A la Serensima, Poderossima Majestad Imperial y a la Nobleza: Cristiana de la Nacin
Alemana Dr. Martn Lutero
Con gran habilidad los "romanistas" se circundaron de tres murallas, con las cuales se protegan hasta ahora, de modo que nadie ha podido reformarlos y con ello toda la cristiandad ha cado terriblemente. Primero: cuando uno quera obligarlos por el poder secular, establecan y manifestaban que el poder secular no tena ningn derecho sobre ellos, sino, por el contrario, el poder eclesistico estaba por encima del secular. Segundo: si uno quera censurarlos mediante las Sagradas Escrituras, le objetaban que interpretar las Escrituras no le corresponda a nadie sino al Papa. Tercero: cuando uno los amenazaba con un concilio, inventaban que nadie puede convocar un concilio sino el Papa. De esta manera, nos hurtaron subrepticiamente los tres azotes para quedarse sin castigo, y se hicieron fuertes detrs de la proteccin de estas tres murallas para practicar toda clase de villanas y maldades, como lo vemos ahora. Y cuando se vieron forzados a celebrar un concilio, le restaron eficacia con anticipacin, obligando previamente a los prncipes mediante juramentos a dejarlos tales como son. Adems dieron al Papa pleno poder respecto al ordenamiento del concilio con supercheras y ficciones. Tan terriblemente temen por su pellejo ante un concilio correcto libre, que intimaron a los reyes y prncipes para que creyesen que estaran contra Dios, si no les obedeciesen en todas esas fantasmagoras prfidas y astutas. Que Dios nos ayude ahora y nos d una de las trompetas con las cuales se destruyeron las murallas de Jeric, a fin de que derribemos tambin de un soplo esas murallas de paja y papel, y tomemos los azotes cristianos para castigar el pecado y revelar la astucia y el embuste del diablo. As, mediante el castigo, nos corregiremos y recuperaremos el favor de Dios.