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escritura, Una vez di una conferencia por radio precisamente sobre este tema. 'Al mismo tiempo, cuando estoy fuera viajando (no tiene por qué ser caminando por el campo necesariamente) siempre tstoy pensando, Me acuerdo muy, muy claramente del mo- mmento-en el que establect Ia nocién de las «mniltiples teayecto- ras» y el argumento que me conduciria al debate sobre ‘Heari Bergeon: yo estaba sentada en la parte de arriba de un ausobis de dos pisos recorriendo ls orilla del Lago Windermere, en fd Lake District, y habfa estado charlando con mi hermana acerca del espacio (mi hermana también estudi6 geografia en la “universidad aunque nunca se ha dedicado profesionalmente a Ja geografiay ha trabajado en diferentes lugares de la admi tracién piblica, ella siempre ha sido una compafera fiel en mis diferentes propuestas y trayectorias). Seguro que ella debi6 pensar: «ja esed Doreen de nuevo con el tema del espacio!»- Dero la idea me surgié asf de golpe y me acuerdo de mi misma garabateindola on un pedazo de papel (yo siempze llevo con- mnigo un trozo de papel, todos lo llevaypos zno es as). Yo es- tribo muchisimo cuando voy en tren: fon aquellos omentos en los que tienes tiempo para ti mis ZEN QUf SENTIDO HABLAMOS DE PROBLEMA REGIONAL?* Doreen Massey Introduccién “sobre cuestiones generales-relacionadas-con los «problemas regionales» en las sociedades capitalistas. Algunas de las obser- vvaciones son ya conocidas, otras se plantean menos a menudo; algunas otras cuestionan afirmaciones explicitas de la teorfa establecida y otras ponen en duda supuestos implicitos de ta metodologia. Fl objetivo es.que, reuniendo estos elementos y mostrando sus interrelaciones,.sea.posible ver las implicacio- nes de cla uno de ellos a través de una mirada mds rigurosa. La diferenciacién regional y el concepto de divisi6n espacial del trabajo Este apartado presenta un marco donde anslizar a diferencia~ sign regional, Dicho iatco de entrada s nnecesariamente, 7 Regional Seaiet, Sea For, Reino Unido, 1979, Tadasdo por Abel [bet y Nésla Benach del original inglés ela What Sense « Regional Problem?=, Regional Sues, 13 (1979) pp. 233-283. 65 bastante abstracto, pero se iré concretando en sucesivos apar~ ' Por otro lado, el modelo de de _como consecuencia de los eambi Jaro que a desigualdad es- 50 de produeciéa en si mismé demanda de local tados En primer aya tay que deja wala acial (0 regional) siempre ha existido. Esta es una afirmacién. Fissoxi y,.de hecho, el-tipo de marco. general que se presenta. aqui es un marco para cla le procesos hist6ricos.reales.- ‘Tan solo en los modelos formales se parte de la monétona igualdad de una hoja en blanco. "Bn segundo lugar, sin embargo, hay que definir qué se en- in embargo, en cualquier perfodo de tiende por edesigualdad» en este contexto. Esta palabra sucle _versiones en nuevas-actividades econdmicas se di ‘usarsé i ‘intamente en la bibliografia de dos maneras dife- Tgeograficamente como consecuencia de dicho modelo de di- reptes. Primeramente, existe desi iacidn espacial, Aparece, entonces, una cuarta pregunta cién de una zona concreta en rela ominante; en segundo lugar, existe por varios indicadores ¢ ade desempleo, la renta per cApi fdentemente geogrifica-en-las-relaciones_ de préduccisi, cualquier acti dad econémica reacciona buscando aumentar Sis ef Aunque este afirmacién es correcta, tam a la desigualdad —// sne en cuenta la variaci6n existente en la manera en la que las, €idoneidad hacia la ferentes formas de actividad econémica ineorporan o s¢ va~ bras, encualquier momento _| _len de la desigualdad te ‘para aumentar los beneficios. geog _ desigual de Tas Esta forma de responder a los deseq) geograficos varia tanto entre sectores como con las cambiantes condiciones de la produccién, en el contexto de cualquier sector determina at, esta desigualdad geogréfica es un fend- do, También puede varias, por ejemplo, con Ia estructura de (es decir, eambiante) como re- propiedad de capieal (depenciiendo de la cantidad y el mbito 1s cambios de produccién de una misma propiedad). La determinacién fF de este tipo de respuesta es en sf misma el Fesultado, de la i n-entres-por ii Iado, las caracterfsticas_existentes ignificada de «como. consecuencia dew: es entones jando me permito \0 euivalen necesariamente fo, uno es la causa y el otro, el efecto.De entrada nos” rentabl meno histéricamente relativo ‘or un lado, el momento-conereto-del proceso de produecién, Ademés, i resulta que diferentes sectores empresariales usan la variacién poblacién o de los recursos, o en Jasjistancias fadas por el desarrollo en el transporte y 66 o ~ combinacién de, UV espacial de distintas maneras, estas diferencias en los modos de uso producirén/contribuirén posteriormente ala aparicién de distintas formas de desigualdad geogréfica. Los diferentes _ modos de respuesta segs cada tipo de industria, que Implican distintas divisiones.del trabajo dentro del conjunto del pro- ceso de produccién, pueden geiierar asf diferentes formas de «problema regional». ‘Uris forma sintética de afrontar este.tema.entendiéndolo. como uit procei6 histOrico es.concebirlo, como una conjunto-—~ de «rondas» de nueva inversién, en.cada una de las cuales se desatfolla.una nueva forma de divisin espacial del trabajo. De hecho, el proceso de cambio es algo mucho més diversificado yy gradual (a pesar de que haya periodos de redireccién radical). ‘Ademés, en cualquier momento de la historia un mismo con- junto de divisiones espaciales de trabajo puede estar desarro- lndose en diferentes ramificaciones del sector industrial. Por Jo tanto, en todo trabajo empirico es.necesario tanto analizar esta complejidad como aislar e identificar esa3 divisiones parti- “culazes que dominan la reformulacién de la estructura espacial. Eardistribucién geogréfica de la actividad econdmica que re~ sulta del desarrollo de una nueva forma de divisién del trabajo se solapard y combinard con el modelo producido en perfodos anteriores a partir de diferentes formas de divisién del trabajo. Esta combinacién de niveles sucesivos produce efectos que en si mismos varfan en el espacio y, consecuentemente, hacen surgir una nueva forma de distribucién espacial de desigualdad en las condiciones de produccién, como base para la siguiente «ronda» de inversién, «La economia» de cualquier zona lo-_ cal determinada es; por lo tanto, el resultado complejo de la, oles dentro.del-marci-de los 2 es del trabajo en escalas mids ernacional. conjuintos de divisiones esp: amplias de-aleance nacional « 68 Diferentes formas de la divisin espacial del trabaj en el Reino Unido Para ilustrar algunos de los puntos que se han sefialado hasta ahora, y como base para los debates de los apartados siguien- tes, merece la pena comentar brevemente dos, farmas'de. i=. '6n espacial del trabajo-que-han. sida, 0 son,-componentes significativas del «problema regional» en el Reino Unido. El primer ejemplo es lo suficientemente conocido como para tratarlo de manera breve. Se trata de la forma de division espacial del trabajo que estructuré la organizacidn espacial del Reino Unido durante la mayor parte del siglo x1x (McCrone, 1969: 16) y que tomé la forma de especializacién espacial sec- torial, En el Reino Unido, el precoz control que se dio sobre el crecimiento de la industria moderna y su consighiente im- plicaciéa tanto en el mantenimiento de dicho control a través del libre comercio como en su especializacién manufacturera en el contexto de la divisién internacional del trabajo, permi- tié que las grandes industrias exportadoras basadas en el car- bén, los astilleros, el hierro, el acero y el textil disfrutasen de un crecimiento sostenido, al menos hasta la Primera Guerra Mundial. Al establecer su modelo territorial de produecién dentro del Reino Unido, estas industrias no se hallaban ante tuna superficie geogréficamente indiferenciada. Los aspectos iferenciadores que eran significativos para estas industrias in aquella fase del desarrollo eran cuestiones como el acce- jo @ puertos para la exportacién de sus productos y para la importacin de materias primas (por ejemplo, el algodén), suministro de mano de obra especializada y, hasta cierto punto, la disponibilidad de carb6n, La conjuncién de estos requisites de produccién y de diferenciacién geogrifice dio lugar @ una divisién espacial del trabajo que, como ya se ha indicado, adopté la forma de una especializacién territorial ay! we 6 sectorial, Los diferentes sectores se dedicaron, simplemente, a concentrar toda su capacidad en las reas mas favorables segiin sus requisites de produccién. Asimismo, dado que estos eran los sectores industriales dominantes en términos de nuevas inversiones y crecimiento de produccién y ocu- pacién, constitufan los elementos estructurales en el muevo modelo emergente de diferenciacién regional. Consecuentemente, Clydeside se identified con barcos & ingenierfa pesadas el Nordeste, con exportacidn de carbén, hierro y acero, barcos e ingenierfa pesada; Lancashire, con algodén y algo de ingenierias el West Riding, con carbén yy prendas de lana; el sur de Gales, con exportacién de car- ibén, hierto y acero. (Hall, 1974: 84) Desde el punto de vista de cada sitio.implicado, ello con- dujo a una’situiciéa ei la qué evarias de las principales regio- nes industriales habrfan fundamentado'stprosperidad en una base econémica muy timitadas(Hall, 1974: 83). Los subsiguientes efectos de esta particular forma de divi- sidn espacial del trabajo som bien conocidos, pero es importan- te destacar algunos puntos. En primer lugar, un modelo de dis- tribucién industrial asf, no era necesariamente problemético en si mismo, en el sentido de producir desigualdad geografica. En segundo lugar, por el contratio, el problema regional resul- tante fue producto de cambios en relacién con !a economia del Reino Unido en su conjunto, y de estos sectores industriales en particular, con la divisién internacional del trabajo. El problema regional, por lo menos en las zonas indus triales, tiene sus origenes en el fracaso de esta politica (de especializacién interncional basada en el dominio indus- trial y el libre comercio). La sobrevaloracién de la libra en 70 ’ la década de 1920, la emergencia de bloques econémicos en los afios treinta, los cambios en a tecnologia y la com- petencia de los paises con salarios inferiores... la combina~ j6n de todo ello produjo un declive secular en los sectores dustriales tradicionalmente dedicados la exportacién, (MeCrone, 1969: 16) El «problema regional» que surgié fue un producto, por consiguiente, de los efectos que el cambio en las relaciones imperiales y el declive del Reino Unido como economia ca pitalista dominante en el mundo tuvieron sobre la divisién espacial del zrabajo de estos sectores industriales, En tercer lugar, este proceso produjo una forma especifica de problema regional. Eldeelive sectorial condujo, concretamente, a un de- clive regional y los indicarcon los que se media la subsiguiente desigualdad regional fueron los habituales vinculados a Ja tasa “de-desemipleo, la cantidad de empleo industrial, el salario per cépita y la emigracio an Este tipo de divisién espacial de! trabajo he sido frecuen- temente analizada como la causa inicial del «problema re~ gional» (por lo menos del problema industrial-regional) del Reino Unido. Asimismo, en la documentacién de base que el Reino Unido redacté como solicitud de ayuda al Fondo Europeo de Desarrollo Regional se afirmaba: El problema regional del Reino Unido es fundamental- mente la disminucién de empleo en los sectores industria~ les tradicionales (carbén, acero, construccién naval, textil y agricultura). Las razones de esta disminucién varian de sector en sector. La mayoria de estos sectores industriales se concentran en un pequefio ntimero de zonas y, por lo tanto, dicha disminucién les afecta dura y desproporcio- nadamente. (Trade and Industry, 1977: 358) 71 ‘Una gran partede-las ideas politicas que vienen mante- _nigadose en los tikimos tiempos y que hoy siguen absesio- naiido-(coneretamente, el-compromiso general con la diver- sificacién sectorial como base para la estabilidad) reflejan lo experimentado en aquel primer perfodo, En realidad, un buen mimero-de textos presentan indicios-de que la desaparicion de esta forma de divisién espacial anunciaba el final (0 por lo menos el'principio del fin) de-los problemas regionales: ‘A medida que pasa el tiempo, la estructura del problema regional esté evolucionando gradualmente de forma favo- s sectores industriales en declive no pueden dismni- para siempre, y las nuevas industrias estan asumiendo ‘un papel mayor en las economias regionales. Mientras este proceso contint, el problema deberfa ser mas facil de re- __, solver. (MeCrone, 1969: 166) eee ha habida.sefiales de cambio. Por un ado, muchos estudios indican Ja progeesiva disminucién de eciilizacién sectorial (véanse, por ejemplo, Chisholm y Osppen, 1975; Dixon y Thirlwall, 1975). Por otro lado, ha habido cambios en la clasificacin comparativa delasregiones teniendo en cuenta indices que son.relevantes.para.este-tipo de problema regional. Asi, en un reciente articulo, Keeble (197) escribe «el perfodo a partir de 1965, y concretamente desde 1970, ha sido testigo de la sorprendente convergencia de casi todos estos diferentes indices de actuacién econémica regional respecto al promedia nacional» (p. 4), Los indices a los qué se refiere-incluyerla: ‘poupacion industrial, la tasa de desemple6, el salario y la migracién neta. Tncluso a-medida que se-esti-dando.ests «convergencia» ea) paralelamente Ia espe _faunqié sex cit los niveles nacioniles inf otros indices empiezan a destacar, lo cual no implica el fin de 2 (formdiferente-tantoen términos “del-tipo-de-desigualdad ‘spacial como también de su base geogréfica, Los nuevas in dices se refieren, por ejemplo, a i cantidad de propiedades en ‘anos fordneas, a los efectos de las jerarquias de control yala _diferencisti6n én el tipo de empleo. Westaway (1974) apunta que se teita del desarrollo de una jerarquta espacial de la pro- piedad y del control (y de sus consecuencias en relacién con el empleo) asf como del dominio ascendente de las empresas multiplanta, Las publicaciones de North y Leigh (1976) y de Massey (1976) descacan los efectos de la jerarquizacién creada en estos tlkimos afios por el grado creciente de concentracién industrial (véase también Massey y Meegan, 1979). Fira (1975) ‘examina pruebas en el nivel y el tipo de propiedad fordnea y ‘el control de la industria escocesa; el. trabajo de McDermott (1976) sigue la misma pauta, Refiriéndose a la cambiante base geogrdfica de los «problemas expacialess, el aspecto _~ddel cambio es, por supuesto,la combinacidn dela «convergen: cla» regional con Ja nueva prominencia del centro ucbano. En un articulo de esta extensi6n, obviamente, resulta com plicado producir un andlisis completo de esta reestructuracién espacial, pero es conveniente desoribir brevemente una,forma emergente de divisién espacial del trabajo que parece ser, por Jo menos, una contribucién dacisivas Si bien se basa en’ciertos — aspectos (aunque no tados) dl impactorderdivision-que-ya ~harrsidovdeseritos, esta forma de_divisién-espacial.de) trabaj “es: complerametite distinta dé Ta Forma de especializacién es- 1a diferenciacidn espacial, sino que su existencia adopta una JL pacial sectorial. En concreto, y quizis de manera inquictante, del waa permite crcrnr estes gue pucen set itn atl de nuevos models geodon de scvidad 73 _/ jefarquizacién de las funciones técnicas, de control y de ges- / Abn-(xéase Westaway; 1974), asf como la segregs Jas «desigualdades» inherentes a esta divisién no solo se hacen evidentes cuando esta desaparece sino que son intrinsecas a la propia forma de organizacién espacial, Su evoluciéy-cfectos tampoco dependen solo de los ineremientos y decrecimientos de sectores enters de la econoinia, sino que tambiga surgen Ge los cambios en la forma de la organizaci6n de la produccién dentro dé los sectores. Siguiendo el marco descrito en la seccién anterior, prime ro esnnecesatio especifear las caracteristicas y las necesidades // Ae a produccién que,-combinadas don Jas condigiones espa- / Gales particulares,-constituyen la base del desatfollo de una fiuieva divisiGn.de trabajo. Tales.caracteristicas y requisitos incluyen un aumento del tamafo.de-cada empresa-y-dle.cada planta (véase, por ejemplo, Dunford, 1977), 1a ‘separacién y la yn en dis- tintas fases de produccién; incluso dentro del misimé proceso prodtictive (véanse Massey, 19765 Lipiecz, 1977). También ha habido cambios considerables dentro del proceso de produc- cién, Por un lado, la intensificacién de la competencis-en-los- tiltimos afios ha acarreado una creciente presion para reducir Jos costos laborales y aumentar la productividad y esto, «su vez, ha producido una aparente aceleracién de los procesos de estandarizacién de las mercancfas producidas (reduciendo tanto el ntimero de trabajadores como las capacidades labo- rales que se les requieren), de la automatizaci6n (con efectos milares'a los de la estandarizaci6n), y de la introduecién de sistemas como las maquinas de control numérico (que generalmente también conducen a reducir el néimero ¥ la Capacitacién de Ia mano de obrs, ala vez que requieren un umero reducido de técnicos mas cualificados). Parece ser — que lamayorirdelos tesbajadoces estd sufriendo un proceso de descualificasién (véase, por ejemplo, Massey y Megan, Cc 74 wateg > Cor 1979), Enel otro extremo, tanto el cambiante equilibrio entre los sectores de la economia como la naturaleza de la competi- tividad en los nuevos sectores dominantes como el de la lee- tr6nica (en particular la dependencia respecto al vertiginoso. cambio tecnolégico), han aumentado la importancia relativa de la investigaci6n y el desarrollo en el marco de le estructura nacional de ocupacién. En los paises donde yaexiste un cierto grado de i6n territorial en lo que respecta a los niveles de cualificacién laboral (tanto entre obreros como entre estos y los trabajado- res téenicos y cientificos), en los niveles salariales de los obre- 0s (cada vez menos cuslificados) de cualquier especialidad, en el grado de organizacién y de militancia del movimiento obrero, y en la presencia de, por ejemplo, el sector bancario, comercial y de servicios, en esta iltima década ha empezado a arraigarse une nvevs forma de divisién espacial del trabajo. Es el caso de la mayoria de paises de Europa Occidental y de los Estados Unidos. 'Y son precisamente las condiciones cambiantes de la pro- ducciér-las-que permiten al sector industrial spravecharse de ~esta- manera de las diferencias espaciales, Una «utilizacién> _sada-ver- mas habitual por parte de lr'industria de esta forma particular de diferenciacién espacial se encuentra, cada vez mis, en la separaci6n geogréfica de las funciones de control e 14D con respecto a los procesos de produccién directa, que aiin requieren trabajadores cualificados, y de estos, asu vez, de la cada vex. més importante produccién en serie y en eadenas cde montaje para la cual solo se necesitan trabajadores semicua- liftcados. El crecimiento en el tamafio de las empresas es fun- damental en este proceso, Por uta parte, esto es necesario para’ financiar Jos enormes gastos ce investigeciém'y de desérrollo (wéarise Massey, 1976; Nedo, 1972, 1973) y, por otra parte, en cada empress atumenta la cantidad de productos elaborados en 5 cantidad suficiente como para poder justificar un cierto grado de automatizacién que permita, a su vez de mano de obra y aumentar la productividad del trabajo in- dividual. Por tlkimo, es evidente que ¢s el mayor tamaiio.de Jas unidatescte produceién lo que hace aumentar lav de poder realizar en diferentes ubicaciones las-diversas etapas del-proceso general de produccién.y, por lo tanto; permite establecer las jerarquias-locacionales_ aprovechdndose. de la “desigualdad espacial: Empezando por el «nivel més bajo» de la jerarquic, le produccién en serie y las fases de montaje se localizan cada yez mis en zonas donde no solo abundan los trabajadores semicualificados, sino donde los salarios son bajos y hay poca teadicién de organizacién sindical y militancia obrera, Muy a menudo esto significard la localizaci6n en dreas donde hay tra~ bajadores con poca experiencia previa de trabajo remunerado. Suelen ser zonas que anteriormente se vieron afectadas por el desmoronamiento de algiin sector industrial, como las antiguas ‘zonas mineras del carbén en Northumberland, 0 las del carbéa y el esquisto en Escocia. En tales casos, en general el perfil del trabajador ya no seré el mismo que se requerfa con la anterior especializacidn, sino que ahora acostumbran a ser mujeres de la zona. Ottas areas favorecidas por esta etapa de “lem in incluyen aquellas en las que los trabajadores (ex su mayor'a jeres) no dependen completamente (ni se organizan esen- cialmente) en torno al trabajo asalariado. En el sector del tu- rismo, los resorts de playa que ofrecen trabajos estacionales 0 tiempo parcial sin contrato son caracteristicos de este segundo tipo. A pesar de que las nuevas inversiones en infraestructurss de produccién realizadas en reas de este tipo (a menudo muy deprimidss) se consideran beneficiosas, sus efectos positives pueden ser minimos. Los salarios y las cualifcaciones siguen Siendo bajos y ni siquiera esté aseguraca la creaci6n de nuevos 76 ___ las desigualdades existentes, en este caso, reduciendo atin més generan escasas siner- jn asociada (véanse, por ejemplo, Después de estudiar ampliamente Ja forma y el alcance del control foréneo sobre la economia im (1975) extrae unas primeras conclusiones sobre los posibles efectos, Y estas son muy similares a las insinua- das més arriba, Segtin lo que Firn plantea, es probable que las disparidades existentes en el tipo de ocupas agraven. Tales inversiones no ampliarin los cién de tipo téenico, gerencial o vineulado a | fe Fim también concuerdan coa Huéstro- propio Testimonios (Massey y Meegan, 1979) sobre los efectos en la mano de obra directa y en el ingeeso per cépita, Fien afirma: El tipo de nuevos puestos de trabajo previstos por em- presas externas se ha orientado principalmente a labores de montaje pensadas para una mano de obra femenina semicualifcada, por ejemplo en las empresas de prod tos clectrénicos, mientras cue & perfil de los empleos perdidos ha sido, bésicamente, el de un hombre con una especializacién cualificada y muy biewremunérado, Por lo tanto, parece evidente que ha habido una reduccién neta del salario por cada nuevo puesto de trabajo, asi como un proceso de descualificaci6n, aunque esta afirmacién aiin se tenga que demostrar (p. 41 7 Por tiltimo, en estas regiones, esta forma de divisién es- pacial del trabajo «se expresari en términos de una economia Fegional muy abierta, con un alto grado de integracién con jemas econémicos» (Firn, 1975: 411). Dunford (1977) .on testimonios de realidades similares. en sectorial sino niés bien de una divisiow imtrasectorial del tra- bajo dentro del proceso general de produc En segundo lugas, Italia y en Francia, La «segunda stapar de Ja produccién (es decis, aquellos proéesos queain no estén automatizados, educidos al trabajo Be montaje 0 a la produccién de productos estandarizadas) sigue localizada en los antiguos centros de mano de obra cus- / Sikeada, principalmente en los pueblos y ciudades industtiales Gel sigho XIX. Sin embargo, el cletfento mas caracteristico de festa etapa es la tendencia 2 la disminucién de su imporeancia cuantitativa, Cada vez més, los procesos de descualificacién ya mencionados estén permitiendo que el sector industrial 3e libre de los condicionantes locacionales impuestos por fa mano de obra cualificada (y, en consecuencia, uno podsla aftadir, por los trabajadores fuertemente sindicalizados). Las sensectencias de la relacién entre-estos cambios en el-proceic—— _de-producel6iy iv posibilidades abjertas al sector-industrial ” cién espacial del trabajo, son ‘como resultado. de. ln diferen 4 dete industrial actual er 10s uuno de -los-componentes. del dé cri actual ef 105 . ue las cuestiones a regionale’ sv ivamente como problemas de distribucién Sin embargo, en el contexto ¥en’ los ejemplos an he wn Ja forma y el nivel del proceso de produccién y en su selacién con el modelo actual de des- jgualdad geografica. Enfatizar simplemente el resultado de la distribucién geogréfica predispone a un anilisis centrado solo 80 1 espacio, en la diferenciacién-espacial y en los cambios en la superficie espacial. De kecho, los cambios espaciales son, evidentemente, los mis ifaportantes, a discusién anterior hhademostrado que no se debéria asumir que lo demés se man- tiene constante en el tiempo, Los requisitos de la produccién smbién cambian (en respuesta a las presionés del sistema eco- 7 n6mico internacional y nacional) y, por lo tanto, tambi bia la relevaneia de la produceién de un tipo de diferenci espacial determinada......, Con el siguiente ejemplo se pretende evitar cuala presidn de que aqui solo se abords i ‘Vamos a concentrarnos en sconvergencia», &. clareual ya'se Ha hecho referencia (y ha sido documentada por Keeble, 1976; 1977). Como'ya'se ha dicho; esarconvergencia se refiere tinicamente a-ciertos indicadores y.de.ningune manera presagia el fia del problema regional, pero esté claro que algu- nos cambios sé estén: produciendo. ¢Por qué? De hecho, la mayoria de estudios que cubren el perfodo que va de mediados de los sesenta hasta principios de los setenta estin de acuerdo en que la convergencia se debe a la politica regional. Ahora bien, aunque no qiveremos argumentar que la politica no tuvo un efecto, es i poco més de cerca cémo se llega, 2 menudo, a esta conclusién, ‘Un procedimiento comtines proycctar a través del tiempo-«lo que habria sucedido» y luego analizar las desyiaciones de ese ‘ipuesto patron de comportamiento, La yeets-es, ormalmente;-la din ib algiin efecro de la misma; como la distribucidn interregional sstrial) con los necesarios ajustes de los indica- lores, por ejemplo para las variaciones presion lela demanda. La pregunta es: zeste efecto de | lo- ia sigaificativo.a.mediados de los ~~ regional serefuerza? 81 ‘Asi pues-l: método de investigacién-esté completamente basado en términos de una explicacién-de-los cambios en la dindmica-locational del sector industrial, que se basa en los ‘cambios fio del propio sector-industrial, siio-solo del entor- no ef él que la dacisidn locacional se leva a cabo (el imbito Jocaéignal), En la medida en:que se considera Ta produccién, esta es objeto de las proyecciones de tendencia. Este método no permite tener en cuenta ningdn cambio estructural en Ia economia. Las, proyecciones de tendeneias cuantitativas tam~ poco contienen ainguna informacién sobre los mecanismos que subyacen a esas tendencias, Pero son precisamente.£sos- mecanismos los que pueden. implicar-cambios-significatives en las necesidadés de localizacién del sector industrial Por el contfatio, se considera que la aplicacién-de.la politica. regional se ha intensificado con relativa brusquedad ¢ mediados de la déeadirde los sesenca. “Clertamente, a mediados de Is década de los sesenta ha anmentado en intensidad la aplicacién de la politica regi nal y, por supucsto, se han alterado las pautas locacionales, por ejemplo, cambiando la distribuci6n de los costos, Pero Pembién es cierto que durante este perfodo se han producido enormes cambios en la propia industria, Ademds, algunos de stos cambios han ganado importancia a mediados de los se- Senta (precisamente el periodo que comprende las fases tanto FT Enw aitca se reece también al mécodo habitual de valoracign de lot efecian que tee ln dismonscibn dela ocupacn ex el sector indus sob la i> ‘Houeidu del empleo regional. Esta csminucién bab considers solo oi a peat intie rece Os Sioa taste ninofen cep beens Ge ni dot eda Ti elon seadon com el cero no renvs de produc ak erent en Ia productvided labo ‘Feat lo qe espera os requ 2 dela politica regional intensiva, como de convergencia). Shan. producido cambios estructurales tanto en la economia mun- dal como en la relacién que el Reino Unido tiene con ella, La competitividad se ha vuelto més dura, Le rentabilidad he cafdo y los mercados han disminuido, En este momento el Reino Unido sufre la crisis econdmica més grave desde la década de los treinta, Dificilmente se podia esperar que estos hechos no afectaran la produccién. Lo verdaderamente importante es que ‘estos acontecimientos han aumentado la importancia relativa de los cambios en los procesos de produccién de una serie de sectores industtiales. Ademis, nuestra propia investigacién indica claramente que estos-cambios.en la produccién asu res afectados, x los han modificado de una manera que parece indicar una cierea tendencia, bpstante independiente de la polt- ticaregional, hacia la convergencia (para un informe detallado, véanse Massey y Megan, 1979, y Massey, 1976). El «factor trabajo es tin ejemplo de ello, Tal y como ya se ha indicado al considerar las divisiones espaciales del trabajo, los cambios recientes en Ia produccién de algunos sectores han tendido a reducir el nivel general de requisitos de cuslificacién laboral y, consecuentemente, la industria se ha librado de las antiguas restricciones de localizacién, De manera relativa, el coste y la baja disponibilidad de mano de obraestin siendo cadavez mas importantes para muchos procesos directos de producciéa, en comparacién con la cualificacién y la capacidad de adaptacién. Y es enla disponibilidad y el bajo coste donde las regiones pe- Tiféricas tienen ventaja (véase [a exposicibn de estas evidencias presentada en Keeble, 1876, cap. 4). En otras palabras, a me~ ddida que el contexto espacial va cambiando, debe redefinirse tambiéi le-respuesta. de cantor “gectores ante una forma dada de desigualdad regional (la naturaleza dé su di del trabajo), Teniendo-ea.cuenta que algunos de los sectores vez han. cambiado. Jos requisitos de localizacién de los secto~ | 3 afectados de esta manera son cuantitativames ortantes, fen [a evolucién de_los_modelos espaciales de ergpleo,-estos cambios podrian ser componentes importantes del proceso de convergencia registrado en determinados indices de empleo y desempleo— : ?Por lo tanto, podrfa ser que ao solo la po! regional influyera en los cambios ‘en la-distribuciém regional del em- pleo, ino también los efectos de en las necesidades de da industria, Pero hay muchos enfoques part a evaluacién de cas regionales que ni tan siquiera consideran esta pos dad, La police regional (por ahora —mis que en un perfodo de ripido crecimiento—, descartando las capacidades menos rentables, (En un periodo de rapido crecimiento, por contra, estas nuevas inversiones podrian simplemente ser un valor afiadido a la capacidad,)-Flays.pues, win doble.efecto espacial. ‘Las nuevas tecnologias incorporadas en les. nuevas inversiones pueden permitis y« r localizaci6n, mien- tras que se pierden-emy re P Actualmenté; la autora dé este articulo y Centre for Environmental Studies, estén Ilevando a cal investigacin empfrica acerca de esta dinémica, en un marco formal y detallado para su andlisis. Los aspectos destacados en relacida con este planteamiento son los siguientes, En primer lugar, incluso si la nueva inversién se localiza en las Areas de !Desarralle* Gnicamente comb resultado de la politica regio- st Area sla denominacién otorga- sda de lo a805 1980, habianestado, ico con el objetivo de pro~ 85 siscema productivo sean tratados como si fuesen consecuencia exclusiva de la disposicién espacial, Elsegundo argumento que caso, la convergencia de egio : de ningi ‘modo el fin de la desigialdad regional. No se tata simplemen- ‘te de una convergencia en un contexte de de i que, ante el.uso-que'ls indvstria hace de las nuevas formas de fal, a misma forma de desigualdad regional co punto, estar cambiando, ‘Ast pues, zert qué sentido los.problemas.szegionalese.son problemas regionales? Es evidente que esas desigualdades no” son consecuencia de una mera deficiencia absoluta. Son,-més nal (lo que, por lo menos, cue sobre las tecnologias de produc que explicaria la convergencia, encuentra en una-delas Arease Desartalla, por supuestono famente tendré que-haber-convergencia,-Y-si-la loca al est en una zona no subvencionada del pais, gue produce la convergencia no & solo lx tocalizasion de Is fue inversi6n, sino-su combinacién con la pérdida de pues «tos de trabajo en la zona no subvencionada, En segundo hagas Ves tieeesatio, Sf estos fenémenos se estin produciendo, tener cuidado con las afirmaciones hechas por el efecto de a politica regional (9, en otras palabras,los ‘cambios puramente epacia= es cierto, segiin estos supluestos, que las Areas de bien, el resultado de la cambiante relacién entre las exigencias / Desarrollo tendrin mas puestos de trabajo que defotro modo, _delepzpducciéa privadacon fines de lucro y la superficie espa- fi ‘esto no es lo mismo que la consideracién de la politica regional “cial, Una vez mis, en tanto que tal declatacién puede aparecer para la convergencia, ¥ todavia menos significa que le ‘como dele més obvio, « menudo se ignoran sus implicaciones. ¢Cudntas veces se ha sexplicado» el_eproblema-del centro de las ciudades» basindose en rasgos exclusivamente internos a estas.dceas? z¥-cuéntas veces-se-ha-achacado"una supuesta fal? ta de mano de obra cuslificada (aunque la mayor parte de las __-pruebas especifican lo contrario: véase, ‘Meegan, 1978) acciones de-los-plani (poco pro- bablesde-todos sna causa dominante).o, mucho ~peor, a Ja propensién p: ica y las caracte gicas de sus habitantes? De hecho, las razones han cambiado con el tiempo, pero la reciente y vertiginosa disminucién ha sido el resultado de presiones similares a las ya presiones para la racionalizacién y reesteucturacién que se de- tivan dela crisis de la economia en su conjunto (véase también Falk y Martinos, 1975). Una vex mds, goon qué frecuencia se. atribuyen los problemas de las regiones peritéricas a la «falta __ de espiritu, sarial local» o a una «deficiencia dela atmés- “Fera de crecimiento»? Pero’ éstos son los efectos, no las causas regional ha sido un éxito. El problema regional sigue alli Pero, | en tercer ly lo-més.importanteres-que-estos-avances. son . fundamentalmente el resultado de los cambios, no én Ja con- 7 Ggoracién espacial del Reino Unido, sino en lr elaci6n del Reine Unido con la economia mundial en su conjunto, ‘En regumen,-de-ninguna-mancra:estoy.p ynteando el argu- E. niGato de que la politica regional no haya tenido ningsn efecto ry, ciertamente, no qué 8¢ debs interrumpir). Sin embargo,-es— importante que-las-evaluaciomes de este efecto no dejemde te- ‘cambiantes que ignoran esta relacién con la produccié ‘leistema econémico global, Con demasiada frecuencia se con- Se pierde de vista el hecho es el resultado de las formas especficas de producci6n. Esto, ~Guvez, permite que problenias que son resul Itados directos del. 86 87 (y de hecho si fueran causas, serfa dificil imaginar les implica~ ciones para las politicas); Firn (1975) da algunas pistas de los mecanismos que implica. ‘Asi pues, los-problemas-regionales~seconveptualizan” del problema es que las regiones han heredado una estruc=.” cura econdmica desfavorable y no hay aingin motivo para que otras industrias nose éstablezcan en estas regiones para facilitar cl crecimiento necesario Alternativamente, se podria sugerir que las regiones con problemas, a causa de alguna desventaja endémica como su situacidn periférica respecto al centro de la economia britinica, no propor- cionan un entorno satisfactorio para el crecimiento de la industria moderna, y es por eso que estas industrias no se establecieron en esas zonas ya de buen principio y por lo que requiere tanto esfuerzo persuadirlas para ir allf ahora, (McCrone, 1969: 169) “como” problemas-de-los-cuales-las-regiones-sen-culpables, de wa forma u-otraAdemis, esta sustitucion sutil de la simple distribuein geogrifica por una combinacién con las necesi- dades cambiantes de la produccién, tiene un efecto polftico. Tal como pasa con todas las «luchas puramente distributivas», ello genera una divisiGn: enfrenta una regién contra la otra, las ciudades centrales contra las regiones periféricas... cuando el verdadero problema se encuentra en el nivel agregado, por cjemplo en una deficiencia global de puestos de trabajo o en un problema de falta generalizada de cualificacién laboral «Otro aspeeto, bastante distinto, es que la conceprua~ lizacién de la diferenciacién espacial como una «divisién cespacial-del-trabajo»—desafia-la frecuente-desagregacién-de _los-problenias régionsles err componentes-estructurales y de localizacién: En un sentido estricto, esta desagregacién no es nds que un ejercicio estadistico y puede ayudar a desentrafiar los procesos y a sugerir nuevas preguntas, Pero a menudo su significado se amplia hasta resumir el problema regional, iden- tificarlo e incluso analizarlo, Asi, podemos citar un caso que sirve de ejemplo may claro: Ja » corti problemas-experimentados-por-tas-regiones,-sino_. _-Esté-claro-pues: la primers divisién espacial el trabajo considerada, la de la especializacién espacial sectorial, se ajus- tal componente estructural de esta desagregacién (incluso

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