Sie sind auf Seite 1von 16
5. ACRITUD. Volvamos a examinar la dependencia entre la tensién y la de- formacién (fig. 40). Si la carga no sobrepasa el punto A (limite convencional de fluencia), después de eliminarla no ocurrirdn varia- ciones en e] metal, pero si la carga supera al limite de fluencia y las tensiones fueron, por ejemplo, iguales a o,, después de eliminar la carga persistiré una deformacién igual a a. Si luego se vuelve el metal a someter a la accién de la carga, su aptitud para la deforma- cién plastica habra disminuido y el limite de fluencia se elevard hasta el valor 04; es decir, para provocar la deformacién plastica habré que aplicar una tensién mayor. Esto significa que el metal se ha hecho mas resistente. El aumento de la dureza y de la resistencia a la traccién producido por la deformacién plastica se llama acritud. Por lo dicho con anterioridad sabemos que la deformacién plastica se efecttia por desplazamiento de las dislocaciones. Un par de dislocaciones en movimiento genera centenares y centenares de nuevas y, como resultado de esto, la densidad de Jas dislocaciones aumenta, lo que ocasiona un endurecimiento (aumento de la tensién de rotura), fig. 64. El] diagrama de las variaciones de las propiedades mecanicas del cobre y del aluminio en dependencia del grado de deformacion plastica se muestra en la fig. 65. A medida que aumenta el grado de deformacién (disminuyendo la seccién transversal), aumenta la tension de rotura (¢ ) y disminuye el alargamiento relativo (5). La deformacién plastica introduce importantes variaciones en la estructura del metal. o* 83 La estructura cristalina de un metal deformado plasticamente no solo se caracteriza por la deformacién de la red cristalina, sino también por una determinada orientacién de los granos, es decir, por su fextura. 240) O45, kgf/mm? 160) 120) L 2 4 6 e Densidad de las dislocaciones. p10" cm Fig. 64. Resistencfa en funcién de la densidad de las distocaciones (acero de alta resistencia) Los cristales orientados irregularmente, al ser sometidos a la accién que produce la deformacién, vuelven sus ejes de mayor resistencia poniéndolos en la direccién que sigue la deformacién. Con el aumento de la deformacién crece el grado de “textura- cién” y cuando los grados de deformacién son grandes alcanza el 100%, es decir, todos los granos resultan estar igualmente orien- tados. 50°, %) a a > 7 40} 40 30b 30 + 20 20 Og , kaf/mm? " 40+ 10. + 2 3 4 6 6 12 8 4 5 67 Grado de deformacian, % Fig. 65. Variacién de las propledades mec4nicas del cobre (a) y del aluminio (6) en depen dencia del grado de deformacién plastica No debe pensarse que como resultado de la deformacién se hace el grano mas pequefio. En realidad sélo se deforma, se apiasta y de equiaxial pasa a tener los ejes desiguales (como una torta o galleta), conservando la misma drea de seccién transversal. Son muy numerosos los desplazamientos que demuestran que la traslacién de una parte del cristal con respecto a la otra transcurre 84 de acuerdo con el mecanismo de dislocacién antes descrito. Estos desplazamientos se ven bien en el metal pulido (antes de la defor- macion) y con frecuencia reciben el nombre de rayas de Chernov- Liiders (véase la fig. 41). Este caracter de corriente plastica ocasiona la variacién de la estructura intragranular, los bloques del mosaico se dividen al mismo tiempo que aumenta el grado de desorientacién. pee Aumenta la magnitud de las tensiones 7,738 | internas, limitadas (localizadas) por los aire pequefios voltimenes. cae Con el aumento de la deformacion dis- 48h minuye la densidad del metal. En la Tt fig. 66 se dan los resultados de las experien- [78601 cias Nevadas a cabo para determinar la 7,356 densidad de wna probeta rota de hierro aah ee puro. Después de la rotura, la deformacién 7.863 | fue maxima en el cuello (zona 9), mientras aatoneat queen la cabeza (zona Z) casi no existia. A medida que nos acercamos a las zonas _|recel mas deformadas, la densidad disminuye. elo La disminucién de la densidad cuando eee el grado de deformacién plastica es grande se debe a la formacién de poros dentro de los granos y entre ellos (destruccidn). E La disminue: nm apreciable de la den- Aad en uspendencls ct sidad comienza cuando la deformacién Nega grado de deformacién plastica a una magnitud determinada y en la curva “@ % Prppela, fometida a de alargamiento se puede marcar un punto, también determinado, que se designa con la letra D (fig. 40). Por lo tanto, la deformacién plastica hace que varie la estructura interna del grano y su forma y, una vez que éste alcanza una magni- tud determinada, que disminuya su densidad a causa de la forma- cion de discontinuidades (poros). 6. INFLUENCIA DEL CALENTAMIENTO EN LA ESTRUCTURA Y EN LAS PROPIEDADES DEL METAL DEFORMADO (PROCESOS DE RECRISTALIZACION) La deformacién plastica lleva al metal a un estado estructural inestable. Espontaneamente deben producirse fendémenos que ha- gan que el metal retorne a un estado mds estable desde el punto de vista estructural. Entre los procesos espontdneos que hacen que el metal defor- mado plasticamente pase a un estado més estable figuran la elimi- nacién de las deformaciones de la red cristalina y otros procesos intergranulares y la formacién de nuevos granos. El primero no requiere una temperatura alta, ya que en este caso se produce una 85 traslacién insignificante de los dtomos. Un pequefio calentamiento (de 300—400 “C para el hierro) elimina ya la deformacién de la red (como resultado de numerosos submicroprocesos: disminucion de la densidad de las dislocaciones a consecuencia de su aniquilacién mutua, fusién de los bloques, disminucién de las tensiones internas, reduccién del numero de huecos, etc.). Las lineas que en los roent- genogramas del metal deformado son borrosas debido a las altera- ciones de la red y de su regularidad, vuelven‘a hacerse claras. La eliminacién de las deformaciones de la red eyel proceso de calenta- miento del metal deformado se lama restauracién. Como resultado de este proceso disminuyen un poco (en un 20—30% en comparacion con las iniciales) la dureza y la resistencia, mientras que la plasti- cidad aumenta. Al mismo tiempo que esto, es decir, que la restauracién, puede efectuarse el llamado proceso de poligonizacién, que consiste en ~ ~~ <— aw PRErA q4s555 que las dislocaciones que dentro del grano se encuentran en desorden, se agrupan formando una pared (fig. 67) y creando una estructura reticular (lig. 10, b), que puede ser estable y dificultar los procesos que se desarrollan a temperatura mas alta. La recristalizacién, es decir, la formacién de nuevos granos, se desarrolla a temperaturas mas elevadas que la restauracién y la poligonizacién y puede comen- zar con una velocidad apreciable después de calentar el metal por encima de una temperatura determinada. La comparacién de las temperaturas de recristalizacién de diversos metales demuestra que entre la temperatura minima de recristalizacién y la temperatura de fusién existe una dependencia simple: 7'ecy == 42 tus (L'recs es la temperatura absoluta de recristalizacién; 7';,, es la temperatura absoluta de fusién, y @ es un Coeficiente que depende de la pureza del metal), Cuanto mayor es la pureza del metal, tanto mas baja es la temperatura de recristalizacién. En los metales con pureza técnica ordinaria a = 0,3—0,4. La temperatura de recristalizacién de las aleaciones, por regla generai, es mas elevada que la, de los metales puros y en algunos casos llega a ser igual a 0,8 Ty,.. Y al contrario, los metales muy puros tienen una temperatura de recris- talizacién muy baja: 0,2 Zy,, e incluso 0,1 T'rys- Una vez que la recristalizacién (estado I) ha terminado, la estructura del metal y sus propiedades vuelven a ser las de antes, 86 es decir, las que tenian antes de ser deformado. El esquema de los Pprocesos que ocurren durante el calentamiento del metal con acritud se reproduce en la fig. 68. Utilizando el coeficiente a es fécil calcular la temperatura de recristaliza- cidn de los metales con pureza ordinaria: para el hierro ésta sera igual a 450 °C aproximadamente, para el cobre, 270 °C aproxinadamente, y para el aluminio, 50°C aproximadamente, Para metales fdciles de fundir como el zinc, el estafio y el plomo, Ja temperatura de recristalizacién es inferior a 1a ambiente. La temperatura minima de recristalizacién depende también del grado de la deformacién“que la precedié. Cuando mayor sea el grado de deformacién, mas afinada esté la estructura y menos estable sea ésta, tanto mayor sera su tendencia a entrar en un estado mds estable. Por consiguiente, un mayor grado de deformacién facilita el proceso de recristalizacién y hace que descienda la temperatura minima de recristalizacion. i Restauracion Recristalizacion Recristalizactén (estado I) festado NM) [ ——H >| | > > E223 -2B— SB-- DY Temperatura ——3— Fig. 68. Esquema de 1a variacién de la estructura de un metal con acritud al ser calentado La temperatura de recristalizacién tiene gran importancia practica. Para restablecer la estructura y las propiedades de un metal endurecido por deformacién en frio (por ejemplo, cuando es necesario seguir trabajéndolo a presién por laminado, estirado, trefilado, etc.) hay que calentarlo por encima de la temperatura de recristalizacion. Este tratamiento se llama recocido contra acritud (para mas detalles véase el cap. X1). La deformaci6n plastica a temperaturas superiores a la de re- cristalizaci6n produce también acritud, pero ésta es eliminada por el proceso de recristalizacién que transcurre a estas temperaturas. Conviene indicar que la recristalizacién no se efectia durante la deformacién, sino inmediatamente después de terminar ésta y tanto mas répidamente, cuanto mas elevada es la temperatura. Cuando la temperatura es muy alta, mucho mds elevada que la temperatura de recristalizacién, esta altima se lleva a cabo en unos segundos y hasta en unas fracciones de segundo. Por consiguiente, en la deformacién plastica a temperatura superior a la de recristalizacién, si se produce la acritud, sera elimi- nada inmediatamente. Este tipo de tratamiento en el cual no se produce acritud, se llama tratamiento por presién en caliente. El tratamiento por presién (deformacién plastica) a temperatura inferiora la de recristalizaci6n provoca la acritud y se llama tratamiento en frio. 87 Por lo tanto, la deformacién plastica del hierro a 600 °C debe considerarse como tratamiento en caliente, y a 400°C, como tratamiento en frio. Para el plomo y el estafio la deformacién plistica, incluso a la temperatura ambiente, es en esencia un tratamiento en caliente, ya que la temperatura de 20°C es superior a la de recristalizacion de estos metales. En la préetica se dice que estos metales son incapaces de endurecerse por deformacién en irio aunque al deformarlos se forman en ellos lineas de desplazamiento (como lo demuestra, por ejemplo, el crujido caracteristico de las laminas de estaiio cuando se doblan). Cuando el metal se trata en caliente, para aumentar su plasticidad y evitar al mismo tiempo la acritud, se emplean temperaturas’ mucho mayores que la minima de recristalizacién. Z Para el recocido del material con acritud en condiciones in- dustriales, también se utilizan temperaturas mds altas que la mi- nima de recristalizacién, para asegurar una velocidad suficiente de los procesos de cristalizacién. ‘ En la tabla 10 se dan las temperaturas tedricas de recristalizacién, las temperaturas a Jas cuales se practica el recocido contra acritud y las temperatu- ras de tratamiento por presion en caliente. TABLA 10. Temperaturas de recristalizacién y de tratamiento en caliente de los metales ‘Temperatura, °C Metal de recocido contra la acri- | Presign en calvente Hierro 450 600-700 1300-800 Acero. 450 600-700 4300 (1100)-800 Cobre 270 450-500 800-600 Laton 250 400-500 750-600 Aluminio 50, 250-350 460-350 Molibdeno 900 1400-1600 1400-2000 De acuerdo con los procesos de variacién de la estructura del metal endurecido por deformacién en frio al calentarlo, es de esperar también el correspondiente cambio de sus propiedades. A medida que aumenta la temperatura, la dureza disminuye un poco al prin- cipio en virtud del fenémeno de la restauracién. Después del recocido a una temperatura algo mayor que la de recristalizacion, la dureza disminuye bruscamente y alcanza su valor inicial (es decir, su valor antes de producirse la acritud). Esta temperatura es la minima de recristalizacién 0 umbral de recristalizacién (fig. 69). Andlogamente a como varia la dureza cambian otros indices de la resistencia (la resistencia a la rotura y el limite de fluencia). En la fig. 69 se mues- tran también las variaciones de la plasticidad (5). Una temperatura de calentamiento baja y la restauracién que con ella se produce elevan algo la plasticidad, pero tinicamente la recristalizacién puede restablecer la plasticidad inicial (de antes de producirse la acritud) del metal. 88 8 s Se 8 8 2g s 2 & é & X eo 8 8 Ne 2 90,25 9B, kgtmm? 0 200 400° 600800 1000 Temperatura de recocido, °C Fig. 89 Varlaclin de las propiedades mecanicas del hierro con acritud en dependencia de la temperatura de recocido (I. A. Oding) Fig. 70. Variacién de la microestructura det latén endurecido por deformacién en frio, en dependencia de la temperatura de calentamiento. x 100: ‘Temperature de calentamiento, °: a, sin calentar: b, 900; c, 50; d, 450; e, 850; J, 080 750; hy 80 La variaci6n de la microestructura al calentar un metal con acritud se muestra en la fig. 70. La estructura de partida del laton ') endurecido por deforma- cin en frio se ve en la fig. 70, a. En ella pueden observarse los granos alargados con gran namero de desplazamientos. El pequefio calentamiento, que produce la ligera disminucién de la dureza en virtud de la restauracién, no varia sensiblemente la microestructura fig. 70, b). El calentamiento hasta 350°C hacé que los granos del ‘meta! entren en un estado casi equiaxial, dgbido a la recristaliza- cion. Esta temperatura se encuentra, evidentemente, algo més arriba que el | umbral de recristalizacién (pero no mucho), ya que el tamafio de los granos 2 no es grande. Una temperatura mas ele- ad vada (550—800 °C) provoca el creci- ES miento de los granos. eS | Si estos resultados se representan en forma de diagrama de temperatura — Temperatura tamafio del grano, se obtiene la curva que reproduce la fig. 74. del grano del metal con ai El proceso de recristalizacién puede er etl eraralenn dividirse en dos etapas: 1) la recristalizacién primaria o del tratamiento, durante la cual los granos alargados a consecuencia de la deformacién plastica se transforman en granos pequefios de forma redondeada orientados irregularmente; 2) la recristalizacién secundaria o colectiva, que consiste en el crecimiento de los granos y que transcurre a una temperatura mas elevada. La serie de microestructuras que se da en Ja fig. 72 muestra el proceso tipico de crecimiento de los granos (recristalizacién se- cundaria). En la fig. 72, a se ve la estructura de una aleacién (so- lucién sdlida de cromo y niquel) después de terminar la recristali- zacién primaria. En ella se observan granos pequefios equiaxia- les. La elevacién de la temperatura hace que aumenten algunos granos a expensas de otros pequefios; se obtiene una estructura constituida por algunos granos grandes rodeados de granos pe- queiios (fig. 72, ). Si la temperatura sigue elevandose, aumenta el nimero de granos grandes (fig. 72, c), hasta que por fin todos los granos pequefios son “absorbidos” por los grandes y toda la estructura queda formada por granos grandes (fig. 72, d). Los procesos de recristalizacién primaria y secundaria tienen una serie de peculiaridades. La reeristalizacién primaria consiste en la formacién de nuevos granos. Estos son generalmente pequefiés, incluso puede decirse que son muy pequefios, y surgen en las superficies de separacion de los granos deformados grandes. Aunque durante el calenta- 1) El latén es una aleacién de cobre y zinc; para més detalles véase el sap. XX. 90 Fig. 71. Vatiacién, del tamaiio miento se produzcan procesos intragranulares de climinacién de los defectos (restauracién, reposo), éstos no terminan por completo y, por otra parte, el grano recién formado esta ya libre de defectos. Al final de la primera etapa de recristalizacién puede obtenerse Fig. 72, Proceso de crecimiento del grano durante 1a recristalizacion, x 100 una estructura constituida tinicamente por granos de este tipo, es decir, por granos muy pequefios, de varias micras de didmetro. Pero en este instante comienza el proceso de recristalizacién se- cundaria, que consiste, como se dijo antes, en el crecimiento de los granos. E1 crecimiento de los cristales es un proceso espontineo deter- minado por la tendencia del sistema a disminuir la reserva de ener- gia interna. 94 Admitiendo que la unidad de superficie encierra una energia superficial de magnitud determinada, e] aumento del grano, es decir, la obtencién, partiendo de varios granos pequeiios, de un numero menor de granos grandes, ocasionaraé una disminucién Fig. 73. Migracion de los limites del grano, Las fechas indican el desplazamiento de 108 Himites, que se produce a saltos: @, bronce de estafio. x225; b, tantalo, x 100 de la superficie total de los granos (‘superficie interna”) y, por consiguiente, una disminucién de la reserva de energia interna del sistema. Es importante conocer e] mecanismo de crecimiento del grano, puesto que del tamajio de éste dependen muchas propiedades y conociendo dicho mecanismo se pueden regular las dimensiones del grano por medio de tratamientos térmicos. Existen tres mecanismos posibles de crecimiento del grano que se diferencian esencialmente entre si: 1) el embrionario, que consiste en que después de la recristali- zacién primaria aparecen otra vez centros embrionarios de cristales nuevos y su crecimiento hace que se formen nuevos granos, pero su numero es menor que el de granos en el estado inicial y por esto, cuando termina el proceso, aquéllos son, por término medio, mas grandés; 2) el migratorio, consiste en la traslacién de los limites del grano y el aumento de sus dimensiones (fig. 73). Como el grano grande es termodindmicamente mas estable que el pequefio (porque la relacién S/V es mas pequefia para él, siendo S la superficie y V el volumen), loS granos grandes crecen a costa de “comerse” a los pequefios; 3) el de fusién de los granos, en el cual los limites de los granos van “desapareciendo” poco a poco y muchos granos pequefios se unen formando uno grande (fig. 74). El primer proceso, 0 sea, el cembrionario», se realiza, por lo visto, muy raras veces (porque la formacién de nuevos granos de los recristalizados es poco probable desde el punto de vista energético). La migracién de los limites de los granos es un proceso de difusion, su velocidad esta determinada por la de la autodifusion y, por esto, este proceso tiene una importancia primordial cuando la temperatura es alta, considerablemente mayor que la de recristalizacién. La fusién de los granos no requiere para su existencia procesos de difusion considerables, y, lo que mas importante, este proceso puede efectuarse simulta- neamente por todas las (o por muchas) superficies de separacion intergranular. Los limites intergranulares son, como ya se dijo, Una concentracién de diversos defectos, dislocaciones en primer lugar. La aniquilacién de estos defectos es en realidad Ja destruccién de los limites entre los granos. Por consiguiente, el proceso de crecimiento de los granos por fusién se efectiia a una temperatura més baja que su crecimiento por migracién y, como demuestra la practica, ocasiona la formacién de granos muy grandes. Para el proceso de fusion no terminado es caracteristica la exis- tencia de una estructura consistente en un numero pequefio de granos grandes y de un gran niimero de granos pequefios (fig. 74, d). Esta estructura granular heterogénea carece de estabilidad y de altas propiedades. De lo expuesto se deduce que el proceso de fusién ejerce una influencia perniciosa en la estructura y, por lo tanto, en las pro- piedades, ya que puede conducir a la granulacién gruesa (si el pro- ceso llega a su fin) 0 a la heterogeneidad granular (si el proceso no concluye), en cuyo caso hay que tomar medidas para evitar esto. El que se realice uno u otro de los dos mecanismos principales de crecimiento del grano que hemos citado depende de la tempe- ratura: a temperatura mas baja el crecimiento del grano se efectha a expensas de la fusién, y a temperatura més alta, a costa de la migra- cién de los limites. También depende del estado estructural inicial, en particular, del grado de deformacién plastica precedente. 93, g & 2 3 g 3 3 a d, estado final desaparicién paulatina de los limites; estado inicial; & a, 94 Cuando el grado de deformacién es pequefio, la saturacién de- defectos es insignificante y, por esto, la formacién de los granos nuevos, recristalizados, libres de defectos, no produce un efecto considerable en el sentido de ganar energia libre. Por esta razon, cuando el grado de deformacién es pequefio, la recristalizacién primaria se realiza con dificultad (a alta temperatura) y el cre- cimiento del grano en la recristalizaci6n secundaria casi no se observa. Con cierto grado, relativamente pequefio, de deformacién elds- tica se crea una densidad de dislocaciones relativamente pequefia y printipalmente siguiendo los Ifmites de los granos, la cual asegura con pre- ferencia el desarrollo del proceso de crecimiento del grano por el mecanismo de fusién, lo que, si el proceso llega a su fin, conduce a un_ crecimiento exagerado de aquél (fig. 75). El grado de deformacion que con- diciona principalmente el desarrollo del proceso de fusién y que conduce después del calentamiento a un crecimiento gigan- tesco de los granos, se llama grado de fig. 7), Tamato del grano des. dejormacién critico. Este grado no es muy — dependencia del grado de 1a de- grande y se halla entre los limites del 3 f7maeien Prevedente Cesquemay al 8% (generalmente). Si después de la deformacién ha de someterse el metal a un calentamiento de recri- stalizacién, debe evitarse el grado de deformacién critico. Cuando la deformacién es supercritica la densidad de los de- fectos es tal, que el mecanismo de fusién encuentra dificultades. El crecimiento del grano se produce como resultado de la migracién de los limites, lo que a igualdad de las demas condiciones da un grano mas fino que el que se obtiene en el proceso de fusién. q L | i 1 1 1 1 ! Tamano del grano- = Grado de detormacion—> En la fig. 76 se muestra la estructura del aluminio deformado. La defor- macion se ered por traccién y después se recristalizé el metal a 550°C durante 30 min. En ausencia de la deformacién (la macroestructura fue fotografiada sin aumento) la estructura es de un granulado tan fino, que algunos granos no pueden distinguirse sino se aumentan, El grano més grueso se obtiene con la deformacién minima (alargamiento residual del 3%). la cual, evidentemente, est proxima a la crilica. A medida que aumenta el grado de deformacién, disminuye el tamafo del grano en el metal recristalizado. Por consiguiente, el tamaiio medio del grano después de la recristalizacion depende de la temperatu: ra a que se efectua esta Ultima (véase la fig. 71) y del grado de deformacién (véase la fig. 75). La dependencia del tamaio del grano del metal recristalizado con respecto a estos dos factores se caracteriza por los llamados diagramas com- pletos de recristalizacién. Un diagrama de este tipo para una aleacién de niquel se da en la fig. 77, a. En este diagrama se ve que el tamafio del grano disminuye a medida que aumen- ta el grado de deformacién y disminuye la temperatura de recocido contra acri- tud. El aumento del grano se observa cuando se calienta_a una temperatura mayor que la de cristalizacién, en este caso mayor que 950°C }). Los grados de deformacién pequefios (~5%) conducen a un crecirniento intenso del grano, +) La temperatura de recristalizacién de esta aleacién es de 960—980 °C. 95 Grado de deformacién, % Fig, 16. Macroestructura dei atwuinio después de la reeristalizacién, en dependencia del grado de deformacion (iudicado debajo de las estructuras, %) Fig, 11. Diagrama completo de 1a reeristalizacion de una aleacién de niquel (datos obteni- dos por el autor): a, velocidad de calentamiento 7 °C/min; b, temperatura de calentamiento 1080°C y cuanto mds alta sea la temperatura de calentamiento, mas crecerd el grano. © obstante, este crecimiento intenso del grano en el metal poco deformado sélo se observa cuando el calentamiento es muy rapido. Si el metal se calienta lentamente (fig. 77, 6), tiene tiempo de efectuarse el proceso de poligonizacién, y el crecimiento del grano, consistente en la unificacién (fusion) de muchos granos en wno mas grueso, no se produce. Se desarrolla la recristalizacion ordi- naria, es decir, la aparicién de centros y su crecimiento para formar cristales, con lo que no se obtienen granos gigantes. E] calentamiento lento puede susti- tuirse por el gradual, debiendo mantenerse la temperatura a 30—50°C por debajo de la de tecristalizacion. s Bibliografia W. T. Read. Dislocations in Cristals. New York—London—Toronto, 1954. A. H. Cottrell. Dislocations and Plastic Flow in Crystals. Oxford, 1953. S. §. Shteinberg, «Metalografiay. T.1., Mosca; METALLURGIZDAT, 1961. Fracture. Proceedings of an International Conference on the Atomic Mecha- nisms of Fracture held in Swampscott, Massachusetts, April 12-16, 1959. Ma- ssachusetts, 1960. B, Chalmers. Physical Metallurgy. New York--London, 1960. 8.8. Gorélik, «Recristalizacion de los metales y aleaciones», Mosca, METALLURGUIA, 1978. «Metalografia fisicas, Supervisada por R. Kan. T. 111, Mosed, «MIR», 1968. «Estructura y propiedades mecanicas de los metales» (Materiales de una conferencia). Mosca, METALLURGUIA, 1967. A. P. Gulidiev, Resiliencia y fragilidad en frfo de los aceros de construc- cién». Mosca, MASHINOSTROENIE, 1969. ; F. A, Meclintock, A. S. Argon. Mechanical behaviour of Materials. Mas- sachusetts, 1966. T. Yokobori. An Interdisciplinary Approach to Fracture and Strength of Solids. Groningen, 1969. R.W. K. Honeycombe. The Plastic deformation of Metals. University of Cambridge, 1968. Fracture toughness of High—strength Materials: theory and practice. ISI Publication 120. London, 1970. 1.1. Novikov, «Teoria del tratamiento térmico de los metales». Moset, METALLURGUIA, 1974. Ya. B. Fridman, «Propiedades mecanicas de los metales». Mosci, MACHI- NOSTROENIE, 1974. . M.V. Grabski, «Superplasticidad estructural de los metales». Mos METALLURGUIA, 1975. V.D. Zelenova, «Mecanismo de la rotura dictil y frégil y métodos para valorar la resistencia a la rotura de los metales y aleaciones». Mésct, MASHI- NOSTROENIE, 1975. Ya. R. Rauzin y E.A. Shur, «Resistencia constructiva de los aceros», Moscii, MASHINOSTROENIE, 1975. K. Haeckel, «Aplicacion técnica de la mecénica de la rotura». Mosett, 1974. Fracture. An advanced treatise, volumes I, H, II, IV. New York—Lon- don, 1968, 'A.P. Gulidev, «Superplasticidad del acero», Mose, METALLURGUIA, 1982, St, Koatanda, «Rotura por fatiga de los metales*, Mosed, METALLUR- GUIA, 1976. 71-0375

Das könnte Ihnen auch gefallen