Bazin (Andee) pad en ef ome. IH
Rio, Madurc ,2 00d.
I. ONTOLOGIA DE LA IMAGEN
FOTOGRAFICA"
Con toda probabilidad, un psicoandlisis de las artes plisti-
cas tendria que considerat cl embalsamamiento como un he-
cho fundamental en su génesis. Encontrarfaen el origen de la
printura y de la escultura el «complejo» de Ia momia. La reli-
‘i¢n egipcia, polarizada en su lucha contra la muerte, hacia
‘depender Ia supervivencia de Ia perennidad material del cuer-
isfacfa una necesidad fundamental de la
Psicologia humana: escapar a la inexorabilidad del tiempo. La
muerte no es més que la victoria del tiempo. Y fijar artificial-
mente las apariencias carnales de un ser supone sacarlo de Is
corriente del tiempo y arrimarlo a la orilla dela vida. Para la
‘mentalidad egipcia esto se consegua salvando las apariencias
mismas del eaddver, salvando su carne y sus huesos. La pri-
‘mera estatua epipcia es la momia de un hombre conservado y
petrficado en un bloque de earbonato de sosa. Pero las pité~
‘ides y el laberinto de corredores no eran garantia sufciente
contra una eventual vielacion del sepulero; se hacfa necesario
adoptar ademés otras preceuciones previniendo cualquier
teventalidad, multiplicando las posibilidades de permanencia
Se colocaban por eso cerca del sarcéfago, ademés del trigo
destinado al alimento del difunto, unas cuantas estatuilas de
7 sudo toma de Prolemer dea pene (1985).
2Andre Basia
‘arto, a manera de momias de repuesto, capaces de reempla~
var al cuerpo en el caso de que fuera destruido. Se descubre
si, en sur origenes religiosos, la funcién primordial de la
{scultura: salvar al ser por las apariencias. Y sin duda puede
tambien considerarse como otro aspecto de la misma idea,
rientada hacia Ia efectividad de ta caza, el os0 de arcilla
Seribillado a flechazos de las cavernas prehistorias, sustitut
‘Yo mégico, identifeado con la fiera viva
Noes dificil comprender c6mo la evolucién paralela del
arte y dela civilizaciOn ha separado 8 as artes plésticas de sus
funclones mégicas (Luis XIV no se hace ya embalsamar: se
‘contenta con un retrato pintado por Lebrum). Pero esa evolu-
‘Gon no podia hacer otza cosa que sublimar, a través de 1a
Topica lt necesidad incoercible de exorcizar el tiempo. No se
‘ree yacn la identidad ontolgiea entre modelo y retrato, pero
Se admite que este nos ayuda a acordamnos de aquél y a
filvarlo, por tanto, de una segunda muerte espiitual. La
{Exbricacion de la imagen se ha librado incluso de todo uilita-
rismo antropocéntrico. No se trata ya de la supervivencia del
hhombre, sino —de una manera més general— de Ja creacién
‘de un universo ideal en el que la imagen de lo real aleanza un
esting temporal aut6nomo. «Qué vanidad Ia de la pintura»
fino se deseubre bajo nucstra absurda admiracin la necesi-
{dad primitiva de superar el tiempo gracias a la perennidad de
ta formal Sila historia de las artes pléstieas no se limita la
festétea sino que se entronca con la psicologia, es preciso
fevonover que esta esencialmente unida a la cuestion de Ia
‘semejanza 0, si se prefiere, del realismo.
La fotografia y el cine, situados en estas perspectivas socio
‘6giens,explicarfan con le mayor sencillez Is gran crisis espiri-
tual y técnica de la pintura moderna que comienza hacia la
ritad del siglo pasado,
‘En su articulo de «Verver, André Malraux eseribia que «el
cine no cs més que el agpeeto mis desarrollado del realismo
plistico que comenz6 con e] Renacimiento y encontt6 su ex-
[resin limite en Ia pintura barroce
Es certo que Ia pintura universal habia utilizado formulas
a
Ques etcne?
cauilirads ete el sible y el reasmo de les formas,
pero ene sig X¥ la pntrs odontal comenz a despreo™
Sparse de ia expres de una realidad esata! con medios
Sutdnonos, pra tender a imitacon mds 0 menos completa
del mundo exterior. El scontecimiento decisv fu sin duda
Intovencgn dela perspec: un soma censio y tambien
‘Zen gerta manera mecinico (ia camara oscura de Vinci
prefiguraba la de Nicpes), que permit al artista crear Ia
Aisiga de un espacio con tes dimensiones donde los objets
pode sare como en nuestra pereepion directa,
PA i eon a ptr enc vila ne
os aptaciones: une popiamenteetetica in expresin Je
‘eludes expres Gone modelo queda ascend por
{Tsimbotismo de las formas ote que no es ms que un
deseo totalmente pscolgico de oemplaarel mundo exterior
por su cable. sta hina tendensay que crete tan rida
Troste come ita siendo satsfech, daword poco a poco las
tres pluses, Sin ems go, como la pespectva abla esl
to el protlama dels formés pero a0 el det movimiento, e
fealsmo tena que prolongarse de una manera natural me
Si enc dey xen ene ine
a mera de carta Gimcron gin, caper Je suger
Ja vida en la inmovilidad torturada Taare ‘saroos"
Ts cero que los grandes arses han realiado siempre la
scones de elas ds tendenca las han jerrguizado, Go
anal feaidad yreabsoriendos en el art. Pero tambien
‘ue senda certo que nos encontamos ante dos fenémenos
nciaimente derenes que uoa erica ebjetva ene que
Saber solar para entender In evoluign dela pinta, Lo que
Doamos [lari enecesdad dela si6n» no ha deja de
Sina a pntra dene el spo X01, Newsidad completamente
7 Seva itretant, dene este panto de vista, seq en ls aro ia
trado de 16902 1910 competent ere el reprae otogrfc, wana
uv ttbocoy, yl daj, Este smo susan ere todo la necexdad
(Sstuca de dramssano (este ett Journal see). El seta del doe
Tanto fugidfce se so Inponiendo muy lntarcae. Se obra am
‘an, coudo se legh a una cert saturacon, wea vl al uj dram
(el tipo «Radars
25Ann Basin
jena a la estética, y cuyo origen habria que buscarlo en la
‘mentalidad mégica: y necesidad, sin embargo, efectiva, cuya
atraccisn ha desorganizado profundamente el equilibrio de as
artes plésticas.
El conflico del reaismo en el arte provede dc este malen-
tendido, de la confusion entre lo estético y lo psicoldgico,
entre el verdadero realismo, que entrafia la necesidad de ex-
presar a la vez la significacion concreta y esencial del mundo,
y el pseudorrealismo, que se satisface con la ilusién de las
formas.
Asi se entiende por qué el arte medieval, por ejemplo, no
hha padecido ese conflicto; siendo a la vez violentamente tea-
lista y ltamente espiritual, ignoraba el drama que las posibi-
lidades técnicas han puesto de manifiesto. La perspectiva ha
sido el pecado original de la pintura occidental
"Niepce y Lumiere han sido por el contrario sus redentores.
La fotografia, poniendo punto final al barroco, ha librado a
las artes plisticas de su obsesion por la semejanza. Porque la
pintura se esforzaba en vano por crear una ilusién y esta
usin era suficiente en arte; mientras que la fotografia y el
cine son invenciones que satisfacen defintivamente y en su
esencia misma la obsesién del realismo. Por muy hébil que
fuera el pintor, su obra estaba siempre bajo la hipoteca de una
subjetivizacién inevitable, Quedaba siempre Ia duda de lo que
la imagen debia a la presencia del hombre. De ahi que el
{fendmeno esencial en el paso de la pintara barroca a la fot0-
grafia no reside en un simple perfeccionamiento material (Ia
fotografia continuard siendo durante mucho tiempo inferior a
la pintura en la imitacién de los colores), sino en un hecho
psicol6gico: la satisfaccién completa de nuestro deseo de se-
mejanza por una reproduccién mecinica de la que el hombre
Sn porter, ques I tea comunita debra, antes de dar tanta
tmportan al expesonano reals en la pnt, dejar de blr de xe
oma se habir oxi ser ne siglo Nm, ates dea otograta yl ce.
‘Gus mpora muy poe que Rusa os often pes realizacones it
‘oat tc, porel contra, ben dine: Ekentin ex Tntoretto. Resa
‘Sido, eo cambio, que Aragon qilers comenceros de que et Reise.
6
eOuberal cine?
{queda excluido, La soluci6n no estaba tanto en el resultado
‘como en Is genesis’
De ahi que el conflicto entre el estilo y la semejanza sea un
‘endmeno relativamente moderno y del que apenas se encuen-
tran indicios antes de la inveneiGn de la placa sensible. Vernos
‘con claridad que la fascinante objetividad de Chardin no es en
labsoluto la del fotgrafo. Es en el siglo x1X cuando comienza
verdaderamente la crisis del realismo, cuyo mito es actualmen-
te Picasso y que pondri en entredicho tanto las condiciones de
In existencia misma de las artes plsticas como sus fundamen
tos sociolégicos. Liverado del complejo del «parecidon, el
pintor moderno abandona el realismo a Ia masa° que en 10
‘Sucesivo lo identifica por uns parte con la fotografia y por otra
‘con la pintura que sigue ocupandose de él.
La originalidad de la fotografia con relacion a la pintura
reside por tanto en su esencial objetividad. Tanto es asf que
el conjunto de lentes que en la cémara sustituye al ojo humano
recibe preeisamente el nombre de «objetivo. Por vez prime-
7 Hace que este si embargo Is piologi de as ates piss
‘menor, com po empl as snes maruotes que recent ambien
‘Gr aor auomationo el eprducn, En ese vendo ports comiderase
[Tigtopnata come un cela, na Mla dl objeto por medio dela a
Softee remonte la ash en canto fale pst de para del
ivr ee ele ya sxejanza, qe contatas oy como un hecho
‘ieswo® Nose etn qui ms con la apariin el west burg
Scio co andar, ue precaments ba verge de apoyo alos atts
{ie igo exp que post dense por Ta redocaion del ste 2 sus
emponentespoologit? ‘Tumblin exert que la fotografia noe his
‘Sem de asa manera directa Ia sucesors del realm bereco;y Mara
{ace nota con agdeza ue ea pin Ia otograla no tvo ota precapa-
(Gon que lade snitar 3 are» copapdo lageavamente el sil pct
‘iene y it mayor parte de los ploners de I otgrafa buseaban sn odo
Feprodic ls pabados por ete modo, Sansban con produsir obcas de arte
‘Siierartstay,porealcomanlaProyeso tipi escacamente Dur, pet
(ge cone soar tent elevindola en eta manera al cnaiado Era
Shtral guest modelo ms gn ce itaion parse otgrafo fuera cau
fii ch obit de ste, ya que, asus ojo, nia [a naturales pero
‘Theovandlan, Hack falls um sie tiempo para qu, conviiadose en
“ht, el fesgafoleprnaemtender que no poi cplr mis ue a mens
unin
nAnde Basin
ra, entre el objeto inical y su representacin no se interpone
mas que otro objeto. Por vez primera una imagen de! mundo
exterior se forma automaticamente sin intervencin creadora
por parte del hombre, segin un determinismo riguroso, La
personalidad del fot6erafo s6lo entra en juego en lo que se
Fefiere a la eleccién, orientacion y pedagogia del fenémeno;
por muy patente que aperezca al término de la obra, n0 10
pace con él mismo tfulo que el pintor. Todas las artes estan
fundadas en la presencia del hombre; tan slo en la fotografia
‘eozamos de Su ausencia. La fotografia obra sobre nosotros
‘Como fendmeno «natural», como uns flor o un cristal de nieve
fen donde la belleza es inseparable del origen vegetal 0 te-
lirica.
Esta génesis automitica ha trastrocado radicalmente la psi-
‘cologia de la imagen. La objetividad de la fotografia le da una
potencia de credibilided ausente de toda obra pictorca. Sean
Cuales foeren las objeciones de nuestro espiitu critico nos
‘Yemios obligados a ereer en la existencia del objeto represen-
ado, re-presentado gfectivamente, es decir, hecho presente
‘enel tempo y en el espacio. La fotografia se beneficia con una
transfusiGn de realided de Ja cosa a su reproduccién’. Un
Uibujo absolutamente fiel podré quizé darnos més indicacio-
hnes acerca del modelo, pero no poseera jamés, a pesar de
nuestro espirtu erftco, el poder iracional deta fotografia que
ros obliga a creer en ella.
‘La pintura se convierte asi en una técnica inferior en lo que
4 somejanza se refiere, Tan sélo el objetivo satisface plena~
mente nuestros deseos inconscientes; en Tagar de un calco
faproximado nos da el objeto mismo, pero liberado de Tas
ontingencias temporales, La imagen puede ser borrosa, estar
Seformada, descolorida, no tener valor documental; sin em-
Dargo, procede siempre por su génesis de Ia ontologis de!
modelo, De ai el encanto de las fotogratias de los élbumes
7 Finis gue introduc ag uo picts de a raiglay del souvenir
que scbenaitan tambien de ua sobeerB de realimo proedent del
‘Re Speo de 2 momia, Selma tan slo que el Sato Sudario de Turin
‘ean a iss de la equa Gea fotografi
28
LQuecsctewe?
amiliares, Esas sombras grises o de color sepia, fantasmag6-
ricas, casi ilegibles, no son ya os tradicionales retratos de
familia, sino Ia presencia turbadora de vidas detenidas en st