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EL DESARROLLO DE LA TEORIA ANTROPOLOGICA. HISTORIA DE LAS TEORIAS DE LA CULTURA por MARVIN HARRIS x coon 2, LA ILUSTRACION El desarrollo de la teorfa antropolégica comenzé en aquella época venerable de ta cultura occidental que se llama la Llustracién, un periodo que coin- cide aproximadamente con los cien afios que van desde la publicacién de ‘Ant essay concerning human understanding, de John Locke (1690) ("), hasta fl estallido de la Revolucion francesa, La importancia de esia époce en la formaciin de la ciencia de la cultura ha pasado desapercibida, principale mente por cousa de le prolongada influencia de aquellos antropélogos que © no esiaban interesados en una ciencia asf o negaban que fuera porible. Porque ha habido muchos antropdlogos que han pensado que Ia libre vo- Juntad de los actores humanos, la inestabilidad del cardcter nacional y la confusién de los azares y las circunstancias en la historia desbaratan todos los esfuerzos cientfficos en ese campo. Aquellos que crea que el destino nico del hombre es vivir fuera del orden determinado de la naturaleza no pueden reconocer la importancia del siglo XVIII. Muchos antropologos con- lemporéneos consideran las aspiraciones cientificas de la Tustracién como Ja quintacsencia misma de aquella vanidad gue el profeta del Eclesiastés stribuia a todas las ideas ruevas. Asi, Margaret Hogden (1964, p. 484) ha descrito el siglo xvii como mera «secuela de la Edad Media, afediendo ademis que «los tiltimos siglos han presenciado poco que merezca el ti tulo de innovacion tedricas. Mas es que para Margaret Hoaden ¥ para todos Jos antropdlogos en quienes se apoya su incomprensién de las teorias contem- pordneas de la cultura, todo cientifisrno en materia sociocultural es ilusorio. Este libro se inspira en la creencia contraria, y por eso para nosotros todo, Jo que en la teoria antropologica es nucvo comienza con la Ilustracion, Como yeremos en el presente capitulo, los filésofos sociales del siglo xvii fuer ron los primeros cn sacar a la Itz las cuestiones centrales de la antropolo- sia contemporénea y se esforzaron resueliamente, pere sin éxito, por formu Jar las leyes que gobiernan el curso de Ja historia humana y in evolucién de las diferencias y de les semejanzas socioculturales. Los temas del estudio sociocultural abordados durante la Tlustracién abarcan Ia mayor parte de aquellos que sirven de fundamento a la teoria contemporinea o de los que constituyen el esquema basico de referencias, en cuyos términos se esti desarrollando todavia Ia moderna investigacion sociocultural, En este cap(tulo pasaremos revista aquellas contribuciones () En la version castellana se ha seguido el criterio de no traductr los titulos de tas ebraa que el autor sila en eu idioma original, Sf ae traduoen, ex cambio, los de saque ios Iitros no lagleses que el autor cita en traduccidn inglesa. Véaso en la Bibliografia (Géginas $97-452) cf titulo original de las obras citadas. 8 Marvin Harris mostrando la relacién que guardan con algunos aspectos de vital importan- cia de la teorfa contempordnea. Estudiaremos hasta qué punto los fildsofos de 1a Tustraciéa fueron capaces de identificar el dominio sociocaltural como tan campo especifice de estudio caracterizado por una elaboracién distintt- vamente humana de condueta culturalmente deierminada, en qué medida y or qué razones filoséficas y epistemoldgicas los protoantropdloges de la Tlustracién pensaron que los ferémenos socioculturales constituian un do- minio legitimo del estudio cientifico, y hasta qué punto la Hustracién, cien aafos antes de Darwin, adelanié ya ideas relativas a la naturaleza y a la di- reccién de la evolucién sociocultural. Y finalmente describiremos y evalua remos las primeras y vactiantes aproximaciones 2 una teorla de la causa cin sociocultural basada en premisas naturalistas. Semin Alfted Kroeber y Clyde Kuckhohn, el concepto de cultura en el sen. tido de eun conjunto de atributos y productos de las sociedades humanas ¥, en consecuencia, de la humanidad, que son extrasométicos y transmisibles por mecanismos distintos de la herencia biolégica [...] no existia en ningén lugar en 1750» (1952, p. 145). Aunque esos autores reconocen y citan el Uso de los términos «cultura» (sélo en alemén, Kultur) y «civilizacion» (en fran cés y en ingles) durante el sigto xvit, Ia apancion del concepto modeme la sitéan mucho despues, avanzado ya’ el siglo xix. Lo nico que conceden 25 que «hacia 1850 ya estaba siendo usado de hecho en algunos sitios de Ale mania [...]» (ibidem) Realmente no hay raz5n por la que una definicién de la cultura tenga que subrayar los factores extrasomiticos y no hereditarios, aunque la ma- yoria de los antropélogos del siglo xx los consideren parte esencial del con- cepto de cultura. Y como todavia esti por descubrir la manera de separar en todo el repertorio de Ja conducta de una poblacién humana dada (o in: cluso de una infrahumana) los elementos heredades de los elementos adqui- ridos, diffcilmente se puede esperar delimitar de un modo operacionalmente vélido un campo cultural de estudio utilizando esos términos tedricos. La definicién que proponen Kroeber y Kluckhohn no es un meto concepto de cultura; va mas alld, es mis bien una teoria de la cultura, en el sentido de que'es una explicacién de cémo liegan a establecerse los rasgos del re pertorio de le conducta de una poblacion determinada, por procesos de apren- dizaje més Bien que por procesos genéticos. Mas en este contexto discutir sila formula gencralmente aceptada es un concspio o una tzorfa parcial de la cultura no tiene una importancia excesiva: més bien rox interesa deter- minar la medida en que precisamente esas ideas a las que se refieren Kroe- ber y Kluckhoin hablan sido anticipadas ya aflos antes de la Revoluciéa Francesa, Una atencién més despierta para las definiciones de jacto o implicitas, distintas de las formales o explicitas, justifica el situar el umbral hist6rico La Mustracion 9 el concepto de cultura en una fecha muy anterior a ta que dan esos dos autores. El principal defecto de su historia del concepto e que omiten l colocar su detarrollo dentro de las grandes corrientes det pensamiento ciea- \iico, Se olvidan de sefalar que la formulacién implicita, de hecho, no era un mero apéndice de un interés ocasional por instituciones y costumbres, nj tenia que ser rescatada de oscuros pasajes en las obras completas de autores olvidados. Antes al contrario, desde nuestra perspectiva privilegia- da resulta manifiesto que e) principal tema de la efervescencia intelectual que precedié a la Revolucién francesa fue precisamente una versidn incipiente del concepto y de la teoria de la cultura, A decir verdad, esas ideas han tenido siempre auspicios y consecuencias revolucionarias, tanto. politicas como intelectuales. Asi, el concepto moderno de cultura no sélo esté im- plicito en Jos antecedentes ideolégicos de la Revolucién francesa (e igual- mente do la Revolucién americana), sino que puede decirse que Ja sustancia misma del progreso revolucionari® proclamaba la valider del concept y daba testimonio de su importancia, TL BL GABINETE VACTO Quien realmente puso los fundamentos metatisicos sobre los que més de doscientos 2fos despues habian de construlr os antropGlogos la primera de- finicién formal de la cultura fue el filésofo inglés del siglo xviz John Locke. De hecho, An essay concerning human understanding, de Locke, fue el pre cursor de todas las ciencias modernas de la conducta incluidas Is psicologia, la sociologia y la antropologia cultural, que subrayan In relacién entre el medio condicionante y los pensamientes y las acciones humanas. «Su rele cién con el siglo xvii fue muy similar a la que Freud y Marx guardan con nosotros. Incluso sus enemigos se veian obligados a usar sus propios tér- minos» (Hart, 1964, p, 6). Lo que Locke se esfora6 por probar es que en el instante de sui nacimaignto la mente humana es un egabinete vacio» (LOCKS, 1894, 1, p. 48; original, 1690). 1 conocimiento o las ideas con que la mente Viene luego @ Menarse las adqulere todas con el proceso de lo que hoy Mamariamos enculturacion. Aunque existan petencialidades distintivamente hhumanas, otras que les animales, ideas innatas no existen. Y esto se aplica por igual tanto a los principios légicos abstractos tales como «Es imposible que una misma cosa sea y no seas, como a los que Locke lama principios Pricticos © normas moraies de conducca. ‘Sobre si exsten tales principios morales en los pelo a cualquiera que esté medionarmente fara Shaya mirado hacla afuera mas alld del bumo de su propia chimenea. Yerded practica que sea universalmente aceptada sin dudas ni preguntas, como de Dberla scrlo si fucra innala? ¢No ha habide nmciones enteras, algunas etic Tos. porblos mis ciilizades. en tas que ha existido la costumbre de abindanar a ios niios en los catnpos para que pereican de necssidad o devorades por los animales salvajes, sin que fsa practiea haya ‘merecido mas coadera 9 sasdiado més ecrupulos que le de euyen ‘Gmurloe? ¢No hay ain algunos palsee en los que si ln roadre muere en el Derto se cf

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