Es sumamente curioso como Jesucristo caminando sobre las aguas
del Mar de Galilea, nos deja una gran leccin de vida, y radica en el hecho que no solo basta con pedirle paz en medio de la tormenta, por el contrario en mi perspectiva lo que nuestro Adona anhela es que caminemos por encima de las aguas.
Lo anterior no solo se logra con lectura constante de su palabra, ayunar, servir con los dones que por su gracia hemos recibido, se obtiene cuando se llega en un momento en la vida en que se tiene la plena conviccin que si en verdad hemos sido sinceros en nuestro esfuerzo por agradar a Yahve dejara de importarnos lo que digan los dems porque esta de mas, pues se comprender que el mayor gozo es estar con nuestra consciencia tranquila porque todos los das se busca realizar su voluntad.
No es sencillo, sin embargo a la par el que se decide caminar sobre las aguas de la amargura, dolor, tristeza, llanto, criticas, chismes se percata de la realidad que Jesucristo est vivo y que verdaderamente le sostiene a uno de su mano, este es el gran milagro, en esto consiste no dejarse vencer por las criticas y acciones de los ms cercanos que en la vida de uno estn.
Es aqu entonces cuando se avanza no dando importancia a las apariencias porque al estar caminando sobre las aguas junto a nuestro Seor y Salvador nos percatamos que desde antes de nacer fuimos por EL conocidos y predestinados no solo a esta clase de milagros, sino a seguir caminando en el mar persiguiendo la estrella que hemos de alcanzar, ese sueo que ya no es de nosotros que es de Jesucristo para la edificacin de su iglesia, y como consecuencia soportamos con paciencia cada tribulacin, porque estamos caminado sobre las aguas dejando frutos de permanencia eterna que no cae y por el contrario se multiplica y al observar esos frutos es el gozo que nada ni nadie nos puede arrebatar y se logra entonces la felicidad.