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Quiénes fuimos, quiénes somos. Los sonorenses de 1910-2010 José Antonio Rodriguez Para 1908 segiin la Resenta geograffca y estadistica de Sonora, el estado contaba con 221 682 habitantes, divididos en nueve distritos. Y de todas esos sonorenses, la gran mayoria se ubicaba en Alamos y los menos, evidentemente, en Altar. No eran muchos, se hablaba de una densidad de 1.11 por kilémetro cuadrado y, siguiendo a la misma fuente, existian 193 016 habitantes en el estado que pertenecian ala raza blanca’ y el resto a las indigenas. Daba cuenta tambien esta resefa del tipo de habitantes y las ret giones que profesaban: “Les extranjeros son alemanes, chinos, franceses, americanos, ingleses ¢ italianos. 218 096 habitantes profesan la religion cat6lica, 1 913 la protes- tante, 821 la budista, y 388 la de mormones’ '. Y para tales fechas, y tan minima can- Ldad de gente, tinicamente sabemos de unos cuantos fotdgrafos que con sus imagenes t se encargaban de darle rostro y paisaje a la regién, En el propio fascfaulo que conformaba la Resefia geografica y estadistica del estado se hacia un inusitado despliegue de imagenes fotograticas. Paisajes, serranta, puertos, retratos de las razas sonorenses (papaga, pima, mayo y yaqui), haciendas, edi- ficios gubernamentales, bosques y montatias se desplegaban en imagenes a la largo de Ja publicacién, Los editores tenfan muy claro tal despliegue. Citaban a un autor, Vidal de la Blache, y un libro suyo que sobre Francia habia hecho y las razones del uso de la fotografia: “la imagen incor orada a la descripcidn se impone hoy més y més como obli- gada justificacion de cualquier obra geografica. No sdlo la precisa —egrega— y rectifica, sino que la completa, porque hay en la naturaleza, aun transportada a la imagen, mas variedades y mas matices que los que una descripcién podria alcanzar" ®, Idea que los editores asumnian como suya: t i Sin desdefar io pintoresco, debe tenderse, sobre todo a lo expresivo.¥ eso es lo que a toda costa, y dicho sea de paso, con esfuerzos inauelitos. se buses en las paginas de esta publicacién, Cada limina de Tas muchas que se insertan, fue elegida con un fin pura y netamente geografico: para dar idea de un aspecto de montana, de rio, de larura: para representar una formacién geol6gica: un tipo étnico o para caracterizar un grado de cultura de un lugar determinado, Para eso hubleron de acoplase dbujos 1 fotografias (la fotografia, aun sin colores, por la exactitud de los detalles que sor prende, es el auxliar més poderoso de las ciencias) en niimero prodigloso ® j Qué podria desprenderse de estas ideas? Hay que resaltar lo que los mismos | editores dicen aqué: “para representar[.] un tipo étnico o para caracterizar un grado de cultura de un lugar determinado”. Lo que no nos remtirfa sino a la formacién de iden- tidades para las que, ya para entonces, la fotografia estaba ayudando bastante. No hacia mucho tiempo [en México desde 1891] en que el mediotono hacia posible que la imagen "Sonora, Resea geografica yesteistica, Libreria de la Vda, de . Bouret, Pars Mésico, 1908. Esta resera ita un oenso de 1900 sin actualzarlo para el aio en que aparece la edicién. * Ioidem, | | t i | i | fotogréfica fuera publicable junto a las lineas tipograficas. Esto hizo que las publicaciones que comenzaron a aparecer a principios del glo XX, sobre los territorios nacionales, ofrecieran precisamente una representacion de las regiones. Asi, los lectores-espectadores de este tipo de obras, se enfrentaron a un nuevo tipo de imaginario: no hacia falta viajar para conocer, pero en ese proceso tam- bién se crearon ideas preconcebidas y comenzaron a surgit més nitidamente lo estere otipos. Palabra e imagen estaban contribuyendo a ofrecerle sus identidades, asi en plural, a Sonora. Un hecho al que volveremos mas adelante. Mientras, conozcamos un poco mas de los que contribuyeron a crear una his toria de la fotografia en Sonora. Un historia que, evidentemente esta por hacerse, pero de la cual ya comienzan a surgir los nombres de algunos autores relevantes. En 1907 aparecié el libro Album-directorio del estado de Scnora de Federico Garcia y Alva, pro- fusamente ilustrado con cientos de fotografias. No se otorga el crédito a ningtin fot6 grafo especifico, aunque a su vez la propia Reseria geogréfica y estadistica, antes citada, sefala que Garcia y Alva era el autor “que viajé por todos los distritos, y con notable tino tomé innumerables fotografias’, tanto de las imagenes de la resefia de 1908 como de las que aparecian en su propio dlbum-directorio de 1907. Ahi tenemos, entonces, una auloria, Aunque aqui creemos que pudo haber algunos otros autores que en ambas participaron, acaso porque hay muy distintos formetos (excelente panoramicas, retratos de etnias, imagenes circulares). pero esa investigacion esta por escribirse. Al profesor Eduardo W. Villa se le debe el primer acercamiento pionero que buscé conocer quienes eran los nombres que habian forjado esa historia. Menciona a Pablo Rubio como uno de los primeros en introducir y practicar el proceso del dague- rrotipo. A Alfred Laurent en Guaymas: y en Hermosillo, ya instalados a finales del siglo XIX, Eduardo Bernal, Jestis Teran, la compaiiia Weiner y Buelna: y para el periodo de entre siglos a W. Roberts, Jestis Abitia y Carlos A. Palacios * No menciona a una fotégrafa cuyo trabajo hoy nos suena extraordinario: ella es Claudia H. de Gonzélez. quien tenfa un estudio en Guaymas, en la Calle del Muelle, entre finales del siglo XIX y el XX. El Diario chihuahuense da cuenta de cémo esta fot6- grafa se embarcé con 24 placas de vidrio en el propio puerto para documentar el exilio yaqui ®. Esto es, todo asf lo indica, para registrar la manera en que integrantes de esta etnia eran llevados a Valle Nacional o a Yucatan para ser utilizados como esclavos 6. No sélo eso, ella participaria también en la Exposicién Internacional de Saint Louis Missouri ‘Eduardo W. Vila,"Un sig de fotografia en Sonora. 1848-1948", Emparcial Hermes, 19 de unio de 1946, p 3. + Diario chibuahuense, Chihuahua, nim, 18. 7 de febrero de 1900 © Sobre el atroz exlio yaqui,véase, México Barbaro, Mexco, Edtoral Epoca. 1998, Exposicidn internacional de St Lous, Mo, 1904. Catalogo oficlal de las exhibicones de xicanos, Secretaria de Fomenio, 1904. p. 75. * Joel Verdugo, “La fotografia en Sonora: notas para una historia”. Mé las Estados Unidos Me emorias del XI Simposio de historia y an ' j i i i ‘en 1904 con 14 "fotogrefias en carbén y en celuloide” ?, Técnicas exquisitas y registros {que se sospechan extracrdinarios que hoy esperan su rescate y busqueda, Otro estudioso, Joel Verdugo Cordova, puso de manifiesto en dos simposios de historia, en la década de los noventa, la urgente necesidad del rescate de la fotografia sonorense, El documento fotografico como un testimonio que no sélo hablaba de la his- toria sonorense sino del empeio que debia de ponerse en ello: “Sirvan estos apuntes para propiciar la reflexién sobre este trozo de la historia de Sonora, virgen atin, por lo tanto dificil y seductor’. Verdugo da cuenta de una larga némina de fotdgrafos, entre ellos Marcos Bordatta, quien, decia tener “el honor de participar al puiblico que en la préxima semana se propone levantar su galeria fotogréfica y las personas que deseen retratarse pueden visitarle antes del dia ultimo del presente mes de septiembre’, lo cual, anunciaba en 1876 en la ciudad de Ures °, Ademds este investigador escribis: “En So- nora la referencia més antigua de la legada de las primeras maquinas sefiala a dos da- guerrotipistas trashumantes: el estadounidense J.0. Cameron, en los afios 1850 y 1851, y el canadiense William Herman Rulofson hacia 1850" ". En efecto, los historiadores Floyd y Marion Rinhard en su libro The American Daguerreotype dan cuenta de estos fotografos en Sonora. En 1850 esta pareja de da guerrotipistas itinerantes, Henry S. Cameron, su nombre correcto, y William Herman Rulofson, llegaron de San Francisco en donde contaban con un estudio, Del primero poco se sabe, salvo que hizo pareja con Rulofson para viajar por Sonora entre 1850 y 1851. Del segundo se conoce més: Rulofson nacié en la parte este de Norteamérica en 1826 y murié en 1878 2n la capital californiana. Aprendi6 fotografia con el daguerto- tipista L. H. Hale de Boston, entre 1843 y 1844, y ya como profesional viaj6 como fo- tografo trashumante en Estados Unidos y Canadé hasta su asentamiento en San Francisco en 1848 en donde se hizo de gran prestigio, Se cuenta con algunos datos de que después de su primer viaje a Sonora, en compania de Cameron, regresé durante la década que va de 1852 a 1862, aunque no se sabe si de manera permanente 0 por tem- poradas. Este fot6grafo se asent6 definitivamente en San Francisco, con su socio H. W. Bradley, en 1863, en donde permanecis trabajando hasta su muerte. Antes, para 1874 se llegé a convertir en el presidente de la National Photographic Association, lo que le dio mas prestigio entre sus colegas estadounidenses Verdugo Cordova, vuelve a hacer mencién de Gabriel Buelna y W. Robert, ade- mas J. Taviz6n, Jestis F. Zazueta, Alberto W. Kossio, fundador de una familia de fotogra- "idem y “A pice de esta capita’, Bolen oii! y cmarvlancla miltar del estado de Sonora, Utes, 22 de se: tiembre de 1976; ademas Jose Antonio Rdrigue. “Prcsia dela fotografia en el naroeste mecano™Aguimia nm 22, seiombre-ciembre de 2004 © jel Verdugo. op. ct. \ Vease Foye Rinhart y Marion Rinhart, The Ameican daguerreotype, Georgia, The Unversity of Georgi Press ‘bers. 1981, pp. 385 y 408 y Robert Tat Photography and American Scene. Nueva York. Dover. 1964, pp.355 y 509. Por su ado. Rasa Casanove y Olver Debroise en Sobre la supeici rund de un espe, México, PCE Ro de luz), 1989, nove referencia a. D. Cameron: ‘Daguerrotii'aestadouniderse Se mencina su presencia en Sonera entre 1850 y 1851", ademés hacen referencia a Rulofson. Véase también José Antonio Rodriguez. op ct. de donde 1 fos; unto a otros que sobresalian ya en la década de los afios veinte en otras ciudades del estado: W. Ninhinick, A. Serrano y Castulo Lopez en Cananea: Javier Peralta, e otros, Otro hecho clave que este investigador rescata es la Primera Exposicién Fotogré- fica del Estado, vista en la Biblioteca y Museo de Sonora entre el { y el 10 de mayo d 1949. Y cita una nota periodistica que dio cuenta del evento: “Es una exposicion de do tumentos hist6ricos de la ciudad de Hermosillo, desde el siglo pasado hasta la actuali- dad, comprendiendo personajes distinguidos, vistes panoramicas, paisajes, comercios, industria, etc. gentilmente proporcionadas por el Gobierno del Estado, presidentes mu- nicipales, historiadores, periodistas, industriales y personas particulares” ". Lo que no levariaa_un antecedente de lo que hoy se muestra en este libro. Los fot6grafos que aqui participan: Jorge :ngulo, Juan Casanova, Carlos Licdn, Juan Luis Fernandez y Claudia Platt, que se lanzarcn en biisqueda del pasado y registro del presente por el estado, han hecho ya también su contribucién a una posible historia de las imagenes fotogréficas en el estado. Varias de éstas —daguerrotipos, ambrotipos, que hablan de los origenes de la propia fotografia— fueron rescatadas por ellos. La ma- yoria son andnimas, pero algunas traen firma o un sello de los autores. Y varios nombres vuelven a aparecer junto otros nuevos. Esta préctica de res cate es un asomo a una némina que, evidentemente, se extendera a muchos mas nom. bres. Ahi estd, entonces, la razén social de Photo Wolff; ademés Alfred Laurent no slo en Guaymas sino también en Arizpe y Huepac, junto a Gabriel P. Serrano, con fotografias, fechadas en 1896 y 1898; en la Ruta del Rio y en Cananea aparece H. Bi estudio instalado en Tucson, Arizona; 0. S. Dower, quien firmaba como “Artistic Photo: grapher’, aparece en 1908 en el municipio de Frorteras; White & Lindsley en Caborca Alberto del Palacio también en Caborca; Pacheco en San Luis Rio Colorado; Hopkins en Guaymas desde 1917 y hasta mediados del siglo XX; 0 Beltrén en ese mismo puerto. Los fotografos que aqui realizaron este primer rescate, localizaron una imagen de Bradley & Rulofson impresa sobre papel albuimina, probablemente de la década de 1860, en Ciudad Obregon, quienes tenian su estudio en la calle de Montgomery. en San, Francisco, California. Lo que viene a ser una prueba del trabajo de estos fot6grafos en el estado de Sonora, Adems, en Guaymas localizaron a Elie Fayot quien firmaba “Artista Photografia” (sic), y quien en su sello estampaba un dguila mexicana, Mientras que ie . i elaiio de 1920, hay un fat6grafo que firma como Céspedes en Magdalena de Kino. Mu- chos de ellos se mueven por el estado como fot6grafos itinerantes (lo que se deja ver por los estudios improvisados al aire libre) que viajan de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, para ofrecer sus servicios. En Hermosillo se encuentra instalado W. Robert con un lujoso estudio en la Calle de Don Luis 78, Su anuncio asi lo presume: Los talleres fotogrificos del Sr. W. Robert, jestén] montadas conforme a los mas moder nos adelantos y dorados de supremas maquinas. Fs interesante para los aficionados saber {que en los talleres del Sr. Robert se desarrollan y fijan peliculas y negetivas, tanto de personas de esta ciudad como de fucra, pudiendo estas iltimas mandar sus drdenes por express o por correo. En la misma casa se hacen amplificaciones, retratos al crayén e iluminaciones, prendedores con retratos y artistcas tarjetas postales " El sentido de lo artistico esta muy presente. Algo muy comin ya en la segunda mitad del siglo XIX para distinguir el trabajo de los fotdgrafos. El anuncio de Roberts, en donde se dejan ver sus salas de exhibicion, muestra las elegantes y grandes fotogra- fias que es capaz de hacer entre las familias. Grupos de éstas aparecen en grandes for- matos y es evidente ya que Roberts se basa en los oédigos de la época para realizar sus, retratos: grandes lienzos como fondos que semejan una pintura impresionista, objetos decorativos de ficticia sala de hogar, muebles barrocos, alfombras. El estudio del fot6- grafo como Ia idealizacién de un espacio que cobija a las siempre elegantes personas iluminadas con suaves luces. “El taller del fot6grafo —escribe Gistle Freund— se con- vierte asi en el almacén ce accesorios de un teatro que guarda preparadas, para todo el repertorio social, las mascaras de sus personajes’ No sin una cierta incomprensién hacia las razas indigenas algunos cronistas de principios del siglo XX vieron a éstas como un problema Federico Garcia y Alva es uno de ellos, quien escribe: Indudablemente que el estado de la Confederacién Mexicana que conserva més razas aborigenes es el de Sonora, tanto en numero de ellas como en individuas y por eso es que muchas de sus campinias, de sus ciudades y sus montaas, se ven cruzadas por el broncineo y tostado indigena. ya con el azadn y la pica en la mano para fertiliar vigo- rosamente la tier, ya con el fusil al hombro o el puftal ala cintura para asesinar al ca- ® stu fotogréfico de W. Rober’ en Federico Cacia y Ala. Album directorio del esto de Sonora, Hermosillo, Imprenta Oficial dirjgida por Antonio B Monteverde. 1905-1907. rminante, segiin que pertenezca a las razas que han gustado de las trangullidades y sa tisfacciones que proporciona la civilizacion, o alas que, refidas con todo lo que significa orden y adelanto y encasilladas en su salvajismo aun traducen en horrendos crimenes el mortal odio que profesan al blanco; o ya dedicades en montes y valles al vill ejercicio, dela caza © Garcia y Alva apuesta porque la “raza blanca” termine asimilando a las indigenas, bien por simple desaparicion de éstas entre las que incluye ala seri. (Quizd no transcurran muchos aos sin que estas razas pasen a la historia; unas, como la barbaramente rebelde yagul y la Indolente y criminal seri, por destruccién, 0 por expul- sién, o por asimilacién, y otras porque cada dia se confunden mas y més con la raza blanca y tienen, por la fuerza natural evolutiva de la humanidad, que llegar a identificarse con ella hasta formar una sola: y decimos que quizd no pasen muchos afos. porquel..) ‘muy poco conservan ya de sus primitivas costurrbres, habiendo aceptado de Hleno las, de la raza blanca, que a su ver les ha brindado afecto fraternal, introducléndolas sin re serva en su modo de ser ™ De manera explicita, Garcia y Alva da cuenta del exterminio de la guerrera raza ‘aqui por la nula sumisién de ésta al orden del gobierno porfrista: ‘y allé van las fuerzas federales y del Estado a batirlos en medio de grande penalidades y de riesgos grandes|..J Una raza asf, tiene tarde o temprano que desparecer. y mientras més pronto mejor" ". Esta es evidentemente una visiGn de su tiempo que #1 autor no se cuida de ocultar. Es Ja concepcién de la paz —cualquier cosa que se entendiera por esto—, del orden y el progreso del gobierno y de uno de sus ciudadanos que se estaba volviendo el cronista de la época y del sentimiento que por entonces prevalecia en general hacia las razas in- digenas, las que precisamente les estaban ofreciendo una identidad a la region, aunque por entonces no se pensara en ello. Y mucho significa el hecho de que Ramén Corral, vicepresidente de la Reptiblica patrocinara el album directorio de Garcia y Alva, el cual por otro lado es un recuento notable de la sociedad sonorense de prineipios de siglo. Asi, “acaparamos cuanto dato y tomamos cuanta fotografia juegamos interesante para que el libro sea el reflejo de nuestra directa observacidn’, escribié este autor. A.un siglo de esas palabras, zhoy cémo se concibe una identidad entre los yaquis © yoremes, como se definen ellos mismos? El investigador Benjamin Alonso Rascén, in tegeante del cuerpo técnico de la Tribu Yaqui, nos dive " thidem. "Bde, "idem | | | or lo menos tres dirigentes vaquis me Tian hecho saber que para el yaqui la identidad como tal no pasa por el color de la piel, usar huarache de tres puntades, bailar el venado, comer wakabaki o hablar el ak noki (la palabra yaqui o sea su idioma 0 “dialecto’) el ser ‘yaqui tiene que ver més bien con acompafir la lucha histérica‘dela Tribu Yaqui, “Si tu teres yoreme y 10 eres parte ce esa lucha, en realidad no eres yoreme. Pero sial ser yor! te interesas genuinamente por acompafiar la lucha de la tribu, entonces ti eres un yaqul rs alla del color de tu pel yde que comas 0 no guamnichiles'* Eso nos llevaria a las complejas comprensfones de las identidades, o de sus pro: cesos de asimilacién, si es que aceso esto existiera. Un diccionario cualquiera nos dice qué es la identidad: “Calidad de idéntico. // Circunstancia de ser de una perscna o cosa la misma que se supone 0 justifica’; 0 bien qué es la identificacion: “Accién y efecto de identificar 0 identifiarse, // Proceso pst quico por el que una persona, que se siente vinculada emotivamente a otra, asimila al: gunas de las caracteristicas de ésta’ "Lo que en realidad poco, o parcialmente, nos dice si queremos asomamos a un trabajo como éste, el de Quiénes fulmas, quiénes somos. La fotografia, es sin duda, uno de los medios mas poderosos para crear identi dades, esto es, para crear referencias hacia las personas que rodean nuestro mundo, A Ja imagen como documento, en el proceso de registro de las personas, se le otorgan va- lores que en si misma no posee. Valores sentimentales, valores de identificacién, valores de realidad y/o de verdad. Uno de los primeros daguerrotipistas en el noroeste de Mé- xico anunciaba asf las cualidades de la fotografia: “La invenci6n es enteramente nueva, yy la asombrosa exactitud de la semejanza puede sélo concebirse por los que han pre senciado sus resultados. Por la belleza y delicadeza de la delineaci6n, y por la fuerza y viveza de expresién en todas las facciones, nada puede compararse con el daguerro- tipol..] Por cuyo motivo se garartiza en todo caso la semejanza’ ®. Las palabras: “La asombrosa exactitud de la semejanaa’ desde el inicio y divulgacion del medio fotogréfico, ya comenzaban a definir que lo que se veia en la imagen era copia fie del original. Lejos se estaba —se est4— de pensarse que la imagen fotografica es tuna representacion técnica En donde la dpticay la quimica(o bien, hoy, lo digital) fun cionan para formar una imagen que solo, por sustitucién, crea la llusién de que abi per ‘manecen, 0 se encuentran contenidas, las cosas y las personas. Un estudioso de la representacion sefala:“Técitamente se asume que la cdmara ve lo que veriamos direc ° Gomuniacin personal con el investigator Benjamin Alonso. ® Dieclonano practico de a lengua esparola. Eaiiones Grab, 1988, p 518 “Dagucrotipa Miniatures El Repro iii Periélico del Goblero cel depart ee 1813 range, 9 de marzo tamente y que la imagen fotografica representa lo que esta ali para que el ojo lo veal. En resumen, que el registro por medio de la cémara és un duplicado de lo que hace el jo. Este argumento es flso" oftece sus razonamientos para advertr que “nunca venios tal como la fotografia lo muestra” * En la imagen fotogréfica hay un limite o un marco, generalmente rectangular, que no existe en la visi6n: incluso colocando un marco rectangular de las mismas dimensiones yusando la visién monocular, tampoco veriamos lo que la imagen muestra, ya que nues- tra visién es foveal, es decir, s6lo aparece nitido el centro, mientras que la periferia tiende a hacerse difusa: la imagen fotografica muestra todo el rectngulo perfectamente delineado. Ademés, la fotografia puede tener una profandidad de campo précticamente infinita: es decir, todos los planos, sin importar la distancia, pueden aparecer en foco, mientras que la vision solo puede enfocar un plano ala vez. La lista de diferencias podria alargarse pero todo se resume en que no vemos las cosas de la manera como la foto- grafia nos muestra. Entonces, :por qué seguimas creyendo en la fotografia como si de una realidad innegable se tratara? Por qué de manera cotidiana al mostrar un retrato solemos decir: éste es mi padre, ésta es mi familia, cuando lo que mostramos es un pedazo de papel ‘emulsionado, un recorte cuadrangular, un marco conteniendo una imagen? He ahi, pues, el poder de la fotografia. Creemos en las representaciones y por sustitucién asumimos, que lo ahi visto es el suceso mismo, o la persona a la cual nos referimos. Amamos lo que reconocemos. Aunque sustancialmente s6lo sean siluetas bidimensionales, Y sin embargo, la imagen fotogréfica sigue mostréndonas quiénes somos y quie- nes fuimos. Intrinsecamente sabemos, consciente o inconscientemente, de su perdure- bilidad en el tiempo y de sus valores que le atribuiremos. Por eso nos modificamos en. el retrato, nuestros mejores afeites y nuestras mejores actitudes saldran a relucir. Nos colocamos en circulo, en poses encontradas, muy jurtos, no tinicamente porque el fo- t6grafo nos requiere incluir a todos en el encuadre sino porque simbdlicamente perte- necemos a un niicleo. Nos recargamos en los otros, colocamos nuestras manos sobre Jos hombros de quien esté més cerca. Exhibimos nuestras posesiones, nuestros oficios, Ja propia casa, nuestros negocios, las mejores ropas, Iss mejores peinados. Nos acicala ‘mos y hasta nos disfrazamos. Sonreimos, que para ex:ibir tristezas lo hacemos en otro ‘momento, nunca frente a la cémara, Estas actitudes 70 son circunstanciales, sino que responden a los afectos y a los orgullos que se presurrirén en la imagen fotogréfica, Ad. uirimos una cierta mascara, como ya lo dijera Giséle Freund, o como lo advirtiera Gom brich: “Nos modelamos a nosotros mismos de tal forma, en funcién de las expectativas de los otros, que asumimos la mascara 0, como dicen los seguidores de Jung, a persona "César Gonedlea Ocha 1997, pp. 23.24 EH. Gombrich, La mascara y la car: a pereepcisn del parecidofsendmi ent vids yen el arte" en Arte. per rca del representscidn, Méxica Isto de nvestigaciones iligicas. UNAM, cepetinv seeltiad,Barelona. Pais Convuncacion, 1983. pp. 26-27, tana que la vida nos asigna, y poco a poco nos convertimos en nuestro tipo hasta el punto de que modela toda nuestra conducta, e incluso nuestro modo de caminar y nuestra expresién Factal"®. Por eso acumuulamos retratos de la familia —como aqui puede verse—en esos espacios domésticos, Para seguir recordando en la memoria a las personas, Por eso nos retratamas junto a los retratos de los que ya se fueron, por eso valoramos como algo ‘muy preciado a la imagen retratistica, Porque en ésta se encuentran valores de queren: cia. El retrata de nosotros misrios, de los otros, es lo que queremos que sea. Por eso tenemos que hablar de multiples identidades, si para los yaquis es una para un ciudadano de Hermosilo 0 de Nogales, junto a la frontera, son otras. Ahi radican las complejidades de la manere en que nos podemos ver y asumir. Identidad acaso sea querer pertenecer a algo 0 a alguien, Por eso la fotografia, y el fotdgrafo, hoy y a lo largo de la historia —por medio de libros, por medio del trabajo itinerante por ciudades y pueblos— han cumplido un Jnsustituible papel para hablar de quienes fuimos y quienes estamos siendo. Seguro que nuestros fotdgrafos —Angulo, Casanova, Femnéndez, Licén y Platt— ya lo sospechan: han comenzado a mostrar las miltiples identidades que se han dado —que se estén dando— en Sonora. Cosa nada facil. porque se es muchas cosas a la ver. Ademas de que siempre cuenta quién nos 2st4 viendo. Si es alguien de nosotros mismos. que nos ‘identifica en su memoria, mucho mejor porque ahi es el mejor lugar al que se puede pertenecer, Feevisha CNg oi wat Saft dee 2O0F, NUK. 22 Putaic José Ant ros ala en medi Asirel von Tempsky Mazatlén y Du von Tempshy puerto: “Lash dios eran tan} pensando que ra otra. EI mi cota escena qh ‘cuctpo en me res. todos ha broso que losi muy requerid tal de exe esta saportesy equ uw Marvin Wheat blicadas orig Préctica de la fotografi en el novoeste mexicano José Antonio Rodriguez E stas eran las condiciones del viaje: camino que debamos de seguir ea bastante parec dol que habiamos recorrido el din antericn peroen ‘@ ocasion comenzamos a encontrarnos con hells de ‘comanches:cuarteles quemados y mutos ennegrecidos ‘que mostraban les sitios donde en alguna ceasn hubo casas, hasta que la edleracomanche las destruy, La ve sgetacin habia cubierto eas ena totldad el suelo en sangrentado, pero atin podian apreciars las débiles ‘marcas que inicaban los times exfverzcs yor sabreivie los alarios eels wietimas. Algunos vajerecaitatvos sequramente habrian encontrado los cverpos mutilados ‘en medio de las ruinas atin humeantes os haan seul ‘ado en esos pequeios monticules que velamos come midos recordatories de la crueldad tdunfiate! Asf relat el capitan prusiane Gustavus Ferdinand, von Tempsky una parada que hiza en el camino entre Mazatlan y Durango a medi jos de 1859. Por sf mismo, von Tempsky constats Io que dias antes le hebian dicho a su arvibo al puerto: “Las historias que se eseuchaban sobre las acciones de estos in- dios eran an horrible que nosoteos mismos a08 negabamos a creerlas pemsando que eran exageraciones". Pero In cealidad de esos eaminos 73 otra. El mismo vajero, cerca ya de Durango, oli a ser testigo de ‘otra escena que le dej6 “los nervios excitades". Primero deseubrid un cuerpo en medio de la noche, “esuremecidos continuamos ¥encontra mos otro cuerpo, y tro y otro, hasta que legamos a contar 29 cacve= res.. todos habsan sido asesinados sin ofrecer gran resistencia, a que auin sostenfan sus carabinas cargadas entre as frfas manos. Era asom- broso que los indios hubieran dado eas rir, ya. que este equipo era ‘muy requerido”, Finalmente este iajero termin6 por arribar a la capi tal de ese estado no sin antes someterse “aI inspeccin de nests pat saportes y equipajes por parte de las arpins de a advan”? Otro viajero que llegé por San Bhs, slo tes aos después, fue Marvin Wheat. ‘mayor consideracién advitié en sus memorias, pur blicadas originalmente en 1857, que en este puerto “s6lo la avaricia, Antor no Mdeniead, Pa de i: ChshinQuii Tyiminar- 880- Ca Seu ny de OES a Abed Saren, Nilo en, Ano, 187, Col parila pecado que a menudo cuesta la vida, impulsaa la na toraleza humana a soportar este pueblo... En San Blas Y sus aledatios hay un denso matorral o selva que ‘uno imaginarfa ideal para ladrones y otras especies de animales savajes y feroces”. Como maichos otros, «exteviajero norteamericano antes de adentrarse a te- rritorio mexicano conocié por boca de otros de lo peligroso de los caminas. Supo de aquellos “despia- dados ladrones [que] no hacen distineién de sexos y se apropian de ropa y joyas y lo que encuentran de valor, frecuentemente arrancindolas del cuerpo de Jas personas’. ¥ en efecto, camino a Tepic conocié “tun sitio fatal marcado con sangre de vigjeros y cer t definir de to alia en la regin, or de Claudia H. a.documenté el can en 19003 ‘er quien siem- > dea fotografia ar constancia de onde por cierto leados de un ae- ‘aver ls mono- de CH. Bouret 2s la dedicada a ‘iguet) sobre los ‘van otra buena Toda una histo- Notas ‘Arriba: Franklin Co, ni ohare), it da ea Abo: Franklin Co, ui fob, "eleaan demi de 1086 Col Te sneoteca Nacional oN * GE-von Tempus, Mite notin decent satura enon ij ¥e, Gaseal EX Setar mos ahar de 1853 135 variant ‘evs ate ese, Gan de Meso ARP. 2 * ide pp. 2980. ‘Marin Wet, Caras de ger ol cided Mécio MEsico El Colegio Jaleo Lote "Nacional paren Aone Pabhet06 pp 1-428 15125 aga Gian, Uf wate ant onde De Ronse Bout Soar Mé ‘eo, Secreta de Eicln Pui, (Gepoeten)- 178-9 oratoSobaro, Cina io rete de Rass onto en Soom, Mic, Liberia de nue Porm, 18h 9p. 2 ‘tan Mod Rina Mason Rishart, The Amnon egw, Georgi, The Uses sy of Gear Press Aon 151, pp Rt 40Ny Robe a, Phyo ne fer See acta York, Dene 1964 pp. 8885 SD, ores lado, Ran Camera Olscr brie em a sp rani de i Mesic, rt de a) 5S, heey ‘fete 8D. Cameron: -Daguritipas fede, Se menos pene ‘Sonor etre 1850 TS51~ con locals ace segurmnte un de moc pea Is hacen referencia Rustion Joe Vergo mien hace mein de eer ts ‘reroipstas como “I eterna ma aga deena dens primers nia 1°18 forget en Sonos: nas para un sto emi dl Sepa dhe ‘yeupaag de Sonn Departamento de Neto) aitnpologi, Universi de Sone ‘187 p. 468473. Verdugo otece max dato dea prt de Togo ata et crade dg Evaro W. Vil "Un sig de foogafa en Sonos. 161046 Papal Heros Ts T9de junio de 1905, p8 Vine “fQuemann Bola fit goby emo mii det eo it Soe, {res 13 desepulembre de 1876 p4y"Al pio cnn capa de, 2 sep bred 10 © sell rela a parece por propia mano de fg sala claramente et ape ‘como Sarent, auc as nea hemcrords heen efrenea ate ome ren “oes Laren La Costin, perio fal dl goberno de tad ie vsde Yano de Sonor, Hermon, 11 deme de 98,9. io ogefca de W: Rober en Federico Carta yl sini Eta 4 Sonor 19051997, Her, Gobierno Sele, 10? © dow Dini merie det eu Sen, 19904924, Herm, Healy Gend eto, 8 1 cxsnorny Debi, it “Galeri otogrits" cr de Mean peso fll de gobierno de Miz, pcre de Maz, 10 de cure de 1888p uber are as, Mri, Mani Matton erkley os Angles, Univesity of Cae mia Pres 1978 p72 Heather 8 Hah, “The Chace inthe Sone. A Photographie Reco cn The i haa Espoo tn iaonn ant orton eso, hrsonay Pe fora of Aone Mary ‘The Atoona Hao acon, 1980 ‘Xora’, Sonar iv dept Nun Lin Monterey 4 de noviembre Taguerteoip. Mita, lpi din et peta de areign Dusnga, 9 de mario de 18, pe 2 io, 30 de aren de 28%. 4 do, de lio de 18.4 Josh Gregg, B omer a as: laid monn en Sin Pe Miso, Cn ita, (Mada stsjer} 105 pp 190.980 Be Greys a dagucronp alae cn De "argo ease Matha A. Sane tt Eyes fo We Pot nigures e Movon Mg 1848818 Fort Worth, Texas, Amon Cuts Mseum Sooo nl ies Pre, pp. 28 272, 5 Fredeic A. Ober, Twi Menon fe Among te Masons, Boston, Ese at Lt 2 xs otogratas apateceron en Rests de Ohiiln Chinas, de eee de 1806 sinero de 897, * re Cituauns, Chino, 7 de febrero de 1990, sp, Joon Kenneth Turner. Horns Msi, Chicago, Cates H. Rerr and Company, 91 “Se apg 18 10 2 oda nae Senor, Ont, Cas, Naw Len, Tami Meso, Lbrevin de tan ge Ch Bowrey 1010. ii 15 | — La fotografia en Sonora: notas para una historia Joel Verdugo* * Departamento de Psicologia y Ciencias de la Comunicacién. Universidad de Sonora, Escribir sobre la historia de la fotografia en Sonora es abonar un campo virginal. Pocos son los investigadores que han abordado este 7 aeunto, por ello, lo discreto de! presente apunte. Bl fendmeno fotografico puede estudiarse por lo menos desde tres puntos de -0, esto es, su aparicién en Ia La fotografia come ua hecho hist6 .s condiciones materiales existentes escena social est determinada por | a revolucién industrial y el enun momento dado de la humanidad; bo al poder de una clase social que doté de una nueva fuerza productive imagenes, concepto éste que denota Is préctica humana que sbarea no solamente la utilizacién de la cémara como aparato o maquina, sino todo alk portaciones, investigacién cientifi sstéticns, etestera neno fotogrifico: fotégrafos, difusién, ventas, exportaciones ¢ im: ensefanza, experimentos, experien- Asimismo, la fotografia se convierte en valioso instrumento que documenta el pasado, adquiriendo cardcter histérico cuando sirve al investigador como testimonio de In historia, sea éste producido con la intencién de registrar aquellos hechos que, por su importancia son di de estudio (las fotografias de Casasola, por ejemplo), o atin siendo sin {al intencin, la fotografia sirve al historiador para la reconstruccién del curso de los hechos de su interés. cia XX Simposio de Historia y Antropologia de Sonora Por diltimo, a fotografia puede estudiarse desde el campo global de Jas imagenes, » erigirse substancialmente distinta a las dems imige nes, tanto por su aspecta visual como nando por tres caminos distintos y no ol ciencia de le fotografia como imagen, Por su aspecto técnico, evolucio, bstante entrecruzados: 1) la con. 2) la fotografia como documento de 8) las extensiones tecnolégicas de la fotografia, La fotografia inunda nuestras vidas, desnuda nuestro inconsciente Sptico, desilusiona lo re de instantes decisivos. al existente, brindéndonos una memoria repleta Lo hecho por Nicéphore Niépco, Daguerre, Bayard, los mexicanos Enrique Martinez y Manuel Herrera, el brasilefo Hercules Florence, -incluso los alquimistas Geber y Albert Von Bollstad (enamorados de la luna cornata) y el ‘Talbot, John Herchel, sabio griego Pauselenius quien in eedimiento muy semejante al del afos mas tarde, en 1201, fue deserito con base a un manuscrito encontrado en Ja biblioteca del Monte Athos que incluia una cémara oscura esfériea, laminas de cobre uestos en forma andloga al daguerrotipo-, tantes a Ia realidad, venté la camara oseura y un pr daguerrotipo que 500 argentadas y lentes dis- ‘eseribir” con luz, robarle ins “crear” otras realidades, propone una redefinicién entre existencia y entorno, La invencion y comercializaciin del mundo entero. Daguerre sin ser sal explot daguerrotipo conmovié al bio o artista, al igual que Niépce, sup? far su ingenio de artesano y perfeccionar el procedimiento inven tado por Niépce, hasta simplifica lo para que cualquier persona pudier® | ejercicio de obtener "vistas" de la realidad con una Precisién y semejanza extraordinarias, su vi sion comercial legé al grado de obtener del gob iermno francés una renta vitalicia de 10,000 francos ‘6,000 para él y 4,000 para los desceniientes de Niépee), por "donar” st invento al mundo, 464 La mani s de la e primer daguer Ine de 1939, € menos seis ap: comerciante ¥ Prelier, este t en septiembre a Nueva York, En los dios y gal principales cit xt prineipalment rnunciando una socieda materiales Tambié Utilizaron laf birbaro y det Dieguet, Teot n finales del « En Son maquinas, se se 4.0. Cam Herman Rul La fotogata en Sonora: nota para. unahistota La mania por la daguerrotipia inund6 el planeta. A escasos cinco mneses de la exhibicién publica en la cémara de diputados francesa, ol primer daguerrotipo hace su aparicién en tierras mexicanas en diciem- bre de 1989, cuando desembarea en Veracruz la Corbeta "Flore" con al rmenos seis aparatos importados por los hermanos Leverguer_y por el abador mexicano de ascendencia francesa Jean Francois, 1 afio lier, esie ultimo hace demostraciones puiblieas en Veracruz y guiente, en la Ciudad de México. Debemos me con septiembre de 1839, se tiene referencia del arribo del primer ap: .civnar aqui, que apenas eva York, tal ver, el primer daguerrotips en tierras americanas. iguientes se mmultiplicaran el niimero de aparatos, i loo ai studios y , no sélo en la capital del pafs sino también, en las 1s ciudades del interior. Estados Unidos, cia, Inglaterra y Extranjeros procedentes de se instalan en la Ciudad de México ; incipalmente, son los primeros q) asombrando anuneiando sus servieios por todos los medios disponible a una sociedad deseosa de reconocerce como tal y eternizar sus hazafias materiales. ‘También naturistas, aventureros, arquedlogns, etnolégos, gediogos, utilizaron la fotografia para documentar sus descubrimientos del México by; ‘ocido: Désire Charnay, C.B. Waite, Abel Briquet, Leén Dieguet, Teobert Maler, Carl Lumboltz (quien retraté a Yaquis y Pimas a finales del siglo pasado}, son apenas unos cuantes. En Sonora, la referencia més antigua de la legada de las primeras eonalan a dos daguerrotipistas trashumantes: el estaduniden- miquina: se J.0. Cameron, en los afios 1850 y 185 , y el eanadiense William Herman Rulofson hacia 1850. ry XX Simposio de Historia y Antopologia de Sonora ira fotografia Sin duda, un documento tinico sobre el asunto lo co, Congas nstituye el artieule aparecido en "El Imparcial” del 19 de junio de 1946, titlado "ty siglo de fotografia en Sonora (1846-1946), escrito por el profesor Edvante W. Villa, En el referido escrito, el historiador sonorense aporta signs ficat el articulo periodisti Santa Maria de la M: pié, junto al templo a Padre Kino y donde ademas que dicha re datos: "El daguerrotipo consiste en la impresién sobre una limi na metélica o de vidrio (Sie), la esfinge ce las personas o las cosas. Atin conservan millares de hogares sonorens pertenece al entusia: $08 retratos que vulgarmente llamamos de cajita, y que fueron muy populares por més de un cuarto de siglo, 1850 a 1857 fechas, 1864, data, pt fico en papel en nuest fico en papel en nues También mene Importante tarex sera el ubicar y registrar los daguerrotipos que deben existir en la actualidad en el seno de familias antiguas, recuerdo los esfuerzos realizados al respecto por el Archivo Histérico del Gobierno stado y por el Centro Cultural “Pimienta” al organizar, cada quien Por separado, concursos de fotografia antigua para detectar y exhibir el preciso material captado. continué hasta 1880, mejores artistas fotde aol rent, A partir de en juardo Berna Siguiendo con el articulo de W. Villa, sefiala que todavia para 1846 no existfan en Sonora “artistas que ejecutaran el novedoso arte de Ds- Por mis de 15 aii In manera de obtene guerre y Niépee". Uno de Jos primeros en introducirlo a nuestro estado fue Pablo Rubio, originario de Guanajuato y ‘ascendiente por linea paterna del caballero Horacio Rubio, subtesorero General del Estado’ da revis rillantes plums Entre las fotografias més antiguas impresionadas directamente & Papel "que he tenido Ia oportunidad de encontrar’, el profesor Villa men- |i intemporalidad de ciona a una que represerita un grupo de oficiales quienes fueron 2 © 7 tranjeros, como le se batir al interior de la Republica contra el invasor francés en 1862, dest” céndose en ese grupo Don José Montijo, "padre del festivo periodista ‘José Esperiencio: Don Carlos B. Maldonado, tio del conocido y #0 ganadero hermosillense, Don Florencio Ruiz, esclarecido patriota del Ric de Sonora (Bavideora) y otros" Desde los aiios 1875 ‘tos poblados sonore entre es Art 1s ultimos ‘0 del mismo ap: La fotogratia en Sonora: noias para una Pistoia Otra fotografia realizada en papel que lama la atencién del autor dal articulo periodistico, data de 1864 y muestra la iglesia parroquial de Santa Maria de ia Magdalena (Magdalena) “cuando atin permanecfa en pig, junto al templo actual, la antigua capilla fundada por el reverendo Padre Kino y donde se depositaron sus restos venerables". Argumenta ademas que dicha reliquia histérica (la fotografia no el Padre Kino), pe fechas, 1864, data, puede decirs enece al entusiasta anticuario Don Serapio Davila: "De aquellas el uso y popularidad del arte fotogra- fico en papel en nuestro estado de confirma el profesor villa También menciona, que sin embargo, el uso de la daguerrotipia continué basta 1880, cuando se habia establecide en Guaymas uno de mejores & que hayan trabajade aqui: Don Alfredo Law \ partir de entonces -contimia Eduardo W. Villa en su escrito. siguieron muchos nses que legaron a descollar en este bello arte como Eduardo Bernal: destacado artista sonorense que tuvo su estudio por més de 15 aflos en Hermosillo: ta del terrufo tuvo fe notable » Ia manera de obtener un segundo premio fotogréfieo a que conveed la Prestigiada revist nde escribfan ta capitalina Bl Mundo Iiustrado, mnas brillantes plumss de la nacién, hace medio siglo Fa como off fotogr jo que acogia a aventurei s, logré rincones de Sonora y sus gé que tes fueran visitades y atrapados en Ih intemporalidad de las sales de plata por oficiantes nacionales y ex. tranjeros, como lo sefiala el historiador Villa casi al final de su articulo: Desde los aftos 1875 a 1880 ya habfan recorrido gran parte de los peque- hos poblados sonorenses, artistas fotdgrafos extranjeros y nacionales: entre estos uiltimos figura Don Jestis Terén, tfo del nonagenario Don Arturo de! mismo apellido, amigo y vecino del que esto escribe Le XX Simposio de Historia y Antropologia de Sonora Bn esas misma Por otro Ii 7 inhinick, A. Ser lado, en informacién proporcionada dalupe Aldaco, se advierte por notas periodistica fotografia tuvo gran impacto en Sonora. En 1876, ‘el honor de participar Tevantar su gale Per Inert Gig 6 de la 6pocit que Marcos Burdaita tenia al puiblico que en Ia préxima semana se propana vin folografica y las personas que deseen retratane En el Director pueden visitarl antes del dia tiltimo del presente mes de septiembre’: Al jas fotografia © publicadas fot a Siguiente affo, se prepara una exposicién de fotografias “donde el qué as Maa de las hermanas M dese participar dejéndose tomar una foto ps ahos después, se a ara la exposicién’, También, nciaba la venta de vistas de la Plaza de Armas, Casa de Correceién y Colegio de Ni Para finales del siglo pasado y presente, ra de cajét ifs en la fotografia del sefior Patron Jesis H. Abita en las primeras cuatro décadas del en Sonora, el “arte de la fotografia’ estaba instalado en forma de fotdgrafos ambulantes por casi todos los pueblos y eiu- dades del estado: Gabriel Buelna tenia Oteho, J. Delgado, de estudi Kossio, A. Santoyo } su estudio por Ia Calle del Car- ; men 180; W. Roberts, por la Calle Don Luis mimero 28, en Hermosillo valdéz y Gre Meneién aparte lo constituye el fotégrafo Jestis H. Abitia, misico oriunda de Jalisco, que junto con sus hermanos tenia instalado su estudio en Ia Calle Serdén. Jesis H. Abitia fue fotdgrafo del General la revolucién dejando un legado importante para la Obregén durante historio, ia revolucionaria. De Abitia, el miisico, pintor, tedlogo aficio nado, inventor y fotdgrafo, José Sosa Chavez, tanta fama, que cuando veian decian “ahi viene Abitia"' En 1920 anunciaban sus negocios en directorios comerciales de Ja Spoea: los fotdgrafos Carlos A. Palacios, por Ia Avenida Serdén; J. Tavi 26n, Jestis F. Zazueta y que el fotégrafo tuvo a alguien con una cémara en la mano Alberto W. Kossio, este wltimo emigrante funda dor de toda una familia de fot6grafos que continvan trabajando actuel- mente, Lafotogatia en Sonora: not ta.una historia En esas mismas fecha: en otras ciudades del estado sobresalian: |W. Ninbinick, A. Serrano y Castulo Lépez, en Cananea; Javier Peralta, / juis Reinago, Reinaldo Ruiz y FF. Valdéz, en Nogales; y, Geo W. Hopkin en Guaymas. el Directorio Comercial "Estado de Sonora 1926", aparecen publicadas fotografias tomadas por Hopkins, ademas bellisimos retratos herma Jaria Alicia, Isabel y Monina Abit también excelente nis Abitia, y al centro de la pagina, posands orgul j cdmara \n, un impresionante retrato de cuergo entero de Don H. Abitia. de los 30 tenemos los si jientes nombres: Emigdio A J. Zaqueta, A. j A. Santoyo y R. Romero de la Flor tran en Go i nldée y Graft Jr. Bn Ciudad Obregén; Serrano y Zat Cananeas un estudio "Iris" en Navojoa { Otros fatografos que sobresaien on esta época son: Oloie, Curie, ] Delgado, Palacios, Ripslda, Roberts y 7 jermosillo; J, Zazueta, i R. Romero en Ne Beltran, Blanc onardo aso cay N. Tosistiato en en Cananes; ademas 18 estu 8, Ni Daniel On Pilares ico, J pan Sonora provedente de la Ciudad de M aprendido fotografia afios antes. Se establece en cs Mayos cruzando el rio en pangas, y logra alguna celebridad, que le lig que el Gobernador Yocupicio en 1998-89, Jo nombrara fotégrafo lat XX Simposio de Historia y Antropologia de Sonora ae 4 lesde el oficial, Bn es6 ao, so publica el libro “Dos Gigantes” de : lo, desde ot dines con ilustraciones fotogréficas de Don Jose. 3s distings gentilment | personaie Pero la experiencia Ce ee a ipale dentes municipalés, particulares. Tambié! que més ligé a Sosa Chavez con la fotogta Primera Exposicion Fotogréfien del Bstadé® cir de él, se lograron juntar mas de 1500 fotograti fie cuando organizé la donde a de as de diver. después de Ia seleccién, fueron expuestas en la Biblio: tec y Museo de Sonora del 1 al 10 de mayo de 1949, iblecis el cor les se estal La segunda t de Ia fotog desar sara al hombro mportante sefialar el discurso modernist ta con el que se hizo la toria al evento arriba sefal lado, on ella se angumentaba, que “es dle vital importancia para lu cultura de los pueblos demos! gréfiea la linea del progfeso obtenida a lo largo de los Jas ratas del mafana’ ar en forma = s, del “Peque’ alos” y mostrar ‘los caminos de hoy y 0 ademas, intent La prensa hermosillense, publicé los result fotografia del Sonora viejo y del moderne, E exhibir 709 fotografias de 47 continuacién el nombre de | fados del concurso de Visible para indager Ja exposicién se lograron te Sétano, la Acac utores aficionados de Ia localidad. Cito a finalistas y el titulo de sus obras: primer lugar “Perro vigilante” del seftor Alfonso Lliteras; segundo lugar” El Pescador’ del Doctor M. Ulloa; tercer lugar “Presa de Angostura" de Gustavo A. Torres; “Un nifio dormido" de Cecilia A. De Lucero ocupé & cuarto lugar; “Campesino cocinando" de Enrique Gonzélez, quinto Ju, ‘También, pero en el concur ‘ativa podria Maria del Carmen S. do y tercer lugar respectivamente. Un total de 876.50 pes0s en mereancia donada por distint: entre los ganadores Li Chavez y Maria Rosario Vargas, scuparon el pri i so extra de "Erujas” (fotos jocosas y chuscas) | i | ‘as firmas comerciales fueron sorteadas » {| admiten, con i objeto y necesidad @ nota se completa con la siguiente referencia: "La premiacin d Serd el 10 de mayo, 5 P.M., en el salén de exhibiciones de la Biblioteca de Domis raez, Joel Sonora. Es una exposicién de documentos histéricos de la ciudad 4° | e Luque, G gar. das de de helt | i j i i : i 2 fotegata en Sonor: noias para una historia. Hermosillo, desde el siglo pasado hasta la actualidad, comprendiendo personajes distinguidos, vistas panordmicas, paisajes, comercios, indus. ‘rias, ete., gentiimente proporcionadas por el Gobierno del Estado, presi dentes municipalés, historiadores, periodistas, industriales y personas particulares. También participan particulares aficionados, para los cua. les ce establecié el eoncurso con premios a las mejores aportaciones La segunda mitad de este siglo, ha sido venturoso para el desarrollo de Ia fotografia en Sonora; jévenes de ose po se echan la ‘mara al hombro para no soltarla jams. Bn la década de los 70 gitada déenda de lecturas reconciliables: Fromm y Marcuse, Hesse y Borges, del “Pequeito libro rojo de la escuela” a "Dios y el Estado” de unin- la fotografia ree ana nuevos sos; documenta Io real e: ate, idad icados caminos de Ia creacién (Taller de Arte Sétano, la Academia de Artes Plasticas ea la Unis pero ademés, intenta romper con la sol representacién de la rei isible para indagar por los in por ejemplo), En Ie actualidad, citar nombres de oficiantes de esta préctica c municativa podria resultar ocisso y ser motivo de reflexiones poste- mo colofin, pueden citarse los nombres de Don Souza, Memo Moreno ‘orral, Rolando Paredes, Ro R Alberto Herrera, Conrado Quezad: i olfo Kossio (hijo de Don Alberto W. Koss le fotografia como documento ce lo real, se robustece con los traby cotidianos de Tomas Escalante, Rafiel Soto Gil, Cruz Teros, Tests Valencia, Crispin Ballesteros y José Vera, s6lo por Tnportante la contribucién de jovenes y no tan fotdgrafos que u practica, que ia creacién de otras realidades es también cesidad de la fotografia: Silvana Silva, Alejandra Platt, Héctor Joel Montoya, Alejandro Aguilar Zeleny, Patricia Tapia, © Luque, Gabriela Navarro, Eduardo Velézquez, Juan Casas, Heri. 4m Latoogetia XI Simposio de Historia y Antropologia de Sonora berto Montes de Oca, Oscar Monroy, guez, entre muchos otros més, José Gutiérrez, Guadalupl La realizacién por segundo afio consecutive del Gifusién fotografica, "Fotoseptiembre", culturales y progreais Entrevista concedida a G esfuerzo comtin de instituey mnizaciones de fotégrafos independientes, nuevo estimulo en la préctica y consumo de las ima; también la inst proporcions este materia inyecta un genes Fotografias del Premio Bstatal de Fotografia wuracién en 1995, Crestiva, br A por el mismo camino. icra Existen rutas de investigacién que ampliaran en nots: Ricardo Uribe Aguayo editor de "Nacozari Grafico déz de Guaymas, el sefior Cazares de nacho esias a familia Vale Nogales, el mitico estudio del senor Cons en Ures, el rastreo de daguerrotipos y fotogratias antiguas en los Pueblos viejos de Sonora, referencia hemerogréfica de finales de siglo y tantas otras que esperan él concurso de algiin éesocupado curios. Sirvan estos apuntes para propiciar la reflexion sobre este trozo de In historia de Sonora, virgen atin, por lo tanto, dificil y seductor. La fotografia en So Notas | Bntrevista concedida a Guadalupe Osuna, quien gentilmente nos ‘oporcioné este material inédito. i } Tota Al gure. Sef tke. 200% No. 3) Cananea en fotografias Daniel sscorza Rodriguez I pol lugares épic ‘afios 1906 y 1907. C fen contra de los mineros del poblado sonorense, acre, En tal virtud, el nom ‘como parte fundam Por asta razdn —entr ative a Cans ora de la Biblioteca Nacional de Antropologia © Hi fos.? En a imensiones, se compone que pudo haber sido el mismo fotdgrafo, e a, Sonora, es jurto con Rio Blanco, Ve i6n portiana ejercida entre los 3 desats una brutal repr Je culminé en verdade moria que evoce le 2 sabe, en jurio de de sta cludad minera ha pasado a la his ntal de los prolegémenos de la Revolucién mexicana, otras resulté muy sugerente la revisién de un élbum foto encuentra resquardado en el Acervo Fotograt a, que ia, Este ejemplar, de sobre las que mas de 32 hojas de carton negr copitador 0 un 5 de platalgelatina, de civersos tama Alo jad colocé impresiones fot Pe ortada de cartén dure laval insorito con letras doradas el 2a, Sonora. Esto sing ular volumen constituye una acum importer Cobre 6 fen que fue P datar la guien reco de los tute represion ion de recuerd fe compania minera de cobr viguales del pablado que surgié en los altededores de la mas nsolidada de siglo XX, la de Cananea, S.A. y que a parti do la Revol venient En un primer acercamiento, la observacion de un volumen de estas caracterst cas suscit uy pronto se t na clerta cutiosia iorir que ol bum carece de reterenc! enfrentemos entonces a las imagenes desnudas, lbras de iconotextos que pu: fen suspicacia al, al ds textuales 0 cieran proporcionames algtin indicio del autor de las fotografias o de las fect fen que fueron tornadas. Sin embargo, ura observacién mas acuck é confrontacién con otras imagenes de josa permitio piezas como posteriores al ato 1907. Para ello, {ue de gran utlidad la ‘enanea que aparecieron publica -Ditectorio del Estado de Son tado por Feder Garcia ¥ Alva? quien reconoce haber realizado el re sto fotogréfico de Cananes publicacin— entre 1905 y blado sonorense 07. En é! se observan algunas del po acteristica peculiar de que alin no se encontraba instalado el cableado de la energia electrica. En en el Album panorimica cle Cananea los mismos lugares licen con cables en los postes, o que nos lie. colegir que t ‘aber sido tomadas en aft fotogratias de este ejemoiar pudio 7, quiza entre éste ao y el de 1910. posterior 4 Quién fue el autor © los autores de las Fotografias? No hay datos al respecto, pero en algunas obt® todo de aquellas que registin el este Ln fotografo con una "Y", y enseg ssponda a un nombre, un apellido, 0 dénimo, podria damas mas pistas para la identiicacin de toda la serie, 6 foto aficas, blecimniento cupritero, anarece la firma: numero, Esta letra que La indefinicién textual del alums —que todo lo d fla imagen, y en donde alla. esconde lo que el texto erturbiaria—, tiene mayor semejanza con e| ym familiar {que con las publicaciones fotograticas de los inicios siglo XX. En e! éiburn familar, las imagenes eran descritas y recreadas por protagonista, seguramente de forma verb nea, quiza alguien haria esa tarea de ir identficando y habblando s¢ lugares registrados Jna de tas las fologra templo (qu hasta llega estes fo (oa dsour 6 la fone separece colonial, y Una de las caracteristicas que as foto ias en una especie de fotomontele. Si bien las fotos tienen por sf mismnas, su despliegue en 21 fot resulta t ingeniosa que obedece i ido estético como a una construccion id El viaje visual que incipal d Benito Juérez, muy probablemente inaugurado en ocasiér 6-1906); contig strar el anénimo comp de este album co: 2 ol monumento mienza por la plaza del centenario de 6! ‘con los ecificios emblematicos de la ciudad como el banco, la carce! municipal, el hospital, el correo, las est (que por su aspacto no parece ser de tradicién catlica-remana), el mer- cado, tas calles, lat 16 de los principales accionistas de la compatia min hasta llegar 2 as in En estas foto twal ise, de la frontera con E nid, Por las imager 1 parece alas ciudades radicioneles del centro de México, ial y la poblacién indigena y mastiza como protagonistas de clara intluencia profundh a imagen urbang tadounidense, con su sal estilo de los pueblos del oes Norteameéri fe y la utlizacién de hecho, el mineral de Canané sus casas y edifcios principales. De Yente. Una publicacién de ca destacaba su condicion de nueva ciudad cuando seftalaba que: "Hace apenas 108 no existia sonorense, pues su fundacién data del de Sonora se erigié dicho lo industrial, cuyo colofon es el cculminando con una ser fad de naturaleza taba Consolidated Cooper & Co, conocida tami de las instalaciones mineras y de sus alrede imagenes que registra el stio propio para una socie las instalaciones de ls mines de Cobre nanea, fundada por el eripresario esta clones mineras podlemos encontrar image idad decimorén a, como las panoramicas de lo 0 también descubrimas atisbos de una mo dernidad fotografica que ya prefigura las vanguardias de la décadas de los afos veinte y los treinta, en donde los prot son las maquinas, los tubos, y una beperpemrrerrncimeree gram retvatos de ¢ Por otro lac tario, cuand. cargo de log lo que mena modo" para 1906 la e agen bien recordato Uno de los 2 1806, en bus hecho de qué ‘gramética visual que prefiere la grandiiocu jodernidad industrial a s de personajes. Por otro lado, la fotografia de este lbum tiende a una especie de pudor volun- tari, cuando escatima la imagen de la represion sangrienta de ju cargo de los ran ble y exp 3d polit construir una apologia visual de la cludad minera sono 's estadounidenses, Esta forma elusiva de cable, ya que s © por os ai es compren guramente el volumen fue encargado alguna auto ds lo que menos se deseaba mostrar erar las reminiscencias de un episadia “inc: dolack cobre, con a idea modo” para la poblacién, Quizé la Unica referencia visual al episodio cruento de 1906 la encontramos en la imagen de dos filas de soldados federales con fusil 2, al parecer en ol exterior de la 2arcel munic do texto, est imagen bien podria evocar una memoria de la huelga y de la represién, o bien u -ordatorio subliminal del “orden y el progreso’ de los mineros scrorenses para llevar a cabo la huelga en de mejores of de trabajo, fue: "la presencia a ‘gringo y el especticulo que daban al ccupar no sélo todos los puestos directives dela empresa, sino de otras. e808 gringo: jas subsidiarias y aun simples comercios, 10 deg 0 88 mezeaban con los mexicanas? Notas canonical

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