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PLENO JURISDICCIONAL NACIONAL LABORAL, hina 00 TEMA N* 3 MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO LABORAL. 1. {Son procedentes en el proceso laboral, en aplicacién supletoria del Cédigo Procesal Civil, todas las inedidas cautelares previstas en esta Ultima norma o sélo corresponde en este’ proceso las medidas cautelares de ins¢ripcién y administracién ~, que contempla expresamente el articulo 100 de la Ley Procesal de Trabajo, em funcién al principio de legalidad? Primera _Ponencia: Las medidas cautelares en. materia laboral se encuentran previstas en elvarticulo: 100. de la Ley Procesal de Trabajo, sin embargo no existe prohibicién'de aplicar las medidas cautelares que establece el Cédigo Procesal Civil, aplicable sipletoriamente. Fundamentos: ' EI Pleno Laboral Nacional del afio"T997, ACORDO POR UNANIMIDAD: “la aplicacién supletoria del” Cédigo. Procesal Civil a los procesos regulados por la\Ley N° 26636 Ley Procesal de Trabajo, se efectuara cuando exista una'remision expresa'o una deficiencia de esta ultima que tenga que ser cubierta por el primero. siempre. que se trate de una materia regulada y exista compatibilidad con la naturaleza del process laboral’. : Sustenta esta posicién la remisi6n que en forma expresa establece la Tercera Disposicién Final de la Ley Procesal del Trabajo al Cédigo Procesal Civil para(seriaplicado en forma supletorta al praceso laboral. De otra parte, es preciso destaear que si bien el articulo 100 de la Ley Procesal del Trabajo que prevee como medidas para futura ejecucién forzada, cuando la pretensién principal es apreciable en dinero, Gnicamente el embargo bajo la modalidad de inscripcién o administracién, no agota el abanico de cautelares que pueden ser ejercitadas en un proceso laboral a fin de asegurar el cumplimiento de la decisién definitiva, A esto se atina que el articulo 96 de la Ley Procesal del Trabajo no manifiesta prohibicién expresa de aplicar las medidas cautelares del Cédigo Procesal Civil. 254 00 PLENO JURISDICCIONAL NACIONAL LABORAI. oo LIMA Segunda po En funcién al principio de legalidad s6lo proceden en el praceso laboral las medidas cautelares de embargo bajo la modalidad de inscripcién 0 administracién previstas en forma expresa en el articulo 100 de la Ley Procesal de! Trabajo. Fundamento: A un afio de vigencia de-la Ley Procesal/del’ Trabajo el Pleno Laboral Nacional del afio 1997, ACORDO POR UNANIMIDAD! “La aplicacién supletoria del Cédigo Procesal Civil a los procesos regulados por la Ley N° 26636 Ley procesal de Trabajo, se efectuara cuando exista una remisién expresa o una deficiencia.de esta ultima que tenga que ser cubierta por el primero siempre que se trate de una materia regulada y éxista compatibilidad:con Ja haturaleza del proceso laboral"., Conforme a la Ley’Procesal del, Trabajo-y-al acuerdo plenario adoptado, un sector de la judicatura. nacional, interpreta que habjenco la norma procesal laboral establecido especificamente cuales son las medidas cautelares que debé‘de! aplicarse al proceso, laboral, no corresponde remisién alguna-al Cédjgo ProcesalGivil al ‘no.cumplirse el presupuesto contemplado en la Tercera Disposicién Derogatoria, Sustitutoria y Final, pues el articulo 100 en forma .expresa establece cules son las medidas cautelares en sede laboral, excluyendo asi cualquier) otra medida no contemplada, lo que -significa. que éstas.-han° sido expresamente excluidas en la Ley N%26636. 5 INDICE 1, Francisco Gémez Valdez. La Ley Procesal del Trabajo. Analisis sacuencial, doctrinario, jurisprudencial comparado. 2. Francisco Javier Romero Montes. Derecho Procesal del Trabajo. 8. Pleno Jur'sdiccional Distrital en materia Laboral - Trujillo 2007, 4, Cuadernos Jurisprudenciales. Medidas Cautelares. 8. Vistor Antonio Castillo Len. Las medidas cautelares en el proceso laboral. 6. Michael Vidal Salazar. La tutela cautelar en el proceso laboral peruano. 7. Exp. N° 6320-2005 BE (A) 8. Nicolas J.R. Vitantonio. Medidas Cautelares en el Procedimiento Laboral. 9. Rall Paredes Palacios. La pretensién cautelar en la Ley Procesal del Trabajo. 10, Angel Blasco Pellicer. Las medidas cautelares en el proceso laboral. 11, Manuel E. Bobadilla Sénz & Alberto Huamén Ordofez. zSe pueden aplicar medidas cautelares no especificas en la Ley 26636 al proceso laboral? 12, Victor Mayorga Miranda. Aplicaciéin de medidas cautelares en el proceso laboral peruano. 13. José Manuel Cordova Ramos. Las tres medidas cautelares en la Ley Procesal de Trabajo (¢Son las tinicas?) GO 256 258 282 289 299 302 312 335 338 360 363 374 382 401 00 257 14. Plenos Jurisdiccionales -Corte Superior de Justicia de Moquegua. Tema NS Medidas Cautelares en el proceso taboral 15, Expediente N* 259-2006-SL. 16. Expediiente N° 303-2006-SL 17. Expediente N° 1465-2005-SL 18. Expediente N° 1439-2005-SL. 19. Expediente N° 1499-2005-SL 20. Expediente N° 623-2004 Cuaderno Cautelar 24. Expediente N° 1103-2006-S! 22. Corte Superior de Justicia de Lima - Sala Laboral. Exp. N° 2299-2003-IDA (A) 23. Corte Superior de Justicia de Lima - Sala Laboral. Exp. N° 1013-2006-A-MC. 24. Expediente N° 5320-2005 corte Superior de Justicia de Lima. 25. Corte Superior de Justicia de Lima, Sala Laboral. Expediente N° 133-1999-SL 26. Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la Republica. Exp. N° 3200-99-M.C. 27. Corte Superior de Justicia de La Libertad - Sala Laboral. Expediente N° 2001-3261161301JT02 28. Corte Superiro de Justicia de La Libertad - Segunda Sala Laboral. Exp. N° 642-2007, 406 412 415 418 420 423 426 428 431 434 437 440 446 448 PODER JUDICIAL PLENO JUMISDICCIONAL NACIONAL LANORAL “LA LEY PROCESAL DEL TRABAJO .- ANALISIS SECUENCIAL, DOCTRINARIO, JURISPRUDENCIAL Y COMPARADO ” GoM, VALDEZ, FRANCISO. Editorial San Mateos 512 Francisco Gémex Valdes TITULO VI MEDIDA CAUTELAR Curiosamente, y a pesar de que durante muchas décadas los detechos so han sido calificados de preferente pago y de efecto persecutorio sobre los bienes las empresas deudoras, llevar a la préctica este postulado ha sido un verda crucis, por las demoras, inoportunidades para ejercer el derecho, y sobre toda’ siempre se impuso el C de PC a las normatividades procesales laborales dero como el vehiculo para ejercitar este derecho, que como se sabe, por prot sibilinamente al gran capital, siempre puso reparos legales para la utilizacién de .0 recurso procesal. vali Fue asi como, los procedimientos laborales de 1936, 1971 y 1980 segufas gigndose por las normas procesales de 1911; lo cual, por decir to menos, era un contrasentido que jamas quiso resolyerse, no abstante que los problemas estaban a fa vista: sentencias inejecutables, fraudes a la legalidad de toda indole, incumplimiente del debido proceso, etc. de ta ConstitaciGn) y el efecto persecutorio de los bienes de las empresas frente a acreencias sociales (Art.3 del D.L.N? 856) dejando muchos cabos sueltos por atar, rian tenigndose las viejs ditfeultades Be ejecuiar una sentencia dictada, sobre todo, conta ehhtsee ae modalidad de inscripcién y administacién que son los contemplados en la norma’ especial; no asf cl embargo en forma de retencién”, Tenemos también la del Expy 651-93-CD(A), 3SLL, de 20/05/1994 segiin el cual “el demandante esté autorizadg a. sefialar los bienes sobre los que debe recaer la medida de embargo”, en los seguidos! | por Tineo Roman Salgori c/Marmoles y Grafitos S.A. La del Exp. 3202-2000, PR oe de 24/10/2000, en los seguidos por Manuel Eduardo Gonzalez Woll c/GMA SA, qu exige “obligatoriamente présentar contracauiela por la medida solicitada”. Es el mg tivo por el que el tratamiento de esta parte de la norma es la mas eriticada de todas y ura un nuevo planteamiento para superar la ambigiledad con que ha sido tratada® legislativamente, amén de las demoras y pagos por realizar la medida. Hay que agregat:,’ que no son todas las posibilidades contenidas dentro del proceso cautelar que han sdgee adoptadas por la LPT, y pese a los avances jurispradenciales de apertura sobre el tema, ea! general, la reticencia para aplicar estas medidas cautelares, in extenso, no hace més que’ At. 96 La Ley Procesal ded ‘Trabajo 513 ae IS demostrarnos la ambivalencia sobre el particular, Algunas timidas innovaciones jurisprudenciales se han presentado en los tiltimas tiempos, consignando, p.ej., que “son de aplicacion a los procesos cautclares las medidas cautclares establecidas on el CPC", Exp. 3200-99-MC(A) de 10/09/1999, en los seguidos por Carlos Enrique Ra- mos ¢/Galo Munayco Tasayco. Mucho mas importante es la Cas. N° 04-2002- Lambayeque, de 10/07/2002 que permite, bajo determinadas condiciones, (verosimi- litud, peligro de la demora, contracautela, inminencia del perjuicio) llevar adelante medida cautelar innovativa. Finalmente, tenemos el pleno jurisdiccional, Moquegua 2005, en el que se ha fijado el criterio vinculante de que “no se afecta el principio de igualdad ante la ley si se hace distincién entre medida cautelar que se puede coneeder en el proceso laboral, y en el proceso civil, dada la autonomia de cada via, que tiene connotaciones propias igualmente diferenciadas” Como fuera, algunos ayances cualitativos se han producido respecto a la dero- gada legislacion, propendiéndose, cle esta manera, a asegurar cl resultado de una acei6n de por sf onerosa ¢ impostergable ética, social y econGmicamente. 1, LA OPORTUNIDAD DE LA MEDIDA CAUTELAR A, Elprincipio de oportunidad 481/ El principio de oportunidad, prestade del Derecho Internacional Privado, siempre estard relacionado con el fin que persigue la medida a adoptar y el momento idéneo para hacerlo, el mismo, que en todos los casos, habré de'surgir como una necesidad impostergable de ejecutarlo, a fin de ascpurar en mejores términos lo de- seado. Si el fin a acopiar y el momento de su ejecucién no ceinciden, simplemente el principio de oportunidad estard ausente en la medida a tomar. Es la raz6n por la cual el derecho de oportunidad no puede ser recortado, minimizado ni cuadriculado a imperativos subalternos, pues estas limitaciones pueden hacer ineficaz la oportuni- dad de 1a medida a adoptar; en tedo caso, puede ser riesgosa y de infructiferos resul- tados. 4 Goncord.: Arts, 608 del CPG; 5, 8y 10 de la LOPJ. 514 Francisco Gémes Valdes 3. El principio de oportunidad en las medidas cautelares de caricter laborat 482/ En materia laboral siempre existié un deseo NG oculto del legislador, dé echar a menos [a institucin cautelar. Durante varias décadas la remitié a determing. dos aspectos limitativos del C de PC, y advirtié, a consecuencia de esta peculiari un revés de dificil superacién, posibilitando que buena parte de las ejecuciones de lag sentencias laborales fuesen de engorroso trémite, : Cuando el legislador decidié con el D.S. 03-80-TR, que las medidas cautetarea: fuesen mas dgiles y posibles dentro de una éptica Propia a nuestra disciplina Juridica’ Ia limit6, al extremo de convertirla en una medida sinuosa” La nueva legislacion,, ie hace un enunciado demasiado general cuando dispone que «todo Juez puede, a pedi. do de parte, dictar medida cautelar dentro de un proceso...», empero no indica en qué tnomento el principio de oportunidad se hard tangible como lo puntualizé la deroga. a legislacign, La jurisprudencia tendra que dar Iuces al enunciado, a fin de brindacia eladecuado tratamiento al principio de oportunidad adoptado por esta importantisinng | institucién, : Finalmente, como no podia ser de modo distinto, la medida en cuestién sola: mente opera a pedido de parte; no podr4 ser acordada de oficio, en raz6n. de: fag innumerables formalidades establecidas para su puesta en Practica y porque este, Bee : dido es hecho de cuenta, costo y riesgo de quien lo solicita. La oportunidad tambia lo brinda el importe econdmico de Ia medida. Ante la dificultad de hacer efectivas las medidas cautelates de caréeter laboral elespiritu genérico al respecto brindado por el derogado D.S. N° 03-80-TR ya referi=" do, podemos sefialar un caso jurisprudencial en el que se dispuso una medida cautelar * de embargo atendiendo dificultades reales advertidas por la empresa. En la Res. N? Be Exp. 207-99, 4to Juzgudo de Trabajo de Lima, de 17/05/2000, en los seguidos por ef.) sindicato de trabajadores Bon Appetit con su empresa, el juez decret6 una medida te esta naturaleza contra la empresa para salvaguardar los derechos sociales, porque ld SUNAT habfa embargado las cuentas de dicha empresa haciendo inviable su prose= cucién. Probablements es ¢l caso de las medidas cautelares conducentes a hacer vias: ble el principio persecutorio de los beneficios sociales o cuando la empresa est siendo depredada por sus ejecutivos terceros, es donde el prineipio de oportunidad” de la medida cautelar adopta sii mayor esplendor y seitorio. z (0 El Art.69 del DS. 02-80-TR eestipulé: «Podré pecirse embargo preventivo en el comparend el que sera ordenado en forma de depésito sin extraccién de bienes», Sin embargo, la medi da No era eficaz on términos précticos, pues al concluirse el Procedimiento, en via de efecue cién quevamente se tenia que formalizar un nuevo embargo, motivando pérdida de tiempo.» Asi redactada la norma, la medida qua contenia era ineticaz 00 263 Art. 96 La Ley Procesal det Trabajo S15 2, FINALIDAD Y MEDIDAS CAUTELARES A EJECUTAR A, Finalidad 483/ La medida cautelar persigue asegurar el cumplimiento de la obligacién puesta a cobro dentro de un proceso regular de trabajo, para lo cual, el solicitante, debera reunir una serie de requisitos, fundamentar y demostrar las razones de su peticién, con el objeto de evitar que la medida crosione indebidamente los intereses del ejecutado, y basicamente, para temporizar si cl pedido se ajusta a la necesidad y salvaguarda de los intereses del solicitante. Por consiguiente, la medida tiene por finalidad evitar que el proceso tenga un ptopésito plirico y de dificil ejecucién, puesto que los bienes y servicios pertenccici- tes al demandado y que serén embargados, constituirén, en el futuro la reserva con los cuales se hard el pago definitivo de la obligaci6n ya dispuesta restituin, La propia norma menciona que Ja finalidad de la medida esta «destinada a asegurar el cumpli- miento de la decisiGn definitiva», que en buena cuenta implica mantener en pie cl Principio del debido proceso, en la parte que reclama ejecutar sin tapujos la sentencia que ha quedado en calidad de cosa juzpada. B. Las medidas cautelares seyiin la LPT 484/ La norma hace un enunciade genético al indicar que «son procedemtes en el proceso laboral las medidas cautelares que contempla esta ley» y conforme all desarrollo de la propia norma, se sabe que éstas son: las medidas de futura ejecucion forzada y medidas temporales sobze ¢l fondo contenidas por la legislacion proces ordinaria, habjéndose tomado de esta manera, las mismas figuras procesales que con- templa el CPC en sus Arts. 608 y ss. Asi pues, dentro del amplio espectro de medidas cautelares que prevé el CPC, para los asuntos laborales, de modo marginal se han Contemplado los relativos a la inscripcién o administracién, cuando la pretensiGn Principal es apreciable en dinero (art. 100). De modo especial son restringidas las medidas cautelares a ejercitar en beneficio de un derecho protegido Fundamental mente como en los créditos laborales, a diferencia del amplio espectro que poscen los créditos ordinarios sobre ei mismo tépico, C. Critica 485/ Mencién aparte nos concita el tratamiento de la medida cautelar, que so- Buin el Art. 96 se puede solicitar y ordenar «dentro de un proceso», término impreciso ¥ contradictorio si se analizan los articulas 98, 99 y 100 del mismo cuerpo de leyes. Como fuera, la medida cautelar, la contracautela, la caucién juratoria, propia del derecho procesal civil ingresan al ambiente laboral. Resulta irbnico que siendo los 00 264 516 Francisco Gémez Valdez beneficios sociales un crédito protegido por la Constitucién (/Art.24, segundo acépite) su cauttela no tenga la amplitud que sf le ha sido reconacido a los créditos ordinariog que no poseen tal sefiorio, probindose de esta manera el desprecio que sobre el par- ticular han tenido los legisladores. Si bien en la jurisprudencia ha revertido esta situa: cién, como ya fuera dicho, su cardcter vinculante no ha sido aceptado por la mayorfa de juzgadores, fomentando distorsiones sobre el particular. Adicionalmente, se cong ce el fraude permanente que se presenta frente « un pago exigido, tanto en la via civih como ena laboral, que exigen por lo mismo, uniformar los criterias sobre la materia, a fin de que la elusién sea rechazada por el rigor de la justicia, i ied 1. EXPONER LOS FUNDAMENTOS Y MODALIDAD DE LA PRETEN- SIGN CAUTELAR La medida cautelar es una solicitud judicial excepcional por naturaleza, dada la finalidad que persigue “). A. Los fundamentos del pedido 486/ Si la finalidad de la medida cautelar es respaldar el pago futuro de la obli- gacién puesta a cobra, requiere para su viabilidad, que el solicitante se esfuerce en; indicar al ente juzgador, las razones que tiene para proponer su pedido, que no seri otros que los de salyaguardar la acreencia laboral reclamada, més si como se sabe, em" >. 1) Deun lado, este articulo nos menciona la necesidad de exponer los fundamentos de la peti? cién para solicitarla medida cuando la empresa esta atravezando por una situacién, diriarnos, regular; sin embargo, et art, 98 de la misma ley, se coloca en la situacién de las empresas en dificultad, para las cuales ha establecido la pasibiliad de recurtira la misena medida, pera con mayor premura y sin mayores formalidades a seguir. Aig? La Ley Pracesal del Trabajo 517 1a casi totalidad de asuntos litigiosos laborales estén en juego sumas de dinero pro- ducto de los beneficios sociales acumulados. Sin embargo, este enunciado que debe- xia ser el ideal, se tropieza con el tamiz estatuido por la norma, en el sentido de que Jas razones para interponer esta medida estin debidamente eneuadradas on lo que cl articulo siguiente establece como tal. Por consiguiente, fuera de se encuadramiento, fa solicitud de la medida cautelar no tendria razdn de ser, distancidndose, de esta manera, del modo casi ilimitado que posee la misma institucién en la via civil, El fundamento del pedido también tiene su ribete legal: hay que indicar el fun- damento legal en que se apoya la solicitud, Finalmente, la solicitud tendré que ser apatejada con el abono de la tasa judicial correspondiente, a menos que el trabajador goce del auxilio judicial, B. La modalidad de la pretensién cautelar 487/ Hemos indicado que la medida cautelar laboral tiene sus variables: Las medidas de futura ejecuci6a forzada y las medidas temporales sobre el fondo. Por consiguiente, el peticionante tendra que indicar euél de las medidas tendrén que adoptarse, y aqui, de la misma manera tendré que precisarse las razones y el basa. mento legal del porqué de esta eleccisn. Si se observa bien, las medidas cautelares son casi siempre w futuro, no permi- Liéndose los innovativos y fuera del proceso, salvo con las reservas de algunas ejecu- torias que se vienen perfilando para aperturar las cerraduras impuestas por [a original ley. INDICAR, SI FUERE EL CASO, LOS BIENES SOBRE LOS QUE DEBE RECAER LA MEDIDA Y EL MONTO DE SU AFE! CTACION A. Laindicacién de los bienes 488/ Las empresas son entidades que producen bienes o prestan servicios. Sin embargo, la norma ha indicado que para solicitar estas medidas, es requisito indicar ‘os «bienes sobre los que debe recaer la medida»; empeto, qué sucede con las empre- sas, cada vez mds numerosas, que no prodacen bienes sino que exclusivamente pres- {an servicios, careciendo, por ende, de bienes materiales, al ser lo inmaterial el signo distintivo de su gestién. Vemos en la redaccién de la norma una incongruencia legis- lativa, que esperemos la jurisprudencia se encargue de resolver adecuadamente, so- bre todo cuando la «tercerizacién> de las economias es el signo actual del comporta- miento de las empresas a finales del siglo anterior y comienzos del actual por ser los servicios la actividad cconémica mas performante: nos referimos, a las empresas que 00 266 518 Francisco Gémes Valdes solamente prestan servicios y no tienen més bienes que un escritorio y un teléfondy : ero sf muchas facturas por cobrat. En estos casos, sera iluso ejercitar una mesg cautelar que comprenda, p.ej., él recupero de los honorarios por los Servicios pregta, dos por el demandante? Como fuera, la norma hace Ia alegacién de que esta enumeracién es potestativas © Pues se presentard «si fuere el caso», con lo cual la obligatoriedud de su enumeraciay, queila descartada. Siendo esto as, el solicitante, que normalmente ha tenide accezgy los lugares donde se hallan los bienes de la empresa, tendr, en lo posible que sefa utiles son, a fin de evitarse contratiempos judiciales, de 1o contrario, expresard mais, proceda la medida sobre los bienes que al momento de realizarse 1a diligencia: aparezcan como de propiedad de la obligada. (V., Ej., Exp. N.° 651 -93-CD(A), 3SLEE: de 20/05/1994), B. El monto de la afectacién ue 489/ Agu‘, una vez mas entra a tallar el principio de oportunidad, pues’ el, monto de la afectacién lo indica unilateralmente el propio peticionante conformed. ¢y personal criterio y no puede ser contradicho, a menos que el ejecutada demiest haber realizado una amortizacién durante el proceso, 0 en sustitucién de tos bienssS. embargar sefiale otros de igual o superior valia de los que son motivo de afectacidi, $i estos reparos, la medida se hard sobre ef monto indicade por el solicitante, cuidandoda’ sefialar alli el importe de los intereses, costas Y costos presuntos del proceso. BI monto de la afectacién, generalmente, lo determina el mismo importe de los: beneficios sociales reclamados en el escrito de demanda. x OFRECER CONTRA CAUTELA. EL JUEZ, TOMANDO EN CONSIDI RACION LA CONDICIGN ECONOMICA DEL SOLICITANTE, PUE: DE CONSIDERAR SUFICIENTE LA CAUCION SJURATORIA A. Concepto de contracautela : a 490/ Segin Luis A. Lifidn, «La contracautela, tiene por objeto resarcir Ids: posibles perjuicios que la medida cautelar ocasione al cjecutado, esto porque toda.” medida cautelar se concede debido a una yerosimilitud del derecho, y puede sucedes” > que It verosimilitud que existe en un determinado momento, desaparezca. Existe, poz.’ * {o tanto, una relaci6n inversamente proporcional entre contracautela y verosimilituds: EA asf a mayor verosimilitud menor exigencia de contracautela»™, Dentro de esta pers” ©), Lifn Arana, Luis Alberto, «€1 proceso ejecutive en el CPC de 1992s, Themis, p 203. 00 267 At 97 La Ley Process del Trabajo 519 pectiva, la contracautela pretende cubrir el resarcimiento patrimonial derivado de una medida cautelar indebidamente eecutada contra un empleador. El problema central aqui, estd en determinar, qué trabajador estatfa en condicio- nes de aparejar la garantia que le petmita asegurar la solicitud, pues quien se apoya on Ta contracutcla, tendré que manifestarla a través de bienes reales, dinero, etc. que pone a disposicin del juzgador; por eso, que el recurso de la caucién jurataria ven. dria iremediablemente en su apoyo. Ademés, si la sentencia esti ya dictada y la medida de embargo se esté efectivizando a la empresa demandada, qué raz6n habria para justificar, bajo estas condiciones, los requisitos formailes de la contracautela gue tiene su funcionaliclad para los procesos ordinarios. En todo caso, la contracautela os validad para una medida cautelar formalizada antes de ernitida la sentencia, ya que dictada ésta cs un contrasentido requerirla, 4. EL RECURSO DE LA CAUCION JURATORIA A. eQué entendemos por cancién juratoria? 491/ Para el mismo autor, «la caucién juratoria no es otra cosa que el juramento que oforga ‘una persona de responder por los dafios que ocasione la medida cautelar en caso su demanda sea desamparada. Bs el grado mas bajo de contracautela» BAL fin y al cabo, la cauci6n juratoria, sicndo el grado mas bajo de las contracautelas, no Por ello deja de ser una garantia para responder por la medida cautelar de salir adver. sa la demanda 0 ser ajeno al bien afectado, a contracautela juratoria consiste en Ia declatacidn jurada que el accionante formaliza ante el ente juzgador y mediando la legalizacién de su firma, expresa, so- Iemnemente, que por carecer de bienes reales o patrimonio fiduciario con los cuales podria asumir el riesgo de 1a cautela solicitada, pero con cargo de Ios benefic: sociales que se esl.in reclamando, manifiesta responder asf, por los daifos ¥ perf gue conferirfa a su oponente, de no ser serio y veraz su pedido. :ios fos B. Critica 492/ Dentro de la perspectiva estudiada, una vez més, el legislador, en su afin de subordinar las figuras juridicas laborales al interior de las propias del CPC, ha creado csta institucién procesal que no tiene mayor relevancia para asuntos labora Ics, donde, casi siempre, se esté reclamando derechos sociales, vale decir importes liquidos de preferente pago que por alguna razén no se han honrado. Es més, segiin nuestra Carta Magna, son pocas las obligaciones de pago que tienen niveles constitu- ©) tbidem, 520 Francisco Gimex Valdes At 9: cionales, y precitamente dentro de ellos hallamos a los laborales; por lo tanto, resulég enestionable que para este tipo de reclamacioues se tenga que recurrir a ig” contracuntela, figura juridiea, acaso valida para los asuntos patrimoniales del Dere. cho comin, mas no para los asuntos que nos ocupan. Con qué pattimonio, un asala: riado podria cubrir la garantia requerida para efectivizar esta medida? Sui exigencia * pic juntillas determinarfa que nunea se ejecuten las sentengias, con las consecuenciag’ que un clina asf diseiado pudiera dispensar a los litigantes trabajadores. De otro lado, la medida cautelar ha sido focalizada a determinadas_” circunstanciales procesales, que tienen que ver €on dificultades de las empresas cuya’ solucién legal la brindan los créditos laborales, 0 cuando ha sido evacuada la senteg’ cia favorable de primera instancia, propiciéndole ventajas indebidas a ia contra parti: con impredecibles consecuencias ya que para estos procesps no es posible la medida cautelar innovativa, como ya fue mencionado, 1. EL INMINENTE PELIGRO DE CONCULCAR EL PAGO DE LOS DE-. RECHOS SQCIALES PUESTOS A COBRO Y LA MANERA DE ACRE- DITAR LA PRETENSION CAUTELAR La norma se ha colocado en las posiciones concretas en que, sin mas trimite, ~ corresponderfa Hevar adelante una medida cautelar. Es el caso de hallarnos frente a uit" emplesdor insolvente, o que, su representante legal, ha sido encausado en una acciéit correccional por delito contra la libertad de trabajo. Estamos, pues, ante individuos que ‘en su quehacer empresarial mantienen una marcada inconducta laboral, que permite (1 Inciso derogado por el D.Leg. 845 de 21/09/1006, y éste.a su vez, porta ley N° 27809 de O8/ 8/2002, 00 269 Ait 98 La Ley Procesnt del Trabajo $2 razonablemente inducir de que de persistir Ssta, colocarfa a la parte laboral en una absoluta indefensi6n del crédito reclamado, de abi la necesidad de recurrir a esta medi- da extrema para evitar que lo peor ocurra; vale decir, que luego del proceso, ef recta mante no se encuentre con Ia fria realidad de no poder ejecutar lo ordenado pagar. La solucién legislativa es conveniente y oportuna y al enumerar los presupues- tos de hecho en los que seria posible la medida (V., D.Leg. N° 856), nos esta delimi- tando el tema. “ A. Cuando un acta de inspeccién elaborada por la Autoridad Administrati- va de Trabajo constata el cierre no autorizado del centro de trabajo. a, El cierre inopinado de las instalaciones de trabajo 493 Conformeal Art.9 del TUO-LP-CL-728, cl empleador esté ubligado a dar asus trabajadores la labor y a vorificar su resultado, obligacién causal que ticne profundas repercusiones dentro de toda la vida laboral, puesto que, en prim: término, este elemento ubica fa ujenidad del trabajo, al mismo tiempo que en un segundo plano, permite cuantificar las remuneraciones que se tendrin que abo- nar al trabajador por su labor. Siendo ésta la regla, ello no significa que las empresas nunca podrén cerrar sus instalaciones: vacaciones del personal, huelga, cierres por razones administrativas (dispuestas por la Sunat, Ministerio de Salud, etc.) 0 por autorizacién administrativa (suspension imperfecta de labors), Si el empleador desacata cl presupuesto de hecho de dar la labor ajena a su personal subordinado, conllevarfa a dejar en el desamparo laboral a éste, con sus obvias consecuencias. Por consiguiente, la medida tiene que ver con la disuacién para que el cierre de la empresa no signifique la terminaciGn abrupta y fraudulenta de la existente relaci6n laboral, al mismo tiempo que, se asegure l pago de los adeudos sociales acusaclos hasta dicha fecha. Y es que el cierre inopinado de un negocio es en sf mismo su propia antitesi: Por consiguiente, la empresa que se coloque en esta disyuntiva y que merezca de parte de los servicios inspectivos del MT y PE su respectiva constatacion, dard Ingar a peticionar la medida que se estudia. Situacién distinta, entonces, tendré un cierre de la empresa a consecuencia de una huelga, de un eierre admi- nistrativo por distintas indoles, etc., que bien que se fraten también de cierres de. Ia empresa, no poscen, empero, la condicién de un cierre inopinade o ilegal propiciado por el empleador. Este ilfcito laboral, de acuerdo a jos derogados DL. 221584 y 22972 propiciaba la administraciént provisional de la empresa par parte de los trabajadores. Posletiorente, se han dictado nonmas: legales como el D.L. No.677 de 02/10/1991 que, a su tumo sanciand esta medida ilegal. } 00 270 S22 Francisco Gémez Valdes b. Trémite § 94/ Ante un cicrre ilegal, el o los afectados tendrén que denunciar, inmediats ! mente ante la AAT (Sub Direccin de Solucién de Conflictos), el hecho, dando a saber cuando se ha producido, las circunstancias para que ello ocutra, las persondg” | afectadas y qué montos sociales a dicha fecha estarfan siendo adeudlos porel empteadop. En efecto Art, 3 de la L. N°26135 de 30/12/1992 sefiala el trémite a seguir ante in cierre de los centros de trabajo sin autorizaci6n expresa de la AAT, siendo misién de los servicios inspectivos la verificacién objetiva de este ilfcito laboral Las normas legales que a lo largo del tiempo se han dictado sobre el particulag, han tenido el mismo ingrediente: otorgar facultades al inspector de trabajo con fa. finalidad, que ante la Solicitud del cierre ilegal, se produzca la verificacién que ast io. determine. Casi siempre, la visita inspectiva tendrd el propésito de verificar el hecho, lag causas sobrevinientes, la fecha de su materializaciGn, el responsable directo, el adeu- do social a la fecha de la verificacién. Asimismo, los inspectores comisionados, par: estos especfficos casos tienen directivas precisas para formular indagaciones a fog: trabajadores, a los representantes de las empresas, si los hubieran y hasta a terceros, y; todos estos hechos verificados, deberén constar en un acta inspectiva. : La parte que considera afectado su derecho, o que el acta se ha realizado sin las pautas establecidas por la Autoridad Administrativa, puede merecer en ése mismiés acto, su observacién, debiéndose indicar las razones del cuestionamiento, teniendo’ tres (3) dias a partir de dicho acto para impugnarla, formindose de esta manera un contencioso. Como fuera, es el acta inspectiva que luego de la verificaciGn realizada llega a Ia conclusién de que existe una paralizacién sin autorizacién administrativa, la que aparejaré la justificacién de la medida cautelar. sede * 2. CUANDO EL EMPLEADOR IIA SIDO DECLARADO INSOLVENTE POR LA AUTORIDAD ADMINISTRATIVA © JUDICIAL COMPETENTE. A. Las empresas bajo el procedimiento concursal 495) Por siempre, las empresas que se encuentran en estado de insolvencia, han ostentado el status de empresas en dificultad, denominadas por algtin tiempo en «reestructuracidn», término utilizado, en raz6n de que es posible, (a diferencia de lo ocurrido con las nermas de mediados de siglo anterior que simplemente adoptaron la determinacién de liquidar pura y simplemente la empresa), que la empresa en dicho estado pueda ser relanzada a fin de asegurar la continuidad del proceso productivo, Art. 98 La Ley Procesal del Trabajo 523 de manera tal que con los beneficios allf obtenidos permitan hacer permanccer la contratacién laboral, que creardn los ingresos con los cuales se pucde ir saldando los adeudos existentes al personal, Bn la actualidad la norma legal que tramita la especial situacién de las empresas calificadas en este estado es la llamada Ley General de Sistema Concursal, L. N° 278009 de 08/08/2002. B. El trémite administrative y judicial 496) — El trdinite administrative (concurso ordinario o el preventive) s¢ inicia a solicitud de los acreedores con acreencias vencidas o por vencer en los margencs que la ley especial sefiala, o de la misma empresa en dificultades, ante INDECOPI o entidades delegadas para tal propésito (Colegio de Abogados, de Contadores Plibli- cos, Universidades, etc.) Se convocard a los concernidos a que acrediten sus dere. hos, donde el crédito laboral sigue manteniendo preemincncia conforme a los Atts 23 y 24 de la Constitucion®. Sicon la declaratoria de insolvencia no se logra honrar las acreencias existen- tes, vendré el trémite judicial de la quiebra de la empresa, en razén de haber perdido. on el reparto de la masa acreedora, el total de su capital social, ~ En cuanto al trémite judicial, es una conseewencia de la culminacion del trami- te administrativo, puesto que cuando ya no existe nada mas que repartir, la Comisién de Procedimientos Concursales cesaré en sus funciones al no tener més que reestruc. turar, y seré entonces que de acuerdo con cf Art.99 de la L. N° 27809 tendra que Solicitar 1a quiebra de la empresa, con lo cual se culmina el ciclo vital de la empresa, al haber, a partir de entonces, muerto. C Critica 497/ La norma que se comenta es solemme en indicarnos que ante el status de empresa cn reesiructuraciGn o de salida del mercado, se impone la posibilidad de solicitar una medida cautelar, Sin embargo, la solemnidad de la norma colisiona con cl Art.18,1 de la L. No.27809 referida precisarmente a Ia reestructuraciGn que, just mente, probfbe realizar medidas cautelares de toda indole cuando la empresa se halla «)V. Gémez Valdez, Francisco, «La Empresa ...», cit. N° 395 y 88., p.548 y ss, Aunque cueste creerlo, el Art.1 dol D.Leg. Nro 856, modificando el ‘espiritu del Art.24 de la Constitucién ha cispuesto que el crédito laboral se comparte con los que las empresas man tienen con ESSALUD o las AFP, inciuyéndose fos gastos que éstas pudioran haber efectuade como consecuencia de las aiiliaciones y mantenimiento de las cuentas individvalos previsicnales alli depositadas. Francisco Gimex Valdex At 99. en proceso de liquidacion. Y es que no podfa ser de modo distinto, si tenemos en cuenta que las empresas en dificultad a consecuencia de la reestructuracién precisan de una masa acreedora limpia, capaz de asegurar las acreencias existentés y en fun. cidn a una prelaciGn dispuesta por el Art42 de la ley que se comenta, Ahora bien, si existe una prohibicién expresa proveniente de una norma espe cialmente dictada para estatuir acerca de las empresas que se encuentran en esta extraiio que el mismo legislador establezca comportamientos procesales 4 seguir y que en la prdctica no tienen ninguna significacién ni posibilidad material, De esta manera se crean falsas ilusiones, que bien han podido resolverse dictanda una prioridad judicial para que el erédito laboral que le corresponden a los trabajado.- res, y ex trabajadores hallados en esta siluaci6n, sean tangibles y de liquidacion in- mediata, de suerte tal que el preferente pago dispensado por la normatividad a las les, sea abonada conforme a ley y, sobre todo, con la prontitud desea- enurian un asegurado superprivilegio, acreencias so. da: de aplicarse esta medida los sak 3. CUANDO EL EMPLEADOR HA SIDO DENUNCIADO PENALMENTE: POR EL MINISTERIO PUBLICO POR DELITO CONTRA LA LIBER: TAD DE TRABAJO EN LOS SUPUESTOS DE SIMULACION DE: CAUSALES PARA EL CIERRE DEL CENTRO DE TRABAJO Y DE ABANDONO DE ESTE PARA EXTINGUIR LAS RELACIONES LAB RALES ©), El cierre y abandono inmotivado de una empresa, delito contra la liber- tad de trabajo a 498/ - Ya se ha expresado que el Codigo Penal cobija en su Art. 168.¢1 delito contra Ia libertad de trabajo sancionando al trasgresor hasta con dos) (2) afios de pena privativa de libertad si comete los delitos de violencia, para hacer ingresar o no awn sindicato; obligar prestar labores sin la debi- da retribueidn, trabajar sin las debidas condiciones de seguridad higiene,; entre otros que, ditectamente, si se observa bien, estén vinculadgs con oblis gaciones de no hacer que al introcucirse dentro de las telaciones de traba- jo, trasgreden normas fundamentales pertenecieates directamente al trabd- jador. En el fondo estamos ante normas remisivas que, ultima ratio, repa- ran asuntos de cardcter laboral. Elarticulo bajo comentario, en cambio no es remisiva sino que, apartindo~ se de este tépico se dirige a proteger de modo concéntrico asuntos de tra~ ()V,, Esta figura juridica tratada in extenso en el No.445. Art. 98 La Ley Procesal def Trabajo 525 bajo; por ello quc lo hace de manera mucho més puntual, ya que no se trata de proteger a un trabajador afectado sino al universo de ellos, violacion colectiva de derechos laborales que directamente lesionan la continuaciGn del centro de trabajo, situacién apreciada previa y directamente por las AAT. La idea es que si la AAT autorizé el funcionamiento de un centro laboral, sélo ella esté llamada a autorizar, a la inversa, su cierre 0, para decirlo mas directamente, el empleador, motu proprio no puede cervar su negocio; menos ejercer actividades acrobiiticas para hacer ver que el mis- mo ha dejado de operar. Si no fuera por esta norma de policfa, las empresas aperturarian y/o cerrarian sus negocios de acuerdo a su libre albedrio. iL tipo penal que la norma laboral aborda no estd en el cuerpo del CP come ya fue indicado sino que, por el contrario, tiene su origen intrinseco en cl propio Derecho del Trabajo siendo la L. No. 26135 publicada el 30/I2/ 1992 la que le da sustento y sefiorio, En efecto, frente al cierre inmotivado del centro de trabajo el Art, 1° menciona que “cl Ministerio Puiblico por cl solo mérito del acta inspcotiva..., en Ia que conste cl cierre del centro de trabajo sin autorizacion expresa de la AAT y Ia falta de remuneraciones 0 indemnizaciones de los trabajadores procederd a solicitud de los afectados a denunciar al empleador por el delito tipifieado por el Art. 168 del CP”. De esta manera el elemento de Ia infrueci6n penal es el adelito contra la Libertad de Trabajo», norma legal que tipifica de manera directa este tipo de delito como ya fue estudiado, debiende agregar que el juzgador penal deberd individualizar el agente activo (Art. 77 del CPP), asi como verific: rd que la trasgresién de la norma no haya prescrito (Art. 60. del C.P.). El elemento material lo determina el acto (0 la omisién) que exterioriza de manera inequivocamente culpable al cmpleador, y que, en dltima instan- Gia, es la causa doterminante del dolo que amerita la instruccién penal que nstalaciones y que el hecho para el caso es simplemente abandonar sus sea verificado por los servicios inspectivos del MT y PE. Siendo tan obje- tivo el ilfeito penal, el empleador no podré alegar en su defensa el descono- cimiento de la Jey material; tampoco el error; menos los nubarrones que pudicra tener la norma, debido a que su publicacién obliga a los eiudada- nos su inmediato conocimiento y acatamiento. El elemento moral de san- cién lo determina la intencién dolosa de querer resquebrajar el orden esta- blecido a sabiendas de que su deliberada y libre determinacién esti cau. sando estragos sociales, esto es, que conscientemente sabe que con su ac- titud estd alterando la ley y configurando, ademds, la comisién de un delito (Art. 90. del C.P.), aun cuando los actos provengan de las canteras labora- les. Asi pues, es propio de toda sociedad medianamente civilizada sancio- nar a los trasgresores del orden legal establecido. 00 274 4 526 B. Francisca Gémex Valdes De otro ado, la norma determina que la persona tesponsable es el empleadar esto es, quien dirige la empresa 0 actividad econémica que cuenta con trabajadores dependientes, Poco importa que estemos ante una empresa de jure, de facto, grupo econémico, con capitales nativos o extranjeros, del sector privado 0 péblico, su objeto social, su magnitud, ete. El Art. 3 enumera la forma cémo han de actuar los trabajadores afectados y cémo, a st vez, la ATT. Asi, los afectados deberin dirigitse a la AAT para dar a conocer el ilicito laboral-penal consistente en el cierre inmotiva- do del centro de trabajo; él acta inspectiva seiialara los aproximados dere- chos sociales correspondientes al personal afectado; que el acta tiene ca- rdcter de instrumento piblico y servird para que la misma tenga mérite ejecutivo, y por via de consecueneia obtener en sede judicial los benefi- cios que tales titulos poseen. De esta manera, el cierre sin autorizacién permite a los afectados ejercer indistintamente aeciones penales o labotas Jes contra el empleador y empresa, respectivamente. 5 La simulacién para el cierre del centro de trabajo 499/ La simulacién est considerada como la alteracién de la verdad para. engafiar y sacar ventaja del acto. En materia laboral ¢s frecuente Rallarnos “*. con ventas de activos, de acciones, de marcas, patentes, ctc., pertenecien- * tes a la empresa que de suyo son ficticios, sobre todo, generados, cuando © existe de por medio procesos judiciales en trémnite. Es la raz6n del porqué" a del principio del efecto persecutorio de los beneficies sociales. De otra. lado, si bien es cierto Ia transferencia de las empresas es un recurso ordina- que tiene que ver con el tréinsito patrimonial inmobiliario-accionario,, Jo que la ley reprocha es cuando este trnsito es extra legem, vale decir, realizado para menguar los derechos de Tos trabajadores que como insis- ‘te se ha indicado, tienen derecho preferencial de pago frente tentement cualquier otra acreencia, Por consiguiente, todo cambio de “razén social”, tivos), transferencia in- transferencia material, parcial o total, (venta de act inaterial (venta de emblemas, signos distintivos, patente, etc.), “adquisi- cién de otro pairimonia con al de la empresa”, ctc., se esté realizando. + de manera fraudulenta a efectos de soslayar el pago de los derechos socis- les de los trabajadores empleados dar{ motivo para denunciar al empleador por el acto cometido, como delito contra la libertad de trabajo. Para el efecto, ha de tomarse en consideracisn los presupuestos analizados en el punto anterior, aunque aqui, pese a la similitad de! tipo penal, no son fos servicios inspectivos los llamados a verificar estos actos, por Jotanto, sera.“ ‘An. 99 00 275 La Ley Procesal del Trabajo 527 CG tal vez Ja actuaci6n de una prucba anticipada la llamada a demostrar el hecho, las publicaciones periodisticas que pudicran acopiarse, la fe registral. Si se observa bien, no es del todo facil la demostracién del hecho, a menos que sea la propia Fiscalia que se encargue de investi gar cl caso, lo cual es de por sfinfrecuente, a no ser que la Fisealfa de Prevencién del Delito haga lo suyo. Para el resto de los casos el asunto no es muy claro, ya que si la empresa sigue “operando”, seri muy dificil que los trabajadores denun- cien el hecho por razones que saltan a la vista. Como fuera, existe la nece- sidad de determinar si la infraccién ha sido intencional (violar de manera directa la ley 0 cometer actos prohibidos por ésta: simular una transferen- cia societaria para burlar derechos sociales) o no intencional (venta de algunas acciones, transferencia de ciertos activos para formar una nueva empresa, etc.). Seguidamente, habrit de establecer la tipicidad del delito, que conforme a fa letra de la norma que se comenta es, la de delito contra Ia libertad de trabajo. Delito penal por abandano 500/ El abandono del centro de trabajo es la huida del empleador de sus responsabilidades patronales por diversos motivos. A diferencia del cierre inmotivado, aqui no es que activamente el empleador cierre sus instalacio- nes sino que, desatiende sus obligaciones patronales dejando a la deriva cl negocio imposibilitando por ello encarar las obligaciones que dimanan de todo contrato de trabajo (pago de remuneraciones, condiciones de trabajo, ete.) | Hay qlue distinguir el cierre 0 abandono intencional de fa empresa con el cierre temporal de ésta que surge como una de las tantas medidas que ge- neralmente se aplican en casos de que la empresa haya trasgredido nermas relacionadas con Ia higiene y seguridad industrial, motivo por el cual la Autoridad Administrativa opta a través ‘de una resolucién autoritativa el cierre del negocio. Esta sancién puede darse, asimismo, sobre los estable- cimientos 0 de una obra de la empresa, si acaso es alli donde se ha origina do el ilicito penal. Es el caso igualmente de una huclga. En estos casos, cl cierre os legitime y lo aseguran normas puntuales de la materia, 4 66 276 528 Erancisco Gémex Valdes LA SENTENCIA FAVORABLE Y LA MEDIDA CAUTELAR S01/ Cuando la sentencia de primera instancia favorece al reclamante, recién la normatividad le brinda la ocasién de formalizar la medida cautelar, regresion legislae tiva si se tiene en cuenta que-a lo largo de nuestro historial, el empleador para que se. le concediera el recurso de apelacién de Ja sentencia, tenfa que consignar judicial-- mente el importe de lo ordenado pagar. Scguidamente, sc dispuso que este pedido se formalizara al momento de llevarse a cabo la diligencia del entonces llamado compa- rendo. No hay, pues, antecedente legislative regresivo procesal sobre el particular, sobre todo en un tema que pretende cautelar derechos sociales de futura ejecucién, f. Como fuera, con la vigente normatividad hay que esperar el dictado de la sen- tencia, y desear ademas que sea favorable al reclamante para, entonees, recién anhe= lar formalizar la medida cautelar. Ergo, en ningrin otro momento procesat seria posi- ble ejercitar este derecho cuya finalidad ha sido estatuida lineas arriba, Esta forma de embargo constituye una ejecucién provisional o preventiva de la sentencia de prime- ra instancia ya dictada, animando al victorioso a ascgurar, en el futuro y cuando la gentencia final adopte la fuerza de cosa juzgada, la ejecucién plena del fallo. Lo importante de este mandato es que produce pleno efecto aun cuando sea cuestionada. la sentencia que sirve de base para la ejecuciGn forzada. Este tipo de medida tiene la virtud y el interés de evitar luego de coneluido el proceso, el ctimulo de dilaciones, elucubraciones, frandes, obstculos, maniobras, etc., que suele acontecer con los litigantes tenaces. 2. CRITICA. MISIGN DEL EFECTO PERSECUTORIO DE LOS BIENES 502/ Las sentencias no son dictadas dentro de fos plazos que la propia norma ha establecido, y es alli donde radica la mayor critica que puede tener una actividad jurisdiccional lenta al extremo, que si bien son acatados a pie juntillas por los justiciables, lo propio no ocurre, como ya fuera dicho, por el ente juzgador. Las razo- nes de esta lenidad son multiples y no es el caso abordarlas. Sin embargo, lo serio y real ¢s que las sentencias de primera instaneia tardan un tiempo injustificado para ser dictadas; en todo caso, otorgan a la parte emplazada el tiempo més que suficiente para que pueda, de pronto, establecer una esirategia que le permita, a posteriori, nO pagar lo ordenado (venta de bienes, declaracidn de insolvencia, traspasos fraudulen- tos, etc.) “ elusién que lleva a los litigantes lamentablemente a otro terreno. 1) Todos jos trabajacores de la empresa Unién de Productores de Leche S.A. (UPA) fueron despedides en 1986. Al solicitar su reposicién al trabajo, la autoridad judicial les amparé la demanda a través de sendas sentencias. Hasta la fecha, los pagos de los derechos sociales Art. 99 La Ley Procesal del Trabajo 529 La misiGn del efecto persecutorio de los bienes de la empresa para hacer el cobro de los benelicios sociales termina siendo el tiltimo escollo para librar Ia batalla contra el fraus legis 0 fraus omnia corrompit. En efecto, es el Art. 3 del D.Leg, 856 que permite ejereitar ta persecusién de los bienes pertinentes a una empresa que los ha transferido, tratando con ello ee burlar el pago de los beneficios sociales en ejecucién. De otro lado, el efecto persecutorio de los beneficios sociales ha suftido modi- ficaciones sustanciales en su postulado mismo, puesto que la disposicién colocé una serie de cortapisas para su empleo, aunadas a las que los propios jueces Ie doluron, acaso por los temores frente a futuras represalias de los “afectados”. Fue ast que primeramente en la Cas. No. 2335-2003, Lambayeque, de 10/11/2004, en los segui« dos por Maximo Marino Vasquez Fernandez c/ Banco de Crédito del Peri, la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de la Republica, sienta la posicidn de princi- pio de que el Art, 24 de la Constitucién estatuye la prioridad del pago de los benefi- cies sociales sobre cualquier otra acreencia, sin para cllo establecer “ningtin requisi- {0 0 condiciGn previa para que Los trabajadores sean pagados de manera preferente a Otros acreedores”, 1az6n por la cual los requisites estableciclos en las Arts. 3 y 4 del D.Leg. 856 “resultan incompatibles con la norma constitucional”. En buena cuenta la ‘etra de la jurisprudencia casatoria va mucho mas allé de lo que la letra de la norma de su creacién preciss, pues entiende sin limites que el efecto persecutorio esti aso- ciado con el preferente pago de los derechos sociales, sin que para ello sea menester cumplir requisito ulguno para la materializacién del propésito, pues los mismos no estén contemplados en Ta glosa constitucional. Mucho mas puntual atin, la Cas. No 281-2001, Lima, de 12/06/2001, en los seguidos por Bulogia Inés Céspedes Narro ¢/ Empresa Explotadora Industrial S.A., la Sala Transitoria, precisa que “la accién Persecutoria de los beneficios sociales tiene por finalidad apremiar los bienes del cmpleador 0 empresario deudor, pues éstas constituyen la garantfa para el pago de las acreencias laborales. No se trata de identificar quién o quiénes cjercen actualmente la posesién de la empresa originaria o si hay algda vinculo faniliar o personal de los ferceros adquirientes con el empleador; pues de lo que se trata es de identificar los bienes, tencr la certeza de que pertenecieron al empleador deudor y, eventualmente realizarlos”, nohan sido canceladas on su totalidad, y en este interin, la empresa vendié todos sus actives ¥ transfirié sus bienes con la mas absoluta impunidad, salvo un terreno que apresuradamante {uora embargado y rematacio. La realidad de los trabajadores de UPA, os la que confruntan miles de trabajadores. Sin temor a, equivocarme, son los expedientes mas longavos en cuan. {o a una eecucién de sentancia jllevan mas de quince (15) afios ejecutandose una sentonciat Ha sido gracias al efecio perseculorio contra asta misma empresa quo se ha resuelto en la EI, 2885-2003, Lambayecua, de 10/11/2004, Sala Civil Permanente de ia Corte Suprema, on tos Seguidos por Sixta Maximo Molina Vasquez, Femandez o/Banco de Grédito de! Por, 00 278 530 Francisco Gémez Vaildee Ae HER Cuando la pretension principal es apreciable en dinero, se pike solicitar embargo bajo la modalidad de inscripctén a ailministracions are a Aare 100°, MEDIDAS PARA FUTURA EJRCUCION 1. EL QUANTUM DELA PRETENSION Y LA MEDIDA CAUTELAR 503/ La ley nos sefiala que cuando el monto de «la pretensién principal es apreciable en dinero, se puede solicitar embargo bajo la modalidad de inseripeién o administracién», Cuando la norma hace la atingencia de lo «apreciable en dinero» como condicién sine qua non para proceder a impulsar esta medida, habria que en tenderlo, coma la suma liquida o cuantificable en dinero, y no, como que se trata de un considerable monto como motivo para efectivizar la medida. Bl legislador ha querido favorecer las acciones que tienen que ver con el pago de sumas liquidas, que si bien representan ahora la casi mayorfa de acciones judicia~ Jes que se tramitan, no menos cierto es que existan otras acciones que si bien no ida, no por ello dejan de ser menos importantes, al extre- J recurso de la medida cautelar. Bs el caso de la nulidad, del despido, de entrega de cettificados, los casos de cese de hostilidad, ete. y que a la postee, siempre aparejarén el pago de sumas liquidns derivadas de la restitucion del derecho, los intereses legales, las costas y costos del procedimiento, hoy por hoy, ‘como fuera visto en su estacién respectiva. Las medidas para futura ejectl- aparejan pago de suma Ifqui mo de hallarse excluidas del oneraso ign forzada, al igual que para los casos especiales antes vistos, constituyen verdade- a diferencia de aquellos, donde es necesaria contar ros embargos preventivs; pero, imard es el poder de uprecia- con una sentencia que apoye al pedido; aqui, lo que pri cién del juez, asf como el interés patrimonial en juego que entrafia la pretencién reclamada; en ocasiones seré el nimero de accionantes y condici6n en las que se halla la empresa, En estas medidas el juez advertiré lanecesidad y compatibilidad del acto jurisdiceional a dictar, cuidando, ¢ laro est que la medida este destinada a ase- gurar parte ola totalidad de lo demandado, pero al mismo tiempo tendré que verificar Ins consecuencias que la medida implica para la contraparte™. 2. CRETICA. LA SITUACION DEL REPEJ 504/_ Sila actualidad normatividad adjetiva motivo de anilisis ha dispuesto sin mayores miramientos que los justiciables por igual realicen el pago de los costes judiciales establecidos, mejor dicho, se ha abolido Ta gratuidad de los procesos labo- (Concord: Arts. 642 al 673 del CPC. ®@ V,, Gouchez, Gérard op, oft., N° 1925, p.480 Art 101 La Ley Proceseal del Trabajo 531 rales en el Peri, no vemos qué justificaciGn pudiera existir ahora, para que en aque- Ilos procedimientos en los que no existe montos liquides resefiados en la demanda, ho sea posible reconocerles la posibilidad de ejercitar las medidas cautelares, euande en todos los procedimientos se arrostra gastos judiciales que tienen que encarar ite. mediablemente los justiciables en general. Tal vez se dird que la onerosidad de los procesos laborales se ha estatuido con Posterioridadl al dictado de la norma; sin embargo este argumento es insufciente, « tenemos en cuenta que las normas legales deben tener cierta coherencia. Asi, habiéu- dose convenido sobre la onerosidad del proceso para los accionantes, en esa miewna direcci6n ha debido trabajarse los asuntos que tienen que ver eon los resarcimigntos de tales gastos a favor del vencedor de la contienda, y dentro de ellos, encaja perfec- tamente ¢l t6pico relative a las medidas cautelares de los procesos judiciales que no contengan sumas Hquidas por reclamar. Fe oite lado, on caso de embargo, el bien embargado debe ser tasado, y sobre ol particular, es exigencia que sean dos (2) los peritos llamados a efectuar esee cone siGn, sin importar ¢l volumen de las especies embargadas y/o su valor referencicl Adicionalmente, el pago ha de ser realizado antes’ de emitirse cl dictamen, hacieraa de dificil trémite esta parte del proceso, por su excesiva onerosidad, motivo por cl Sual debe modificarse esta exigencia, disponiendo, por ejemplo, que un sole perito debe realizar esta misién y hasta el propio secrctario de juzgado, silos bienes caging. gados son muebles. Mucho més preocupante aun, los peritos nombrados no juramentan, para ser autorizados, pues no quieren participar en los procesos laborales, ya que los trabaja- dores “‘no cuentan con recursos para pagar sus honorarios", agravando la demora de seins Procesos; de abi que deberian los juzgados de trabajo, asf como tienen peritos contabies, tengan también adscritos peritos tasadores judiciales. 1. LA MEDIDA CAUTELAR ANTE LOS CASOS DE IMPUGNACION DE DESPIDO 505/ La nulidad del despido estd asociada ala defensa de derechos fundamen- tales como son la libertad sindical, a no ser discriminado, a la proteccion de la mujer 00 280 532 Francisco Gomez Valdes Att 104 enestado puerperal, habiéndose agregado la discriminacién por ser portador del- VIE, Su resquebrajamiento brinda al afectado la posibilidad de impugnar el despido, da suerte tal que a trayés de un proceso formal se tenga que peticionar la.nulidad de Gieho acto unilateral resolutorio, Sin embargo, dada la naturaleza de estas acciones, el legislador siguiendio una norma de conducta enraizada entre nosotros, ha dispuesta {que el trabajador que se encuentre en la situacin de reclamante de wna nulidad de despido, puede solicitar, en via de «medida temporal sobre el fondo», la asignaciéy de una menswalidad oreinaria por el tiempo que dura el proceso, con la limitacién det importe total de los beneficios sociales que le corresponde hasta ta fecha del eese efectivo. Por consiguiente, los presupuestos de hecho para obtener el importe en cuestién son: poser una relacién laboral apodictica y formal, en el sentido de que el empleador haya reconocido los beneficios sociales del trabajador a través de los CTS y en las modatidades de pago establecidos por el Art.43 del TUO-CTS-650. El monto a pagar es igual a la remuneracién habitual Giltima percibida por el reclamante. Si el trabaja- dor es comisionista, destajero 0 con remuneracidn mixta, se prorrateardn los dltimos ‘sels meses de trabajo para fijar la remuneracién promedio mensval. En ltima instan cia serd el Juez quien fijard el monto destinado a cubrir esta medida. PROCEDIMIENTO 506) El procedimiento a seguir es simple: se solicita en cuerda separada (via incidente) Ta asignacién mensual probando con documentos idéneos, que son los aparejados en el escrito de demanda, la existencia seria de La relaciGn laboral: tiempo de servicios y tltima remuneracion; de ser posible y si el trabajador sabe dénde se hallan depositados sus CTS y su monto actual se lo diré al juzgador para que con cargo de los mismas se formalice el pago solicitado. En funcién del pedido del trabajador, el juez dispondré la entrega directa del importe correspondiente a Ja mensualidad habitual del reclamante, y hasta que se consumido el fondo total de Jos beneficios saciales depositados. Pero también, puede denogar el pedido por la razén fundamentada que dictaré, auto que es pasible de apelicidn, Serd entonces el colegiado quien se encargaré de resolver en iiltima ins tancia la peticin formulada. : 3. EFECTOS 507/ Los efectos de esta asignacién mensual son: corresponde a un pago Pro" porcional y alicuota del total de Jos beneficios sociales pertenecientes al trabajador pendiente de pago, sea que estén depositados en alguna institucién bancaria o finan- 00 Art 401 La Ley Procesal del Trabajo 533 ciera 0 cautivas en el centro laboral, el Juez, dispondré la formalizacion del pago. Responden, solamente, hasta el monto total de los beneficios sociales acumulados y no pagados al cese cel trabajador. Si la accién judicial es adversa al trabajador, ef importe cobrado por este concepto tendra un caracter cancelatorio. A Ia inversa, demanda es favorable al trabajador, lo abonado como asignaciGn provisional es un «a cuenta» de las sumas caidas o devengadas a liquidar a consecuencia de la nulidad del despido, de suerte tal que el empleador tendr4 que realizar una nueva liquidacién de Ios beneficios sociales de] trabajador por el periodo en que se cubrieron dichos pa- gos. 204 0 6 oa = 2 a oe ‘SEERA TOAO ay ppipaw = pepyjqesuodsen pep “mjannro YpHpeUy| ep ssuseztsetwe es 2° TALOVO VOIGT MHAXOMUAVO UOIDEN wf op Couey fas OATES yeocy eied efanus aoey ays < sopaioe sop ct 2 2 esopta opsia! [> ‘omnes ep pi SS Sly Conaway eG 00 284 Desecvo Proceset nex Taba hoqueamparan supodico, 1d, cs factor de faramente ey idede que.en al proc: § procesos de impu gnacién del despido y Lamedidade insctipcisa solamentses posible cuanctno log cuales recae la medida caatelaese enc ‘eupatoe anaypundsanno: “ontoratoa pepucane 2 Ksorsarap so| sp opr pupioeifto0 nupjaaed ‘ofegen eposnua9 ap opeznoyae jooofeeean ap walzensumupy pepuiomy vy aod 98 Gn ape) =] ‘auunsasdes £ opera upyst i Lal #1°P 86398 [2tines AVTALAVD NOISNALTA VAC SOLNTINVENAA —'& ‘(postoun', 16h) axreypundsasios ued [2 2u\sop as ulsii B] ua anb $9 ‘rejsaneo see 1.27 »] 281voanb sowsinbax soy ap ang) =PIg'H NeUa“DaD pe sosvo sounds ua aney oj ourOD moeALOD B{ ap zOpefeqes Te menjdaoy= OTDOgAp Ns Udo AHR EIPSUE 1200! fepuorexeprsucoe=elop aiqepnyes su opis weiquy ‘someday ‘outst ye sod sapuodsar ‘ered roreupuose pepioedea ppuay ou sopeledea j2 ‘oue} iguooa soxzited ap aucdsrp ou aabiod awa jon 188N2 opendepR MINS CU ‘epe| ONO soe go upioeer a) 0D easupionea upeoipu anbso.2infind (O49 [2D -699'1t) Uesznpoud anb somay soy wwpmeaarsp esaopay wepand“sareynony Sau aos ses eS TACT RINT SOT 20 Mores jo que reyuiere su declaracién como tl ramos frente e una conducia dolosa del empleador justams imo de burlar los derechos del trabajador. También en este cas dc inscripeisn oadministracisa, na acaso especial de 5. MEDIDAS CAUTELARES PARA FUTURA EJECUCION ORZADA. garantia para asegurar futuras ejecu nel Cédiga de Proce 01" dela LPTeonet Hananraleza de esta La.oura medida cautelares la sefalada porel nombre ce « Medicns Temporales sobre el Fondo». Sol 2 Ped I 236 ° 2 enscvo Proerian nen Teams, reid, el CPC expres que exe ar su monto, que no poy n cameo asucomtpen ic impugacién del despicl y ‘carga hasta por! agregaal expedi Del tenor de este tispositive se desprende qu inde le afectacién en los Reg jug no Se requiene deun ucts de embarz0, ‘Cédiga de ProcedimienioCivilesensu ar 612°, s lancqieel oce remit ‘Tospanes tespeotivas al Repistacior los quein regradelaresotucin que adumite la medida cautelar ~ 2a a 2 Ss ue seprenoa sea seadoytueg sor 9008 389 UO] ‘syoraniar SVISUAAOMALNOD SV140 TWISIGALVELNA NOLS “feyeno sainbjena 20d £345 (840d sepeyeges spwap soy “g ‘ugnsad ns asqps seu0ronnasgo asp anb worm suuorsiodoag “9 se] opmnBasSn seuoIoeme|gop SU] Ase Ma zod spsondstp supe 9 So UFO *S !soqnapSauoyseRiiqp sporap Ksomngun Seg“ :uepuodsShros enb cayeuo ey ssuctenSnqo sey noo.mdatn7) + ‘ug\Searesuoo op so] 4 sorumpn sos? set Asoansanp e829 Lopeasjurape j9odae9 fa mms Ty semase wed ‘ost spo 9p 13] eas un 5p oH] 3pand ow oftgesy ap zany anb ar "{dumtuoo anb sarepanes seprpact syy [Eloqey osso0ad je ua soamapacoad ws, quate 29 M09 La Hp 96 oROR pep oye epee |p “oon “Gar #1 =p tar gor sx) jatoqotd Uo}peuse wf ope, > aIq08 Teodur ypipou os run ( uptoerspumpe ap wasoy ua ofbeguis fp fo sod “wiouonuas xy 2p ope azepatn Siprpout sey ap oatyaE ome Anopassay3p way sa oem ong op sod 7 sp suneun sn Popmeany pp een sores sa wep secures “Spepepow sy sepen ap uopsezqen sco ou sacar See eproqoda ‘ord oper > sagen saa sepppou vy (C'X ypeeioy pongo ema ened sapype (LEP ap ¢-amauesada wan 98 1 suoegp same saresim Seprp ap Fae ONES Se at consonose fa A sopepnpourstsiaap sns toa ‘lange yp ynBax 28 ‘eprzzoy uptomoof> | BEAT Ow ap sepypam (e° seaesonay sxpipom (g topsoy fp azqos soqesodaie sypzpaue eamcy ened sepypo “seompd ex) 3p 02 (e teprzioy uprorsofs vad seprpoeu (y -seogpaadss saneyames Peppa one oppor “Manes omeid ja par a9 VOILYWATIHOA NOIWALIS'E jane onb ‘Terpefs9poa pp ‘ofeqe2T, Pp wpeayeredsg wpcsorpenny ‘89 Uyyquim apasne eu ‘ojpant ousanu a sand ease eaogey oss py 91092 OmuIN-Lr Jap pesooang Ary rupe wows, uo was ans wo 9661 ap 2 PEEP MISH, (0961 ap SEIU 9p Be [9p 'F1-08-£O0 si jP 20d op nates fee, ot sen Va ‘ony eng sl Say sang ones se pan pe IRTEONIVIS ursmaotmased any pero jo qepgpnl spor uo yeuoqey oxssrmpanoad ton SpeaBoaun wunaoy u> afmneasa 28 “161 9p aq IMIFAON 2p CE PP "ALLL -100 Se pp afued 9 usps ond topeaud egy usuas Pp spsoqe] sepuemiap se] aqearuen ae anb Bj neo ‘O¢6] 9p okeu =p z 2p ‘89 49) 20d pep ang nung je ue jeege; oxsoreuppacaud ap ewow exude “PtP atausnUgKOR & HONS soMpUNpUT so] EaRDy ALP <4 coBad wy tod wauat aquioy jap £ wPonsnf yap uprsdaaue9 Aan ‘dun wa sependsuy ‘ont sexypunf setayeu srrurip sev soauayaouasiod ‘seuuou 4 append sp onihfess jp uadmasuoa NINOgdyIs Splenpt 2p sequped we ‘hb sopse seporp soy ap sud ‘ows uoiaifing ‘ofeqen ap sopessooud set £ ofequsa 9p srorpuin{ sexttot PP pram wound ey Sy “opun 7p & pig Jp ua soRE OW xX NOLINGOULNIT SANOISATONOD © UVTELAVD 80s Na WaOUYT Zan! 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En la prfetica, para sorlesr esté obstieulo, la jurlapriclencis ha recurzido, en algunos casos al control difuso de ly consticuciomalicad de fos ats 96 y 100 de la LPT, elaboranco complejas construcciones argumentativas pars justificar au alejamiento to expreso y claro dea ley", recurtiendo & los también a Jas fundamentos te ipios procesales cel rrabajo y apelanelo 35 del proceso cautelas. ‘ales desisionesaisladas, sin embargo, no salvan el principal problema generac por la situaciom notmativa ances descrita: una insuficiente tutela cautelar peevisea en el ordenamiento, L2 camisa de fuerza fmpueste al juez, al impedcle despachar eualquier clase de embargss, limita st capacidad de atendar una elversidad de shtuseiones Que se Judicial y que requleren proveccién cautelar; tal suseitan en la casute eselcaso de aquellas empreses que incurren en falencia econ6mica real 0 flcticia- durante le tramiacién de los procesas laborales de sus tiabajadares, mansfitiendo activos a tercenos, tornéndo remota la assoguracion de la sentencia, si no existen bienes registrados, realidad muy comdn en fnfinidad de empresas pecquetas y hasta medias, que opera desprocegido al demancance pequerios capitals y tna infraestructura modesta, dejando Sila intencién del leislader ex euidar " de les huevas de are’, vale decir, que la actividad empresatis mnfento del negocio no se vean afectados con medidas couctivas que, antes de La decision nitiva, porgas en peligro Ta fuente de Ix que se obtiene fos fans sdoptada era, degprotege al demandante al punto de converte en pirrica la fnalizacin eel proces a segands, la ‘eorla caitelary el ordenamiento procesal poseen los medios técnicos para garantizar el cumplimicnto de ln decision definitiva, sin signifique necesariamente poner en riesgo la contin funeionarenta del negocio, Cabe entonees preguntare: la vegulaelon de la LPT, a efectos de otorgar una adecuads tut alacresdorlaboral! La exposicion de motivas de la LPT’, no contiene ninguna alusién a las medidas caucelares; sin ernbax Proyecto de Ley Procesal del Trabaj ‘base para el debate y posterior aprobacién de resulta Tustrativo sehalar que el mera SBLOS-CR, que sirvio de 1 26636, propuso un ‘texto mivcho muds completa sobre medidas cautelares pera furura sjecucdin forzaca en el procesc labora; tteratmente, el artculo 79 del encionada proyecto propontar “Articulo 79- MEDIDAS PARA FUTURA EJECUCION FORZADA.-Cuando la peetensin principal et apreciable ex dineto, se puede solictar embargo, consistente en le slectacién jurdica de un bien o devecho del peesunto obligade, aunque ERWAS, dal, ase Ci 00 305 Te zepod 9p soomnganee »9fa 9p voppapep efaues run sod ypep sump 9} pepyEnSsop pe sojmfsap sicurepos kyon eoRppn seund ‘iopeaduiap opepuewiap otnos £ sopefeqen js aumypmemap owos Sannowds jeoge osbend ye ‘ofzequis ups ‘omaruepuaae © onan ‘3p someaub2 40] uw ‘ojduols sod “apaons oud “souayarptoa 9p pep ‘us watinsuad wBno ep 3] smb jeu wxpyef upoeaae| sp ranted se] ‘sb uo pap ossoond pp etouacayp v esionasscos uo sane eo] ap eau ms ugpemBycoo yp sod opep yas snppopted oes oft ‘sopezoqey soroqpwe> so] soajoras uomorpstinf ef w aquuasd juogey exoooud | TUORYT OSIIONA 181 szavaREVINLLAVE + ‘opetspio of ap onustandeans urate seb souopsen se suewpaor © yee opmsredessp un “optoy @aiqos eaRTMPp uorsaap wun sa eppod or sojens 59] ‘ossousd fap 190 ap oxamom jes asxBosuaD uy sof 9p adfoy [> aeqseLIU0 3p onmwou je penta2 peed un snd apluno sepa yam YT "(oamoxd fp wanes ugesu) oy924 Sof 9p oxy a us eaNsap uoronoe wun ko eSzMpein as Erocanon ALM epequie ugromos xy and arene ap omap © seayeifoee © spuanacd seprpour se, readepe ups “ysaana lugares ep tsoheud w ene mansays cosanoud PP [Pay wowoep yy & eset apep ated rowajzox9 zoe oxtounnsr [Me aGmapsuoo ay anb ‘repanes aprpoue of ap spn w anrouEssie ef, 0f oF 4 ‘ooHDe} ouryd Jo ue UpEQME eUNE “ooxpuNf OuEyE BP Us ‘js on epmrasanaa 19s epand and gpENOH Eun Wod wAn}suE> veaDoAd Ja ‘onb of eae optreaniage tupronaasuon ns v angen eau us ypanoe vy ap onesmnnsur un so eseunpd yf esseyponpn ypana ak aesaniea ‘ts of $9 04 open ny -Joypnfwpsana wy ap pepAKaage He pap P opeuRoudp £9 9K 1 9p uoranaate ep aauano ap pea ap oy>2zp mn ap axnsap ware a¢epzanw vjsim aaeeaq0 8 ol SaN9p EL AIMHINS Na WV TIAVS VEAL TE ‘uprezyqear 2s bq Top suas sey orsTaaL ‘exp wun ma vend onb seamen: sy w ayaa epsuas oso “oseo pin wa (apfouatsr ‘ansansas) omsaisa ap uased tia uarwanon9 ay oir Jo aroes onb soy aiqoe soxamap @ sousiq sa] aub o:xondns pp saan e1sadorg opruoraraut 3 “ausnpauy‘azgnba jesorey osozoud js 19 appa ey 3 »p ‘mpmonied us peprpepou wunGye ap oapduy ja sem 1 mpage zane, ye oq amb wusgoxd jp ‘La Te ap aed weary ‘189 end amb statssaz se] uo> ‘oman sp ugqexend wa anwonsua a8 90 308 facultades del empleador de ditgir, controlar y disciplinary el ico de sometimiento 0 subardinaci6n del trabajador. Eato sin son eb ceontar as tanto el empleacar es el proietanio de los medios productivos, mientras que el tabajrlor oferta su fuerza Fisica e intelectual, con fines de del mista modo, el cuadro desetitn explica Is faclidad con das diferencias en el plano eenndimico e inforsnativa, en que clemplesdor accede y retlene pata si, los medios de infomacin, pruebas, asesora técnica lo cual tiene una clara fredencla ado del proceso. Pocello,hace mucho tiempo se ha comprendide que el conflict Iaboral necesita de un proceso jorisiccional sutonomo, cuyas reglas se caractericen por imponera las pares, en palabras de-Américo Pla’, una lesigualdad compensatorin, vale decir, est dotado de mevanismas para Joga In igualdad de las partes, tratando de manera dlesigual 2 los desiguales para alanzar el efecto conteaio, el equilibio. Solo de ests manera ae puede cantar con um instramento capaz de bacer clecivas las nosaae sustantivas del derecho del trabajo, euyo raego esencial es Ta proteceion de I parte hiposuficiente de la relaci labora, aspecto de profilo interés para el sistema juridco, dado el earsccer smusficado del fendmeno labora y 1 gravitanceincidencia del conflicto de trabajo enta stabiidad socio politica del Estado, 5. TUTELA CAUTELAR EN EL PROCESO LABORAL De lo dicho hasta aqu, queda claro que fa tutes cautslar cumple en el proceso Jaboral, al igual que en cualquier otro proceso, el importance papel de garamtizar la uncion satisfactiva del mismo, esto es, adelantar efectos o todos de tn fallo definitive o el aseguraraiento de wna prucba,al admit La existencia de tna apariencia de derecho oe! peligro Bato adquiere une especial significacin en nuestro sister atendemos 4 que Ia Ginalidad del proceso Iaboral es 1a de actuar, haciendo efective yn trsbajo®, derecho que igoza de un especial traramiento const el dececho sustantiva deusla del empleador, los casos previstos en ef ordenamnienta! Se trata pues no silo de asegurar el cumplimiento de la decisiin definitiva, como rezx el primer pareafo del Ave. 96 ele la CPT (are 608 del (CRC), sino también de solucionar un problema de especial sensitilidad para el ordenamiento Joridico, por la particular configuracion del conflict labora, segdn se ha anotaci -naturaleza Fntonces, cabe preguntat) si exisce una jurisiocion especializada de tratajo, dotada de un proceso tambien especial, para proteger y dignificar @ los individuos social y econdmicamente debiles: -los teabajadoees-y si tenemos claro que la adecuada tutela cautelae constituye la garantia para el rea curaplizaiento de la sentencla, etna puede entendlerse qque la LUT prive al juez de trabajo de can valioso §nstrumento para logear los fines del proceso, al restingir el uso de las medidas eautelares para hutura ejecucion forzadat 00 307 Yu} 9 offzequis yo sab us souopemys uo "won ef ua oped yepoadsa “wn 3p Uprseypazoe e] ap ones p eras orto ‘uproeay AM ns ayqeseaetpUy vasey A spqefasuose 22 sana sey 19) ‘seucysdaoxa souojperats amonnyos ap zedea pemooad musjureuay mem wea amuoa mysaoat ep opatra “ep) seyqontn souoyg ap ooyymedramy ousonace Jp omen UD "ung KOK fqn ap anf anb ue sone nes (09 Pp £19 7 oEIOgY Sana: ap wTaNAIED MUMS ouistoprMEAIOIP ‘uaig un ap ugwarod © pepstdoad ey sepronyp erafgo zod atota oul ae ‘sub race osdoaud jo wa uojaezian ns ps aod ap aknpme “DE [9p (40 "ae jap opeanyed soured ppp po] us loud 1od anbsod "paoqey esaooud |p 2 ofpqeay ap zonf jp om aasey wpe anb 9p saaesanes Sepiposs 9p onoatada: yap amrawesardsa edngaca ef anb yeyzedso eum "ran 3p wapscou onsaos 19 esas Mu anb sourepuod ‘saIsnAT “Tene ap souuotiape sounds zemoaye ¥ tanuy aF uooUaLoAUy wf nb seu ‘eeadus ry ap u jue Pp PHe4 uorsuNEe ‘onofu peed Opel srw mes peppepoes ‘uopoensparmpe 3p ound ae rs ab Rupe 0 cxtaueanore eed 4 vofoepniesoa ‘upraemazogm) ssunoy ens ap eispnbyend we uptowtanromny ap vuuoy me ofiequia js sanupe as cu anb ajqeoniaa sanear naquier (ao PpErome) vs ap popes ¥ sumer an jo opmae oxdoad sa js oBequaa ap papyrpont oye] a8 eta a ap poo ye autre spear ab oes OED jad “opepmetap 1opesdus xdowd > ye aap Tr too operaye jap aed sod ‘azo ou onTunanziel ssaspnes ane pep uo ‘qeiogay ossooid pp us ames wprpaun omteo enpdap 2p mmc 1s ‘o€reqs fp osm [ zgNeud ope pe aaioms an ‘seam enand age) ‘onpqpd onsiian pap uproar 9 A uogsensurepe YLT Y ue syppmod ex] seus anb ey sopepippow sissy “onsanaas p A (sapepyrpau mune ssne a) npouansciuy* ugiouasas ‘expsitap ap vutaog uo ofLeqNNa Jp wos sas 2Q7] 4] aed peppana on epezioy woronnafs emmy ened samen Seprpam se] wos Sayer Iq. sy aKNsIp woroTUT SOM IYO. PP ‘osopsnumm oan ofan um aasey oes ste ATV FING SUH NB YaYZ¥OR Nopnzals VUAind Vuvd SIIBVELLAYD SVM s¥1 9 eanansr ‘paager osasead je apepysinn ak nuns of anh wuaaop of & — oageunius ouasgyp 83 4:9 extn abs dare 9p syasuneje mea 36 Ou O2Dge tremuzaqoo anb opep ‘ruoq] osaaou! jap opr Be vos aquesnpuos seu Ty! 939 F pe 28 sof 3p 'y ne ues syqmecwooy werpesas petoqey pos rtrgrenapa0 oo 308 dle depodte na es bastante part aleanzar el fin de las eautelares, ilo imprescindible lograr el desapoderannlenta, as, este especial ppligio en la demora portré venir de la conducta precedente del afectado, ccuardo no lo mostcara conlable por la existencia de incumplimientos pero tambien de su conducta actual, fn w ocultamiente de Bienes, fnetiores« deberes del dep sl es ndieativa de maniobras de disp algo muy comin en épecas deers exondmicaen las empresas No hay razin (undada, pues, para hacer del secuestro una figura ajena al proceso ahora méxime si por la mises vis cle suplecoriedad, resulta de plena aplicacion el art. 651 del CPC que pees pueden sustraerse bleues muebles que sc encuentran dentro de tne fibrica a Comercio, cuando estos, asisladamense, no afectan el procs de pproduecion 0 comercio, que limite el secuestro de los bienes de un negocio 2 que los que, alstadamente, no afecten el proceso productive, evidencianda 7, PRESUPUESTOS Y CARACTERYS DEL PROCESO CAUTELAR Tievemente describamos Ins peesupuestas y caracteres del proceso ‘eautelar y destaquemas aquellos que de manera especial, sustentan el ccautelar bora, Sabido es que los presupuestos constiniyen clementos indispensables [para obtener una media eautela vida la doctrina concuerda que som: {La fundabilidad del derecho discutideo apatiencia cel derecho invocado yy el peligro en Ia demora tleimamente Ia doctrina propone tn tercer pprempuesta, it Adecuacion del pedida cautelat™, que constste en La Savas it nnecesidad de que se otorguen medidas cautelares que sean congruentes y pproporcionales con el objezo que es maceria ce tutela de aseguracion. Por ‘congeuencla’ debe entenderse In cotrelacién logica que niecesartamente dche establecerse ent ls cautela concedida y el ol de la uel: pot ‘propoctio ccuantitativa y no eualltaiva ena correlacion necesatia centre Ja medida oworgeela y el objeto que busca asegurar, en caso de sicuaciones juridieas can ciecto, el diseno de la LPT, supone que gro en a demora- no puedan ser tut el Juez lxboral, dado que se encuentea atado de manos, en tanto se encuentra impedido de usar el ampli elenco de medidas cautelanes de podria hacer uso un fez Civil que es inexplicable, mas ata, si tenemos en cuenta cl presupuesto de la Adecuacién eautslar antes comentado, en vireud al cual, el Juez Laboral también estanta fxcultado -y capacitado- para cmuitir sm juicio de razenabilidad sobre Ja congrucncia y Proporcionalidad del pedida cautelar reepecto de la decisiin que finalmente adopte. Asi este magistrado especializado estatia en condiciones de evaluat ai la medalidad cautelar solititada es 0 0 la adecanada (p. Ej. Secuest cel afec sscripeidn, deptsita), pero también la entidad oexeens El propio CPC tiene nocanas que protegen el precesa de producelon y la actividad econtraica, frente a medidas radicales a exttemas, como el secuesto de bienes en tanto imports desposesiar Timitdndolo s aguellos supuestos en que peecisamente no se a 00 309 ‘WonHsure of ft anb sapeuuradaoxa Souo ena Ha ania fo aatunjpar 2eryp opusipnd \(pepypuopzedaud & spouansBues) ‘compan 4 pense; amsoane ase] Wa anjaines Yam epenoo ap yesororpsan( saqap ovdasd ye woe ou ania wane uoyoeaUTy Uys ‘sepinva uptsuanad y ou o aygppuage so reppaoauel ap siysondnsaid sn 9p wpuaumuog H opumpmss & veaalgo seveg usd ‘oIBotION Ose ‘PP seoumsunon se» oppure § oko ap pray uo9 spraap ap rnoyy vf souew ans a asaefap sagop‘ofegeay ap Zan Saraped soy seu ered wprgA pzer anes om ak easand A sx opunig saeman eq oso op eslgo snuapeaad eragH ope Rp opomdssi fof ioe | souspuEN IS a]quRURED ypu OE HUD as 21 ‘sruspumoday ssmyanes serwapmniey =p anusum end = 38 sad pega, rpawm us puolzrpsianf upg of w0> fofequas jaoxo 20d onouunasoyon02 pso994 2] 2p euisus yppwoge ep op) ‘ap sonaqguoo ap uePrnesay ap 8 szooud jap 208 ap massa cozex Hy samepowou ezpeIpoM 2 os apd wast) sey SepIpaut see cues ta Uprone ap adurma ns Own fe ayaa 2p HPI Ne ued 98 7 woo {anuaweaqag 'upioenMp A 9 eourpsane> AT 6 A sexx souatheo seppset anoip w satu, eprynoxy 3169 Ou "Yeioqn] eusaew uD yar sefOI 59. peu: no ‘ofeqea, 9p zanf jp ant elopered sepypniin sursumrsaidxa syprpem meaayp as open oatypiadsa 89 4 6¢9 uy) eantunoe i EpIRAM ToIMbyeND AMoIp ap peynse wy] ap zanf ye wep 38 opens oorrpns> onyradss 0 oonpuad ze sand apsants ipod a fap opuarperosand “vawop) aynsat anb 2p “osnnunp oyey p remove vned srumaindo soxoqpve meadope opmusno swourpeyeyse sexo sod anny 869 ssopmpzimseaee ‘owuany wasps w] ap unayop opens tn “ofleque us |,.oKernnsur, sepod 269 iajepuors A seus sopessooad semen von ‘Prprigssuodas 4 papper ‘eapegoyay mowap anb peysoqod ‘ossomg pp 204 p> zany coseo0Nd ap oda wpor x MUD 59 TIP ho ‘an espmaad wun sowopiuosy aejmme> apes ua zanf oped aetna aoxp arb oro pded ya orsadse oumyp un v sourysre easy soe sns8HNY AW ELAVO gags NA TYUONYT ZINTA jaimes Fare pepeuoprodosd e] 4 epuomafuoa a aap arnaasIp ‘opastpnd'yjsnee2 ap seprpyepaw se] see) up asm save ap) ssueFApHOD ga gaa and opow 9p ‘repputes penny sun ap ‘olvqeay, ap anf Te sea0p 2p peprsasau | woylxs amusuesane fend of uyEseAsope 2] 9p owsandnend jo un np}epA ep ofp ‘ssirwande pond emo “yopepeennsp pp sosazorar 20] owas “rponaruss xy =p etseay> xj safhaond ap pepoaat ap ome > Pepe s ‘pepyorsiod —“epsIoWome PepIEUooUBSHNf ns “YANN HY 3p svaNs ‘sopentaumpuny svasanc opFsnpes aqap sand ‘ampane> osssoud jap nproanipabe ef 2p Tenma> ab sau zan{ [g ‘ofpolou jap peptnurauos wo uorsonpoud =p asav0%d 00 310 Consideramos, por elle, la nécesi¢ad de una refoina legislative del procesa cattelar labora, lt misma que debe girar basicamente sobre dos HI primero, asumir que no existe niguma taza justifiable pata smitarel pader cautelax del Juez Lehora:y a segunda. destacaren todo caso, un deter especial ce funlamentacion 0 mot resoluckin judicial en la qte se decida ina ined ea aquellas q angeocta de ‘en especial, das excepclonslmente atendiendo a la neces y Ja cautelar,impliquen desapederamient, eomo sucede, ceuestro y La retencién; de este mado, resulea por ejemplo, en el aconsejable volver al texto del peoyecto original de la LPT, antes ‘uanscrto el cual deberia se mejoeado en Ins rérminos que proponemos snd adelante 9, CONCLUSIONES Oa. ta eoxta cautclr provee los inseramentos conceptual, ‘sicatuente los presupuestos y caracteres de toda media cater, Jos cuales son el soporte ractonal pars discernir la pertinencia y procedeneta de un ped cle tutea cantelar 9.2.51 bien cada uno de estos conbeptos basicos cumple un papel importante dentro de Ix teovta cautelar, y, concretamente,sirven decisivamente al Juez, al momento de calificar una solicitud de cautela, entte todos ellos, resaltatios Ia Adecwacién y la CContingencia,eategosias que, de manera especial, sustentan nuestra aque ls que tiene ed Juez Civil: ello por euanto en vireud a su cardcter a administrar las contingente, el Juez estt obligado a adininst ceautelares, previa evaluacion de su ariecuacion a la solic ‘objeto detutela eantelar la rogulacisn normative de las medidas-cautslares en 93. Ee insubh Ler, 0 este dispositive procesal no permite el empleo de todas las medias cautelares regulades et ‘uso de dos medidas cautelares pare fuara ejecucitn forzach (lnsceipcion y adiministacioa) y no se permite el uso de medias a lose permite laces genéricas. 9.4L reetrccion 1 snotada ne soluciona lana declarada poo normal inplfcita voluntad del legistador de impeclir ge percurbe funeionamienta de Is unidad prodcriva o del negocio, durante la iipsl, por cuanto, varies medidas cautelares proserites por la LPT, camo el depésito, la intervencim y el secuestro, pueden dlctarse sin alectar Ta consinuidal y estabidad de la empresa y porgac la propis teoris cautelar y su regulacion positiva genézica, poveen al Juez Ge fos instruments conceptiales y legales para adecuat, congreate y proporcionalmente, el pedcia cautelaral bjeto pendiente de tutla jac La actual invuficiencia normative de laborales, pone en tela de juicio Ix eficacia de jurisdiccional en materia Iaboral, pues colaca en ostensible siesgo el ccurmplimiente de Ix esencla satisfactivs del proceso y la concrecién de derechos fundirnentales como el derecho « una tutela judicial clestiva, cuyo contenide eserclal comprende el de aleanzar Ja oportursay total eecucion de ka sentencia 916.No existen razones atinentes x la naturaleze especial del proceso labora) para no apliar al proceso laboral, siguiendo Ja regla de ercera disposicion final de fa LPT, de medidas caurtelares regulaces en el CPC y con elas Ine” ssupietoriedad contenida en rosupuestos y requisitosqyue aquel exige. “00 311 p ns anuuyeysadso prvapoer 3] Cues owandns ae wed aub Frataeat fe] Woo “oumaIR ap UoTsIeOd 9 anaMaU a9 anbume ‘opengo zon{ po “wee onunsatd ap opp 0 uarg hp e>ypnt ugyesaeye wy ao ox¥sssst09 ‘oftrequia zeae apandd as “cusp ua apquioaide so poured uprsusieed ™ opmna ~yayZz¥oa NoINDafl Vaning vavd svareaN. anfiws anb opaw jp ojopuysolom ond e> p mm anasap 2 jens o} ued ‘pou epIpeu eH ap puogey anf [BP sprpqusd ee, ocepu ye sompor an oayqray oxy ua aejzamea en [= peso LOpRIDE [Pp sony © setoresuadeion Giovanna Visintin’ eel Oa a eee Omen rae ed eee mac ere ae ncaa Pega ie totes ACT eens PROCESO & JUSTICIA REVISTA DE DERECHO PROCESAL REVISTA EDITADATOR LA ASOCIAGION CIVIL TALLER DE DERECHO CONTENIDO Presentacisn.. 5 Bugenia Aviano Deho oe ‘Algunas refloxiones sobre la denominada etutelaantiipatarian Yy sobre las «medidas de satisfacetGin IMME nce 7 Luigh Corsaro ‘ La llamada «responsabilidad civiy de los jueces ea el ordenamiente juridico italian... " Giovanna Visintini Eleatilo de ths sentenctas: ct modelo italiano... 3 Franco Cipriant Casacion y'revocacisn en el sistema de fs fmpugnaeiON@S. Dante Ludwig Apolin Meza Intoduccfn al estudio de la teoria de la pretensién. ‘Michael Vidal Salazar La tutela eautelar en el proceso Jaboral peruano, Victor Roberto Obando Bianco Contenido y alcances del derecho a la tutela jurisdiccional efectiva: mecanismos processes. 9 9 Eloy Rspinosa-Saldaia Barrera Ley de procedimiento administrative general: las razones dde'su puesia en vigencia y una breve meniciin @ us rasgos fundamentals. m4 Leysser L, Lebn Hitar {Las malas lecturas y el proceso de codificacidn civil em el Pen Pasquale (Del Giudice Los procesos y las penas contra los animales, 11 mnae 133 "00 315 La tutela cautelar en el proceso laboral peruano ** 1 Introdu El presente trabajo tione dos finatidades, ta ‘primera, busce realizar un trabajo ertien dela regula cin vigentsen nuestro pais sobre fa tutela cautelar en el proceso labora. La segunda, exponer las necesida- des dena regulacion completa de dicha tutelaen cual- aquier Ambito, y més ain en cl det Derecho Process! del Trabajo. Para los fines antes sefialados, partimos del andlisis de i naturateza del proceso labora, para 1ue~ go desarollar la visién moderna de la tutela urgente, que no circunseribe su contenido a latutela cautear, sino que comprende adem a la tutela anticipada ya ta tutela autosatisfactiva, Por dltimo, nuiestra exposicién trataré de es tablecer fa importancia de a tutela jurisdiccional efec~ tiva en la aplicacién de las normas vigentes y en la nécesidad de reformar el procesa laboral en materia, de tutela cautelar. 2, Bl proceso laboral: naturaleza Un primer punto a ser tratado en este trabajo es el relacionado a la naturaleza del proceso laboral, + Amis pices, * Michael Vidal Salazar ‘Abogado. Peofesor de Derecho: del Trabajo en la Pontificia Universidad Catdlieadel Peri. ‘materia del Derecho Procesal del Trabajo. Es decir, ddebemos establecer cual es ef origen del mismo. ‘Algunos han calificado ol Derecho Procesal el Trabojo como parte del Derecho Laboral General (conjuntamente con el Derecho tnividval y el Dere- cho Colectivo del Trabajo, ¢ inclusive la Segurided Social). Ello resulta discutible, principalmente por- quel contenido del Derecho Procesal del Trabajo son, las instituefones y-principios que hacen viabte la exi- gencia del camplimiento. de los derechos reguledos por el Derecho Laboral. En otras palabras, no puede considrarse al derecho procesal como parte del dere ‘cho material que regula el contenido de las controver~ sins que se tretaran de solucionar a través de sus insti= tuciones y principis. Lo antes seftlado, no significa de modo alguno que no deba tenerse presente al dere ‘cho material en juego pan determinar que matices pue~ den (0 deben) existr l interior de! proceso labora Habiendo realizado esta diferenciacién, de~ bemos determiner, coma surge el Derecho Procesel Laboral ye! Proceso Labora, a fin de establecer eus- Jes son las instituciones y principios que les son apli- cables, eds, miermans, noel exit, spoye y pcinca Mindata A Rasen por rams uss rain para beso, "Des! sales loss comantioe que ele resem see deSera ethan y Reyna Susi, y de marera ay espe cence po sult yl apoyo en i vids profersons, calms y doe. "PLA RODRIGUEZ, Amilo, Cus de Derecho Labo, T, VOB Atl Monsvideo, 1980, p, Proceso & Justicia p ‘Michael Usal Safasar Sobre el particular algunos autores han eali- ficado al Derecho Procesal Laboral o Proceso Labo- ral cori una rama aulénoma del derecho, basdndose en la existencia de principios propios com relacién al proceso civil? De otra lado, autores como Montero Aroca, sostienen que el proceso laboral es un proceso civil special, que tiene su origen en a inadeeuacién de los procesos civil ordinarios para hacer frente, eon ce Jeridad y cconomfa, 2 las pretensiones que tlenen st fundamento en las retaciones de trzbajo.? A nuestro parecer, en una posicién mds cer- canaa.esta dhima teorfa, ¥ coineidiendo con fo sen lado por Paredes Palactos, cl proceso laboral se inser- i en la dogmética de la teorfa general del proceso, que configura lo que se puede denominar un Derecho Procesal General.* Desde este punto de vista, debemos conside- rer_como instituciones comunes a todo proceso, {a accién, la competencia, los medios impognatorios, in legitimacién de ios partes, la acumulacién de proce 508 0 partes, los medion probatorios, y por supuesto, Jas medidas cautelares y la totela urgente en general Ello no significa, in erabargo, que no puedan existir peculiasidades en cl proceso faboral en virtud al dere cho material que se viabiliza a través de éste, y que por sucarécter protector, merece una especial preocu pacidn y aplicacién de las institucfones que aseguran Teta Gate Sinrema, a ABSVOCATUS Suey TMONWOY CaLved y MONNOY PALACIOS, op, S PEYRANO, "Aspects." op ei p12 SED Sat hin ide attpatera om Genera yen el Derecho Lata En: Senfencia Anita (Despechos terns de Fon 05 Nes, 20, 9 13 ikon, pe * DEECeSANTOS, MobelA, resluconr snicitras y mesos montis, Revista Pensa de Bere Mecca, 888,27 2} MONROY GALVEZ y MONROY PALACIOS, ap i, 203, Aap conta el eon igen deta el usigstra, Las iets innacioncsbasleisylrcepitn rimers nce, 1808, i Proceso & Jutta ® ‘Michael Videl Salasor En cuanto a las medidas anticipatorias, sen- tencias anticipatorias o tutela antcipataria, existe una discusign sobre sti aotonomta respecto de las ‘medidas cautelares. Para quienes las reconocen como tuna manifestacion diferente 4 las qvedidas eautelares, las medias antisipatorias cumplen una fencion dis- tinta& la gue corresponde s aquellas que 2puntan, no aa garenizar la eficacia de Ia sentencia sino a la satis faccién inmediata toal o parcial de lapretensiéa cos tenida en ta demanda cuande de fainsatisfaccifn pue- da derivarse un perjuicio irreparable.” Asi pues, Peyrano sfiala que, estas maniestaciones, nacieas det Ingenio brasiefio (en cuyo Césdigo Procesal Civil — articulo 273°- estén regulndas en los procesos de co- rocimiento y no en los cautelares), no tienen natura- teza preeautoria ni engendran un proceso accesorio fnstrumental de tro principal, sino que dentrodel mis- ‘mo proceso principal sc postula y obtiene la resolu- idm anticipatori, a eval, en vez de asegurar I futura realizacion del derecho, reatiza el mismo, antes que el proceso finale." Sobre el particular, se considera que, ssientel caso de las medidas cabtelares se necesita una ‘mera verosimilitud, para las medidas autosatisfactivas tuna fuerte probabilidad, para la tulela anticipada se requicre certeza suficiente, asi como una urgencia ‘impostergable (plus sobre “wl peligro en la demora”), Jy un conjunto de ciccunstancias que fustifiquen una Tespuestajurisdiccionalfindamentada en \a equidad, debiendo sus efectos ser fécilmente reversibles! Sin embargo existe una parte de la docirina que niga la existencia de una tutela anticipatoria di- © DE 10S SANTOS, ep 9.72 NPEVRANO, "Aspens. apt. 13. A SEDITA, op ct p 706; PEYRANO, op ep. 1-18 ferente ala tela cavtelar, sefialando que dichos on sos pertenecen # las medidas cautelares, pero que st trata de cautelares coinci Ineficacia de la sentence final, pero su contenidat ne una intima telacidn con el contenido de hn relacidn Principal. Pare quienes postulan esta teorfa el heche {que dichas medidas cautelares sean discatidas por un ampli sector de fa doctrine™ que se resiste a adritr que los efectos de lo solicitado se pueden concretar Sin que exisia engnicidn pleva-y cosa juzpada (pos land fa existencia de-una anticipacidn de tutta), se debe a la pereepeidn equivocada de que ésta anticips os efectos de lasemtencia. Esta dttima resultariaerra a, por cuanto toda medica cautelar es contingent" yy la identidad que pudiera enistir entre tos efectas d= tas medidas eautelaees coinedientes y la senenca del proceso principal no es de eardeter judi. Ela ditima posicién la adoptada por nuestra Céstigo Procesal Civil,” y por la Ley Procesal dl Tra- bajo, Si bien la discusidn sobre su natuesleaa puede continuar ain mucho tiempo, lo cierto es que ennues- tro ordenamiento, se ha regulado como una medida cautelar mis, sindole aplicable las soglas estableci- das para éstas (fanto en el proceso civil como en el Inbore!), teniendo en cuenta que proceders so en virtud de Ta necesidad impostergable det que ta pide (plus de peligro en la demora) y la firmeza del funda mento de fa demanda_y la prutba aportada (mis que tuna mera. verosimilitud o fuerte probabilidad), de- biendo obviamente tener efectos reversibles (en vir~ tud.a fa misma naturaleza de las medidas cautelares), En contapricii alas oor no concen, etvactesiadte por segura elias de (a sone fsa refine in peters rincipl "Que om mm pn partite vegan ashe sabe pti ede epee gues pis prolifer ns, "Por canto Toque ered aos ed dn efectos flo pedi ne (Aro 273 del Cig Pres Ci ie rosso eontlaye de mares deafeerabe pax el icons de aed area, deg poe x Sean, debiends pat nd gue la tuo, ctrl kar ure ala al esta afro de fn jes ea oe i agit fee ela cleenioex nian etabeceruna colacidenciaricticn ene lo ques ejecta ylat "An 64" Media engorl sohe el Bondo; Excepionlt, pr fanezsdsdinpoterzale del gu ta pide apeein irera dl fname te prado ro en spo inane 2 Iademcnds y procs aporada, ts medide pusde constr cam jean atcpala dew que el ucz es decd nin So Proceso Blues w 00 321 Latta coutelar en ef proceso laboral peraano 6, BI proceso cautelar y las medidas cautelares Cuando. hablamos del proceso cautelar y de ls medidas cautelares, objeto del mismo, no hace- mos referencia a otra cosa, que a l tela cautelar Dicha manfestacién forms, conjuntamente con la ti- tela autosatisfactiva y 1a tutela anticipada, la ya desa- rola tucla urgeni, Sobre el particular, debemos {ener presante que las Genominadss medidas eavtlares tienen como principal fin “evitar los peligros inheren- tes‘ la imperfecien del proces jursiecional, pro- curando garantizar ya desde el momento dsl presen tacién dela demands, e incluso en ocasiones €onan- teriotided sa, ln tectivided future del derecho afi mado en la demanda”™# 6.1. Autonomia del proceso cantelar Sobre la autonomls del proceso eautelar se ‘han desarrollado posiciones contrapuestas. Dicha dis ccusign que pertenece no silo al Aimbito del proceso civil, Sino a Ia teoria general del proceso, se manifies- ts, enconsecuencia, en el Ambito procesal laboral, So- Ibe el particular, Blasco Pellicer sefiala que uo han faltado en la doctrina procesalista opiniones segiin 4s que, las medidas cauitelares constituyen un simple incidente en el proceso principal declarative, © wna medida de aseguramiento en el ejecutivo y, por lotan- ‘to, carecen de autonomfa suficiente para ser conside- radas como un tercer proceso”. Entre los autares que encabezan Ia eitada posicién se encuentra Serra Dorninguez, para quien st bien “es indudable la auto- roma procedimental de algunas medidas cautetares que deben tramitarse por tal motive en pieza separada respecto det proceso principal, y poseen unos supies= tos propios, sélo parcislmente similares pro nicnca iénticas alos presupuestos sustanciates de los que se deriva Ta consecuencia juridica principe pretendida en el proceso, tal caracierfstice no es sufiiente para consttuir un nuevo tipo de proceso: et exter, junto 4110s otros tipostradicfonalmente edmitidos. Obsta 2 clo ia forzos dependencia y subordinacisn del pro- cedimientacautelarrespacto de proceso principal del que tan s6lo.es un simple incident”. ‘Sin embargo, y tl como lo sefala el mismo Blasco Pellicer, una parte de la modema doctsina se- fala que el cautetar es un proceso auténomo, sin per juieio de su carécter instrumental (que desecroliare- mos ms adelante, y euyo contenido debemos mante- ner al margen de esta discusi¢n para no caer en el error de Serra Dominguez)! pues en dicho proceso "se deduce une pretensiGn stint de Ta que se ven en el proceso principe, sienda su tratamients sustan- tivo y procesal totalmente distnto y su funcidn dife- rencinds" Se habla pues asi de tris elases de proce sos: de conocimiem, de ejecucisn y cautelar, con f nos distintos: juzgar, ejecutar lo uzgado y asegurar La ‘ficacia de lo que se jungert.”” 6.2. Caracteristiews de las medidas cautelares Sobre las medidas cautefares existen muchas consideraciones. Sin embargo, a los efectos de este ‘abejo, debemos tener presente las siguientes carac- teristices dela torela eautelar. Primero, Is ttela caulclar ne es satistuctiva, las decisiones cautelares no peneran firmeza o vidad,-y en ello podlemos incluso encontrar + SERA DOMINGUEZ, Manic y RAMOS MENDEZ, Franco, La mosis cauelas ene proce ii Baselon, 1974, p12, "*BLASCO PELLICER, Antel, ab medidas Caucres nel Poses ul, Earl Civts S.A, Mati, 1996, p25, “SERRA DOMINGUEZ.) RAMOS MENDEZ, op ct p28. “obec el par debermes tener peantelo ena or BOMFIM en leno qr“ wooo ea poten cater esi conn so ln csanina bj oe punto ester o foes Fsetameate es en talo auidnoma (eee y roeedinenanert) fo Que al lane fenton clans bajo pune de vinden sinenaalded puede hare el acacia, dao gu fialiseancteacasela ‘i ged pouee saistcivo, (BOMEIM MARIN, Vite A, Tels Coulee, rea Ede, Curva 1986, p. 168. tue “+E at coment dactin trai BOMFDM ha nanifestado que conesponde "a pros cater a unc de gaat efi de siviadjretcionl,fene an peli exrasdinac cia efunioeate"(BOMEIM MARLINS, ope 16), “ MONROY GALVEZ y MONROY PALACIOS, p itp. 83. Proceso & Justia 6 Michael Vidal Solera Qu {a diferencia entre las medidas ejecutivas."* De otro Jado, le tutela cautelar es auténome,“* caracteristica que hos remite a su fin, que no es otro que lograr ta eficacia del proceso, y no Ta satisfaccién. misma de ‘una pretensién lo que diferencia al proceso cautelar del proveso principal, x pesar de la pendencia exis tente del primero con el segundo.” ‘Asimismo, son caracteristicas de tas medidas ccautelares sv provisionslidad provisoriedad, y su instrumentalidad, Sobre la primera, Calarmandret ha ssefalade que ia cualidad provisoria de las medidas ‘cautelares se refiere a que fos efectos uridicos de las rmismas no s6lo tienen duracidn temporal, sino que ‘ademas tienen duracién Timitada a aquel perfodo que deberd transcurtir desde que se ordena Is ejecucién de Ja medida, lusta cuando se expida la resolucién final del proceso principal.t* ‘Acerca de fa insirumentalidael como caracte~ ristica, por Ia cual se liga a tado proceso cantelar al ‘procesa principal en previsién del cual se dicta, nace enespera de un pronunciamiento definitive posterior, en defecto del cual no s6lo, no aspita a convertinse en defintiva, sino que est& absolutamente condenada dosaparecer por falta de objeto? Por iltimo, hay quienes sefatan como carac- teristica principal de las medidas cawtelares su tem- poralidad, porla cual, pesea producir sus efectos desde el momiento en que son concedidas, tienen una dura~ cién limitada, eon Ia finalidad de cubrir el tapso de ficmpa existente entre fe interpelacid judicial y la efeclividad del derecho, es deer, esta condenadas a extinguirse, tanto si se afirma Ia conclicidn que le dio ofigen camo si se la niega.” Sin embargo, para una fran pare de fa doctcing, dicha temporalidad se en- onteiea en st provisioalidad o provisoriedad, En te sentido, Monroy Gtlver y Monroy Palacas, han ‘sefialido que “lo provisianal se diferencia de lo tem- poral en quelo segunco comprende aquellas situncio= ‘res procesales sujetas a plzn, en cambio, fs provi sionales estén sujetas als con iguraeién de unaiueva sitwacién jurldiea, para referimos al pénero™ 62. Presupuestos de las medidas eautelares Acerca de los presupuestos de las medidas ‘antelares debemos soflalar que se tata de un tema en el que se discute ta incorporncidn o exchisiGn de do- terminados requisites. Sin embargo, siguiendo ala doc: trina mayoritaria podemos hablar de por lo menos te presupuesios: apariencia de derecho (fomus bonis irs), peligro en la demora (periculunt in mora) y contracantel El primero (apariencia de derecho) es un re- quisito bésice para la procedencia de Ia soticitud ‘eautclar,y se basa en la probable existencia del dere- cho invecade sin ser necesario probar el mismo, 10 que serd materia del proceso principal. % De esta mit nem Ia apariencia de derecho se presenta como un presupuesto fundamental de toda medida cautelar. ‘Sobel partisan SERRA DOMINGUEZ rota qte~..comp scandent sive Caras eta media cml eouva dee cra omogitad, ques embargo na debe tupencr em wingcn i Una ienlad. in efet, 1 redilsatci6n ge} detec consti 1 ‘medi cuca por excl sye eta acai nce Te mas ears, Pet af alae of derecho e pera incermbte, je nopucde acu sine ammarniento que rapore el pscedinieno julio pede portato sip a media cases a edie ‘jects. Pesos pode jac atlanta algons cleo qe peanuts una suai de equi sae pariea” [SERRA DOMINGUEZ RAMOS MENDEZ, ap et 19). “* MONKOY GALVEZ y MONROY PALACIOS, ope,» 193. “eg? sobre el cual SERRA DOMINGUEZ sotaa "a penoncin dean eocso rncpal opers st} cr prespusstad x mayor de at meas cael, que slo pueden plans a ezinnido: psn plata" (SERRA DOMINGHIEZy RAMOS MENDEZ, it,» 43), rasan ca as medidas cane: dent del proceso, ndcan, pare at le a medida fuera de DCEO que itiod en eos upc ‘eee etapa yl conseracom dl proconopoctorel ese In aden di el calla”(SERICA DOMINGUE RAMOS MENDED, op cto. SCALAMANDRE, Pero, BrovemetasCanlae, Fite binges Argeting, nas Ales, 1946, p 36-37. ale, p. 4645. * SERRA DOMINGUEZ y RAMCS MENDEZ, onc, p17. MONROY-GALNEZ-y NONROY PALACIOS, op ci 9.494 ; Sobel partaiac HOMPTM seal: "lui de probabil, qu el ue debe ces yaaa constataié dl deh paren e «sufcene para el exam (eoediéndolo oo) del redo de calla, Easendo, por tm, ia upaince del exec aim y 3:8 ‘seat enc prose principal.” (OOMFIM MARINS, 69 chp. 10) Proceso &e Just 6 nN 00 323 ~ Intute etelar en ol proceso labora peruano El segundo, denominado peligro en la deme 1a se encuentra vinculado al dafio que puede suftir quien soltcita Ia proteccisn cautelar por el transcurso del tempo, dato que ademés debe justficar Ia ejecs- cién de la medida solicitada. En otras patabras, de acuerdo este presupuesto, cl juez debe constetar que de na coneeder inmediatamente la medida cautelar solicitada el fallo defintivo tal vex. jams se ejecute con effeaeia.® Sobre la contracautela, 0 denorninada’ 2a, este presupuesto tiene coimo fixidamento el posi- ble perjuisio que puede suftir le persona afectada co tn medida cautelar, y consiste en la garantia que otar- sa quien solicita fa medida cautelar, acerca de los per- {ities que la misma puede ocesionar, siempre qué el derecho qucta fundarnenta no sea amparado enel pro- eso principal. De esia mancra “Ia-previa prestacin de la fianza constinye ef remedio legal para asegurar Ia indemnizacién de los hipatéticos perjuieZos que se coused** La citads flanza puede ser real o personal, e inclusive meramente formal como en el caso de [a caucién jurstoria, por fe cual la contracautela, en al- unos casas, se enliende otorgada solo con el “dicho” del peticionante de la medida cautelar, es que asume lz tesponsabflidad dc tnl pedido.* Por timo la doctrina no es pacfica respecto 4 incorporar como presupuesta la pendencia de un proceso principal. Dicho presupuesto estariavincula- do al hecho que sofo podria adoptarse uns media cautelar unt ve2 iniciedo un proceso principal, cons- tituyenda ello, una mayor gasantia de probabilidad det derecho © situscidn que se pretende garantizar™ Si bien en la actualidad se ha regulado. en diversos ordenamientos fa postbiidad de solicitar sina medida cnutelar antss de iniciarse ef proceso,” no cabs dua que la misma sigue dependiendo de un proceso prin- cipal, pues lo contraro significarfa encontramas ante ' PEYRANO, Jorge Wiis, Media Castle loath SELLA DOMINGLIEZ y RAMOS MENDEZ, op et B02. tuna medida autosatisfactiva, antes ya definida, Bn todo ‘casa, de no considerarse como un presupuesto, por lo ‘menos serla una caracteristien, 7. Lay medidas cautelares en ¢l proceso laboral Heemos expuesto en lineas anteriores ta vin« colacién existemte entre el proceso laboraly el proce- so civil, y emo Tos mismos forman parte de una sola SFRRADOMINOUEZy RAMOS MENDEZ, op cit B48, 8 SERRA DOMINGUEZ y RAMOS MENDB, op cl, p37 Ta coms sede con ues Cdeg Postel Civil enw aro 636" que regula "id cutlr Rura de pres! MONTERO AROCA, ae, EI Procza Labor TH, Bosch, Sureonn, 1881, p25 ( SERRA DOMINGUEZ y RAMOS MENDEZ, op ct 3 Proceso & Justia Michael idol Salazar cho", es decit, que existe in objeto de reclamo. Para ello, Ueben utilizarse medios probatorios que coinci- ‘dan con la naturaloza de Ja tutela eautelar, sienifo las ‘mds idéncos 10s documents. b) El peligro ew la demora y el principio de celeri dad {arse de un proceso labora, easi To smo que de- cir que la tutela cautclar es innecesaria.* ‘De otro lado, el principio de celeridad es un principio que-no se encuentea consagrado tinicarente eel proceso laboral, sing que es una piedra angular dentro de la teoria general del proceso. Si hien el pro- eeu laboral tiene como abjeto, derectos de alto pra: do de importancia come los laborales, la figura se re- pile en proceses sobre derecho de familia © derecho iiblico. Porello, hablar de un tratamiento especial del presupuesto de peligro en In demora en el proceso la- bora, resulta impreciso y poco compatibe. ©) Oportunidad para solieilar ta medida cautelar De otro Indo, en algunos patses® se ha regu lado como oportunidad para preseniar la solicitud ‘cautelar en el proceso fatoral cualquiera que sea pos- 1 BLASCO PELLICER, op cy, p62 terior a la presentacién de la demand, El tema en el proceso civil ha sido cerrado con la posibilidad que se otorga de soliciar las deno- ‘minadas “medidas cautelores fuera de proceso”, cay vvigencia. depende del inicio pasterior de un proceso princinat, ld Wel proces Gulu: 1 este any 4) Necesidad de cantracantela ‘Uno de los temas ms discuticos en el émbi- to laboral es fa necesidad de contracsutela paca solici tar Ia medida cavictar Ast, par cieria parte de Ja doctsina este pro~ supuesto no seria exile en el proceso leboral por ‘euunto el riesgo de causar un dato al demanad, st Ia apariencia del derecho no se confirma, es mencr ‘que en el proceso civil, por cuanto el condicionar Ta cautela 2 I prestacién de una fianza puede tincer in- ‘iil su ejereicio, contrdiciéndoce el earkcter tuitive del dereche taboral!* £2 tema ha sido tratado tamnbign a nivel tional, En efecto, fa doctrina pentana ha eriticado el hhecho que la Ley Procesal dct Trabajo exija In contracauteta, senalandto que to mds ideo es dara ctterio del juez el apreciar si el crédito del trabajador se encuentra acreditado, para conceder In medida fs al que incline en piv como Espa, so ea eate prnuput cn ids enucrs or exclecia como el enbgppreseevo (arte 79" de Ley Pres! esol, ‘Stn pout lary Praca et Teja de mde cavelares"destro dem pce 6, metres Lzy Proce era ‘spat igs slit del enbarn poventva la preselacién do ademas pas usar carci pester pero ior al selene (erica 7, Scena del Tbunal Costitasional Espanol 141992. “S HLASCO FELLICER, op a pI Proceso & Justia a 00 325 7 La tutela enutaler en af process laboral peruano cauteler, sugiriendo inclusive la exoneracién de di cho requisito tal como ta hace el Cédigo Procesal Ci vilean algunos orgunisntos piblicos (eticulo 6 14°.!* [Dichn innecuacién de Ia caucién en el proceso tabo- ral tamhin ha sido expresacs por la doctritsa interss- clonal!” Eis pues innegable lo discutible de-este tema, Por tn lado es cierto que exigir contracautela a un trabajador ag inadseundo én tanto en le mayoria de los casos na conterd con recursos econdmioas para enfientarls, hecho que no se soluciona con la posibi- lidad de otorgar una cauci6n juratoria pues, de darse #leaso, el trabajador se encontrard en la misma faca- pacidad econémice de respondcr frente & ella, Esto, puede apreciarse, no es una situacin exclusiva de los trabajadares, sino también de la madre que exige !a pensién para su hijo, o del litigants pobre que recta- ‘ma por su nica propiedad, por lo cual, no es un tema que cortesponda inicamente al proceso laboral, sino Al proceso en general, Sinembarga, de otra lado, debemos tener pre- sente que una inadecuads y permisiva regulecién de Ja contracautela, en cualquier dmbito del derecho, puede Hevar a convertir a las medidas cautelsres en “poderosas armas al servicio de-ls ltigantes de mala a) ‘Aamuestro entender, debe ser el juez quien de- clda la nevesidad de requerir al soticitante que otor- ‘gue © na una contracautela, atendienda su condli- ign econsmica, ) Nevesidad de permitirsa cualquier forrma de me- dida eautelar De acuerdo a lo expuesto hasta agus, el trata- mionto del proceso cautelar en el Ambito labora! no unt desereollo estiecia importante frente a on RE) MONTES, op i, 9.236237, la regulaciGn establecida en el proceso comiin, por ‘cuanto, en ambos las necesidades resultan ser muy parecidas. Tal similitud debe ser aplicable jgvakmente en lo referido a lus diversas posibilidades que debe ‘ener ef demandants para cauteler su derecho, En tal sentido, el Cédiga Procesat Civil ha regutado una serie de medidas cautelares cuya consi sgacin tiene como direccién comtin la efectividad de Ja sentencia préxima a emitirse, es deci, obedecen al derecho a ia tutela jurisdiceianal efeetive. Ast pues, se regulan medidas cautelares pasa furura eiecucisn forzada (embargo, secuestro), medidas temporales sobre el fondo (sobre las que se discute si su naturale- 7a es cauislar ¢ de sentencie anticipada), medidas innovativas y de. no innovar. Pero no sélo eso, sino que edemés otonga al litigante le posibilidad de solict- tar cualquier clase de medida que no se encventre en alguna de las anteriormente mencfonadas, sujetando- sea la denominada medida cautelar genéric,conte- ida en el anfeuto 629" La amplia gama de posibilidades que presen- te] Codigo Procesal Civil, y fa tear genral del pro- ceso, corresponde a la necesidad de proteger al dere- cho-ala tela jurisdiccional efectiva de los litigants. Por ello, es necesazio evitar que la resolucion que se dicte carezea de efectividad al comprobarse que su ejecucidn se hiza imposible porque el tiempo neces rio para su elaboracn fe provorad la desaparieiés eTos bienes con los que se puda haber hecha efecti- ‘vo e! pronanciamiento: Ello se hace mas evidente en el proceso labora), en el gus existe una parte mis dé- bily mas necesitada de proteccién (lo que no.es ajeno al derecho de famitiao al elerecho pitliea), a necesidad de regular medidas ouulelares suficientes en cualquier proceso, he quedado ratifica por e mismo Tribunal Constiticional Fspatol, que Ja sefalado: “Ia tutela judicial no es tal sin medidas * BAYLOS GRAU, Anionin, CRUZ VILALLON, Js, y FERNANDEZ, Mara Ferennds stucloues 6 ava procs bors, TROTTA SA, Mods 1991, 0.998 "= SEA DOMINGUEZ y RAMOS DEZ, op cit p43. ‘Antu 9" Ades de ts medias etl resuindas ew exe Cio yon an deprives legless pn lise ycancederenn no revit, ove gue epee oes sacle eases dl ella, Proceso & Sista 2 Miche! Videt Salazar cautelares que aseuren ol efeetivo cumplimiento de la resoluciGn defiotiva que recalga en eh proceso” Come puede apreciarse el rot de la tutelaju- risdiccional efectiva en la relacién entre proceso fax oral y medidas cautelares es fundamental. Ast, ‘Vinaten Recoba, ha seftalado que la tutela jurisdiccio- na! efectiva genera la “obligacién pars cl Estado de crear meoanismos ¢ instituciones procesales que per- maitan sl justiciable satisfacer sus pretensiones y caultelar sus derechos"," no pudiendo sufrir limita clones de ningin tipo Er conchusién, lo que tratamos de afirmar es aqie sien el proceso comin se regulan una gran varie- dad de medidas cautelares a finde proteper debida- ‘mente al demandants ello es ain mas necesario ein- dispensable en procesos como t labors, donde el re- curtente relarea un derecho fundamental, que en mt ‘hos casos prima sobre los derechos privadr. 8. El proceso cautelaren fa ley procesal del trabajo La autonamin dal proceso cautelar, que he sido asumida por el Cédige Procesal Civil, cus habia expresamente-de un proceso autOnenio que da lugar aun cusdemna especial,” no resulta tan claro en el caso de la Ley Procesal del Trabajo, la cvat habla simplemente de“medidas eautelaes dentro dle un pro- eso" “Tras una primera lecturg, parecerfa que la ci- tada porma establece Ia procedencia de las medidas cautelares al interior de los provesos contenciosos re- lados por ésta (proceso ordinario laboral y proce- 506 especiales -sumarisima, de ejecuciéo, contencio~ $0 administrative © de impugnacién cle Iaudos ‘rbitrales-) sin que se ine un proceso mutsnowna que ddoha seguirse en cualerso separado, Las lagunas $0- bore el trimite de las medidas eautelares, y la const- © Sentenia eTwnal Constnucionsl Esp 231992, VIRATEARECODA, "as bases.% opel IC igen, IL, rada aplicecién supletoria del Cédiga Process] Civil hhaeen inviable dicha interpretacién. En efecto, i bien la Ley Procesal del Trabajo cstablece una regulacién especial sobre ciertos temas cen la temitacién de las medidas cautelares, existen tmuchos vactos al respecto, como, por ejempio, et ea- réctor inaudito pars, la concurrencia ylaejecuci6n de Jas mismas, temas que se encuentran roguladas expse~ samente por el Codigo Procesal Civil, cua aplicasisn ‘zupletoria, en este cava, se hace indispensable, Fn consecuencia, si diche regulacién aplicable supletoriamente, ha sido concebide dentro dela l6gi- ca de un proceso auténoma, tramitade en evaslerno separado, debemos considerar que la norma suplida dlebe acoger la misma concepcién, Tal es Yo sucedido en la prictice. En efecto, fos jueces laborales han procedido a tramitar las n ddidas cautelares en cundero separada, aplicando las ‘elas propfas del proveso faboral, nacidas de sus ca- racteristicas particulare: De esta manera, podemos concluir que en cl proceso feboral peruano se ha regulado un proceso ‘cautelar anténomo; y de soma importarcia para lama terializacién de Ia tutels jrisdicctonal efectiva de: las partes en ef mismo, necesidad que es indisoutibie jot como lo sefialn Guiseppe Tarzia al indiear que “la admisibilidad de wna tulela cautelar respecto dl las situaciones derivadas de la relacin de tro no je~ de ser tema de dudas”.”* 8.1. Finalidad y oportunidad de Jas medisiax antelarss en 21 proceso laboral peruano La Ley Procesal del Trabajo regala las mes fdas cautelares en sus artlcalos 96° y siguientes. pri mer parrafo del articulo citado expresamente se Are S3$ Tos fos acts aS obteni de os mide outa, comformap an proses atl pamel qu fama cute caviar especial feciln dali. Todo jue pe, 2 pedo de pute, dsr mein eauclar Send un praeeso,deston » ere cpl de la SSTARZIA, Glsppe, Mansa de Pracss dl Lavoro, Quart Eine, Git tore, Milin, 1959, 397, Proceso fe dust 00 00 327 | Latutela coutelar en el proceso laharal peruano corgi ide establever Ia finatidad y Is oportunidad en ‘que pueden ser solicitadas las medidas cautelares, en ‘os siguientes términos: “Arteulo 96% Todo juez puede, a pedido de parte, dictar medida cautelar dentro de un proceso, destinaca a asegurar el cumplimienta de 1a decisién ddefinitiva.” ‘Acerca de la finatidad de tes mismas, se se- fala que el juez puede dictar medida cautelar “esti- prada aasegurr cl eumplimiento deuna decisiin defi- nitiva!* Den lado, dicha afirmacién na haee ot cosa. que resaltar fas caracterfsticus de no satisfsetiva, provisori, instrumental y temporal de Ia medida ‘cmutetar Pera no 36lo esa, sino que, més importa atin, consagra expresamente la fnalidad de fa medida caulelar como manifestacién fundamental de la taiela jutisdiccional efeetiva, la misma que debe velar por tseguraral litigante la ejecucién del pronunciamiento que lo favorezes. De ite lado, 29 indica que, como e& Waco, In medida cautelar debe ser solicitada por la parte do- ‘mandanie y no dictada de fico. Diehe eoncepcion, tno debe tener un tratamiento especial en el dani Iuboral pes, consideramos que si caricter disposi vo.es incuestionsble, Por dltimo, se establece que Ia medida cautelar debe ser solicitada dentro del proceso, con Ja aque para mnchos el demandante earoce dela posibili- dad de soticitar tutele cautelar antes que se jnicie el proceso, situacién que si es admitida expresamente fen el proceso civil, mediante 1a ya citada medida sautelar fuera de proceso. Dicha limitacién eontrasta directomente con la finalided de la medida cautelar consagrila expresamente en el mismo articulo, y con cl derecho a Ia tutela jurisdictional efeetiva, por to Anela 97 Requisite deta sii gue piel mei he | Espana a indamenoe y dda de prersioncutlar ‘que deben aplicarse mecanismos capaces de armoni- zzarla citada norma con los prinefpins antes mencio- nados. 8.2, Presupuestos de lag meilidus cuutelares en el proceso laboral peruano ‘Ahora bien, considerando el fin.y ls caracte- titiens de las medidas cautelres, deberos tener pres $ente que, en el eampo Fico, su procedencia depen- de del cumplimiento de clertos requisitos. A nivel le cal, la Ley Procesal det Trabajo ba estableckdo en su articulo 97" como requisits pats la sofia de una medida cautelar los siguientes: " # cponer los fundamentos y modatidad de la pretensién cautelar. 2° Indicar, si fuera el caso, los bienes so- bre los que debe recaer la medida y el monto de su afectacion. 3° Ofrecer contracautela, que puede serre- cemplazada, por una cauct6n juratoia 4° Designar el érgano de auxilio judicial correspondiente, Mientras tos requisitoscitais en tos mume- rales 28,4" la itims parte del numer] 18, son sim- ples formas de establecer un pedido ordenado y com- pleto, lapeimera parte del numeral 1° ye] numeral 3°, imponen dos requisites, en los que se debe compren- der os presupuesios comunes a toda medida cautelar, En efecto, eel primer edso (exposiein do hos funda mentos) debe considerarse Ia screditacton de la “aparieneia del derecho" y del “peligro en In demo- 1a", dos presupuestos fundameriales de In tutela cautelar; mientras el tercer prosupuesto (Ia contracatela) se encuentra expresamente regulado. 2 ics fer el cas, ot bees see aque debe ec ered ye won osu fection, 5 (fecereatar tela £ jes tomane en cnsderactn i condicinectnrea cl saline, unde considers sufcente a auc erate “{Dasgnr el apie de in jasc cemespond ate Sule dl pstgula, por emo, Romeve Mente sca fbr de et eis que, a acverio al msm “l rzurete debe empress [Goeulneber que pone cu pliga a risgyel cumplinato dea cri, no cbse ea ebidemente seediada” (ROMERO MONTES, op 9 239), Proceso & Justia 31 Michael Videl Solasar Sobre los das primeros es importante comnen- tar también el anticulo 98° de Ia Ley Procesel del Trae bajo™ que entablece supuesios en que la pretensién cautola se aceditayel peligro en la demore se presi mo, Dichos casos son los slgulentes: 8) Cuando un acta de inspeccién elaborada por la Autorlded Administrativa de Trabalo constain el cierre no autorizado del centro de trabajo, +) Cuando el empleador ha sido dentneiado penalmente por el Ministerio Publica por delita con- tra la libertad de trabajo en los supvestos de simula- cidn de causales para el cierre del centro de trabajo y de abandono de éste para extinguir Ins relsciones In- borales. For la redaccidn de la primere paste del antf- culo 98° parecerta que, de contfigurarse alguno de los supuestos indicados, el juez debe presumir la verosi- rlitud del derecho y el peligro en la demora. Consi- dderamos que la presuncién de I existencia del segun- ddo presupucsto os indiseutibe, totalmente ldgica en los casos sefaladas por el artioulo 98° de ia Ley Pro- ‘estl de! Trabajo. No sucede lo mismo con la verosi- nilitud del derecho, en euyo caso, y pese al texto de Ja norma, resulta dificil a nuestro entender, dar por cumplido dicho requisit. Ea efecto, el trabajador ée~ beria,a pesar de darsealguno delos supuestos en men- eid, demostrar que se cumple eon lx apasiencia de derecho, Por ejemplo, en el caso de la empresa que haya realizado un cierre no autorizado, los rabajado~ 165 que hayan iniciado procesos por benelicios secia- les debetm acreditar por lo menos que trabsjaron ddeterminado tiempo para dicha empresa, lio no pue- de darse por cierto autométicaments. ‘No sucede lo mismo con el caso especial de procedencia regulado porel articulo 99° dela Ley Pro cesal del Trabajo,” La citeda norma seta que ia rae- ida cautelar proceds cuando ls sentencia de primera ‘nstancla ha sido favorable al demendante, aunque la sigma ftera Impugnads. El legislador ha quedede en deudia al redactar este dispositive, por cuanto ha olwi- dado mencfonar las consectienclas de que exista una sentencia favorable al cemandente, yse belimitado & suorizar fn sollcitud cautelar in cuando el pronune ciemionto he aldo impugnado, Sobre el particular ef artfeulo 615° del Cadi 150 Frocesal Civil, indica que en el supaesta deserito, nos necesario cumplir con acrediterla verosimilitud del derecho, ni offecer contracantela, Considessimos que dicha norma es absolutamente aplicsbie al pre- sente caso, y ofectivamente, exoneraria al solicitante de toner que ecreditar Ja apariencia de derecho, fa ‘misma que se veria refiiada en el slo hecho que exis- fauna sentencia favorable. dicha parte. Ello jastfica dems que, en este suynuesto, se exonere al litjgante de ofrecer contracautela. Ahora bion, sobrofa contracautela como pro supuesto de fas medidas cautelares en general, la re- ‘gulactén resulta ser absolutamente insuficiente, por logue serd necesarin aplicar supletoriamente el Cli- 0 Procesal Civil para completarla. Siendo asi, Je es aplicable fo regulado en el proceso civil (basicamnento cn los articulos 613° y 614" del Céigo Procesal Ci- Por altro €5 importante senstar que el supuesto de pendeneia encantrarla su consagracidin en lo regulado por el articulo 96" de la Ley Procesal del Trabajo, cuando habla de “asepurar una deeisién Anteulo 99” Acedia dl funmenta ela pretence Se acre la pretension eller y se pettne epg eta darareen tos sigs caso: Como osc de inspesct sora pr la Auda Admin de Toba conte cee no atria del ent det 2 Devore. 3. Cando el empleador hu sido denonindopenamente po x Minitrio Pilon por lta ear a Ebr st on os upc de smulci de cases paral eee del cot ery doshas de et pata enol as elmer esos. "Aneto 9° Casmespeca de procedenca- Phare pala cally evn la Selene. prima iancin ha sido fers deh singue ta misna fore Inga Procaso & Justia 2 00 329 * ‘La tela cautear en el procese faboral peruano

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