No me eches de delante de ti y no quites de m tu santo espritu. Devulveme el gozo de tu salvacin y espritu noble me sustente. Entonces ensear a los transgresores tus caminos y los pecadores se convertirn a ti. Lbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvacin; cantar mi lengua tu justicia. Seor, abre mis labios y publicar mi boca tu alabanza, porque no quieres sacrificio, que yo lo dara; no quieres holocausto. Los sacrificios de Dios son el espritu quebrantado; al corazn contrito y humillado no despreciars t, oh Dios.