Lección 06 - La Vara de Aarónd

www.iglesiadetrujillo.blogspot.
com
Nmeros 17:8
Leccin, Sbado 10 de Noviembre del 2012
www.iglesiadetrujillo.blogspot.com
Tras el segundo velo estaba la parte del tabernculo llamada el Lugar Santsimo, el cual tena un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contena el man, LA VARA DE AARN QUE REVERDECI, y las tablas del pacto.
Hebreos 9:3, 4.
Florecer la vara del varn que yo escoja, y HAR CESAR DE DELANTE DE M LAS QUEJAS de los hijos de Israel con que murmuran contra vosotros. Y Jehov dijo a Moiss: Vuelve la vara de Aarn delante del testimonio, para que SE GUARDE POR SEAL A LOS HIJOS REBELDES; y hars cesar sus quejas de delante de m, para que no mueran. Todos los notables cambios ocurrieron en la vara en una noche para convencerlos de que Dios positivamente haba DISTINGUIDO ENTRE AARN Y EL RESTO DE LOS HIJOS DE ISRAEL. Esta vara maravillosa fue preservada para ser mostrada con frecuencia al pueblo para RECORDARLE EL PASADO, PARA IMPEDIR QUE MURMURARA y pusiera otra vez en duda a quin perteneca legtimamente el sacerdocio.
Nmeros 17:5, 10; Comentario Bblico Adventista, tomo 1, pg. 1129
Se rebelaron Cor, Datan y Abiram, tomaron gente, y se levantaron contra Moiss con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, prncipes de la congregacin, de los del consejo, varones de renombre. Y se juntaron contra Moiss y Aarn y les dijeron: Basta ya de vosotros! Porque toda la congregacin, todos ellos son santos, y en medio de ellos est Jehov. En la rebelin de Cor se ve en pequea escala el desarrollo del espritu que llev a Satans a rebelarse en el cielo (orgullo y ambicin). Desde su cada se ha propuesto inculcar el mismo espritu de envidia y descontento, la misma ambicin de cargos y honores en las mentes humanas. As obr en el nimo de Cor, Datn y Abiram, para hacerles desear ser enaltecidos.
Nmeros 16:1-3; Patriarcas y Profetas, pg. 427
Sobre esta roca (CRISTO) edificar mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecern contra ella. Y a ti te dar las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra ser atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra ser desatado en los cielos. El que desprecia la autoridad de la iglesia desprecia la autoridad de Cristo mismo. Al pasar por alto la autoridad de la iglesia, manifiestan menosprecio por Dios, quien dio autoridad a la iglesia. La iglesia es la fortaleza de Dios, su ciudad de refugio, que l sostiene en un mundo en rebelin. Cualquier traicin a la iglesia es traicin hecha a Aquel que ha comprado a la humanidad con la sangre de su Hijo unignito.
Mateo 16:18, 19; D.T.G., pg. 745; H.A, pgs. 247, 10
Y estas cosas les acontecieron COMO EJEMPLO, y estn escritas PARA AMONESTARNOS A NOSOTROS, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. Estudiad en Patriarcas y Profetas la rebelin de Cor, Datn y Abiram. Esta rebelin se extendi para incluir a ms de dos hombres. Fue conducida por 250 prncipes de la congregacin, todos hombres de renombre. LLAMAD A LA REBELIN POR SU NOMBRE debido y la APOSTASA POR EL NOMBRE que le corresponde, y considerad luego que la experiencia del antiguo pueblo de Dios.
1 Corintios 10:11; P.E., pg. 32; Mensajes Selectos, tomo 2, pg. 453
Es un gran espejo no quiero, hermanos, que ignoris que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar. Mas estas cosas sucedieron como EJEMPLOS PARA NOSOTROS, PARA QUE NO CODICIEMOS COSAS MALAS, como ellos codiciaron. SI SUBSISTEN ESTOS MALES Y PEOR QUE ANTES. Abundan el orgullo y la ambicin y cuando se abrigan estas tendencias, abren la puerta a la envidia y la lucha por la supremaca; el alma se aparta de Dios, e inconscientemente es arrastrada a las filas de Satans. Como Cor y sus compaeros, muchos son hoy, aun entre quienes profesan ser seguidores de Cristo, los que piensan, hacen planes y trabajan tan anhelosamente POR SU PROPIA EXALTACIN, estn dispuestos a tergiversar la verdad, a calumniar y hablar mal de los siervos del Seor.
EGO
1 Corintios 10:1, 6; Patriarcas y Profetas, pgs. 427, 428
NO. La rebelin y la apostasa estn en el aire mismo que respiramos. Seremos afectados por ellas a menos que vinculemos mediante la fe nuestras almas desvalidas con Cristo. Cristo no vino a nuestro mundo a ayudar a Satans a inflamar la rebelin, sino para aplastar la rebelin. Dondequiera que los hombres se alcen en rebelin trabajarn secretamente y en las sombras, sin ir -como Cristo les ha enseado. Desparramarn su carga de falsedades, enemistad, malas sospechas e insinuaciones satnicas, as como hizo Satans con los ngeles . Ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia. Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espritu.
Romanos 2:8; Judas 19; M.S., tomo 2, pg. 455; CBA, tomo 1, pg. 1129
Un mandamiento nuevo os doy: Que os AMIS UNOS A OTROS; como yo os he amado, que tambin os amis unos a otros. En esto conocern todos que sois mis discpulos, si TUVIEREIS AMOR LOS UNOS CON LOS OTROS. Este es mi mandamiento: Que os amis unos a otros, como yo os he amado. Vi que el enemigo est atareado en la destruccin de las almas. El ensalzamiento ha penetrado en las filas; debe haber ms humildad. Se manifiesta demasiada independencia de espritu entre los mensajeros. Esto debe ser puesto a un lado, y los siervos de Dios deben unirse. Unos, unos. La verdad solemne y sagrada para este tiempo debe unificar al pueblo de Dios. Debe morir el deseo de preeminencia.
Juan 13:34, 35; 15:12; J.T., tomo 1, pg. 30; 381.

Lección 06 - La Vara de Aarónd

Hochgeladen von

Dokumentinformationen

Copyright

Verfügbare Formate

Dieses Dokument teilen

Dokument teilen oder einbetten

Freigabeoptionen

Stufen Sie dieses Dokument als nützlich ein?

Sind diese Inhalte unangemessen?

Copyright:

Verfügbare Formate

Lección 06 - La Vara de Aarónd

Hochgeladen von

Copyright:

Verfügbare Formate

www.iglesiadetrujillo.blogspot.

Leccin, Sbado 10 de Noviembre del 2012

Nmeros 17:5, 10; Comentario Bblico Adventista, tomo 1, pg. 1129

Nmeros 16:1-3; Patriarcas y Profetas, pg. 427

Mateo 16:18, 19; D.T.G., pg. 745; H.A, pgs. 247, 10

1 Corintios 10:1, 6; Patriarcas y Profetas, pgs. 427, 428

Juan 13:34, 35; 15:12; J.T., tomo 1, pg. 30; 381.

Das könnte Ihnen auch gefallen