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QUERIDA Y ESTIMADA:
...DECIDA USTED...
QUERIDA y ESTIMADA:
CARTA DE AMOR
CARTA No. 3
Hoy cuando la tristeza corre por mí como agua por río, me
dirijo a usted, mujer abstracta, llena de carne, pero vacía de
ideas – ODIO - no le tengo, pues el odio consagra los
enemigos, más si por odio venganza fuera, desearía que al
salir de su casa, se encontrase con la plena desolación de este
mundo.
¿Quién hubiese podido imaginar hace algún tiempo, que
encerraras tanta bajeza en tu cuerpo cara de ángel, alma de
víbora? Cuando te mires en el espejo de la vida, y éste te diga,
que no puede hacer nada por ti, no te eches a llorar, ríe, y que
tu risa se convierta en la propia burla de tu dolor.
Perdón, perdón si le hiere mi reproche señorita, y para
perdonarlo piense usted si hay más despecho, en lo que yo le
he dicho, o en lo que usted me ha hecho.
. . . Adiós. . .
CARTA No. 4
CARTA No. 6
“ Cada día tiene su verdad, como cada rosa tiene sus horas de
perfume, debemos apresurarnos en extraer la esencia de esa
verdad y aspirar el perfume de esas rosas, porque la verdad de
hoy no será la verdad de mañana, como las rosas muertas no
serán ya las rosas perfumadas.”
“ Amar sin esperanza debe ser muy triste; pero más triste debe
ser vivir sin la esperanza de amar”.
QUERIDA Y ESTIMADA:
*HASTA ENTONCES*
CARTA No.1
Mucho he vacilado en escribirte, pero no he podido resistir el
deseo de hacerlo: pues sería el tormento mayor de mi vida no
haber ensayado siquiera vindicarme a tus ojos; te he amado
mucho, para no venir hoy, desesperada y triste, a suplicarte
que me perdones: perdóname, bien mío, si te arrastro conmigo
a la desgracia, no maldigas a una mujer pobre y desvalida, a
quien obliga el infortunio a ser perjura; antes de humillarme te
saludo, he luchado mucho entre mi desgracia y mi amor; estoy
vencida por la primera; antes de marchar al sacrificio, vengo a
decirte adiós.....
Huérfana, infortunada, no he tenido nunca quién luche por mí,
y he sucumbido; ésta carta será la última que te escriba;
mañana la distancia, y pocos días después, el deber, alzarán
un muro inaccesible entre los dos.
Temo decirte la verdad, pero es preciso, mañana parto; ¡esta
es mi despedida! hubiera querido como aquella tarde víspera
de tu viaje, abrazarme contigo antes de partir, pero no me he
sentido con fuerzas para hacerlo; comprendo que tu amor me
haría vacilar; no te devuelvo tus cartas, tus versos, ni tu retrato;
déjamelos llevar, son mi tesoro.
¡Ay! ¡Despidámonos también de nuestros planes venturas
para el porvenir, porque todo ha acabado entre los dos! ¡El
destino lo ha querido así, vacilo al decirte la verdad; toda la
verdad, pero es preciso que las sepas por cruel que ella sea;
es preciso que sepas que entre los dos no puede existir nada,
porque muy pronto seré de otro hombre!.
Perdóname si desgarro tu alma con esta confesión, yo
también tengo desgarrada la mía, no me llames perjura, no me
condenes solo vengo a implorar tu compasión.
La causa de mi conducta tal vez no podrás saberla nunca,
pero te juro que te amo.
“ Hay días en que parece que está acuñado el corazón de
páginas y letras, donde se ve agonizar la esperanza de la
vida, hay pensamientos que solo él meditarlo es un dolor”.
CARTA No. 2
¿Olvidas – me decía - que soy casada?. ¿No sabes lo que
encierra esta palabra para una mujer de honor? : no pretendes
quitar al marido lo único que puede ennoblecerlo: la virtud:
ninguna pretensión de amor, sobre una mujer casada, deja de
ser un crimen; al ser que se ama, no se le arroja lodo: la
infamia es el peor de los castigos: el remordimiento, el peor de
los dolores: ¿por qué quieres aumentar mi agonía, con estos
dos martirios? ¡El mundo puede engañarse, la conciencia
jamás! : dejemos la conciencia pura: la infidelidad es un
crimen y cometida a un anciano indefenso, es una
profanación, una villanía: la infidelidad, no la constituye sólo el
hecho criminal, basta el pensamiento consentido; la mujer
virtuosa, no debe tener tanta confianza en sí misma, que se
exponga a una prueba: a una mujer casada, no le basta ser
honrada, es preciso que el mundo comprenda que lo es; la más
ligera indiscreción, basta a perderla, y toda la sangre del
mundo, no basta para salvarla.
Si es cierto que me has amado, creo que por esto no me
aborrecerás; la más leve condescendencia, bastaría para
rebajarme a ti mismo, y yo no quiero que me desprecies; mi
conducta, te demostrará, que no has amado a una mujer
indigna, y la dignidad aumenta los efectos nobles. Yo no puedo
concederte la entrevista que me pides, ni menos sostener
correspondencia contigo, porque esto a más de ser un crimen,
tendería a aumentar nuestro infortunio. Es preciso
convencernos: no hay esperanzas para nosotros.
Colocados a las opuestas orillas de un abismo, no podremos
unirnos nunca; no intentes pasarlo, porque te verás sucumbir,
sin poder salvarte; si ese abismo, no fuera el crimen, yo me
arrojaría para perecer abrazada a ti. No me hagas sufrir más,
deja mi herida que se cicatrice.
El crimen, es una tinta que mancha cuanto toca; no nos
acerquemos a él, ¡así hay también en la humanidad, corazones
a cuyo fondo no pueda asomarse el pensamiento y en su
horrible quietismo, se ocultan los restos de pasadas borrascas
en ellos, como en aquél mar, la ilusión, palmera del desierto de
la vida, no extiende su ramaje, ni una sola esperanza cruza su
superficie amenazante, imagen de ese mar, son nuestros
corazones, no nos acerquemos a ellos, bajo su engañosa
calma, duermen los restos de nuestras pasiones, hechas
carbón, después de tanto incendio.
“ Los sentimientos son como las flores, que hay que proteger y
nutrir, porque sino están expuestos al abandono y por
consiguiente a perecer”:
“ Al pintar los méritos que usted cree ver en mí, solo pinto los
suyos, pues no traduce bien, sino quien es capaz de crear lo
que traduce, las demás virtudes se llevan en sí”.
“ No hay más que un modo de perdurar, y es saber vivir”.
CARTA No. 5
¡Que extraordinaria sorpresa nos reserva el destino! ¿Quién
hubiese podido imaginar hace algún tiempo, que éste, nuestro
amor, lleno de vida y de pureza, iba a terminar así, con una
carta de despedida?.
Trabajo me costará creerlo IBIS . . . ¿qué extraña sucesión de
hechos inexplicables, han podido separar mi imagen de tu
mente, hasta el punto de hacerte insoportable la idea de seguir
siendo mi prometida?
CARTA No. 8
FRASES COMUNES:
“ La felicidad, no consiste en alcanzar las cosas que nos
gusten; sino, en que nos gusten las cosas que hemos
alcanzado.”
“ El hombre desafortunado, nunca tiende a merecer cosas
prodigiosas”.
“ La envidia es la derrota del triunfo ajeno, el envidioso cuenta
sus días por sus derrotas, porque siempre hay alguien que sale
a la calle y triunfa”.
“ Mirar tiernamente a una mujer, con miradas profundas, es la
mejor manera de arrancarles sus secretos.”
“ La mujer es fuerte, pero es débil, y su fortaleza está en las
lágrimas.”
“ Eres demasiado mujer para una noche; pero muy poca mujer
para una vida entera”.
“ Nunca vivas de ilusiones . . . . La ilusión, no nutre al ser
humano, soñar es lo contrario de vivir, y el ensueño, desvía las
fuerzas útiles de la vida”.
“ El amor es ciego; pero todos no somos ciegos en torno
al amor”.
“ El amor, como la amistad es un engaño.”
“ La individualidad es antipática a la colectividad; ser individual,
es de hecho ser antisocial”.
“ Con el adulterio, ofendemos a la sociedad; y fue la sociedad
la que inventó el adulterio”.
“ El deseo es peor que la pasión, porque arde sin consumir y
devora sin matar”.
“ Toda mujer ante las miradas de un hombre atractivo; se siente
desnuda”.
“ La seducción, es la única ley que conoce la mujer”.
“ No te enamores, porque enamorarse es el castigo de los que
aman con exceso; el hombre cuando se enamora, deja de ser
hombre, para convertirse en esclavo de su mujer y en juguete
de otro hombre”.
“ La mujer, siente primero, y piensa después.”
“ Aquel que haciendo un bien, espere agradecimiento, carece
de generosidad pero aquel que haciendo un bien, se extrañe
de no recibir agradecimiento, carece de sentido común”.
“Tener el valor de sus virtudes es un negocio.”
“Tener el valor de sus defectos, eso si es valor.”
“La autoridad es como el sol, de cerca quema y de lejos brilla.”
Que horrible será tener que bajar la frente ante su propia
conciencia; avergonzarse de sí mismo, debe ser la peor de las
afrentas; la tranquilidad de la conciencia, es el primer elemento
de la felicidad; es tan dulce dormir en el seno de la conciencia,
así como es bello atraer sobre nosotros tempestades y
persecuciones por el cumplimiento de los grandes deberes, y el
amor de los grandes ideales; la conciencia sin mancha da
valor; un criminal, no podrá ser nunca un héroe.
La fuerza del dolor disminuye su duración; la prolongación de
una sensación de placer o de dolor demasiado fuerte, mataría;
el placer, deslumbra y el dolor, ofusca.
La verdad es luz y debe penetrar en el alma, luchar por la
verdad y por la justicia, es ahí la grandeza de su combate, la
fuerza que hace gigantes a los combatientes pequeños. El
dolor es la única cosa absoluta que existe sobre los mundos, el
dolor es la única forma de la verdad.
El valor es el complemento de la grandeza.
La soledad, causa espanto en el infortunio.
Los celos, son el fanatismo de una pasión.
Hay conciencias, en las cuales no se siente nunca
remordimiento.
La pasión, he ahí la gran fuerza motriz de esa locomotora
llamada hombre, la razón es un ingenio; si las pasiones van
bien dirigidas, son fuerzas salvadoras, sino he ahí el
descarrilamiento, la explosión, la catástrofe. Toda pasión es un
delirio, siempre hay en ella una especie de esperanza pérfida,
que brilla en el fondo del abismo, y atrae hacia él.
La hipocresía es más que un vicio, es una fuerza que como
todos los vicio, manejada por un hombre de talento, no es un
vicio, sino una suprema distinción.
El vicio, no lo hace sino la vulgaridad, no le basta a un hombre
superior, despreciar la virtud, es necesario saber fingirla; fingir
la virtud, es más fácil que poseerla, porque en pasar por
mediocre hay más humillación que en serlo, el entusiasmo, es
una virtud de sacrificio, yo no la tengo; pero poseo la voluntad
que es la virtud del triunfo. No se puede nada contra el deseo
de la carne; obedecerlo es el yugo de la grandeza del hombre;
en eso, todo: la libertad es una mentira irritante, el hombre es y
será siempre un esclavo de su carne; nadie podrá libertarlo de
su instinto, nadie sino la muerte; el instinto, es la vida..
La naturaleza tiene eso de sabia; ha creado el alma ciega
para ver en sus cosas interiores, si el alma humana,
contemplando el juego oscuro de sus pasiones y de sus
sentimientos, llegará a comprenderlo todo, y, a ver el lodo
inmundo de que está formada, avergonzada de sí misma,
llegaría a despreciar tanto, que vivir le sería imposible, de ahí
por qué la naturaleza, pone ese velo ante nuestras
sensaciones, para ocultárnosla.
La vida, no vale sino por la cantidad de ilusión que hay en
ella, la mentira es fraternal, la mentira es piadosa, la mentira es
santa; la mentira, es hermana de la piedad, la madre del
consuelo; la mentira es un bálsamo creado por las manos de
la misericordia, para aliviar el corazón del hombre, la mentira
en el estado natural del hombre; en la mentira vivimos, por la
mentira gozamos, y, es del seno generoso de la mentira, que
extraemos las únicas gotas de miel que endulzan nuestra vida.
La mentira, es una limosna de los cielos, en ella vibra la
bondad suprema, es ella la que nos da fuerza al espíritu, para
no desfallecer, no morir, no plegar, sin la mentira, la vida sería
imposible.
Las flores pueden ser rosas de ilusión donde duerma el alma
del ensueño: la vida es un combate del hombre por el hombre;
y hay que lidiarlo; el mundo se divide en vencedores y
vencidos; hay que ser de los vencedores; vencer: es la
consigna de la vida; no es un deber, es nuestro solo deber;
hacer gestos de generosidad, es hacer gestos inútiles y gestos
fatales.
No podemos hacer el bien, sino haciéndonos mal; es una ley
de la naturaleza; tal vez para advertirnos de esa debilidad o
curarnos de ella; la naturaleza puso en el corazón del hombre,
ese orgullo del olvido, que se llama la ingratitud, y que no es
otra cosa que la indiferencia del corazón; la ingratitud, es como
el miedo, pasión de esclavos, es una cadena, que aprisiona
nuestra alma para siempre, a los pies de otra, hay quien se
enorgullece de llevarlas; el olvido del beneficio, es el único que
puede librarnos de la ofrenda de haberlo recibido; es por el
olvido; que podemos rendirnos, y aún vengarnos de ese insulto
al dolor que se llama Caridad; la vida no tiene más que dos
caminos: el del altruismo, por donde van todos los grandes,
llevados por su cerebro, son las dos vías paralelas: la de la
derrota, y la del triunfo, utilizarlo todo no es ser útil a nada,
servirnos de todo y de todos, y no servir a nadie ni a nada,
esclavizar, no esclavizarnos; ejercer la mayor cantidad
posible de
No hay vicio; no hay sino instinto; el instinto que está en
nosotros mismos y vive en nosotros; la naturaleza no ha creado
el vicio; es la moral la que lo ha creado; no se puede nada
contra la naturaleza, que es inviolable, se puede todo contra la
moral, la moral la hicieron los hombres, ningún vicio viola la
naturaleza; no viola sino el hábito, si el hombre no hubiera
inventado la castidad, la humanidad, no tendría que enrojecer.
El odio es santo, cuando las manos matan, no es el odio el
que mata es el derecho y cuando el odio vence, no es el
crimen el que triunfa, es la justicia que se corona; el rencor, es
la revancha de la aventura ajena.
El hombre que renuncia a pensar o delega en otros, la
facultad de pensar por él, es un ser inferior, un irracional
voluntario.
El hombre no será nunca sincero tratándose siempre de sus
propias pasiones; por un gesto instintivo de su alma, tiende a
cubrirlas, como una mujer a quién se desnudase en público,
llevaría inmediatamente las manos a su sexo, para ocultarlo.
Hay algo más basto en el espacio y es la ambición en el
corazón del hombre. La audiencia al poderoso no es adulación,
es homenaje, porque el poder es una fuerza y la fuerza ha sido
siempre adorable; quien no sabe sufrir la fuerza, no la ejercerá
jamás, los más viles esclavos han sido los mejores amos.
Solo aquel que ama, se da; y solo aquel que se da, puede ser
traicionado.
La prueba mayor de mi talento, ha sido saber ocultarlo, el
talento en el hombre, es como la belleza de la mujer.
La posesión por otro hombre de una mujer que ha sido
nuestra, nos parece siempre como un despojo y nos volvemos
instintivamente, para defenderla.
Toda palabra es una revelación, es por ella que entramos en
contacto con ese infinito, que se llama alma; y revelamos la
nuestra.
No siembres tu derrota, ser vencido por sí mismo es la
derrota del imbécil, la imbecilidad se llama rendición.
Toda fuente de conocimiento está en nosotros, fuera de
nosotros todo es ilusión.
La verdad, no existe o se escapa de nuestros ojos y la
fosforescencia mentirosa de los hechos, es lo único que
ilumina nuestra vida.
La inocencia en la mujer no es una virtud, es un arma; hay
mujeres vírgenes, pero no hay mujeres inocentes, el
sentimiento en la mujer, no es sino grado refinado de su
erotismo, el romanticismo no es sino en ella una perversión
sexual, las grandes enamoradas, son las grandes soñadoras;
el sentimiento diluido en misticismo, da las grandes pecadoras
mentales; la hora sexual, no es en la mujer, sino el deseo
vehemente y la gestación del acto, el ensueño, no es sino la
incubación deliciosa y misteriosa, del hecho del amor.
Es la tinieblas del corazón, la que nos hace amar u odiar las
cosas de la vida, acaso porque no las conocemos; buscar su
destino en las tinieblas de su propio corazón, he ahí los
primeros pasos del hombre sobre la tierra.
La amistad, no tiene el poder de cambiar los sueños de la
ambición, ella lo exacerba; nada es bastante a borrar la sombra
que existe entre los corazones y los separa, aún viéndose
como una nube transparente, llena de una invisible presencia,
las almas no se entregan nunca totalmente, cualquiera que sea
el gesto de fraternidad que hagan para acercarse; la
desconfianza, es un instinto de origen divino, como todos los
instintos y ella nos hace presentir todo el peligro que hay en la
aproximación de otra alma hacia nosotros, el mal de nuestra
vida no está en nosotros, está en aquellos que se nos
aproximan, es el contacto con los otros lo que nos hace
desgraciado, el hombre siembra el mal al hombre como un
contagio; la presencia verdadera del alma, no se siente sino en
el prestigio de la soledad y es solo en la soledad que está la
salvación del hombre; toda la grandeza de la vida, está en
nuestro corazón, el contacto con los otros, no puede sino
mancharnos o disminuirnos; el hombre envilece al hombre; el
ojo extraño, mancha el divino candor de nuestras intimidades;
la revelación de nuestros gestos interiores, es una cobardía,
una traición a nosotros mismos.
Por la defensa de una verdad, se va a la gloria, por la defensa
de la ajena verdad, se va al calvario.
El orgullo, es el único sol, capaz de iluminar las fatalidades
irreveladas que nos rodea.
VERSOS DE AMOR
Casi te llegue a adorar
Pero tu no fuiste amable
Y yo como un indeseable
te tuve que despreciar.
Ahora te puedes echar
cualquier hombre por capricho
que te diga soy un bicho
pero antes quiero advertirte
¿qué cosa pudiera él decirte
que yo a ti no te haya dicho?
Y envuelto en el frenesí
que el secularismo provoca
en tu lengua y en tu boca
llevarás sabor a mí.
Escucha mujer traidora
amiga de quedar mal
porque tú tratas de amar
a todo el que te enamora
ahí te dejo sin demora
un hombre puro y sincero
y es por eso que no quiero
contigo tener más nada.
Si yo hubiese sabido
Lo falso que era tu pecho
en un amor tan estrecho
jamás me hubiese metido
Pero ahí te dejo con marido
En un terrible vaivén,
Dios quiera te vaya bien
En tu feliz matrimonio
Por la que cambia el novio
Cambia el marido también
Dios quiera y te veas casada
Con un constante marido
Que te trate con mal estilo
Y no lleve buenas ideas
Y yo quiero que tú seas
Unas rameras absolutas
Convertida en prostituta
Y amante de todos los hombres
Y que el más bonito nombre
Que te pongan sea el de puta.