Sie sind auf Seite 1von 2

Curso: Historia de la historiografía antigua.

Fundación Pastor de Estudios Clásicos. Madrid, 25.11.94

La Historia en los discursos de Heródoto y


Tucídides
Dr. Ignacio Rodríguez Alfageme – Univ.Complutense de Madrid.

Existen unas limitaciones previas como son el carácter casi inabarcable y los
problemas de composición que afectan en su conjunto a toda la literatura griega.

1. PUNTOS DE UNIÓN Y DESUNIÓN BIOGRÁFICA.

La obra de ambos autores se enmarca en el período de esplendor griego, siglo V a.C.,


pero les separa una generación -unos 25 años- por lo que se abre un abismo entre las vidas de
ambos, el que existe entre una victoria y una derrota (sic). Pese a ello, comparten una
circunstancia vital y es que ambos fueron desterrados de su patria: Heródoto fue víctima de un
tirano siendo firme partidario de la democracia. Tucídides fue desterrado como consecuencia
de su derrota en Anfípolis. Estos condicionantes se traslucen en el tono de sus obras.

Un factor influyente es la evolución intelectual de Grecia en los 25 años de diferencia,


en que ha dejado atrás la ingenuidad de considerar los fenómenos en su primera apariencia.

La diferencia más notable se establece en el punto de vista de la narración:


Heródoto narra acontecimientos anteriores a su experiencia y tuvo que hacer una
investigación casi arqueológica (sic), basándose en relatos de otros, por ello es una
visión retrospectiva que facilita la tarea de trazar un hilo narrativo; asume, por tanto, la
tarea de narrar.
Tucídides desde el primer momento se plantea la tarea de narrar acontecimientos
coetáneos, en los que ha participado como testigo presencial. El hilo argumental de
Tucídides se irá descubriendo con el curso de los acontecimientos, pretendiendo
justificar que no existe una idea previa.

2. POSTURA DEL AUTOR Y DEL LECTOR.

Heródoto tiene claro cuáles son los acontecimientos que va a a narrar. Casi se puede
decir que escribe una historia bien trazada (sic). La intencionalidad de Tucídides le hace
situarse en otro ángulo, pese a que el Dr. Alfageme insistió en el cuidado con que hay que
manejar los datos.

Heródoto cuenta los acontecimientos y, a la vez, nos hace partícipes de la línea con la
que los une para llegar a su fin, por ello cuenta e interpreta los acontecimientos. Tucídides
prefiere ser testigo de ellos y hacer del lector un espectador al que oculta cuidadosamente la
trama argumental. Tucídides presenta los acontecimientos y sugiere una interpretación hacia la
que encamina al lector.

La comparación de los historiadores se puede establecer desde la primera frase de


cada una de sus obras.

La hipótesis de Alfageme es que Tucídides tendría in mente el comienzo de la obra de


Heródoto y, que si bien el esquema es el mismo, la similitud termina ahí puesto que Heródoto
inicia la obra con una oración nominal que cumple la función de dar título a la obra y justifica
que lo presentado es fruto de una investigación, con ello se ajusta a la tradición historiográfica.
Tucídides indica claramente su nombre como sujeto y utiliza un verbo para señalar su
actividad de autor -con ello, indica que se sitúa en otro ámbito cultural-, escribe en primera
persona y se hace presente en diferentes ocasiones de su obra.

3. INTENCIONALIDAD DE LAS OBRAS.

Heródoto está interesado en celebrar las hazañas de los hombres -lo que le sitúa en la
tradición homérica- y por el principio de la guerra entre griegos y bárbaros -no por la causa-.

Irene Florencia Agudo del Campo


Profesora de Griego-I.E.S. Juana de Pimentel
1
Curso: Historia de la historiografía antigua.
Fundación Pastor de Estudios Clásicos. Madrid, 25.11.94

Resulta redundante, con un curso de pensamientos intenso: destaca la importancia de la obra y


deja claro que son griegos y bárbaros. Utiliza un procedimiento que se convierte en uno de sus
rasgos más característicos: expone una situación y amplia detalles a continuación para
configurar una historia universal siguiendo el esquema de la tradición épica. Entra de lleno en
la narración. La obra de Heródoto parece destinada a una lectura pública por el ritmo marcado
de la exposición oral aunque es una obra elaborada y compuesta por escrito.

Tucídides dice que compuso tomando notas pero utiliza una estructura sintáctica
perfectamente trazada con una serie de participios encadenados que parecen más propios de
la lengua escrita y siente la necesidad de presentar pruebas objetivas para justificar la guerra.
Recurre a la explicación prolongada y literaria que recuerda a Heródoto pero rompe con la
tradición épica que le parecía poco satisfactoria e incompatible, no admite fines y tiende a un
pensamiento causal. La Guerra del Peloponeso ha superado a todas las anteriores y recurre a
la arqueología para justificarlo, lo cual cobra pleno sentido si se compara con los
acontecimientos inmediatos.

Frente a Heródoto que narra sucesos anteriores, Tucídides está interesado en narrar
sucesos estrictamente contemporáneos. La vigencia de la expresión del Dr. Alfageme no deja
de ser sorpresiva: "Heródoto es un arqueólogo y Tucídides un periodista (sic)".

4. ELABORACIÓN DE LOS DISCURSOS.

En conjunto destacan varios aspectos: deudas con la tradición, tópicos y personajes.


La actitud de ambos historiadores queda patente en las series de los discursos, pese a tener
una correspondencia no exacta. Se presentó de Tucídides una trilogía, mientras que de
Heródoto una tetralogía.

Heródoto une los discursos con una frase de transición, cuenta los discursos y le da
colorido a la historia, aparentemente se limita a poner en escena a los personajes de la historia.
Tucídides se hace presente tras cada discurso y dedica un capítulo a analizar la intervención
de los oradores, la reacción de los ciudadanos y las consecuencias que puede tener esa
intervención; estos incisos sirven para distanciar al lector de la obra y proporcionarle una
panorámica y una perspectiva a posteriori, una mirada retrospectiva que se repite
sucesivamente.

Heródoto busca sumergir al lector en el curso de la narración, Tucídides le obliga a


enfrentarse a los acontecimientos como espectador: actitudes diametralmente opuestas.

Heródoto dramatiza, utiliza recursos de la tragedia para sus personajes, aunque los
griegos conocían sobradamente el resultado de las guerras contra los persas. Tucídides
adopta en sus discursos formas más elaboradas, se admite la vuelta a asuntos tratados y
sugiere una reflexión. Existe una diferencia de régimen político pero la obra de Heródoto está
hecha para ser leída ante un auditorio conocedor de la libertad de palabra.

Existen una serie de tópicos: inseguridad de las alianzas para el desarrollo de la


empresa, argumentos favorables a la empresa, la divinidad elimina toda manifestación de
soberbia, la contradicción del comportamiento humano, la intervención del azar, la exhortación
de los antepasados y el deseo de emular sus éxitos.

Todos los discursos admiten una doble lectura por el uso de la ironía trágica.

Irene Florencia Agudo del Campo


Profesora de Griego-I.E.S. Juana de Pimentel
2

Das könnte Ihnen auch gefallen