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AL PIE DE LA LETRA

El capitn Paiva era un cuzqueo de fuerza herclea, honrado y


humilde de meollo. Todo lo entenda ad pedem literae al pie de letra. En Junn llego a capitn, pero all
quedo; sus Jefes se resistan a ascenderlo.
En 1835, Salaverry era jefe supremo y admirador de la bizarra de Paiva. Al llegar a la presidencia, fue
su hombre de confianza. Una tarde llam a Paiva, y le dijo:
- Busca a fulano, me lo traes y sino, allanas su casa.
- No lo vi; -dijo al volver- pero la casa qued bien llana.
Felipe apag la risa y pens: Pedazo de bruto!
Tena Salaverry por asistente al soldado Cucul.
Haban mataperreado juntos, tenindole especial cario. No saba leer, pero era hbil con la guitarra, la
zamacueca, en empinar el codo y batirse por una pelandusca. Abusando de su afecto, cometa
barrabasada y media. Llegaban quejas, y Salaverry lo arrestaba o le daba una paliza:
_ Se me calienta la chicha, - amenaz Felipe - y te fusilo!
El asistente sufra el castigo y volva a las andadas. Gorda, muy gorda -, debi ser la queja a Salaverry,
porque dirigindose a Paiva, le orden:
_ Llvate a este bribn y fuslalo entre dos luces.
_ Cumplido! - dijo al volver -. Lo fusil en medio de faroles.
Dos luces era al rayar el alba. Iba a indultar a Cucul. Felipe ocult una lgrima y susurr: Pedazo de
bruto!.
Desde ese da qued escarmentado Salaverry.
Poco antes de Socabaya, hallbase un batalln del ejrcito de Salaverry acantonado en Chacllapampa.
Una guerrilla boliviana se present, y aunque sin daar, los provocaba. El general lleg, descubriendo
una divisin enemiga a diez cuadras de los guerrilleros, y como sus balas no los alcanzaban dej que
siguiesen gastando plvora.
- Dama lanceros -dijo Paiva - y te traer un boliviano.
- No es preciso -le contest don Felipe.
Y sigui Paiva molestando, tanto, que Salaverry le dijo:
- Haz lo que quieras Anda! Hazte matar!
Paiva escogi diez lanceros, desconcert y dispers al enemigo, e inclinndose cogi del cuello a un
oficial boliviano, lo desarm y lo puso a la grupa de su caballo.
Y emprendi regreso; tres lanceros haban muerto en la heroica embestida y varios volvieron heridos.
- Manda tocar diana - grit Paiva -. Viva el Per!
Y cay del caballo. Tena dos balazos. Salaverry le dijo: Anda y hazte matar
Y decir esto a quien todo lo entenda al pie de la letra, era condenarlo a muerte. Yo sospecho que
Salaverry, al separarse del cadver, murmur conmovido: Valiente bruto!.
Fuente: Tradiciones De Ricardo Palma.

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