¿Y Ahora Qué?

¿Y AHORA QUE?

Divine

Copyright © 2014 por Felicia Divine.

Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2013919280

ISBN:                              Tapa Dura                                       978-1-4633-6886-9

                                        Tapa Blanda                                    978-1-4633-6888-3

                                        Libro Electrónico                           978-1-4633-6887-6

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Fecha de revisión: 06/02/2014

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Índice

1.   Condiciones Reales

2.   Soporte Intencional

3.   Más Útil Que Importante

4.   Devolviendo Presencia En Ausencia

5.   Inmunología Del Cuerpo

6.   Desnutrición Afectiva

7.   El Monstruo Sin Control

8.   Estasis Por Negación

9.   Cuidados Paliativos

10.   Reflexión Con Dios

11.   Profesión Por Vocación

12.   Cosas Hermosas Que Aprendí Al Graduarme Ante El Dolor De Mi Mama Bonita

13.   Adiós Eminente

14.   No Dejé Nada Pendiente

Historia original de Divina

Es una historia de la vida real, de una niña que a su tierna

edad, decide defender, cuidar y proteger a su madre, hasta

el final de sus días. Esté libro está dirigido a mis hijos:

Moisés Domínguez y Arianny Domínguez

Agradecimientos

Siento un gran agradecimiento individual y genuino, para todas estas personas que se adhirieron a mí en esta gran pérdida. Estas personas que me han apoyado emocionalmente, espiritualmente, y monetariamente. Entre estos están: Sixto Manuel Acosta, Sandra Acosta, Juan Martínez (mi cuñado), Eugenia Acosta, Emily Acosta, Secundina Trinidad, Yerina Ureña, Agustina Taveras, María Rosa, Mayra Prendí, Sarah Rodríguez, Marisol Acosta, Margarita Disoné, Gloria Garrido, Dr. Hidalgo (ya fallecido), Dr. Vizcaíno(Consejero emocional), Dr. Feliz Manuel Pena, (médico de cabecera de mi madre), Dr. Carry Pollack, Hilario Acosta, Margarita Disoné, Felicia Acosta (Tía), Natividad Rodríguez, Alina Ulloa, Ramón Adame, Manuel Ramírez, Jimmy Acosta, Irma Lissette Ulloa, y Reyna(amiga de mi madre). Estas personas estaban compartidas conmigo en apoyo incondicional en estos momentos más triste de mi vida. Y sabían que yo podía sobrellevar con valor las enfermedades de mi mamá bonita.

Prologo

Esta es una oportunidad importante de mi vida, en la que quiero plasmar mis emociones relacionadas con la vida y las vivencias encontradas que he aprendido desde una edad tierna hasta llegar hacer adulta. En esta historia real, quiero enseñar la motivación como ayuda para aquellas mujeres que realmente estando en perfecto estado de salud mental y emocional, no pueden manejar las condiciones triviales y circunstanciales difíciles de soportar que le haya presentado la vida. Y por ende entender que se puede. Comprender cómo fomentar la seguridad en nuestros hijos, que en el mañana serán aquellos que pisaran nuestra huellas, por consiguiente ellos manejaran de manera subsiguiente su gratificante vida, o decidirse por la mediocridad que nos ofrece uno de los caminos de nuestra vida.

Introducción

Al comprender la magnitud de la grandeza de la mujer, su sensibilidad y mansedumbre redundante en perspicacia y sabiduría, ellas tendrían que demostrar su valentía y fortaleza para poder manejar los infinitos casos y vivencias reales, como violaciones domesticas, a los que fueran sometidas por su pareja, donde el egoísmo de los hombres y sus machismos pudieran hacerlas sufrir. De esta manera vomitar de angustia y de dolor las humillaciones recibidas del macho popular.

Siento un respeto sublime hacia los hombres que son capaces de amar su madre, respetar sus hermanas, y entender la delicadeza y sensibilidad de la mujer elegida como pareja. Pero ante aquellos individuos repugnantes y las consecuencias que le puede acarrear a sus esposas, los considero con las debilidades mentales capaz de transmitir las enfermedades causadas por la misma infidelidad y ser responsable de producir las muertes. Quiero mostrar que la mujer sí, tiene la capacidad, valentía, dignidad, voluntad, tiene el poder de cambiar estos hechos negativos en positivos para su propia salvación. Considero que yo podría contribuir a que las condiciones de la mujer fuesen diferentes y de hecho mediante este libro sea comprendido los valores incalculables que posee la mujer. Permitiendo que sus condiciones fuesen valoradas, disfrutando así de amor, protección, conocimientos y de su mansedumbre que a la vez redunde en paz y felicidad.

El contenido de mi obra, ¿Y Ahora Qué? Es una historia de mi vida real, vivida junto al ser que más amé y amo en este sublime mundo, la cual se basa en un enamoramiento especial. Siendo aún una niña con una tierna edad, ésta se propone salvar a su madre de cosas y casos que ella de manera divina entendía, podía acarrearle a su mamá bonita. Las persecuciones que sufría su madre a medida que la niña crecía eran cada vez más horribles, la madre por decirlo así de una manera sencilla era una mujer de mucho aguante y abnegación. La madre de la niña prefirió ser más madre que mujer, decisión que sus hijos agradecen con mucho respeto y amor, aunque ellos hubiesen preferido crearse solos con su madre y de esta manera ser más felices, pero faltó la valentía, la fuerza y la decisión de salvarse siendo así libre diciendo adiós.

CAPITULO I

CONDICIONES REALES

CAPITULO I

CONDICIONES REALES

En el año 1973 siendo muy pequeña en la dimensión que se me permitía vivir, tuve la oportunidad de presenciar la primera crisis alcohólica de mi padre, éramos tres niños inocentes y desprotegidos, parecía una fiera, un monstruo viviendo dentro de un hombre cruel e insensato, incapaz de experimentar el raciocinio, solo tenía un objetivo que era atrapar a su presa. Mami corriendo gritando, tratando de encontrar un alma que le diera una mano, buscando un refugio donde él no la pudiera encontrar, mientras mi padre estaba alzando la voz inspiradora de temor usando expresiones fuerte abominables, decía que quería matarla que no descansaría hasta lograrlo. El pánico fue nuestra compañía y por ende se apodero de nosotros, como si en ese momento fuese nuestra única compañía leal, mientras los tres yacíamos debajo de una mesita buscando protegernos de aquella bestia sin control. El panorama que presenciamos era aterrador, los vecinos luchaban contra él para poder proteger a mi mamá linda y más aún para que no cometiera un asesinato de una joven madre inocente.

En ese tiempo era una mujer joven llena de vida, llena de sueños, para criar a sus hijos, apenas contaba con 26 años, mujer hogareña, ama de casa, fiel a las decisiones de su esposo; caminando entre los vecinos, con dolor y vergüenza, corría a buscar auxilio, en caza de un matrimonio que vivía aproximadamente a unos 150 metros de nuestra casa, y así entre jalones y malas palabras combinados con un entorno con todas nuestras pocas pertenecías destruidas y rotas. El miedo que sentíamos escalofriantes pero la bendición de un Dios vivo nos envió almas nobles para que nos brindaran protección. Su embriaguez era tal que, entre la inocencia, el temor, la manipulación y presión psicológica, nos decía con rabia. Su madre se fue, su madre los dejó a ver, decía, ¿Con quién se quiere quedar, conmigo o con esa infiel? Entre sollozos contestábamos, con usted papi. Y así entre palabras incoherentes, y desconsuelo total, y mirada perdida pudo dormir y descansar. Parecía mentira que después de esa agonía el silencio regresara a su entorno, luego nos aseguramos de que estuviese bien dormido, regresábamos a nuestro refugio la mesita y allí estábamos nuevamente y así ya liberados, pudimos respirar fuertemente sin miedo de ser encontrados, y las miradas de los tres fueron encontradas, mi hermana menor yacía entre temblores y convulsiones ocasionada por el susto, pero debíamos ser pacientes, la noche tenía que pasar para nosotros, la sentíamos muy lenta y pese a que la veíamos como eterna pasó. A la mañana siguiente mami regresó por nosotros, papi a esa hora de la mañana estaba sobrio y se comportó como si nada hubiera pasado, con cariño y mimo bondadoso. Nosotros como niños e hijos pequeños que nos importaba la unión de nuestros padres olvidamos de una manera condicional que lo que queríamos era estar juntos siempre. Para entonces el alcohol era su dueño. Era un ciclo constante, todo seguía igual adelante, de lunes a viernes trabajo, sábado y domingo bebida e embriaguez, violencia, terror, miedo descomunal. Las reacciones eran las mismas, semana tras semana huida de mi madre y nuestro refugio convencional. La mesita era el único lugar donde nos sentimos seguros.

Obviamente, aquella mujer pese a que llevaba una vida descontenta a nivel marital era un ser divino, dulce, rebosante de comprensiones ajenas y de gran corazón. La familia de mi papi la amaba, la defendía con toda sus fuerzas. Mi papá como siempre pedía perdón. Mi abuelo intervino, pero de nada servía. La violencia doméstica es imparcial, con finales tristes, eminentemente desastrosos. En el momento pedía perdón, lloraba, se retorcía de remordimiento aparentemente verdadero y comprendía lo perjudicial de los hechos y que como consecuencia podía perder su hogar. Al comenzar nuevamente con el alcohol, las recaídas y reconociendo el hecho de que podría perder su mujer, provocaba en él un efecto vehemente de insatisfacción e inutilidad. El destino de aquella mujer consistía en ahogarse en lagrimas y lamentos por su gran desdicha, con un apego sublime al Todopoderoso, Dios. Mi madre reconocía que sólo Dios podía salvarla pidiendo soporte, aguante, fe en grande. Para mí era insoportable ver sus lágrimas caer del rostro al piso como si fuera gotas de agua. Las combinaciones de mezcla de alcoholes que consumía papi, provocaba que mi madre sintiera esa insatisfacción permitida, mientras yo estaba contristada, y su corazón acongojado en lo más profundo de su alma. Los días subsiguientes mi padre consiguió un dinerito con el que pudo renovar nuestra casita. Por demás de sus defectos tenía otros muy buenos, como el de ser una persona divina (buenos sentimientos). El irrespeto a mami se hacía común, pero ya, yo estaba creciendo y me estaba convirtiendo en una fierecita defendiendo los supuestos derechos de mi madre. En esta ocasión mi papá estaba en el caballete de la casa, pues teníamos muchas goteras. Yo era una esponja que tenía la facilidad de escuchar cosas fuertes y él estaba enredado con la esposa de su mejor amigo. Él le decía cosas y expresiones de amor y llegó a citarse con ella para encontrarse. Para mí eso fue un mandado, corrí hasta donde estaba mami y le conté todo lo que escuché. Papi me estaba observando desde el techo y brincó, me tomó por el cuello y me estaba ahorcando. Mami no encontraba que hacer, solo le dijo alzando la voz, hombre de Cristo deja esa niña, y él le contestó, la voy a matar para que no vuelva a contar más. Me sentía que me estaba ahogando, él me metió presión en mi garganta. Todavía no entiendo como mami pudo quitármelo de encima. Esto marcó mi vida porque fui la hija que más detestaba, a la edad de 7 años. Tuve que comprender que el camino que debía tomar era defender hasta con mi propia vida la seguridad de la vida de mi madre. Como papi se mantenía alerta conmigo tuvo que tener mucho cuidado porque yo como niña le seguía todos sus pasos. Sé por fuente segura que con esa mujer, la esposa de su mejor amigo, tuvieron dos hijos los cuales fueron traídos a los Estados Unidos y mi padre nunca los conoció. Pasaron los años y me reencuentro con Robert, mi primo amado, y él me afirmó de esos dos hijos. Tristemente mi padre murió sin conocerlos. Fruto de esa cruel infidelidad, ¡Qué tristeza…! A mi madre nunca pude comunicarle ese asunto puesto que esa mujer era intima amiga de ella. En realidad este es un bestialismo, el más monstruoso del mundo.

A los 7 años de edad fui una niña triste y sola, con secuelas y heridas profundas. Era desolador y mirar al horizonte al caer la tarde y sentir, pensar, que con este gran amor que sentía por mi mamá no era suficiente para protegerla, y que esta resolución no tendría un buen final. Me sentía la niña mas sufrida del mundo. Lloraba tanto que la sublimidad de la sumisión y la tolerancia sería soportada por muchos años. En un tiempo corto, en cuestión de meses papi decide mudarse a la ciudad (Santo Domingo), mami vio el cielo abierto y pensó que en otra ciudad todo sería diferente, pero la angustia y los problemas apenas comenzaban pues para conmigo tenían que dejarme supuestamente por la escuela. Me sentía rechazada porque no le veía sentido, quedarme sin mis padres y mis hermanos. Mi confusión se hacía eterna, siempre sentí que mi papi no me quería porque ese rechazo era inminente. Por fin llega el día de la mudanza, las pocas cosas que teníamos cabían en una camioneta pequeña. Ese día lloré tanto que mami se apiadó de mí y enfrentó a mi papi para poder llevarme con ellos. Para mí en esa camioneta era un recorrido sumamente largo y sin final, cuando llegamos parecía que estábamos en otro mundo. Todo era diferente. Sí, era un barrio muy pobre con una casita de madera, sin protección, y pensaba, ¿Qué es esto?. En la madrugada para mi sorpresa, al lado de la casita había una finca donde podíamos jugar, y puedo decir sin temor a equivocarme que esos fueron tiempos felices. En esos momentos todo era una paz maravillosa hasta que llegó el fin de semana. Horripilante y peor aun que no teníamos amigos para que ayudaran a mi mamá bonita. Cómo sufrió esa noche de terror con cuchillo en mano, corriendo de un lado a otro que la quería matar. Yo tenía como siete años aproximadamente, pero yo era una titánica defensora de mi mami. Siempre estaba en medio de los dos, cada insulto y bofetada sentía que eran para mí. Cuantas veces yo aguantaba el golpe literal, eran noches interminables. Mi padre era portador de dos personalidades, cuando esta sobrio era el mejor esposo y padre que existía, y siempre estaba pendiente de nosotros con comida suficiente. Cuando estábamos enfermos amanecía en nuestra cabecera pero todas esas cosas hermosas terminaban cuando se embriagaba.

Recuerdo que en una ocasión mi mamá en uno de esos desordenes que mi papi le hacía estábamos en la casa de mi guela. En esos momentos llegó su hermana Teresa y salimos todos a dar un paseo por el centro, entonces la multitud era extrema, y fue cuando me perdí entre los transeúntes. Yo empecé a buscar mi mamá en todas las caras de las mujeres que veía, tenía más o menos como unos 4 años, cuando mi mamá se dio cuenta que yo no estaba, llegó corriendo a la casa y le preguntó a mi guela, ¿Mamá, Fela llegó?, No, respondió. Mami se puso la mano en la cabeza y dijo – ¿Dios mío que hago ahora?. Mi mamá bonita emprendió una búsqueda y después de darle la vuelta el centro (Centro era el nombre que le daban a la parte alta del pueblo donde estaban todas las tiendas, mercaderías comerciales). Después de mucho caminar me encontré con una mujer que reconoció que yo estaba perdida y me tomó de las manos y me llevaba con ella. Recuerdo la voz de mi madre por doquier, Fela! Fela! Fela!, sentí un leve llamado miré hacia mi espalda y era mi mamá bonita que me llamaba, ese fue el momento más feliz de mi vida.

Durante mi niñez y parte de mi adolescencia nunca pude comprender ¿Por qué mi padre tomaba tanto? Y más aún porque tanta rabia hacia mi mamá, y ¿Por qué al otro día tanto arrepentimiento? Conforme transcurren los meses, dos tíos hermanos de mi padre, se mudaron cerca de nosotros, esa fue una maravillosa bienvenida, ahora teníamos refuerzos, ellos estimaban mucho a mami. Cuando mami entró en sus vidas ellos estaban muy solos, su madre había muerto de parto, mami entró en sus vidas para cuidarlos, era como su segunda madre, eran 9 hijos, hombres y mujeres, por eso siempre estaban para mi madre cuando se formaba las fiestas de puños, malas palabras ellos tenían el estimulante del alcohol. Se pegaban por defender a su cuñada. Qué desolación, no tenían un final, cada día mas ya no podía mas con esta situación cuando ella se desesperaba, cogía sus tres muchachos y se iba a su ciudad (Sanfrancisco de Macorís) donde viven sus padres, pero a la semana papi llegaba llorando, todo esto se convirtió en un circulo donde todos bailamos al compás de dolor y la desesperación.

Los años pasaron progresivamente y yo me preguntaba, ¿Por qué no se separan?, yo empecé a pensar esto como a los 9 años de edad, realmente no le veía sentido a la vida con tanto maltrato y al lado de un abusador despiadado enfermizo que con interés podía sanar. Yo sentía que para mami todos parecía normal pensaba yo, por que la luna de miel comenzaba pero lo grande era la explosión, era terrible, al parecer ella nunca percibió el peligro que corre una mujer cuando es abusada por su marido, ella no entendía que era tiempo de otro episodio en su vida, estamos recién llegado a (Santo Domingo). Se mudaron unas jóvenes con una madre soltera entre ellas había una de 12 a13 años esta se convirtió en la mejor amiga de mi madre, nunca lo observó cuando él la miraba con ojos de conquista yo siempre estaba al tanto de los movimientos de mi papa. Le comente a mi madre que tuviera mucho cuidado con esa mujer, recuerdo que me regañaba por mi forma de pensar hasta que mami pudo constatar esa gran verdad. Esta mami pudo vivirla y sufrirla cuando los ya mencionados, días fueron pasando, cada día era peor el rostro de mami, parecía que le molestaba a mi padre. Ese fin de semana fue crucial, yo estaba furiosa ofendida, en esos momentos yo gritaba, papi deje a mami, por favor ya déjela, mis tíos intervinieron y a fuerzas y golpes y consejos. Mami