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PP. 83-18%
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scones de la Virgen de Guadalupe, Relieves en madera
del método de Patio en 1557, que no requeria
construcciones especiales y aprovechaba la fuerza
motriz de las mulas, constituyé un buen arranque para
la produccién cumplida, aunque por requerir azogue
importado de Perd o de Esparia ofrecié ciertas
limi-sciones. Protegida por la Corona, porque significaba
re daciones importantes, la mineria novohispana
qued6 beneficiada por una rebaja del impuesto a solo
un décimo,en lugar del quinto real acostumbrado. EI
hecho de que las minas pudieran explotarse con s6lo
denunciarlas y manifestar disposicion a trabajarlas dio
lugar a rapidos enriquecimientos que también podian
evaporarse ante cualquier eventualidad,
Las necesidades mismas dé la colonizaci6n
favorecieron la llegada de artesanos espafioles de todas
clsses; en muchos casos, en cuanto los indios
aprendieron los oficios, quedaron los peninsulares
como maestros de los gremios fundados. Solo plateros
orfebres defendieron sus oficios con tenacidad pero
siempre quedaron en manos espafiolas. También
Prosperaron {os talleres u obrajes de lana, seda o
algodén, trabajados con mano esclava, asalariada o de
Presos; por su parte, se desenvalvierog con fluidez las
Pequeftas industrias caseras que producian sebo, telas y
icdon
La ampliaci6n del\mercado favorecié el comercio. El
abastecimiento fundamental quedé en las manos
indigenas que continuaran comerciando en los viejos
mercados, Los primerds intentos comerciales espaftoles
06 161/01
PNTE NN ey
Una Wistoria che “México, Pata, Hixi co,
pretendieron exportar sus productos a Europa, pero los
articulos americanos tardaron en ser aceptados. La
cexportacion se redujo al oro, la plata, los colorantes y
las pieles. En cambio las necesidades internas
convirtieron a la Nueva Espafia en un gran mercado de
importaciones, primero de instrumentos, semillas,
animales, después de toda clase de productos europeos
¥ asiaticos. Los comerciantes se beneficiaron de la
revolucién aplicada en el transporte por medio de la
artieria; verdaderas caravanas se desplazaban de un
Punto a otto del terrtorio novohispano. La travesia de
las naves qued6 concentrada en la Casa de
Contrataci6n de Sevilla, en una procedente de Cadiz a
Veracruz y otra de Manila a Acapulco, tanto para
fiscalizar las embarcaciones como para protegerlas di
los piratas ingleses y holandeses. México se convirtié en
el centro de comunicacién de los dos extremos del
Imperio.
Indios, negros, “gente de razon”
y los demas
Espafta habia sido durante siglos tierra de mezclas
raciales, costumbres, lenguas y religiones distintas. EL
mudejar con turbante y babuchas caminaba junto al
rabino de sombrero y traje negro y al lado de frailes y
crstianos de vestimentas variadas. Tal vez por ello, al
‘conquistar las tierras mexicanas los espajioles se
1/4 . 183empecinarian en darle a toda actitud un orden, en
asegurarse de definir una estratificacién en que cada
po se vistiera y actuara segin su lugar social, Los
indios debfan vestirse como tales, con calzon y
camisa diseftados por los frailes y el sombrero europeo.
que scloptarian con tanto apego para protegerse del
so! _-.do grupo tendria su lugar, su expresiva
definicidn. El asunto no era fAcil; ni indios, ni espafoles
tormaban grupos homogéneos, ni los proyectos de
sociedad se parecian entre si, Si leemos los testimonios
de soldados, como las Cartas de Hernan Cortés y los
comparamos con los textos de los religiosos, Bartolomé
de las Casas, Apologética Historia de las Indias, fray
Toribio de Benavente, Historia de los Indios de la
Nueva Espafta 0 fray Diego Duran Historia de las Indias
de eva Espafa..., percibiremos concepciones
contrastantes, Para el soldado y el encomendero el
indio debja aprender su lengua y servirlo. Para el fraile
era mejor separarlo, aprender su lengua y cristianizarlo
para que mantuviera su mansedumbre, permaneciera
sin apego a las cosas materiales y se perfeccionara con
la religion, Los encomenderos idearon una sociedad de
sefiores blancos, los frailes una sociedad indigena
dive 4a por ellos,
intento de Cortés de respetar la sociedad
indigena y sus sefiorios supervisados por el
encomendero, cristianizados por los frailes, no pudo
hacerse realidad. A las propias ciudades indigenas se les
impuso el trazo regular de las renacentistas castellanas,
antes de darles su titulo y escudo de armas. Las
congregaciones surgidas gracias al empeio.
evangelizador de facilitar la tarea mediante la
supervisién, adquirieron el-rango-de pueblos y se
sitsaron en las antiguas cabeceras politicas, conservaron
su nombre y le agregaron el de un santo, que fue su
patron. En el centro del pueblo se hallaba el convento,
on sus grandes patios, una cruz en el lugar principal y
capillas abiertas, las cuales permitian decir misa a grandes
Brupos en el atrio. Las pequefias capillas de adobe y paja
Pronto se sustituyeron por inmensas construcciones con
aspectos de fortaleza. El estilo secordaba a veces el
teresco espaftol, pero la mano del artesano indio y la
cesaria funcionalidad le daban un toque diferente. Los
conventos franciscands y dominicos fueron mas bien
sencillos; los agustinos'tuvieron un mayor gusto por la
‘ornamentacién. Alrededot del convento, las chozas de
los indios no resultaban diferentes a las de los tiempos
resultaban diferentes a las de los tiempos antiguos.
Los indios fueron haciendo a su vida los ajustes que
exigian su nueva religion y los habitos de la
congregacién; no dejaron de aparecer los ladinos,
indios que aprendieron espafiol y se hicieron gratos al
encomendero para lograr su ascenso social. Los indios
pagaban tributo pero no diezmo. Fue necesaria la
creaci6n de cofradias que organizaban fiestas,
amparaban a los necesitados y pagaban sus servicios al
convento.
Muchas indias nobles casaron con espafioles que de
esa manera aseguraron tierras y privilegios. De la
descendencia de estos matrimonios quedaron algunas
obras histdricas sobre el pueblo de sus madres, como
la Historia de Tlaxcala de Diego Mufioz Camargo y la
Relacién de Texcoco de Juan Bautista Pomar, nieto de
Netzahualpill. £n fo que al dominio mexica se refiere,
asi toda su nobleza sucumbié en la defensa de la
ciudad; los pocos que sobrevivieron, se hispanizaron,
Los colegios abiertos desde 1523 se destinaron
preferentemente a los nifios nobles; debian prepararse
dentro de la nueva religion para dirigir a sus pueblos.
Los nobles podian entrar al sacerdocio; estudiaban en.
instituciones como el imperial de Santa Cruz de
Tlatelolco, que tuvo alumnos distinguidos como Martin
de la Cruz y Juan Badiano autores de un valioso
herbario y el grupo que auxilié a fray Bemardino de
Sahagin para recopilar las antighedades mexicanas que
verian la luz como Historia General de las Cosas de
Nueva Espana.
La hispanizacién de los nobles no impidié que
conservaran el orgullo de su origen, tal como lo
muestra el historiador Femando de Alvarado
Tezozomoc, nieto de Cuitléhuac, en sus obras Cronica
‘Mexicana y Crénica Mexicdyotl. En otras partes, como
en Oaxaca, la nobleza quedé intacta; ello le permitid
salvaguardar su tierra y sus privilegios. Al hispanizarse,
el grupo se traslad6 a vivir a Antequera y cuando
intent6 volver a ejercer sus prerrogativas el pueblo lo
rechaz6. Por hispanizaci6n o por muerte, la nobleza
desapareceria, dejando descabezada a la sociedad
indigena. En Chiapas, los nobles suftieron una
Persecucion sistemiatica; s6lo un pequefio grupo
sobreviviente pudo organizar constantes levantamientos.
Las leyes que regian la jérarquizacién social y
controlaban la movilidad de los indios tuvieron una
vigencia bastante efectiva en el centro del pais. Se
Zio ;
185debiltaban a medida que se alejaban las poblaciones y
genetraban en el campo. En el norte, en minas y
naciondas, y en trapiches e ingenios de tierra caliente,
‘2 produjeron tipos de poblacién distinta. En el norte
convivian, en un ambiente hostil, indios naborios —o
sea “»srados de sus comunidades~ espafioles y
neg... La mano de obra era escasa y las distancias
enormes, de manera que no habia restricciones ni para
‘montar ni para portar armas: todos terminaban
wistiéndose como les daba la gana. Estas citcunstancias
hicieron surgir una sociedad mas libre. A los ingenios y
trapiches les darian un sello peculiar los negros y
mulatos. En cambio, los encomenderos someterian a
una verdadera servidumbre a los mayas de la lejana
tier yucateca,
«ur todas partes surgieron grupos que no estaban
previstos y que causaron desazén por su doble
identidad: el mestizo, el mulato, el zambo. Los mestizos,
formaron un grupo harto activo que ameritaria la
fundacién del Colegio de Letran por el virrey Mendoza.
los mestizos pasaban a formar parte del grupo
dominante cuando eran resultado de una relacién
legitima pero casi siempre quedaban dentro del grupo
na materno, aunque sintiéndose diferentes.
05 espafioles, por sélo serlo, tuvieron una
adscripci6n superior aunque més tarde, los empefios o
la fortuna volvia a diferenciarlos. Entre los recién
llegados, los que no casaron con indias trajeron a sus
mujeres de Espana. Estos dltimos casos fueron mas
frecuentes en el siglo XVI que en los siguientes.
Ademés se inicid el madelo permanente segén el cual
el espafiol recién establecido, con un pasado aceptable,
trae ia a sus parientes y- amigos.
r
la ciudad de México en el siglo XVI
De la famosa México el asiento,
congen y grandeza de edificios,