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INDICE PROLOGO ALA 6" EDICION NOTAALA8® EDICION. . 1, CARACTERISTICAS GENERALES. . 4.4, Ficha técnica ...... ee eece es 4.2. Fundamentacion y finalidad.. 1.3, Matetial...... 0.60 ceceees 1.4. Proceso general de examen 2. FIGURAA . aludae tit Steet 2.1. Ficha técnica : s¥astquee 2.4.1. Copia del modelo ....... 6.22.05 i 2.1.2. Reproduccién de memoria .. . 2.2. Correccién y valoracién .. 2.2.1. Elementos a evaluar 2.2.2. Criterios de puntuacion 2.3. Normas de interpretacién. 2.4. Analisis de los datos. 24.1. Fase de Copia 2.4.2. Fase de Reproduccién de memoria 3. FIGURAB.......... 3.4. Técnica de examen y correccion.......++ 3.1.1. Numero de elementos que aparecen en el dibujo . 3.1.2. Posicién de los elementos secundarios . é 3.1.8. Calidad de los elementos . See eaeepeaie 3.1.4, Tamafio (proporcionalidades) sae 31. Situacién relativa de las cuatro figuras principales. 3.1.6. Observaciones generales durante y al final de la aplicacion . Muestra de tipificacién . . Fiabilidad .... Analisis factorial Estadisticos descriptivos . 3.6. Baremos........ 0.6606 BIBLIOGRAFIA. APENDICE A: FIGURA B: EJEMPLOS DE CORRECCION Y PUNTUACION APENDICE B: REPRODUCCION DE MEMORIA, DATOS DE ADULTOS " “1 13 13 13 14 14 7 19 20 22 22 23 25 25 26 ar ar ar 2B 28 29 30 30 31 32 35 37 49 PROLOGO A LA 6° EDICION Han transcurrido més de 50 affos desde la aparici6n original del Test de Copia y Reproduccién de Memoria de Figuras Geométricas Complejas de Rey. A pesar de todo, su valor, lejos de amino- rarse, parece ir incrementandose de dfa en dia. Ello es debido, en parte, a que se trata de una prueba no verbal y practicamente libre de connotaciones culturales, pero sobre todo, a que, a lo largo del tiempo, han ido multiplicdndose los estudios que ponen de relieve la eficacia de su poder predictivo. Sintomas de esa vigencia son, por ejemplo, su reciente adaptacién y publicacién en América, (Meyers y Meyers, 1995), pais poco propenso, en general, a aceptar instrumentos de procedencia europea; 0 el proyecto, todavia en curso, de un tratamiento informatico que facilite el proceso de aplicacién y valoracién de la prueba (Mesmin, Wallon y Baldy, 1996). En ambos casos, se hace refe- rencia a la versién primitiva (Figura A) que es la més utilizada en el campo de 1a exploracién neu- rol6gica y que habitualmente se identifica con las siglas RCFT (Rey Complex Figure Test. Pero también con la Figura B, elaborada afios més tarde por la casa editora francesa, se ha lle- vado a cabo una importante investigaciGn que abre nuevas perspectivas a su aplicacién. En esta opor- tunidad el trabajo ha sido realizado en nuestro pais por la Dra. Buisdn i Serradell (1996a) que ama- blemente ha accedido a poner sus resultados a nuestra disposicién. Aparte del interés diagndstico como detector de posibles astornos neuroldgicos, esta figura B del test se ha revelado como un buen instrumento para evaluar uno de los factores de maduracién en la adquisicién del acto gratico y, por tanto, de gran interés en el aprendizaje de Ia escritura, La edicién del Manual que ahora presentamos se ha enriquecido, no sdlo con la incorporacién de informaciones actualizadas, sino también con nuevos materiales y la reelaboracién de los proce- sos de aplicacién, correccién e interpretacién que faciliten el uso, cada vez creciente, de esta prueba por parte de los psicdlogos clinicos y escolares. A. Cordero NOTA A LA 8" EDICION Para esta nueva edicién se han aprovechado los resultados de una muestra grande de adultos -varones que contestaron a la segunda parte de Ia prueba (Reproduccién de memoria). Aunque pro- ceden de Argentina (datos cedidos por la Profesora Licenciada Norma E. Alberro), sus resultados pueden ser extrapolados y empleades como normativos para aquellas aplicaciones précticas que usen ‘inicamente esa segunda parte de la prueba. Se recogen en el Apéndice B. 1, CARACTERISTICAS GENERALES 1.1. FICHA TECNICA Nombre: Rey, Test de copia de una figura compleja. Nombre original: Test de copie et reproductione de mémorie de figures géometriques complexes. Autor: Andté Rey. Procedencia: Les Editions du Centre de Psychologie Appliquée (Paris, 1942). ‘Adaptacién espafiola: M. Victoria de la Cruz. Aplicacion: Individual, Ambito de aplicacién: Niiios, a partir de 4 afios, y adultos. Duracién: Entre 5 y 10 minutos aproximadamente, Finalidad: Apreciacién de posibles trastornos neurol6gicos relacionados con problemas de cardcter perceptivo 0 motriz, Grado de desarrollo y maduracién de la actividad aritfica, : Baremacién: Figura A: Tablas de baremos en centiles de diversas muestras espaftolas distribuidas en 11 grupos de edad, En el apéndice B se incluye un baremo para adul- tos en centiles y puntuaciones tipicas, Figura B: Baremos para nifios entre 4 y 5 afios y medio. 1.2. FUNDAMENTACION Y FINALIDAD Con el fin de evaluar ciertas encefalopatias de origen traumético, André Rey (1942), ided una prueba que consistia en copiar y después reproducit de memoria un dibujo geométrico complejo. La figura elegida reunfa las siguien- tes propiedades: 1°) Ausencia de significado evidente, 2°) Facil realizacién grafica, 3) Estructura de conjunto lo bastante com- plicad para exigir una actividad analitica y orgenizadora, Observando la forma en que el sujeto copia la figura se puede conocer, hasta cierto punto, su actividad perceptiva. La reproduecién efec- tuada después de retirado el modelo informa sobre el grado y la fidelidad de su memoria visual que, de este modo, se puede comparar con un mado de percepcién definido. El autor disefié esta prueba para satisfacer las necesidades surgidas de ciertas experien- cias psicolégicas. En sujetos con sospecha de deficiencias de memoria, no es suficiente comprobar sus di cultades al recordar o reproducir el modelo para afirmar, sin més, que su memoria esta disminuida. Es necesatio asegurarse de que ha percibido normalmente los datos que debe fijar y retener. Ahora bien, hay que tener en cuenta que Ia fijaciin depende, entre otras cosas, de la inteligibilidad de los datos perci- bidos y que éstos no se retienen mas que en la medida en que se presentan con una significa cién, una organizacién definida y una deter- minada relaci6n con nuestros conocimientos. Esta significacién, estructura y relacién, no son inherentes a las cosas; somos nosotros quienes las hacemos surgir en el acto mismo de la percepcién. Percibir visualmente no es recibir un simple contacto sensorial; es reacti- vat los hébitos visuales o encontrar unos nue- vos al contacto de lo real. En el primer caso, la percepcidn es un reconocimiento; en el segundo, el sujeto elabora los estimulos a par- tir de sus conocimieatos actuales, los analiza y los organiza hasta que se imponga o se sus- cite una estructura definida, SupSngase que el sujeto sea incapaz de elaborar el estfmulo presentado para su fija- cién; entonees no conservaré més que una imagen incoherente y vaga que no podri reproducir. Se cometerfa un error si se consi- derase este recuerdo defectuoso como una insuficiencia de memoria. El sujeto sabe per- fectamente que ha estado en contacto con datos ininteligibles y puede decir por qué to son (demasiado complejos, embrollados, sin significacién, desconocidos, muy numerosos, sin relacién evidente entre si, etc.); por tanto, ha registrado y conservado en su memoria un acontecimiento caracterizado por el fracaso de una claboracién satisfactoria, Por el contrario, supéngase que el sujeto organiza los datos en una estructura definida en Ia que cada parte tiene una funcién en el todo, pudiendo ser reducido el conjunto resultante a las relaciones existentes entre los detalles, Supongamos, ademas, que des- pués de una tal percepcién el sujeto sea inca- paz. de evocar o reproducir lo percibido, Sélo en este caso el fallo podria ser achacado a su memoria. Sucede a veces, en la préctica de exémenes psicolégicos y psiquidtricos, que se asimila a un defecto de memoria una insuficiencia de elaboracién de los estimulos presentados para su fijacién, Se ha pedido al sujeto que exami- ne dibujos o que siga la lectura de una serie de palabras, suponiendo implicitamente que estos estimulos son tan claros para su percep- cién como lo son para la del observador. Si después el recuerdo o Ia reproduccién del material presentado son inferiores a un cierto nivel, se tiende a atribuir este fallo a una debi- lidad de memoria, mientras que lo correcto tal vez fuera culpar de ello a la elaboracién per- ceptiva de los datos. La elaboracién perceptiva puede ser in- suficiente por falta de conocimientos 0 de miétodo, bien porque el sujeto no los haya advertido o bien porque haya sido ineapaz. de formarlos en el transcurso de su desarrollo. Hay que distinguir, en consecuencia, sujetos con insuficiencia de instruccién y de entrena- miento y sujetos cuyo desarrollo intelectual ha sido afectado por enfermedades congénitas © precoces, Se encontrardn, a la inversa, casos en que, siendo normal la elaboracién perveptiva, es solamente la reproduccién de memoria la que presenta un déficit. Con todo Jo expuesto, se puede apreciar claramente la utilidad de la prueba que se pre~ senta, Es necesario precisar que la percepcién estudiada aguf es una percepcién visual, di- rectriz de un proceso de copia, siendo esta percepeién visual la que centra la actividad. La percepcién visual podria presentar otras caracteristicas si la examindsemos orientén- dola hacia otros fines y asociada a otras acti- vidades. Esta reserva invita a la prudencia en la interpretacién de algunos resultados de aspecto patolégico. Afios después de su publicaci6n, la casa editora (Les Editions du Centre de Psycholo- gie Appliquée) presenté una segunda figu- ra con igual finalidad y basada en los mis- mos principios, pero de estructura més sim- ple y destinada al examen de nifios entre 4 y 7 afios para muchos de fos cuales Ia inicial- mente propuesta por Rey resultaba demasia~ do dificil. Desde entonces se conoce a la 1* como «Figura A», y a la 2* como «Figura By; no se trata, sin embargo, de dos formas paralelas 0 equivalentes del mismo test, sino de tareas con la misma finalidad y significado, pero adaptadas a distintos momentos del desarrollo evolutivo, 1.3. MATERIAL + Manual, comin para las figuras A y B. + Lamina modelo (valida para las figuras A y B, cada una de las cuales aparece en una de las caras). + Hoja de anotacién, igualmente utilizable para registrar los resultados de una u otra de las figuras. Se requieren ademas como elementos complementarios pare la aplicacién: + Lépices 0 boligrafos de distintos colores que permitan identificar el orden seguido por el sujeto en el trazado de los distintos elementos de la prueba, + Unccronémetro 0 reloj con segundero para controlar los tiempos parciales de ejecu- cién, + Algunas hojas 0 cartulinas blancas, de ta- maiio no menor de un folio o DIN Ad en las que el sujeto realice sus dibujos. 1.4. PROCESO GENERAL DE EXAMEN El procedimiento a seguir, sea una u otra la figura utilizada, consiste en pedir al sujeto que realice dos tipos de tareas: en primer lugar, debe copiar, con el modelo a la vista, la figura que se le presenta (fase de Copia). ‘Transcurrido un cierto tiempo se le pide que reproduzea la figura sin tenerla a la vista y sin recibir ninguna ayuda verbal que le per- mmita identificar el nimero, la forma o la situa cién de ninguno de los elementos que la inte- gran (fase de Reproduccién de memoria). Ambas tareas se valoran por separado y requieren atenerse a instrucciones y criterios cspecificos, segin se haya utilizado la figura Ac la B. Por esta razén serdn tratadas inde- pendientemente las normas de aplicacién, correccién e interpretacién aplicables a cada una de ellas. 2. FIGURAA 2.1, TECNICA DE EXAMEN 2.1.1. Copia del modelo El modelo a copiar es el de la figura A de la lamina que se presenta horizontalmente, con el pequefio rombo situado a la derecha del sujeto. Se entrega al mismo una hoja de papel en blanco y se dispondra de cinco o seis lapiceros de colores distintos. Se comienza la prueba diciendo: «Aqui tenemos un dibujo y su tarea consiste en copiarlo en la hoja que Ie he entregado, No es necesario que la copia sea exacta pero, sin embargo, es preciso prestar atencién a las proporciones y, sobre todo, no olvidar nin- giin detalle. No hace falta que se apresure demasiado. Comience con este lapicero». Se le entrega un lapicero, el rojo por ejemplo, y se le deja trabajar durante algiin tiempo. Al iniciar el trabajo se pone en marcha el cronémetto discretamente y se para en el momento en que ter- mine la prueba, Cuando ha realizado una parte del dibujo se le entrega un lépiz. de otro color y se pide al suje~ to que continite dibujando con él. De este modo se le hace utilizar cinco 0 seis lapiceros de colores diferentes. Anotando simplemente el orden de sucesién de los colores se puede descubrir, al anali- zat el dibujo, la marcha seguida en el proceso de copia. {Cémo proceden la mayoria de los sujetos normales? Por lo general son atraidos inmediate- ‘mente por el armazén central, un gran rectngule con sus diagonales y sus bisectrices. Alrededor de este armazén colocan los detalles exteriores ¢ interiores cuyo orden de sucesién no se considera de mucha importancia, {.Cémo trabajan las personas con retraso mental o los niflos? Normalmente comienzan por un detalle; después van copiando poco a poco, centimetro a centimetro, cada una de sus partes. Este metodo Hleva consigo una reproduecién defectuosa: las proporciones generales no pueden ser respe- tadas y resultan de ello deformaciones que aumentan a medida que la copia progresa. {Cuando conviene interrumpir al sujeto para hacerle cambiar de lapicero? Se haré todes las veces que en el anzlisis posterior del dibujo pueda haber dudas sobre Ia sucesiGn de los elementos copiados. Si el sujeto comienza por el rectingulo grande y prosigue por las diagonales se le puede dejar trabajar con el mismo lapicero y se operara el cambio en el momento en que pase a las estruc- turas interiores 0 exteriores apoyadas en este armaz6n. Si, por el contrario, comienza por un detalle, el cambio debe ser hecho cuando pase a otro detalle. Igualmente, si el trazado comienza por el con. torno general de Ia figura se dejar que el sujeto continiie con el mismo lapicero hasta que termine y se le entregard otro en el momento que lo haya completado. Es conveniente que el examinador conozea las diversas etapas del proceso de copia, puestas en evidencia por el estudio genético de la prueba, porque lo realmente importante en ella es la posibilidad de distinguir estas etapas. La prueba de la copia puede ser eficazmente completada por una verificacién, en los casos en que el sujeto haya trabajado de forma primitiva y poco racional. Cuando haya terminado se le pre- ‘guntaré si no podria copiar de otro modo mejor la figura. Esto se puede hacer diciendo al sujeto: «Cémo habria que comenzar el dibujo para que cada detalle quede colocado correctamente? Dibuje aqui las lineas que constituyen el mejor punto de partida». (Cuando se trate de nifios pequeffos estas palabras deberén adaptarse a su comprensién y a su vocabulario usual). Son numerosos los sujetos que descubren enseguida el valor del rectingulo grande y de sus diagonales y que no comprenden que este hecho tan importante se les haya podido escapar anterior- mente, Para otros, se trata de un problema complicado que resuelven a veces reflexionando. Existen, finalmente sujetos que no modifican su métedo o lo sustituyen por otro equivalente, Cuando hay una visién répida de un método més racional, la actitud del principio puede ser considerada como un signo de desatencién, de indiferencia, de confusién momenténea o de precipi- tacién. Si, por el contrario, el sujeto persevera en un modo de copiar defectuoso hay que achacarlo, sobre todo, a la organizacién intelectual de su percepcién. Si las deformaciones de Ia figura y el pro- ceso de copia hacen suponer déficit intelectual (en relacién con la edad del sujeto), Ia incapacidad posterior para modificar la forma de copia, aprovechdndose de una primera experiencia, confirmard este juicio, Esta verificacién no se Hevaré a cabo inmediatamente después de la copia. Se pasar a la segunda parte de la prueba, la Reproduccién de memoria, y solamente al final de la prueba comple- ta se invitard al sujeto a examinar y criticar su proceso de copia. 2.1.2. Reproduccién de memoria Después de una pequefia pausa, que no excederd de 3 minutos, se inicia la segunda parte de la prueba que consiste en reproducir de memoria la figura copiada. Se invitard al sujeto a dibujar sobre tuna segunda hoja en blanco la configuracién anterior, Si se dispone de poco tiempo, se utitizaré un solo lapicero, pero en caso contrario, puede volver a utilizarse la técnica de varios lapiceros de colo- res distintos; esto permite, a veces, comprobar una mejora del procedimiento de copia. En todo caso, ‘se controla el tiempo de ejecucién poniendo en marcha el cronémeiro cuando el sujeto inicie su tra- bajo y deteniéndolo cuando lo dé por terminado. 2.2, CORRECCION ¥ VALORACION La percepcién es, por definicién, una agnosis» (modo de conocimiento). Ahora bien, la figura de esta prueba ha sido elegida de forma que no evoque, como conjunto, nin- glin objeto determinado. Para los sujetos nor- males consiste en un ensamblaje arbitrario de elementos geométricos, identificables por separado, y entre los que existen relaciones topogréficas. Esta figura no puede ser conoci- da si no es gracias a una actividad analitica que visualice y jerarquice las formas que la componen. {Como aisla el sujeto estas figuras y rela- ciona unas con otras? ¢Cémo las ve y las jerarquiza en formas envolventes y formas incluidas, en formas que soportan y en formas soportadas? El estudio genético del proceso de copia puede aportar algunos datos. En los estudios experimentales fue necesa- rio, en primer lugar, identificar y después cla- sificar los diversos procesos cortientes de copia sin multiplicar indtilmente las categorf- as de clasificacién. Después de aislar y definir un cierto nimero de tipos fundamentales, con- venfa determinar la secuencia de aparicién en el desarrollo mental con el fin de constituirlos, si fuera posible, en normas caracterfsticas de tun nivel de desarrollo de la percepei6n visual, directriz de un trabajo de copia, Esta tarea, promovida por el autor de la prueba, fue emprendida sistemsticamente por P. A. Osterrieth y culminada con la publica- cién de un trabajo minucioso sobre «el test de copia de una figura compleja» (Osterrieth, 1945), Este trabajo oftece numerosos detalles y observaciones concernientes a la técnica de examen y al valor de esta prueba; en este Manual se considera suficiente Ia reproduc- cidn de los datos esenciales de dicho estudio para la evaluaci6n de los resultados del test. A continuacién se presentan los diferentes tipos de copia definidos por P. A. Osterrieth; las categorfas se han ordenado, de mayor a ‘menor, por su grado de nivel racional deter- minado, a la vez, por los hibitos intelectua- les, la rapidez de la copia y la precisién del resultado. I. Construccién sobre el armazén. El sujeto comienza su dibujo por el rectén- gulo central, que erige en armaz6n, sobre el cual agrupa después todos los dems detalles de Ja figura. Esta se cons- truye, pues, sobre la base del gran rec- téngulo que sirve de referencia y de punto de partida, II, Detalles englobados en un armazén, El sujeto comienza por uno u otro detalle contiguo al gran rectngulo; por ejemplo, la cruz de la parte superior del lado izquierdo, o traza el recténgulo grande incluyendo en é1 alguno de los detalles (por ejemplo, el cuadrado exterior conti- guo al dngulo inferior izquierdo del rec- téngulo central), y lo utiliza como arma- z6n de su dibujo, igual que en el tipo I. Se asimila también a este tipo II un pro- eso poco frecuente, que consiste cn dibujar las dos diagonales del rectingulo antes que su contorno, utilizando luego éste como armazén, IIL. Contorno general. El sujeto comienza su dibujo por la reproduccién del contor- no fntegro de la figura, sin diferenciar en ella explicitamente el recténgulo central. El sujeto obtiene asf una especie de «contenedor» en el que son colocados después todos los detalles interiores. TV. Yuxtaposicién de detalles. El sujeto va construyendo los detalles contiguos unos a otros procediendo como si cons- truyera un rompecabezas. No hay ele- mento director de la reproduccién. La figura, terminada més 0 menos feliz~ mente, es un conjunto reconocible y puede, incluso, llegar a estar perfecta- mente conseguida. V. Detalles sobre un fondo confuso. El sujeto realiza un grafismo, poco o nada estructurado, en el que no serfa posible identificar e] modelo, pero con ciertos detalles reconocibles, por lo menos en su intencién. VI. Reduccién a un esquema familiar. El sujeto traslada la figura a un esquema que le es familiar y que puede, a veces, recordar vagamente la forma general del modelo 0 de algunos de sus elementos (casa, barco, pez, monigote, ete.) VIL. Garabatos. El sujeto hace simplemente unos garabatos en los que no es posible reconocer ninguno de los elementos del modelo ni tampoco su forma global. P.A, Osterrieth calcul6 para una muestra francesa de 295 sujetos -incluyendo, como media, 20 casos en cada grupo de edad— los porcentajes que representan la frecuencia de los diversos tipos de copia. Estos datos se reprodujeron inicialmente en la traduccién del Manual al castellano; sin embargo, se sus~ tituyeron posteriormente por los obtenidos a partir de una muestra espafiola de 400 sujetos distribuidos en grupos de 35 a 40 en cada intervalo de edad, excepto en cl tiltimo de ellos, que incluye 50 casos. Tanto para la ela- boracién de esta tabla como de las siguientes, ha parecido preferible atenerse a los resulta~ dos obtenidos en nuestro pafs, que ciertamen- te difieren bastante de los franceses. Tabla 1. Frecuencia de los tipos de copia en relacién con la edad (en porcentajes). Datos espafioles aa TIPO DE COPIA {afes) i 0 W wv v u vn vat 5 = 5 23 87 5 5 5 5 6 - 3 38 56 3 - 3 7 - 10 30 55 5 e = 10 8 3 3 3 a - - = 8 9 10 20 20 50 - = - 30 10 2 29 22 37 = 7 - 31 1 14 20 22 44 - - 34 12 17 29 31 23 - 7 2 46 13 15 2 38 18 - e - 47 14 25 23 3t a s - 48 tsy+ | 88 20 2 10 2 - 7 8 Las cifras muestran un proceso evolutive con el predominio del tipo IV en las edades de 5 a 11 aiios, para pasar sucesivamente al predominio de los tipos III y I a los 12-14 afios, y al Ia los 15 y més, Esto permitié « P.A. Osterrieth establecer una gradacién de las formas de copia que van desde las reaccio- nes més primitivas a las més evolucionadas: V) Tipos VI y VII: «Garabatos» y «Reduc- in de Ia figura a un esquema familiar», reacciones que se presentan en los 5 afios de edad, pero siempre muy raramente, y desaparecen a los 6 afios. Los sujetos incluidos en el tipo VI parten, en general, del cfroulo, asimiléndolo a una cara, para dibujar un monigote, descuidando todo el resto del modelo. 2°) Tipo V: «Fondo de Iineas més 0 menos confuso, donde se destacan ciertos deta- Iles claramente reconocibles». Esta reac- ign se da en los grupos de 5, 6 y 7 aiios, aunque con escasa frecuencia, y desapa- rece en el grupo de 8 aftos. 3) Tipo IV: «Yuxtaposicién de detalles sin trazado-base, terminando en un conjunto més 0 menos coherente», Es la reaccién dominante en los grupos de 5 a 11 afios. Su frecuencia es alta en los grupos de 5 a 7 aiios, alcanzando el maximo en el de 8 afios (91%) para disminuir después de forma bastante regular hasta la edad adul- ta donde representa el minimo. 4") Tipo HII: «Contorno general en el que se colocan después todos Jos detalles». Esta conducta se mantiene durante el curso de toda la evolucién como tipo complemen- tario. Salvo en el grupo de 8 afios, en que tiene frecuencia muy baja, se mantiene bastante uniforme hasta Jos 14 afios, para hacerse casi inapreciable en adultos. 5°) Tipo Il: «Detalles englobados en el ar- maz6n». Este tipo no lega a ser nunca predominante y puede, igual que el Il, ser considerado como un tipo comple- mentario, Se da en escasa proporcién hasta los 8 afios, y luego en mayor medi- da, y de forma notablemente regular, hasta la edad adulta, 6) Tipo I: «Dibujo que comienza por el rec- téngulo central, que sirve de armazén de todo el dibujo». Es la reaccién caracterts- tica de! adulto, grupo en el que alcanza, ademés, la frecuencia maxima (68%), que es, por otra parte, la Gnica predominante. Esta reaccién estd presente desde los gru- pos de 8 afios, aparece en grado discreto en los siguientes grupos de edad y aleanza bruscamente el maximo a partir de los 15. Los tipos I y Ino varfan més que en un solo unto: en el tipo If el sujeto comienza por un detalle contiguo al rectingulo y pasa después al rectingulo central para construir, como en el tipo 1, el armazén base de su dibujo. Estas dos reueciones estén, pues, muy préximas. Puesto que tanto el tipo If como el Ise di tinguen de los demés por la polarizacién del dibujo en torno al recténgulo central, parece que se podfa legitimamente considerar este tipo II (que se encuentra también en Ios adul- tos) como una variedad del tipo I, y reunir estas reacciones (précticamente iguales, en tanto que las otras son muy diferentes) en un tipo global superior. Por tanto, se tiene: 7) Tipo I y Uz Basado en el «rectingulo central que sitve de armazén al dibujo». Se presenta esta reaccién en todas las edades; muestra un lento crecimiento a partir de los 9 afios; pasa a ser dominante en los 12 afios, después de haber rivaliza- do con el IV en los 10 y 11 affos, y conti- anda progresando hasta aleanzar el méxi- mo (88%) en el grupo de adultos. La evolucién del proceso de copia en fun- cién de la edad pasaria asf por las tres etapas siguientes, caracterizada cada una de ellas por el predominio de un tipo de copia (el tipo més frecuente para esa edad): + Etapa I, Tipo IV: predominante desde los 5 alos 11 afios. + Etapa II, Tipo TI: predominante a los 12-13 y 14 afios. + Etapa IU, Tipo I: predominante a par- tir de los 15 afios. 2.2.1, Elementos a evaluar Para una evaluacién préctica de los resulta~ dos, y siguiendo el procedimiento establecido por P. A. Osterrieth, aunque sobre datos espa- floles, se ha establecido un baremo en centiles de los tipos de copia. Las cifras muestran que algunos nifios pequefios ya pueden dar un tipo superior de copia y que en edades superiores a 12 aiios la amplitud de la distribucién se reduce notablemente, lo que aconseja en estos ‘casos no utilizar el test para discriminar entre los que posean especial facilidad en la repro- duccién del dibujo, sino tinicamente para detectar la eventualidad de una insuficiencia en la aprehensiGn perceptiva. Tabla 2. Baremo de los tipos de copia (datos espaioles) EDAD (en afios) P.centil BT ato a2 | y+ 99 ut " I = 75 - Ml u ' 50 Vv v ut " 25 v - - uM 10 vw v \v - Si bien es muy interesante identificar el proceso de copia, la exactitud y el grado de perfeccién del trabajo representan otras va- riables que no deben desestimarse. Para evi- luarla correctamente serfa necesario tener en cuenta el niimero de elementos copiados y sus relaciones, empresa dificil porque no se sabe a primera vista qué es lo que cn la figura debe considerarse como elementos. PA. Osterrieth, fundndose en la tendenciaa reproducir en continuidad ciertas Ifneas, ha dividido la figura en 18 partes que pueden asimilarse otras tantas unidades y que se dan tanto en la copia como en la reprodue- cidn de memoria, En efecto, el sujeto no per- cibe, no fija uno a uno todos los segmentos que componen el dibujo, sino que los capta organizados en un cierto mimero de estructu- ras; armazén general, superficies, ejes diver- 50s, apéndices externos y detalles que se repi: ten simétricamente. Solamente hay algunos seginentos que no tienen relacién con ninguna de estas estructu- ras y constituyen, asi aislados, elementos que frecventemente se descuidan en la copia y se olvidan en Ia reproduecién. Conviene agru- parlos en unidades de la misma manera que se hizo con las Ifneas que aparecen agrupadas en el siguiente grafico. Este esquema gréfico muestra la divisién de la Figura A en 18 unidades numeradas de acuerdo con la siguiente nomenckitura: 1) Cruz exterior contigua al dngulo superior izquierdo del recténgulo grande. 2) Reoténgulo grande, armazén de la figura. 3) Cruz de San Andrés, formada por las dia gonales del recténgulo grande, 4) Mediana horizontal del recténgulo gran- de 2 5) Mediana vertical del rectingulo grande 2. 6) Pequeito recténgulo interior (contiguo al lado izquierdo del rectingulo 2, limitado por las semidiagonales izquierdas de éste y cuyas propias diagonales se cortan so- bre la mediana 4). 7) Pequefio segmento colocado sobre el lado horizontal superior del elemento 6. 8) Cuatro Iineas paralelas situadas en el triéngulo formado por la mitad superior de la diagonal izquierda del rectngulo 2, 9) Tridngulo recténgulo formado por la mitad del lado superior del recténgulo 2, a protongaci6n hacia arriba de la media- na vertical 5 y el segmento que une el extremo de esta prolongacién con el Angulo superior derecho del rectngulo 2. 10) Pequefia perpendicular al lado superior del rectingulo 2, situada debajo del ele- mento 9, 11) Circulo con tres puntos inscritos, situado en el sector superior derecho del rectin- gulo 2. 12) Cinco Ifneas paralelas entre sf y perpendi- cculares a 1a mitad inferior de Ja diagonal derecha del rectangulo 2. 13) Dos lados iguales que forman el triéngulo isdsceles construido sobre el lado dere- cho del recténgulo 2 por la cara exterior de éste, 14) Pequefio rombo situado en el vértice ex- tremo del triéngulo 13. 15) Segmento situado en el triéngulo 13 para- lelamente al lado derecho del recténgulo 2. 16) Prolongacién de la mediana horizontal y que constituye Ia altura del triéngulo 13. 11) Cruz de Ja parte inferior comprendiendo en ellael brazo paralelo al lado inferior del rectingulo 2 y la pequefia prolongacién de Ja mediana 5 que la une a este Indo. 18) Cuadrado situado en el extremo inferior izquierdo del recténgulo 2, prolongacién del lado izquierdo, comprendiendo tam- ign su diagonal 2.2.2. Criterios de puntuacién Osterrieth ha dado el mismo valor a cada una de estas unidades, simples 0 compuestas, pero como pueden ser correctamente reprodu- cidas 0 ligeramente deformadas, bien coloca- das en la figura o mal situadas, propuso la valoracién siguiente: Correcta Bien situada: 2 puntos Mal situada: 1 punto Por cada unidad Deformada o incompleta, pero reconocible Bien situada: 1 punto Mal situada: 0,5 puntos lmeconocible o ausente | 0 puntos De esta forma resulta facil valorar la exac- titud y riqueza de una Copia. Se sefialarén las diversas unidades reproducidas, se puntuardn segtin los criterios anteriormente citados y se sumarén las puntuaciones obtenidas. Se ano- tard igualmente el tiempo total (en minutos) invertido en la ejecucién; siempre es itil saber si un trabajo completo y bueno ha sido ejecu- tado lenta 0 répidamente. Se tendran en cuenta los mismos criterios y se seguiré idéntico procedimiento para corregir y valorar la Reproduccién de me- moria, La Hoja de anotacién facilita este proceso y permite registrar ordenadamente los resulta- dos parciales y obtener la puntuacién directa total de cada una de las partes. 2.3. NORMAS DE INTERPRETACION La tabla 3 presenta el baremo correspon- diente a la exactitud y riqueza de la Copia ela- borado a partir de datos espafioles. Figuran en ambos extremos la puntuaci6n centil y en el cuerpo de la tabla las puntuaciones directas para los distintos grupos de edad. La tabla 4 incluye la baremaci6n del tiem- po de Copia; el tiempo transcurrido se redon- dea siempre al minuto superior; asi, los tiem- pos 215”, 2°50" se redondean, en ambos casos, a 3” y este valor se lee: entre dos y tres minutos. Tabla 3. Figura A: exactitud y riqueza de Copia (datos espafioles), BAREMOS PUNTUAGIONES DIRECTAS Pe Po 510s | Sais | 7aios | Baios | gaice | t04ies | ttaic | tzaios | taatoe | 14 os |15,He"+ s | 7 | 23 | 2 | 1 | a | a | a | a5 | a | oo | 8 | so | t | 1 | 2 | 2 | am | a | o | a | ae | a | a | ao | t | t | tw] 2 | 3 | a» | a | - | a | se | om | oo wm | - | - | wf} 2] ma | | 2 | o | o | - 6 wm | 4 | ws ] a | a | oe | aw | aw | - | - | ot 7 eo | | - | - | » | 2 | ~@ | - | @ | 2 | o | a | oo o | 2] 4 | 2 } w ] a | a | 2 | a | @ | 2 | 9 | 60 4a | 1 | 1 | - | t6 | aw | 2 | = | w& | a | - | 2 | so | 1 | | 5 | ts | | a | 2p | 23 | 2 | 2 | 2 | oo a | o |u| - | - | | mm | 2] - | mw | 7 | or | 2 a |e | wo | «| 4 | w | tw | a | 2 | 2 | 2 | a | 2 to | 4 7 | | 3 | we | 8 | 8 | | 2 | 2 | 2 | 10 1 0 1 di 2 | wo | wo | | 7] w | w | 2 | 1 Media | 11,76 | 1355 | 1725 | 1963 | 2187 | 2498 | 2573 | 2858 | 27.91 | 2906 | 30.40 | Meda or | 385 | 513 | 395 | 526 | 5.17 | 663 | 979 | 950 | 370 | 350 | 945 | ot Mediana} 12 | 195 | 16 | 18 | ais | 26 | 257 | 27 | 277 | 29 | 904 | Mocéana| Moda | 11-19] 14 | 16 | ar23| 2 | 27 | 26 | 220] 28 | 29 | 92 | Moda ‘Tabla 4. Figura A: tiempo de Copia (datos espafioles), BAREMOS PUNTUAGIONES DIRECTAS (tiompo en minutos) | Pe Pe Saios | saios | raios | eases | oaios | 10nios | 11 aos | r2atos | tases | 14.605 |1satoev) 0) Pa Pea cuca eae eect | eatce | emt evonee rea tt Fecey i) tenga! Bale Sar eo oeee etre Ferre tSee | caealee| caecot| sree arraltt |teeeraa| egy Ole le,ri a} altril alata | a] s | wo ~e]oe}se]s}efs|sfsa}s|ats {alo wo} o | mo} mw] 9 fs |} ol 7 trtoe le | s | o Meda | 636 | 563 | 661 | 10 | 615 | 686 | 477 | 440 | ase | 4 | 312 | Media or | 193 | 135 | 192 | 160 | 202 | 203 | 131 | 133 | 154 | 120 | 099 | ov Para evaluar los resultados de la fase de Reproduccién de memoria, posterior a la co- pia, se tendrén en cuenta las mismas variables que para la primera fase de la prueba, es decir: el tipo de construccién, la exactitud y riqueza de la reproduccién y Ia rapidez del trabajo Los tipos caracteristicos de reproduccién de memoria que se han obtenido a partir de luna muestra espafiola se resumen en la tabla 5 y en la 6; se incluyen los baremos correspon- dicntes a los dos primeros conceptos (exacti- tud y riqueza) para esta parte de la prueba, Comparando los «tipos» en la Copia y en ta Reproduccién se comprueba que a los seis aflos, aproximadamente, la mitad de los suje- tos mantienen el mismo proceso de elabora- cién y que esta proporcién, con algunas flue- tuaciones, aumenta con la edad. En adultos aleanza el 73% de los casos. Ahora bien, no debe olvidarse que en los adultos se encuen- tran los tipos de copia mas evolucionados y que estos tipos tienden 2 conservarse en la reproduccién de memoria Las regresiones del tipo de copia en la reproduccién de memoria se observan sobre todo en los pequefios, hasta los 7 afios. Au- sente el modelo que les incitaba a un cierto tipo de construccién y guiados solamente por su recuerdo, tienden a menudo a acusar una tendencia a la elaboracién iracional y com- plicada de la figura, Tabla 5. Figura A: tipo de construccién de la figura en la Reproduccin de Memoria (datos espafioies), BAREMOS. io PUNTUAGIONES DIREGTAS Rv Sains | so aos | 11-120008 | 12 atosr+ 9 fy 0 1 - 99 5 “ m " 6 0 wv v au u 50 6 v - v W 5 10 wl v v v 10 Tabla 6. Figura A: exactitud y riqueza do la Reproduccién de Memoria (datos esparioles), BAREMOS: PUNTUACIONES DIRECTAS Po Po Saos | Gatos | 7aios | saios | sates | t0aios | ttaios | 12atos | 13.tos | 14 sos |15atosy oo | 1 | 1 | 18 ] 1 | 2 | 2 | 2 | 2 | 2 | 30 | a2 | 99 am | 9 | 1 | 2 | 19 | a | a |) 2 | om | mm | 2 | 2 | wo | 7 os | a | 2 | w | 2 | 2 | 2 | a | 2 | 2 | o wm | - e | wm) un jw] mo | - | a | 2 | 2 | a) nm | 6 7 9 | wo | 7 | wi] w | o | 2 | a | 2 | 7 o | - 7 8 o | | m7 | wf] w | - - | 2 | 0 so | 5 8 7 a | « | w | i | te | 2 | o | a | so 0 | 4 5 6 7 | | 2 | tw | tw | 19 | 19 | 2 | 40 oa | - | - - | 6 | 2] 0m} - | - | @ | we | we } x a | 3 4 6 ps} un] oe | we fs | ow | aw | w ] 2a | 2 3 4 4 a |e | |] te] 5 | te | t | 2 to | 4 2 3 8 ef] 7 |u| 2] mw fs | 6 | 0 1 ° ° 1 1 a] 3 8 9 ao | wo | o | 1 Meda | 563 | 638 | 870 | 4s | 1611 | 1650 | 17.69 | 1808 | 2009 | 2057 | 21,48 | Meda or | 293 | a0 | 518 | 269 | 695 | 452 | 215 | 491 | 423 | 200 | S54 | ot Medana] 5 6 | wo | 7 | # | 15 | 17 | 175 | 205 | 20 | 215 |Mediana| Moda | 6 6 | 1 | so | r415 | tots | tee} 19 | ar | 2 | 22 | Mode Es evidente que el empleo del baremo refe- rido al tipo de construccién permitiré situar al sujeto de acuerdo con sus capacidades de me- moria, Una baremacién de la duracién del pro- ceso de reproducci6n de memoria no presenta apenas interés préctico; hay sujetos escrupulo- sos que prolongan su esfuerzo; otros, expedi vos, que juzgan répidamente que su recuerdo estd agotado. Basta con mencionar que de 4 a 15 affos la mediana de las distribuciones pro- gresa de 6 a 3 minutos y vuelve a ser de 4 minutos en el grupo de adultos. 2.4. ANALISIS DE LOS DATOS Se resumen a continuacién las diversas infor- maciones que pueden obtenerse a partir del exa- ‘men y comparaci6n de los resultados obtenidos cen las dos fases de aplicacién de la Figura A. 2.4.1, Fase de Copia A) PROCESO DE COPIA CLARAMENTE INFERIOR. a) La reproduccién es defectuosa: 1. Tiempo de copia largo, en general: su- jeto probablemente poco desarrollado desde el punto de vista intelectual; dis- praxia de construcciGa grifica, percep- cién visual confusa, sincretismo y difi- cultad de andlisis viso-espacial. En los niffos pequefios estas dificultades son normales. Se debe tener en cuenta el medio cultural de que procede el su- Bellet jeto, su formacién escolar y el valor concedido por el centro de ensefianza y la familia al dibujo educativo, 2. Tiempo de copia anormalmente cor- to: la incapacidad de anilisis es to- davia mas acusada que en el caso precedente; el tiempo muy corto co- rresponde a la copia de un solo ele- mento fécil o a un garabato rapido gue el sujeto considera suficiente. b) Aunque el proceso de copia sea clara- ‘mente inferior, en relacién con la edad del sujeto, la copia es precisa y rica: 1. Tiempo de copia largo, a veces muy largo: sujeto cuidadoso, aplicado, con Gificultades para analizar rdpida y ra- cionalmente las estructuras espaciales. 2. Tiempo de copia corto, trazado, en general, facil y firme: ciertos sujetos, dotados para el dibujo, copian a veces Ja figura poco racionalmente, pero procediendo con seguridad y avanzando poco a poco. Tienen una forma peculiar de analizar la reali- ad visual, reproducen generalmente muy bien la figura, incluso cuando se les pide que la tracen de memoria. B) PROCESO DE COPIA CLARAMENTE SUPERIOR, a) La copia es precisa y rica, se ejecuta en un tiempo normal, a veces un poco largo: el sujeto aplicado y preciso estructura racionalmente los datos viso-espaciales. b) La copia es poco precisa, hay olvidos, el tiempo de ejecucién es, a menudo, cor- to: se puede entrever una tendencia a chapucear, a no tomar la prueba en serio ¥, @ veces, una cierta torpeza grifica de ejecuci6n a pesar de que la elaboracién perceptiva global esté desarrollada, 2.4.2. Fase de Reproduccién de memoria ) El proceso de copia ha sido normal o superior, aunque fa reproduccién es cla- ramente insuficiente: en este caso, pues- to que no existe problema en la percep- cin y la organizaci6n de los datos a fijar, la pobreza de la reproduccién ma nifiesta claramente la del recuerdo vi sual, aunque también pueden ser causa de esta deficiencia un bloqueo originado por una eserupulosidad exagerada o, en ciertos casos, por el interés que podria tener el sujeto en simular una falta de memoria, b) El proceso de copia ha sido claramente inferior, la reproduccién es muy pobre. En este caso falla tanto el recuerdo co- mo la percepcién. La insuficiencia de la reproduceién confirma el nivel inferior de la elaboracién viso-espacial. Sin em- bargo, en relacién con la copia defec- tuosa, la pobreza de la reproduccién puede ser tan mareada que debe mante- nerse la sospecha de falta de memoria. Existen casos en que el tipo de copia se me- jora al pasar al segundo tiempo de la prueba: se puede pensar entonces en una cierta lentitud para orientarse en un complejo viso-espacial La prucba permite, a veces, observaciones que tienen valor sintomético: 1, Cambio de posicién del modelo. Recuér- dese que la Figura A se presenta horizon- talmente con el rombo del extremo orien- tado a la derecha del sujeto y el vértice hacia abajo. Sucede que algunos sujetos colocan el modelo en sentido vertical antes de comenzar la copia quedando asi el rombo hacia arriba con el vértice hacia la derecha, La figura, colocada de esta forma, toma el aspecto de una casita. Las instruc- ciones de aplicacién de la prueba exigen que se vuelva a colocar ef madelo en la forma correcta. En los nifios pequefios esta colocacién en sentido vertical es relativa- mente frecuente; en adolescentes y adultos indica una mentalidad bastante torpe. En ocasiones, a pesar de corregir la posicién del modelo, el sujeto copia la figura colo- céndola verticalmente y la asimila a una casa con una bandera encima, cardcter que se acentiia en la reproduecién de memorie, Se considerard un signo primitivo o infan- tilesa colocacién vertical del modelo, de la copia 0 de ambos. 2. Desde la edad de 12 affos los tipos de co- pia descritos en los grupos V, VI y VIT consideran signos de probable retraso mental. 3. Se observaron en psicépatas, general- mente con deterioro mental, aftadidos y sobrecargas: ciertos elementos se repiten, existe una tendencia a lenar superficies (signo de completamiento), a engrosar todas las lineas repasindolas. El dibujo se hace pesado, cargado, abigarrado. Estos fenémenos se acentian generalmente cuando se pasa de ta copia a la reproduc- cién de memoria, aunque a veces solamen- te aparecen en esta segunda fase de la prueba (signo de completamiento y de lineas repetidas). 4, En los nifios pequefios se pueden encon- trar también e! macro y el micrografismo, cuyas correlaciones con otros aspectos del comportamiento merecerian ser estudiadas sisteméticamente. | 3. FIGURA B Aunque por raz6n de su complejidad, la Figura A permite hacer comprobaciones interesantes, on los nifios mas pequefios parece aconsejable un procedimiento més rapido. Se estudié durante una decena de afios un test de Copia y Reproduccién de memoria de una figura mucho més simple y mejor adaptada a las posibilidades de los nifios. La Figura B puede ser aplicada igualmente a adultos en los que se sospecha un fuerte deterio- ro mental. La puntuaci6n de la Copia tiene en cuenta ciertas relaciones fundamentales y evalia también en gran medida el esquema mental con que se efecttia la construccién: globalizaci6n, realismo inte- lectual, falta de andlisis de las reacciones, etc, ‘Sin embargo, serd suficiente comparar las dos Figuras A y B para convencerse de que no son intercambiables. Con la Figura B, a partir de los 7 afios los progresos son insignificantes. Por ello se consideré necesario hacer una baremacién independiente y ciertas modificaciones en los criterios de Valoracién inicialmente establecidos y que figuraban en ediciones anteriores del Manual de la prueba. Dentro del contexto de una investigacién sobre prediccién de las dificultades del grafismo de la escritura (Buisén, 1996a y 1996b), se procedié a un estudio de estos criterios y se llegé a la con- Clusién de que hacia falta una mayor especificacién de los mismos, con muestras de diferentes rea- lizaciones para garantizar Ia correcta valoracién de las ejecuciones de los sujetos. En general, se observ6 cierta falta de concrecién en las dimensiones y la inclusi6n de dos dimensiones en un mismo crtiterio de evaluacién, Asi, en el apartado Pésicién de los elementos secundarios aparectan criterios ‘que evaltian el lugar que ocupan estos elementos {su posicién) junto a otros que tienen en cuenta su calidad 0 correcta realizacién, criterios que en la Figura A estén bien delimitados. 3.1. TECNICA DE EXAMEN Y CORRECCION Se presenta al niffo la Figura B con el cua- Grado orientado hacia abajo y a la derecha; se 3. Calidad de los elementos principales y se- cundarios. le entrega una hoja de papel y se le pide que copie la figura con un lépiz, Cuando haya ter- minado, se anota el tiempo y se retiran Ia copia y el modelo. Después de una pausa de 3 minutos se Te pide que vuelva a hacer el dibu- jo de memoria sobre otra hoja. Se corrigen por separado In Copia y la Re- produccién de memoria registrando los resul- tados en la Hoja de anotacién y teniendo en cuenta las dimensiones generales siguientes: 1. Numero de elementos principales y secun- darios del dibujo. 2, Posicién de los elementos secundatios. 4, Temaiio proporcional de los elementos principales en relacién al modelo y de ellos entre si. 5. Situacién relativa de los elementos prin- cipales. 6. Observaciones generales y evaluacién subje- tiva de la ejecucién. En este apartado el exa- minador puede, si lo desea, recoger las obser- vaciones a que se refieren los epigrafes de la Hoja de anotacién que permiten un anilisis cualitativo sobre fa realizacién de la prueba, Las puntuaciones posibles se indican a con- tinuacién. 3... Nimero de elementos que aparecen en el dibujo Se conceden: 2 puntos por cada uno de los elementos claramente reconocibles; 1 punto si el elemento principal es reconocible con di- ficultad; J punto si el elemento secundario es dibujado fuera de su Iugar de emplazamiento (Bj.: dos puntos fuera del circulo, cruz fuera del tridngulo, etc.) La diferencia entre el tridngulo y el rectin- gulo debe ser clara para que cada uno de ellos constituya un elemento. Se consideran reconocibles: las superfi- cies con un contorno mas o menos circular para el cfrculo y poligonal para las otras figuras, pero a condicién de que su emplaza- miento relativo o los elementos secundarios permitan relacionar cada una de ellas con el elemento correspondiente del modelo (Ej: figuras vagamente poligonales distri- buidas segtin relaciones de contigtiidad o con elementos secundarios que permitan identificarlas). Las figuras claramente dibujadas cuen- tan cada una como un elemento, aunque estén distribuidas desordenadamente sobre Ia hoja. Los elementos principales son: 1) Cfreulo. 2) Cuadrado. 3) Recténgulo. 4) Tridngulo. Los elementos secundarios son: 5) Dos puntos (0 circunferencias) den- tro del circulo. 6) Cruz dentro del tridngulo. 7) Semicfreulo dentro del recténgulo. 8) 4 lineas dentro del semicirculo. 9) Diagonal del cuadrado. 10) Punto dentro del cuadrado. 11) Signo = (igual). ~~ Pantnaeign maxima: 22 puntos El grafico que viene a continuacién indica con los mismos niimeros (1 a 11) el lugar en que se sittia cada uno de estos elementos. = 3.1, Se conceden 2 puntos por cada uno de ellos: — Los dos puntos del circulo bien colocados ala derecha (si estin superpuestos o muy alejados en vez de estar uno al lado del otro, I punto), ~ La cruz colocada a Ia izquierda del trigngulo. — El semicfrculo eolocado en el centro de la base del rectingulo. (Se permite una lige- ra oscilacién). — EI signo = (igual) colocado en el cuad: Posicién de los elementos secundarios — Las Ifneas que aparecen dentro del semicfr- culo verticales y perpendiculares a la base. — La diagonal correctamente colocada. Par- te de los 4ngulos igual al modelo, sin tener en cuenta la calidad. — El punto del cuadrado colocado en el an- gulo inferior derecho. do pequefio formado por Ia interseccién del rectingulo y el cuadrado, ~ Puntuacién maxima: 14 puntos 3.1.3. Calidad de los elementos Se conceden 2 puntos por cada uno de ellos. Los elementos p: rios en Apéndice) — Cfreulo, — Cuadrado. ~ Rectingulo, — Tridngulo. Los elementos secundarios son: = Dos puntos del circulo Henos (no lIineas circulares). ~ Cruz del tridngulo bien hecha (no aspa u otro dibujo). — El semicfreulo y sus lineas se apoyan correctamente en la base. Si alguna linea B de los 6 puntos de contacto como méxi- mo) sobrepasa o no llega al margen supe- rior o inferior = 1 punto. Distancias su- periores a 1,5 mm. = 0 puntos. — Las 4 lineas en el semicirculo son para- lelas entre sf en todo su trazado (I punto si aparecen mfnimas desviaciones), — Diagonal del cuadrado: Linea reeta sin ondulaciones ni éngulos, sea cual sea su direccién, — Punto del cuadrado claramente mis grue- so que los del cfrculo. — Bl signo igual no corta los lados del cua- drado pequefio. “Pantuacién maxima: 22 pinios 3.1.4. Tamaiio (proporcionalidad) ‘Tamaiio proporcional de las cuatro figu- ras principales con relacién al modelo. Se trata de una igualdad aproximada de 4 mm. més o menos. Se valora cada figura individualmente midiendo altura (Alt) y an- chura (Anch). Se conceden 2 puntos por cada igualdad aproximada; en figuras despropor- cionadas valorar este criterio en el centro de Ja figura). Circulo. Cuadrado. Rectingulo. ‘Tridngulo. ' Puntuacién maxima: 8 puntos Tamajio proporcional de Jas figuras entre si, sin relaci6n con el modelo. Se trata de una igualdad aproximada rela- tiva al tamafio de las figuras. Tomar como cri- terio 4 mm, si son iguales a las del modelo y aumentar o disminuir esta medida segin la proporcién de las figuras con relacién al modelo. Se dan 2 puntos por cada proporcio- nalidad: — Cireulo y tridngulo de tamafio semejante, = Cfreulo, cuadrado y triéngulo de tama- fio semejante. Se concede J punto si el triéngulo © el efreulo faltan, pero hay pro- porcionalidad entre los otros dos. — Altura del cuadrado y del recténgulo iguales. — Las 4 formas geométricas proporcionadas. Puntuacién maxima: puntos 3.1.5. Situacién relativa de las cuatro figuras principales Se conceden 2 puntos por cada solape. $i no hay més que una simple yuxtaposicién o si la superposici6n es exagerada; se concede I punto. Solape reconocible entre culo o sus equivalentes. ingulo y cir- ~ Solape reconocible entre tridngulo y rec- téngulo o sus equivalentes. — Solape reconocible entre efreulo y rectén- gulo o sus equivalentes. — Solape reconocible entre cuadrado y rec~ téngulo y sus equivalentes. Puntuacién maxima: 8 puntos 3.1.6. Observaciones generales durante y al final de la aplicacién Se registrarén en cada linea 0 casilla (Co- pia y Memoria) de la Hoja de anotacién aque- los signos, abreviaturas o unas pocas pala- bras que describan la realizacién del nifio en cada uno de los apartados, No es una valora- cin cuantitativa, sino cualitativa: ~ Orden: Se anota el orden que ha seguido el nifio al dibujar los elementos utilizando las cifras que representan a cada uno de ellos; segiin se indica en la propia Hoja de anotacién, por ejemplo: 4/3/2/1, ha dibuja- do primero el trigngulo, luego el recténgu- lo, el cuadrado y, por Gltimo, el cfrculo. eccionalidad: Puede indicarse con simbolos 1a direccién 0 el inicio del trazo de los distintos elementos o indicar que di- chos trazos no siguen ninguna direccién definida, ~ Situacién del dibujo en el papel: se anota- ré en la casilla correspondiente (Copia © Memoria) el nimero que proceda, de acuerdo con el esquema que aparece en a Hoja de anotacién y atendiendo al lugar en que el sujeto haya realizado el dibujo (n° 2 si est précticamente en el centro de Ia hoja). — Calidad global: Se estima en funcién del ndmero de puntuaciones méximas (de 2 puntos) obtenidas por el sujeto agrupéndo- las y valoréndolas, a su vez, de acuerdo con la escala que aparece en la parte infe- rior derecha de la Hoja de anotacién. 3.2, MUESTRAS DE TIPIFICACION La muestra esté formada por 332 nifios catalanes de 4 y 5 afios, de nueve colegios piiblicos y privados elegidos atendiendo a la metodologfa utilizada‘) para Ia ensefianza y aprendizaje del grafismo, al tipo de colegio, al nivel socioeconémico y al sexo de los nitios, Se presenta a continuacién un cuadro con las caracteristicas de la muestra (frecuencias y porcentajes), clasificada por las variables anteriores. — METODOLOGIA: activa: 163. (49,1%) cldsica: 169. (60,0%) - COLEGIO: 176 (63,0%) 156 (47,0%) ~ NIVEL SOCIOECONOMICO: medio-alto: 140 (42,2%) medio-bajo: 192 (67,8%) = SEXO: varones: 155 (46,7%) mujeres: 177 (63,3%) ' EDAD (en meses y afios) 49 a 51 meses (4-1 a 4:3 afios) 52 a 54 meses (4-4 a 4-6 afios) 55 a 87 meses (4-7 a 4-9 afios) ‘58 a 60 meses (4-10 a 5-0 afios) 61 2.63 meses (5-1 a 5-3 afios) 64 a 66 meses (5-4 a 5-6 afios) TOTAL (1) Metodologta clisica es aquella que sigue la Forma tradi Frecuencia Porcentaje 4 12 69 20,8 72 a7 92 27 88 26,5 7 24 332 10,0 3 de ensefianza del grafismo. Se uilzan méiodos sintéticos para el ‘aprendizaje de a lecto-escritura con ejercicios de papel y lpiz ditgidos a la prctica del grafismo:ejercicios de punz6n,rellenar cspacios y seguir con el Iipz lineas previamente marcadas, copia de cenefas, letras y palabras, caligafia, etc. El dibujo no tiene ‘un papel importante dentro de est nea de trabajo. Metodologia activa es aquella que, en el aprendizaje de la leoto-eseritura da briorad a la comprensin lector y a Ia expresicn del pensamiento a través dela esritura, Se wllizan métodos analiicos y se Fechazan todos los ejrcicios qve podriamos lamar mecanicista, eliminando ls ejersicos de papel y lpiz wtlizados en la mets

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