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EDUARDO CAÑAS Y SU VERSION REFINADA DEL G12

La visión celular del G12 de César Castellanos, como ya se conoce se


originó en la visión del sacerdote católico José María Escribá de
Balaguer, fundador del Opus Dei (Obra de Dios) el 2 de octubre de
1928.

Asi como también la creación de los “encuentros” que son de origen


Católico que nacieron en Mallorca-España en 1940 con el nombre de
los Cursillos de la Cristiandad (Pre-cursillo, Cursillo, y Post- Cursillo)

En la actualidad existen Grupos Familiares o Celulares que aplican los


mismos métodos del G12, pero no usan el mismo nombre y tienen
algunas variantes para no ser descubiertas pero por dentro son lo
mismo.

Al respecto, Rolando Vestucci Rincón ex-apóstol del G12 de César


Castellanos dice que este movimiento tiene varios nombres distintos
en el mundo.

Aparte de las células del Movimiento G12, existen otras con algunas
variantes y nombres diferentes en cada país; pero todas ellas
mantienen los mismos principios y prácticas de la visión celular de
César Castellanos. En cuanto a métodos, a veces combinados con los
del pastor coreano David Yonggi Cho.

Por ejemplo tenemos la visión de los Grupos Familiares promovidos


por Eduardo Cañas Estrada, en Colombia.

No se cuestiona los métodos de evangelización que usa, sino lo que


hace, especialmente en los populares y sigilosos “encuentros” que
promueve. Es cuestionable, las estrategias que se usan para captar
adeptos, las formas de involucrarlos, los métodos de financiamiento,
y la manipulación de los “encuentristas”. Se cuestiona su posición
teológica dominionista y la competencia por los números, “ganar a
todo el mundo” y conformar megaiglesias admirables en cantidad
para la “buena fama de sus pastores”. Se cuestiona su apertura a las
doctrinas antibíblicas y heréticas del movimiento de Fe, del
gnosticismo, la Nueva Era y cuantas otras; y la deplorable ausencia
de defensa de la doctrina bíblica.

También se sabe de la intima amistad entre Eduardo Cañas y Cesar


Castellanos, ya que ambos coinciden en muchas falsas enseñanzas
antibiblicas y es por eso que Eduardo Cañas no cuestiona las herejías
y practicas aberrantes de los encuentros G12 y al contrario de
manera sutil lo defiende y promueve ya que fue de las enseñanzas y
practicas de la visión herética del G12 de donde Eduardo Cañas
formo su visión de los grupos familiares, lo cual es muy peligroso.
Respecto a la forma de la realización de los “encuentros” promovidos
por Eduardo Cañas consideramos lo siguiente:

Que el verdadero “encuentro” con el Señor Jesús, lo tuvimos cada


uno de los cristianos en el momento en que Él entró en nuestras
vidas y eso sucede en el momento del nuevo nacimiento.

Que la realización de esos “encuentros” promueve enseñanzas y


practicas que se apartan de los postulados de la sana doctrina; por
ejemplo, la liberación de lo que denominan maldiciones
generacionales (Ez. 18:1-4) o la admisión de que el creyente fiel
puede ser poseído por demonios, la confusión de rasgos de conducta
pecaminosos como si fueran posesión demoníaca, la presión emotiva,
la manipulación psicológica, las condiciones adicionales al
arrepentimiento de pecados para la salvación (incitan a buscar las
causas del pecado retrocediendo en el pasado de la vida de los
creyentes, contrario a lo que dice la Biblia en Fil. 3:13-14, 2 Cor.
5:17); El sigilo o la secrecía que se demanda de los asistentes de los
encuentros contradice el llamado a testificar públicamente la obra de
Dios en la vida del creyente (Mr. 5:19), la inducción para renunciar a
la vida eclesial y adoptar una nueva forma de vida y el énfasis
desmedido en la santificación como un acto instantáneo que se
obtiene en el evento y no como un desarrollo progresivo de renuncia
a la vieja manera de vivir para adoptar los valores bíblicos. El
desmedido énfasis en los aspectos financieros y en la doctrina de la
prosperidad, y el cobro excesivo que en ocasiones se lleva a cabo
puede degenerar en una comercialización de la fe.

Con ello se llega restringir la experiencia de la fe a un mero


sentimiento o acto único (encuentro de 3 días) y no a una vida de
consagración diaria que debe perpetuarse (Lc. 9:23) eso genera
expectativas que la Palabra de Dios no ofrece.

Pretender que un “encuentro” es el único lugar para la salvación y


consolidación es desestimar otras formas que la obra del Espíritu
Santo ha impulsado a emprender.

Dios busca de muchas maneras a sus hijos e hijas y obra para


bendecirlos y nuestro encuentro diario con Dios sucede cuando
aceptamos esta búsqueda divina y confiamos en su amor y en la
presencia de Cristo en nuestras vidas consagrándonos día a día y no
en un “encuentro” de 3 días solamente.

Las posturas extremas de los que promueven esos “encuentros” y su


pretensión de poseer un nivel de vida espiritual superior a quienes no
asisten a ellos genera una crisis que amenaza con divisiones al pueblo
de Dios, mientras que la sana doctrina fortalece el cuerpo de Cristo y
la humildad del creyente (Jn. 17:21).

ALGUNAS DE LAS ENSEÑANZAS HERETICAS DE EDUARDO


CAÑAS:

- Teología de la Prosperidad

El significado de “prosperidad” ha sido distorsionado tanto de tal


modo que hablar de bendiciones es hablar de “salud” y “riqueza”, es
decir de un “nuevo Evangelio”, el “Evangelio de la Prosperidad”, otros
lo llaman “Teología de la Prosperidad.”

Puntos doctrinales que enseña en común:

- Que Dios promete prosperidad en lo material, riquezas y éxito a


todo aquel que se una a su forma particular de interpretar el
Cristianismo.

- Que la forma de adquirir esta prosperidad es por medio de la fe.

- El uso de métodos como los de confesar audiblemente ciertos


versículos bíblicos, visualizar en la mente cosas materiales que se
deseen y orar pidiéndolas a Dios, o también atar y reprender espíritus
de pobreza o espíritus que impiden que vengan las riquezas.

- Un principio muy particular e importante es que ofrendando grandes


cantidades de dinero, se promete que Dios se lo devolverá en forma
sobrenatural, multiplicado.

Cualquier estudiante serio de la Biblia se puede dar cuenta que la


esencia del Cristianismo ha sido suplantada por un sistema de
materialismo y egoísmo en donde a Dios se le presenta como un
escalón para obtener riquezas y éxito, mientras se fomenta y
manipula la avaricia de los congregantes para estimularlos a dar
dinero a la organización.

Al redefinir el Evangelio en sus propios términos, esta teología de la


prosperidad manipula la Biblia y algunos conceptos cristianos para
llevar a la gente al paganismo característico de nuestra sociedad
consumista. En otras palabras se trata de una forma cristianizada de
materialismo y no de Cristianismo.

La “prosperidad” considerada en el contexto enteramente bíblico,


prioriza la riqueza espiritual: “A los ricos de este siglo manda... que
sean ricos en buenas obras.” En otras palabras, que a una clase de
riqueza agreguen la otra, “que hagan el bien, que sean ricos en
buenas obras, dadivosos, generosos...” (1 Timoteo 6:17-18). Es
hacer tesoros en el Cielo (Mateo 6:19-21). A la generosidad debe
sumarse el contentamiento (1 Timoteo 6:1-10; 2 Corintios 9:8;
Filipenses 4:12-13).
- Maldiciones Generacionales

Esta falsa doctrina enseña que los demonios pueden trasmitirse por
herencia genealógica, como consecuencia de una maldición echada
sobre la familia o por razones naturales, sugieren que existen
“espíritus generacionales de sangre”.

Esta enseñanza evidentemente contradice y subestima la eficacia de


la obra redentora de Cristo en la cruz del Calvario (Hebreos 7:26-27;
9:11-12; 10:8-14), y niega la realidad del nuevo nacimiento (2
Corintios 5:17). Uno de los efectos de esta enseñanza es que hace
vivir a los cristianos en temor e inseguridad continua (1 Juan 4:18;
Romanos 8:1, 15, 31-39).

La Biblia no enseña acerca de maldiciones generacionales. La


Escritura declara de manera categórica que los pecados de los padres
no se transmitirán a los hijos, sino que cada cual llevará su propia
responsabilidad:

El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del


padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será
sobre él, y la impiedad del impío será sobre él. (Ezequiel 18: 20)

En la Biblia se enseña que la responsabilidad del pecado es individual


- Ez 18:20 y Todo cuanto existía contra nosotros Cristo ya lo pagó en
la cruz, desde el instante en que le aceptamos nos convertimos a Él
(Heb.7:25, 8:12; Col. 2:14; Jn. 1:12-13).
Todo aquello que estaba contra nosotros, Cristo ya lo perdonó
clavando en la cruz la ley (deuda) que nos era contraria (Col. 2:13-
14). El hijo no lleva el pecado del padre, ni este el del hijo (Ez. 18:1-
4, 19-22, 26-28 y 30-32 y Miq. 7:18-19)

La Biblia enseña que Jesucristo ya nos libró (Ef. 1:3) y que


ninguna condenación (maldición) hay para los que están en Cristo
Jesús (Rom. 8:1). No hay maldición para los que son hijos de la
obediencia (Luc. 11:28; Stg. 1:25). Jesús se hizo maldición por
nosotros (Gal. 3:13-14) y ahora somos benditos con toda
bendición.

- Nueva Unción

En cuanto a esto, se enseña que solamente cuando la persona se


adhiera a la nueva visión, dejando lo antiguo para abrirse a lo nuevo,
recién entonces podrá tener una nueva unción, Alegan que solamente
esta "unción" puede traer el éxito. Una “unción” fresca para el siglo
XXI.
No hay ninguna enseñanza ni precedente histórico en el Nuevo
Testamento que indique la necesidad de ir a algún lugar especial para
buscar de la mano de algún individuo una unción impartida especial,
necesaria para un ministerio eficaz. Ni Jesús, ni los apóstoles dan
ninguna instrucción o algún ejemplo al respecto.

De acuerdo con La Biblia, la unción no envejece ni es sustituible


Esto quiere decir que no existe una " nueva unción" (1 Sm 26:9; 1
Juan 2:20).

Todos los creyentes tienen la unción y el poder para vivir una vida de
victoria y ser efectivos en su ministerio.

También unción, es aplicada al creyente denotando: elección (2


Corintios 1:21) y la presencia del Espíritu Santo en la vida (1 Juan
2:20, 27)

La unción ya la tenemos: “Vosotros tenéis la unción del Santo y


conocéis todas las cosas” (1 Juan 2:20).

- Confesión positiva

La confesión positiva es el reconocimiento o dominio de situaciones


deseables, lo desagradable puede evitarse cuidándose de no confesar
lo negativo. Es la herejía que enseña que hay que tener “fe en la fe”
de uno mismo. La fe es lo que “obliga la acción de Dios”. Al igual que
César Castellanos se enseña los mismos postulados de la confesión
positiva “Algo importante es escribir las metas y confesarlas, el diablo
te va a decir: no confieses tu meta tal vez no la alcances… ten metas
ambiciosas, que impliquen el esfuerzo de la fe, que vayan más allá de
la lógica y al ir más allá de la lógica implica que te estás moviendo en
la dimensión de la fe y cuando actúas en la fe Dios mueve los
ángeles”.

Según esta postura, lo que la persona dice determina lo que recibirá


y lo que llegará a ser. Por lo tanto, instruyen a la gente que se
pongan a confesar a pesar de que lo que quieren puede no haber sido
realizado. Si una persona quiere dinero, debe confesar que lo tiene
aunque no sea verdad. Si una persona quiere sanidad, debe
confesarlo aunque obviamente no sea el caso. Se enseña a los fieles
que pueden tener lo que digan, y por este motivo se atribuye una
gran importancia a la palabra hablada.

La verdad es que las cosas no suceden porque pronunciemos ciertas


palabras, sino cuando Dios responde a la oración según su voluntad y
su gracia, o interviene en las circunstancias conforme a su soberanía.
La voluntad de Dios se puede conocer y puede ser reclamada por
medio de la fe, sin embargo, el deseo del corazón no siempre es el
criterio por el cual la voluntad del Señor se determina. El énfasis
sobre la confesión positiva tiene la tendencia de incluir afirmaciones
que hacen parecer que el hombre es soberano y Dios es el siervo. La
Biblia dice: “Estad quietos, y sabed que yo soy Dios” (Salmo 46:10).

- Visualización

Es otra área que tiene mucha similitud con las enseñanzas de César
Castellanos. Al respecto también enseña que: “La fe va muy ligada a
las visiones y los sueños, tu conquistas lo que alcances a visualizar,
no sientas temor de pintar cuadros en tu mente, en tu interior,
cuadros de fe. Dios quiere que entiendas el lenguaje. Cuando logras
tener una imagen en tu corazón, en tu mente y la presentas al Señor,
y le dices: Señor esta es la imagen, inmediatamente en el reino de
los cielos esa imagen es proyectada con amplitud y el Señor le dice a
sus ángeles, ángeles ayuden a que esto se haga una realidad lo más
pronto posible…”

En primer término, las visiones y los sueños de que se habla aquí,


poco tienen que ver con la fe bíblica. Tales sueños y visiones pueden
ser utopías nacidas de ambiciones personales, mientras que la fe
bíblica siempre se apoya en una promesa de Dios. Es una falsa
afirmación la declaración de que siempre se conquista lo que se
alcanza a “visualizar”. Miles de casos conocidos indican lo contrario. El
esfuerzo del creyente no debe dirigirse a la conquista de sus sueños,
sino a la obtención de las promesas de Dios. En segundo lugar, es
completamente inexacto, que si tengo una imagen en mi corazón y se
la presento al Señor, de inmediato se proyecta amplificada en el cielo
y Dios ordena a sus ángeles que “ayuden a que esto se haga una
realidad lo más pronto posible”.
La visualización y los sueños es una práctica enfermiza ya que confía
en la mente humana y se relaciona con las prácticas del ocultismo de
la Nueva Era.
El secreto de éxito ministerial no surge cuando la imagen en nuestro
corazón se proyecta en el cielo, sino cuando la imagen del cielo-
concebida y diseñada por Dios se proyecta en nuestro corazón. La
Biblia asegura que “Dios es el que en vosotros produce así el querer
como el hacer, por su buena voluntad”. (Filipenses 2:13).

- Cartografía Espiritual

Esta falsa doctrina de la cartografía espiritual o mapeo espiritual


enseña que para ganar “la guerra espiritual” es imprescindible la
investigación geográfica e histórica con “discernimiento espiritual” y
conocer los nombres de los demonios y el poder que ostentan.
Se enseña la existencia de “espíritus territoriales” Su argumento es
que existe una línea jerárquica de demonios (entidades y potestades,
etc.) a quienes se les ha asignado áreas geográficas específicas.

Para algunos estudiosos bíblicos, las enseñanzas y prácticas de la


cartografía espiritual es el resurgimiento del viejo animismo con su
misticismo y superstición.
Es erróneo atribuir a los demonios: territorios, lugares, naciones, etc.
Porque “de Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él
habitan” (Sal. 24:1; 72:19; 89:11).

Sobre el “mapeo espiritual”, el único pasaje al respecto en el Antiguo


Testamento es Daniel capítulo 10, en el que se basan para hablar de
este tema. Pero haciendo un estudio serio e imparcial, es fácil
entender que el objetivo principal de este pasaje es revelar a Daniel
una visión de los acontecimientos finales con relación al pueblo de
Israel; pero no es ninguna enseñanza o exhortación de parte de Dios
para investigar las áreas de jurisdicción de los espíritus malignos para
elaborar mapas, ni que se conozca los nombres ni rangos de los
demonios territoriales 1 Timoteo 1:4; Tito 3:9, ni tampoco el
trasfondo histórico de la ciudad.

En ningún lugar del Nuevo Testamento se trasmite información sobre


espíritus territoriales, ni existen precedentes de “guerra estratégica”
contra los demonios tal como enseña esta teología, sino sólo en el
ámbito personal. No vemos a Pablo y los demás apóstoles buscando y
atando al “hombre fuerte”, no anduvieron identificando espíritus para
llamarlos por su nombre ni ubicando territorios de su posesión.
Cuando se presentó el caso, los demonios fueron echados por la
autoridad divina, en el nombre de Jesús. No tenemos que temer, la
Palabra de Dios dice: “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis
vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en
el mundo” (1 Juan 4:4).

La Biblia no nos manda ir en busca de demonios, actividad demoníaca


o estar procurando atar al “hombre fuerte.” Efesios 6 nos exhorta a
ponernos toda la armadura de Dios.

Esta teología hace demasiado énfasis en la demonología, tomando en


poco la naturaleza pecaminosa del hombre como la causa esencial de
los males de la humanidad (Romanos 8:5-8; 1 Juan 2:16).

- Posesión de demonios en los Cristianos

Esta falsa enseñanza de que los cristianos pueden ser poseídos por
demonios es totalmente contraria a lo que las Escrituras nos declaran
con relación al desarrollo espiritual del creyente y su posición en
Cristo. Es claro en la Palabra de Dios que un genuino creyente no
puede ser poseído o controlado por demonios pues… “Aquél que fue
engendrado por Dios le guarda y el maligno no le toca.” y hemos sido
trasladados de la potestad de las tinieblas al reino del amado Hijo
(1Juan 5: 18, Colosenses 1:13).
El apóstol Pablo, por su parte, no tiene dudas en cuanto a que el
creyente ha sido redimido totalmente, y por ende tiene la libertad y la
capacidad de servir a Dios desde el momento de su conversión, sin
necesidad alguna de ser liberado de demonios ya que la posibilidad
de posesión demoníaca es nula. Cuando Pablo afirma que nuestros
cuerpos son miembros de Cristo (1 Co. 6:15) no se está refiriendo al
cuerpo de Cristo como la Iglesia, sino a la relación individual de cada
cristiano con Jesús mismo. La noción es ratificada en el verso
siguiente, donde Pablo expresa que el que se une con una ramera es
un cuerpo con ella (1 Co. 6:16). La unión del creyente con Cristo es
total, integral, indisoluble e indivisible. No sólo somos parte del
cuerpo del Señor sino que también somos un espíritu con él (1 Co.
6:17). Estamos unidos a él en cuerpo y espíritu. Reiteramos, el
cuerpo físico de cada creyente se ha unido al cuerpo mismo de Cristo
resucitado de la muerte. Esto significa que no sólo el espíritu del
cristiano ha sido transformado, sino también todo su ser.

Así como es imposible que un demonio pueda invadir el cuerpo físico


y glorificado de Jesucristo, es imposible que el cuerpo de un creyente
pueda ser penetrado por los demonios, en virtud de su unión con
Cristo. El apóstol Pablo entendió mejor que nadie la doctrina de la
Unión con Cristo, la que en sí misma facilita una comprensión integral
de la salvación del cristiano. Por ello el lema de Pablo en sus epístolas
fue siempre EN CRISTO, consigna que usó más de cincuenta veces en
sus epístolas.
Estas son las razones por las que la enseñanza de la posesión de
demonios en los cristianos no tiene base bíblica:

1. El Espíritu Santo mora en todo creyente (Jn. 14:17; Hch. 5:32; Ro.
8:11; 1 Co. 3:16; 6:19; 2 Co. 6:16; 1 Tes. 4:8; 2 Ti. 1:14).

2. El Espíritu Santo hace residencia en la vida del creyente en el


momento que éste es salvo (regenerado o nacido de nuevo), no
importando cuán imperfecto o inmaduro sea el nuevo creyente.

3. La luz no puede tener comunión con las tinieblas (2 Co. 5:14-16; 1


Tes. 5:5)

4. No existen instrucciones en las epístolas (cuyo objetivo fue instruir


a los creyentes en todo aspecto de la vida cristiana), ni ejemplos en
los Evangelios de posesión demoníaca en los cristianos.

- Teología del “Reino Ahora” o del “Dominio”


La teología del “Reino Ahora” o del “Dominio” enseña que la única
manera de que el mundo pueda ser rescatado, debe ser a través del
poder temporal y terrenal previamente incautado por la Iglesia al
mundo. Sólo después de que de ese modo el mundo haya sido
rescatado, podría entonces regresar el Señor Jesús. Muchos lo
espiritualizan diciendo que la Iglesia establecerá el Reino en este
mundo con el poder de lo Alto. Con ello niegan el rapto o
arrebatamiento de la Iglesia y se mofan de la promesa del regreso
inminente de Cristo (2 Pedro 3:3,4).

Esta teología impulsa a la Iglesia para que participe activamente en la


política, buscando establecer por medio de la conquista del poder
gubernativo el reino de Dios aquí y ahora.

Cristo nunca enseñó que la Iglesia sería parte de los sistemas


políticos de este mundo. Los hombres son los que están procurando
trastocar su verdadera misión.

Los protagonistas de esta teología olvidan que todos los gobiernos


humanos, con sus sistemas ideológicos, son pasajeros y efímeros, por
lo que la Iglesia corre el riesgo de perder su identidad eterna si entra
en relaciones con estos, pues tarde o temprano se comprometerán
con el sistema dominante.

El propósito esencial de la teología del “Reino Ahora” es tomar el


dominio sobre la tierra, y establecer por medio de la Iglesia un
gobierno humano perfecto. Pero ésta y cualquier otra teología están
fuera de la realidad bíblica sobre el plan de Dios, porque el Reino de
Dios no es, en sentido absoluto, un sistema político establecido por el
hombre aquí y ahora. Jesús afirmó: “Mi reino no es de este mundo. Si
mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo
no fuera entregado a los judíos. Ahora, pues, mi reino no es de aquí”
(Juan 18:36). El Reino actual es el reino o gobierno de Jesús en el
corazón humano que lo recibe (Lucas 17:21); es espiritual e interno.
El Reino futuro (Apocalipsis 12:5,10) es literal y visible; el diablo y la
muerte misma serán destruidos (Apocalipsis 20:10,14).

Contrariamente a lo postulado por los que creen que la Iglesia está


aquí para establecer el Reino aquí y ahora, y que hasta que la tierra
no esté llena del conocimiento de Dios, el Señor Jesús no volverá,
Éste, en el Monte de los Olivos, profetizó acerca de la tremenda
maldad, rebelión y hasta negación del verdadero Evangelio que iba a
ir ocurriendo en crecimiento hasta Su venida en gloria (Mt. 24:3-26)

Mas como en los días como los de Noé, así será la venida del Hijo del
Hombre” (Mateo 24: 37)

Esta concepción escatológica sin embargo, no debe hacer olvidar la


responsabilidad social de la Iglesia, ni tampoco limitar su influencia
como “sal” y “luz” (Mateo 5:13-16). Hemos de ser conscientes que la
Iglesia y el mundo son dos comunidades radicalmente distintas entre
sí como la luz y la oscuridad o la sal y la descomposición; pero los
cristianos, para ser de alguna ayuda a la sociedad no cristiana, como
“sal” deben penetrar en la carne y como “luz” brillar en la oscuridad
(1 Pedro 2:11-17).
La Iglesia Evangélica posesionada de los principios morales y
espirituales de Cristo debe influir en la sociedad y el gobierno, pero
no como Iglesia identificada con algún partido político, para no
politizar el Cristianismo eclipsando su preocupación central, que es la
redención del hombre mediante una profunda y personal experiencia
con Dios.

CONCLUSION:

No podemos ni debemos ignorar las amenazas y las herejías que se


están infiltrando en la Iglesia del Señor, atravez de falsos pastores y
maestros que encubiertamente están introduciendo falsas enseñanzas
y herejías destructivas y con ello llevando por caminos de perdición a
quienes los siguen ciegamente sin verificar si esas enseñanzas y esas
supuestas nuevas visiones son conforme a la palabra de Dios.

Debemos de tener cuidado con cualquier persona, aunque sea el


pastor o ministro más famoso de nuestros tiempos, sobre todo
cuando viene anunciando algo novedoso o una supuesta nueva visión.

Tenemos que tener sumo cuidado con toda corriente nueva, o


cualquier supuesta visión que cambie los principios fundamentales de
la sana doctrina, o mejor dicho que altere las verdades del Evangelio.
Debemos de estar claros, que no son los métodos los que dan un
verdadero crecimiento a la iglesia; el que da el crecimiento es el
Señor. Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. (1
Corintios 3:6).
Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anuncia un evangelio
diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. (Gálatas 1:8)

Para no equivocarnos y poder distinguir lo verdadero de lo falso,


“tenemos la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en
estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro”, nos
recuerda el apóstol Pedro (2 Pedro 1:19).

Ante la falsa piedad y engaño de los falsos pastores y maestros


apostatas que enseñan un falso evangelio, defendamos la fe con
valor. “También debes saber esto: Que en los postreros días vendrán
tiempos peligrosos..., que (muchos) tendrán apariencia de piedad,
pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita” (2 Timoteo 3:1,5);
“...me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis
ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos”
(Judas 3).

Dios les bendiga.


TESTIMONIO SOBRE LOS VINCULOS ENTRE EDUARDO CAÑAS Y
CESAR CASTELLANOS LIDER DE LA SECTA G12

Hace unos meses salí en maldición de la Misión Carismática


Internacional, de la secta G12 que lideran César y Claudia Castellanos
y que, como sabe la mayoría, funciona basada en una fuerte
estructura de autoridad cuyas cabezas son, precisamente, César y
Claudia de Castellanos quienes, a su vez, han colocado a sus hijas y
familiares en puestos de control y autoridad dentro de esa
descomunal estructura organizacional.

Envié una carta a César Castellanos, líder del G12, explicándole los
motivos de mi renuncia a su movimiento religioso, fui llamado
telefónicamente por algunos "líderes" y "pastores" para que me
retractara y solicitara su perdón. Esto, con el fin de evitar que las
maldiciones lanzadas por Cesar Castellanos y tres de sus pastores me
alcanzaran a mí y a mi familia. No niego que sentí muchísimo temor
porque hasta entonces yo estaba convencido equivocadamente de la
efectividad de las maldiciones aún si éstas estaban dirigidas contra
hombres que preferían obedecer al Señor que a otros hombres.

Después llegué a la iglesia Manantial de Vida Eterna, de Eduardo


Cañas y su esposa Fulvia, que están afiliados a las Asambleas de Dios
en Bogota- Colombia, pero estos “pastores”, amigos de Cesar y
Claudia Castellanos, se pusieron en contacto con ellos y después de
una conversación entre Cesar Castellanos y Eduardo Cañas, fui
considerado persona no grata en esta iglesia manantial de vida
eterna. Tratado con desprecio por sus hijas y yerno –colocados en
posiciones de control y mando dentro de la organización que es
dueña de emisoras, canales de televisión, almacenes de zapatos,
librerías y otras cosas- salí con mi esposa e hijos de la iglesia
Manantial de vida eterna sin haber completado ni semana y media
allí.

En la iglesia Manantial de Vida Eterna, a donde recién habíamos


llegado, fuimos tratados con tanto desprecio y desdén que mi esposa
y yo nos llegamos a preguntar si de verdad Dios existiría, y si todo
aquello no sería más que una farsa universal muy bien montada para
engañar a quienes buscaban a Dios, a sabiendas de que Él, en
verdad, no existía.

Nuestra desesperación era tan profunda y terrible que llegamos a


considerar seriamente que la vida no valía la pena y que, junto a
nuestros tres pequeños hijos, estaríamos mejor muertos que viviendo
en ese sistema engañoso, corrupto y cruel que abarcaba varias
iglesias cristianas.

El pastor Miguel Rosell, un hombre valioso a quien le estaré


agradecido siempre, prácticamente me salvó de cometer una locura.
Desde España, Rosell me animó a seguir considerando la bendita
Palabra de Dios como mi guía y me explicó plausiblemente los
verdaderos alcances del G12 y de todo eso que llamamos "evangelio
de la prosperidad". Sin embargo, muy preocupado por mi falta de
cobertura espiritual, me urgió a buscar con rapidez una iglesia de
sana doctrina, donde se enseñara el evangelio completo.

En esta búsqueda de un lugar donde reunirme –siguiendo el mandato


bíblico- llegué a otra iglesia llamada “Vida para las naciones”, mucho
más pequeña y propicia para la hermandad cristiana y, al mismo
tiempo, inicié un estudio personal de la doctrina básica cristiana.

Al poco tiempo me di cuenta que el pastor de esta pequeña iglesia


estaba fuertemente influenciado por enseñanzas de la teología de la
prosperidad de Eduardo Cañas, a quien admira profundamente. Fue
evidente también la oscuridad espiritual de los miembros de la iglesia
quienes creen en esas enseñanzas a pesar de que no las han visto
plasmadas en sus propias vidas.

Eduardo Cañas es visto como poseedor de una nueva unción


especial, como si tuviera un rango espiritual más alto que el resto de
miembros de la iglesia.

Y también en la Iglesia Manantial de Vida Eterna de Eduardo Cañas


tienen una “escalera del éxito”, similar a la del G12 de Cesar
Castellanos. Para llegar a ser “líder”, hay que empezar por un
Encuentro para luego seguir con varios niveles de instrucción. Al final
de esos niveles de instrucción se abre una célula, se ejerce como líder
de ella y se está listo para acudir a un nuevo Encuentro que se llama
“Encuentro para líderes” del cual se sale preparado para entrar en la
fase final: El Seminario Bíblico.

Lo que vemos en algunas de estas iglesias cristianas de hoy son


falsas doctrinas, un llano autoritarismo, intentos fatuos por revestir a
los humanos imperfectos con el honor que tan sólo pertenece a
nuestro Maestro y Salvador perfecto Jesucristo. Cada vez que
aceptamos esta autoridad humana sin cuestionar su procedencia o
respaldo escritural, nos estamos convirtiendo en discípulos de
hombres, seguidores de hombres, tal como había advertido el apóstol
Pablo que pasaría.
Este fue testimonio de Ricardo Puentes Melo de Bogota-Colombia

Bendiciones.

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