0 Bewertungen0% fanden dieses Dokument nützlich (0 Abstimmungen)
7 Ansichten2 Seiten
Símil de una licitación, utilizando una tortilla de patatas.
Carta publicada en el Boletín de Información al Colegiado del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos
Símil de una licitación, utilizando una tortilla de patatas.
Carta publicada en el Boletín de Información al Colegiado del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos
Símil de una licitación, utilizando una tortilla de patatas.
Carta publicada en el Boletín de Información al Colegiado del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos
PEDRO GARCA NAVARRO Colegiado n 17.014 El pasado domingo estuvimos con unos amigos, disfrutando de un tranquilo da de campo. Para organizar la jornada habamos repartido entre varios matrimonios los preparativos. Nos toc llevar las tortillas de patatas, y ah comenz mi desdichada odisea. El sbado por la maana, durante el desayuno, tom papel y bolgrafo, preguntndole a mi mujer: Qu compro? Cunto dinero tengo que llevar? Somos seis personas, pues trete una docena de huevos, dos kilos de patatas, un litro de aceite y sal. Dos euros para los huevos, dos para las patatas y tres para el aceite: llvate diez euros contest ella. Por deformacin profesional pens que mi lista de la compra eran las mediciones y presupuestos de un gran proyecto denominado: Tortilla de patatas. Repasando el pedido, ca en la cuenta de que mi mujer, como persona sensata que es, haba medido holgadamente, para cubrir posibles imprevistos, como los buenos proyectos de la ingeniera civil. Camino del mercado me encontr con un amigo que, tras interrogarme sobre mi destino e intenciones, me confirm que esos eran los ingredientes y cantidades necesarias para una buena tortilla. Pens que sus consejos eran una especie de asistencia tcnica que, aunque nicamente se limitaba a confirmar lo que ya saba, me transmita tranquilidad por el mdico precio de dos cervezas. Inmerso en mi paralelismo entre la cocina y la ingeniera, llegu al mercado algo trastornado. Sumergido en mis pensamientos estaba dando vueltas entre los mltiples puestos, como si fuese subido en un loco carrusel de feria, intentando descubrir cul ofreca la mejor relacin calidad/precio. Era imposible estudiar todos los establecimientos! Dificilsimo
encontrar la mejor oferta de mercado
por este procedimiento! Adems, cometera una injusticia si no revisaba todos los productos, porque no otorgaba la misma oportunidad a cada vendedor. A punto estaba de alcanzar la locura cuando me ilumin una idea feliz: Si mi lista de la compra es un proyecto, por qu no hago una licitacin pblica. Sin duda, la Administracin Pblica deba comprar mejor que nadie. Sub unos peldaos, me coloqu sobre una tarima que haba en el centro del mercado, y grit: Quin me vende los ingredientes para una tortilla de patatas?. Se acerc un primer vendedor, sorprendido por mi procedimiento, y me ofreci todo lo que yo quera por seis euros. Fenomenal! pens Sobran cuatro sobre mi presupuesto inicial. Justo antes de cerrar el acuerdo se acerc un segundo vendedor y me dijo: Yo puedo ofrecerle el mismo pedido por el mismo precio, y adems tengo gratuito un servicio de reparto a domicilio para que usted no se moleste. Desconcertado ante el xito de mi licitacin, grit nuevamente: Alguien ofrece algo ms? Yo se lo vendo todo por tres euros, se lo lleva a casa mi repartidor y como no tiene ningn otro pedido que entregar despus, le sobra tiempo, y puede prepararle las tortillas en su domicilio. No se preocupe que es un cocinero excelente, trabaj de pinche en uno de los mejores restaurantes de la ciudad, antes de venirse conmigo. Llegu a casa exultante. Qu to ms listo soy! Cuando le cont todo a mi mujer reaccion con perplejidad: Es imposible! No te has enterado bien! repeta como una cantinela. Trasladado a mi lenguaje, interpret que lo que le pasaba era que pensaba
Noviembre 2009 | La Voz del COLEGIADO n 331
41
OPINIONES
que mi acuerdo estaba en presunta temeridad. Estaba clara la actuacin que
deba realizar: llamar para confirmar que podan realizar lo acordado. Tom el telfono y me qued tranquilo, puesto que me dijeron que ya haban prestado este servicio en otras ocasiones similares con gran xito, y que no desconfiase del precio, porque su negocio se basaba en poseer un huerto propio para cultivar las patatas a bajo coste. Ves cmo era un buen trato? afirm ante mi mujer. Era domingo por la maana y no haba llegado el pedido. Empezaba a impacientarme, porque dos horas ms tarde debamos partir hacia nuestro encuentro con las tortillas incluidas. Al fin son el timbre. All estaba mi repartidorcocinero con varias bolsas. Qu alegra! Comenz a pelar patatas. Pocas parecan. Cuntas trae? pregunt. Un kilo contest. Dos compr yo protest. Ya, pero hemos pensado que realmente con uno le ser suficiente para seis personas. Pero yo pagu por dos, pens, y call para no aumentar la crispacin y poner en riesgo el xito de mi operacin. Pasados unos minutos se reanud la conversacin: Me he trado unas cebollas y unos pimientos que le darn mejor gusto a la tortilla. No se preocupe que se las dejar a tres euros adicionales por ingrediente me deca mientras ya los troceaba sin que me diese tiempo a rechistar.
42
Deb haberlos incorporado a tiempo
en la lista de la compra, pens. Ahora ya es tarde. Finalmente salt ante una nueva provocacin. Encarg usted una docena de huevos, en nuestra opinin no son suficientes, as que emplearemos catorce, pero debe pagarme por ello un euro ms razonaba mi cocinero. Ustedes me estn engaando protest enrgicamente. Esto es una estafa! Pues si no le parece bien me voy y punto. Eso s, abonando los costes que he tenido hasta el momento. O tendremos que acudir a la va judicial. Me tom unos segundos de pausa. No tena escapatoria. Mis comensales estaran listos en una hora. Las tiendas estaban cerradas. Y no tena ningn plan B. Adems tena que acabar con esa tortilla como fuese, para no quedar como un tonto ante mi mujer. Y judicializar un da de campo me pareca demasiado fuerte. As que le dije: Cunto le debo? Diez euros y estar lista en diez minutos. Casualidad! Lo mismo que presupuest mi mujer inicialmente. Haba salvado la operacin de la mejor manera posible. Qu alivio! En la despedida me permit reflexionar: Estn ustedes locos. Por qu ofertan lo que no pueden cumplir? Ms loco est usted, que compr una tortilla de diez euros a tres.