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Operaciones básicas para el mantenimiento de jardines, parques y zonas verdes. AGAO0108
Operaciones básicas para el mantenimiento de jardines, parques y zonas verdes. AGAO0108
Operaciones básicas para el mantenimiento de jardines, parques y zonas verdes. AGAO0108
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Operaciones básicas para el mantenimiento de jardines, parques y zonas verdes. AGAO0108

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Identificar los diferentes sistemas y elementos de riego y realizar el riego de un jardín, parque o zona verde utilizando los medios apropiados y aplicando los procedimientos establecidos, las medidas de prevención de riesgos laborales y normativa medioambiental. Especificar los principales tipos de abonos y enmiendas y, en un caso práctico, abonar un jardín, parque o zona verde utilizando los medios apropiados y aplicando los procedimientos establecidos, las medidas de prevención de riesgos laborales y normativa medioambiental. Enumerar los procesos de mantenimiento de los elementos vegetales de un jardín, parque o zona verde y efectuar las labores para su conservación en condiciones adecuadas, utilizando los medios apropiados y aplicando las medidas de prevención de riesgos laborales y normativa medioambiental. Especificar las operaciones de mantenimiento de infraestructuras, equipamiento y mobiliario de un jardín, parque o zona verde y efectuar las labores para su conservación en condiciones adecuadas, utilizando los medios apropiados y aplicando las medidas de prevención de riesgos laborales y normativa medioambiental. Ebook ajustado al certificado de profesionalidad de actividades auxiliares en viveros, jardines y centros de jardinería.
LanguageEspañol
Release dateFeb 25, 2014
ISBN9788415942108
Operaciones básicas para el mantenimiento de jardines, parques y zonas verdes. AGAO0108

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    Operaciones básicas para el mantenimiento de jardines, parques y zonas verdes. AGAO0108 - Miguel Ángel Maya Álvarez [Autor]

    Bibliografía

    Capítulo 1

    Mantenimiento de elementos vegetales de zonas ajardinadas

    1. Introducción

    Para mantener un parque, jardín o zona verde, independientemente de su tamaño y uso, lo primero que hay que hacer es conocer los elementos que lo componen, tanto vegetales (plantas) como no vegetales (caminos, mobiliario e instalaciones).

    La realización de un inventario completo de la zona será de gran ayuda para su conocimiento y posterior gestión.

    Una vez conocido, el jardín necesitará de una serie tareas para su correcto mantenimiento. Algunas son indispensables para el crecimiento de las plantas, como el riego y el abonado, y otras sirven para ir dando al jardín la forma deseada, como la poda y el entutorado.

    Por su parte, el césped deberá recibir un especial cuidado pues requiere, además de todas las anteriores (excepto la de entutorado), algunas labores específicas como el recebado, aireado y escarificado.

    2. Inventario básico de elementos vegetales

    A la hora de realizar el mantenimiento de un jardín son necesidades básicas conocer los elementos que lo componen y la identificación de todas sus partes y componentes. Existen principalmente dos motivos para hacer un inventario: gestionar la conservación de la zona verde y realizar una valoración económica de la misma.

    En un jardín hay elementos vegetales y no vegetales. Los primeros son el conjunto de plantas que lo componen, incluyendo las zonas de césped o cubiertas vegetales. Los elementos no vegetales hacen referencia al mobiliario urbano y decorativo existente: bancos, farolas, fuentes, estanques, juegos infantiles, etc.

    El conocimiento de los elementos vegetales a cultivar ayudará a realizar las operaciones que estos requieran de forma correcta. Puesto que cada planta o grupo de plantas necesita unos cuidados concretos y especiales, se debe identificar cada planta para actuar sobre ella de manera correcta. Además de identificarla, ayudará la ubicación geográfica de la misma dentro del jardín.

    Por esta razón se debe llevar a cabo un inventario básico del jardín en el cual se detallará su situación geográfica, una descripción de la zona especificando las partes diferenciadas que la componen y sus planos, una descripción de los elementos no vegetales (farolas, fuentes, pérgolas, etc.) y un descripción detallada de cada una de las plantas (árboles, arbustos, setos, etc.), incluyendo sus medidas y estado fisiológico.

    El inventario debe realizarse según el siguiente protocolo:

    Estudiar la historia y climatología del lugar.

    Identificar cada planta del jardín.

    Realizar una ficha de toma de datos de cada planta o conjunto de estas.

    Fotografiar el jardín en general y cada uno de los especímenes aislados o grupos de estos, por ejemplo en el caso de setos, rocallas o grupos de plantas.

    Realizar un plano general del jardín y varios planos de zonas específicas.

    Estudiar el suelo del jardín.

    Estudiar el agua con que se riega el jardín habitualmente.

    Estos datos, además de ayudar a realizar el inventario servirán para gestionar la conservación de la zona verde.

    Es recomendable que la toma de datos se realice por personal técnico experimentado y cualificado.

    Importante

    Conocer la historia del jardín a inventariar puede ayudar a comprender algunas cuestiones de diseño del mismo y explicar las razones por las que se realizó de esa manera. Esto puede ser de utilidad a la hora de inventariar los marcos de plantación.

    Además de un plano general, es recomendable realizar varios en los cuales se detallen por separado el sistema de riego, la red de cableado y resto de conducciones existentes, el mobiliario urbano, etc., y es muy importante que lleven la simbología y escala necesarias para poder interpretarlos correctamente.

    Para realizar el inventario, por tanto, se necesitarán:

    Cinta métrica.

    Forcípula o calibre.

    Cámara fotográfica digital.

    Bibliografía o webgrafía especializada.

    Bloc de notas.

    Lupa.

    Binoculares o prismáticos.

    Esta toma de datos se hará mediante una plantilla, a modo de ficha, que ha de ser rellenada en la zona verde objeto de la valoración.

    Estas fichas serán de varios tipos, cada uno específico, según sean:

    Fichas de árboles: recogen el nombre botánico y vulgar de la especie, sus medidas en altura y anchura del tronco, diámetro o proyección de copa, estado fisiológico y fitosanitario, ubicación exacta dentro del jardín y tipo de alcorque (en caso de tenerlo).

    Fichas de arbustos: recogen los mismos datos que la ficha de árboles. Para inventariar setos habrá que hacer una especial referencia a la medida en metros lineales de los mismos.

    Fichas de masas o grupos vegetales: como rocallas o macizos. Se especifica el número de plantas por metro cuadrado si se puede o, si no, un número total aproximado de plantas.

    Fichas de praderas y tapizantes: con especial dedicación a anotar las dimensiones de las mismas.

    Fichas de elementos no vegetales: mobiliario urbano, luminarias, etc., anotando, además de su número, su estado de conservación.

    Cuanto más detalladas sean las fichas mejor será el inventario, ya que disponer de una mayor información permitirá tomar decisiones más acertadas.

    Actividades

    1. Divida en los conjuntos A (objetos para trabajo de campo), B (objetos para trabajo en oficina) y C (objetos para ambos trabajos) los siguientes elementos: cinta métrica, calibre, fichas de árboles, cámara fotográfica, fichas de praderas, mesa para planos, block de notas.

    2. Explique en qué puede ayudar conocer la historia del jardín a la hora de hacer el inventario.

    A continuación se muestra un ejemplo de ficha de toma de datos para árboles, que puede ser perfectamente válida para cualquier inventario de elementos vegetales.

    En la siguiente imagen se muestran las indicaciones para la medición del diámetro de copa y cómo tomar los datos diámetro máximo y mínimo.

    Para indicar el estado fisiológico y otra información se usan los códigos siguientes:

    Cada número de la tabla se corresponde con un código a rellenar en la ficha, por ejemplo, si en la ficha hay que rellenar el aspecto del tronco, su código sería, según la tabla, 1.6.1, 1.6.2, 1.6.3 o 1.6.4 dependiendo del estado del mismo (derecho, poco inclinado, etc.).

    Una vez terminado el inventario, este debe proporcionar información detallada de cada elemento vegetal, así como del conjunto de estos, organizados según determinadas características.

    Las siguientes tablas indican ejemplos del conjunto de elementos vegetales de una zona verde.

    Actividades

    3. Cree una ficha de toma de datos específica para arboledas situadas en viario público.

    4. Cree una ficha de toma de datos específica para arboledas situadas en grandes zonas verdes con muchas praderas de césped.

    5. ¿Cuántos tipos de fichas son necesarias para realizar un inventario de elementos vegetales?

    6. ¿En qué se diferencian las fichas de elementos vegetales y no vegetales?

    Cuando los datos han sido tomados y el trabajo de campo ha finalizado se procede a su tratamiento e informatización, creando una base de datos y los planos necesarios. Hoy en día, gracias al uso de las nuevas tecnologías, el inventariado de zonas verdes se realiza de una manera muy dinámica gracias a las herramientas y aplicaciones específicas para tal fin que, además, utilizan el inventario para llevar una gestión integral del jardín, siendo por tanto el mismo el punto de partida desde el cual se desarrollan posteriores planes.

    Importante

    Cada inventario debe tener las fichas de tomas de datos personalizadas según las necesidades propias de cada jardín o zona verde.

    El uso de la tecnología conocida como sistema de información geográfica SIG, más popularmente conocido como GIS (en inglés, geographic information system), ha supuesto el mayor avance en los últimos años en lo que a realización de inventariado de zonas verdes se refiere.

    El GIS lo componen varias y diversas aplicaciones informáticas que permiten la gestión de un gran volumen de datos organizados y referenciados en el espacio, pudiendo visualizarse en un mapa. Por tanto, permite el uso de cartografía y bases de datos de forma conjunta facilitando la tarea de estudiar y analizar todos los datos que se han guardado.

    Sabía que...

    Los orígenes de los sistemas de información geográfica se remontan a mediados del siglo XIX cuando, mediante el uso de la cartografía y la indicación de los datos en esta, se buscó y encontró un foco de infección de cólera.

    La mayoría de los programas de inventariado y gestión de zonas verdes poseen una serie de herramientas comunes y básicas, como son el posicionamiento de elementos de tipo coordenada, polígono abierto y polígono cerrado; la generación de mapas temáticos; la identificación de elementos; el zoom de ampliación, reducción y a una escala predefinida; el desplazamiento por dirección, por centrado en un punto, por centrado a la geometría seleccionada o por selección de geometría en la ventana gráfica; la vista global con el encuadre del área visualizada en la ventana principal; el desplegado de datos de una entidad seleccionada; la posibilidad de impresión de la ventana principal y salvado como imagen en fichero de la misma; la medida de distancia entre dos puntos; la base de datos asociada a la herramienta GIS, de gran flexibilidad y completamente personalizable; el sistema de gestión múltiple de mapas cartográficos; elementos y datos enlazables, pudiendo establecerse todos los vínculos que se deseen; el buscador múltiple, por todos los elementos y campos que contenga la base de datos; la generación de informes; la elaboración de estadísticas; la organización de la información jerarquizada en árbol de elementos gestionado y personalizado por el usuario; cálculos matemáticos de todo tipo; el registro de históricos y el almacenamiento de la información en diferentes formatos: imágenes, sonidos, multimedia, ficheros pdf, .doc, .xls, etc., con un sistema de gestión documental.

    Además, estas aplicaciones tienen la posibilidad de gestionarse a través de internet, lo cual representa las siguientes ventajas añadidas:

    Su funcionamiento a través de un navegador web permite usar la aplicación desde cualquier ordenador o dispositivo portátil inalámbrico. Solo se precisa una conexión a internet, un nombre de usuario y una contraseña para acceder a la misma.

    No es necesario la instalación de ningún software en el terminal de acceso para su uso o consulta.

    Asignación de diferentes privilegios, de acceso a datos, de utilidades y apariencias a los diferentes usuarios según su código de acceso a través de un sistema de permisos.

    Desde uno hasta infinitos usuarios.

    Crecimiento escalable de acuerdo a las necesidades.

    Apariencia amable para el usuario y funcionamiento muy sencillo e intuitivo.

    Facilidad para absorber bases de datos externas.

    Publicación de información vía web.

    En ocasiones se debe determinar el valor económico de los elementos vegetales de un jardín en su conjunto o de ejemplares aislados. Por ejemplo, en caso de expropiaciones, daños al patrimonio público, daños por accidente de tráfico, etc., es necesario poder establecer un precio y en estos casos un inventario ayudará a realizar la valoración.

    Cuando se trata de hacer un inventario para llevar a cabo una valoración económica de la zona verde o de alguno de los elementos que la componen, hay que realizar la toma de datos y posteriormente aplicar un tratamiento a esa información para obtener finalmente un precio o valor económico.

    El inventario para valorar económicamente los elementos vegetales ha de ser lo más específico posible, ya que de ello dependerá en gran parte la cantidad económica que se obtenga.

    Al hacer un inventario con la intención de dar un precio o valor hay que tener en cuenta una serie de datos como son la forma, color (colores, tonalidades, variegaciones, variaciones durante el transcurso del año, etc.), dimensiones (altura total, altura a la primera ramificación en su caso), estructura (del tronco y de las ramas), textura del follaje y variaciones de todo ello durante el transcurrir del tiempo; floración, fructificación, ciclo foliar, carácter de la foliación (perenne o caduca), etc.; características del crecimiento (rápido o lento) en función del medio y del desarrollo (joven, maduro, caduco); capacidades específicas de rebrote, de soportar podas, de resistencia a enfermedades, plagas y otros agentes de deterioro, incluidos los agentes propios  del medio físico; cualidades en cuanto a defensa ante la erosión, mejora de la calidad de los suelos, formación de pantallas (visuales, cortavientos o ante ruidos excesivos), sombra, creación de espacios y microclimas y constitución de contrastes y también en cuanto a la creación de condiciones para que vivan o se resguarden otros organismos (vegetales, aves, insectos, etc.); adecuación cultural, ecológica y paisajística al espacio al que va destinado, incluyéndose aquí el carácter de auto o aloctonicidad y la disposición de diversidad genotípica en las zonas verdes; duración y ciclos de reposición, en función del ciclo vital y de la respuesta a condiciones de estrés o de cultivo (longevidad, resistencia o tolerancia a factores del medio como disponibilidad de agua y nutrientes, contaminación, etc.), rusticidad y otros, incluyéndose aquí aspectos tales como el cese de la regeneración natural, desaparición de los estratos naturales de vegetación, compactación o pavimentación del suelo, contaminación atmosférica y presencia o ausencia de cuidados culturales; diversidad de la vegetación disponible, tanto en lo que se refiere a sus tipos (árboles, arbolillos, arbustos, plantas trepadoras, cespitosas, tapizantes, etc.) como en su carácter utilitario (para setos y cerramientos, como plantas de flor o fruto, etc.); proyección de sombra del elemento, ya que da un valor añadido a un uso concreto; estado vegetativo y fitosanitario, particularmente cuando incide en la vida útil de las plantas, incluyéndose aquí aspectos que inciden sobre la seguridad de los usuarios, tales como existencia de pudriciones y riesgo de roturas, caída de árboles, etc., y valoración de riesgos por sucesos extraordinarios como incendios, accidentes, caída de rayos, vientos y otros.

    Definición

    Variegación

    Estado de la planta que muestra tejidos de distintos colores o de diversa constitución.

    Como se puede apreciar, el inventario para valoración económica incluye la toma de una serie de datos que no se

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