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#7 VASSALLO, Teabel, ESTRUCTURA DEL RELATO (Siwtesis de *Intreduceiee al odlisis estucwal de los relates", de Rod Barthes. 1966) >a Se a ii Hay, en primer lugar, una variedad prodigi de géneros, ellos mismos distribuidos entre sustancias diferentes, como si toda materiale fuera buena al hombre para confiarle sus relatos: el relato puede ser soportado por el lenguaje articulado, oral o escrito, por la imagen, fija 0 mévil, por el gesto y por la combinacién ordenada dé todas estas sustancias; esta presente en el mito, a leyenda, la fabula, el cuento, la novel, la epopeya, la historia, la tragedia, el drama, la comedia, la pantomima, el cuadro pintado (..), el vitral, el cine, las tras cSmicas, las noticias policiales, la conversacién. Ademés, en estas formas casi infinitas,;el gelato estd presente en todos los tiempos, en todos los lugares, en todas las sociedades; el relato comienza con la historia misma de la humanidad; no ha habido ni hay en parte alguna un pueblo sin relatos; todas las clases, todos los grupos humanos, tienen sus relatos, y muy a menudo estos relatos son saboreados en comin por hombres de cultura diversa e incluso ‘opuesta: él relato se burla de l2 buena y l2 mala literatura: intemacional, transhistérico, ‘ranscultial, el relato esta alli, como fa vida” és ‘Asi se inicia el estudio - ya clasico - de Roland Barthes, titulado “Introduecién™ al analisis estructural de los relatos"(1966), sobre el que vamos a basamos para referimos a la estructura narrativa, Ese comienzo le sirve al. icido semidlogo francés como marco para el plarteo de una pregunta que le concieme a cualquiera que pretenda entender “cémo se construye” un relato; porque més allé del talento, del ingenio, dela sensibilidad individuales, es cierto que existen unos procedimientes que se ponen en juego para producir un relato - y no otro tipo de texto, por ejemplo -, asi como para leerlo se ponen en juego ciertas expectativas vinculadas con el reconocimiento ~ mas © menos consciente - de tales procedimientos. Esa pregunta es la siguiente: dénde buscar la estructura del relat? Si bien el punto de partida de.esa bisqueda no es ctro que la experiencia concreta de los relatos a los que, bajo diferentes formas, hemos accedido, sélo la construccién de un modelo de relato, ideado (por eso es modelo) teniendo en cuenta las caracteristicas mais permanentes, mis estables de los relatos concretos que ‘conacemos, nos permitira dar cuenta. de sus rasgos estructurales. Ea este sentido, asi como cada hhablante concreta 0 realiza, al hacer uso del lenguaje en diversas-situaciones de su vida, el sistema de la lengua, se puede decir que los relatos concretos realizan ciertas posibilidades de un modelo de relato que Barthes denomina “lengua del relato” (“lengua”.en sentido saussureano, claro esti). El hecho de tomar a la lingtistica como referente para encarar el esto del sears -narrativo hace-que uno de los primeros-conceptos-de-los que-se sirve Barthes para Constr 2 “Jengua del relato” sea el concepto de nivel de descripcién. Como Ja frase, que “puede ser descripta lingisticamente a diversos niveles (Fonético, fonolégico, gramatical, contextual), el relato puede ser sometido a diferentes niveles de descripcin. Segiur Barthes, ellos son el nivel de las funciones, el de las acciones y el de la narracin. ara caracterizarlos brevemente, digamos que el nivel de las funciones es el de las ‘unidades narrativas minimas (las que se obtienen, por ejemplo, al segmentar la “historia” , permitiendo, entonces, trazar un esquema del relate); el nivel de las acciones es el de los personajes - asi los Hamaremos por ahora - ,entendidos como portadores de la accién y como ejes de ciertas esferas de accién (cada uno posse la suya); yel nivel de Ia narracién , a partir del cual ‘concebimes al rlato como un objeto de intercambio entre un dador (el narrador) y un beneficiario (Cl receptor, lector), etando inscrptos, en ese objeto, los signoé de ambos. ‘Antes de oentramos en el primero de estos niveles, que es el que da respuestas, estrictamente hablando, 2 nuestra pregunta por la estructura del relato, es necesario que sefilemos. que: estos tres niveles se encuentran en una ~relaciénjerarquiea~y-no" pueden concebirse sino en progresiva integraciéu: no slo un nivel no puede concebirse sin el otro (sino bay qué contar - funciones - no habriinecesidad de personajes - acciones - ni habri relacién narrador-lector - narracién -, para decirlo muy sumariamente), sino que cada nivel necesita completarse en el siguiente (para dar otro ejemplo sumario: la funcién “ Pablo traiciona” trasciende al nivel de las acciones abriendo la esfera de accién “traicion”- Jo cual supone que haya no sélo un traidor sino también por lo menos un traicionado -; y este juego de enfrentamiento - traidoritraicionado- se completa en el nivel de la narracién, ya que alguien percibe, para poder contarlo el hecho de latraicién, justificando o no al traidor, mirando por sus ojos ono...; en una palabra, construye y valora, estableciendo, lo quiera ono, una relacién con el lector, etc.) Nivel de las funciones: Las unidades narrativas minimas (a las que aludimos para caracterizar este nivel un poco mas arriba) lo son debido a su caricter funcional. Dicho de otra manera, sélo porque ccimple una funciéa, porque se comporta como una funcién,suna unidad puede ser concebida ‘como tal, Barthes cita a Todorov (que a su vez esti retomando a los formalistas rusos): “[La funcién] de un elemento de la obra es su posibilidad de entrar en correlacin con otros elementos de esta obra y de la obra total”. (Aclaramos: la negrita es nuestra; ademas:si Todorov - y el mismo Barthes - hablan de ‘obra’ es porque estan pensando en la literatura, pero perfectaménte podemos entender esto mas allé de la literatura, en.términos de otros tipo de discurso larrativo que no sea literario.) ero no todas las funciones son del mismo tipo. Unas encuentran correlato en el mismo nivel; son las funciones istributivas. tras encuentran correlato en otro nivel; son las integradoras. Por eso decimos que hay dos grandes clases de unidades funcionales: funciones propiamente dichas e indicios. Las funciones propiainente dichas “‘remiten a un acto (..) consecueate”; “Ia compra de ‘un revolver tiene como correlate el momento en que se lo utilizara (y si no se lo utiliza, la notacién se invierte en signo de veleidad, etc.), levantar el auricular tiene como correlato el momento en que se lo volver a colgar..”, para explicarlo a través de los ejemplos que da el mismo Barthes. Como veinos, el correlato de la unidad se da aqui con otra unidad del mismo nivel; en un sentido horizontal, sintagmatico, podriamos decir. Los indicios, en cambio, son unidades que “remitefo} ...n0 a un acto. complementario y consecuente, sino a un concepto més 6 mends difuso, pero no obstante necesario para el sentido de la historia: indicios caracterolégicos que conciemen alos personajes, informaciones relativas a su identidad (..)", Lo que hace precisamente al caricter integrador y no distributivo de estas fanciones es que encuentran su correlato en otro nivel, relacionndose entoncés en sentido vertical, paradigmitico, con otros constituyentes del relato, Estas dos grandes clases de funciones, que serén objeto, como veremos en seguida; de una nueva subclasficacién, permiten concebir 2 su vez dos grandes clases de relatos’ aquellos en Jos que domind una finicionalidad del hacer y aquellos en los que domina una fincionalidad del ser. Dentro dé las funciones propiamente dichas, entonces, podemos establecer Ja siguiente distinciéa: A) micleos o funciones cardinales; B) catalisis. “ ‘A)Una funcién es niicleo 0 cardinal cuando “la accién a la que se refiere abre (o mantiene © cierra) una altemativa consecuente para Ia continuacién de una historia"; parafraseando a Barthes, se trata de la fancién que inaugura o concluye una incertidumbre. (‘Sar de viaje” abre una serie de posibilidades, entre ellas, ‘llegar a destino’, ‘no legar a destino’; si el relato elige ‘una, anula - o posterga - la otra; la posibilidad elegida abre otras... y se vuleve a dar el mismo proceso) Los niicleos son los “momentos de riesgo del relato”, vinculados por una relacién al mismo tiempo cronalégica y logica, Por eso dice Barthes que las funciones cardinales “soa a la ‘vez consecutivas y consecuentes”. 'B)Una funcién se define como catélisis por su naturaleza compleinentadora; las catalisis Se‘ agloinérasi eit toriio At" fbcleo y, a diferencia: de ‘ste, no tienen-cardcter -consecutive lia he catilsis “describe lo que separa dos momentos de la historia", pero su presencia es indifereate en lo que se refiere a la determinacién causal de esos momentos. Frente al “riesgo” que consttuye el nicleo, la catilisis se presenta como “zona de seguridad, descanso, lujo". Nada de esto significa ‘que sea init en Ta economia del mensaje: “acelera, retarda, da nuevo impulso al discurso, resume, antcipa, (..) despist” De lo dicho resulta que “no es posible suprimir un nicleo sin alterar Ia historia” pero “tampoco es posible suprimir una catilisis sin akerar el discurso”. Dentro de los indicios, podemos establecer la iguiente distincién: A) indicios propiamente dichos; B) informantes. |A) Los indicios propiamente dichos “remiten a un cardcter, a un sentimiento, a una atmisfera (por ejemplo, de sospecha), a una flosofia”. Poseen significados implicitos e implican una actividad de desciframiento para el lector, que debe ‘aprender a conocer’ a partir de ellos. B) Los informantes o informaciones “sirven para identificar, para situar en el tiempo y en el espacio’ (uni nombre de mivjer, una fecha, el nombre de una calle, el color de un sombrero...)-A nivel defla historia, los informantes. carecen de significados implicitos: “'son datos puros, inmediatamenté significantes”. No se prestan al desciframiento, puesto que “proporcionan un cconotimiiento ya elaborado”, Dos observaciones con respecto a las cuatro subclases de funciones: 1. Cualquier unidad puede pertenecer a més de una clase: por ejemplo, en la descripcién de un mbito- catilisis-, puede descubrirse la inclusién de informantes y/o de indicios. 2, Las cuatro subclases pueden ser sometidas, siguiendo otro criterio, a otra clasificacién: si el criterio que nos guié tuvo que ver con la oposicién “sistagmtico’/ “paradigmatico”, podria pensarse en otro, en que la oposicién es la siguiente: “elemento nuclear”/ “expansién”. Catalisis, jndicios e informantes tienen un rasgo en comin: ser expansiones en. relacién ‘con los rmicleos."Los niclees constituyen conjuntos finitos de términos poco numerosos, estén regidos por una légica, son a la vez necesarios y suficientes; una vez dada esta armazén, las otfas tmidades vienen a rellenarla segiin un modo de prolferacién en principio infnito; .. es lo que sucede con la frase, consttuida por proposiciones simples, complicadas al infnito mediante duplicaciones,rellenos, encubrimientos, et.” Secuencia narrativa “{ Como, segin qué “gramitica”, se encadenan unas a otras.estas diferentes unidades a lo largo del sintagma narrativo?” Para responder esta pregunta, que es precisamente la que se formula Barthes, es importante tener en cuenta el modo como se ha caracterizado a los cuatro tipos de unidades. Dicha caracterizacién justifica que afirmemos que los indicios y los informantes puedan “combinarse libremente entre si”. En cuanto 2 la catilisis, ella “implica necesariamente la existencia de una funcién cardinal a la cual conectarse, pero no reciprocamente”. Por su parte, es la relacién de solidaridad la que une a los micleos: uno exige la presencia de otro, v esto es reciproco. Esta es la relacién que define la armazén misma del relato. Llamames secuencia a una sucesién légica de micleos que se hallan unidos entre si - no podria ser de otra manera - por una relaciéa de solidaridad, “La secuencia se inicia cuando uno de sus términos no tiene antecedente solidario y se cierra cuando otro de sus términos ya no tiene consecuente,(..) La secuencia és ... sietipfe nombrable”: Y°iorirar-la-secuencia-no-sélo es ccompetencia del ‘analista" del relato: el lector, en forma mas o menos consciente, va captando la sucesiéa légica de las acciones como un todo que se puede nombrar. Por eso dice Barthes que “leer es nombrar”. Y aiiade (retranscribimos la cita porque nos parece particularmente aprehensible); “La lengua del relato, que esté en nosotros, comporta de manera inmediata estas niibricas esenciales: Ia logica cerrada que estructura una secuencia esta indisolublementeligada a su nombre: toda fincién que inaugura una seduccién impone desde su aparicién, en el nombre ‘que hace surgr, el proceso entero de la seduccién, tal como lo hemos aprendido de todos Jos relatos que han formado en nosotros la lengua del relato”(el subrayado es nuestro). Por ser un conjunto de nicles, toda secuencia - por poco importante que parezca ~ ccomporta momentos de riesgo, que son Jos que abren una nueva altemativa, En este sentido dice Barthes que la secuencia es “una unidad ldgica amenazada”, pero como unidad que es, esta dispuesta “2 funcionar como el simple término de otra secuencia mas amplia” - tal como la fiuncién es término de otra funcidn -. Una sintaxs interior a la secuentia - la relacin lagica entre las funciones ~y una sintaxis exterior a la secuencia - la relacion que mantienen Jas secuencias entre si - estructura, pues, el relato, Se comprende claramente la relacién de integracin entre el nivel de las funciones_y el nivel de lad acciones , y entre el de las acciones y el de la narracin: es a partir de las secuencias, como pueden percibirse esas esferas de accion de las que se hace cargo determinado personaje, al ‘cual, por ser concebido en tanto portador de cierto tipo de accion estable - de cierta funcién - llamareinos actante. En todo relato (el linglistay especialista en semidtica A. Greimas es quien ha probuesto el sistema de los actantes partiendo de la sintaxis tradicional y de los relatos populares), hallaremos con seguridad dos actantes basicos: un sujeto / su objeto de deseo, Ese sujeto puede estar encamado por diferentes “actores” (un ladrén que huye dela polcia -y cuyo objeto de deseo es no perder la libertad y conservar su botin = , los trabajadores que toman la fibrica con el objeto de que reincorporen a compaiieros cesanteados - .. .), peo tal como el sujeto de una oraciGn, se define en forma abstracta, sistematica, por ser sujeto de un predicado (Ce ua serie de predicaciones). : Y, segin cémo se cuente la historia, segin qué postura adopts el narrador, el sujeto de los ejemplos referidos sera el ladrén o la policia, o ambos; los trabajadores 0 el patrén de la fabrica, 0 ambos; ese ‘cdo se cuente la historia’ tiene que ver con el narrador: ja quiénelige mrirar? (ja quién quiere que el lector mire?); ga quién evalia, para valorarlo o devaluarlo?siqué vor elge para narrar?; ;odmo manipula el tiempo para contr los hechos?.. ee Se cumple asi lo que Barthes constata una véz mis hacia el final de su trabajo “lo que ha sido separado a un cierto nivel (una secuencia, por ejemplo) se vuelve a unir la mayoria de las veces en un nivel superior”, Porque uno de los procesos més importantes en la lectura/andlisis. de un relato es el de integracin Referencia bibliogrifca: Barthes, Roland. “Introduccin al andliss estructural de os relatos” (1966), en Analisis estructural del relato, Buenos Aires, Tiempo Contemporéneo, 1970.

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