einfüblung, empleada en la estética alemana, de la cual se deriva el término empatía. Luego, el filósofo e historiador alemán Wilhelm Dilthey tomó de la estética este término y lo utilizó para describir el proceso mental por el que una persona entra en el ser de otra y termina sabiendo cómo siente y piensa ésta.

El libro analiza la creación de la Liga de las Naciones, discute la organización de las Naciones Unidas, revisa el establecimiento de la Corte Penal Internacional y concluye: Hasta que el poder de la ética, la justicia y la ley sean aceptados universalmente como los guardianes de la paz y las únicas bases para una sociedad justa, los que posean el mayor poder de fuego seguirán siendo los que establezcan las reglas y los que permanentemente las rompan. Así, el mundo continuará, en el camino hacia su autodestrucción. Este es el reto: promover la paz mediante el imperio de la ley y poner fin a la injusticia a través del procesamiento jurídico de los actos de agresión y de abuso de poder.

Este libro es necesario, pero abarca tantos campos de conocimiento que no lo podía escribir un académico que debe agotar cada detalle de la discusión científica. Hay tanta información y análisis que no puede ser analizado desde una sola disciplina. Lo escribió un empresario uruguayo que vive en Buenos Aires y trabaja en Miami. Roberto Vivo nunca perdió sus ideales juveniles que sobrevivieron a la disolución de su banda de rock y al autoritarismo en América Latina; y dedicó quince años de esfuerzos a regalarnos este libro único y transcendental.

El libro no se puede resumir, da cuenta de una necesidad de crear una nueva forma de manejar conflictos y sugiere los caminos. Su relevancia va a depender de cómo cada lector lo traduzca y lo utilice en su propia vida, para educar a sus hijos o para educar a la humanidad, para guiar su propia conducta o proponer a la humanidad nuevas formas de coexistencia.

Luis Moreno Ocampo

Ex Fiscal en Jefe de la

Corte Penal Internacional

UNA PERSONALIDAD SINGULAR

Roberto Vivo Chaneton es un personaje singular. De los que nunca han limitado su inquietud y actividad a una sola dirección. En un tiempo de especialistas, ha sido un humanista. Lo encontramos, jovencito, allá por 1980, cuando aleteaba la recuperación democrática en Uruguay y fue actor destacado de una magnífica jornada cívica, en que el pueblo uruguayo, mediante el voto, derrotó una propuesta de Constitución que hacía el gobierno militar de la época, buscando una reinstalación institucional bajo tutela militar. Los treinta años de ese episodio se han celebrado con pluralidad por todos los partidos políticos uruguayos, destacando incluso el caso insólito de que la propia dictadura acató el mandato popular y emprendió un camino de salida. A partir de ese momento, Roberto fue un activista democrático permanente. Fue cofundador de varios movimientos que propugnaron el retorno democrático, luchando junto al Dr. Enrique Tarigo, un formidable paladín cívico que más tarde sería Vicepresidente de la República. Instalado en Buenos Aires, representó al Partido Colorado durante años e incluso en 1983 organizó unas magníficas jornadas democráticas con la participación de los principales partidos de Uruguay y la Argentina, en que tuve el honor de actuar. Volcado paralelamente a la actividad empresarial, sus éxitos comerciales no lo alejaron de la inquietud humanista, y se inclinó hacia el arte. Impulsó publicaciones que denotaban sensibilidad y mirada cultivada. Desde hace tiempo, se dedica a la reflexión filosófica e histórica, procurando llegar al fondo de las agresividades humanas, en busca de los caminos hacia la paz. Su mirada abierta hacia todas las culturas le han brindado un vasto escenario de análisis filosófico. He compartido lecturas preliminares de esos trabajos, propios de un espíritu independiente, de un pensador sin casilleros y una mente profundamente racional. Quiero creer que esta nueva faceta de su vida le permitirá también ganarse un lugar de respeto en el mundo intelectual.

JULIO MARÍA SANGUINETTI

Ex Presidente de la República Oriental del Uruguay

(1984 – 1990) – (1995 – 2000)

LA GUERRA: CRIMEN INTERNACIONAL SUPREMO

La presente exposición, realizada en forma ampliamente comprensiva por Roberto Vivo, esclarece los problemas y las soluciones necesarias para crear un mundo más humano. Debería ser de lectura obligatoria tanto para todo Jefe de Estado como para los jóvenes de los cuales depende la paz futura.

Los Juicios de Núremberg denunciaron a la guerra de agresión como el crimen internacional supremo. Después de su elección como presidente de los Estados Unidos, el general Dwight D. Eisenhower advirtió: En un sentido más que real, el mundo ya no goza de elección alguna entre la fuerza y la ley. Si la civilización va a sobrevivir, debe elegir el imperio de la ley (El 30 de abril de 1958, Bula 831, Departamento del Estado). La manera más efectiva de desalentar el crimen es dejar saber a los infractores por adelantado que tendrán que responder ante los tribunales. Todo Estado debería agregar a sus códigos penales nacionales los delitos reconocidos por la Corte Penal Internacional (CPI), y muchos ya han comenzado a hacerlo. Sin embargo, los líderes responsables de llevar a cabo guerras de agresión siguen siendo inmunes al juicio por parte de la CPI. La verdad de esta situación es que los Estados más poderosos no están dispuestos a ceder su derecho a decidir cuándo usarán las armas para proteger sus intereses nacionales. Y siempre que no haya una institución nacional o internacional capaz de negociar las disputas por medios pacíficos, los medios violentos serán inevitables.

Las investigaciones de Vivo lo han llevado a su sabio reconocimiento de la necesidad de cambiar la mentalidad universal del mundo, despojando la guerra de su máscara de legitimidad. Es cuestión del buen sentido común que la guerra es un crimen, pero ésta es una conclusión moral, no legal. La Carta Orgánica de la ONU legitimiza la autodefensa ante un ataque o una fuerza armada, si así lo autorizara el Consejo de Seguridad. No puede ser juzgado ante la CPI como crimen de agresión, porque el castigo por ese crimen fue, una vez más, postergado durante la Conferencia de Revisión celebrada en Kampala en el 2010.

El crimen de la guerra es DE LESA HUMANIDAD. Este pequeño agregado conceptual constituye múltiples ventajas: Referirse a la humanidad invita a un apoyo público más amplio. Al contrario del castigo a la agresión, no requiere de intervención alguna del Consejo de Seguridad, y ninguna ley de prescripción de delito es aplicable.

La CPI posee una disposición general que criminaliza todo otro acto inhumano y que se agrega a los crímenes de lesa humanidad punibles, tales como el asesinato, la esclavitud, la persecución, etc. Como ex combatiente que acompañó al ejército de los Estados Unidos durante la liberación de los campos de concentración nazi, no puedo imaginar cosa alguna más inhumana que ser deliberadamente responsable de una guerra ilegal, sabiendo que matará, inevitablemente, a grandes cantidades de civiles inocentes. Una guerra tal –cometida ya sea por individuos, grupos militantes o naciones– resulta una abominación moral que conmueve la conciencia colectiva de la humanidad. El Derecho debe ser aplicado de manera igualitaria a todo el mundo. Ya es, a mi juicio largamente considerado, punible por parte de la CPI como delito de lesa humanidad. Esa podría ser la llave que abra la puerta atrancada de los tribunales.

Benjamin Ferencz

Ex Fiscal en los Juicios de Núremberg contra los criminales de guerra nazi.

AGRADECIMIENTOS

El proceso de escribir libro alguno que valga la pena leer debe ser, forzosamente, una tarea compleja y meticulosa. Y aunque acepto el orgullo y responsabilidad de ser el autor de la obra que Ud. está por leer, sería negligente de mi parte aceptar tal título sin reconocer y agradecer el trabajo de toda la gente que ha contribuido con su invalorable ayuda, consejo, conocimiento, talento e inspiración a la creación del mismo. Sin duda, las fuentes a las que he recurrido al estudiar los temas complejos que trata este libro –la guerra y la paz, además de todos los múltiples factores que nutren a ambas– han sido diversas y generosas, y este factor ha contribuido ampliamente al valor de la obra terminada. En ese sentido, este ensayo/libro ha sido producto de un extraordinario esfuerzo de equipo, y por medio de estos agradecimientos, le hago llegar mis gracias a toda persona que, por mínimo que haya creído que fuera su aporte, ha jugado algún papel en el desarrollo del producto final. Al pensarlo juntos y desarrollarlo sobre la base tanto de coincidencias como de debates vivaces, creo que hemos recopilado una obra que presenta un enfoque nuevo, singular y práctico respecto de la búsqueda inmemorial de la paz. Dentro de este marco, siento que debo agradecer específicamente a los colaboradores que menciono a continuación.

En primer lugar, agradezco a Dan Newland, quien se plegó a este proyecto originariamente como traductor al inglés para otro de mis libros, titulado Breve historia de las religiones del mundo. Pero, como veterano periodista, escritor e investigador que es, se identificó tanto con el tema de la guerra, la paz y su íntima conexión con la política y la religión, que se incorporó como miembro permanente del equipo y se convirtió en principal colaborador mío en las investigaciones llevadas a cabo durante los más de tres años que nos llevó para escribir este ensayo. Mantuvo, adicionalmente, su puesto como principal traductor tanto para la versión en inglés como la de español, además de colaborar conmigo en la revisión final de todos los textos incluidos aquí.

Agradezco asimismo a Juan Luis Iramain, Francisco Ochoa, Ricardo Elía y Aníbal Díaz Gallinal, quienes trabajaron conmigo desde el inicio de este proyecto. Cada uno de ellos ha contribuido con su invalorable tiempo, pensamiento crítico y, por encima de todo, su pasión por los temas tratados. Con ellos, comparto la satisfacción de haber dado a luz un proyecto que promete no terminar aquí, sino continuar largamente su desarrollo hacia el futuro.

Otra persona a quien debo dar gracias es al renombrado jurista argentino, doctor Luis Moreno Ocampo. Como ex Fiscal en Jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, no sólo me hizo conocer esa corte, sino que también me ayudó a comprender sus funciones internas más intricadas, además de su potencial importancia en el futuro como guardián de la paz mundial, y de la justicia y derechos humanos en todo el planeta. El 24 de agosto de 2011, en un generoso gesto, Luis me invitó a tomar parte en un importante evento internacional, El Seminario sobre los Niños Soldados, conferencia que tuvo lugar un día antes de la presentación de los argumentos finales en la causa de El Procurador c/ Thomas Lubanga Dyilo, quien sería el primer criminal condenado por la CPI, (por el delito de enlistar a combatientes de menos de quince años de edad para luego utilizarlos en la lucha armada durante de Guerra del Congo). Durante el seminario, tuve oportunidad de conocer y conversar, uno por uno, con personajes altamente comprometidos con la causa de la paz y la justicia a nivel internacional. Luis ha actuado, además, como frecuente consultor durante la elaboración de esta obra, contribuyendo así con su amplio conocimiento del Derecho internacional, y al hacerlo, aportando al valor agregado del texto definitivo. Le agradezco, asimismo, por presentarme a otro célebre hombre de Derecho internacional, el eminente ex Fiscal y Fiscal en Jefe de los Juicios de Núremberg a los jerarcas nazis por crímenes de lesa humanidad, don Benjamin B. Ferencz. Me siento sumamente privilegiado de haber conocido a este gran jurista.

Mis gracias también van a Alicia Padilla, quien me sirve de guía en los que son, para mí, los terrenos desconocidos del mundo editorial, y asimismo a Juan Pablo Nicolini, Ernesto Schargrodsky, Horacio Spector y Fernando Rocchi de la Universidad Torcuato Di Tella, y a Roberto Bosca de la Universidad Austral, todos ellos de la Ciudad de Buenos Aires; al doctor Felipe Maíllo Salgado de la Universidad de Salamanca, España, a los renombrados escritores y disertantes norteamericanos doctor William Ury y profesor John Naisbitt, al profesor Rafael Ansón Oliart de la Cátedra Federico Mayor de Cultura de Paz dependiente de la Universidad Camilo José Cela de Madrid y al profesor Noah Weisbord de la Facultad de Derecho de la Florida International University: Sus precisos y acertados comentarios han sido un factor determinante para asegurar que el contenido de estas páginas se halle rigurosamente ajustado a la verdad, de acuerdo a la seriedad de los temas tratados.

Quiero agradecer, por otra parte, a mis asistentes, Viviana Natalucci y Gloria González. Un proyecto como el presente, en el cual los miembros del equipo viven y trabajan en distintos rincones del país y del mundo, requiere de una meticulosa organización y de una cuidadosa atención a la logística, el formato y el contenido. Su valioso aporte en este sentido ha sido decisivo en lograr no sólo una apropiada coordinación del equipo entero, sino también en la elaboración de un texto final en el cual, gracias a ellas, los detalles han sido doblemente repasados y revisados por todos los colaboradores pertinentes.

Extiendo mis agradecimientos, además, a mis hijos, Lucas, Gerónimo y Roberto Valentín. De alguna manera, esta obra comenzó siendo una especie de legado para ellos, puesto que, al hacer público mi punto de vista y al buscar contribuir al avance de la causa de la paz mundial, intento legar a ellos y a sus familias un mundo mejor, y les agradezco su interés por este proyecto y su apoyo.

A mi esposa, Soledad García Lagos. Ha leído mis manuscritos en detalle, y ha sabido aconsejarme de manera justa y sincera respecto de todo párrafo que encontró ambiguo. Pero por encima de estas tareas, le agradezco el haber renunciado generosamente a las muchas horas de tiempo familiar que he dedicado a este libro.

Finalmente, agradezco de manera especial a mi padre, Roberto Vivo Bonomi, y a su gran amigo Einar Barfod, a quienes, además, dedico esta obra. Ambos han sido maestros intelectuales y de vida, para mí y para muchos de mi generación en Uruguay. Muchas veces durante la revisión final de este libro, hubiera querido tener, como siempre, sus mentes agudas y abiertas conmigo, pero se fueron antes de que pudiera terminar de escribir el presente texto. A pesar de lamentar mucho la ausencia física de ambos, estoy convencido de que, de algún modo, sus espíritus se encuentran presentes en estas páginas.

Buenos Aires, febrero de 2013

INTRODUCCIÓN

En 1969, siendo todavía adolescente, creé un collage titulado La Paz, esa ilusión. Fue durante la época de la Guerra de Vietnam que se despertó de pleno en mí la dicotomía de la añoranza del ser humano por la paz en contraste con su tendencia hacia la guerra. En ese entonces habitaba yo un mundo personal de arte y armonía. Era músico y pintor, y me inscribía gustoso en la cultura hippy con su mensaje de amor universal y su rechazo hacia la guerra en un mundo de hermanos de todas las naciones, razas, colores y credos. Dicha conciencia se encontraba marcada por el recuerdo distante de un tiempo, hacía una década, cuando, con mi familia, lo acompañamos a mi padre a Estados Unidos desde nuestro Uruguay natal, cuando migró al país del norte para cursar un posgrado en gastroenterología. Al terminar esa capacitación avanzada, recibió una oferta para permanecer en Estados Unidos y trabajar en la profesión médica de ese país.

Una década más tarde, ese recuerdo me dio para pensar, y comencé a preguntarme, cuál hubiera sido mi destino si mi padre hubiese optado por aceptar esa oferta, y si él y mi madre hubieran decidido criar a su familia en ese país en lugar de volver a nuestro hogar en Uruguay. Siendo adolescente durante la Guerra de Vietnam, no me era difícil ubicarme en el lugar de los muchachos estadounidenses, con apenas un par de años más que yo, que se veían obligados a suspender y arriesgar sus jóvenes vidas para ir a combatir (y frecuentemente morir) en un lugar que la mayoría de ellos hubiera tenido dificultad para encontrar en el mapa. Si mis padres hubiesen elegido permanecer en Estados Unidos, podría bien haber terminado siendo yo uno de esos soldados conscriptos que fueron rápidamente entrenados y enviados a combatir contra un pueblo con el cual ni ellos ni yo teníamos pleito alguno.

Por lo tanto, La Paz, esa ilusión fue mi primer auténtico esfuerzo por expresar mis sentimientos respecto de la guerra y la paz. Y, desde por lo menos ese entonces, cuando el pensamiento y trabajo que puse en ese simbólico cuadro sellaron mi compromiso para con la paz, me he dedicado a intentar descubrir las razones por las cuales la humanidad ha incurrido con tanta frecuencia en la violencia y la guerra a través de su historia. Consecuentemente, me he sentido impulsado a tratar de adivinar la clave de la paradoja de cómo las religiones han predicado, desde siempre, mensajes de paz y amor, mientras que, en términos prácticos, sus seguidores tantas veces se han visto involucrados en tan terribles odios y actos de mutua destrucción. De hecho, este último tema ha sido el foco de mi libro anterior, Breve historia de las religiones del mundo, el cual decidí escribir como manera de imponerme una rigurosa metodología de investigación y recopilación, al servicio de la búsqueda emprendida a lo largo de mi vida.

El próximo paso en este camino es el libro que Ud. está por leer, titulado La guerra: un crimen contra la humanidad. La premisa fundamental de esta obra es que la raza humana no puede ya darse el lujo de seguir justificando su costumbre perniciosa de involucrarse en la violencia masiva y la inaceptable glorificación de la guerra como algo no sólo necesario sino también deseable en la vida de la sociedad mundial. El hecho es que la guerra es una amenaza y un peligro inminente para la supervivencia del planeta Tierra. Esto es verdad no sólo por la amenaza latente que significan las armas de destrucción masiva, sino también porque, salvo que la paz se extienda alrededor del mundo en las próximas décadas, para que los pueblos puedan, por fin, dedicarse a la cooperación universal y a la supervivencia de nuestra especie humana, llegará, eventualmente, a instancias en las cuales no podrá generar las condiciones y la riqueza necesarias para enfrentar eficazmente los problemas que amenazan su supervivencia: la desigualdad social, el hambre y la pobreza, la rápida extinción de las especies, la falta de recursos energéticos renovables, y los efectos del cambio climático y de la sobrepoblación demográfica, entre otros. Mejor dicho, entonces, más que al planeta en sí, la guerra amenaza a la mismísima existencia del ser humano sobre la faz de la Tierra, puesto que el planeta, de una manera u otra, seguirá existiendo, sea cual fuese su propio destino, con o sin la presencia de los seres humanos. Visto así, lo que se pone en la balanza no es nada menos que nuestra continuidad como especie –factor que, aunque sea por mero interés en la autopreservación– debería hacer que nos resulte claro que la cuestión de la guerra y la paz urge y requiere de acciones decisivas en este preciso momento, como para impulsar a los líderes mundiales hacia el camino directo a una paz global duradera.

El volumen, profundidad y complejidad de esta obra, además de la naturaleza abarcadora del tema que cubre, me han convencido de que debo ser claro y explícito desde el principio en cuanto a su principal propuesta: que la guerra debe ser deslegitimizada y que debe llegar a ser considerada como crimen en todo el planeta. Apunto, además, a expresar con claridad, algunas de las condiciones necesarias para que dicha propuesta pueda convertirse en realidad. El proyecto original para la elaboración de este ensayo derivó en un gran esfuerzo de investigación en el cual colaboró conmigo un brillante equipo de profesionales e intelectuales, quienes compartían mi interés en los factores detrás de la guerra y la paz, y en los pasos viables para buscar un mejor futuro para las generaciones venideras. En un principio, aquel dedicado esfuerzo dio a luz una obra gigantesca de quinientas sesenta y siete páginas titulada La Paz, esa ilusión, que llevaba aquello collage en la tapa, y que trazaba la historia tanto del deseo del ser humano por la paz como su tendencia hacia la guerra, desde los más tempranos orígenes de su existencia hasta el día de hoy. La primera mitad de ese libro examinaba las causas de la guerra, las premisas de la paz duradera, y la necesidad de cambiar la mentalidad universal del mundo, despojando la guerra de su máscara de legitimidad y declarándola crimen punible en todo el planeta. La segunda parte de esa obra, mientras tanto, analizaba los vínculos entre la religión, el poder político y las guerras al servicio de los intereses creados, a través de toda la historia.

Sin embargo, al terminar de escribir y publicar esa edición limitada, y al escuchar las eruditas opiniones de una cantidad de lectores altamente calificados a quienes habíamos solicitado que leyeran y comentaran el texto final, con mi equipo, dimos un paso atrás como para tener una nueva perspectiva, respiramos hondo, y nos admitimos que lo que habíamos creado era, en realidad, dos libros en uno que debíamos separar si esperábamos plantear, de manera concisa, los dos aspectos paralelos de nuestra tesis. Casi inmediatamente, surgió de esa decisión el antes mencionado libro Breve historia de las religiones del mundo, el cual, con pocas modificaciones, consta de la segunda parte entera de la obra original. No obstante, para la creación del segundo libro –el que usted se encuentra leyendo en este momento– decidí que debíamos profundizar muchísimo más dentro de la cuestión de por qué las guerras ocurren y qué se podrá hacer para terminar con ellas y generar una duradera cultura universal de la paz, siendo esta última la hipótesis original del proyecto en sí. Así fue cómo emprendimos una nueva búsqueda de datos y verdades que nos llevaría varios años más para completar.

Aun cuando los libros se explican por sí mismos, pienso que podría resultar útil para el lector una breve reseña sobre cómo ha sido estructurada la presente obra. Como primer comentario al respecto, este ensayo se encuentra dividido en cuatro capítulos.

El Capítulo 1, La violencia y el hombre inicia analizando estudios antropológicos que ayudan a responder el interrogante que forma parte indispensable de toda discusión respecto de la guerra y la paz: ¿Es parte constitutiva del ser humano la violencia organizada o surge como consecuencia de determinadas formas de organización social? Luego, resume, a grandes rasgos, los efectos devastadores que tuvieron las guerras en la historia de la humanidad, y detiene su atención en algunos ejemplos de los conflictos bélicos más significativos. Culmina con un análisis de las principales causas de las guerras en las que se ha involucrado la humanidad, y con un examen de la así llamada teoría de la guerra justa, vigente por siglos y carente, en el mundo de hoy, de toda legitimidad.

El Capítulo 2, La historia de la paz, establece un fuerte contraste con el capítulo anterior, al brindar ejemplos de coexistencia pacífica y próspera que datan de por lo menos cuatro mil años y de la era de la cultura minoica de Creta. Desde entonces ha habido una variedad de ejemplos de los puntos más distantes del planeta que demuestran cómo distintas comunidades han sabido vivir en ambientes de diálogo, comprensión y concordia. Invariablemente, tales períodos han contribuido a los más grandes avances en el desarrollo científico y cultural de la humanidad, y a los pueblos involucrados, han hecho que vivan etapas relativamente prolongadas de prosperidad. Este capítulo demuestra cómo, en el último siglo, instituciones mundiales como la Liga de las Naciones o la Organización de las Naciones Unidas, a pesar de significativos defectos en su implementación, han servido para la materialización de amplias iniciativas en pro de la paz y, una y otra vez, han apartado al mundo del borde de la violencia masiva.

El Capítulo 3, Sociedad abierta y sociedad cerrada, describe los contrastes entre liberales y conservadores, y entre moderados y radicales, que tienden a ilustrar la tensión interna que ellos mismos han fomentado en las sociedades, prácticamente desde el nacimiento de la política. Incluye, además, un análisis de cómo las distintas tendencias hacia políticas moderadas han servido para crear condiciones aptas para el diálogo constructivo y para la coexistencia pacífica. Luego, examina cómo el fundamentalismo religioso ha recrudecido en la última década, y sobre todo, a partir de los atentados perpetrados el 11 de setiembre de 2001 en EE.UU. El capítulo concluye con algunas reflexiones respecto del secularismo, proponiéndolo como una oportunidad para repensar las implicancias de las creencias religiosas, y de generar sólidas condiciones para una paz duradera, dentro de un marco tolerante entre los pueblos en cuanto a la diversidad de creencias y de convicciones.

El Capítulo 4, La guerra: un crimen contra la humanidad, da

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