maana en la ciudad de Mrida, dos nias llamadas Leonilda y Librada eran gemelas, sus padres siempre le vestan
de
igual
manera,
las
peinaban de igual manera y les
trataban
de
igual
manera.
Sin
embargo, Leonilda quera siempre
bailar y tocar la flauta como su abuelita lo haca antes de partir al cielo. Y por su parte Librada, prefera pasar sus das enteros leyendo poesas e imaginndose un mundo
de
prncipes
castillos y felicidad eterna.
azules,
Pero ante esta diferencia Leonilda y Librada se queran
mucho y siempre jugaban juntas a la rueda rueda, a las mamas con sus muecas, a las cantantes, bailarinas, cocineras y pare de contar. Pero un da camino a la escuela, escucharon por sus amigos que en la esquina de la casa tenebrosa, se encontraba al parecer un muerto amigable. Leonilda y Librada se miraron con asombro y deseos de saber sobre el mismo, por lo que de regreso de la escuela decidieron pasar por el frente de la casa tenebrosa.
Al inicio, Leonilda y Librada se encontraban llenas de
tranquilidad pero de repente, al adentrarse un poco ms al sitio al que teman, observaron que efectivamente se encontraba un muerto, pero ste les sonrea e invitaba a su casa con lentos movimientos.
Leonilda y Librada salieron corriendo hasta la esquina de la
casa dicindole Leonilda a Librada: Hermanita, no te pareci amigable? A m me gustara conocerle.
Librada contesta: No hermanita, tengo mucho miedo. Nos
puede comer. Pero Leonilda insiste: Tranquila hermanita a mi lado nada te pasara y si sucede algo, corremos mucho mucho como siempre lo hacemos cuando tenemos miedo.
As Leonilda y Librada volvieron a la casa tenebrosa,
encontrando al muerto que efectivamente era amigable, no deseaba hacerles ningn dao. Solo quera danzar con ellas y las nias Leonilda y Librada as lo hicieron, danzaron y danzaron hasta que el cansancio les obligo partir de nuevo a
su casa, con ansias de contar lo sucedido y de volver a la
casa tenebrosa que ya nunca ms volvera a serlo para danzar con su nuevo amigo.