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Primera edicién, Seyunda edicign refundi fegunda reimpresion, D.R. © 1958, Fonvo ne Cu D.R.© 1908, Fonte oe Gi 1958 ida yaumentada, 1971 1995 vLTURa Econenica UTURA Econo, S.A. eG ¥. (Carretera PicachosAjusco 227; 14200 Menleo, DB HN gegyerzenx ISBN 968-1617 Impreso en Mexico (Oba Completa (Tomo I) le INTRODUCCION “La Patapaa es reciente pero lo que nombra_es an- " decia Bacon a propésito del iérmino-ensayo. Tan antiguo que pueden reconocerse esbozos ensa. yisticos en libros orientales y del Antigua Testamen- io y en varios textos griegos y latinos? Sin embargo, el ensayo aislado, con su propio nombre y no mez. lado ya entre meditaciones religiosas 0 filosoficas, narraciones histéricas o preceptivas literarias, apa. recerd plenamente y con todos sus matices y’ posi bilidades en los Ensayos de Montaigne cuya prim version es de 1580. Entre tantos pasajes en que Montaigne reflexiona sobre Ja naturaleza de sus propios escritos, uno me parece singularmente ilustrativo ya que define no sélo el animo peculiar de que nace el ensayo sino también la mayor parte de sus caracteristicas, 2 The word is late, but the thing is ancient." Bacon, Essays, Dedication to Prince Henry, 1612. Tor clemplo.cn Los proverbies, La sabldurla y Bt ecle sidstco del ‘Antiguo Testamento; en las sentencia® de Con fucio y ‘en las ‘enselanzas de’ Laotee; en varios texts griegos y singularmente en los Memorabilia de Tenofonte, Ins Vidas paraletas de Pistareo, los Didlogos de Plata, le Poutiea de Avisibtcles y los Caracteres de Teofrastos. ¥” ea pasajes del Are posttea de Horacio, las Instituciones. orate Flas de Quiitiiano, las eartas de Plinio el joven, Loe offios Ge! cicerén, Tos: Solilaquias de Marco Aurelio —acaso, junto on los Tratados. morales de Séneca, los dos libros de la sntigtledad que maz cabalmente merecen considerarse nea yos—, las Confesiones de San Agustin y la Consolacion de Ia iitesofa ae EL juiclo —dice Montaigne— es un instrumento ‘necesario ent el examen de toda clase de-asuntos, por es0 yo lo ejercito en toda ocasién en estos Ensayos. ‘Si se trata de tna materia que n0 en fiendo, con mayor razin me sirvo de €, sondeando el vado de muy lejos; luego, si lo encuentro de- Iasiado profundo para mis sleances, me detengo en la orilla, El convencimiento de no. poder it ris alld es un signo del valor del ju‘cio, v de los de mayor consideracion. “A veces imagino dar cuerpo a tin asunto baladi e insignificante, bus canido en qué apoyarlo y"consolidario; otras, mis refletiones pasan a un asunto noble y diseutido en ‘que nada nuevo puede hallarse, puesto que el ca: ino esta tan trillado que no hay mds recurso ‘que seguir Ia pista que otros Tecorrioron. En los Brimeros el juieo se encuentra como asus anchas, escoge el camino que mejor se le anioja, y entre mil senderos decide que. éste 0 aguél’ son los ‘mis convenientes. Eljjo al azar el primer argu mento. Todos parst mi sonigualmerte buenos y rnunca me propongo agotarlos, porque @ ninguno contemplo ‘por entero: no declaran otro tanto quienes nos. prometen tratar todos los aspectos de las cosas. ‘De cion miembros y rostros que tie he cada cosa, escojo uno, ya para acariciatlo, Ya para desflorarlo y a veces para penetrar hasta el hhusso, Reflexiond sobre las cosas, no. con ampli tud sino con toda In. profundidad de que soy ‘capa ¥ las mds de Tas Veces mie ghsta exninarlag Por si aspecto mas inusitado, Atreverfame a ta tar a fondo alguna materia si me cenociera me nos y me engafiara sobre mi impoteneia. Soltando gut una frase, allé otra, como partes. separadas et conjunto, desviadas, ‘sin designio ni plan, no se espera de'mf que lo haga bien ni que me con. centre en m{ mismo. Varlo cuando me place ¥ me entrego a la duda y ala incertidumbre, y a mil manera habitual que es 1a ignorancia? signe, Ensayos, Lib. 1, Cap. 1, "De Demécrito Sigo la traduccién de Constsatino Romany So- Los rasgos petuliares del ensayo que, explicita: mente declara Montaigne ef este pasaje pueden reducirse a falta_voluntaria de profundidad en el examen_de los asiintos; método_caprichoso ¥ diva. ¢ gante, y preferencia_por los _aspéctos inusitados de las cosas. Recordemos que Bacon, eh sus Ensayos ~ PilBlicados poco desptiés que los de Montaigne (1597), definirfa el géneto naciente como dispersed meditations. Pero ademas de estos rasgos.expli citos existen, tanto en los ensayos de Montaigne como en los de Bacon, otros implicitos que acaban de conformar las caracteristicas del nuevo género. Los_nuevos_tasgos son: exposicidn_discursiva, en iu extensidn, muy variable, puede oscilar Sola_vez; finalmente, es un producto tipico de la | mentalidad indi rea el Renacitiiento / y_que. 0 -Barck: | hardi— “un miltiple conocimiento de lo individual en_todos_sus_matices_y_gradaciones”* en forma | de-descripciones_espirituales, biografias y_desctip- ‘ones externas del ser humano y-de.escenas anima-| vidi mis concisa y exacia que corte & propésito del ensayo es “literatura de ideas”? En efecto, el ensayo e$ un género hifbrido en cuanto Jamero (Garner, Pars, 1912), aunque retocada y ajustada i texto orginal £ Bacon, idem. 6 Sin embargo, los poctas ingleses Dryden y Pobe eserbie ron auténticss ensayos en verso sobre temas preceptivos y elicon as ectamorfonls de Ta planas de. Goethe ee también un ensayo en verso ‘Jacob Burckhardt, La cultura det Renacimiento en Ita. tin, Trad, de Ramén de la Sema, Editorial Losada, Buenos Afes, 1982, pp, 2303s. Tkaviet Villaurutia tamé al ensayo “producto equidi- tanto. del perioinmo y del siseria,Gloséfico": Testos 9 Dretextas, ta Casa de Espafa en Mexico, 190, p. 18, 9 Participan en ¢I elementos de dos categorias dife- Tentes. Por una parte es didactico y logico en la exposicién de las nociones o ideas; pero, ademés, por su flexibilidad efusiva, por su libertad ideolé. gica y formal, en suma, por su calidad subjetiva, suele tener también un relieve literario. De acuerdo con Jos esquemas y denominaciones esiablecidos por. Alfonso Reyes en El deslinde, el ensayo seria una forma de expresién Zancilay, es decir, que ena) hay un intercambio_fe-servicios entre Ja literatura ¥ otfas disciplinas del_pensamiento escrito. Par su forma o ejecucién verbal, puede tener una dim sién estética en la calidad de su estilo, pero requi re, al mismo tiempo, una dimensién I6gica, no literaria, en la exposicién de sus temas. Por su ma. teria significada, puede referirse a temas propia. mente literarios, como son los de ficcién, pero, en Ja mayorfa de los casos, se ocupa de asuntos propios de otras disciplinas: historia, ciencia, ste. Es pues, ante todo, una peculiar forma de comunicacién cor. dial de ideas en la cual éstas abandonan toda pre- tensién de impersonalidad e imparcialidad para adoptar resueltamente las ventajas y las limitacio- . nes de su personalidad y su parcialidad. En los O/ ©__, ensayos mas puros y caracteristicos cualquigF t ©"asunto se convierte en problema intimo, indivi. dual; se penetra de resonancias humaras, se anima @ menudo con un toque humoristico o cierta co. yueterfa intelectual y, renunciando cuando es posi. Ble a la falacia de ia objetividad y de la seriedad Gidactica y a la exposicién exhaustiva, entra de leno en unYhistoricismo” y se presenta como testimo. nio, como voto personal y provisional. Sin embar- 40, hasta el juego mental mds divagante y caprichoso. Tequiere, en mayor 0 menor grado, de algtn rigor 8 Alfonsy Reyes, El destinde, Prolegsmencs a la teorta ‘iteraria, BI Colegio de México, México, 1944, pr, 3038 10 expositivo; y justamente, en la variada dosificacién de estos dos elementos 4 originalidad_en.los modos y-formas.del_pensamiento y2sistematizaciOn_légica, radican los diferentes tipos de ensayo. A la linea subjetiva, libre y caprichosa dal ensayo que nace en Montaigne, emigra a Inglaterra con los ensayos periodisticos de Adisson y Steele, florece con Lamb, Hazlitt y Stevenson y vuelve a Francia con Gide y Alain, pronto se opone otra, expositiva, orginica impersonal, cuyos origenes pueden fijarse en Bacon. A esta ultima, cuyo mayor apogeo ocurre en los siglos xv y ‘1x, pertenecen las elaboradas y ex- tensas disquisiciones dieciochescas —como el Ensa- 30 sobre las costumbres y el espiritu de las naciones (1756) de Voltaire 0 el Ensayo politico sobre el reino de Ia Nueva Espafia (1811) de Humboldt—, y en el siglo del romanticismo, los macizos ensayos criti £05, filos6ficos 0 histéricos de Macaulay, Emerson, Thiers, Saint-Victor, Brunetidre y Menéndez Pelayo, s idad_y amplitud en Ia acepcién de esta "literatura de ideas” ha determinado que, en el curso. dest se_ramifique en va las Cules no designan iversas funciones del espiritu ni formas determi. nadas del pencamiento escrito, sino en gencral sit Fle estratificacones de Ta pros no narrativa gue siguen leyes vagamente convencionales se acercan vse alejan en distintos grades. de la literatura’ o del tratado didéctico. El articulo, por ejemplo? nace y_permanece ligad6-al-petiodismo; es por lo comin mAs breve que el ensayo, su tema ° En esta clasificacién sigo parcialmente a Medardo Vi Del ensayo americano, Tierra endmiea, Méxic, I948, pp. 47 se mediato 0 “de actualidad”, y su nivel de estilo, "periodistico”. EI estudio ‘erttico “es trabajo de éxamen frio, de indispensable erudicién y de mé tod severo", aunque existan también ensayos-ri- ticos. En la monografia la intencién es cabalmente diddctica y se aplica sobre un tema preciso con pro. sitos exhaustivos; pero —segiin observa Medardo Vitier= "el propio“asunto da de si ensayo si la actitud det autor es contemplativa, sin mengua los materiales cientificos que le interese manejar La orltica literaria, artistica, histérica, filoséfica o elentifica_es, en general, una funcién del espiritu por la que éste se enfrenia con diferentes propési- tos, aleances y rigor, a los productos culsurales. A st vez! puede elegir entré Ta amplia gama de formas que van desde la incidental opinién impresionista hasta la monografia, pero la critica ingresa en el campo del ensayo cuando, cualquiera que sea su indole, tiene ademas esas cualidades de flexibilidad y Hbertad formal e ideolégica, el acento subjetivo y ia naturaleza interpretativa que distinguen al ensa- yo. Bl tratado, en fin, queda situado en el extremo puesto al breve articulo o a la divagacion ensayis- tea; es el estudio completo, arquitecturado y rigu fo que pretendeentregar toda Ia sabiduria exis- dente sobre unt tema; un géneto q 8 iuestro tlempo ha hecho cast desaparecer. Mezcldnndose, confundidndose o apartéadose de es- tae formas afines vive en cl pensamicnto moderno este cuerpo fluido que es el ensayo, Desentendién- dopos del hecho de que se encuentra o no en su improbable pureza, el ensayo, por otra parte, se Besenta con mayor frecuencia en Tag siguientes mo- datidades 20 46 Sigo ef cuadro de tipo ensayisticos que epliqué Inia. mente a las nsayos de Alfonso ‘Reyes en mal estudio. ‘obra de Alfonso Reyes" publieado en Cuadernos Americanos, México, enero-febrero 1952. Angel del Rio y MJ, Benardete, 2 1, Ensayo_como_género de creacién literaria, Es 1 forma mds noble e ilustre del ensayo, a la vez invencién, teoria y poema, Pueden ilustrarlo, den- iro de Ia produccién mexicana moderna, Patinodia del potvo de Alfonso Reyes, Novedad de la patria de Ramén Lépez Velarde o Pintura sin mancha de Xa- vier Villaurrutia 2. Ensayo breve, poemético. Semejante al ante- rior aunque mis. breve y_ menos articulado; a la manera de apuntes liricds, filosoficos 0 de simple observacién curiosa. Memorables ejemplos, los en- sayos breves de Julio Torri, los ensayos-epigramas de Carlos Diaz Duféo Jr. y Obra maestra de Ramén Lépez Velarde. 3. Ensayia_de_fantasia,ingenio_o_divagacién, de ciara estirpe inglesa. Exige frescura graciosa e inge- no, o ese arte sutil de la divagacién cordial y honda sin que se pierda a fluidez y la aparente ligereza, como en Matricula 89 de Alfonso Reyes, Tristeza de José Vasconcelos 0 De las ventajas de no estar a la moda de Salvader Novo, A. Ensayodiscurso..u_oracién.(doctrinario). Ex: presion de los mensajes culturales y civilizadores. Formalmente oscila entre la oratoria del discurso y la disertacién académica, pero lo liga al. propia. iiiente llamado ensayo la meditacién y la interpre- tacién de las realidades materiales © espirituales. Por ejemplo, el magno Discurso en la inauiguracion de Ia Universidad Nacional de Justo Sierra, Los cuatro poetas modernos de Antonio Caso, las Medi- taciones sobre México de Jesis Silva Herzog, la homilia de Alfonso Caso en ‘defensa del indio mexi- en Ia introduccién a El concepio contempordnao de Espafa Antolopia, de ensayns (1695981) (editorial Losada, Buenos ‘res, 946, pp. 3132), proponen una clasficacion de los fensayos en’ tres grupos: el ensayo puro, el posticodescrip. tivo y el erfticocrudito B *b ane cano y Deber y honra del escritor de Jaime Torres __ Bodet, Bs In forma aue ‘puede cGnslasratee BOPDOLY ts comin del eoesies a 7 posiciin eve de na maietia oie vautere ane | interpretacién original. Entre muchos ejemplos po- ) sible, he agui algunos: Pesimismo alegre to Toes Vasconcelos" Parmsio 0 dela pitturs moral ae Mfonso Reyes, rte americano de'Manasl Toussaint, los problemas de América de Daniel Costo Vile fs, Meditaciones sobre el alma indigena de Agustin Vaiien, y Cortés 9 Cuauiémoc; hispanismo, indige nso de Andrés Tduarte 6. Bnsayo tedrign. "Un\matiz lo diferencia del ensayo" TALERDIBCatvo, pust ouleatray tas propedicie nef de aquél Giscurren mas libremente y'ce ocupan por Jo general de personalidades 0 acoitecimicntos Fistéricos o eulturales, las de ste, mas cenidas, die: curren por el-campa, puro de los contepios, Ejem plos, Psicoandlisis del mexicano de Samuel Ramos, Er clasicismo mexicano de Jorge Cuesta, Fllosota 9 lenguaje de Antonio Gémaee Robleds El verbo desengnreado de Octavio Pat, Sie Ensnyo de oftion lteraria. Ya se apunté més a que cuando la cies Itetaria, cualquiera que Sea su Indole, tiene ademas las cavacteisticas del ensayo, ingresa en su campo, tomo ‘a. atestiguan dos estudlos magistrales, ef de Justo Sierra sobre Gttistroe Najera’ gel de Navior Vileseratie oo Ste Ramon Lopes Velarde naa epost, Eposeén dee. mone eilco'y de vison-sinidics que conten Hempo ae interpretaciéa enigma como cca La “Utopia” de Tomas Moroten fa Nueva Espa de Silvio Zavala, en tlumanistas mexicanas det fo xv de Gabriel Mendez Plancarte, en Cardcier fel iesioano de José lirriaga yen Panorama de Masico de Arturo Avzale y Free. “ 9. Ensayo-crénica_o_memorias. Aqui el ensayo s@ alla con rememoraciones histéticas o autobiogré- ficas, En el primer caso se encuentra Ta evocacién de Artemio de Valle-Arizpe sobre Don Victoriano Salado Alvarez y la conversacién en México, en el segundo tantos pasajes admirables de las memorias de Tosé Vasconcelos. 10. Ensayo breve, periodistico. Es, finalmente, el régistro leve y pasajero de las incitaciones, temas, opiniones y_hechos del_momento, consignados ai paso, pero con una_agudeza_o..una_emocién que lo rescaten del “simple periodismo, como lo mues- tran El amargado de José Vasconcelos, Los alcaldes de la provincia de Rafael Lépez o Tren de se- ‘gunda de Mauricio Magdaleno, Anrecet Pasajes en los que se formulan reflexiones de in- dole ensavistica hay en casi todos nuestros histo- riadores y cronistas primitivos, y en los humanistas de los siglos xvz y xvi que estuidié Gabriel Méndez Plancarte#t particularmente en las obras de Barto- lomé de las Casas, Francisco Xavier Clavigero, An- drés Cavo y Pedro José Marquez. A principios del siglo xrx, cuando Ja n cia_politica de México hizo posible la libre. mani- festacién de las ideas, una de las formas de expre- Sion que se-encontrafon mas adecuadas para dar salida a aquel personal, intermitente y desasosegado fluir de los_pensamientos sobre tantas_situaciones }ENTES_DEL-ENSAYD.MENICANO, 3 Huinanismo mexicano det siglo xv, Tatroducelén, se leceién y varsfones do Gabriel Mender Piancarte, Ediciones e Ja Universidad Nacional Autonome, Mexico, 1946, Biblio- teca del Estudiante Universitario, (8; Humanistas’ del st aio xm, Tatroduecién seleccion de Gabriel Ménder Plan: arte, Ediciones. de Ia. Universidad Nacional. Auténoma, México, 19H, Biblioteca del Estidiante Universitario, 24 con las que se estaba en desacuendo y sobre Ios remedios y solueiones que se proyectaban fue un, Ey de escritos_muy_aproximado al ensayo, aunque el nombre no apareciera todavia aplicado a aquellos textos Tasinuaciones de ensayo o cabales ensayos fueron, en efecto, 1a mayor parte de los escritos no noveles as que Fernénder de Lizardi publicaba asiduamen: fe en. suis periddicos~personales; ensayos fueron plenamente la porcién més importante de los es tudios que José Maria Luis Mora reunié en sus Obras sueltas y los apartados de la primera parte de México y sus revoluciones, que describen con tan agudas observaciones Ia poblacién de la Repiiblica y el caracter de los mexicanos; numerosos pasajes ensayisticos hay en la obra que Lorenzo de Zavala lamé, siguiendo a Humboldt, Ensayo histdrico de las revoluciones de México, y ensayistas fueron tam- bign, en sus textos mds sustanciosos, Fray Servando Teresa de Mier, José Maria Gutiérrez de Estrada, Mariano Otero y Lucas Alaman, A todos ellos, por otra parte, es camiin un tono cultural caracterizado oF una intensa conciencia histérica y por un affn Se snalizar y valorar Ja realidad sccial en aquella dramétiea enerucijada que vivian, notas éstas que, aparte Jas reacciones o desvios de ciertas épocas, persistiran como distintivas del ensayo mexicano. fh, Durante 105, afos- siguientes. del siglo pasado, el "ensayo, aun informe, entendido principalments como expresion de la conciencia histérica_y valoracién ide Ia realidad social, aparecera en algunos de los escritos de Luis Gonzaga Cuevas, Francisco Zarco, Ignacio Ramirez, Ignacio L. Vallarta, Vicente Riva Palacio, Tgnacio M. Altamirano, Francisco Bulnes y Carlos Pereyra; se concretard ‘a temas de historia cultural en pasajes de las obras de José Fernando Ramirez, de Bernardo Couto, Manuel Orozco y Be- tra, Joaquin Garcia Tcazbaleeta, Victoriano Agiieros, 16 Francisco Pimentel, José Maria Vigil y Luis Gon- zilez Obregén, y_sélo en las postrimerias del siglo, Ja_sensibilidad que despierta el Modernismo por una prosa més cefiida y elegante, por una expre- sidn més intencionada y original, llevard a nuestros escritores a realizar plenamente Ja incierta forma literaria que se lama ensay' eid UN TEMA PERSISTENTE: MEXICO epresentativo de ensayos franceses a ofrecerfan Teflexiones sobre. cues. s estéticas, filosofieas, politias 0. morales 6 creaciones_yegos puros’ de la iateligencia yel Ingenio, y solo en casos excepcionales estos. casa: y0s se’ Himitarfan a los problemas nacionsles, Guda porque sus autores encuentran sus paises ya hhechos y cultivados tienen por ello la libertad de volverse hacia los temas, generales 0 personales {que mejor acomoden a st propia indole, Em Mex €9, por el contrario, nuestros ensayistas se inclinan Inistente y tenazmente a explorar una sola inierro- zante, la vealidad y la problematica nacional, cual. Gulera que sea su personal perspectiva y disciplina “ilosética ‘0 historica, cientifiea 0 literaria—y su ideologia. EI tema constante en la mayoria de los ensayos modemos sera Mexico; México en St totalidad o clgunos de los asuntos que latvesas a Ia formacién del pais: st historia, su cultura, sus problemas econdmicos y sociales, sus creaciones terarias y artsticas, su pasado y’su presente. Esta pecullaridad de nuestros ensayos, por otra parte, io es exclusiva. de México sino propia de todo EL pensamiento.hispagoameticano, propia de paises ue se encuentran atin en proces de formuclén, con més esperanzas que pasado y menos-ricos 8 realizaciones y conquistas ie en proyectos y es focraos. "Toda In ensayistica continental —-apunia 7 Alberto Zum Felde— aparece, en mayor © menot grado, vnctlada a au realidad soclegien® Dee do lot aio de Sarmiento, Bello Alarsrano, heen in epoca presente el ensayo hspsonmetican soe dark toon causes Srnciast i ie ae > Hos pales lee problemas taclata elias y oer HMEGS y la emocion de lo Nigro eee GDatyen ct mas vasto dela problematicn Se toat 5 “Bn casos excepcloales aparecerin temas de teo xia pura 0. do libre imaginacion 0. divagecén inte Trctul, poetcao'humerotice, en east naga caro, tomo lo hizo notar Unamuno, pueden eels ttarte tomas morale, religioos.9 mestisce, salve en is ‘pumas de cicrtines lenges cays cone por lo general quecan fuera del ceo a enone Peron reflexiones de cardcter independiente sobse temas. moraics, tan frecuentes ene) pensamionts francés, y las de tomas metatisicos, que’ prefieren low ingles no parccen tener eampe'en brnanta =~ “Dante de sus propiss limites, ol ensayo mexicano modern es en buena parte is histone dal pense faionte manicno 5, por ello tsa, tat Heer dein cultura y us ioventato de mestren pele Hgenciny la sensibiidad pocas veces oe despllegan Para solaz gratuito o pursmento iptclerteal'9 ee sino sfc se aplichn ey ean a seveterhs revisiones Tundamenales, ya de carcter clues i expresion lterarla 0 artidtin, el pensselento Bo Sofie el cnretcr del menicano 0 los eranios con S __ Hletos Bistorcos"y espistuatey, 0 vad confers soxial y cconbunice 12 Alberto Zum Felde, tndize crttico de ta literatura his- panoamericana. Los ensayistas, Baltorial Gtaranta,, Mexico, ist 9.9 tier, op. city p. 7. 18 ‘EQAPAS DEL PENSAMIENTO ESAYISTICO MEXICANO ‘MODERNO La historia de las ideas en México, como antes sefalaba, no puede identificarse sino parcialmente con Ja historia del ensayo, porque aquélias adoptan diferentes formas que no siempre pueden co: rarse ensayos. El pensamiento econémico, por ejem plo, cast munca se expresa con la originalidad y flexitilidad que pide et ensayo; ciertas corrientes filoséficas, como el neokantismo o el tomismo, 0 han Jlegado 2 tener manifestaciones de esta indole ¥ otro, tanto ocurre con los temas cientificos. Ea Giertes momentos, la historia del ensayo se liga cou Ja historia de la Iteratura, pero en ocasiones la en sayistica fomia si propio. camino allindose con la historia del pensamiento socioldgico o flosdtico, Por otra parte, el escritor mexicano que escribe eensayos pocas veces hace sélo eso. Lo comiin es que su ejercicio principal sea la poesia, el teatro, In no- vela 0 la critica, 0 bien que cultive otra diseiplina el pensamients, como la historia, Ia econom‘a, la antropologia o [a filosofia y que ocasionslmen exprese en forma de ensavas. Pese a lo movedizo de estos planos en qi mueve el ensayo, puede proponerse tentativamente Ia siguiente guia de las prin sayo mexicano moderno, En las postrimerias del porfiriato, los escritores expresan las teorfas estéticas -y la sensibilidad del Modernismo o bien Ie oponen la continuidad de la doctrina nacionalista que privé durante el'siglo xr. Justo Sierra funda la Universidad Nacional en 1910 y le propone una norma espiritual. A partir de entonces y paralelamente a la revo lucién social de 1910, el grupo de los ateneistas, con Antonio Caso, José Vasconcelos y Alfonso Re: yes a la cabeza, realiza una revolucién cultural cu: 19 pales etapas del en yuus objetivos son el retorno al espiritualismo filosé- fica, el eercicio intelectual disciplinado y una alerta Curiosidad universal. Bergson y Boutroux princi. Palmente son la gufa del grupo. EI impacto de la Revolucién, alrededor de 1915 y hasta los afios finales de los veintes, provoca el Tetorno al conocimiento de los origenes nacionales, como un redescubrimiento de Méx'co, cuando no. ‘una huida nostalgica al pasado. Ramén Lopez. Velar. de vevela la novedad de una patria més intima, y los colonialistas descubren el encanto de las épo- cas pretéritas de nuestro pafs. Una generacién, la de 1915 (Alfonso Caso, Antonio Castro Leal, etc.), sobreponiéndose a la confusién, siente la necesidad de hacer fructifero, mediante el pensamiento y la in, aquel terrible vuelco que sufrfa Ja realidad Una nueva sensibilidad asoma, con el llamado “vanguardismo”, en la década que va de 1928 a 3958, Pasada Ia violencia, el grupo de escritores Ila. mado de Contempordneos se entrega al ejercicio, puro, gratuito, de Ja literatura y a la conquista ‘del huevo arte, lo mismo en las letras y la pintura que en el teatro. Por ios mismos afios, escritores de diferentes ge- neraciones y disciplinas intelectuales emprenden una vasta tarea —no interrumpida hasta nuestros dias— de investigacién y auilisis de Ja realidad mexicana, Jo mismo en el campo de Ia historia cultural que por medio de estudios y valoraciones sociales econémicas. Se inicia entonces la indagacién del mexicano —especialmente con el libro. El. perfil del hombre y ta cultura en México e Samuel Ra- mos— y, en general, se articula en el campo de las disciplinas filoséficas y sociales el conocimiento de México, A partir de 1940 se suceden corrientes filoséficas como el historicismo y el existencialismo que do- 20 minan por un momento el pensamiento mexicano. Una generacion con numerogos aliados se. daa Ta tarea de meditar sobre Ménico y lo mexicano, luego, grupos aislados discuten vanamente sobre nacions Iismo o universalismo en la expresion iteraria, Otros esertores siguen st propio camino: el humanisimo cristiano, la meditacion estéica o el andlisis liters. Fo, el pensaeaiento social ola reflexion histori Estas sumarias etapas del pensimiento ensavist co.nos permiten advertir algunos hechos significat® vos. Bn primer iigar, en el campo Ge las leas a que Perienece el. ensayo existe una felacion con Tos Scontecimientos palitices y sociales mucho mis e> trecha que Ia quo ce manifiesta en el ejerccio puro de las letras'o las ciencias. Aun en sts manifest ciones més desprendidas de la cireunstancia histo. Hea, el ensayo ex siempre reflex, testimonioy y tn fos casos mis frecuentes, esta, rellexion th por tema sucesos histricos 0 cultralesinmediatos, Sctéa de hecho como tina alerta conciencia de realidad. na Por otra parte, justamente en este perfodo y en este campo, ocurré en Mexico {a transformacion del hombre eulto —de conocimientos e intereses cm un vasio campo del saber humano-~ en el especalista, Tos eseritores de la primera generacion cxbalient moderna, los ateneista, an aspiran a aharvar el Exmpo completo de une o varias disciplines Anto no Caso, el vasto continente de la filosotis Alfonso Reyes, todas las cuerdas de la lia, la teoria liter Ha'y el humanismo; Tosé Vasconcelos, a flosota, ia Wleratara y In politica. En cambio, fos steviores de las promociones siguientes van wvonrando pro. gresivamente hacia las especializacioney cultures Manuel ‘Toussaint, arte colonial; Alfonso Cav, tropologiay Tests’ Silva Herzor, ecm Cosio Villegss, economia, y-a partir 194 radical hacia ia historia; Sami! mexicana y estética; Francisco Monterde, literatu: ra mexicana, y toda la generacién de Coritempord. neos, ejercicio literario exclusivo, No tiene sentido suponer que esia reduccién del mbito cultural implique al mismo tiempo una re- duccién de la calidad intelectual. Ni siquiera puede afirmarse que lo que se ha perdido en extension se gané en profundidad. Se trata simplemente de un cambio de perspectiva tfpico de la época moderna, ¥ los escritores y los pensadores contintian teniendo su mérito propio, cualquiera que sea la amplitud de su dominio. cENiste uN estmg pet ensayo? ob; fee El prologuista anéninio ‘de la Anthologie des essa- yistes francais contemporains lamaba la atencion Sobre el hecho de que “los ensayistas raras veces ertenecen a una escuela propiamente dicha; cuan do més forman parte de un movimiento de ideas” Ahora bien, un movimiento literario se reconoce se: bre todo por sus nuevas caracteristicas de estilo; Pero como en el ensayo la funcién del estilo es menos importante que la corriente ideolégica, sus caracteristicas s6lo excepcionalmente permiten dis tinguir con claridad una verdadera escuela literaria. Lo que para el escritor es la forma de los versos 0 “bel ritmo de Ja frase, para el ensayista es su modo de expresion, la fuerza dé §U exposicisn. De ahi que Ta"historia del ensayo no presente, desde el punto de vista formal, contornes precisos.2® Cuando sus autores son fundamen‘almente escri- tores-literarios —por ejemplo, los casos de Alfonso. Reyes, Julio Torri, Ramén Lépez Velarde o Xavier ¥ Anthologie des essayistes francais contemporains, Bd tions KRA, Paris, 1929, p. 8. Villaurrutia—, los ensayos pueden representar en forma adecuada el estilo de un periodo y sobre todo tun estilo personal. Pero cuando se trata de profe. sionales de diversas ramas intelectuales que S¢ ex. presan por medio de ensayos, éstos parecen seguir tun estilo cuyas tinicas pretensiones de indole litera. ria son la claridad y la acertada exposicién de los temas. Siguiendo el esquema de etapas historicas antes propuesto, puede afirmarse que hay ciertas notas comunes en los ensayos del periodo moder nista, y que otro tanto ocurre en los escritores de Ja generacién de 1910 y en el grupo vanguardista de 1928. Pero en el resto de las etapas, los rasgos que permiten agrupar a los pensadores 'y escritores son mas bien coincidencias de tipo ideoldgico, preo- cupaciones culturales afines 0 semejanza en ei plan. teamiento de ciettos problemas. Leopoldo Zea y José E. Iturriaga coinciden en su indagacién del ser y del carécter del mexicano, pero no los une nin- guna peculiaridad estilistica. Y aun en el caso de Artemio de Valle-Arizpe, Manuel Toussaint y Genaro Estrada, escritores de intencién literaria, aproxima. damente contemporéneos v que escriben todos sobre temas coloniales, sus estilos no tienen nada en mii, porque el primero es un novelista y ensavista arcaizante, el segundo un historiador y critico del arte colonial, y el tltimo un historiador que ironiz6 sobre la manfa arcaizante, esto es, porate tratan el mismo tema desde perspectivas 0 rumbos mentates; diversos, Por todas estas razones resulta incongruente ha- blar de un estilo propio de todas o de cada una de las etapas del pensamiento ensayfstico moder. no de México, Acaso las tinicas notas vilidas sean algunas de las distintivas del cardcter mexicano: la sobriedad, la delicadeza, el profund: nacho: lista, Ia mesurada gravedad, el afan de compren sién universal. Y aun en esta somera definicion 4 2B Pronto se aprecian las fallas, pues gdénde situar el humor y la ironfa de Julio Torri & de Salvador Novo? Estas encrucijadas que propone el ensayo me decidieron a extenderme cuanto fue indispensable en la presentacién individual de los autores que fi guran en la presente antologia, a cambio de evitar este huidizo tratamiento propiamente hist6rico-lite- rario del ensayo mexicano moderno. De todas maneras, en los ensayos reunidos en esta antologia se encuentran algunas de las paginas mds brillantes de la literatura y del pensamiento mexicanos modernos. Aunque toda creacion artis. tica es en rigor incomparable, puede establecerse tuna semejanza, un paralelismo de calidad estética gntre os ensayos literarios de Antonio Caso, José Vasconcelos, Alfonso Reyes, Julio Torri, Ramén Lo- pez Velarde, Xavier Villaurrutia y Octavio Paz, y determinados momentos de la pintura, la poesia y_la novela de la época. En los casos de ensayos ideol6gicos o teéricos, como el de Justo Sierra en la inauguracién de la Universidad, o los de Manuel Toussaint, Jestis Silva Herzog, Alfonso Caso, Jaime Torres Bodet, Daniel Cosfo Villegas, Agustin Ya. fiez, Edmundo O'Gorman y Leopoldo Zea, s6lo pue- de decirse que su rango intelectual es importante ara el pensamiento mexicano en la medida en que ¢5a5 meditaciones han expuesto, con més intensa fuerza expresiva o mayor originalidad, problemas y hechos fundamentales para nuestra cultura. LA PRESENTE ANTOLOGTA En los ensayos mexicanos modernos, aqui colec cionados, podré advertirse un panorama en el que estén representadas diversas disciplinas estéticas 0 intelectuales —la historia, la filosofia, Ia sociologta, Ja antropologia, la critica literaria y de arte, y la a literatura—, es decir, reconoceremos un rasgo ca- racteristico de la época moderna, la especializacién. Sin embargo, no seria posible sefialar, al mismo tiempo, una multiplicidad divergente de ideas 0 eri terios. De alguna manera, la presente antologia de ensayos mexicanos modernos ofrece una continui- dad ideolégica —que podria denominarse, en forma muy amplia, liberalismo— y una constante dignidad intelectual. ¢Ello implica que el representado aqui ‘sea el tinico pensamiento mexicano? No. Por su- puesto hay otros pensadores que no estén de acuer- do, por ejemplo, con la exaltacién de la vida colo- nial, con la tesis indigenista de Alfonso Caso 0 con las imagenes historicas de Jess Silva Herzog y Ar- turo Arnaiz y Freg. He elegido a aquéllos y no a sus opositores, tanto por motivos de afinidad personal con su criterio, como, principalmente, por razones de calidad intelectual y porque sus ‘textos Henan Jas condiciones del ensayo. Esta es una antologia de ensayos formada necesariamente en funcién de un ctiterio estético y de un criterio intelectual, En cuanto a los temas de los ensayos escogidos he procurado presentar un repertorio con la mayor amplitud posible. De hecho, cubre los mas impo tantes dominios culiurales con algunas excepciones los temas metafisicos, religiosos y morales, ya se- fialados; y los temas cientificos, porque —pese a la existencia de importantes hombres de ciencia— atin no surge en México nuestro Bertrand Kussell. Den- tro del campo de la ciencia, cabe advertir que no existen atin en México ensayistas sexdlogos —a la manera de Sigmund Freud, Havelock Ellis 0 aun Alfred Kinsey— que podrian continuar en esta zona de la conducta humana la investigacién del cardeter del mexicano Los temas puramente politicos —en 10 Sin gmmbargo, el tem ya ha comensado a ser explo ado, por Salvador Reyes Nevares, El amor y la amistad on 25 Jos que s{ contamos con notables pensadores— es. tan excluidos ya que constituyen una especialidad que requiere sit propia antologia. No puedo afirmar que todos los escritos aquf re- unidos sean estrictamente ensayos. He procurado, ue, dentro de la variedad de formas y matices que ite el género, los seleccionados Satisfagan las Condiciones esenciales que la sola preceptiva de la costumbre ha fijado y que, ademés, tengan un re- eve literario o bien que representen etapas impor tantes en Ia historia de las ideas. De todas maneras, la seleccién ha atendido mas a la cualidad misma de las personalidades representativas del espiritu ‘moderno. Sin embargo, infortunadamente quedan fuera de este repertorio muchas manifestaciones importantes del pensamiento y la erudicién moder- nos porque, a pesar de su calidad, no podian consi derarse en lo absoluto ensayos. ‘Asi por ejemplo, Jos notables estudios de Angel Maria Garibay sobre literatura néhuati, que son rigurosamente estudios criticos 0 tratados En cuanto a Mmites cronolégicos he adoptado como punto de partida a Justo Sierra y con él al ‘Modernismo por estas razones. Si la época moderna de México en los aspectos politicos y sociales se inicia efectivamente, segan Ja tesis que ha reafir Daniel Cosio Villegas,t" en 1867, con la restat- racién de Ia Repiiblica, la modernidad literaria ¢ intelectual no surgira plenamente hasta los wiltimos afios del siglo y se concretard en la Revista Azul (1894-1896), en que se manifiesta la nueva genera el mexicano (Porria y Obregén, México, 1952, Col. "México ¥ 10 Mexicano” 6), y por el Dr. Alfonso Milllin, “Proyerciones hacia una interpretacion del amor en el mexicano. ossjo” (Panoramas, 6, México, 1937). 37 Daniel Costo Villegas, “Llamada gener", Historia mo. dema de México, La Repidiiea restaurads, Vida potion, Editorial Hermes, México, 1955, p. 13 26 cién de escritores que rompian decididamente con ei romanticismo. Por ello Justo Sierra, guia y macs. tro de esta época, abre la presente antologia que cierran los ensayistas més jévenes y recientes en quienes pueden apreciarse ya signos de madurea, José Luss Marrinez,

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