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TÍTULO: Preparación del campo quirúrgico.

AUTORES
Chicharro Luna, Esther *
Alonso Montero, Carolina **

Profesor colaborador de Podología. Universidad Miguel Hernández *


Profesor titular de Podología. Universidad Miguel Hernández **

CORRESPONDENCIA
Esther Chicharro Luna
Universidad Miguel Hernández
Facultad de Medicina
Departamento de Psicología de la Salud.
Ctra. Valencia N 332 Km. 87.
03550 San Juan de Alicante

1
RESUMEN
La preparación correcta del campo quirúrgico, del paciente y del profesional, antes de
la realización de cualquier tipo de cirugía, disminuye la incidencia de complicaciones
postoperatorias y ayuda a obtener resultados satisfactorios.

Actualmente muchas de las medidas de asepsia utilizadas carecen de evidencia


científica que demuestren la eficacia de su uso, como en el caso del rasurado o las mascarillas.
Este trabajo presenta los métodos habituales en la preparación del campo quirúrgico, indicando
cuales han demostrado evidencia científica.

Palabras clave: campo quirúrgico, asepsia

ABSTRACT
The correct preparation of the surgical field, the patient and the professional, before the
accomplishment of any type of surgery, diminishes the incidence of postoperating complications
and aid to obtain satisfactory results.

At the moment many of the used measures of asepsis lack scientific evidence that
demonstrate the effectiveness of their use, as in the case of shaved or the masks. This work
presents/displays the habitual methods in the preparation of the surgical field, indicating as they
have demonstrated scientific evidence.

Key words: surgical, asepsis

2
1. INTRODUCCIÓN

Semmelweis en 1840 introdujo el lavado de manos obligatorio en su servicio del


Hospital General de Viena. En 1862 Luis Pasteur inicia los estudios de microbiología, se
plantea que las infecciones están producidas por un agente causal. En 1865 Josep Lister
destaca la importancia de las medidas asépticas 1.

Las medidas asépticas han sido fundamentales en la reducción de las infecciones en


los servicios de cirugía. Hoy en día es impensable que no se utilicen. No obstante, a menudo
estas medidas se han adoptado de forma empírica, falta comprobar su verdadera utilidad.
Estudios recientes plantean que alguna de estas medidas son ineficaces, en otros casos
comparan distintos métodos para lograr identificar cuál es el más idóneo.

2. PROFESIONAL

2.1 Vestimenta (pijama de quirófano)


Nunca se usa traje de calle en el quirófano. Los pantalones deben estar ajustados a la
altura de los tobillos mediante cintas anudadas, con objeto de evitar en la medida posible la
difusión de microorganismos del perineo y extremidades inferiores. Se recomienda cubrir la
parte superior del pijama con el pantalón para prevenir cualquier contacto accidental con áreas
estériles 2, 3.

2.2 Gorro
Debe cubrir completamente el cabello de manera que no puedan caer sobre el campo
2, 4
estéril pelos, orquillas o partículas de caspa, que contaminen la zona .

2.3 Zapatos
Sobre los zapatos se colocan cubiertas o lonas desechables que son de un solo uso y
se retiran al abandonar el área quirúrgica restringida 2, 3.

2.4 Mascarilla
Se utiliza desde hace aproximadamente un siglo para contener y filtrar las gotas que
3, 4
contienen microorganismos procedentes de la faringe y nasofaringe . Su uso ha sido
defendido como barrera de protección por Garner 1996 y Weber 1993 aunque no realizaron
ninguna investigación que lo apoyara.

Las mascarillas desechables de alta eficacia son mejores que las de algodón o papel
(Garner y Simmons 1983) 4. Debe cubrir la nariz con la banda de metal alrededor del puente y
debajo de las gafas si las hubiera (para evitar que se empañen) y debe tirarse hacia debajo de

3
la boca. Para que la mascarilla resulte eficaz tiene que cubrir tanto la nariz como la boca ya
que el aire sale y entra por las dos. La cinta de sujeción superior se anudará en la parte alta y
posterior de la cabeza y la inferior detrás del cuello. No se recomienda en ningún caso colgarla
del cuello.

FOTO 1. Mascarilla.

La mascarilla pierde eficacia cuando se humedece, y por tanto es preciso cambiarla


entre una intervención y otra (e incluso antes si fuera necesario). Cuando se deseche se hará
tocando solamente las cintas (Perry 1994) y desatando primero las cintas de abajo para evitar
que la parte superior de la mascarilla se caiga sobre el pecho 2, 5.

Varios aspectos pueden contribuir a la contaminación de la herida a pesar de utilizar una


mascarilla 5:
- Insuficiente tensión de los cordones, lo que produce un escape por un lado de la
máscara (Belkin 1996).
- Actúa como una mecha y conduce líquidos por capilaridad, lo que posiblemente
contribuye al transporte de las bacterias (Belkin 1996)
- Puede causar una contaminación por serpenteo, es decir, puede producir fricción
contra la cara y causar la dispersión de escamas de la piel de la cara (Schweizer
1976).

Es importante que esta no interfiera en la respiración, en el habla o la vista y por tanto


debe ser cómoda y fácil de adaptar. Se recomienda evitar la respiración forzada, la risa, el
estornudo o la tos, ya que estas acciones depositan microorganismos adicionales sobre las
mascarillas 2, 4.

Sin embargo una revisión reciente sobre la “utilización de máscaras faciales quirúrgicas
desechables para prevenir la infección de la herida quirúrgica en la cirugía limpia” concluye que
debido a la limitación de los resultados, no está clara si el uso de máscaras faciales quirúrgicas
produce algún daño o beneficio al paciente sometido a una operación limpia 5.

2.5 Lavado de manos:


Material:
- Agua corriente ( lavabo acondicionado con cierre para rodilla, codo o piel)
- Jabón antiséptico (yodo o clorhexidina)
- Limpiador de uñas (palillo de naranjo)
- Cepillo de cerdas blando estéril o esponja desechable de poliuretano impregnada de
jabón.
- Gasas o toallas estériles.

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Procedimiento 2:
ƒ Retirarse todas las joyas si las hubiera de las manos. Los microorganismos pueden
alojarse en sortijas y anillos (Larson 1989).

ƒ Las uñas deben estar cortas, ya que cuando están cortas la probabilidad de alojar
microorganismos, de arañar al paciente o de romper los guantes es mucho menor.

ƒ Regular el flujo con agua tibia (no excesivamente caliente porque abre los poros de la
piel, irritándola y además porque el agua tibia elimina la capa grasa protectora de la
piel, en menor grado que el agua caliente). Mojar las manos y los antebrazos. Aplicar
jabón antiséptico y realizar una limpieza desde la zona distal de los dedos hasta por
encima del codo. La limpieza debe durar unos 3 minutos con movimientos circulares
(se ha demostrado que son más eficaces) desde la zona distal de los dedos hasta por
encima del codo. Existen dos opciones:
1. Aplicar jabón antiséptico en las manos insistiendo en las uñas y los espacios
interdigitales (entrelazar los dedos y los pulgares) y limpiar con un cepillo blando (al
lavar y frotar enérgicamente las manos puede producirse heridas en las que
podrían proliferar bacterias, tenga cuidado)
2. Utilizar una esponja estéril desechable con jabón impregnado. Requiere una
atención especial en la zona subungueal por lo que debe ser limpiada con un palillo
de naranjo.

ƒ Después del lavado enjuagar las manos y antebrazos cuidadosamente con agua
corriente manteniendo las manos elevadas. Se cierra la llave del agua con el codo o la
rodilla, según el tipo de lavado.

FOTO2. Lavado de manos.

ƒ Es preciso mantener las manos altas y alejadas del cuerpo (esto permite que el agua
deslice desde los codos y evita que agua contaminada procedente de un nivel superior
al codo resbale hasta las manos ya limpias).

ƒ Al secarlas, es importante evitar que la toalla contacte con la ropa. Se seca primero
una mano desde la zona distal de los dedos hacia el codo y después la otra mano y
antebrazo de forma similar, pero utilizando la zona no húmeda de la toalla o el paño. (al
secar desde las manos hacia el codo se evita que microorganismos procedentes de un
nivel superior al codo contaminen las manos ya limpias).

5
ƒ Es importante repetir el proceso de limpieza y lavado entre las intervenciones, porque
la humedad y el calor acumulado debajo del guante es un medio ideal para la
proliferación bacteriana.

2.6 Bata estéril


Procedimiento 2, 4:
ƒ Podemos ponernos la bata estéril o ayudarnos de la enfermera circulante. Las batas
están plegadas de dentro hacia a fuera (para no tocar la parte exterior), de forma que
podemos sostenerla por la banda del cuello (por el interior de la bata) para
desdoblarlas. A medida que se despliega la bata (cuidado de no tocar ninguna
superficie), las sisas de las mantas deben quedar frente a la persona que las va a usar
y siempre alejada de nuestro cuerpo.

ƒ Si tenemos ayuda por parte de la enfermera circulante, esta puede ejercer tracción por
el interior de las mangas para encajarnos mejor la bata, pero esta tracción cesará antes
de descubrir las manos cuando se use el “método cerrado para ponerse los guantes”.

ƒ La bata se cerrará por la parte posterior. Si presenta una cinta en la cintura la


enfermera ayudante las tomará por los extremos sin tocar la bata y realizará un nudo.
Solo se considera la parte anterior de la cintura hasta la región del hombre, antebrazos
y guantes.

Una bata es estéril mientras permanezca seca y sin desgarros. Si está húmeda por el
sudor debe considerarse contaminada.

2.7 Guantes estériles


Método abierto 2:
ƒ Se abre el paquete estéril, procurando que los guantes no toquen ningún área
contaminada. Si vamos a ponernos el guante de la mano derecha, el puño es agarrado
por su parte interior (la que va a estar en contacto con nuestra piel) por la mano
izquierda. Se introduce la mano derecha en el guante, al mismo tiempo que la mano
izquierda tira del puño (zona interior del guante no estéril) para ajustarlo.

ƒ Posteriormente, la mano enguantada (en este caso la derecha) toma el guante


izquierdo insertando los dedos por la cara externa del guante (en la zona estéril). Se
introduce la mano izquierda en el guante y se ajusta con la derecha ya enguantada y
finalmente se dobla el puño del guante sobre el puño de la bata.

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FOTO 3. Colocación de guantes (método abierto)

Método cerrado 2:
ƒ Una vez colocada la bata, las manos se deslizan a lo largo de las mangas hasta la
costura del puño.

ƒ Se toma el guante (mientras la mano está todavía en el interior de la manga) y se


coloca el lado del pulgar hacia abajo con los dedos del guante hacia el hombro y
doblez del guante sobre el puño de la bata. El borde del puño del guante que descansa
sobre la manga es sujetada con un dedo mientras que los dedos de la otra mano
cubiertos por el puño de la manga cogen el borde del guante y lo voltean.

ƒ El puño del guante se coloca sobre el puño de la manga y se ejerce tracción


procurando que la manga no se pliegue hacia atrás y exponga la piel. Se ajustan los
dedos al guante. El segundo guante se coloca exactamente igual pero con la mano
contraria ya enguantada.

Las manos enguantadas deben mantenerse delante y por encima de la línea de la cintura 2.

3. CAMPO QUIRÚRGICO

3.1 Colocación paño en la mesa:


Material:
- Paquete con un paño estéril.
- Equipo estéril (gasas, recipiente estéril, líquido antiséptico, pinzas, etc.)

Procedimiento 2, 4
ƒ Colocarlo lo más cercano en el tiempo a la intervención. Todo campo estéril debe ser
controlado y cuanto más tiempo esté el campo creado, mayor será el riesgo de que
contacte con algún objeto no estéril y por tanto que se contamine.

ƒ Se coloca sobre una superficie limpia y húmeda, ya que si la mesa está mojada el
campo estará contaminado. Hay barreras estériles impermeables que solucionan el
problema.

ƒ Se abre el paquete que contiene el paño. Con una mano, sujetar la esquina del paño y
sacar el paño de su envoltorio, abriéndolo sin que toque ningún objeto. Con la otra
mano sujetar la otra esquina del paño y mantenerlo lejos de nuestro cuerpo (evitar que
contacte con cualquier superficie, ya que se consideraría contaminado). Colocar el

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paño sobre una superficie limpia y seca, de manera que el borde inferior quede lo más
lejos de nosotros para evitar que lo toquemos con el uniforme o que pasemos las
manos por encima.

ƒ Para añadir al campo los suministros estériles, colocar el instrumental estéril


bordeando la mesa, evitando pasar las manos por el campo porque 2.5 cm. alrededor
de la mesa se consideran contaminados.

ƒ Solo se considera estéril la parte superior del campo, por lo tanto los objetos que se
encuentren por debajo de la mesa, se consideran contaminados. Cualquier desgarro
del paño que propicie el acceso a una superficie no estéril, convierte en no estéril la
región.

3.2 Instrumental
ƒ Confirmar esterilidad del paquete: verificar fechas y estado del envoltorio. El material es
esterilizado por calor húmedo, seco o por métodos químico. La esterilización tiene una
fecha de caducidad, pasada esa fecha el material no se considera estéril. Siempre que
vayamos a utilizar material, deberemos comprobar la fecha, que el material no esté
roto, sucio o húmedo, lo que indicaría contaminación.

ƒ Sostener el paquete unos 15 cm. por encima del campo y dejar que caiga el contenido
sobre la mesa. Recordad que 2.5 cm. alrededor de la mesa se consideran
contaminados.

ƒ Para añadir líquido en un recipiente estéril, hay que tener en cuenta que el exterior de
la botella no se considera estéril, excepto si se encuentra en un paquete estéril. Se
vierten a unos 10-15 cm. por encima del recipiente y a un lado del campo estéril para
que la botella no pase por encima del campo. Verterlo con suavidad, para evitar mojar
el paño de la mesa perdiendo la esterilidad y el contacto accidental con una superficie
no estéril causando una contaminación. Al abrir la botella, el tapón hay que ponerlo
hacia arriba antes de apoyarlo en una superficie no estéril, para que el interior no se
contamine.

ƒ Nunca dar la espalda al campo quirúrgico hay que vigilarlo. Ante la duda o la sospecha
de que un objeto no está estéril, se considera contaminado. Ser honestos, cuando un
objeto se contamina no cambia de forma ni de color, por tanto ante un contacto fortuito,
comunicadlo 2, 4.

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4. PACIENTE

4.1. Rasurado
Habitualmente se recomienda un rasurado del campo quirúrgico, lo más cercano en el
tiempo a la intervención1, porque la tasa de infección de las heridas aumenta en paralelo con el
tiempo transcurrido entre el rasurado y la intervención. Estas recomendaciones, así como
muchas de las relacionadas con las medidas de asepsia se aplican de forma empírica.

En la revisión de Tanner et. al.6 (2007), se llega a algunas conclusiones basadas en la


evidencia de los estudios para la práctica clínica:
- No existe evidencia científica respecto a la disminución de infecciones gracias a la
eliminación de vello, de hecho, algunas instituciones recomiendan no eliminar el vello a
no ser que sea imprescindible.
- Si es preciso eliminar el vello, la crema depilatoria y el corte del vello se asocian a
menos infecciones que el rasurado. Por tanto siempre que sea posible desechar el
rasurado.
- No existen datos suficientes para poder afirmar la conveniencia de realizar el rasurado
o corte de vello el día anterior o el mismo día de la cirugía.
No hay investigaciones que indique cuál es el lugar más apropiado para realizar la eliminación
de vello.

Procedimiento
ƒ Cuando se utilicen cuchillas desechables (afeitado húmedo), se elimina el vello con una
angulación de 45º a favor del crecimiento del vello y con movimientos cortos.

ƒ Si se utiliza crema depilatoria se aplicará una espesa capa en sentido contrario al


crecimiento del vello dejando actuar durante 15 minutos (o lo que indique el fabricante)
y se eliminará el vello también en sentido contrario al crecimiento.

4.2. Limpieza del campo quirúrgico


La Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene7 recomienda la
higiene del paciente el mismo día de la intervención con solución de clorhexidina al 4% en base
detergente, así como preparar el campo quirúrgico con: solución de clorhexidina al 5% o con
solución de polivinilpirrolidona yodada (PVP) al 10%. Sin embargo, un estudio prospectivo de
Bibbo y cols.8 concluye tras comparar un grupo sometido a lavado del campo quirúrgico con
povidona yodada al 7,5% y posterior pincelado con povidona yodada al 10%, frente otro lavado
con gluconato de clorhexidina al 4% y posterior pincelado con isopropanol al 70%, que el uso
de la clorhexidina era superior en la reducción de la carga bacteriana. Realizan los lavados de
manera estándar de 7 minutos de duración (se recomiendan de 5 a 10 minutos). El estudio

9
recomienda el uso de clorhexidina en lugar de la povidona yodada para la preparación
preoperatorio de la piel.

Procedimiento
ƒ Algunos autores recomiendan la limpieza de la zona días previos a la cirugía con
clorhexidina jabonosa para disminuir la contaminación bacteriana de la piel. El día de la
intervención deberá limpiarse de nuevo la zona antes de acudir a quirófano. Cuanto
mayor se el número de baños realizados, mayor será la desinfección 1.

ƒ Pintar la zona a intervenir con un agente antiséptico que previamente se ha echado en


una batea estéril. Aplicar con movimientos circulares hacia fuera 9, desde el punto
propuesto para la incisión quirúrgica. Es importante producir fricción con la torunda
para eliminar más microorganismos (no solo por arrastre, sino también por ficción). La
limpieza debe durar entre 5 y 10 min 8, cambiando la gasa cada 3 min. Cubrir el campo
quirúrgico con paños estériles.

FOTO 4. Limpieza del campo quirúrgico.

4.3. Paño estéril separación


ƒ La zona a intervenir o campo quirúrgico debe estar separada del resto del cuerpo
mediante paños estériles, que se colocan sobre el paciente de delante a atrás.

ƒ Solo la parte superior del paciente cubierto por paño se considera estéril. Deben fijarse
con un esparadrapo para evitar movimientos, ya que si el paño estéril se mueve y sufre
algún desgarro que propicie el acceso a una superficie no estéril, convierte a todo la
región en no estéril 2.

4.4. Posición del paciente


Decúbito supino es la posición más utilizada para intervenciones en miembros
inferiores. Las extremidades deben estar extendidas, alineadas con la cabeza y el resto del
cuerpo, no cruzar las piernas para evitar lesiones en el nervio peroneo. El cinturón de
seguridad se pone sobre los muslos a 5 cm. de las rodillas, se coloca una pequeña almohada
debajo de la cabeza y de la región lumbar. Los brazos en posición anatómica 9

En cirugía podológica al permanecer el paciente consciente, el paciente con mucha


frecuencia se encuentra en sedestación.

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5. BIBLIOGRAFÍA

1. Andión E, Enrique E, Sánchez Jurado A. Las infección de sitio quirúrgico y el impacto


del staphylococcus aureus meticilino resistente. Medicina infantil 1999; 6 (1): 44-51.

2. Brunner LS, Suddarth DS. Asistencia de enfermería durante la operación. En: Brunner
LS, Suddarth DS. Manual de enfermería medicoquirúrgica. Madrid: Interamericana,
1985: 354-64.

3. Borrachina Belles L. Enfermería medico quirúrgica, generalidades. Barcelona: Masson,


1997: 123-4.

4. Kozier B, Erb G, Blais K, Jonson JY, Temple JS. Prevención de la transmisión de


microorganismos. En: Kozier B, Erb G, Blais K, Jonson JY, Temple JS. Técnicas en
enfermería clínica. Vol. I. 4ª ed. 2ª reimp. Aravaca (Madrid): McGraw-
Hill/Interamericana, 2000 : 138-66.

5. Lipp A, Edwards P. Máscaras facials quirúrgicas desechables para prevenir la infección


de la herida quirúrgica en la cirugía limpia (Revisión Cochrane traducida). En La
Biblioteca Cochrane Plus, 2007 Número 1. Oxford: Update Software Ltd. Disponible en:
http://www.update-software.com. (Traducida de The Cochrane Library, 2007 Issue 1.
Chichester, UK: John Wiley & Sons, Ltd).

6. Tanner J, Woodings D, Moncaster K. Eliminación preoperatoria de vello para reducir la


infección del área quirúrgica (Revisión Cochrane traducida). En: La Biblioteca
Cochrane Plus, 2007 Número 1. Oxford: Update Software Ltd. Disponible en:
http://www.update-software.com (Traducida de The Cochrane Library, 2007 Issue 1.
Chichester, UK: John Wiley & Sons, Ltd.).

7. Arévalo JM, Arribas JL, Hernández MJ, Lizán M, Herruzo R. Guía de utilización de
antisépticos. Med. Preventiva 2001; 7 (1): 17-23.

8. Bibbo C, Patel DV, Gehrmann RM, Lin SS. La clorhexidina proporciona una Buena
descontaminación cutánea en la cirugía de tobillo y pie. Clinical Orthopaedics and
Related Research 2005; 438: 204-8.

9. Chocarro González L. Cuidados preoperatorios. En: Chocarro González L, Venturini


Medina C. Procedimientos y cuidados en enfermería medico-quirúrgicas. Madrid:
Elssevier, 2006: 3-26.

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FOTO 1: Mascarilla.

FOTO 2: Lavado de manos

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FOTO 3: Colocación de guantes (método abierto)

FOTO 4: Limpieza del campo quirúrgico.

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