Tepatitlán en el tiempo
De aquella época
¿Sabes quién hizo la vida?
Por el padre Miguel Ángel
padre.miguel.angel@hotmail.com
Una vez, iba un
hombre en su auto
por una larga y muy
solitaria carretera,
cuando de pronto
su auto comenzó a
detenerse, hasta quedar
estático. El hombre bajó, lo revisó, trató
de averiguar qué era lo que tenía.
Pensaba que pronto podría encontrar
el desperfecto que tenía su auto, pues
hacía muchos años que lo conducía; sin
embargo, después de mucho rato se dio
cuenta de que no encontraba la falla del
motor.
En ese momento apareció otro auto,
del cual bajó un señor a ofrecerle ayuda.
El dueño del primer auto dijo:
-Mira, éste es mi auto de toda la vida;
lo conozco como la palma de mi mano.
No ceo que tú, sin ser el dueño, puedas o
sepas hacer algo.
El otro hombre insistió, con una cierta
sonrisa, hasta que finalmente el primer
hombre dijo:
-Está bien, haz el intento, pero no creo
que puedas, pues éste es mi auto
El segundo hombre echó manos a la
obra, y en pocos minutos encontró el daño
que tenía el auto y lo pudo arrancar.
El primer hombre quedó atónito y
preguntó:
-¿Cómo pudiste arreglar la falla, si
es MI auto?
El segundo hombre contestó:
-Verás, mi nombre es Félix Wankel…
Yo inventé el motor rotativo que usa tu
auto.
Cuántas veces decimos: Esta es MI
vida; Este es MI destino, esta es MI
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casa…¡Déjenme a mí, sólo yo puedo
resolver el problema y a los días difíciles,
creemos que nadie nos podrá ayudar, pues
“ésta es MI vida”.
Pero…Te voy a hacer una pregunta:
¿Quién hizo la vida?
¿Quién hizo el tiempo?
¿Quién creó la familia?
Sólo aquél que es el autor de la vida y
el amor, puede ayudarte cuando te quedes
tirado en la carretera de la vida.
Te doy sus datos por si alguna vez
necesitas un buen “mecánico”:
Nombre del mecánico del alma:
Dios.
Dirección: El Cielo.
Horario: 24 horas al día, 365 días al
año por toda la eternidad.
Garantías: Por todos los siglos.
Respaldo: Eterno.
Teléfono: No tiene, Pero batas con que
pienses en El con fe, además de que ésta
línea no está nunca ocupada.
Yo creo que especialmente en la etapa
de la adolescencia y de la juventud es
cuando más se presenta esta tentación
de decir “yo hago con mi vida lo que yo
quiero”.
Por eso invito a papá y mamá para
que pidan a Dios la sabiduría y sepan
orientar bien a sus hijos e hijas, porque
es muy fácil que se desesperen y toman
caminos equivocados muchas veces por
la influencia de malas amistades.
Por Juan Flores García
jofloreso@prodigy.net.mx
Hacer historia del
futbol en Tepatitlán
es interesante y a
la vez interminable,
debido a que tiene
numerosas facetas
y sobre todo que
cada quien mira este
deporte de manera
muy particular
conveniencia, en
tanto que se requiere alejar todo tipo
de partidismos para señalar la verdad
escueta.
Nació hace 79 años, comprobado por los
muy pocos viejos aficionados, de los cuales
sobreviven algunos que asisten a modernos
campos empastados, con porterías, redes,
árbitros suplentes y abanderados.
Para los apáticos la buena historia
solamente es la que ellos narran y también
los que nada saben de futbol, pero asisten a
todos los mejores partidos a apurar cervezas
y a insultar al árbitro, casi siempre “nomás
porque si”. Estos son los ángulos nocivos
que deben ser eliminados para escribir la
historia del futbol en Tepatitlán y que entraña
muchos sacrificios, entrenamientos, tiempo
y dinero pasa sostener al equipo, máximo si
es profesional algo inimaginable para quien
está alejado del medio.
La historia no debe escribirla, ni vencido
ni vencedor, sino quien ha conocido de
fuentes propias los hechos uno a uno y
llevados a confrontación. De hecho la
historia del futbol en Tepatitlán tiene su
arranque inicial el día 14 de septiembre
de 1930, en que se llevó a cabo el primer
encuentro formal, con motivo de las fiestas
patrias y en el que don José Cortés fungía
como Presidente de la Junta Patriótica.
Influenciados por la historia antigua se les
llamo a estos equipos, Esparta y Atenas,
con el lema de “Hasta morir o vencer”. Uno
llevaba en el uniforme los colores patrios.
Y antes de iniciar el partido se llevó a cabo
el reparto de elementos, como se hace en
cualquier otro partido de “cascarita” .
El primer campo donde se jugó balompié
fue cerca del arroyo de Jesús María por la
salida del puente de Palo y había otro, en
la salida a Guadalajara, a la derecha de
la alameda. José Rivera, uno de los más
grandes pioneros, intervino grandemente
para la realización de este partido histórico.
Aprovechando la ropa de los jugadores, hizo
montoncitos y señaló la portería. No había
más. No tuvieron árbitro, sin embargo
“jugaban bien”. Sería largo dar los nombres
de todos los participantes a iniciación del
futbol tepatitlense porque es fácil omitir
algunos, debido a la participación, sin haber
registro alguno.
De todas maneras, con plena justicia
hay que señalar a don José Rivera auténtico
pionero, entusiasta y que falleció el 24 de
junio de 1979, a causa de un infarto al
conocer que el Atlas ascendía a primera
división, demostrando así, aun, en su último
momento, su pasión futbolera y atlista.
Nombres. Hay muchos y faltan mas:
Luis Cabrera “El tije” al que el público
apodó después de ejecutar magnífica “tijera”
en un apasionado encuentro, Jesús Vázquez,
Hilario Plascencia, Victoriano Sánchez,
también Víctor Sánchez y su hermano,
zapateros apodados “Los Huilotos” , Martín
Sánchez, Loreto e Isidoro Barba, Manuel
Durán, Rafael Martínez “El Pigue” Melesio
Medina, Eligio García, Paulo Martín, Pablo
7 días Sábado 26 de septiembre de 2009
Bravo, José de la Torre “Moquetes” y José
de la Torre “El Chompas” Donaciano Martín
del Campo, Salvador Aguirre, Melesio y
Felipe Medina, Jesús Villalobos….
Si bien don José Rivera ya está señalado
como pionero, hay algo más que agregar a
su labor: fue un auténtico capitán. Antes de
seguir mencionamos a Merced Cabrera,
Apolinar Navarro, Javier Hernández,
Praxedis Medina. De don José Rivera hay
que reconocer su fuerza organizadora que
realizaba para llevar a cabo cada uno de los
encuentros, siempre válidos en su tiempo.
Cuando no se contaba tan solo con
magnífica disposición de jugar, sin llegar a
la fuerza bruta. No había conocimiento de
reglamentación alguna, apenas se perfilaban
algunas reglas. No había marco, portería, ni
siquiera árbitro.
Ya para finalizar el año 1930 se jugaba
más y fueron exterminándose las temibles
pandillas como la del barrio alto, la del
puente de palo, la del rastro, y la soba
que en cada encuentro dejaban un saldo
terrible. Además abundaba el alcoholismo,
la embriaguez, mal generalizado y que
por esto, precisamente el presidente de
la República kic. Emilio Portes Gil, dio
vida a los desfiles deportivos del 20 de
noviembre.
Al sur solamente se conocía como juego
de “boleo” y los muchachos creciditos lo
jugaban en la plazuela. El “boleo” consistía
en “chutar”, lanzar la pelota lo más alto
posible y los balones de entonces eran de
cuero, sumamente duros y pesados.
Algunos sobrevivientes que puede
haber tienen mucho que relatar de aquellos
tiempos en que el futbol era pasión, tanta
que para jugar fuera, viajaban en troca,
de pie, madrugando bastante y llegaban
tan llenos de tierra que los apodaban “los
coloraditos”.
Retomando el comentario del primer
juego. El premio concedido al equipo
triunfador fue un balón donado, hecho en
la Piedad por don José Cortés. El juego
quedó 1-0 lo ganó el Esparta, con un gol
de Jesús Vázquez “El Huiloto”. Por el
Atenas jugaron: José Rivera (capitán),
Hilario Plascencia, Martín Sánchez,
Melesio Medina, apodado el Tlacuache,
y famoso “boleador” en la plazuela, José
de la Torre “Chompas”, Antonio Gómez,
Javier Hernández, “El Güero” Isidoro y
Loreto Barba e Ignacio Salinas. Por el
Esparta: Manuel Durán (capitán), Rafael
Martínez “El Pigue”, Jesús Vázquez “El
Huiloto”, Eligio García, Felipe Medina “El
Morrosco”, Paulo Martín, Salvador Aguirre,
Pablo Bravo “el Chantira”.
Estos primeros futbolistas, como
aprendieron en Guadalajara donde sus
familias estuvieron concentradas debido
al conflicto religioso, que duró tres
años, especialmente los sobrinos de Don
Miguel Bravo, aquel millonario que dejó
muy ricos. Don Miguel Bravo compró un
campo, un terreno valdio, allá por la calle
30 en Guadalajara rumbo al viejo penal, se
jugaba futbol los domingos, Luis Cabrera
“El Tije”, José Rivera, Rafael Martínez “El
Pigue”, Manuel Durán y Antonio Rivera,
regresaron a Tepatitlán y empezaron a jugar
ya contando cerca de 15 años de edad jugaron
futbol, hasta convertirse en pioneros de este
apasionante deporte. Indiscutiblemente el de
las mayorías, sin ser el rey de los deportes.
Y con esto decimos que así fue Tepa en el
Tiempo.