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BALADA DE LOS AHORCADOS Hermanos hombres que vivis ms tarde, con duro corazn no nos juzguis, si de nosotros compasin

tenis, que Dios despus con su piedad os guarde. Aqu estamos colgados cinco o seis. El cuerpo, que nutrimos demasiado, ya est medio podrido y devorado. Bien que a ser polvo nuestra carne vuelva, mas no os burlis del mal que nos es dado. Rogad, ms bien, a Dios que nos absuelva. Dejad que hermanos nuestros os llamemos, aun cuando hayamos sido condenados por la justicia a perecer ahorcados, pues buen sentido todos no tenemos. Y disculpadnos, ya que fallecemos, ante el hijo sin mancha de Mara: que del fuego nos libre en este da y, sin cesar, su gracia nos envuelva. Hemos muerto: ninguno de esto ra. Rogad, ms bien, a Dios que nos absuelva. Ya la lluvia lav nuestros despojos y el sol ennegreci nuestras entraas. Los cuervos nos sacaron ya los ojos y arrancaron la barba y las pestaas. Jams inmviles, a los antojos nos movemos del viento que nos gua, ms que un dedal picados noche y da por las aves del campo y de la selva. No entris jams en nuestra cofrada. Rogad, ms bien, a Dios que nos absuelva. Oh Prncipe Jess, cuyo gobierno se extiende a todo el mundo, haz que en el infierno Satans no nos vea entre sus manos! Que huya Satn y que tu gracia vuelva! No es aqu el caso de rer, hermanos: rogad, ms bien, a Dios que nos absuelva. Publicado por juan carlos olivas

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