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EN RELACION CON _ R SaNiORTT "cocndbcw .. JAYAKAR® BOHMeWEBER y otros Titulo original inglés Within the Mind Copyright © Krishnamurti Foundation Trust Ltd. Brockwood Park Bramdean, Hampshire S024 OLQ, England Todos los derechos de la versién en castellano cedidos a la: Fundacion Krishnamurti Hispanoamericana Apartado 5351. Barcelona 08080, Espajia Ediciones en espafiol Editorial KIER, S.A. Buenos Aires, 1993 Composici6n tipografica Calamus Correccién de pruebas Delia Arrizabalaga Libro de edicion argentina ISBN: 950-17-1183-8 Queda hecho el depdsito que marca la ley 11.723 © 1993 by Editorial KIER, S.A. Buenos Aires Impreso en la Argentina Printed in Argentina aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. fianza, el «cémo» de la misma, no es por emulacién o aproximaci6n ni siguiendo a otro, sino a través de una investigacion interna en la que se revelan los movimientos de la mente como pensamiento y accion y surge un discer- nimiento directo (insigh) que percibe «lo que es», sin juicio ni intento alguno por cambiar aquello que se revela; una investigacion en el ser externo e interno del hombre, que se interesa en la terminacién del movimiento del devenir. De esto surge una accién que habra de transformar al hombre y al medio en que vive. Esto solo es posible cuando hay un despertar de los sentidos a su mas plena capacidad, sin la interferencia del ego, del yo como deseo, de las presiones que normalmente motivan la accién. Es solo en un estado plenamente des- pierto de ver y escuchar, que el sentido del ego pierde su empuje en una sola direccién, y el mill6n de afios del pa- sado, el presente y el futuro existen y operan simulta- neamente. La mente despierta es totalmente estable, to- talmente silenciosa; no obstante, rica en el funcionamiento de todas las facultades en su mas alto nivel. De esto surgen Ja claridad y destreza en la accion. La pregunta que formula Krishnamurti, el reto que propone es: «Es esto posible?». Una de las criticas que se han hecho es que las ense- fianzas no se interesan en la sociedad y en el entorno del hombre, que Krishnamurti no exige del hombre un compro- miso con la sociedad y una accion que pueda resolver la pobreza y las desigualdades humanas, ni establece o pres- cribe disciplinas de la mente y el cuerpo. La respuesta de Krishnamurti a esta cuestién es que el hombre es totalmen- te responsable por lo externo e interno de su medio. El hombre es la sociedad. Lo que Krishnamurti reclama, por lo tanto, es una accidn que, transformando al hombre, transforme por si misma a la sociedad. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Los ejemplos no nos llevan muy lejos, pero yo diria que usted presencia la salida del Sol y le dice a su amigo: «jMira!». En eso hay un compartir, no uno que da y otro que recibe. En lugar de la palabra «compartir», usemos la pala- bra «participar». Estamos participando en la inves- tigacion de algo. En esa investigacion usted puede ser mas sulil, mas rapido que yo, pero esta dispuesto a compartir conmigo su percepcion, su «ver», No hay tal division de «usted» y «yo». Todo eso esta implicado en el participar, en el compartir. Senor, existe el participar en una experiencia? ¢Cual es el estado de su mente y de mi mente cuando estamos participando en algo? Si uno mira lo que realmente ocurre, ve que empieza a preguntar desde un pensamiento y desde la ope- raci6n del pensamiento. En cierto punto de la inves- tigacién, del mirar, hay una discontinuidad y un movimiento diferente. Vamos a investigar, a examinar el significado del compartir, del participar. En la busqueda, en la ave- riguacion, en la investigacion de algo, pregunto: ¢Cual es el estado de su mente y de mi mente cuando investigamos juntos participando en algo? gCual es el estado de su mente? ¢No es eso lo que esta tra- tando de captar? Yo empecé con una pregunta: ZQué es su ense- hanza? Usted afirma que ése es un enfoque erréneo, que no existen la ensefianza y el «ensenado», y dice que es una cuestién de compartir, de participar. ¢Estamos, entonces, investigando la naturaleza de la ensefianza? gO investigamos el estado con que 13 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. De acuerdo. No hay acuerdo. Qué le ocurre a la mente que escucha esa declaracién? Usted hace esa declara- cién, sefior. Yo la escucho y veo su tremendo sig- nificado, su plenitud. Veo eso instantaneamente. Lo veo sin hacer de ello una abstraccion, que es ideacion. Sélo veo el hecho, no mi reaccion al hecho. En la mente hay una comprensi6én y una sacudida. Eso significa que usted escucha la declaracién a través de un proceso de tiempo. Por supuesto, hay sorpresa. después la sacudida y su propia reacci6n, y finalmente la comprensi6n. Eso toma tiempo. Todo ocurre en un instante. Toma tiempo, aun cuando sean unos pocos se- gundos. gOcurre eso porque no escuchamos tan adecuada- mente como debiéramos? Usted declara que la relacion del que ensefia y el «enseniado» es totalmente erronea, que son un en- foque y un concepto totalmente equivocados. Ahora bien, gintroduzco yo en ello mi reacci6n, mi enfoque tradicional, o simplemente escucho lo que usted esta diciendo? Usted sabe, el significado etimolégico de la palabra «idea». segtin el diccionario. es «ver». Veo algo, hago de ello una abstracci6n y eso se convierte en la idea. Entonces, ,puede usted ver, comprender sin la abstracci6n, sin la ideacién? Nos parece sentir que podemos. Ensefiamos matemiaticas a nifios de 6 y 7 afios. Ellos reciben eso, pues no saben nada al respecto, Lo reciben inmediatamente, pero nosotros los adultos 17 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. pero hay una tercera alternativa: que sea dificil de ingerir. Yo siento que lo que usted dice es correcto, pero no he podido ingerirlo. ¢Puede escuchar sin todas las ondas? Esto aclara mas la declaracién anterior, porque parece que cuando uno ve sin ondas, entonces no existen ni el maestro ni el recibir. Hice esa declaracion. gQué ha ocurrido? Dice usted: «Eso es verdadero, he escuchado a otros decirlo y, por lo tanto, es asi»? gDice: «Como he de vivir una vida sin el ‘yo'»? Todo eso es una onda, es lo que gene- ralmente ocurre. gPuede, entonces, escuchar sin ninguna onda? Depende de la declaraci6n, senor. He hecho una declaracion. Ahora bien, zpueden es- cuchar esa declaracion sin ninguna onda? Pienso que ésa es la clave. Una de las claves es que nosotros realmente no sabemos qué significa escuchar. Hay un arte de escuchar. Algunos de nosotros estamos completamente en blanco con respecto a la tradicion, y tales personas son capaces de ver. He aqui un ejemplo muy bueno del no escuchar. K hizo una declaracién. ,Por qué no podemos sim- plemente escucharla? Si es valiosa, operara. Si ca- rece de valor, slo morira. gPor qué no podemos escuchar sin examinarla? gPor qué no podemos dejar que caiga dentro de nosotros? Después de todo, uno planta la semilla luego de haber preparado la tierra, y la semilla hace todo el trabajo. Tiene que ser re- gada, pero la vitalidad, la energia esta ahi en la semilla. 21 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. APA a mente dificil que es eso. Suscita el problema del conocimiento, el conocimiento que impide aprender, que impide escuchar. gEntiende lo que digo? El conocimiento no ha cambiado psicolégicamente al hombre. 2El conocimiento es un obstaculo para el escuchar? ¢Admitiria usted eso? Lo admitiria. El conocimiento impide escuchar. Permanezca dos minutos con esa declaracién. El conocimiento, gpro- ducira el cambio, la transformacién del hombre? No puedo contestar tan facilmente la segunda pre- gunta porque, si una persona no supiera nada acerca de todo esto y le escuchara a usted sin un conoci- miento previo de ello, esa persona no entenderia. ¢No podria escucharme sin ningun conocimiento en absoluto? No es que el conocimiento impida esto, sino que es una cuesti6n de madurez, de penetracién. Mire, Pupul, uno ha leido una gran cantidad de li- teratura religiosa, etcétera. Eso esta registrado en el cerebro y viene usted y hace una declaracion. eEscucho esa declaracién o escucho y comparo lo que usted esta diciendo con lo que ya conozco y, por lo tanto, no me encuentro realmente en el acto de escuchar? El acto del verdadero escuchar es totalmente distinto. ¢gEscucha usted con esa claridad? No haré una declaracion. No diré eso. Digo que, ha- biendo escuchado por veinticinco afios, cuando us- 25 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. mundo. El mundo no habia presenciado una histeria creciente que encuentra su expresién en la proliferacién de los gurues, en la astro- logia. el ritual y la magia y en todos los as- pectos de lo esotérico. No peligraba la di- mension de lo sagrado. La investigacién - 1948/1950 EN el mundo actual hay una crisis profunda en todos los niveles de la existencia humana: social, religioso, econdmico, politico, estético y cultural. En todos los campos del pen- samiento y de la accion, el hombre se siente cada vez mas inseguro. El rapido desarrollo de los medios de comuni- cacién ha conducido a una contraccion de los horizontes del hombre y de su sentido de separacién. Las culturas y las civilizaciones han sido impelidas a unirse, no en la claridad sino con una confusi6n siempre creciente de los patrones de pensamiento y accion. Las enormes presiones que ejerce el aumento explo- sivo de la poblacién estan corroyendo al hombre en todos los niveles de su existencia. Los tremendos avances en la tecnologia mecanica lo han catapultado dentro de situa- ciones que no puede afrontar ni comprender. Millones de anos luz de distancia en el espacio han sido traidos dentro del campo de la conciencia humana, desplazando su centro de gravedad desde la tierra hacia el universo. El hombre ha sondeado y descubierto millones y millones de afios de su propio pasado, revelando a su limitada vision el insondable abismo del tiempo. Mientras el hombre de ciencia anhela llegar a las estrellas y contrae milagrosamente el tiempo y el espacio teniendo en su mano la llave hacia liberaciones enormes de energia, el hombre en si mismo sigue inquieto, 30 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. gurues ni discipulos. El hombre debe despertar para si mismo. El hombre debe ‘ver’ para ser libre». Otra dificultad que actia como una barrera para la comprensi6n es el esfuerzo que el hombre hace para en- contrar soluciones inmediatas. Hay hambre, dolor, explo- tacion, crueldad... gQué respuesta tiene Krishnamurti para estos problemas? Exigir de él una solucién inmediata a estos problemas en términos de una ideologia 0 de teorias, es irse con las manos vacias. Porque Krishnamurti no tiene so- luciones faciles para ofrecer. «E] hombre est4 confundido», dice Krishnamurti, y cualquier respuesta que provenga de esa confusi6én conducira a mas confusi6n y desdicha. Todas las teorias y las soluciones generalizadas son un aplaza- miento de la accién. Los problemas del mundo, la codicia, el hambre, la guerra son los sintomas de la confusién del hombre. No el hombre como una generalizacién, una abstracci6n, sino el hombre como el «si mismo», el «yo» que vive, sufre, lucha, desea y muere. Krishnamurti dice que, sin conocer ese «yo» tal como es, no hay base para un pensamiento correcto 0 una accion correcta. «Sdlo ‘lo que es’ es lo real que puede ser transformado, no lo que uno anhela que sea. La acci6n correcta surge de la percepcién inmediata». La solucién de un problema esta dentro del problema y no lejos de él. Para Krishnamurti, el conocimiento propio es el prin- cipio de la sabiduria. Krishnamurti dice: «Lo que existe es el movimiento incesante, la negacion de la existencia, el devenir». Ahora bien, gqué implica este «lo que es» de Krishnamurti? gC6mo se conoce uno a si mismo? Qué hay que conocer ahi? gPara qué busca uno? ¢Por dénde co- menzar? Para Krishnamurti, cuanto mas complejo es el problema y mas abrumadora es la confusién, tanto mas sencillo, directo e inocente ha de ser el modo de abordarlo. El hombre no conoce el modo, asi que lo Gnico que puede 34 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. que habia una observacién del instante en que emergia el pensamiento, pero ese instante jamas podia ser asido. Los pensamientos nacian instantaneamente. Habia atencién y ningun pensamiento. Luego nuevamente la atencién y el percatarse de que habia existido un pensamiento. Era como si, en el estado de atencién, el pensamiento hubiera vaciado su contenido; luego otra vez el despertar a otro pensamiento ya pasado. Nunca era posible que el estado de alerta y el pensa- miento estuvieran juntos. La intensidad del darse cuenta determinaba la intensidad con que se vaciaba el contenido del pensamiento. Descubri que durante los momentos en que la atencion se mantenia constante y se extendia el espacio entre un pensamiento y otro. el corazon solia senur como si estuviera a punto de estallar; habia esfuerzos por respirar y darse cuenta de que, cuando no habia pensa- miento, faltaba la respiracion, y que fisicamente no era posible permanecer ni un solo instante sin pensamientos a menos que una hubiera liberado a la respiracion de su cautiverio. Vi que el pensamiento y la respiracién estaban muy estrechamente vinculados y que el mas ligero cambio en la respiracién conducia a un cambio en el pensamiento y viceversa. Descubri asimismo que, a medida que se pro- fundizaba la atencion, también se incrementaba la capaci- dad del cuerpo para permanecer con la respiraci6n en sus- penso. Al intensificarse la percepcion, descubri que la mente egocéntrica, el sentido del «yo» operando, solia cesar y un estado que se hallaba libre de la mente personal emergia como en un relampago para desaparecer cuando aparecia la mente consciente. Era el pensamiento el que, al surgir, creaba el conocimiento del intervalo. Pero aun cuando la mente estuviera asombrosamente alerta, quieta y libre de pensamientos, persistia el sentido de la existencia, de estar 38 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. o hacia. Por cuanto no hay un llegar, s6lo existe el viaje. No hay un conocimiento total de uno mismo sino, mas bien, un proceso interminable de conocimiento propio. Porque «uno mismo» es una serie infinita de momentos en flujo constante que se extienden desde un tiempo sin comienzo y se pro- yectan en un tiempo desconocido sin fin. El hombre sdélo puede interesarse en el conocimiento propio estando des- pierto en el presente, en el «ahora» de la existencia. Por eso, solamente en el conocimiento propio se produce la verdadera percepcién —la percepcién de la mente y la negaci6n de la mente— no por un acto de la voluntad sino por el «ver» mismo de que ello jamas puede ser comprendido, a menos que tenga lugar el verdadero ver. Lo que estamos presenciando en Krishnamurti es el nacimiento de una nueva energia en la conciencia humana, el emerger de una nueva dimensi6n espacial que no tiene fronteras ni contornos dentro de los que pueda echar raices y decrecer. Como el universo, es mente y energia que se expande tanto en extensi6n como en profundidad y, no obstante, es capaz de identificar el mas delicado movimiento de la mente; inmensa y profunda pero distinta de la apa- rente frialdad del universo y de la oscuridad de los abismos del tiempo, es una mente iluminada que desborda de compasi6n. Por ello, todo cuanto toca florece. En una corriente de vida que se mueve horizontal- mente, Krishnamurti es el reto de la mente vertical, libre del yo que proyecta y, en consecuencia, mas alla de toda medida. 42 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. desierto, hace cincuenta o incluso treinta afos, un gran sector de hombres y mujeres perspicaces de todo el mundo habia llegado a reconocer la verdad de su insistencia en que la regeneracién debe comenzar con el individuo, con cada uno de nosotros, antes de que pueda encontrar una efectiva expresiOn social. También que este proceso esta vitalmente relacionado con su observacién de cémo opera el cerebro. ¢~Cémo piensa uno? Conocer el modo en que el pensamiento surge y el modo en que se aquieta, resulta pertinente para la comprensi6n de nuestro medio. Por eso Krishnamurti es eminentemente apropiado para la crisis contemporanea. Krishnamurti se ha originado en la matriz de un re- nacimiento religioso, a saber, el Movimiento Teosofico. Con- cisamente, el Movimiento Teosdfico senalaba que, en un mundo donde las comunicaciones estaban limitadas a la velocidad del caballo, las culturas eran necesariamente re- gionales. Por eso, en diferentes épocas y en climas diferen- tes, las mismas verdades eternas acerca de la existencia humana y la relacién entre la vida moral y material se expresaron en distintos mensajes y formas de conducta, apropiados para la situacioén material existente entonces, pero afirmando siempre la importancia de la hermandad y la compasi6n nacidas de un sentido de santidad de toda la Vida. Sin embargo, a través de los siglos, estos credos y cultos han dividido a los hombres en facciones opuestas y en campos de batalla. En un mundo donde la ciencia ha hecho que sean indivisibles la supervivencia y el bienestar humano, deberia ser posible —ya que es esencial— que el hombre considere estos problemas religiosos en una perspectiva global totalmente nueva. Sin embargo, Krishnamurti se separé del Movimiento Teos6fico declarando que «las organizaciones y creencias religiosas son un impedimento para la iluminacién del hombre». Este debe lanzarse por si mismo al viaje del 46 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. en el coraz6n de un pimpollo cuando florece hasta su plenitud. Eso es lo que a uno le dio la fuerza para afrontar anos de lucha y de privaciones. Pero ver un mundo en el que el pobre chico o la chica nacidos en un cuchitril o en un tugurio jamas podran tener una oportunidad de desa- rrollarse fuera de su medio infrahumano, o siquiera sos- pechar que dentro de ellos estan el perfume de la bondad y la excelencia humana tanto moral como intelectual, y ver estas vidas desamparadas que nacen para vivir y morir una existencia privada de toda dignidad y dicha —para ser victimas indefensas de esta fatalidad— es una agonia que tiene un unico paralelo igualmente conmovedor: la vision de decenas de miles de hombres y mujeres que disfrutan de riqueza y que, perversamente. destruyen su propio potencial humano de benevolencia viviendo vidas irreflexivas de di- sipacion, dafinas tanto para ellos mismos como para el bienestar de la humanidad. Derrochan la riqueza y las opor- tunidades para las que han nacido, desarrollando activi- dades autodestructivas y produciendo artefactos diabélicos para destruir el bienestar y las vidas de otros seres humanos inocentes. De este modo, los que han nacido con riqueza y opor- tunidades disipan su potencial humano por el deliberado mal uso que hacen de su gran posicién de privilegio. Los que han nacido en la pobreza estan frustrados por su medio hostil de privacion material. El hombre de discernimiento ve que ni la pobreza ni la riqueza son medios para la re- dencién humana. El hombre es el tnico animal capaz de adaptarse a su medio ambiente y también de modificarlo para poder sobrevivir y prosperar. Puede moverse en el espacio exterior, vivir bajo el mar, soportar con aire acon- dicionado los rigores del calor extremo y con calefacci6n central los frios helados. Por lo tanto, no es solamente una cuestién de pobreza y/o riqueza, sino de la incapacidad del 50 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. ria para cuestionar ideas de tan enorme prestigio; sin embargo, Einstein no tenia, al hacerlo, la intenci6én de desacreditar a Newton. Antes bien. dijo que si veia mas lejos que Newton era porque estaba parado sobre los hombros de Newton. El propio Newton revelé6 una humildad similar cuando dijo que se sentia como alguien que, caminando por las riberas del océano inmenso de la verdad, habia recogido unos cuantos guijarros que parecian particularmente in- teresantes. Sin embargo, quienes lo seguian, generalmente consideraban que estos «guijarros» eran verdades absolutas. El punto esencial aqui es que, tras un largo periodo de aplicacién con éxito, el conocimiento cientifico coman de un periodo particular tiende a adquirir cierto orgullo o en- greimiento, consecuencia inseparable de la presuposicion de que ese conocimiento es una verdad absoluta. Como todas las demas presuposiciones, ésta actua de manera mayormente inconsciente. Lo que esta presuposicién hace es inclinar a las personas que la sostienen a comportarse con lo que es, en esencia, una especie de arrogancia. Pero, desde luego, a quienes estan atrapados en este proceso, lo que hacen no les parece arrogancia, sino meramente la afirmaci6n de la verdad absoluta de las ideas, hecha con una firmeza completamente adecuada a tal verdad absoluta. Es la inmensa energia del discernimiento la que puede disolver una arrogancia semejante (que constituye, posi- blemente, una de las mayores barreras mentales) y producir esa humildad verdadera que requiere la genuina racio- nalidad. DISCERNIMIENTO, IMAGINACION Y RAZON PARA recapitular lo que se ha dicho hasta aqui: el discer- nimiento es un acto de percepcién impregnado de energia y pasion muy intensas, que produce una gran claridad. Esto 67 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. labras, raices que pueden revelar un significado mas pro- fundo y universal que sigue implicito, aun cuando haya sido encubierto por el uso rutinario de las palabras generado por la tradici6n y el habito. La palabra «razon» se basa en la latina ratio, que a su vez procede de raius, participio pasado de reri, que significa «pensar». Esto se ha hecho remontar, si bien un poco especulativamente, al latin, griego e indo- europeo, con el significado de «corresponder de un modo armonioso». Con todos los significados en mente, consi- deremos la palabra «ratio». Por supuesto, podemos tener una simple «ratio» numérica como proporcién. Es bien sabido que, en los tiempos antiguos, era sumamente comun relacionar la armonia, el orden y la belleza con tales «ratios» (por ej.. en la musica y en las artes). Pero «ratio» tiene actualmente un significado mucho mas general y cualita- tivo, que puede expresarse asi: Como A esta relacionado con B, asi C esta relacionado con D. Necesita sélo una pequena reflexién ver que tal rela- cién (ratio) cualitativa impregna la totalidad de nuestro pensar. De este modo. la similitud de formas en dos perso- nas diferentes implica un vasto numero de tales relaciones, de lo cual un tipico ejemplo es: tal como el ojo derecho esta relacionado con el ojo izquierdo en una determinada per- sona, los ojos correspondientes estan relacionados de igual manera en cualquier otra persona. O bien, en una casa, uno puede empezar con una hilera de ladrillos, los que se re- lacionan para formar una pared. Si hacemos que R' re- presente la relacion entre los ladrillos de una pared, pode- mos senalar con R? las relaciones entre los ladrillos de una segunda pared perpendicular a la primera. Pero ahora podemos considerar una serie de casas similares. Tal como las «ratios» R' y R? estan relacionadas en una casa determi- nada, asi se relacionan en cualquier casa de la serie. Eviden- temente, esto constituye una relacién de relaciones, 0 una «ratio de ratios». 71 Tal nocién de una «ratio de ratios» es susceptible de un desarrollo indefinido, para dar origen a una vasta y siempre creciente totalidad de relaciones, cuyos aspectos pueden encontrarse en las matematicas, en la ciencia y en todas las areas de la vida. Esta totalidad no se limita al pensamiento y al lenguaje sino que, evidentemente, puede ser percibida de manera directa por los sentidos (por ejemplo, en filas de objetos, tales como casas y arboles). Por lo tanto, la «ratio» es un contenido que puede pasar li- bremente de la razon a los sentidos y viceversa. En realidad, la «ratio» es percibida también en las emociones. De este modo podemos decir que cierta respuesta emocional esté, o no esta, en proporcién con la real circunstancia que la provoca. Es evidente, por lo tanto, que la «ratio» en su totalidad (0 sea, la raz6n) puede ser universal, no solamente en el area del pensamiento y el lenguaje sino, de manera mas general, porque penetra todas las fases de la experien- cia. De hecho, es justamente gracias a esta universalidad de la razon que el pensamiento y su objeto pueden ser relacionados, y esto puede expresarse en la «ratio»: Tal como cualquier conjunto de elementos esta relacionado con una idea correcta, asi el conjunto correspondiente se relaciona en el objeto. Como ejemplo del modo en que la «ratio» universal se ha desarrollado en el campo de la ciencia, consideremos una vez mas el descubrimiento de Newton sobre la grativaci6n. La noci6n que los griegos antiguos tenian del cosmos im- plicaba que la «ratio» fundamental era la que existia entre diferentes grados de perfeccion. No obstante, Newton per- cibié que la «ratio» fundamental estaba en la secuencia de posiciones abarcada por un cuerpo material en instantes sucesivos de su movimiento y en las intensidades de las fuerzas soportadas por este cuerpo al experimentar estos movimientos. Esto fue formulado como una ley de movi- 72 miento. Tal ley es una expresion de la «ratio», la cual se considera tanto universal como necesaria, en el sentido de que no se suponia que cualquier otra forma de «ratio» fuera posible. Sin embargo, el ulterior desarrollo de la fisica ha de- mostrado constantemente que cada forma de necesidad es limitada y no absoluta. Por eso, como se sefialé antes, Einstein (e incluso otros después) demostré que algunas de las ideas de Newton eran solo aproximaciones, y que se necesitaban nuevas leyes que contuvieran a las de Newton como simplificaciones, como casos especiales y limitados. Por ejemplo, mientras que Newton consideraba al espacio yal tiempo como absolutamente separados e independientes el uno del otro, Einstein introdujo la nocién de una «ratio» o relacién entre espacio y tiempo. Lo que indica esta clase de desarrollo (que de hecho ocurri6é en todas las ciencias) es que no hay una forma fija y final para la totalidad de la «ratio», sino que ésta es capaz de un desarrollo indefinido. Es necesario recalcar, no obs- tante, que el germen de un desarrollo semejante es el discemimiento. Como ya se puso de manifiesto, éste es una energia que penetra muy en lo profundo, eliminando ba- rreras que son inherentes a la actividad del conocimiento aceptado hasta entonces, y liberando a la mente para que pueda operar de modos nuevos en distintas areas. Puede decirse, ademas, que la raz6n es esencialmente una per- cepcion de nuevos 6rdenes de relacion o «ratio» en el peculiar medio del pensamiento abstracto. Pero, como lo hemos senalado, aunque sus condiciones son determinadas por el medio de tal pensamiento, sus implicaciones penetran todas las otras areas de la experiencia, incluyendo la imaginaci6n, la emocion y las experiencias sensorias. La raz6n es vista asi como un movimiento fluido e 73 indiviso en el que ninguna caracteristica definible puede presumirse con seguridad que esta fija para siempre. Sin embargo, podemos abstraer cierto contenido limitado de este flujo de la raz6n y, por conveniencia, considerarlo como una estructura invariable. Cuando hacemos esto, hemos re- ducido la raz6n a una légica formal. La légica formal se basa siempre en la fijacion completa de un conjunto de pre- sunciones, hipdtesis, axiomas, etcétera, que proveen lo que se considera generalmente como una «base solida» para lo que puede calificarse como el universo del discurso. La forma légica del movimiento desde las premisas a la conclusion (equivalente al funcionamiento de una maquina) puede entonces compararse con una especie de juego que tiene lugar dentro de esta abstracci6n «simulada» de un universo. De este modo, la légica formal es, de hecho, la contraparte intelectual del reordenamiento de imagenes conocidas que se desarrolla en la fantasia imaginativa. A menudo, la légica formal puede ser (al igual que la fantasia imaginativa) tan util como necesaria. Sin embargo, si seguimos presumiendo que su estructura fija es siempre valida y, por lo tanto, una verdad absoluta, entonces ésta se convertird en una presuposicién con respecto a todo cuanto hacemos desde ese momento en adelante. Una presuposicién semejante actua para determinar la dispo- sicion general de la mente, produciendo impulsos, moti- vaciones y deseos que tienen una cualidad invariable co- trespondiente al supuesto caracter absoluto de la verdad de nuestras presunciones. Y, como se describié antes, a partir de esto se desarrolla, con respecto a nuevas percepciones, la clase de bloqueos y barreras que hemos estado discu- tiendo a lo largo de esta conferencia; evidentemente, estos bloqueos son esencialmente iguales tanto para la razon como para la imaginacién: en ambos casos. su disolucién depende del grado de penetracién que el discernimiento tenga en la mente como una totalidad. 74 EL DISCERNIMIENTO EN LA VIDA COMO ‘TOTALIDAD EN este punto, me gustaria muchisimo destacar que el dis- cernimiento no esta limitado a los grandes descubrimientos cientificos 0 a las creaciones artisticas; antes bien, es de significacién crucial en todo lo que hacemos, especialmente en los asuntos normales del vivir. Comenzaré a exponer este punto describiendo una experiencia que tuve a los once o doce anos de edad. Re- cuerdo que en esta época habia desarrollado el habito de querer ser siempre capaz de planear mis acciones de an- temano, de saber exactamente lo que podia esperar para asi sentirme completamente seguro antes de hacer efectiva cualquier cosa. Recuerdo una vez en que me encontraba con otros chicos y teniamos que cruzar un arroyo saltando de roca en roca. Yo no podia planear esto, pero empecé a seguir a los otros con gran azoramiento. De pronto, en medio del arroyo tuve un destello de discernimiento que puede ex- presarse asi: «Lo que soy es este hallarme en un estado de movimiento desde una roca a la siguiente, y en tanto no trate de planear lo que haré, puedo cruzar sin peligro, pero si trato de proceder a base de un plan semejante, me caeré». Justo en ese preciso momento en que estaba sobre la roca, hubo un cambio subito.en toda la actitud de mi cuerpo, juntamente con un cambio en todo mi pensar y sentir sobre la cuestién, el cual no sdlo eliminé inmediatamente las dificultades en el cruce del arroyo sobre las rocas, sino que también afecté toda mi vida futura en otros multiples as- pectos. Por ejemplo, desde entonces, una gran parte de mi labor ha estado dirigida, con la ayuda de este discernimiento particular, hacia la comprensién del movimiento, 0 sea, que lo fundamental es el movimiento fluido e indiviso, mientras que el mapa o «plano» del mismo en el pensamiento es una abstraccion de distintas «marcaciones» que indican ciertas 75 caracteristicas salientes del movimiento (tal como la «ratio» musical es, de manera similar, una serie de «marcaciones» que indican ciertos aspectos salientes del movimiento de la musica). Es obvio que el discernimiento afecta todas las dife- rentes funciones de la mente, fisicas, emocionales, inte- lectuales, etc., en un acto indiviso que no involucra al tiempo de ningan modo esencial. Por eso, no sélo ocurre realmente en un destello sin duraci6n sensible, sino que tampoco puede su esencia ser capturada por el pensamiento. Asi que no tiene sentido optar por tener discernimiento y entonces tratar de descubrir algunos medios para producir, como un fin, el resultado que se desea. Antes bien, la accién del discernimiento es total e inmediata. Como ya se ha destacado con anterioridad, el discer- nimiento opera de dos maneras: negativamente y positi- vamente. La operacién negativa es la eliminacién de los bloqueos y las barreras, y la operaci6n positiva es la per- cepcio6n nueva que esta accién negativa hace posible. Por ejemplo, mi bloqueo era, evidentemente, que siempre debia tener todo planeado antes de hacer cualquier cosa. El elemento decisivo en un bloqueo semejante es la «condicién del ‘siempre’» (alwaysness) que posee esta clase de reque- rimiento. Evidentemente, s6lo a veces es apropiado proceder a partir de un «plano» semejante, y por eso no tendria sentido decir que uno nunca debe planear nada de antemano (en realidad, nunca significa «siempre no», de modo que es sélo otra forma de la «condici6n del ‘siempre’»). Lo que hizo el destello de discernimiento fue eliminar el sentido del «siempre» y asi dej6 a la mente en libertad de planear 0 no planear, segun lo exigiera cada ocasion. Esto es muy sutil, porque el bloqueo no esta solo en palabras tales como «siempre» y «nunca». Mas bien, esta en 76 la totalidad del contenido asociado, especialmente en el sentido de una necesidad absoluta, que se halla implicito en todo el significado de tales palabras, Este sentido de necesidad absoluta penetrara cada movimiento y pensa- miento y todo cuanto uno hace. El punto clave aqui es entonces que la intencion, la voluntad y el deseo dependen de lo que uno sabe (ya sea esto correcto o incorrecto). Si uno sabe que algo es abso- lutamente necesario tendra, correspondientemente, una poderosa intencion de llevarlo a cabo, por equivocado que pueda ser ese conocimiento. La intencién da origen a la voluntad que, segiin el diccionario, es simplemente la de- terminaci6n y la direccién de la actividad, tanto de la fisica como de la mental. Es obvio que el contenido particular de la voluntad depende fuertemente de toda la informaci6én que guardamos, de la disposicién general de la mente implicita en nuestras presuposiciones acumuladas y demas. Todo esto acttia para incitar a la voluntad y al deseo en pos de ciertos fines 0 metas. Y si se presupone que la necesidad en ‘este contenido es absoluta, la voluntad resultante en- tonces es inconmovible e irresistible el deseo. De este modo, se pone en marcha una accién circular cerrada en si misma, la cual constituye una trampa. Porque tal conocimiento incluira no sdlo la nocién con respecto a la necesidad absoluta del contenido —que determina la direccién de la voluntad y el deseo— sino que también incluira la necesidad de mantener este contenido, sin im- portar qué nueva percepcion pudiera volverse accesible mas tarde. En realidad, es muy dificil salir de esta clase de trampa. Porque la presuposicién de necesidad absoluta opera antes de que uno pueda pensar reflexivamente. Pero cuando uno puede pensar de este modo —o sea, que debe 77 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. efecto, la mayor parte de nuestras dificultades se origina en el conocimiento, el cual es, como recordamos, una actividad total que contiene tanto lo implicito como lo explicito, tanto lo concreto como lo abstracto. Incluye el conocimiento de nuestros temores, de nuestras esperanzas, de la clase de persona que somos, etc. Este tipo de conocimiento esta habitualmente tan entrampado en nociones de necesidad absoluta y en el sentido del «siempre», que no parecemos capaces de salirnos de ello. A este respecto, recuerdo haber leido hace mucho tiempo un relato de ciencia ficcién donde un cientifico inventaba un rayo que hacia que todos perdieran la me- moria. Lo que sucedi6 fue que Hitler estaba hablando y, en medio de esto, subitamente dejé de saber que él era Hitler, mientras que las personas que estaban escuchandolo ya no supieron que eran nazis. De igual manera, un banquero stbitamente dejé de saber acerca de sus insolubles proble- mas financieros. En todo el mundo, siguié un periodo inicial de seria desorientacién. Pero la gente, al estar ahora libre de la necesidad absoluta de una amplia gama de absurdos en la estructura general del conocimiento pasado, podia enfrentarse al problema real, que era como vivir todos juntos en armonia. Y asi, se pudo comenzar otra vez a crear un mundo nuevo. Sin embargo, es evidente que no se necesita un «rayo» como el descrito para liberar a la mente de sus multiples tipos de compromisos absolutos que dan origen a la con- tradiccién, al conflicto y al desorden general en su fun- cionamiento. Lo que se necesita es, precisamente, el dis- cernimiento, el cual, sin interferir con los recuerdos in- dispensables y utiles, es capaz de disolver las ataduras de la mente a los absurdos que la mantienen prisionera de su pasado. Cuando esto tiene lugar, un ser humano es capaz de actuar de modos nuevos, no sélo en el pensamiento 79 abstracto y la imaginacion, sino también en las respuestas emocionales, en el movimiento del cuerpo, en las relaciones entre las personas y en todas las demas Areas de la vida. DISCERNIMIENTO Y VALORES LA palabra «necesario» se deriva del latin ne cesse», que significa «no ceder». Esto quiere decir que, si algo es nece- sario, no debe ceder el paso. Es evidente entonces, que una presuposicién de necesidad absoluta implica algo que nunca tiene que ceder. La dificultad con tales presuposiciones es que interfieren, de un modo extremadamente completo, con la operacién correcta de toda la nocién de necesidad. Asi, muchas cosas son necesarias, pero algunas de ellas estan en pugna una con la otra y, por esta razon, tiene que haber prioridades con respecto a qué necesidades han de prevalecer bajo distintas condiciones. Si no hay priori- dades, entonces (como en las intersecciones del transito) habra «colisiones» destructivas de necesidades. Pero si una determinada necesidad es absoluta, tiene prioridad total y, como ya se ha sefialado, no puede ceder en absoluto ante nada. Sin embargo, es obvio que cualquier forma de cono- cimiento debe ser capaz de ceder ante percepciones nuevas, o de otro modo se vuelven imposibles el pensamiento y la acci6n racional. Pero como el conocimiento de necesidad absoluta no puede ceder ante ninguna clase de percepcion, simplemente distorsionara, racionalizara y hara a un lado los hechos indeseables, de modo que, finalmente, nada es percibido si puede perturbar la estructura general de nece- sidad absoluta contenida en el conocimiento. De hecho, esto no sélo significa que la conciencia esta presa en el autoengano, sino también que es imposible entonces cual- quier sistema ordenado de prioridades. 80 Esto nos trae a la cuestion de los valores. La palabra «valores» (values) proviene de la latina «valere», que significa «ser fuerte y vigoroso» (las palabras «valiente» [valiant] y «valor» [valour] tienen la misma raiz). El valor es asi una clase de virtud, 0 sea, cierto poder de hacer algo que torne deseable o util o querido para nosotros aquello que tiene valia. Evidentemente, tenemos que establecer prioridades de acuerdo con nuestro sentido de los valores; aquello que sentimos que posee un valor superior, tendra prioridad sobre lo que posee un valor inferior. Asi, nuestros valores equivalen a un conjunto de prioridades. Necesitamos tales prioridades para poner orden en nuestras vidas, no sélo en los contextos intelectuales. sino también fisicamente, emocionalmente, socialmente y en todas las fases de nuestra existencia. El conocimiento hace, evidentemente, una contribu- cién esencial a la determinacion de nuestro sentido de los valores. Porque nos ayuda a averiguar cual es el verdadero poder o virtud de cada cosa, de modo que no necesitamos, por ejemplo, estar limitados a evaluarlo todo mediante nuestros arbitrarios y, por lo general, improcedentes ca- prichos y deseos subjetivos. Y viceversa, la clase de co- nocimiento que queremos perseguir y, en realidad, incluso la persecucion de cualquier clase de conocimiento, de- pendera de nuestra comprension acerca del posible valor (es decir, virtud) que existe en ese conocimiento. Por lo tanto, hacer una separacion entre el conocimiento y los valores no tiene sentido, excepto como una momentanea abstraccion hecha por conveniencia de la exposicién. Ambas cosas estan inseparablemente entrelazadas en un unico proceso indiviso en el cual es imposible tener lo uno sin tener lo otro. Cuando alguien trata de lograr lo que considera que es un cono- cimiento libre de valores, esto significa por lo general que ha aceptado incondicionalmente, 0 bien los valores tacitos 81 que pueden ser corrientes en la comunidad en que vive y trabaja, o aquellos valores que estan implicitos en sus fan- tasias subjetivas. Es precisamente porque el conocimiento y los valores se condicionan mutuamente de la manera descrita, que el conocimiento cuyo contenido es la necesidad absoluta hara imposible, como ya se ha sefalado, determinar de un modo ordenado y natural, qué valores tienen prioridad en cual- quier contexto dado. Por lo tanto. no se puede comprender el sentido de toda la cuesti6n de los valores. sin dilucidar qué debe hacerse con las presuposiciones de necesidad absoluta que generalmente penetran la tolalidad de nuestras vidas. Como ejemplo, podemos considerar la nocién de so- berania nacional, la cual implica que cada nacién debe fi- nalmente poner en primer lugar su propio interés como la mas alta prioridad, y que todo lo demas ocupa un lugar inferior, incluyendo no s6lo la moralidad y la ética, sino hasta la vida del individuo y, si fuera necesario, la existencia misma de la humanidad. Esto conduce a un interminable estado de caos y conflicto, sobre todo en el mundo moderno, donde todo depende claramente de la relacién entre unos y otros. Para sostener este pensamiento de soberania ab- soluta contra el hecho evidente de la mutua interdepen- dencia, tiene que haber distorsién y autoengano (por ej., los que se producen a través de la censura y la propaganda). Por otro lado, los individuos hacen esencialmente lo mismo. Cada uno pone su propio interés o bien el del grupo con el que se halla identificado —su familia, su tribu, su raza, su religion, etc.— como la mas alta prioridad. Y tiende a de- fender tal interés propio con la misma clase de deshones- tidad y autoengario que se usan generalmente para defender la soberania nacional. Es obvio que esta manera de determinar prioridades 82 esta llena de contradicciones. Claro que tal estado contra- dictorio de cosas se ha estado desarrollando durante miles de afios, si no mas. El hombre, probablemente a través de fases en su mayor parte imperceptibles, se fue deslizando hacia su condicién actual, donde su vida esta impregnada de lo que en esencia es una vasta y absurda estructura carente de sentido, la cual ullimamente domina casi toda la actividad del conocimiento humano. Es obvio, por lo tanto, que nadie en particular puede ser culpado por lo sucedido. En realidad, si uno mira dentro de si mismo, descubrira que también esta atrapado en casi la misma clase de absurdos que aprisionan a los demas. El verdadero significado de todo esto es que el cono- cimiento no conoce lo que esta haciendo en todas sus ac- tividades. Puede decirse que, en cierto modo, el conoci- miento esta a oScuras con respecto a si mismo y ha creado en gran parte esta oscuridad. Es decir, que el conocimiento de lo que «siempre es asi» y de lo «absolutamente necesario», crea en la mente presiones que distorsionan las cosas ocultandolas y esto da origen a lo que hemos llamado oscu- ridad. En esta oscuridad, la mente cae una y otra vez en la trampa del «siempre» y de la «necesidad absoluta» y trata de obtener, engafandose a si misma, un alivio para la inco- modidad y las perturbaciones que emergen de su propio modo contradictorio de operar. Todo esto contribuye a crear y sostener la actitud general de fragmentacién a la que me referi al comienzo de esta conferencia. Esta actitud ignora el hecho de que todas las cosas desembocan realmente las unas dentro de las otras. Puede ser coherente abstraerlas por un determinado lapso como si estuvieran separadas y fueran invariables, pero esta abstraccién no puede sostenerse indefinidamente. Consideremos, por ejemplo, un Arbol: a primera vista parece erguirse fijo e independiente. Pero, en realidad, crece a partir 83 de una semilla, mediante un proceso en que casi todos los materiales y la energia necesaria para hacerlo crecer, provienen de la tierra circundante, del aire, del agua y de la luz del Sol. Todas esas cosas trabajan juntas para crear un 4rbol y sostener su existencia y, con el tiempo, lo di- suelven de vuelta en algo similar a sus constituyentes originales. Por lo tanto, si uno esta considerando cualquier longitud apreciable de tiempo, no tiene sentido pensar en un arbol como en algo fijo. En la medida en que uno piensa en él como en algo fijo, también tiene que considerarlo separado. Sdlo cuando uno piensa en el proceso por el cual el 4rbol es constantemente creado, sostenido y disuelto, ve que uno puede considerarlo correctamente como algo se- parado. Desde luego, lo mismo cabe, fisica y mentalmente, para las personas asi como para las naciones. Un estudio mas detallado muestra que la materia inanimada debe ser entendida de un modo similar.‘ Esta clase de universalidad del flujo y de la mutua interdependencia es, en verdad, tan evidente después de una pequefia observaci6n y reflexién, que uno podria facilmente preguntarse por qué la huma- nidad ha tenido por lo general muy poca conciencia de ello, al menos durante el periodo registrado de la historia. Por supuesto, es obvio que tanto en el desarrollo de la tecnologia como en el ordenamiento de las relaciones sociales, la humanidad tuvo que habérselas con una cantidad siempre creciente de pormenores que, por conveniencia, debian ser tratados como si estuvieran mas 0 menos separados y fijos. A medida que la civilizaci6n fue ramificandose y volviéndose mas compleja, parece obvio también que estos pormenores habrian de requerir cada vez mas tiempo y energias. De este + Ver D. Bohm, La totalidad y el Orden Implicado, Ed. Kairos, Barcelona (1982). 84 modo, mas tarde 0 mas temprano la humanidad tenia que aproximarse a su presente estado general, en el que la expe- riencia inmediata de la realidad parece llenar casi completa- mente la conciencia con el conjunto de tales detalles, de- jando poco lugar para la percepcién de un proceso total donde todos estos pormenores son constantemente creados, sostenidos y disueltos. En esta etapa, la concentraci6n sobre los detalles ha sido llevada, evidentemente, demasiado lejos y empieza a inducir un estado de contradiccion y confusién en la ac- tividad general del conocimiento humano que se describié antes. Uno de los factores clave en toda esta contradicci6n y confusion es que cada ser humano llega a experimentarse a si mismo y a sus semejantes como esencialmente fijos y separados uno del otro, no sdlo fisicamente sino también psicologicamente.® Parece entonces que, ser una entidad fija y separada de esta clase, constituye la base misma de la existencia de cada persona. Y asi, cada aspecto del cono- cimiento es asimilado en términos de una estructura ba- sicamente fragmentaria, lo cual implica un compromiso hacia el individuo o el grupo separado como si fuera el valor supremo para la totalidad de la vida. La respuesta activa de este egocentrismo generalizado en el contenido del cono- cimiento crea bloqueos y barreras que, en realidad, tornan evidente lo incorrecto de que tal conocimiento sea distor- sionado, encubierto, desvalorizado, ignorado, etc., hasta el punto de que raramente penetra en la conciencia de la inmensa mayoria de la humanidad. Lo que se necesita para disolver tales bloqueos y barreras, es discernimiento. Pero aqui hemos de tener presente que no se trata de meros discernimientos en areas ° Ver referencia 4, Cap. 1, para una exposicion mas detallada de este punto. 85 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. que tal como sucede con la gente en general, un cientifico puede caer facilmente en el desliz de permitir que sus valores se basen en el engario de si mismo y. al hacer esto, puede ademas engafiarse suponiendo que, al menos en su trabajo cientifico, su tinico valor es la verdad objetiva. Resulta claro asi que, probablemente, las presuposiciones de necesidad absoluta que determinan los valores falsos en cualquier campo, operen a través de la mente y se extiendan a todos los otros campos. Como Krishnamurti lo ha destacado, para enfrentarse apropiadamente a este reto, uno debe ser capaz de cuestionarse a si mismo en todas las areas de su ac- tividad. En relacién con nuestros propios valores, lo principal por cuestionar es si esos valores surgen o no de presu- posiciones de necesidad absoluta. El conocimiento, como se ha destacado a lo largo de esta conferencia, depende de los valores y los valores dependen del conocimiento, pero el punto esencial es que el conocimiento y los valores tienen que estar libres de la necesidad absoluta. Como cualquiera de las caracteristicas del contenido del conocimiento, los valores pueden tener entonces una invariabilidad relativa, implicando esto que pueden ser fijos hasta nuevo aviso, pero no para siempre. Pero hacer esto realmente es un reto inmenso, no sdlo para nuestro habito de querer que las cosas importantes en la vida estén seguras para siempre, sino también porque aqui estan envueltas ciertas cuestiones sutiles y muy pro- fundas que no son en absoluto faciles de expresar con cla- ridad. Considérese, por ejemplo, lo que este modo de abordar las cosas significa para las creencias. gC6mo hemos de tener la energia y la pasién que se necesitan permanentemente para cuestionar todo lo que no tiene sentido, si no existe alguna clase de creencia en el valor final de hacer esto? 89 Ademas, para ver lo que implica esta cuesti6n, es util reparar en que la palabra creencia («belief) se basa en la del inglés antiguo «lief, que significa amar («love). Por lo tanto, en este sentido, aquello en que se cree es aquello que se ama,* que se aprecia a causa de su valor extremadamente elevado (por ej., como cuando decimos que creemos en cierta persona). Si esto fuera todo lo que esta involucrado en la nocién de creencia, ésta no presentaria entonces dificultades insu- perables. Por eso. uno podria decir que cierta clase de trabajo puede ser vista como dotada de un valor muy alto y que uno, naturalmente, aprecia este trabajo. Por lo tanto, esta dispuesto a mantenerse firme en él aun si surgieran problemas serios y a llegar muy lejos para resolver tales problemas aun si las perspectivas parecieran muy desa- lentadoras. Asi, puede haber gran pasion y energia detras de un trabajo semejante (el cual puede ser, por ejemplo, el del incesante cuestionamiento de las presuposiciones de necesidad absoluta). Sin embargo, la dificultad surge del otro significado de la palabra creencia, que es el de mantenerse firme en eso que uno desea que sea verdadero. Que este significado es realmente muy comin, puede verse considerando c6mo la gente cree a menudo en ciertas cosas porque éstas le brin- dan consuelo, un sentimiento de seguridad, un alivio a las desagradables y disociadoras reacciones mentales como, por ejemplo, la ansiedad. Esta clase de creencia llega a la presu- posicién sobre la necesidad absoluta del contenido en el que uno cree. (De otro modo, no proporcionaria consuelo y alivio.) Sin embargo, es evidente que una presuposicién * Obviamente, esta relacion elimologica y sus deducciones solo son validas para el idioma inglés y no pueden aplicarse igualmente al espanol. (N. del T.) 90 semejante no es, en modo alguno, necesaria para la verda- dera energia y pasién sino que, por el contrario, contiene justamente la clase de bloqueos y barreras que impiden respuestas creativas y originales que serian de gran valor. Es asi evidente que, si creer significa aferrarnos a una idea porque deseamos que sea verdadera. entonces esto debe llevar inevitablemente al autoenganio, el cual apunta a la gratificaci6n y al alivio del sufrimiento mental. Por otro lado, cualquier cosa que surja del amor genuino, no per- turbara de este modo la percepcién. Antes bien, al estar impregnada de real solicitud por aquello que se estima, lo hard aparecer bajo una luz de verdad con todos sus defectos y virtudes. Por lo tanto, esta claro que es perfectamente posible hallarnos constantemente dispuestos a cuestionar seriamente lo que consideramos de altisimo valor toda vez que ello muestre incongruencias u otras caracteristicas que uno sospeche que pueden carecer de sentido. En realidad, dejar de hacer esto es tan absurdo como peligroso. Si cuestionamos de este modo, entonces puede existir la energia del discernimiento que, como lo hemos visto a lo largo de esta conferencia, es decisivo para disolver bloqueos y barreras, terminar con el autoengario y abrir la mente a percepciones nuevas que puedan ser pertinentes para cada ocasion. A fin de que este discernimiento pueda operar realmente, es necesario y fundamental percibir con claridad su gran valor. Debe decirse que. al presente, no se le asigna un gran valor a ese discernimiento, ni en la sociedad en general ni en la educacién en particular. Existe, mas bien, una propension muy fuerte a favor de acumular conoci- mientos mucho mas alla del punto donde hacerlo podria tener sentido, mientras que por lo general se ignora, si no se desalienta por completo, el espiritu del incesante cuestionar que es esencial para el discernimiento. Sin duda, existe actualmente muchisima discusi6n sobre la necesidad 91 de fomentar la creatividad (por ej., en distintas clases de asignaturas), pero cuando uno examina con detenimiento lo que en verdad se hace a este respecto, ve que ello resulta ser, por regla general, un intento por desarrollar la fantasia imaginativa. En un intento semejante, hay poca o ninguna comprensi6n sobre la necesidad del discernimiento, sin el cual ni la imaginacion ni la raz6n ni cualquier otra facultad pueden ser verdaderamente creativas. De manera mas general, aun cuando se le asigne algun valor al discerni- miento, uno encuentra que esto ocurre debido a que se considera que puede ser util para hacer posibles nuevos conocimientos y no porque se perciba que el discernimiento es, en si mismo, directa y perentoriamente importante para la calidad total de la vida humana. Sin embargo, si vemos que el discernimiento tiene en si mismo un valor muy alto en el sentido recién indicado, lendremos entonces una actitud diferente hacia todo, in- cluidos, por supuesto, el conocimiento, la educaci6n y los valores. En realidad, estos ultimos seran entendidos ahora como constituyentes de un campo en el que, a través del discernimiento, la posibilidad de una percepci6n nueva y original es infinita. Y un discernimiento de esta naturaleza no necesita estar limitado a un selecto grupo especial. Antes bien, se halla abierto a cualquier ser humano si éste ve realmente que, a la larga, el discernimiento es esencial para una vida digna de ser vivida. 92 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. de la existencia contenido en la matriz de esa palabra. Cuando uno discute tal «esencia» en el contexto budista, discute tanto la existencia individual como el sentido del mundo manifestado. E] budismo no reconoce ni acepta una investigacién del «yo» separada de una investigacién en la existencia misma. Cualquier indagacion que tenga lugar con - respecto a la existencia, incluye una investigaci6n en el si mismo y en el mundo manifestado. Este contiene tanto la vida individual como la existencia. Por lo tanto, en mi con- ferencia usaré, en lugar de la palabra atman, las palabras «existencia» y «esencia». «Esencia»; esta unica palabra contiene en si lo que existe y también el conocimiento de lo que existe. La «esen- cia» se expresa en dos escuelas: una es la sashvatvadi, que es la de quienes se interesan en lo todopoderoso, en lo que todo lo penetra, en la busqueda de la permanencia y en el descubrimiento de lo infinito y permanente, de aquello que es sashvati; aqui el hombre que piensa profundamente medita sobre lo omnipenetrante y lo permanente, mientras que el hecho en la naturaleza misma de la «esencia» son la impermanencia y el flujo. La «esencia» es dinamica, es un movimiento. En el sentido budista, es considerada un flujo, algo impermanente. Se acepta la calidad omnipenetrante de su naturaleza. Para nosotros, J. Krishnamurti es compren- sible a causa de nuestra comprensi6n del concepto budista de anatha. La razén principal es ésta: sentimos que Krishna- murti no se interesa en ninguna presuncién de perma- nencia. El peso de la tradicion Vedanta y de la Sashvaivadi es tan grande en la India, que es muy dificil para aquéllos que tienen este trasfondo comprender a Krishnamurti. A pesar de ello, sentimos que nos acercamos cada vez mas a la posicion de Krishnamurti. Estoy indicando una posicion histérica, logica, un viaje l6gico dentro del budismo. Todos sabemos como el Buda se 94 embarcé en este viaje. Siddhartha era un principe, perte- necia a una familia real. Surgieron ciertas preguntas con- cernientes a su vida. El ha dicho: «Yo vivia en un estado de gran felicidad. Estaba a la busqueda de la excelencia su- prema, y en eso pasé un numero de afios». El alcanzo el «estado de Buda» (Buddhahood). ,Quién se convirtié en el Buda? La pregunta que se suscita es ésta: gSiddhartha se convirti6 en el Buda? Siddhartha el individuo e hijo de Suddhodhana dejo de ser. La entidad individual se disolvié. El mismo dice: «He abatido al constructor de la casa. He visto al creador de las ilusiones. He reconocido al cons- tructor, he visto al creador de mi individualidad. He visto eso, te he visto a ti, te he reconocido a ti, que eres el cons- tructor de mi casa de ilusiones. Por lo tanto, ya no puedes seguir manteniendo en pie esta casa. Las vigas de esta casa estan destrozadas. Nunca podran ser ensambladas nue- vamente. Siddhartha ha llegado a su fin, y lo que ha surgido es el estado de Buda. Estoy atrayendo la atencién de ustedes hacia estas palabras del Buda: «He visto al constructor, al hacedor de la gasa. Debido a que lo he visto, él ya no puede seguir creando el yo». Mas adelante explicaré lo que quiso decir el Buda. ¢éQuées este estado de Buda? Se ha dicho que Siddhar- tha se convirtié en el Buda. Hemos visto que en la disoluci6n de Siddhartha, en la pira funeraria de Siddhartha, surgié el estado de Buda. ¢gQué es este estado de Buda? Es el Sen- dero Medio, el Camino Medio. A través del Sendero Medio existe la aprehension de lo real. Este es el Sendero Medio del Buda. Es un modo de vida, un nuevo estado de percep- cin, de conciencia. En todas las situaciones de la vida, el Sendero Medio es un modo de accién, de recto comporta- miento, recta conducta y recta atencién. Se disuelven todas las formas de impureza de la mente. Asimismo, el ver y el conocer llegan a ser totales. 95 Si queremos comprender la totalidad, digamos que aquello que no es ilusi6n, es total. gPero cémo saben ustedes esto, cémo lo prueban? Puede decirse que, aquello que es «talidad», no es ilusi6n. «Talidad» es aquello que es como es. Lo que permanece en su ser es «talidad». Y lo que es «talidad» no es ilusién. Lo que no es ilusién, lo que es total, lo que es verdad, eso es lo real. gQué es esta «esencia»? Aquello que es como es, es. Esa cosa, ese objeto, esa persona, cuando es lo que es, es lo verdadero. Por ultimo, somos individuos. Tenemos los instrumen- tos de los sentidos mediante los cuales captamos el mundo. Eso es lo real. Aprehendemos los objetos perceptibles mediante los sentidos. Esto es lo real, Esta clase de realidad es la «talidad», y donde hay «talidad» no hay ilusion. Sdlo aquello que no es ilusién se vuelve lo total, sdlo eso es lo real. Este proceso de recta comprensién es el modo de percibir la realidad a través del Sendero Medio. Mediante este proceso analizamos la naturaleza de la existencia. Dentro de la dimensién de esta comprension de la existencia, se encuentra lo que ha de ser conocido, que es el mundo exterior. El cuerpo con sus sentidos y la mente es aquello que ve el proceso y su relacién con el mundo exterior sobre cuya base descansa todo conocimiento. En la perspectiva de este trasfondo esta la mente, esta el conocedor. Todos estos factores, el mundo externo de los objetos, la entidad que ve y su relaci6n con el mundo, el conocimiento y la conciencia... cuando todos estos factores y otras correlaciones se ana- lizan, uno ha definido la naturaleza de la existencia. Si ustedes desean comprender sencillamente la existencia, gde qué modo la comprenden? Si uno quiere definirla en aras de la precisi6n, puede decirse que cumple con el propésito de ser. Lo que existe, es. Sdlo la «esenciay cumple un propésito. Una silla es aquello que proporciona un asiento. Un altoparlante es lo que amplifica las voces. Por lo tanto, 96 la existencia de estas cosas depende de su uso, sin el cual no cumplen con su propésito y, en consecuencia, no puede decirse que existen. Se suscita la pregunta: Donde reside esta utilidad? Residi6 en el pasado, residira en el futuro. Es evidente que el pasado no existe en este momento. Aquello que esta en el presente tiene un uso inmediato, cumple un propésito. La existencia es lo que es ahora: por lo tanto, el pasado no existe. Explicaremos el significado de «existencia» de acuerdo con el Sendero Medio. Si hacemos una investigaci6n en su naturaleza, en su forma, encontraremos que la que ve es la entidad individual y ésta se halla relacionada con el mundo externo. Conjuntamente con ello estan el conocimiento y chitta, la mente. Por lo tanto, tomando en cuenta todo esto, la entidad, el conocimiento, el objeto externo, la relacion y chitta, 4cOmo entendemos la existencia? La existencia no crea historia. E] futuro sera. Ahora, en este instante, no hay historia. El futuro no tiene historia en este instante. Aquello que existe por si mismo, que es evidente en si mismo, es el presente. El presente es lo que da movilidad a la exis- tencia. El significado de la existencia es el «ahora», no esta en el pasado ni en el futuro. Aclaremos esto: gQué es el ser? gQué es la existencia? 2Qué es la precisién? El devenir es el movimiento de lo que no es hacia lo que es, de lo que es hacia lo que no es. Ello no fue, ello es, ello no sera. Esta es la naturaleza de la exis- tencia. gPor qué buscamos la causa? Para hacer una mar- mita, el alfarero utiliza arcilla, agua, tornos. Debido a que la marmita no existe, el alfarero retine estas cosas para hacer una forma a partir de lo que no tiene forma, de lo amorfo. Puede que ustedes encuentren esto dificil de en- tender. Pero la manifestaci6én se origina en su propia no- existencia. Todo contenido surge desde el vacio. El ser surge de su no-ser. Por lo tanto, una manera de definir la exis- 97 tencia es comprender su naturaleza; cualquier objeto se origina en una cadena causal. Entre el surgimiento de la causa y la destruccion. esta la existencia. La destruccién es no existente. Por eso no hay necesidad de una causa. Vemos, por lo tanto, que el surgimiento y la destruccién son las unicas caracteristicas del objeto. Esa es su naturaleza propia. Mas esto solo puede ocurrir en el instante, en el «ahora». Para comprender este estado. para expandirlo, debe- mos tomar en cuenta su dimensi6n mas vasta. En ese contexto, el mundo externo es la entidad, sus relaciones, el conocimiento y la mente que son los responsables de la personalidad del hombre. Cuando vemos un objeto, gcual es la accién que ello implica? Tenemos ojos, afuera esta el objeto y eso es lo que veo. Esta el ver, no hay un conocer, un reconocer; tenemos que hacer una distincién. Yo estoy viendo el altoparlante. Cuando llamo X al altoparlante, cuando deseo tener el alloparlante, no estoy viendo el al- toparlante. Cuando existe la accion del ver, no existe el objeto externo. Cuando decimos que ésa es la accion de ver desde lo interno, no lo vemos. Tenemos el recuerdo de haber visto, el recuerdo nos dice que este objeto existe como altoparlante. Por lo tanto, lo llamamos «altoparlante». Esto es cognicion, conocimiento. Antes de que hayamos hecho la afirmaci6n «éste es el altoparlante», ha terminado la accién del ver. La naturaleza del ver carece de cualidad; cuando nombro al altoparlante, entonces lo he reconocido. Veo un objeto; el objeto no me dice: «llamame altoparlante». El objeto existe en si mismo. Cuando reconozco esto como altopar- lante, me he alejado del ver. Esto es analisis a través del pensamiento. Percibir un objeto sin condicionamiento al- guno, sin el mundo conocido —ver solamente el objeto— se convierte en la quintaesencia. Cuanto tomo una decisién y adopto una actitud. ella descansa sobre la base del 98 condicionamiento. Adopto una actitud. El conocimiento de un objeto sera llamado «conocimiento» cuando haga un impacto. Yo veo, voy en busca del objeto en el mundo de la duda, del condicionamiento, de la historia y la memoria. Esto es lo que tenemos que establecer. Por lo tanto, cuando hablamos de aquello que es, se trata de percepcién, no de cognicion. Es desde la cognicién que tomamos una decisi6n, que adoptamos una actitud. Ello significa que ése es un objeto de la memoria. de la historia. Adoptamos nuestra actitud desde el pasado y decimos: «Esto es bueno, eso es malo, esto es verdad, esto es mentira». Dependemos de la tradicién, de la memoria, del pasado. Cuando veo el mundo, digo que estoy observando el mundo, por cuanto toda mi vida, mi ser, mi mente, son el depésito del pasado. Ver la esencia significa aprehender todo el mundo objetivo desde esta posicién sin dejar que el pasado interfiera. Ver sin distorsién lo que es, es el estado que el pensamiento budista ha considerado esencial para la correcta percepcion de la existencia. gQuién es, entonces, el que ve? Es una persona? {,Qué es visto? gComo se origina el que ve? Por ultimo, la persona es un punto viviente, un punto de existencia. Es un punto viviente separado. Eso que es, es pensamiento, es una reacci6n. La vida es un instante, un punto de existencia. Frente a nosotros esta un objeto. Somos conocedores de ese objeto. El conocedor, el cono- cimiento y lo conocido; estan estas tres cosas y parece como si estuvieran separadas. Yo soy el conocedor, el mundo externo es lo conocido y entre ambos esta la accion del conocimiento, gracias,a la cual reconocemos al conocedor y a lo conocido. Pensamos que nos conocemos a nosotros mismos a través de un sentido de la existencia y que, debido a esto, comprendemos el objeto en su diversidad. De hecho, s6lo existe el bindu (objeto). Y tiene una Gnica funcion. El punto es el conocedor; también esta el punto del conocer 99 y el de lo conocido. Existe sdlo un bindu que se fragmenta en tres aspectos. Esta el objeto y nosotros somos los cono- cedores del objeto. 4Cémo llega uno a ser el conocedor? Esta el objeto. Si hay un conocedor, el objeto tiene que existir. Nuestras sensaciones hacen contacto con el objeto. En ese instante existen los tres —sin el conocedor no existe lo conocido; sin el conocedor y lo conocido, no hay conocimien- to—. En el punto de existencia hay tres aspectos: aquél que es un punto viviente, el que es un objeto (bindu) y el co- nocimiento del objeto, que también es bindu. La atencion es del instante —este instante que es el instante de la mente, es también el instante del objeto—. El instante del conocedor es también ese instante de lo conocido. El instante del conocimiento es el instante del conocedor y el de lo conocido. Existe un solo instante: por una via de percepcién lo vemos como el conocedor, por otra, como lo conocido y por otra co- mo el conocimiento. Pero la vida es diferente. La mente dice que yo fui el nifio, fui el joven y soy el viejo, el anciano. gCémo es esto? El hecho es que el nifio no se convirtié en el joven, el joven no se convirtié en el anciano. Siddhartha no se convirtié en el Buda. Siddhartha terminé, nacié el Buda. La vieja existencia fue destruida, ha nacido la nueva existencia. Eso es creatividad. El Buda explica esto con un ejemplo: hay una carreta de bueyes. Esta pesadamente cargada de mercan- cias. gSobre qué se halla todo eso? gSobre qué se apoya? Las mercancias estan en la carreta; la carreta esta hecha de bambta. ¢gSe apoya el peso en el bambu? ¢Se apoya en la carreta? ¢Se apoya el peso en las ruedas circulares? El peso se apoya en ese punto de la rueda que toca el suelo. La vida existe en el kshana, el «instante». En ese ins- tante se apoya toda la tradicién del hombre, su pasado, su cultura. Por eso es que tan solo ese instante tiene realidad. Pero el hombre siente que lleva la carga del pasado y con 100 éste guia su vida y da significado a la realidad. Los budistas expresan esto con una palabra: anhelo. «Anhelo» es una pa- labra con mucha carga en el contexto budista y tiene un significado especial. Todo anhelo se apoya en la indivi- dualidad. Todas nuestras decisiones, nuestra cultura, tra- dicién, etc. se sustentan en el anhelo. El hombre no comprende que en el acto de arrojar de si toda la carga del pasado, esta la realidad, el instante de percepcion. El «yo soy» existe a causa de que el yo se ha establecido a través del anhelo. Para proteger ese «yo», se vuelven ne- cesarios «el otro» y la relacion. Cuando «yo soy», el «otro» es. Yo existo gracias al otro. Para proteger el «yo», he establecido la sociedad. El «yo» y el «otro» se apoyan ambos en el anhelo. Todas las relaciones humanas se basan en estos puntos de apoyo. A fin de producir un cambio en las relaciones entre el «yo» y la sociedad, es indispensable un andlisis y una comprensi6n del yo. La mas alta facultad que el hombre posee es la ca- pacidad de conocer. Este campo completo del conocimiento tiene su base en la memoria. Las bibliotecas estan llenas de tales libros. gEs verdadero todo el conocimiento que con- tienen estos libros? Por el mero hecho de ser conocimiento, no establece la verdad. La excelencia exige percepcion de «do que es». Este estado de percepcion de lo real tiene que ser auténtico. Donde no hay percepcién de lo real, no hay conocimiento. Del mismo modo, la totalidad de la existencia, toda la experiencia, todo el tiempo, la historia, se apoyan en ese unico punto —el instante— de la existencia. Este es el individuo. El es s6lo el instante, el ahora. Toda la historia, todo el conocimiento, todo el pasado descansan sobre el instante, pero el hombre se identifica a si mismo y crea el contexto de su existencia. (El Buda usa para esto una palabra que significa avidez, deseo.) El tiene que marcharse desechando todas estas posesiones del conocimiento. No 101 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. «Ella es» es un pensamiento; «ella no es» es la existencia. Sobre la no-existencia descansa «lo que es». En la naturaleza de cualquier objeto, «es» cuando se lo considera en una direccién, y «no es» en otra percepcién. Tal como una moneda tiene dos caras, del mismo modo «no-ser no es la naturaleza de la realidad. Por lo tanto, para entender un objeto, para comprender la existencia, uno ha de ver que su sustentaci6n es la no-existencia. La existencia fue quebrantada cuando las cualidades se disolvieron y el edificio, la estructura desapareci6. El individuo, la sociedad, el pais, no son los problemas; ahora lo es toda la humanidad. El problema es la historia de la humanidad; la accion de la humanidad tiene que ser investigada. Cuando los problemas asumen esta dimensi6n universal, cuando se han roto las fronteras de la existencia, todos los hombres, todos sus problemas son que los seres humanos viven en el dolor. Ellos no son el pro- blema, el problema es el dolor. E] mundo es dolor. Tenemos que buscar la raz6n de esto. El dolor del hombre, de la raza humana, todo eso esta incluido en ese unico problema; todo lo que nos concierne es el movimiento, la configuracién y naturaleza del dolor. Sdlo esto da origen a la compasién. Desde tiempos inmemoriales el hombre ha vivido en el dolor. El hecho es que a causa del pasado, de la memoria, del pensamiento y de la historia, el hombre arrastra la carga del dolor. De lo profundo de esta gran compasi6n surge el voto del Boddhisattva de que nacera y renacera hasta que toda la humanidad se haya liberado del dolor. Asumiendo sobre si todo el sufrimiento del hombre, hace la promesa solemne de que hasta que el ultimo hombre en la Tierra esté libre del dolor, él nacera y renacera y renacera. Este es otro aspecto de karuna; karuna tiene su origen en la sabiduria, una percepcion de «lo que es». La percepcion de «lo que es» y karuna crean juntos una nueva herramienta. Esta he- 104 tramienta esta arraigada en la esencia. La percepcion que es negacion, es esencial. Cuando existen la accion de la sabiduria y karuna, entonces samsara misma es nirvana. Desde la no-existencia él ve nirvana. Desde la existencia, él ve samsara. Nirvana no esta afuera, esta aqui. Lo nico que se necesita es ver. La sabiduria de tan gran persona nunca esta enredada en apegos, porque la existencia es el pantano del anhelo. Da nacimiento a los anhelos, pero él tiene la sabiduria de negarlos. Por eso puede permanecer sin ser afectado en absoluto por samsara. ,Renunciara entonces al mundo? No lo hara, porque esta relacionado con él a través de la compasi6n. Si alguien le dice que (samsara) la existencia es un hecho, él no puede aceptar una afirmacién semejante, que se opone a su percepcién de la impermanencia. Sin embargo, ve que todos los seres humanos viven en el dolor, y ésta es una verdad penetrante. Es el dolor de ellos, para el cual su respuesta es la compasion. El no dejara al mundo en el dolor ni quedara enredado y apegado. Esta es la expresion de su sabiduria y de su compasion. Para él, samsara es nirvana, nirvana es samsara. Cuando él ve impermanencia, experimenta nirvana; cuando ve existencia, ve el enredo de samsara y no tiene que ir a ninguna parte en busca de nirvana; esta con él en este lugar, en este momento, implicito en todo lo que existe. Todo cuanto hace falta es percepcién correcta y libertad completa de toda presunci6n. En la fuerza de lo que ve, él define la existencia. Todo lo que tiene es atenci6én y percepcién. 105 Copyrighted material aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. psicoterapéutica que han contribuido extensamente al co- nocimiento psicoanalitico. Los miembros del grupo venian, obviamente, bien fa- miliarizados con las dificultades que implica tratar de ayu- dar a otro ser humano. Desde el momento en que comenz6 la discusi6n con Krishnamurti. la atmésfera del didlogo fue intensa, profundamente seria y respetuosa. El primer tema que se presento fue: «,Cual es la raiz del temor?», Rapidamente emergi6é una util diferenciacion. Existe la preocupacién biolégica con cosas tales como in- cendios, serpientes, etcétera; algunos llamaban a eso el dominio del «miedo practico». Krishnamurti lo llamo la inteligencia de la «preservaci6n propia» y lo distinguié del miedo psicolégico. El miedo psicolégico, advirtié Krishna- murti, es causado por el pensar, y el pensar es devenir, llegar a ser. El llegar a ser, dijo, con su miedo de no llegar a ser, es la raiz de todo temor. «Si no hubiera pensamiento, no habria temor». Un psiquiatra respondié: «Si no existiera el pensar, usted no seria humano». Pero Krishnamurti impuls6 el debate hacia la consideraci6n de las posibilidades que ei hombre tenia de ser verdaderamente humano sin la jaula del pensamiento psicoldgico. Otro psiquiatra dijo: «Me preocupa el hecho de que todos pudieran llegar a liberarse demasiado del temor. El lemor es una respuesta apropiada o un punto de partida para la conciencia. La pérdida de este temor es peligrosa desde el punto de vista evolutivo». Krishnamurti respondi6: «Qué es la evolucion? gEvoluciono yo? La conciencia hu- mana ha dicho que uno debe evolucionar. Que uno debe ‘llegar a ser’. Pero el llegar a ser es temor y el no llegar a ser es tremenda inseguridad y, por eso, temor. Yo cuestiono toda la idea del yo que evoluciona. ¢Quién es el yo?». Los psicoterapeutas se concentran habitualmente 108 sobre los pensamientos, sobre el pensar de sus pacientes, sobre el ser y el llegar a ser de sus pacientes. El terapeuta trata de ayudar al paciente a que llegue a ser menos te- meroso, mds maduro, mis elficiente en la sociedad. Por lo tanto, fue casi como una conmocién para muchos de los participantes en el didlogo, considerar que el pensamiento y el llegar a ser estaban en la raiz de la enfermedad mental. Para algunos fue mas que chocante oir a Krishnamurti afirmando que, ademas del llegar a ser, el ser mismo era la mas profunda raiz del temor. El contenido de la conciencia es la conciencia. Este contenido incluye todas las imagenes de nuestro devenir, el ser al que estamos apegados. Solo en el vaciado de este contenido que es nuestra conciencia, hay un ver sin el observador, existe alguna posibilidad de amor y de libertad con respecto al miedo. Esta es la auténtica prevencion de la enfermedad mental que, basicamente, consiste en la frag- mentacion que ocurre con el ser y el llegar a ser. Un psi- quiatra resumié lo que oy6 expresar a Krishnamurti, di- ciendo: «E] momento, entonces, en que existe una percep- cién alerta y sin opciones, es de energia total. En ese mo- mento ha cesado todo proceso, ha cesado todo temor y todo eso es simultaneo». Krishnamurti estuvo de acuerdo. En- tonces el terapeuta replicé: «Naturalmente, nosotros nos preguntamos cémo lo consigue uno», En este punto, el grupo empez6 a moverse hacia un dilema central. Los psicoterapeutas —asi como todos los demas— estan acostumbrados a pensar en términos de proceso. Esto implica que uno necesita tiempo para cam- biar, tiempo para que ocurra cualquier transformacién. Un hombre, por ejemplo, sintid que la posicién de Krishnamurti con respecto a la transformacién de la conciencia parecia implicar un proceso. Se arguye que los pacientes mejoran «con el tiempo» como resultado de su participacién en el 109 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Esta pregunta también surgié de otra manera en una discusién acerca del desarrollo. un concepto que atrajo el interés de la mayoria de los terapeutas. La idea central en todas las teorias psicoanaliticas es que el nino se desarrolla en el tiempo, y que todas las enfermedades de la mente emergen como consumaciones incompletas de diversas tareas propias del proceso de desarrollo. De manera similar, el lerapeuta observa un proceso en el paciente que gra- dualmente resuelve sus temores. A medida que la terapia progresa, hay cambios, surgen en el primer plano diferentes temores y el paciente puede, de manera gradual, ampliar su vida y vivir mas «productivamente» y mas «libremente». Krishnamurti estuvo de acuerdo en que el organismo fisico mismo experimenta un desarrollo. Pero afirmé que el or- ganismo es diferente del «yo». El «yo» es un producto del pensamiento. El «yo» o «si mismo», que es el foco del trabajo terapéutico, es un aspecto del proceso de devenir y es la enfermedad. En este contexto, Krishnamurti sefialé que nosotros No actuamos en el momento. Tenemos conceptos que son conclusiones acerca del momento; estos conceptos son la base sobre la que actuamos. Pero si la acci6n ocurre ins- tanténeamente, compromete la incertidumbre y novedad del momento y termina.con el suceso, Krishnamurti cita el ejemplo de habérselas con una serpiente. No esperamos, actuamos por percepcién y nos movemos instantaéneamente. Krishnamurti pregunt6: «Puede uno estar atento sin opcién alguna? O sea, sin tener ningan concepto acerca de Dios, de la perfeccién, de la iluminacién. La palabra «idea» en griego significa ver, observar. Pero nosotros, los seres humanos, observamos,-extraemos una conclusion y ac- tuamos conforme a esta conclusién. No actuamos en el momento del ver, lo cual implica percepcion alerta». aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. claramente que no hay opcién, que hay simplemente ac- cién, podremos descubrir la libertad en la accién inmediata y sin opciones de la percepcién. Krishnamurti sefialé asi que la opcién es una funcidn del «yo» como algo separado del mundo, y que en el caracter inmediato de la accién esta el contacto directo del organismo, en la totalidad de su esencia, con la necesidad del momento. Un psicoterapeuta resumio esto cuando dijo que, segtin Krishnamurti, «el ver no incluye la opcién, es un movimiento neutral por parte de una persona, es un instante de extrema claridad». De ese modo, esta discusion cuestioné profundamente la manera como los terapeutas trabajan tradicionalmente con los pacientes. Cuestion6 toda la idea de la comunicaci6n a través del pensar como conocimiento, memoria, conceptos y teorias. gEs posible la verdadera curacion bajo tales auspicios? Si la enfermedad es el pensamiento que frag- menta al observador separandolo del instante, de la acci6n, épuede la accién que involucra al pensamiento efectuar una cura? 20 es necesario tener una comunicaci6n instantanea fuera del campo del pensamiento? Krishnamurti llev6 a los participantes a considerar si, para sanar en el campo del yo, del dolor y el conflicto, es en absoluto posible utilizar el conocimiento. Segun Krishnamurti, lo que el hombre llama amor es en realidad pensamiento como recuerdo, apego —y la pérdida de los apegos, con el sufrimiento que entonces sobreviene—. Pregunté: «Existe una compasi6n que no tenga nada que ver con la dependencia y el sufrimiento?». Krishnamurti senalo que la psicoterapia debe tener algo que ver con una relacién verdadera, con la compasi6n. El pensamiento, al dividir al sujeto del objeto, obstaculiza la percepcién directa e inmediata que hace posible una relacién semejante, y esa divisién impide la accién de lo 113 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. muchisimos pacientes que sienten que no son nada. O sea que, como usted lo sugiere. ellos se sienten vacios del «yo» y del contenido de la conciencia». Krishnamurti observ6 que el problema con tales per- sonas es que se sienten nada porque desean ser algo. Pero otro terapeuta advirtid que éste era un problema mayor que el implicado por Krishnamurti. Insistid en que este estado de sentirse «nada» era porque los pacientes tenian miedo. Era un estado anterior al sentir, experimentar o tomar con- tacto con la vida. Este médico y otros consideraban que era necesario que el paciente se moviera a través de un proceso de experimentaci6n de un «yo», de un si mismo, antes de que pudiera liberarse del «yo». Krishnamurti respondié que el primer paso es el ultimo paso y que si se hace 0 se crea un sentido del «yo», la persona ya se encuentra en un proceso erréneo. Krishnamurti siguio sefalando que ningun proceso o acumulacién de conocimiento es necesario para percibir la naturaleza del pensamiento y el devenir, o la de la formaci6n de ideales, y que el intervalo que existe entre «lo que es» y las invenciones del pensamiento, implica terminar instan- laneamente con todo eso. Indic que el pensar es el mo- vimiento para encontrar seguridad psicologica pero que, obviamente, la seguridad psicoldgica no existe. En realidad, la accion del pensar y del devenir es la inseguridad. La anica seguridad posible reside en la plena comprensi6én de que no hay seguridad psicoldgica, en el darnos cuenta de que somos nada. Eso implica el fin del «yo», del pensamiento y del devenir. Krishnamurti alirmé: «Soy absolutamente nada, no como una idea, de modo que no hay una cuesti6n de llegar a ser alguna cosa; no hay nada sino palabras, recuerdos, ideas y conclusiones en todo el ser y el llegar a ser. En la verdad esta la naday en la nada esta la seguridad completa». 115 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. decir que puedo ayudar a otro. A veces tengo estos senti- mientos y temo no poder ayudar». Krishnamurti respondi6: «No sé si uno puede ayudar a otra persona en absoluto. gPor qué se empefia uno en ayudar a otro? 4Qué es el deseo de ayudar a otro? No estoy diciendo que no hay que ayudar. Pero, qué es este deseo, el motivo, la intencién de ayudar?». Prosiguié para senalar que el estar con otro, presente en la alencion, puede ser diferente del «tratar de ayudar». Un participante dijo: «Usted esta compartiendo una clase diferente de conciencia, una conciencia holistica. Yo lamo a eso una forma superior y una forma inferior de conciencia. Las veo como dos formas diferentes, pero usted no piensa en esos términos. Creo que la conciencia tiene sus raices en los primeros anos de la vida y. por lo tanto, seria ésta una forma inferior, anterior a la separacién entre el sujeto y el objeto. Esa conciencia llegaria a ser superior en la medida en que trascendiera la division entre sujeto y objeto. Me gusta su estado de conciencia. Quisiera llegar a él, quisiera ayudar a mis pacientes para que puedan alcan- zar ese estado. gQué me recomendaria usted para ayudarme a lograrlo y para que yo pudiera ayudar a mis pacientes?». Krishnamurti: «Sefior, 4sabe usted lo que significa amar? Significa no temor, no «yo», no sufrimiento, y también una comprensién de lo que implica el placer, de lo que es el puro deleite y de lo diferente que es del placer, y asimismo significa saber qué es la belleza. Si usted no sabe qué es un amor asi, entonces se acabo...». La discusi6n prosiguié poniendo en tela de juicio el proceso analitico en el que la mayoria de los participantes estaba cotidianamente comprometida. Krishnamurti ob- serv6 que el andlisis, como pensamiento, era un andalisis de la accién. Va de una parte a Ja siguiente, pero es siempre 118 incompleto. Actuando de conclusién en conclusién, produce una perpetua fragmentaci6n y es, en si mismo, un proceso de fragmentaci6n. Todo es un movimiento del pensar. Ja- mas puede alcanzar la libertad porque sigue formando parte del pensamiento, del «ser» y del «llegar a ser». Algunos terapeutas presentes apreciaron que Krish- namurti hubiera mostrado que la tendencia del paciente a hablar de si mismo era reforzada y ayudada por el uso del pensamiento en el analisis. Muchos en el grupo estuvieron interesados en saber si existe una accion total mas alla del uiempo y del pensamiento. Los participantes encontraban perturbador considerar que, el amor y la verdad de lo que es, reside mas alla del pensar, y sentian que la percepci6n directa de la verdad de lo que es era una acci6n que podria hacer frente a la raiz del temor. en el momento inmediato del paciente. Krishnamurti sugirié finalmente que, cuando dos per- sonas que dialogan comprendian ambas que no erah algo total, ya no habia mas observador y observado, ni autori- dad, ni paciente y doctor con toda la divisi6n que eso implica —entonces lo total surge en el acto de la participacién—. Asi habria amor mas alla del pensamiento y del analisis, y actuaria la percepcién, una acci6n que llegaria hasta la raiz misma del temor. Casi todos los psicoterapeutas que asistieron a la de- liberacién de dos dias, se sintieron profundamente afectados por las discusiones. En general tuvieron gran dificultad para comprender que no es necesario el proceso, que lo que se requiere es percibir inmediatamente el desorden del pensa- miento, el «yo» sintiendo y deviniendo. Ello sacudié los ci- mientos mismos sobre los que habian trabajado y elaborado la interminable duplicidad del proceso del pensamiento, dolorosamente evidente. La discusién puso en tela de juicio 119 fundamentales premisas psicoanaliticas de crecimiento y evolucién. Lo de ser nada y vivir directamente en el instante, intrig6 e interes6 a muchos que apreciaban que el andalisis a través del pensamiento no estaba ayudando a sus pa- cientes. Varios contaron que estaban impresionados y conmovidos. Algunos confesaron que se sintieron mas tran- quilos después de conversar con Krishnamurti. Un hombre dijo: «Fue como un soplo de aire fresco». Pero fue evidente que seria necesario un didlogo ulterior para comprender cémo el proceso del pensamiento es un escape con respecto a la accion instantanea del ver. 120 Encuentros con Krishnamurti Pupul Jayakar FUE en Bombay, en enero de 1948. Hacia poco mas de cinco meses que la India habia alcanzado su independencia. Yo me hallaba en el umbral de una nueva vida y mi ingreso a la politica era inminente. Algunos afios antes habia estado muy activa en trabajos de organizacion relacionados con el bienestar social, la estructura cooperativa y las indub’trias del campo; las consecuencias de la particion me encontraron en el centro de las principales organizaciones de ayuda establecidas en Bombay. Una manana de domingo habia ido a ver a mi madre que vivia en Malabar Hill, en un viejo «bungalow» de es- tructura irregular. La encontré acompatiada por mi hermana Nandini, ambas listas para salir. Ante mi pregunta, me dijeron que iban a visilar a Krishnamurti. Mi mente se sumergio en el pasado retrocediendo hacia mediados de los anios "20, a la escuela de Varanasi donde yo era estudiante diurna. Rememoré la vision de Krishnamurti, una figura hermosa y sensible vestida de blanco: estaba sentado con las piernas cruzadas, y yo, uno de los cincuenta nifios, ponia flores delante de él. 121 Como esa mariana no tenia nada que hacer, sugeri que podia acompanar a mi madre. Nandini parecié vacilar un poco pero finalmente accedid, y asi llegamos a la casa de Ratansi Morarji en Carmichael Road, donde Krishnamurti se alojaba. Vi a Achyut Patwardhan, uno de los héroes del movimiento por la libertad, de pie en la puerta de entrada. Yo lo conocia desde 1920 y conversamos por unos mo- mentos. El salon donde aguardamos a Krishnamurti estaba vacio. Habia sillas esmeradamente talladas, pero nos senta- mos sobre el piso. Krishnamurti entré silenciosamente en la estancia y tuve una subita e intensa percepcién de lu- minosidad e inmensa belleza. Delgado y fragil, parecia mas alto de lo que era. Llen6 el salén con su presencia y por un instante me senti arrasada. No podia hacer otra cosa sino mirarlo fijamente. Nandini present6 a mi madre y luego se volvié para presentarme a mi. Nos sentamos nuevamente y mi madre comenz6 a hablar de mi padre que habia muerto unos arfios antes. Hablo de su gran amor por él y de la tremenda pérdida que ella se sentia incapaz de aceptar. Le pregunté a Krish- namurti si se encontraria con mi padre en el otro mundo. Yo descubri que para entonces la intensidad inicial de percepcion acrecentada se habia amortiguado, asi que me acomodé para escuchar lo que suponia iba a ser una respuesta consoladora de Krishnamurti. Muchas personas acongojadas debian haberlo visitado a intervalos regulares y él tenia que conocer las palabras con las cuales confor- tarlas. Subitamente dijo: «Lo siento, sefora, usted ha acudido al hombre equivocado. Yo no puedo darle el consuelo que busca». Nos quedamos un poco azoradas, pero él continuéd hablando: «Usted quiere que yo le diga que se encontrara 122 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. por la muerte de mi padre se volcé a borbotones, y hubo lagrimas y angustia insoportable. Continué, porque las palabras no habrian de terminar. Hablé de las multiples cicatrices del vivir, de la lucha por la supervivencia, de la crueldad creciente, el lento endure- cimiento, la agresi6n y la ambicion. Hablé de mi apremio interno con su exigencia de éxito. Después, el otro emba- razo, el nacimiento de la nifita, hermosa de rostro pero deforme. La angustia abrasadora y la muerte de la nina. Ocho anos de esterilidad de la mente, del coraz6n y de las entrafias, y después la muerte. Mientras hablaba descubri que, en presencia de él, el pasado oculto en las espirales de la mente, en la oscuridad del largo olvido, emergia a la luz y se revelaba a si mismo. Debido a que su presencia era como un espejo que reflejaba, estaba ausente la personalidad, el evaluador que pudiera sopesar y distorsionar. Una sola vez en la conversaci6n traté de ocultar algo. Pero él no me dejaria proseguir. En el campo de la compasién habia ahora una cualidad de inmensa fuerza, ductil, uida, inamovible como una roca. Dijo: «Yo puedo ver si usted quiere que vea. Pero no es cosa que me incumba. Solo miraré si usted desea que lo haga». Y en- tonces, las palabras que por afios me habian estado des- truyendo, se expresaron. Decirlas fue para mi un dolor inmenso, pero el escuchar de él era como el escuchar de los vientos o la vasta expansion del mar. Habia estado con Krishnaji durante dos horas, Cuando dejé la habitacién, mi cuerpo se sentia destrozado y, no obstante, una energia curativa habia fluido a través de mi. Tuve la percepcion de una nueva manera de observar, una nueva manera de escuchar sin reaccién alguna que ema- naba de él desde una vasta distancia y profundidad. Porque mientras yo hablaba o hablaba él, K parecia advertir con 127 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. su pensamiento para su propia proteccién y continuidad:; por lo tanto, el pensador esta continuamente produciendo pensamiento que se transforma y cambia». Hizo una pausa. Luego: «gEsta el pensador separado de sus pensamientos?». Hay largas pausas entre sus frases, como si esperara que sus palabras se sumergieran en lo profundo. «Elimine el pensamiento y, gdonde esta el pensador? Usted ve que el pensador no existe. Asi, cuando completa cada pensamiento —bueno 0 malo— hasta su extinci6n, lo cual es extrema- damente arduo, la mente disminuye su ritmo. Para com- prender el yo, el yo tiene que ser observado mientras opera. Ello sélo puede ocurrir cuando la mente trabaja mas despacio, y esto puede usted hacerlo tinicamente si sigue cada pensamiento, a medida que surge, hasta su termi- nacion, Vera entonces que sus condenaciones, sus deseos, sus celos, se revelaran ante una conciencia que esta vacia y completamente silenciosa». Escuchandolo por todo el mes, la mente se habia vuelto mas flexible; ya no estaba cristalizada y sélida en sus incrustaciones. Pregunté: «Pero cuando la conciencia esta lena de prejuicios, deseos, recuerdos, gcémo puede com- prender el pensamiento?». «No», contest6, «porque esta ac- tuando conscientemente sobre el pensamiento, escapando de él o confiando en él», Qued6 nuevamente callado. «Si usted sigue cada pensamiento hasta su consumacion, vera que al final de ello hay silencio. Desde ese silencio, hay una renovacion. El pensamiento que surge desde este silencio ya no tiene el deseo como su fuerza motriz; emerge desde un estado de comprensi6n, desde una percepcién alerta no obstruida por la memoria. »Pero si luego el pensamiento que asi surge no se completa, deja un residuo. Entonces no hay renovacion y la mente esta presa otra vez en una conciencia que es memoria, que esta atada por el pasado, por el ayer. Cada 129 pensamiento que sigue, entonces, es el ayer, aquello que no tiene realidad», IV ME encontré nuevamente con Krishnaji a solas. Le hablé de mi mente y de los pensamientos que me perseguian, de los momentos de quietud seguidos por explosiones de actividad frenética, de los dias en que mi mente estaba presa en el dolor de no realizarse. Me aturdian los constantes saltos de la mente hacia atras y hacia adelante. El tomé mi mano y nos sentamos en silencio. Dijo: «Usted esta agitada, gpor qué?». Yo no lo sabia y me quedé callada. «gPor qué es ambiciosa?», preguntd, «quiere ser como alguien que usted conoce y que ha avanzado mas?». Contesté: «No». Dijo: «Usted tiene un buen cerebro, un buen instru- mento que no ha sido usado correctamente. Posee un im- pulso interno que ha sido mal dirigido. gPor qué es am- biciosa? gQué es lo que desea llegar a ser? gPor qué quiere malgastar su cerebro?», «gPor qué soy ambiciosa? ;Puedo evitar ser lo que soy? Estoy atareada trabajando, realizando cosas. No podemos ser como usted». Su mirada era inquisitiva; por un rato permanecié asi, sin hablar, permitiendo que lo que yo era se revelara a si mismo. Luego dijo: «4Alguna vez ha estado sola, sin libros. sin radio? Trate de hacerlo y vea qué pasa». Enloqueceria, yo no puedo estar sola». «Inténtelo y observe. Para que la mente sea creativa, tiene que haber quietud. Una quietud profunda que sdlo puede existir cuando uno se ha enfrentado a la soledad». 130 »Usted es una mujer, y sin embargo tiene dentro de si mucho de hombre. Ha descuidado a la mujer. Mire dentro de si misma». Senti removerse algo muy hondo en mi interior, el ablandamiento de las multiples costras de insensibilidad. Y senti nuevamente la profunda, desgarradora y quemante angustia. «Usted necesita afecto, Pupul, y no lo encuentra. éPor qué extiende su escudilla de mendigo?». «No hago eso», dije. “Es una cosa que jamas he hecho. Moriria antes que pedir afecto». «Usted no lo ha pedido. Lo ha sofocado. No obstante, la escudilla de mendigo esta siempre ahi. Si su escudilla estuviese Ilena, no necesitaria extenderla. Esta ahi porque se encuentra vacia». Por un instante me miré a mi misma. Cuando nina lloraba con mucha frecuencia. Hoy no permitia que nada me lastimara. Rechazaba eso furiosamente y atacaba. El dijo: «Si usted ama, no exige nada. Entonces, si encuentra que esa persona no la ama, usted la ayudara a amar, asi sea a alguna otra persona». Me via mi misma con claridad: la amargura, la dureza. Me volvi hacia él: «Eso es demasiado horrible para mirarlo. ~Qué he hecho de mi misma?». «Crilicandose no resuelve el problema. No hay riqueza fluyendo en su interior, de otro modo no necesitaria sim- patia y afecto. Por qué no tiene esa riqueza? Véalo, esto es lo que usted es. Uno no condena a un hombre que esta en- fermo. Esta es su enfermedad. Mirela sencillamente, calma- damente, con compasi6n. Seria tonto condenarla o justi- ficarla. E] acto de condenar es otro movimiento del pasado para fortalecerse a si mismo. Mire lo que ocurre en su mente consciente. ¢Por qué es usted agresiva? 4Por qué desea ser el centro de cualquier grupo? 131 »Cuando mire la mente consciente, el inconsciente lanzaré poco a poco sus insinuaciones en los suefios e incluso en el estado de vigilia del pensamiento». Habiamos estado hablando por mas de una hora. En su presencia, se contrae el sentido que uno tiene del tiempo como duracién. Le hablé de los cambios que estaban ocurriendo en mi vida. Ya no estaba segura de mi misma ni del trabajo. Aunque los deseos y los impulsos aun surgian, no parecian tener vitalidad alguna. Le dije que me habia dado cuenta de que gran parte del trabajo que hacia se basaba en el engrandecimiento propio. Ya no me parecia posible ingresar en la vida politica. También mi vida social estaba cambiando radicalmente. Ya no podia jugar mas al poker. Habia tratado de hacerlo, pero encontré que me faltaba la iniencién de ser mas lista que los otros jugadores. En medio del juego tenia momentos de percepcioén lucida. Esta percepcion y el «bluff eran in- compatibles en el poker. Krishnaji ech6 la cabeza hacia atras y rid. Le expliqué que a veces sentia un inmenso equilibrio interno, Todo deseo, apenas surgia se disolvia en este equi- librio, se consumia a si mismo. Otras veces, me hundia en el devenir, en la realizacion personal. Sentia que mis amarras se iban soltando y estaba a la deriva. No sabia qué habia por delante. Jamas me habia sentido tan insegura de mi misma. Krishnaji dijo: «La semilla ha sido plantada, permitale que germine, déjela en barbecho por un tiempo. Esto ha sido completamente nuevo para usted. Al llegar a ello sin pre- conceptos ni nociones ni creencias, el impacto ha sido directo, y ahora la mente necesitara reposo. No la presione». Permanecimos en silencio. K dijo: «Obsérvese a si misma. Usted tiene un empuje que pocas mujeres poseen. 132 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. El universo no manifestado y el universo manifestado Una conversacién con David Bohm Conducida por Renée Weber Bohm: La conciencia se halla basicamente en el orden im- plicado, como lo esta toda Ja materia; por lo tanto, no se puede decir que la conciencia es una cosa y la materia otra, sino mas bien que la conciencia es un proceso material y se revela en cierto orden manifiesto (explicate)* tal como lo hace la materia en general. Weber. La diferenciacién entre lo que Ilamamos materia y la conciencia seria el estado de densidad 0 sutileza. Bohm: Laconciencia es, posiblemente, una forma mas sutil * Por el contexto, se deduce que la palabra inglesa “explicate” (prefijo “ex") esta en relacién con "implicate" (prefijo "im’), y que el uso que Bohm hace de esa palabra no alude a su significado habitual del diccionario, si bien podria hacerlo etimolégicamente conforme a la raiz latina: ex-plicare: des-plegar. El orden implicado (no manifiesto) tiene su contraparte en el orden “desplegado", 0 sea. manifiesto. (N. del T.) 135 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Weber. Bohm: Weber. Bohm: Asi, el pensamiento es realmente una cosa muy diminuta. Pero el pensamiento forma un mundo de su propia hechura en el que todo esta... Si. Se encapsula a si mismo y se materializa a si mismo. Se materializa e imagina que no hay nada mas que lo que él puede pensar acerca de si mismo y lo que piensa acerca de lo demas. Por lo tanto, el pensa- miento tomara ahora las palabras «o manifestado» y formara la idea de lo no manifestado; en conse- cuencia, el pensamiento piensa que lo manifestado mas lo no manifestado constituyen juntos lo total, y que este pensamiento total esta ahora un paso mas alla del pensamiento. Por consiguiente, es muy facil caer en el engafio de si mismo y, posiblemente, muchisimas personas quedaron presas en esto a través de los tiempos. La cuestién es aqui el peligro que esto implica, especialmente porque el pensa- miento imaginara que ha captado lo total. Obvia- mente, lo no manifestado de que nosotros hablamos es un no manifestado relativo. Sigue siendo una cosa, si bien una cosa sutil. Sigue siendo material y gobernada por ciertas con- diciones. Si, condiciones, etcétera. Y eso puede ayudarnos a comprender la sutileza hasta la que puede llegar la materia, pero al mismo tiempo, por sutil que la materia se vuelva, no es la base verdadera de todo ser. Recuerde que la palabra «verdad (truth), en latin verus, significa «aquello que es», y la palabra «ver- dadero» (true) en inglés significa «rectq»: honesto, exacto y recto. Podriamos decir que la conciencia puede ser honesta y exacta y recta, pero no lo es... no es «aquello que es». 137 Weber. De acuerdo. Emana de aquello que es. Bohm: Correcto, en cierto modo lo hace. Pero tenemos que ser cautelosos, porque hemos postulado implicita- mente que el pensamiento ya ha abordado aquello que es... y de ese modo uno se descubre inme- diatamente imaginando lo mas profundo, «lo que es», y al pensamiento emanando de eso, lo cual es una manera de engafiarse a si mismo. Weber. Veo eso pero, por otra parte, me pregunto si al tratar Bohm: Weber. Bohm: Weber. 138 de abordar «lo que es». no cabria decir que uno puede acariciar la posibilidad de que ello sea, pero no lo que el pensamiento piensa que es. Si, podemos considerar la posibilidad de que ello sea «lo que es», pero el pensamiento no puede asirlo, de modo que, en cierta etapa, el pensamiento ha de descartar esta cuesti6n tocante a «lo que es». Cualquier intento de asir «lo que es» nos compro- mete en un serio autoenganio que lo confunde todo. De manera que el pensamiento Liene que aprender o, de algan modo, llegar a un estado de autodisci- plina o como quiera usted Ilamarlo. gOrden? Si, orden, en el cual el pensamiento no intenta cap- tar las cuestiones que estan mas alla de sus alcan- ces, como la cuestién de «lo que es». Puede captar cualquier cuesti6n relativa condicionada o, de algun modo, condicional. Por lo tanto, aun la conciencia no manifestada, la materia no manifestada —que es allamente sutil— sigue estando dentro del area posible del pensamiento. Esto se encuentra ligeramente fuera de la posibi- lidad de autoengafio, pero por un momento quiero Weber. Bohm: Weber. Bohm: Weber. Bohm: Weber. to. Quiero decir que el pensamiento puede formular la cuestién, pero no puede ir mas lejos. Pero podemos afirmar razonablemente que tiene que existir algo mas alla de eso? No, no podemos. S6lo podemos afirmar que seria razonable decir que existe, pero no podemos afirmar mediante el pensamiento si existe 0 no. ¢éPodemos hacerlo por algtin otro medio? Bueno, ésa es la cuestién. Pero vea, por ahora es- tamos discutiendo el pensamiento. El pensamiento, al intentar hacer esto se engafa a si mismo y produce confusién. La pregunta que se suscita entonces es: 4Qué implica no usar el pensamiento? Implicaria la cesacién del pensamiento; por lo tanto, ello nos Ievaria fuera del campo de lo que estamos discutiendo. Pero podriamos decir que sdlo cuando el pensamiento estuviera realmente ausente, seria posible percibir aquello que esta mas alla del pensamiento. Cuando el pensamiento se halla pre- sente, el intento de captar lo que esta mas alla no puede operar. El pensamiento es el filtro que filtraria aquello. Si, por lo tanto, ya no seria mas aquello. El pen- samiento filtraria conforme a su medida, y su me- dida es mas bien insignificante. por lo que filtraria esta inmensa realidad o totalidad convirtiéndola en un pequeno rincon, en cierta cosa pequefiita que el pensamiento pudiera contener. El pensamiento es asi, realmente, el centinela que monta guardia haciendo imposible que algo puede operar. Pero una cosa surgi6 ayer que era pertinente para esto: la idea del no-pensamiento. Lo que usted 141 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Weber. Bohm: Weber. Bohm: Weber. Weber. 148 ciones, las religiones y los grupos, sino cada indi- viduo en familias aisladas una de otra; y en lo interno, cada individuo esta dividido en miultiples fragmentos; y esta tremenda fragmentacién da origen al caos, a la violencia, a la destrucci6n, y hay muy pocas esperanzas de que surja un orden real. Actualmente, eso esta apoyado en la vision general de que, para todas las cosas, la realidad consiste en pequenios trocitos, todos ajenos el uno al otro. ¢La visién atomistica? Atomistica. En otras palabras, eso recibe su confir- macién y su refuerzo, de modo que cuando las personas tienen esta fragmentacién y miran la ciencia, ven en ella una confirmacién de la necesidad de esta fragmentacion, y eso la fortalece. Si consi- deramos a la ciencia de este otro modo (manifiesto), decimos que esta fragmentada, pero cuando mira- mos el mundo material, vemos que estamos total- mente en desacuerdo con el mundo material. En el mundo material no hay en absoluto justificacion alguna para nuestra fragmentacién. Usted quiere decir porque ése no es el verdadero estado de cosas. No, no; vea, el verdadero estado de cosas en el mundo material es la totalidad. Si estamos frag- mentados, tenemos que culparnos de ello a nosotros mismos. ZA nuestras visiones falsas de las cosas? A nuestra vision falsa 0 a la presién que nos hace adherirnos a esta visi6n, pese a la evidencia en contrario, ¢Podria usted tratar de decir algo directamente re- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Weber. Bohm: Bohm: 156 que no se limita a esta presién, en su raiz. Decimos —si puedo usar mi lenguaje— que la presién se ori- gina probablemente en esta conciencia no manifes- tada y después se manifiesta. Y, al manifestarse, vuelve otra vez a contaminar esta conciencia no manifestada, y la contaminacioén se acumula e in- tensifica. Asi, podriamos decir que todas las pre- siones tienen basicamente un germen, la confusién. Y que el discernimiento en el germen eliminara ese germen y permitira que toda la cosa se aclare. Ahora bien, cuando eso se aclara, aun si s6lo principia a aclararse, la energia comienza a elevarse e inten- sificarse. La energia también puede ser llamada pasion. En otras palabras, son necesarias la claridad y la pasion juntas. La mente y el corazon, como se acostumbra llamar- las. Si. Se acostumbra Ilamarlas la mente y el corazé6n. Inteligencia y pasi6n, claridad y pasion. gO inteligencia y amor? Si. Pero amor en el sentido de cierta energia muy intensa, y no Solo... .. Sentimiento. Sentimiento. No, Usted se refiere al amor sin un contenido espe- cifico, sin una imagen mental. Dice que las raices de todos estos diferentes problemas que encaramos torpemente en lo manifiesto de nuestras vidas co- lidianas, no se encuentran en lo manifiesto sino en lo no manifiesto. Se encuentran en lo no manifiesto. Y a toda esa Weber. Bohm: Weber. Bohm: Weber. Bohm: Weber. Bohm: Weber. corrupci6n de lo no manifiesto —esa contaminacién que se ha acumulado a través de los tiempos— podriamos llamarla el dolor de la humanidad. No esta solamente en el individuo. Se encuentra en la conciencia no manifiesta de la humanidad. ¢Es una conciencia colectiva? Bueno, es mas que colectiva. Uno puede concebirla como colectiva, pero no es una coleccion de con- ciencias. No es aditiva. Es una unica conciencia, dijo usted. Es una, si. Por lo tanto, en ese sentido puede ser que «colectiva» no sea un buen término. ,C6mo la llamaria usted? Bueno, simplemente la conciencia no manifiesta, la conciencia universal de la humanidad. Ese dolor esta ahi. Y el dolor crea esta inmensa presion para ser mitigado, presion que, cada vez mas, lo corrompe y contamina todo. Y no obstante, la singularidad al respecto (y tal vez eso Sea lo que origina la conviccion del yo separado como algo primario y no derivado), consiste en que es el individuo el que tiene que aclarar, por asi decirlo, el campo, .impiar su propio rincon de ese campo, gverdad? Es asi. Por consiguiente, ya lo ve, esto es mucho mas sutil, porque podemos decir que, en cierto modo, el individuo tiene acceso directo a la totalidad césmica. Y, por lo tanto, es a través del individuo que la conciencia general tiene que ser esclarecida, tiene que comencar a clarificarse. éPero sdlo en el sentido de su rincén propio en esa conciencia? 157 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. eterna y absoluta no obstante (otra paradoja?) la aparente necesidad de cierto desarrollo y florecimiento; la cuestion del libre albedrio (gquién siembra la semilla?, zDios?, gel individuo mismo?, gambos?); la sugerencia de que el pro- pésito del sembrar y florecer es la compasion (las aves del aire encuentran protecci6n), pero la posibilidad de que la compasién sea también la semilla. Y mas. Tomada sin el vasto andamiaje del dogma que se ha erigido en torno de ella, esta metafora parece contener la clase de pureza y misterio esencial que se encuentra en los poemas y en otras obras de arte. La metafora parece sefialar por una parte las nieblas de nuestra dificultad misma de comprenderla y, por otra parte, la perfecta claridad con que de hecho la comprendemos. Algo similar en efecto y sentido, existe en estas metaforas de otras fuentes religiosas. De un sabio budista de la escuela Ch’an: No hay nada especial No hay nada especial acerca de lo que hago todos los dias; Permanezco sintonizado con la verdad; no rechazo nada. No me esfuerzo por nada, jamas me avengo ni disputo. ¢Por qué ven los hombres colores diferentes? La montana azul esta limpia de polvo. Los magicos poderes y los milagros Son como transportar agua y llevar una carga de lefia. Esta casi podria ser una metafora sobre el efecto de la metafora (y de la ironia). Los poderes magicos, gson ri- diculizados 0 explicados al compararselos con el transportar agua y el llevar una carga de lena? Y esto de un sabio y poeta medieval: 160 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. la forma no metaforica. Sus escritos y platicas tienen varias similitudes generales con una obra de arte: cada paso de su razonamiento revela inesperadamente y parece contener en si el concepto que esta discutiendo en ese momento, como un espejo holografico de los conceptos discutidos antes y aquéllos que todavia estan por venir. En cada paso de la exposicién, se impide a la mente (0 al menos se la invita a que no lo haga) formar una conclusién sobre la verdad de las proposiciones. El discurso parece racional, no esta ador- nado con imagenes y es diferente de un método dialéctico o del método zen que intencionalmente se afana en anular el pensamiento, en romper su orden. Antes bien, el discurso de Krishnamurti parece un tipo de investigacion que incluye al pensamiento racional como uno de sus términos, y en su misma estructura y movimiento es tanto l6gico como im- previsto al mismo tiempo. Quiza pueda uno ver esto en la siguiente muestra breve: Ver lo falso en lo verdadero A menudo hasta me sorprende que nos reunamos. {Por qué escuchamos a alguien que habla publicamente? gEs para adquirir ciertas ideas, para aprender algo? gEs meramente a causa de la curiosidad? 40 escuchamos para descubrir por nosotros mismos, en las palabras del que habla, lo que realmente somos? Es un hecho sorprendente que, por don- dequiera que uno vaya, los auditorios parecen escuchar meramente un monton de palabras, teorias y posibilidades. Y me temo que lo mismo ocurre aqui; como ustedes se sientan alli y quien les habla lo hace en el estrado, uno se sorprende ante este extrano fendmeno; y es muy extrafo, porque si supiéramos cémo mirar, como mirar el mundo con sus multiples actividades, y también supiéramos como mirar dentro de nosotros mismos, creo que nunca asistiriamos a una reunion, nunca escuchariamos a otro para aprender, porque en nosotros mismos esta escrita toda la historia del 164 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. nario! significa: «Conformidad con el hecho y la realidad hasta el maximo alcance en que estas cosas pueden ser descubiertas por la mente humana». Esta definicién positivista puede ayudarnos a ver la dificultad que existe con este concepto. Los criterios de «verdad» son reducidos al hecho y a la realidad, y es la mente humana, o sea, el pensamiento, el que determina si el nuevo hecho observado tiene la misma forma del hecho viejo. De este modo, la razon Jormal se convierte en el Juez de la verdad. Por lo general, no se alcanzan a ver las arbitrariedades que contiene este procedimiento. Goethe lo expresa muy sencillamente: «Todo hecho es ya una teoria». La definicién recién sehalada corresponde mucho mejor para «exactitud». La palabra latina para verdad es verifas, que contiene como su fundamento la palabra esse para «ser». Usaré la palabra verdad en el sentido de «lo que es; lo que es incondicionado». La palabra verdad representa, pues, lo «indefinible». Pero tal vez pueda uno tener una intuicién de la «verdad» al darse cuenta del problema de la mente en su intento de lograr mayor claridad con respecto a esta nocién inescru- table que simboliza un verdadero misterio. Consideremos juntamente las tres nociones. La nocién de «realidad» no parece presentar un pro- blema, puesto que hemos reducido su significado al pensa- miento y, por lo general. pensamos que sabemos lo que significa pensar. Después de todo, usamos el pensamiento todo el tiempo y, por lo tanto —pensamos— tenemos que saber lo que es el pensamiento. ' Dictionary of the English Language (Diccionario de la lengua in- dlesa), R.K.P. (Londres, Hong Kong). 178 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. de Juan. No esta claro qué es esa esencia. Y en la vida cotidiana no parece necesario ser claro acerca de esto. Pero entonces, gcual es el significado de una frase como «Juan piensa»? gQuién es la entidad que realiza el pensar? Es el cuerpo de Juan, su cerebro, su mente, su conciencia, su alma? gY a quién pertenece esa alma? Podemos ver de qué manera mecanica uno emplea el lenguaje. Este uso me- canico del lenguaje es un espejo de la confusién. Confusién significa «mezclar entre si cosas que no pertenecen al mismo orden», Lo que mezclamos en la presente confusion es la esencia indefinida y un objeto. La division sujeto-objeto incorporada en nuestro lenguaje y pensamiento crea un objeto, aun cuando no exista tal informacién a través de nuestros sentidos. La divisién sujeto-objeto en nuestro pensamiento crea la expectativa de una division semejante. Si parto del pensamiento de «observarme a mi mismo», la expectativa en este pensamiento creara el «mi, el «yo». jNuestros pensamientos contienen los mecanismos de la realizaci6én propia! Cada vez que emprendo la tarea de ver si existe un «yo», encuentro uno. El sujeto «yo» mira al objeto «yo». El yo» cumple con los criterios de «lo real» y «lo factual». Nos estamos preguntando si este sentimiento de una entidad claramente definida es exacto, como lo sugiere nuestro lenguaje. Si definimos los criterios para la exactitud de este sentimiento, la raz6n perceptiva debe ser ya lo bastante suspicaz como para ver que estos criterios se basan con igual raz6n en la divisién sujeto-objeto. Esto significa que estamos cuestionando todo ese en- foque a través de la razon formal, que es esencialmente la idea de objetos bien definibles juntamente con la ley de contradiccién. Y la razén formal no puede probar desde su 181 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Uno puede ver que hay realidades dentro de realidades dentro de realidades, una estructura posiblemente infinita. Cualquier realidad asi puede ser llamada un factor. Estas realidades se inducen mutuamente. Tales factores son la religion, la ciencia, la filosofia, la economia, la totalidad de las acciones y pensamientos del hombre, su sufrimiento y su felicidad. Cada persona es también un factor, asi que forma parte de un factor mayor. Algunos de estos factores pueden cambiar con relativa facilidad, mientras que el cambio de otros podria implicar sufrimiento y pena, o sea, una muy intensa falta de armonia. La terminaci6n de este sulrimiento es el comienzo de una armonia «nueva». La verdadera armonia solo puede surgir con la terminacion del «yo», un movimiento total de conocimiento propio en el que no existen ni el observador ni lo observado. En ese movi- miento intemporal, no existe la realidad. Una realidad nueva se desarrolla a partir de ese mo- vimiento, como un 4rbol se desarrolla desde la esencia de una semilla. Es importante tener una percepcion de como se genera la realidad del «yo». La inevitable separacion Sujeto-objeto conjuntamente con el concepto de lo absoluto, parecen ser suficientes para ello. Quiero destacar aqui que ninguna realidad es una mera construccion del pensamiento que el hombre esté en libertad de aceptar o rechazar. La realidad es creada por la totalidad de los pensamientos, sentimientos y actos del hombre. Sin el movimiento del conocimiento propio, éstos crean, jpor necesidad!, una realidad centrada en si misma. Esta realidad centrada en si misma es el «yo». Una conse- cuencia inmediata del «yo» es la separacion absoluta entre este «yo» y cualquier otro «yo». Esto implica conflicto, falta de armonia, destrucci6n. jTal destruccién puede ahora, con la avanzada tecnologia del hombre, adoptar la forma de destrucci6n de toda la tierra como organismo viviente! Este 187 movimiento hacia la destruccién sdlo puede ser detenido mediante el discernimiento. Entonces, el pensamiento puede funcionar como una herramienta apropiada de la inteli- gencia. La realidad es, entonces, un desplegarse de la vida, del bios y el logos, un movimiento ilimitado de conocimiento propio. La separaci6n entre vida y muerte, materia y mente, lo absoluto y lo relativo, lo condicionado y lo incondicionado puede haber sido una vez la consecuencia necesaria de una percepcion que se manifesté en una mente inmadura, como la base de una raz6n formal y el sentimiento egocéntrico. Esto originé realidades multiples y, tanto la destruccién de ellas como su renacimiento con alguna modificacién, fueron un proceso que trajo consigo gran pena y sufrimiento. Tal vez la mente pueda madurar a través de esta prueba de fuego y asi pueda percatarse de su falta de armonia. Una vez que esta percepcion y atencién estan ahi, la inteligencia puede hacerse cargo de la mente y moldearla de nuevo, convirtiéndola en un instrumento apto para su propésito, cualquiera que éste pueda ser. jTal como una cuchilla desafilada no es muy Util ni siquiera para una mano muy diestra y, por lo tanto, tiene que ser afilada mediante un proceso violento! Una vez que la hoja esta afilada, pueden hacerse separaciones muy finas, tan finas que las partes separadas sigan reflejando la totalidad. Una realidad creada por un instrumento tan refinado podria contener aun palabras y simbolos de realidades pre- sentes, pero la. sensacién. el sentido de una divisi6n ab- soluta, podria ser visto en su naturaleza destructiva y di- solverse en el acto de la percepci6n. La raz6n formal debe ser controlada por la razon perceptiva como herramienta de la inteligencia. O, mas bien, la realidad, lo factual y la verdad han de fundirse juntos en un movimiento de conocimiento propio. 188 Acerca de lo que he comprendido Sunanda Patwardhan MI interés por investigar la naturaleza de la existencia humana, su misterio y su maravilla, mi intencion de explorar la estructura de nuestra mente con sus complejos sistemas de funcionamiento comenzaron hace muchos afios, cuando conoci y escuché a Krishnamurti y reflexioné sobre lo que él decia acerca de la vida y el vivir. Desde entonces em- pezaron los pasos vacilantes en el conocimiento propio. Ello implicaba entrar en contacto con todo lo que estaba ocu- triendo dentro de mi, con mis deseos y anhelos mas vehe- mentes, con las crisis, la esperanza y la desesperacién, con la ambicion y las formas de expresi6n de la personalidad, con los conflictos y la felicidad, con el sufrimiento fisico y psiquico, con el dolor —el dolor que adviene con la muerte de alguien cercano a uno, el dolor de la propia insuficiencia, el dolor de no poder llegar a otro en su sufrimiento, de sentir la angustia que producen la ruptura de las imagenes y la muerte de las relaciones—. Miedo, soledad, placer, realiza- cién y frustraci6n, satisfaccién e insatisfaccién, todo ello habia formado parte del contenido de la conciencia. Cada dia, ya fuera durante el trabajo o en las horas de ocio, una podia ver estos diversos estados de la mente, agobiantes con 189 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. vastas luchas y logros espectaculares— es imperativamente necesario tener una nueva vision, una calidad nueva de mente, un modo diferente de percibir los acontecimientos, las cosas, las ideas y las relaciones reciprocas entre perso- nas. La crisis no es solo de la civilizacion y la cultura, sino también del individuo. La civilizacién humana esta frag- mentada en sus raices, privada de valores éticos y morales. La causa de esta fragmentaci6n y degeneracién se encuentra en la mente y el coraz6n del hombre. Ya no existe mas un sentido de lo sagrado en la relacién del hombre con el cosmos, con el medio ambiente y con sus semejantes hu- manos. ¢gComo ha de redescubrir uno la fuente de regene- racion y el sentido de extraordinaria santidad e inmensidad de ia existencia humana? ¢Cuales son las transformaciones que se requieren? gQué cambios son indispensables en la percepcion y en la conducta individual? El mundo moderno de nuestros dias se enfrenta a catastrofes, con su explosion demografica y la pobreza re- ciente en las sociedades desarrolladas, la ampliaci6n de la brecha que divide a las naciones ricas del norte de las nacio- nes pobres del sur, el militarismo y las guerras declaradas y no declaradas en diferentes partes del mundo; la meca- nizacion, la computarizaci6n y el materialismo en aumento constante. El sistema de armas con su potencial destructivo plantea amenazas de una dimensi6n hasta ahora desco- nocida para la humanidad. Jamas como en la década pre- sente y en las préximas se ha cernido sobre el mundo la posibilidad de un desastre global. Por lamentable que re- sulte, no parece haberse concentrado y reunido un movi- miento también global para detener los miltiples factores responsables de esta enfermiza condici6én humana. Krishnamurti ha estado hablando, por los ultimos cin- cuenta afios y mas, acerca de esta dificil situacién del hom- bre y ha expuesto un modo de generar una transformacion 191 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. La relacién entre los seres humanos esta muy llena de complejidades. Se basa en la dependencia, en los agravios y las mutuas expectativas, en la seguridad, el placer, el perfume de la compafiia compartida, la amistad, el aisla- miento en medio de la relacién, el temor y el siempre presente y profundamente arraigado sentimiento de insu- ficiencia. El sufrimiento humano, ya sea éste la soledad, el dolor, la muerte, la frustraciOn 0 el conflicto, constituye una gran parte de nuestra vida. Lo que uno ha de comprender es que el experimentador es la imagen propia, y que esta imagen propia cambia desde la infancia, a través de la juventud hacia la vejez, acumulando y descartando expe- riencias. Estar relacionado por medio de la imagen propia con cualquier otro ser humano es como moverse en un de- sierto arido, sometido a los vientos y antojos de sandarbha, de las circunstancias, de las necesidades y condiciona- mientos individuales. Lanzarse a un viaje para descubrir qué es estar relacionados uno con otro sin imagenes, es un experimento en una nueva forma de vivir. El problema mismo exige la capacidad de ver las imagenes, la fuente original desde la cual surgen, y de experimentar en la claridad de la percepcién, en el instante, la extincién de la imagen. Las cosas pequeiias, las llamadas pequefias cosas de la vida, también son importantes para una percepcién correcta y un equilibrio en el vivir: ser capaces de comer la comida apropiada y no guiarnos solamente por el gusto, mantener el cuerpo en buenas condiciones y no malgastarlo; y si estamos enfermos, no permitir que ello nuble nuestra sensibilidad, no permitir que el miedo, la inseguridad, arraiguen en la conciencia: observar nuestras respuestas a todos y a todo cuanto nos rodea, tener orden, buen gusto, dignidad y sencillez en el diario vivir. Todas estas acciones contribuyen a armonizar el sistema psicosomatico. 196 Fue en 1947, siendo yo una estudiante universitaria, cuando me encontré por primera vez con Krishnamurti. Es una bella presencia, rebosante de amor. Al conocerlo, al escuchar las palabras y mas alla de las palabras, senti una gran urgencia por cambiar. Fue mi primer contacto con lo sagrado. con la inmensidad: fue una afirmacion de vida, un reconocimiento no verbal, no articulado, de que existe otra dimensién de la mente que es energia infinita y amor. gPodia uno buscarla, alcanzarla y permanecer en ella? Con la pre- gunta comienza la busqueda de la verdad acerca de uno mismo y de la realidad. Dar con una nueva longitud de onda en la relacién con nuestros semejantes, con la naturaleza, y dar con aquello que es sagrado depende de la apertura a una percepci6n nueva no basada en el orden sensorio y en la formacién de las imagenes que son los constituyentes de la conciencia. ¢Como ocurre esto? Krishnamurti dice: La estructura en la que la conciencia existe y tiene su ser es su condicionamiento; estar atento sin preferencia alguna aeste condicionamiento y negarlo totalmente, es estar solo. Esta soledad [aloneness] no es la soledad del aislamiento [loneliness], no implica encerrarse en la ocupacién consigo mismo. Esta soledad no es retirarse de la vida; por el con- trario, es la total libertad con respecto al conflicto y al dolor, al miedo y a la muerte. Esta soledad es la mutacién de la conciencia, la transformacién completa de lo que ha sido. Esta soledad es vacio, no es el estado positivo de ser 0 no ser. Es vacio; en el fuego del vacio la mente se rejuvenece, se vuelve fresca e inocente. Es sdlo la inocencia la que puede recibir lo intemporal, lo nuevo que esta destruyéndose siem- pre a si mismo. 197 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. barrera para la comunicaciOn, para el escuchar, para un estado alerta de observacion. Ver es también escuchar. El sonido de las olas es simulténeo con su imagen cuando interviene el conoci- miento, pero cuando no hay focalizacion en un punto o dos, entonces existe un escuchar extendido que también abarca el ver y el percibir los olores en torno. La percepcion alerta respecto de un abatimiento o de un mal humor, cuando se condensa desde las tinieblas del inconsciente, disuelve el mal humor, el estado de animo. El sentimiento de soledad se disuelve cuando uno escucha extensivamente, delica- damente, sin esfuerzos ni tensiones internas. Sentado tran- quilamente a la orilla del mar, uno escucha: el viento canta, los pajaros emiten tonos melodiosos, las olas retroceden y avanzan con quebrantadora, estrepitosa continuidad; los truenos y los relampagos cruzan el cielo como olas y lineas de luz. Por lo general, todo esto es experimentado en frag- mentos, pero en el campo mas amplio de la percepcion alerta, el movimiento como ruido llega a su fin. Todos los asi llamados sonidos y ruidos se funden en las entrafas del silencio. Tales instantes de silencio son esenciales para la cordura. En ellos el tiempo se inmoviliza, la corriente se detiene. Estos bloques de silencio son purificadores. Es necesario captar la fuerza del deseo que hay tras el impulso de experimentar estados trascendentales y alte- rados de conciencia. No es extrafio que personas sensitivas pasen por estados de conciencia alterados y diferentes de paz interior, de agudizada percepcion de los colores, de la luz y de otras experiencias fisicas. Sin embargo, no debemos identificarnos con tales estados ni detenernos en ellos: hemos de comprender al conocedor con su profundamente incrustada urgencia temporal de continuidad a través de Mayores experiencias. Estos estados también pueden for- mar parte de bruscas elevaciones del nivel de la conciencia, 199 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Indice Prefacio 7 Pupul Jayakar y Sunanda Patwardhan La Ensefianza 11 Discusién de un pequefo grupo con Krishnaji, en Varanasi, 19 de noviembre de 1974. : Krishnamurti y el Conocimiento Propio 29 Una investigacién personal, 1950. La investiga- ci6n - 1948/1950. Pupul Jayakar La Pertinencia de Krishnamurti 43 Achyut Patwardhan Discernimiento, Conocimiento, Ciencia y Valores Humanos 55 Introducci6n. El conocimiento como un proceso indi- viso en el movimiento fluente de la vida. El discerni- - miento y la crisis actual en los valores humanos. El discernimiento en la ciencia. Discernimiento, imagina- cién y razon. El discernimiento en la vida como tota- lidad. Discernimiento y valores. La educacién y el valor del discernimiento. David Bohm El Budismo y el Conocimiento Propio 93 Jagannath U; hyaya Krishnamurti y los Psicoterapeutas 107 David Shainberg M.D. Encuentros con Krishnamurti __121 Pupul Jayakar El Universo no Manifestado y_ el Universo Manifestado 135 Una conversacién con David Bohm conducida por Renée Weber La Metafora, la Religion y la Posibilidad de la Metafora en el Discurso no Metaférico 159 No hay nada especial. Luz. Ver lo falso en lo verda- dero. John Briggs Carta a J. Krishnamurti 169 Ravi Ravindra La Realidad, lo Factual y la Verdad 177 Fritz Wilhelm Acerca de lo que he Comprendido 189 . Sunanda Patwardhan Krishnamurti y la Educacioén 207 Charla para los maestros Educacion, Discernimiento y Realidad 217 G. Narayan Krishnamurti, Educacién y Estructura 227 Ahalya Chari a Acerca de Brockwood Park 235 Dorothy Simmons Acerca de la Escuela de El Robledal 241 Mark Lee Una Entrevista con Krishnamurti 249 Conducida por Renée Weber Entre los buceadores lucidos y profun- dos de la Verdad, J. Krishnamurti se distingue por sus dotes excepcionales. Su vida fue riquisima en experiencia y reflexion, y ni un solo instante dejo de’ brillar con luz muy propia. DENTRO DE LA MENTE toma al lector como selecto destinatario de observaciones riguro- sas, tendientes a ensefiar a vivir, pen- sar y comportarse mejor.

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