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20 YW Lun otto (€ osi¢o, pap, etc). El otto se puete convertit en una cosa (mira aquel semior de alli). ¥ los niveles funcionales de idenridad pacden arricularse unos con o«ros, hablar unos de otros 0 co-actuar y co-releritse unos sobre otros. El desarrollo de zonas de re-presenracidn mediante mecliadores cultutales cada vex mas porentes y de nacta- tivas sociales cada ver mds ricas ha hecho este proceso de triang alacién enormemer te elistico y poderoso, y la polis puede realmente haberse quedado peau crecimiento parece tener sus problemas pues esos procesos son incompletos y cam- biances. Las criangulaciones entze la dada, la familia, el grupo de iguales, el grupo de crabajo, «la pacciam, la humanidad, etc. pueden rener graves bagunas y desequilibrios, El yo postmoderno se hace asf un yo muy fragmencado, en culeuras cuya arquireccu- rs funcional sociocultural se hace cambianve, fluids y con frecuencia descompensuca, Pers el Alex Kozulin propone en su capitulo una rueva ponderacién de las propueseas pia- getiana y vygorskiana para reforzar justamente la mediacién social. Si Piaget hace mediar de alguna manera en ta accién encre el sujeto y el objero al esquema © las escructuris mentales intemas (el chip Wigico, inteacomtical), Yygorski ~dice Kezulin= ‘enfariza la mediaciOn de los mediadores instrumeatales 0 las hetramiencas simbéticas externas, y propone compensar ese déficir de los mediadores sociales con propuestas «que concedan un papel mas relevante en el aprendizaje y el desarrollo a los orros Socta- Jes, como en las propuestas de «aptendizaje mediado» de Feuerstein. La verdad ¢s que algunos de los dise{pulos de Vygorski como Elkonin 0 Zaporozhers arribuyeron un papel cenrral ala mediacién social, y la Glrima década muestra un rapido crecimien- to de los estudios sobre la mediacién social y sus mecanismos en la interaccidn diree- fa omicto» y en la mediacidn a su vez muy re-mediada «macco~, incluidos los estu- dios de comunicacin de masas. Los estudios sobre educacién formal ¢ informal han mostrade que las culruras agei= ‘olay y crdicionales atribuyen un papel relevante al mediador social, mientras que las formales lo hacen al simbélico. Si aquéllis basa su configuracidn em un concexto social porence (alta mediacion social), éstas lo hacen en un contexco inscrumental (alta ‘mediaciGn instrumental). Probablemente ambos son posicivos y hacen falca, Una de Jas perplejidades mas grandes que he tenido como investigador se me produjo cuan- do, teabajando con un grupo de nitios de 9 a 10 afios en la inceriorizaridn de media~ dores para la construction espacial y Ia cransferencia del contol del avance a escs mediadotes(del Ro, 1987), uns parte de ellos se negabn sistemsricamente a aceprat ‘esa rransferencia y preferia venir una y otra vez a verme para coteiar el avance «con el calor humans». No habia una imposibilidad copnitiva, 0 cé€aica: dnicamente les parects més relewanee pelquicamente (ptobablemente ona mAs diverrido y sacialmen= te reconfortante) la mediacién y distribucién social extracortical que la distribuicién inseramental, En una etapa de predominio inserumental hemos asumido, quied cow precipita- ci6n, que la apropiacién de mediadores u operadores cognitivos (€s decir, el avance ‘instrumental, ya sea externo o interiorizado, en una funcidn), es superior a la distti- buci6a sorial de esa funcidn y de sus operadores (por ejemplo, demostratia mis inte- Jigencia recordar mentalmente, 0 mitar una fSrmula en un libro, que preguncarla a tun colega). ¥ ello en ranto el primer tipo de distribucién permice una individuaci6a progresiva, mientras que el segundo supore una «dependencis» social, ya sea provi- sional (ZDP) 0 estable (simbiosis) Pero bien pede ser ésta una perspecriva heredera del paradigms individualisea y social de la psique, Sin duda, este enfoque beneficia en la escuela o el trabajo a suje- W 21 tos de ciertos grupos sociales cuya individualidad esta muy armada (que han interio= rizado 0 indivicualizado los operadores meditdos) 0 a aquellos sujeros que se mueven, ‘en su cultura (la escuela o la empresa son instituciones culturales transparentes que ‘oftecen mediadores que no son visibles para quienes formen parce de una cultura dis- tinta). , visto no desde las comperencias sino desde las actitudes sociales, beneficia a aguellos sujecos mas misaucropos 0 proclives al autismo social. Pero este patedn del individuo instrumental pusde no ser universalmente superior ‘odescable, Lis arquitecturas fuancionales milenatias de las cultusas ceadicionales pate cen mantener un equilibrio entre los diversos niveles de idlentidad-sujero, y esas dis- ceibuciones funcionales acaban prestando una grin consistencia al siscema global. Puede oftecerse una version positiva de las culruras cenidas por albororadorss, corllas, y parlanchinas, La llamada de Kozulin en favor de la mediacisn social nos parece una ‘oportuna rebaja del fervor cognirivo-instrumenral (sin duda imprescindible y graviti- ‘ante, Si no monopoliza el andlisis el diseiio funciona, Esa llamada en favor de s6li- «das redes de mediacidn social no es s6lo relevance de cata a las actividades escolares 0 de estudio que analiza Kezulin, sino que debe llevarnos a ver con otra perspectiva las actividades cotidianss de la infancia, la juventud, la edad adult y la ancianidad. saespectro social» de la crams de mediaciones funcionales que rodea nuestra vida cori- diana no ¢s s6lo «contexto» (del Rio & Alvarez, 1994) sino auréntica estructura fun cional distribuida de esta psique mulrinivel EL CAMBIO HISTORICO Y LA CREACION HERMENEUTICA: LA INVESTIGACION SOCIAL DE LOS CONTENIDOS DE LA CULTURA DE, MASAS. La debarida, guiar) el cambio social y culeural, para diei hacia niveles «superiores (de bienestar, de concien jencia es en gencral valorada por su capacidad para explicar (y de manera mis i los pasos de la humanidad 1, de realizacién...). Muchos creemos que concebir el hombre y la sociedad como lo hace ta perspecti- va HC permite comprender de manera quizd mas integrada, menos fragmentada y disciplinarmente aislacionista, la realidad humana, Pero no basta comprender, En la prictica, como ha sefialado Bruno Latour (1996) la capacidad de intervencisn y actua- cidn (de agencialidad) de una ciencia, es bisica para su reconocimiento canto en la sociedad como en la comunidad cientifiea. Hay ciencias que producen ordenadores, formas que curan, oFras quie conseruyen casas, © naves espaciales, ortas que gat ciones politicas.... En el estado aceual de la cie siGn y que agencialidad ofrece la perspectiva hi Censiones de ser considerada realmente en ser icntffica, ambas en el fondo «an pragmacicas. es preciso delinir qué compren- rico cultural si es que tienen pre~ por la sociedad y por esa comunidad Creemas que la perspective bistirier-caltaral es una psiclogia que permite alordar el cam- bio seitcultural. Bien es cierto que el primer problema es aceptar que existe un Gim= bio humano hist6rico del que preocuparse y eso no est ni mucho menos claro para Jos paradiemas acruales de caricter inmévil, universal e individualista (el Rio y Alvarez, 1995b, op. cit.). Aceptado sin embargo el cambio queda aiin el grin prom bhlema de qué hacer ance él cuando las casas van mal o para evitar que vayin mal. Si fea pregunta gam relevancia ereemos que la agencialidad porencial de la perspecti- va histdrico-culrural emergent con fers: Desde la perspectiva hist6rico-posirivista de progreso existe Ia ilusién de que a medida que la ciencia nos vaya desvelando «la realidad» ésra se ird haciendo eviden- 22 VY te ¢ igualmente evidente lo que nosorros debemos hacer con ella, Bs la sustitucidn de los problemas de intencionalidad y aetuacién que han gestionado el animismo y las religiones, por una especie de nuevo libro revelacién escrito por la ciencia. En esca perspecriva comprender equivale a dicigi: podemos alzarnos con las explicaciones y las implicaciones, rodo en un solo lore. En la perspectiva histérico-culcural no existe «la» realidad, una realidad, sino un curso de posibles construcciones hist6ricas que abren continuamente nuevos modelos de lo humano. La explicaciin mecanicista simple no sirve pars una especie que ha inveneado las representaciones gratuias, los sueiios culturales, y que es capaz de diri- agirse guiada por sus fantasfas, Estas Fantasias no pertenecen al mundo de la fisica de las ciencias positivas, sino al mundo psicolégico y hermenéutico de las construccio- nes culturales, aunque estas tengan una base fisica. Es la hermenéutica la que crea y produce neuronas» (las neoformaciones corticales de la maduracién cerebral de Luria). Son las consrrucciones culrurales, las «ilusiones y suefios», los que producen el objeto positivo (que no se niega), que estudian la nueva psicologia y as ciencias umanas. Este reenfoque que convierte a la cultura en la Logica de nuestra biologia convier- te ala produccién sociccultural en la clave de nvestra agencialidad, El hombre no s6lo debe ser capaz de sleet» la realidad (de consttuir mediadores para re-presentar y conmprender la realidad), sino de «escribitla» (de construir mediadotes para te-pre- sentar y actuar lticidamente sobre la realidad, conscruiela y re-consteuirla), Las pauras yy motivaciones de la conducra humana estén escritas s6lo hasta cierto punto en nues- tra herencia narural y sus principales desarrollos se logran mediance una serie de cons trucciones y reconstrucciones culcurales, La ilusién de psicdlogos y publicitarios de los aftos treinte por encontrat una «lista cerrada» universal de motives ¥ necesidades humanos y de parones cle accién se salvé con un gran fracaso, de McDougall para act, La actual Psicologia y Ancropologia Culturales estén levantando un espléndido tapiz que muestea la enorme riqueza de esas constnuceiones culrurales a parrir de unos uni versiles naturales compartidos. La riqueza cultural esc mudando con enorme celeridad y lo sranscultural se crura hoy con lo trarshistérico: precisamos por tanto de una perspectiva cientifica que pet- mica evaluat los procesos de cambio que se dan hoy en los sistemas de actividad y con siguientemence en la conciencia social e individual, y especialmente en los cambios psicolégicos en la representacién del significado y en Ia gestién emocional del senti- do. Asi, podriamas ver el cambio social e hist6rico como las modificariones sociales e instrumencales en el diseio 0 los disefios de lo humano, Por una parce, los cambios en los instrumentos psicolégicos o mediaciones de diversos tipo: los medios réenicos (como el boligrafo o el relevisor, el ordenador o el ripew); los sistemas simbélicos (el LOGO, el inglés o los semforos); las esreucturas de representacién (géneros, formatos, soxndbiies, esquemas, hipertexto, etc); los mitos y arrativas 0 los contenidos de realidad que consteuimos (religiones, modelos naerati- ‘vos cientificos del hombre, los comics, los folletones, series, novelas, peliculas, ete. sobre el mundo, su destino, y nuestro papel y planes paca él). Y por otra parte, los cambios en las mediaciones sociales, Los sistemas funcionales ‘que vames diseitando, queriendo o sin quererlo, se construyen en relacién con los sis- remas de actividad y ls sistemas de conciencia que crean y son creados por la cultu- 12. La familia, la empresa, la iglesia, el amor galance, la escuela, el parlamento, las salas de espera de los médicos o de los aeropuerros, el deporee de equipo o las paras VW 23 dle dar el pecho 0 el biberon mirando al bebé a la cara, son todos producciones 0 dise- fios de unidadtes (niveles) y funcionamientos sociales que propician diseiios funciona les humanos muy diversos, Todos ellos tienen en comin el hecho de nacer desde la discapacidad bisica y la simbiosis que convierten nuestra debilidad individual en nuestra fuerza social y hacen de la «especie discapaz> 0 distribuida, la mas flexible y capaz -por el momenco- del planers Hay un punto en que los diseiios de mediaciones sociales ¢ instrumentales, los ope- radores culturales del significado y del sentido, se encuencin, Es ea lo que hemos: denominado hace un momento mediadores de la implicaciin : la religi6n, el juego, el ‘are, las narrativas y mitologfas, Al revisar el complejo problema de las representaciones sociales, Markova, sefala «que acribuimos una entidad y existencia a las representaciones, concepros e institu ‘iones sociales, exacramente igual de acabaada que a las entidades fisiexs. Un medin- simero, de virrud, de amo dor (el concepto de recta, de -}, cuando es su vez medin- do y convertido en objeto visible y consciente, se convierte en un objeto o realidad can steal» como un objeto de accién no mediada. Markova propone un método para dofinir las epresentaciones sociales ew funcién del papel y de las actividades y obje~ cos que median, sacando a estas represencaciones del cepo esencialista de remicie a una onrologta untveca y definida, y permiciendo verlis como construcciones culcurales. Esto nos lleva a vernos como aprendices de beujo que estamos generando, median- fe nests medindores, el mundo en que vivimos. La agenda wxting, aniguilaciin emdntica, etc. y otros conceprot de la actual culruri de masas subsayan este caricter de una realidad culeural que es definida, ocultada, desvelada, enfarizada, creada, uw elvidada, operand sobre los operadores culrurales y las med sociales. El poscmodernismo nos ha permitido relativiear, al deconstruir las representacio= nes culturales, la histo tris» pero nos deja sin historia «hacia adelante». En ‘este sentido, si el postmadernismo se lee como un simple corolario negativo del ricionalismo, puede seguir siendo «antigenérico». Es preciso entender la necesidad de Ja hermenéutica en la propucsta soriocultural, El auténrico problema no es encos cel valor de verdad» de miros, narrarivas y teorias, sino su valor formativo para Ia con= Ciencia, No es que un mito sea cierto y orres no, 0 que éstos rambién sean ciertos: eso nos remiriria a una cinica verdad estatica o bien a varias verdades, pero ramb ticas, Los mites no «son» ciettos, «se hacen ica ciettos: son psico-culeural-ge ence causales; definen un nuero sistema fancional y una capacidad para oriensa a accién humana en l presente entre el pasado y el fatuto ligande la accién y la emo- cin al conocim Es cierto que Vygorski engendea una psicologia desde el modernismo, pero Heva ‘en su seno a semilla del postmodernismo ¢ incluso del post-pestmodernismo, que es Jb que proponemos aqui: formular el libro de caballerias y el libro de ciencia como ‘objetos cienrificos y a la ciencia como escricora de estos libros desveladores de la rea lidad y prospeccotes de avenueas autocumplibles de Is hamani Pier, Igarcua y Adrién, al revisar las tesis vygorskianas sobre el arce y las reaccio- nes emocionales del espectador, nos Hevan a esta gran preocupaciin de Vygotski por explicarse, igual que el mecanismo de la referencia y €l significado mediados basicos (el «acto instrumental» 0

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