en más de una ocasión por las calles de Peñíscola, personificando a un cura moder- no e inocentón en la década de los ochenta, inauguraba una exposición en su honor la pasada semana. Conmemorando el 25 aniversario de “El hijo del cura”, el Palau de Congressos acoge una exposición en honor de este maño uni- versal, que gira en torno a su filmografía. Los carteles expuestos forman parte de la exposición privada del peñiscolano Santiago Castillo París. Fernando Esteso, visiblemente emociona- do, se arrancó con una jota como muestra de agradecimiento. El actor acudió acom- En cinta.
pañado de los hermanos Ozores. Mariano
dirigió a Esteso en “El hijo del cura” y tuvo palabras de cariño para él, a la vez que se fundían en un efusivo abrazo. Santiago Castillo obsequió a Esteso con sendos carteles de las películas que rodó en Peñíscola y una réplica, a modo de colgante, de la Virgen de la Ermitana. En la exposición también se pueden con- templar imágenes antiguas de Peñíscola y carteles de películas que han tenido a la ciudad como escenario.