Sie sind auf Seite 1von 1

El adios de padre Llorente a la familia Cuando pas por casa y os vi, no os qurse decir nada; pero por dentro

estaba convencido de que ya no volvera a ver ms los patrios lares. Recuerdo que un da mientras dorma la siesta en una habitacin de aniba, o juguetear a los pequeos all abajo y me vino un llanto muy copioso. Una vez ms se me daba a escoger entre quedarme remendando redes o seguir a Jess. Afortunadamente, relictis retibus, secutus sum Jesus; dejadas las redes, me fui con Jess... Otra vez en el colegio de La Habana, al bajar con la maleta ya para ir al barco yanki, que se balanceaba en la baha, un nio del colegio, recin llegado fue detenido en la portera por donde quera escaparse para casa; y al ser detenido lloraba desconsolado llamando a su made. Yo me estremec todo y, sin poderlo evitar, sent que se me llenaban los ojos de agua; estbamos los dos en semejante posicin; l como nio, lamentaba la ausencia de una semana, yo crecidote, divagaba sobre la ausencia de por vida.

Das könnte Ihnen auch gefallen