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Evaluación de la Docencia Universitaria y Calidad Educativa.

Lorena Maria Luna Velasco.

“La evaluación debería ser considerada como un PROCESO y no


como un suceso y constituirse en un MEDIO y nunca en un fin”
1
Pedro Ahumada Acevedo

Resumen

El presente trabajo corresponde a un análisis del proceso de evaluación docente


realizado en nuestro país y con referencia a los procesos en América Latina. Éstos
tienen como objetivo mejorar la calidad de la educación en los diferentes niveles de
enseñanza.

Respecto a la educación superior en Chile, es importante señalar que también


existen diferentes acciones con el mismo objetivo, aunque no se determina por un
marco regulador formal. Depende de cada institución marcar sus referentes, esto en
miras al proceso de Acreditación Institucional. Para esto las instituciones de educación
superior deben planificar y desarrollar procesos que permitan asegurar la calidad
educativa a sus futuros alumnos egresados

En este trabajo se analiza lo que se requeriría en las instituciones de educación


superior para formalizar un proceso de evaluación docente asertivo y adecuado que
cuente con la aprobación y confianza del los profesores, los cuales, son al fin, los que
determinan y desarrollan los aprendizajes significativos de los alumnos en el aula.

Descriptores: Evaluación docente – calidad educativa – aprendizajes


significativos

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Ahumada A. P. (2003). La Evaluación en una Concepción de Aprendizaje Significativo. Valparaíso:
Ediciones Universitarias de Valparaíso.
Abstract:

This work corresponds to an analysis of the process of teaching evaluation


carried out in our country and with reference to the processes in Latin America. These
has aim to improve the quality of education at different educational levels.

Regarding to higher education in Chile, it is important note that there are also
different actions with the same goal, although It is not determined by a formal regulatory
framework. Depends on each institution mark their references, this in a view to the
institutional accreditation process. For This higher education institutions must plan and
develop processes that ensure educational quality for the future graduated students

This work examines what would be required in the higher educational institutions
to formalize an assertive and appropriate evaluation process of teaching with the
approval and confidence of the teachers, which, are at the end, that determine and
develop the meaningful learning in classroom of the students.

Key words: Teaching evaluation - educational quality - significant apprenticeships

Introducción

La evaluación docente es uno de los aspectos importante de considerar a la hora


de mejorar la educación, si bien es cierto que existen otros factores que determinan los
resultados de una buena enseñanza, reflexionar sobre el quehacer del docente permite
incorporar las ayudas necesarias para superar los aspectos deficitarios. Una institución
que desea entregar una enseñanza de calidad no puede desechar un proceso de
evaluación de sus profesores. De ser así estaría abandonando una importante fuente
de información y una oportunidad de cambio.

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1. Desarrollo

1.1. Evaluación docente y calidad

El propósito de la evaluación del ejercicio docente debe consistir en asegurar la


calidad y conseguir mejoras en el funcionamiento de la institución al cual pertenecen los
sujetos evaluados, ya sea en su función docente como en la investigadora y en el
concepto de prestación de servicios (Michavila, 1998).

El desarrollo de líneas de investigación en y desde la propia práctica educativa


es un elemento clave para poder establecer propuestas serias y rigurosas que permitan
asegurar la calidad de la enseñanza superior (Navaridas, 2002). Desde este punto de
vista los factores personales y del propio contexto educativo son relevantes.

En América latina se han realizado diferentes esfuerzos para mejorar la calidad


de la educación y uno de ellos ha sido identificar el desempeño profesional del maestro
y cómo influye en la gestión escolar, la evaluación docente constituye una acción de
primer orden ya que permite orientar el quehacer para propiciar un mejor desarrollo.
Actualmente existe cierto consenso de que el éxito o fracaso de todo el sistema
educativo depende, en gran medida del desempeño de sus docentes.

Podrán perfeccionarse los planes de estudio, programas, textos escolares;


construirse magníficas instalaciones; obtenerse excelentes medios de
enseñanza y nuevas tecnologías, pero sin docentes eficientes no podrá
tener lugar el perfeccionamiento real de la educación. Schulmeyer, A.
(2002).p. 26 Estado actual de la evaluación docente en trece países de
América

En América Latina muchos agentes educativos consideran que para que se


generen necesidades de autoperfeccionamiento continuo de la gestión en el personal
docente, resulta imprescindible que éste se someta consciente y periódicamente a un
proceso de evaluación de su desempeño, sin embargo otros agentes educativos
obstaculizan estos esfuerzos a partir de posiciones básicamente gremiales que,
tratando de “proteger al docente”, olvidan el derecho de los alumnos a recibir una

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educación cualitativamente superior e incluso no reflexionan en el derecho que tienen
los docentes a recibir acciones de asesoramiento y control que contribuyan al
mejoramiento de su trabajo.

La evaluación docente no es una estrategia de vigilancia jerárquica que controla


las actividades de los profesores, sino una forma de fomentar y favorecer el
perfeccionamiento del profesorado, como una manera de identificar las cualidades que
conforman a un buen profesor para generar políticas educativas que coadyuven a su
generalización.
De acuerdo a Ahumada (1994) se señala que hablar de calidad educativa es
sinónimo de evaluación en distintos ámbitos. Indica que desde un enfoque
macroevaluativo se puede abordar este concepto desde la perspectiva del sistema tanto
de eficiencia interna como externa, donde desde la eficiencia interna interesaría
básicamente: cuántos alumnos se quedan en el sistema, cuántos repiten, cuántos
aprueban, y cuántos desertan del sistema; y desde la eficiencia externa se mide “el
grado de rentabilidad de la educación y del rendimiento económico” (Briones, 1985), es
decir las personas que acceden a un nivel mayor de estudios podrían acceder a
mejores sueldos.

El concepto de calidad de la educación puede verse desde distintos ámbitos, del


sistema (contexto), del alumno y del docente.

Según Ausubel, (2002) la evaluación está planteada desde la perspectiva de


eficiencia docente el cual es sinónimo de aprendizajes significativos y por ende de
mayor calidad de la educación.

Como lo afirma Winne y Marx (1977), la mayor parte de la investigación sobre


calidad educativa se centra en la efectividad del docente.

Según estos autores, existiría diversidad en la relación de la evaluación con la


eficiencia del docente, es así como se puede ver en primer lugar, con fines de:
orientación, promoción, ascenso, mejoramiento, control, calificación que tiene que ver
directamente con los propósitos ya sean formativos o sumativos; en segundo lugar con
las formas de obtener la información (autoevaluación, coevaluación, evaluación de

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superiores y administrativos, etc.) y por último con el momento en que esta evaluación
se realiza, es decir, como diagnóstico, proceso o resultado.

1.2. Realidad Nacional


Desde hace algunos años, nuestro país ha implementado una serie de políticas y
acciones destinadas a mejorar la calidad de la educación. A partir de la década del 90
se ha intentado crear mecanismos de evaluación y premio a los colegios y sus
integrantes, es así como se crea el Sistema Nacional de Evaluación de Desempeño
(SNED). Este programa busca generar una métrica a nivel de colegio que permita
premiar a los profesores de los colegios que presentan un desempeño superior en
dimensiones relacionadas con el nivel y mejorar en los resultados académicos, iniciativa
de los colegios, condiciones de trabajo y funcionamiento del establecimiento, igualdad
de oportunidades e integración y participación de la comunidad educativa. Otro objetivo
de este sistema es entregar información a los padres respecto de aquellos colegios que
se ubican en los niveles superiores de desempeño.

Gallego (2008), indica que la evaluación SNED ha tenido efectos heterogéneos


en una serie de dimensiones relacionadas con los resultados del proceso educativo.

- El SNED ha recibido una buena evaluación internacional como una idea

innovadora para crear incentivos a los profesores (Banco Mundial, 2004)

- Existen trabajos que muestran una correlación positiva entre la obtención de un

SNED y el desempeño subsecuente de los colegios (Contreras et al., 2003; y

Mizala y Romaguera. 2005)

- Otros trabajos identifican efectos nulos del SNED en aspectos relacionados con

decisiones de los padres (Mizala y Urquiola, 2007)

- El SNED crea distorsiones al no considerar explícitamente medidas de cambios

de resultados a lo largo del tiempo (Carnoy et al. 2007

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Otro proceso que se destaca en la educación chilena es la Evaluación Docente
definida como un sistema de evaluación de los profesionales de la educación que se
desempeñan como docentes de aula. Este sistema se inició el 25 de junio del año 2003
a partir del Acuerdo Marco tripartito suscrito por el Ministerio de Educación, la
Asociación Chilena de Municipalidades y el Colegio de Profesores de Chile
http://atinachile.bligoo.com/content/view/10148/En-que-consiste-la-Evaluacion-
Docente.html

El Sistema de Evaluación del Desempeño Profesional Docente es un proceso


formativo que busca fortalecer la profesión docente, favoreciendo el reconocimiento de
las fortalezas y la superación de las debilidades de los docentes, con el fin de lograr
mejores aprendizajes en sus alumnos y alumnas. Cada profesional que es evaluado,
según los criterios establecidos en el Marco para la Buena Enseñanza, posteriormente
es informado de los aspectos logrados o no logrados de su desempeño en relación a la
información que aportan los instrumentos aplicados, estos son:
• Diseño e implementación de una unidad pedagógica
• Evaluación final de la unidad pedagógica
• Reflexión sobre su quehacer docente
• Filmación de una clase

El profesor evaluado será calificado según su desempeño en uno de los


siguientes criterios: destacado, competente, básico e insatisfactorio.
De acuerdo a los resultados de la evaluación los docentes reciben apoyo para
mejorar los aspectos más deficitarios establecidos en un Plan de Superación
Profesional que beneficia a los docentes que resultan evaluados con un desempeño
insatisfactorio o básico. Los docentes calificados como Destacados o Competentes
pueden postular voluntariamente a una Asignación Variable de Desempeño Individual.
http://www.docentemas.cl/documentos.php

Respecto al Marco para la Buena Enseñanza es importante señalar que en


términos generales establece lo que los docentes chilenos deben conocer, saber hacer

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y ponderar para determinar cuán bien lo hace cada uno en el aula y en la escuela. Si
bien es cierto que no está enfocado a la educación superior, igualmente es útil para
realizar un análisis de la actividad que desarrollan todos los profesionales que sin ser
profesores desarrollan actividades de docencia. Por otra parte, sirve a las
Universidades que diseñan los programas de formación inicial y de desarrollo
profesional, conocer los criterios e indicadores y las bases técnicas para mejorar sus
propuestas.
Según el Ministerio de Educación
“ lo más importante es que todos y cada uno de los profesores y
profesoras, individual y colectivamente, podrán examinar sus propias
prácticas de enseñanza y educación, contrastando su auto-análisis
con parámetros consensuados por el colectivo de la profesión para
así mejorar y perfeccionarse” (Marco para la Buena Enseñanza,
2008 p, 5)

El marco para la buena Enseñanza busca contribuir al mejoramiento


de la enseñanza a través de un «itinerario» capaz de guiar a los
profesores jóvenes en sus primeras experiencias en la sala de
clases, una estructura para ayudar a los profesores más
experimentados a ser más efectivos, y en general, un marco
socialmente compartido que permita a cada docente y a la profesión
en su conjunto enfocar sus esfuerzos de mejoramiento, asumir la
riqueza de la profesión docente, mirarse a sí mismos, evaluar su
desempeño y potenciar su desarrollo profesional, para mejorar la
calidad de la educación (Marco para la Buena Enseñanza, 2008 p,7)

Cada uno de los cuatro dominios del marco hace referencia a un aspecto
distinto de la enseñanza, siguiendo el ciclo total del proceso educativo, desde:
- la planificación y preparación de la enseñanza,
- la creación de ambientes propicios para el aprendizaje
- la enseñanza propiamente tal

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- la evaluación y la reflexión sobre la propia práctica docente

Estos cuatro dominios organizan al proceso de Enseñanza Aprendizaje como un


ciclo y sistema dinámico, donde todos interactúan y se sustentan, permitiendo la
reflexión sobre la propia práctica docente, la cual es primordial para mejorar el proceso
educativo (MINEDUC, 2003). http://www.docentemas.cl/documentos.php

En relación a la educación terciaria y según el informe emitido por la OCDE


(2009) Chile, puede adjudicarse el importante logro de haber establecido para la
educación superior, un sistema de aseguramiento de la calidad como un proceso
descentralizado y semi-independiente, basado en la revisión por pares (coevaluación),
dejando el enfoque tradicional controlador.

Este proceso de acreditación institucional ha sido beneficioso para las


instituciones, que voluntariamente se adscriben a él, debido a que permite realizar un
análisis profundo para determinar sus debilidades y fortalezas a fin de mejorar en la
innovación y el mejoramiento continuo de la calidad de la enseñanza y el aprendizaje, la
investigación académica y los programas de extensión.
En términos más precisos el marco de calidad de la educación superior chilena
busca abarcar los tres elementos principales:
- Control de calidad: licencia o autorización de instituciones y/o programas
académicos, basados en un conjunto mínimo de criterios.
- Aseguramiento de la calidad: aseguramiento de que un programa o
institución está cumpliendo satisfactoriamente su misión y objetivos.
- Promoción de la calidad: fomentando una cultura de auto-evaluación y
mejoramiento en las actividades diarias de una institución y la oferta de sus
programas académicos, así como educando a la sociedad acerca de las
características, limitaciones y beneficios de la calidad y la acreditación.

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No cabe duda que un buen sistema de calidad es esencial para el progreso
futuro del sistema de educación terciaria en Chile; que será un factor clave para que la
educación superior pueda contribuir en forma importante a la competitividad nacional;
que debería traducirse en una investigación más efectiva y relevante; y que debería
obligar a las instituciones a preparar egresados que cumplan de manera más adecuada
las demandas del mercado laboral.

1.3 Evaluación docente

Entre las formas de obtener información, la más usada es a través de


mediciones indirectas, es decir, opinión de los alumnos, los colegas, los superiores y/o
administrativos. Entre los mas requeridos se encuentran (Ahumada, 1992).

• Valoración del aprendizaje por parte de los alumnos.

• Entusiasmo del profesor.

• Uso de materiales, recursos y actividades.

• Claridad en las presentaciones.

• Interacción con individual con el alumno y por grupo.

• Objetividad en las evaluaciones.

• Competencia demostrada en la asignatura.

Por otra parte, en la educación terciaria se ha intentado asociar el buen


desempeño docente con la capacidad investigativa de éste, pero se han obtenido
resultados pocos claros y no determinantes de esta asociación, por lo que no se puede
pensar en eficacia docente en base a su capacidad productiva en investigación.
(Ahumada, 1992).

Ahumada (1992), plantea que

la evaluación de la calidad docente constituye un proceso de alta


complejidad (…) y que no se puede seguir evaluando al docente como
una variable independiente sino que deben correlacionarse los

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resultados con otras dimensiones interconectadas, como los
programas de estudio, el clima organizacional, el logro de objetivos de
aprendizaje, etc. (p. 18).

El autor también refiere que debieran existir modelos basados en una evaluación
participativa, focalizada y negociada que garantice la participación de todos los
integrantes de la comunidad educativa.

La literatura especializada demuestra que las funciones o actividades de los


profesores cambian, histórica y culturalmente, de acuerdo con la diversidad de
contextos en donde se realicen. La mayor parte de las instituciones de educación
superior evalúan la docencia a través de instrumentos diversos en los que predominan
los cuestionarios de opinión de los alumnos, con los que se pretende evaluar la
eficiencia del profesor en el aula; generalmente, éstos intentan medir el comportamiento
del profesor por medio de un modelo de docente y alumno que poco corresponde con el
tipo de enseñanza o la filosofía de la institución (Luna, 2000; Arbesú y Rueda, 2003).
Con frecuencia, esta evaluación centra su interés en el conocimiento de las
condiciones formales de la actividad docente, como: manejo de grupo, puntualidad para
iniciar y terminar la clase, dominio de los contenidos; estos aspectos poco reflejan la
complejidad de las prácticas educativas o lo que aprendió el alumno y, difícilmente, da
cuenta del impacto que el profesor tuvo en las formas de pensamiento de los
estudiantes. Por otra parte, este tipo de evaluación ha sido fundamentalmente de
control administrativo y ha servido para premiar o castigar a los “buenos docentes”, por
medio de una compensación a su salario (García, 2000; Luna, 2002).
Para evitar éstas y otras limitaciones del proceso de evaluación, podría ser útil
considerar ciertos aspectos, Ahumada (2002):
• Tener claridad que la evaluación no es un fin sino un medio.
• Los propósitos deben estar establecidos desde un comienzo y pueden ser
variados: ingreso, ascenso, clasificación, control, jerarquización,
renovación retiro, etc.
• Dado que existen diferentes fuentes e instrumentos de evaluación, es
conveniente elegir los que se ajustan más a los propósitos

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• Cualquier política o sistema de evaluación debe contar con la plena
participación y apoyo de de las autoridades y docentes.
• Los docentes debe ser consultados durante todo el proceso para obtener
su aceptación y el conocimiento gradual de los beneficios.
• La función docente debe ser evaluada separadamente de cualquier otra
responsabilidad académica.
• Los criterios, dimensiones y estándares deben ser conocidos por todos los
miembros del personal docente con el fin de que ellos puedan aportar
todas las observaciones que correspondan. Por otra parte la autoridad
institucional debe respaldar dichos criterios.
• Los resultados de la evaluación deberían ser confidenciales y manejados
con reserva.
• Los profesores deben conocer la calidad de su desempeño mediante un
sistema de información de resultados con el objeto de apelar las y realizar
las modificaciones pertinentes.
• Cualquier sistema de recompensas o incentivos deben estar vinculados
con el sistema de evaluación.
• La revisión del sistema de evaluación debe ser revisada, preferentemente
una vez al año, por una comisión consensuada para modificar, reorientar
o mantener el sistema evaluativo.
• El sistema de evaluación sólo puede entra en vigencia cuando exista
claridad del proceso (propósitos, criterios, indicadores etc.,) expresados
en una normativa jurídica.

2. Conclusiones

La evaluación del profesorado en cualquier nivel educativo es una oportunidad


para la reflexión y mejora, tanto para la persona evaluada como para el entorno y el
equipo con que colabora, en este sentido debe ser una posibilidad de avanzar
profesionalmente y crecer como institución formadora.

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Paulatinamente nuestro país ha generado diversas políticas de evaluación del
desempeño docentes, ciertamente estás propuestas han generado una inquietud inicial,
escepticismo hasta resistencia, pero en definitiva a mediada que se realiza, el sistema
educativo en general progresa hacia una cultura evaluativa.

El concepto de calidad, planteado como un referente de acción o aspiración


hacia algo mejor como plantea Ahumada (1994) implica el deseo de alcanzar estados
de excelencia. Para ello es necesario que los docentes en los diferentes ámbitos
laborales sena capaces de iniciar y mantenerse permanentemente en un proceso de
evaluación.
Desde el punto de vista de la profesionalización, es una oportunidad de recibir
apoyo especializado mediante capacitación, asesoría de expertos y
autoperfeccionamiento.

Es posible señalar que cualquier proceso de evaluación docente, es altamente


complejo y requiere considerar los resultados con otras dimensiones como son: los
programas de estudio, el clima organizacional, logro de objetivos de aprendizaje, entre
otros. Se debe encontrar el justo equilibrio entre lo cualitativo y cuantitativo en un
enfoque evaluativo participativo de todos los integrantes de la comunidad educativa a
fin de optimizar el desarrollo curricular, mejorar la acción didáctica, favorecer la
utilización de nuevos recursos y como fin ultimo velar por un mejor aprendizaje de los
alumnos.

3. Referencias bibliográficas

Ahumada A. P. (2003). La Evaluación en una Concepción de Aprendizaje Significativo.


Valparaíso: Ediciones Universitarias de Valparaíso.

Ahumada, P. (1992). Evaluación de la eficiencia docente. Valparaíso, Chile: Universidad


Católica de Valparaíso.

Briones, G. (1985). La desigualdad educativa en las áreas rurales de Chile. Santiago:


Programa Interdisciplinario de Investigaciones en Educación.

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Fundación Chile Unido. (2002). Calidad en Educación: ¿cómo mejorar las prácticas
pedagógicas? Corriente de Opinión, 66. Extraído el 18 de junio de 2009, desde
http://www.chileunido.cl/corrientes/docs_corrientes/CdeOp66calidadeducacl.pdf

Gallego, F. (2008) Efectos del SNED en Resultados del Proceso Educativo. Instituto de
Economía Pontificia Universidad Católica de Chile.

http://www.econ.puc.cl/documentos/2008_Gallego_Mayo27.pdf

Michavila, F. (1998). Algunas consecuencias de la Evaluación, En F. Michavila Pitarch


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universitaria: (estrategias de mejora en la gestión). Madrid: Fundación
Universidad –Empresa.

MINEDUC (Ministerio de Educación), CPEIP (Centro de Perfeccionamiento,


Experimentación e Investigaciones Pedagógicas). (2003). Marco para la buena
enseñanza. Santiago: CPEIP. Extraído el 10 de mayo de 2009, desde
http://aep.mineduc.cl/images/pdf/2008/Marcoparalabuenaense%C3%B1anza.pdf

Navaridas, F. (2002). La evaluación del aprendizaje y su influencia en el


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OCDE, BIRD (Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo) / Banco


Mundial. (2009). Revisión de Políticas Nacionales de Educación. La Educación
Superior en Chile. Traducción al español, Ministerio de Educación, Santiago,
Chile.

Winne, P. & Marx, R. (1977). Reconceptualizing research on teaching. Journal of


Educational Psychology, 69, 668-678. Obtenido el 3 de Junio de 2009 desde la
base de datos ScienceDirect.

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