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La sangre, es el sistema de transporte interno del cuerpo.

Impulsada por el
corazón, circula constantemente a través de conductos llamados vasos
sanguíneos, con el fin de transportar oxígeno y nutrientes a los tejidos. La sangre
remueve de los tejidos los productos de desecho de las actividades metabólicas
que se cumplen en ellos. Los componentes celulares más importantes de la
sangre son los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas, que son
producidos por un tejido grasoso suave que se encuentra en el interior de los
huesos y que se conoce como médula ósea. 1
Así, la química forense es la que se ocupa del estudio de hallazgos de
sangre en relación a un posible hecho delictuoso, se define a la química forense
como aquella que utiliza a esa disciplina científica en la resolución de hechos que
involucran un hecho criminal, la búsqueda de huellas en la escena del crimen es
una de las partes fundamentales de la investigación criminal y también una de las
más complejas porque no se limita a la localización de aquellas que son
perfectamente visibles sino también de las invisibles o latentes. 2
La sangre es una de las evidencias más importantes en la comisión de
algunos delitos, no solo contra las personas, también en los delitos sexuales, el
abigeato, etc. Con frecuencia, un detective, policía o experto debe determinar a
ciencia cierta si las manchas sospechosas que ha encontrado en el lugar de los
hechos son en efecto sangre. Tampoco son inusuales los casos en donde la
sangre, de haberla, desaparece por acción intencional o natural. 3
Desde la época en que el hombre realizaba investigaciones empíricas hasta
nuestros días, han concurrido ciencias y disciplinas de investigación criminal, que
finalmente han venido a constituir la criminalística general, y dentro de esta
disciplina encontramos la evidencia. Los datos que provienen de la historia,
permiten establecer que la primera disciplina precursora de la Criminalística fue la
que en la actualidad se conoce como dactiloscopia. 4

1
Cfr. http://univision.drtango.com/bodyParts/bodypart_piel_y_sangre.asp
2
Apud. http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1135-
76062003000400005&lng=en&nrm=iso
3
Cfr http://www.criminalistica.net/forense/index.php?
option=com_content&view=article&id=20:detecciaograven-de-
sangre&catid=1:dactiloscopia&Itemid=17
4
Cfr. http://www.monografias.com/trabajos31/evidencias/evidencias.shtml
Lo curioso de esta situación que haya sido la dactiloscopía la primera rama
de la criminalística, evidentemente se da por la dificultad de encontrar al
responsable de algún delito, ya que si era observable una mancha de sangre se
infería que era un crimen en el que se involucró la integridad física o la vida, de ahí
que no haya sido el estudio de la sangre y sus rastros la primera materia que se
incluyó en la criminalística, amén que la química forense y estudios de ADN
estaban en etapa incipiente sino es que nula.
Dos son las aplicaciones que mayormente tiene la sangre en la persecución
de un delito, para identificarla como tal en la escena del crimen o como medio de
identificación del autor de éste o de la víctima y otros involucrados o en estudios
que involucren paternidad.
Para el primer caso, se tiene el reconocimiento de sangre por medio de
Luminol.- La luminiscencia es un fenómeno producido por las moléculas de
materia, que al ser lo suficientemente excitadas, emiten luz visible. Generalmente,
la energía proviene de fuentes externas, como es el caso de la electricidad en las
lámparas de neón, o el calor proveniente de una combustión. Sin embargo,
también es posible producir luz por medio de reacciones químicas, que tienen
como ventaja la baja producción de calor, aunque la emisión es bastante breve.
Esta es la llamada luz fría. Entre los otros modos de producción de luz fría, se
encuentran la fluorescencia, y la fosforescencia. La fluorescencia se debe a la
absorción de ondas electromagnéticas de alta frecuencia, y la inmediata emisión
de fotones de frecuencia más baja (léase, luz visible), como por ejemplo, en las
lámparas de ultravioletas. La fosforescencia consiste en la reemisión progresiva
de la energía captada inicialmente por el material, como por ejemplo, en las
pantallas de rayos catódicos. En cambio, la quimioluminiscencia es propia de
reacciones donde uno de los reactivos recibe una alta excitación, con la posterior
emisión de luz visible. En la naturaleza se encuentran varias proteínas
quimioluminiscentes, como las presentes en las luciérnagas, los peces de la
región abisal, y algunas bacterias. El luminol posee la capacidad de enseñar por
medio de luz visible, cuando es oxidado. Por esto es una herramienta muy
utilizada en la investigación forense, ya que gracias a sus propiedades; puede
revelar, en solución con un oxidante, hasta los rastros más ínfimos de sangre, por
medio de un brillo azulado. Esta peculiar característica facilita el reconocimiento
de aquellas sustancias oxidantes o sus catalizadores en situaciones que requieren
rapidez y efectividad, tal como la escena de un crimen donde se demanda el
señalamiento de cualquier trazo de sangre. La reacción del luminol precisa de un
medio alcalino, el cual sirve para disolver y cargar negativamente la molécula. El
oxidante, que suele ser Peroxido de Hidrogeno, libera y reemplaza dos de los
Nitrógenos, llevando así a la molécula a el mencionado estado de excitación.
Finalmente se obtiene el luminol oxidado y cargado, el fotón, y Nitrógeno gaseoso.
Las reacciones de luminol requieren de un catalizador. Usualmente es una sal o
metal de transición, los cuales son muy accesibles. Específicamente en el caso de
la sangre, el Hierro (Fe) de la Hemoglobina es un poderoso catalizador. Las
propiedades de la sangre permiten una excelente optimización de la oxidación del
luminol, esta reacción cuenta con la suficiente sensibilidad como para detectar
manchas diminutas de sangre, gracias a que puede reaccionar a 1ppm (parte por
millón). Por lo tanto, es muy sencillo establecer condiciones básicas para
demostrar la quimioluminiscencia del luminol. Solo se necesita un oxidante, una
base, y un catalizador. En este último resalta la sangre al requerir mínimas
cantidades y producir un brillo suficientemente consistente e intenso. Por lo tanto
la investigación forense puede encontrar de gran utilidad y confianza el uso del
luminol como indicador de rastros de sangre. Las confusiones con otra clase de
compuestos que puedan dar falsos positivos de sangre en la escena de un crimen
pueden ser desmentidos con la observación cuidadosa del color e intensidad del
brillo, además de la espuma formada en muestras frescas de sangre. 5
Para el segundo caso, se utiliza la genética forense, la que consiste en el
análisis del polimorfismo o variabilidad genética humana aplicada a los problemas
judiciales. Estos pueden ser:
a) Investigación de la paternidad: Impugnación por parte del supuesto padre
o reclamación por parte de la madre y/o del hijo.

5
Cfr. http://wwwprof.uniandes.edu.co/~infquimi/VI_feria/id54.htm
b) Criminalística: Asesinato y delitos sexuales (violación). Se analizan
restos orgánicos humanos (sangre, pelo, saliva, esperma, piel).
c) Identificación: Restos cadavéricos (por ejemplo, los restos del zar Nicolás
II de Rusia y su familia) o personas desaparecidas (como sucedió en Argentina
con los niños desaparecidos durante la dictadura militar).
El contenido genético que se analiza es el llamado ADN cromosómico
(genómico): ADN repetido en tandem o VNTR (acrónimo inglés por Variable
Number of Tandem Repeats), que puede ser:
a) Minisatélite o MVR (minisatellite variant repeats): secuencia de unas 30
pb (pares de bases).
b) Microsatélite o STR (short tandem repeats): secuencia de 2 a 6 pb,
normalmente 4. Por ejemplo, la secuencia ACTTACTTACTT ... ACTT puede
aparecer repetida 8 veces en un locus y 12 veces en otro locus. Así, un individuo
puede ser homocigoto 8-8, heterocigoto 8-12 u homocigoto 12-12.
Ahora bien, conviene saber que el ADN mitocondrial (ADN mt) es aquel que
presenta herencia materna y es más estable que el ADN cromosómico. Se suelen
analizar dos regiones hipervariables del “lazo D”.
También, se analiza el polimorfismo del cromosoma Y, aquí se analizan
microsatélites (STRs) y el polimorfismo de nucleótidos simples (SNPs).
Pasemos pues, al análisis del polimorfismo, que se detallará a
continuación.
1.- Análisis de ADN minisatélite mediante sondas:
Se identifican como polimorfismos basados en la longitud de los fragmentos
de restricción (RFLPs)
2.- Sondas multilocus:
La historia de las aplicaciones forenses de los polimorfismos de ADN se
inició en 1984 cuando Weller y colaboradores descubrieron en un intrón del gen
humano de la mioglobina la existencia de una región hipervariable constituida por
cuatro repeticiones en tandem de una secuencia de 33 pares de bases
(minisatélite). Al año siguiente, Jeffreys y colaboradores (1985) encontraron que
dicha región hipervariable aparecía con ligeras modificaciones en otros genes,
diseñando sondas de ADN (sondas multilocus) que permitían identificar
simultáneamente muchas de dichas regiones hipervariables. Este hecho les llevó
a pensar que dichos patrones de minisatélites multilocus detectables por la sonda
serían característicos de cada individuo, constituyendo algo así como su “huella
dactilar de ADN” (DNA fingerprint) (Jeffreys y col., 1985). Sin embargo, debido a la
dificultad de estandarización de la técnica y de la creación de bases de datos, así
como a los problemas de interpretación bioestadística de los resultados, esta
metodología tuvo una escasa utilización.
3.- Sondas de locus único (SLPs, single locus probes):
La técnica permite detectar loci minisatélites únicos bajo condiciones de
hibridación molecular muy restrictivas. Se utiliza principalmente en investigaciones
de paternidad porque identifica loci minisatélites muy informativos. Para validar
estas técnicas fue necesario estandarizar las enzimas de restricción utilizadas
para fragmentar el ADN (en Europa se eligió en principio la enzima Hinf I), así
como las sondas que reconocen los loci minisatélites muy variables (con más del
90% de heterocigosis). Los individuos se caracterizan por el tamaño de los RFLPs
y no por el número de repeticiones.
4.- Análisis de polimorfismos de ADN mediante PCR (reacción en cadena
de la polimerasa):
Es una técnica muy usada en criminalística porque se puede realizar a
partir de cantidades muy pequeñas de ADN de la muestra (restos de sangre,
semen, etc.) o por la propia degradación del ADN (restos cadavéricos). Aunque se
han utilizado polimorfismos del locus HLA o minisatélites, sin embargo el método
PCR se aplica especialmente utilizando microsatélites (STRs). Por ejemplo,
utilizando simultáneamente cuatro microsatélites de cuatro bases se consigue un
poder de discriminación superior al 99,9 %.
5.- Otras aplicaciones forenses de la PCR
La técnica de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) se utiliza
también en la determinación del sexo a partir de muestras de ADN, amplificando
loci específicos de los cromosomas sexuales X o Y (por ejemplo, el gen de la
amelogenina).
El análisis del ADN mitocondrial (ADNmt) es especialmente útil en aquellos
casos en los que solamente se disponga de restos óseos muy antiguos y
deteriorados. Como el ADNmt se transmite sólo por vía materna, puede ser
utilizado cuando se trate de investigar en la reconstrucción de linajes. Por ejemplo,
tal es el caso del estudio de niños de padres desaparecidos al comparar el ADNmt
de los niños con los de sus presuntos abuelos, tal como ocurrió en muchos casos
ocurridos durante la dictadura militar argentina (Orrego y col., 1990).
Fue especialmente notable la identificación llevada a cabo en 1994 de los
restos óseos de la familia del último zar de Rusia (Nicolás II, su mujer Alexandra y
tres hijos) encontrados en una cueva a 35 Km de Ekaterinburgo y que habían sido
asesinados el 16 de Julio de 1918 (Gill y col., 1994). Incluso se manejó como
muestra comparativa la del ADNmt del actual Duque de Edimburgo (esposo de la
reina Isabel de Inglaterra) emparentado con la familia imperial rusa por vía
materna (bisnieto de la madre de la zarina Alejandra). Su ADNmt era idéntico al de
los supuestos restos de la zarina y sus tres hijos.
El análisis genético realizado por Gill y colaboradores utilizó 5 repeticiones
cortas en tandem (STR), 2 regiones hipervariables del ADNmt y la determinación
del sexo de los huesos utilizando el análisis del gen de la amelogenina. 6Los
resultados científicos fueron congruentes con los datos históricos de que la familia
imperial (el zar Nicolás II, la zarina Alexandra y tres hijos) fue asesinada junto con
tres sirvientes y el médico de la familia. 7
Así, el análisis de sangre en un delito evidentemente que es de suma
importancia, a más de demostrar sin prueba en contrario, que el delincuente lo
cometió o estuvo en ese hecho o en su defecto es la víctima que no pudo ser
identificada fácilmente.

6
La amelogenina sirve para determinar el sexo y es un locus localizado en una región homóloga de
los cromosomas sexuales. Existe una diferencia de 6 pares de bases entre el tamaño del alelo
presente en el cromosoma X y el Y, que se debe a una pequeña deleción en el cromosoma X. El
resultado de la amplificación por PCR de este locus en un ADN femenino (XX) será de una única
banda (de 106 pares de bases, con los cebadores más comúnmente utilizados), mientras que si el
ADN es masculino (XY), el resultado serán dos bandas de distinto tamaño (106 y 112 pares de
bases, comúnmente
7
Cfr http://payala.mayo.uson.mx/QOnline/Genetica_forense.htm

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