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Veni Creator Spiritus - Pentecostés

Veni Creator Spiritus es un cántico eclesial que invoca la presencia del Espíritu Santo.
El Breviario Romano asigna este himno a las Vísperas (I y II) y a la Tercia de
Pentecostés y en toda su octava. La Iglesia también lo canta en funciones solemnes tales
como la elección de Papas, la consagración de obispos, la ordenación de sacerdotes, la
dedicación de iglesias, la celebración de sínodos o concilios, la coronación de reyes, etc.
También se canta en ceremonias más privadas que acompañan la apertura y el cierre del
año académico en instituciones de enseñanza.
El himno a sido atribuido con buenas evidencia a Rabano Mauro (Rabanus Maurus,
780-856), quien fuera abad de Fulda y arzobispo de Maguncia. El himno también ha
sido atribuido a San Ambrosio y a San Gregorio Magno, pero sin evidencia real para
una u otra atribución.
En el Concilio celebrado en Reims en 1049, que presidió el Papa León IX, se cantó al
comienzo de la tercera sesión en lugar del antífona ordinaria, “Exaudi nos, Domine”.
Los fieles debidamente preparados reciben una indulgencia plenaria si lo recitan
públicamente el primer día del año o el día de Pentecostés.
Latin Español

Veni, Creator Spiritus Ven Espíritu creador;


mentes tuorum visita visita las almas de tus fieles.
Llena de la divina gracia los corazones
Imple superna gratia quae
que Tú mismo has creado.
tu creasti pectora.
Tú eres nuestro consuelo,
Qui Paraclitus diceris, don de Dios altísimo,
donum Dei Altissimi, fuente viva, fuego, caridad
fons vivus, ignis, caritas, y espiritual unción.
et spiritalis unctio.
Tú derramas sobre nosotros los siete dones;
Tu septiformis munere, Tú el dedo de la mano de Dios,
dexterae paternae digitus, Tú el prometido del Padre,
tu rite promissum Patris, pones en nuestros labios los tesoros de tu
palabra.
sermone ditans guttura.
Enciende con tu luz nuestros sentidos,
Accende lumen sensibus, infunde tu amor en nuestros corazones
infunde amorem cordibus, y con tu perpetuo auxilio,
infirma nostri corporis, fortalece nuestra frágil carne.
virtute firmans perpeti.
Aleja de nosotros al enemigo,
Hostem repellas longius, danos pronto tu paz,
pacemque dones protinus, siendo Tú mismo nuestro guía
ductore sic te praevio, evitaremos todo lo que es nocivo.
vitemus omne noxium.
Por Ti conozcamos al Padre
y también al Hijo y que en Ti,
Per te sciamus da Patrem, que eres el Espíritu de ambos,
noscamus atque Filium, creamos en todo tiempo.
teque utriusque Spiritum
credamus omni tempore. Gloria a Dios Padre
y al Hijo que resucitó de entre los muertos,
Deo Patri sit gloria, y al Espíritu Consolador, por los siglos de
et Filio qui a mortuis surrexit, los siglos.
ac Paraclito in saeculorum saecula. Amén.
Amen.
Amen.

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