Sie sind auf Seite 1von 1

Seor, si me lo permites te quiero amar. No quiero que el amor pase y hablar de l como que ah va.

Quiero estar con l en su morada. Estar all y conocer la relatividad de las cosas; sentirme suspendido en el espacio como si l no existiera; sentir devorado el tiempo como que desaparece junto con el da y la noche y aunque siente el miedo, la soledad y el terror de la oscuridad, no obstante, a pesar de ella, me sienta en su morada. El amor mora en el ser humano. Tambin est en los crepsculos al caer la tarde, en la profundidad del mar y en el sonido del viento del desierto, est en la soledad de las crceles y en el silencio de los cementerios. Fui y contempl el crepsculo y qued encantado con su belleza. Sal corriendo al desierto, pude ver a lo lejos y me impresion el horizonte. Me mov un poco ms y me encontr en la crcel, me estremeci la fuerza de la esperanza encerrada. Segu caminando y llegu al cementerio y me sent rodeado de recuerdos. Pero no encontr posada y no pude recostar mi cabeza. Entonces me di

cuenta que esa no es la morada del amor. No s qu va a pasar. Me pasa como al mar, slo hay espacio, hasta parece vaco, pero de cosas nuevas y sublimes. Ests cada vez ms dentro sin encontrar tierra. Y as como el mar refleja el cielo, me haces reflejar la gratuidad de Dios en la gratuidad de tu cario. Quiero hablar del amor no porque lo escuch o lo veo en las plazas, no porque cuentan una historia que fue real o imaginada, sino porque me siento devorado por l, porque alguien me lo despierta y me lo hace sentir, entonces me desborda.

Das könnte Ihnen auch gefallen