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La narración de la Muerte de
Jesús, según Marcos,
es la más directa y
dramática.
Existen dos fuertes gritos:
a) El primero es dirigido al Padre:
“Dios mío, Dios mío,
¿por qué me has abandonado?"
Resalta la soledad de Jesús.
Abandonado por todos,
está completamente sólo, nadie
dice una sola palabra a su
favor.
Su grito expresa
de manera dramática
su conflicto
Vive con lucidez y temor
su drama de hombre justo,
cortado en la flor de la edad
por la maldad de los
adversarios.
* En la vida del cristiano, se
repiten las mismas situaciones.
A pesar de vivir en sintonía
con el evangelio, se encuentra
muchas veces sólo, aislado,
condenado por los amigos y
rechazado por la propria familia.
A veces puede hasta sentirse
abandonado por el mismo Dios.
En esos momentos, el cristiano
está llamado a mirar a
Jesus y ver en Él un
compañero de viaje, una
persona que vivió el
mismo drama.
b) El segundo grito
de Jesús es el último suspiro.
Marcos procura responder a una pergunta:“¿QUIÉN ES JESÚS".
La respuesta la da a los pies de la cruz el centurión romano:
"Este hombre era realmente el Hijo de Dios".
No la dió un apóstol o un discípulo, sino un pagano.
El modo como Jesús muere abre los ojos de ese soldado
y le hace reconocer en aquel condenado al “Hijo de Dios".
* Este soldado pagano representa
a los que llegan a la fe en Cristo:
no se convierte por haber
asistido a un prodigio, sino por
haber visto una vida entregada a
los hermanos por amor.
De ese descubrimiento nace
la fe y la adhesión a Cristo.
- “El velo del templo se rasgó
entonces en dos partes".
Ahora ningún velo