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Ana y Dana, volvan a casa junto a su abuela y sus padres en autobs.

Mientras sus padres tenan que ir de pie, ellas consiguieron sentarse en dos de los asientos que quedaban libres. Ana, la ms tranquila, se acomod en uno y Dana, que era totalmente opuesta a su hermana, se sent sobre las piernas de su querida abuela.

Como el trfico era muy denso y el autobs tena que ir muy lento, las piernas de la abuela comenzaron a cansarse del peso de su nieta. Para descansar un poco, dejo a Dana en el asiento, para ponerse de pie. Al ver esto su otra nieta, le dijo:

-Abuelita, qudate con mi sitio porque ya me he cansado de estar ah y no quiero que te hagas dao.

Al ver este gesto, su padre se dio cuenta de que no estaban educando a sus hijas por igual, ya que mientras Ana le dejaba su asiento a su abuela, la otra hermana permaneca ajena a la situacin, prestando atencin a lo que pasaba en el exterior.

Cuando llegaron a casa y la cena hubo concluido, reuni a toda la familia en torno suyo y comenz a decir:

-Familia, desde que hemos llegado a casa, he estado reflexionando sobre una cuestin. Creo que debemos intentar modificar algunos de nuestros comportamientos con las personas.

Lo que ha hecho hoy Ana con la abuela, me ha hecho pensar, en que esta familia no es capaz de prestar ayuda a las personas cuando lo necesitan. Es por eso, que a partir de hoy, todos nosotros comenzaremos a mejorar nuestros modales, as como aprenderemos a ser mucho ms considerados con los dems, ya que nosotros tambin nos haremos mayores y necesitaremos que alguien nos trate con respeto.

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