Haba una vez un bosque. En el bosque un rbol, y en el rbol una rama, una rama...

que no
quera ser rama. Un da de tormenta se parti la rama.
-Yupi, estoy libre! Ahora podr jugar, correr y saltar como una nia.
- Qu tonteras dices - murmur un gusanito - Cmo vas a ser como una nia si no tienes cabeza!
- Ya s, me pondr una sanda! - grit - Soy una nia, soy una nia!
- Tonteras, las nias tienen dos piernas y dos brazos! - dijo una lagartija que pasaba por all.
- Ya s, me pondr dos palos y unas ramas que terminen en palitos para tener manos.
Se los at y grit: Soy una nia, soy una nia!
- T no eres una nia!, no tienes ojos, ni boca, ni nariz, ni pelo - dijo un pjaro que estaba cerca.
- Soy una nia, soy una nia!
- Cuntas cosas!, buscar una zanahoria para la nariz, dos castaas para los ojos, dos cscaras
de naranja para las orejas, un poco de hierba para el pelo y me har la boca en la sanda.
- Yupi soy una nia!, Soy una nia!
- Croa, croa, croa, qu tonteras!, eres un palo con una sanda; las nias tienen cerebro, tripa,
lengua y de todo.
La rama pens que nunca sera nia y se puso a llorar y llorar.
-Soy una nia, soy una nia!
Los animales del bosque al verla tan triste llamaron a una estrella que conceda deseos.
- Puedes ayudar a esta rama que quiere ser nia?
- S, pero antes tenis que ponerle un nombre.
- Conozco un cuento de un mueco que se llama Pinocho - dijo la rana.
- Qu nombre tan bonito... PILOCHA, PILOCHA, PILOCHA! Exclam la tortuga que era un poco
sorda.
La estrella la convirti en nia. Cuando la rama vio que tena brazos, piernas, tripa y de todo se
puso a saltar y cantar de alegra: Soy una nia, soy una nia!
Tanto salt y bail que...
- Ay, ay, ay! Me muero, me muero, me duele mucho la tripa.
- Croa, croa, croa, no te mueres, slo tienes que comer; te duele la tripa porque no has comido dijo la rana.
Pilocha cogi fresas y se las comi: -Humm... qu ricas!
-Ay, ay, ay! me muero, mi tripa, mi culito, me duele, me duele, me duele.
- Croa, croa, croa, Qu te vas a morir! Las nias despus de comer tienen que hacer caca.
Pilocha hizo caca y como estaba tan cansada, Plaff! se sent encima.
- Qu mal huele, nadie va a querer ser amigo mo con este olor!
- Croa, croa, croa, slo tienes que lavarte.
Pilocha se lav. Estaba muy contenta porque crea que haba aprendido todas las cosas que
hacan las nias. Pero...
- Ay, ay, ay, me muero, se me cierran los ojos, me caigo al suelo!
- Croa, croa, croa, Qu te vas a morir! Slo tienes sueo; las nias por la noche tienen que dormir
para poder soar.
Pilocha cerr los ojos y se durmi. Entonces sinti las manos de su mam que la despertaba.
Muchas gracias a Elena M.G. por enviarnos este cuento