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Allanzs Universidad Anthony Giddens La estructura de clases en las sociedades avanzadas Postfacio (1979) Versidn espaicla de Joaquin Bolle Muro Alianza Editorial Titulo origin The Class Sera ure ofthe Advanced Socieres, nd Edition Esta obra a sido publicads en inglés por Hutchinsoa & Co,, Lu., Londres Jey, Primera iid en “Alianza Universidad 1979 Sexta reimpresion en "Alianza Universidae”” 1996 Reservisos toi los derectes. El contenido de esta obra ext protegido por la Ley, que estublecs pens de prsiin y/o multas, ademis de las comesponclentes indemaizaciones por dafios y peruicios, para quienes reprodjenen, plapiaren, distnbuyeren 0 coma te, ef todo 0 en pare, una obra lteraria, artist nsformacin, iatespreacign 0 ejecucica arctica (ja po de soporte medio. sin lt preceptivs sulonzacion © Anthony Giddens, 1973, 1980 © Ed. cast, Alianza Ediotil, 3. A., Madeid, 1979, 1933, 1989, 199, Calle Juan Ignacio Lica de Tena, 13, 28027 Madrid; teleh, 393 88 88 ISBN: 81-205 22362 Deposito leeit: M. 21619-2996 Compuesto lez Ciudad, SL fimpreso en Lavel, Los Llanos, C/ Gran Canaria, 12. Humanes (Madtid) INDICE 1 iv(Zud Prélego 4 Intoduccidn re 1. La teorla de las clases en Mane 2. la ait oe 3. Algunas tearias posteriores i 4. os erftiess de Mars: una extica 5. Revslorcién-cel-punto de visa waste 6. Replanteamiento de la teorla de las clase s 7. Replanteamicnto de la teoda de ts ceees (11) a 8:41 problema det devo capita i 9, La mediacida instinacional del poder ¥ !8 she 10, E} crecimiento de [a nueva clave media LL. La clive obcera en la sociedad capizalis ‘de Estado ¥ (a estructracion de a 4 4 en la sociedad contemporiines 15. El fucuro de la sociedad clasista a Poatfacio (1979) = Obras citadas en el texto Et protogo de un Tibia eprtibe stempre al final, y sormelmense So ce esputa de copeninat ol gerade de ot Ebelo, SE ‘eer el libro que babrla excita de Baber padido 18 explica ol lector epcas del trabajo que tiene ante él. No intensisé Te et tails del lector de te Eotma, yee rez ob BEM TE Free ae ocr Tog crores de cata cre (de las ve acy (Binaeas ee eere Pee eee univamiente elginos de las objetivoe ane 5 aaa ofucis, con ia esperanza de ave eto sirva pata ier (SF Pree linens posinje, Todo el que tene ls temeridad sobre In teorla de las clases sociales S= we inmediatste =” soe Ue teens ea forma ruins ce coced al tome — Dy Tet ercecales or ccoge pace snalins 7 pot bs ig morn Os 0 catudie deme de este campo pusde referisse mis que.a sna pequel Sete dete eS pagotabie bibliogralia que cxiste sobre ol eis, Dor vant quied debicra empezar por subrayar algo evidentc: SN Por tanto, quis fendamentalmente ela tradicidn europes de 1 este libro se bast fifp que he tatedo de hacer, ett certo made; e utilizar concepros procedent dicién para enfrentarlos con ulizas concepros prom™iyeve exquema que siya para anlizat lo ave ae ea taictay fend los problemas fundarnanale de foc logia, Intencionadamente me obras de autores americanos plea ‘emito poco al extenso conjanto de ‘raran de 1a «estratifieacisn» —in- ‘1 teeming «clases. Quedard perfects cluso a las de los que ¢ rr 10 Anthony Giddens mente claro para los que lean este libro que mis preocupaciones son en general may distintes de las suyas. Durante algin tiempo, el eoncepto de clase, como ha sido expues to en los trabajos de los socidlogos no marxistas, parece haberse visto envuclto en una especie de atmdsfera de enfermiza decadencia. Aun- que 10 desean 0 n0 pueden abandonar totalmente el concepto, mu- chos de esos autores fio estén satisiechos con él como instrumento de andlisis sociolégico y piensan que, como la arquitecture victoriana todo el atractivo que pudo tener en otro tiempo ha desaparecido al pasar la epoca que lo ptodujo. Sin que desee insistir en la analogia arquitecténica, debo sefialar que en mi opinién esa desilusién en rele cidn con el concepto de clase se asa en nes premises falsas; si el concepto no puede setvir para todo lo que boy se pide de ¢l, se debe 2 que los gue primero lo colocaron al frente de la teoria social —in- cluido Marx— han exigido demasiado de é!, y no a que haya quedado tupetado por los cambios sociales que se han producido desde el si glo xrx. Se efirma frecuentemente que, coma se han realizado tantos csfuetzos postetiores 2 Marx para volver a formular el concepto de chise, cualquier auevo empefo en ese sentido estd destinado inevita blemente a aumentar Ia confusicn que ya existe en lo que respecta @ su empleo, Sin embargo, cuando inicié un analisis sistemdtico de la lite rattura mas reciente sobre la teoria de [a estructura de clases, quedé sorprendide por su dispersién, no en términos cuantitativos, sino en términos de penetracién analitics. La confusidn y la ambigiiedad en el empleo del término «clase» son totalmente evidentes; pero los intentos significativos de revisar la feoris de las clases en profundi- did que merezcan la pena son realmente muy pocos, He escogido para estudiar deralladamente s6lo tres de dichos intentos: los que aparecen cen las obras de Dahrendorf, Aron y Ossowski. La eleccidn es, induda- blemente, in tanto arbitraria, y he considerado sus ideas como repre- sentativas de gran parte de la literatura tedrica existence en es sn wunque la obra de Ossowski, Esisuctura de clase y conciencia social, se destaca quizds de los otros trabajos como un instrumento mde original, Con la excepeidn de Max We de los pri rer, cuyos escritos consti- cipales puntos de referencia del libro, be evitado cl examen directo de los trabajos de las primeras genetaciones de eriticos de Mars, He evitac quiet andlisis también expresamente entrar en cual 50 de Ia liseratura marxista sobre les clases socia- les, fuera de los trabajos del prapio Marx, Este no se debe a que en tienda que esta literatura no ha proporcionado contzibuciones sustan- ciales a ls teoria de las clases. Aungue en realidad considero que la woria de las publicaciones macxistes han contribuide muy poco a esta euesti6n, low trabajos de algunos autores marxisias recientes me n La csteacturs de clavcr en las socindades avanzadas he estudiado detellada- asan en las proposicio: aparecen con sulk parccea significativos y velioses. Sino los mente es porque mis desacnerdos con ellos se rnes mis importantes que he desarrollado y éstas apere lente clasidad en las diversas fases de mi argumentacioms Los capftulos de este libro se dividen en cinco partes punCPST aunque por supuesto los mismos temas aparecen ¢F todos, © 2 capitulot 1s 4 tienen cardcter introductorio ye ofupat Ge SONG especticns de las torts exsiens sobre lo enn oe ie vez de unit los capieulos 3 y 4, como en un principio pens Sie ofrezco en el finer de ellos un resumen breve y simple a ta igs de los tres «ctiticos de Mara» relativamente recientes due Ne MrT nado antes, reservéndome la valoracién de los misses pate ©! N siguiente, Asi, el lector que esié ya familiacizado con Tos ett tt estos autores puede saltarse el capftulo 3 totalmente sin perm TT hilo de la argumentacién, En los capitulos 5, 6 7 se Di nuevo anilisis de la teoria de las clases dedicéndome en. 198 CP tie siguientes a splicar algunos de Ios conceptos establecisO* Of primero 4 as sciedades captain y Igo a es #2 ey Gstatales, Finalmente, dos capitulos con cardcter de resume & tan las principales cofclusiones que deseo extraer de lo enteriormests Quisjera. agradecer a Perey) Cohen, Lockwood, Gavin Mackenzie y Gian Poggi sus tatios sobre el manusctito original. Debo mucho et manteaidas durante los siltimos das altos co". Michoe! Mann, Al Ractnsty Philp Sanwa Ta dae resir mi gratitud « Bogdan Szajkowski, por su ayuds en it Gin de textos polacos y rusos; 2 Ronald Dore, Pot sas coer textos japoneses, y a Lesley Bower por sus mulp ayuda administrstiva firey Hawthorn, David igudos y utiles comen- i vasiss conversacio Geoffrey Ingham, También AG. GCambridee. wr INTRODUCCION ‘Se dice cue la sociologia moderna se encuentra en sitvarién de crisis. Dicha opinida ba sido expuesta con amplitud considerable por Gouldaer, en relaci6n cnn la scciologia académica u «occidentale, y menos extensamente por Birnbaum, al escribir sobre el pensamiento social marxista contempordneo '. Ahora los socidlogos se encuentran crdnicamente sometidos a sus propias dudas y podriamos pregantar si existe algo realmente anormal ca la actual sicuacién de controver- sia 0 de torpor espititnal socioldgico. La respuesta, a mi juicio, es que sf existe. La «crisis» —un término trillado y poco satisfactorio en sf mismo— de la socicloga contempordnea ¢3 un sintoma de que nos encontramos en una importante fase de transicién de la teorfa social. Ea lineas generales, los origenes de la situacién actual no son difi- ciles de discernir YDos grupos de factores, relacionados entre si, s¢ encuentran implicados en la misma, Wno consiste en los acontesi- malenics que, durante los pasados on han wolo of ome de «politica de consenso» en las sociedades capitalistas: el incremento de los niveles huelgufsticos en algunos pafses, las luchas de 1968 en Francia y la aparicién de los movimientos de protesta estudiantiles, A esto deben afiadisse los conflictos producidos dentro de! mundo socialista y que culminan con Ia invasiéa sovigiiea de Checoslovacuia El segundo factor es la evidente pobrers de las Formas testicas domi ' Alvin Gouldacr, The Coming Crisis in Westers Sociology (Londnes, 1971}; Norman Birnbwum, «The crisis of Marxist sociology», Social Research 2, 1968. 2 ‘La estructure de clases en las sociedaes avanzadas wb nantes en_ls_ sociologia pars explicar estos acon 1034 La s0- Gigs saeats, of teeta een yar Glnced soporte interpretativo, laa teorias tobre «el crepisculo de las ideole- alas», aparecen vacios y estétiles ante el nuevo resurgir de los com flictos politicos y sociales en Occidents, Pero el marsismo, especial mente cuando se transmuta en ideolagia aficial del socialismo de Est do, parece igualmente incapaz de enirentarse con los acontecimicatos del pasado reciente. Podemos distinguir cuatro respuestas principales, en el plano ted- tico, a estas circunstancias: cada una representa un esfuerzo para apartarse de las premisas implicitas en el funcionalismo estructural, pero cida una de ellis tiene también relacién con el pensamiento ar xista.¢La primera busca sustituir 0 complementar ol funcionalismo estructifal con Ia «teoria del confljgsnal(a In que Dahrendorf Lama - versus una socologia «cadical» son inchiso ms agudas, dado que queda implicado que 20 existe, como en el marxismo, una interpreracicn, supuestamente revalidada de manera cientifica de la realidad social, sino dos interpretaciones ideoldgicas en competencia *. El reconocimiento de semejantes problemas ¢3 10 que ha contsi- buido « precipitar una tercera reaccidn ante los actuales problemas de la soviologia, que encuentra Ie solucién en ans aplicacién natci sista de la sociologia del conacimiento *. Al igual que el intento de construir una se han considecado como anilisis coneretos dentzo de la sociologéa académica, especialmente en los Estados Unidos. El mar- xismo ortodoxo, por otra parte, se encueatra en una situacién parcei- da a la del hombre ciego que insiste en que no ha perdido la vista a pesar de tropezar con los muebles y de ser incapaz de darse cuenta del lugar en que se encuentra. La crisis de la sociologta es también una crisis del socialismo, en sas dos formas principales, el marxismo y la social-democracia. Aun que ne me voy a ocupar de esos problemas aqui de una forma directa como modalicades cle filosofia politiea, e-e0 que los andlisis que figs tan en este libro son de una importancia inmediata en relacién con sus pretensiones de ser guias para la accién politica. Es necesario insistir también que este trabajo no constituye en modo algund, una La eeeruceasa de clases en las socieddes avertadas 18 interpretacién global del desarrollo de las sociedades evanzadas; ni tampaco un intento de anilisis profundo del Estado maderno, Coma inyestigaciin sobre el problema de Ja estructura de clases, examina sdlo ciertos aspectos de estos fenémenos, y lo hece recarriendo a una larga tradicin de estudios sobre la teorfa de las clases. Algunas de las proposiciones que trataré de establecer son convencionales y han sido ya ampliamente aceptadas tanto por los pertenecientas a la corriente hho marxista como por los merxistas; otras afitmaciones que contiene cl libro serén ciertamente consideradas como heréticas tanto por una como por otra escuela de pensamiento. No tengo inconvenience en afirmar que se nevesitan nuevos pun tos de partida en Io teorla social contempordnea y que, sin embargo, hay que insistir en la investigacién de lo que ha sido durance mucho tiempo sl problema fundamental de la sociologia —podria decirse, cL ptoblema-derte-sociologie-: la curstidn de las clases.x del conflicto declases. La Igica de semejante procedimiento es en sf misma evie dente, Peto debo puntualizar que este libro no debe considerarse como ef tiltimo de una sbundante literatura que trata de arefutar» a Marx demostrando lo inapropiado de sus ideas en relacién con un sistema industrial que ha progresado muchisimo desde el capitalismo del siglo 218, Creo, sin embargo, que, fundamentalmente, eu et esti industrializado de! mundo, vivimos en ana sociedad que es a ‘a ves consecuencia mantienen una relacién de expletacién vés-d-eis con la mayoria de los productore>)Expresindolo en la terminologia de los primeros esctites de Mars, alienaciGn respecio a la naturaleza, que caracteriza la situadéa del hombre primitivo, cede st lugar a un mayor dominic sobre el mundo material, mediante el cual el hombre se «hu- maniza a si mismo» y desarrolla su cultara; pero la disolucién del hombre y la natutalem se obciene de unas relaciones de clase explocado- vez mayor de la alienaci solo al precio de Ja form ras —al precio de un aumento de la autoslienecién humana, " Bate ca cyidenteniente na afrmucién exagerade: las exeapclenes’vienen fikilmeate a ie mente —asl, Naurice Halbwachs, The Prgchotogy of Soctl ist (Londres, 1958). Sa Anthony Giddens Marx no siempre tuvo cuidado de resaltar las diferencias entre el capitalismo y las formas anteriores de los sistemas de clases que lo habjan precedido en Ja historia, Aunque toda la historia (escrita) «es 1h histotia-de-ta-tacharde-clases» *, esto evidentemente 0 significa que lo que constituye una «clase» sea lo mismo en cada tipo de s0- ciedad clasista (aunque, por supuesto, toda clase participa de cier- tas propiedudes formales que la definen como tal), 0 que el proceso de desirrollo de los conflictos de clases sea igual en todas partes En este sentido, las censuras de Marx a aquellos de sus seguidores que sostuvieron esto tltimo no dejan de ser instractivas. Varios de los factores que caracterizaron los origenes del modo de producci6n capi- tlista en Ja Europa occidental en ef periodo post-medieval existfan proviamente en Jz Roma antigua, incluyendo la formacién de una clase manufacturera mercancil_y el desarrollo de los mercados mone: tarics, Pero a causa de otros elementos que existian en la composicién de Ia sociedad romana, sobre todo debido a la existencia de la esela- vitud, las Tuchas de clases adopreron en Roma una forma que tuvo como consecvencia no la generacién de una saueva y més elevada for ma de sociedad, sino la desintegracién de la estructura social * Lay diversas formas y resultados de lus conilicius de clases ea be historia explican las diferentes posibilidades prgducidas por el reem- plazamiento de wun tipo de sociedad por ottoc€uando ef capitalism sustituye al feudalismo, ello se debe « que un nutyo sistema de clases, basado en la manufactura y centralizado en las ciudades, ha creado una especie de enclave dentro de Ja sociedad feudal que finalmente llega a predominar sobre Ia estractusa de base agraria de la domina ign feudel, El resultado, sin embargo, es un nuevo sistema de domi- nacién de clases, porque esta secuencia de cambios revolucionasics se hasa en el desplazamiento parcial de un tipo de propiedad de los me- dios de produccién (rierras}, por otro (capisil) —un procesg que, n2- turalmente, lleva coasigo cambios importantes en Ia técnica Mientras que el capitalismo, como el feudalismo, lleva en si mismo ¢el germen de su propia destruccidn, y ai bien esta tendencia autonegativa se expresa también en forma de luchas de clase manifiestas, el caricter subyacente de tas mismas es bastante diferente del de aquellas que te dan en el periedo de declive del feudalismo. “Los conilictos de clases en el capitalismo no representan ia hicha de dos téenieas en 4 Mars 9 Engels, «Manifesto of the Communist Pacer», Selected Works Moadies, 1908), pgs 35, | Capita, wal) (Moai, 1999), pigs: 582 ss 4 Empleins el vermino atéenieds en lugar de acecholngin», pueito. que el Primero tiene un sentido mis amplie; perm sencervars el adetivo stecroley uesto que propia € intelectuales—como. «clases. idealdgicas», del Lum penproleta- viat como de la «clase pelignosap, de los bapqueros de [03 ‘pres- tamistas-como. de la clase de los parisitos»)y asi sucesivamente| 5 Gh para un enflisis detsllado sein estas ness. Nicos Poulantass, Pownow olisque et clastet cocsales de Wétet capetalsto (Pacts, 1970), ‘Vee "Capital, vol. 1 (Mosca, 1958), pig. $46; «Manifesto of the Com imunist Party», Selecsed Works, pkg. 441 Capital, vol. 3, pay. 722 usual 2 Anthony Giddens Lo que importa, sin embargo, es hasta qué punto esta vaguedad ter. minolégica esconde ambigledades conceptuales © confusiones, Los elementos principales del. «modelo_abstcacton de_Marx de dominacién de clases no son realmente dificles de teconstrait « partir de la totalidad de sus escritas. Se trata de un modelo dico- témico. En gada tipo de sociedad de clases existen dos clases funda | mentales, Las—telacionesce_propiedad--vonstisuyenel je de este sistema divétémico: uoa-minosta de «no. prodiictores», que-controla los _medios.de producciény-pueden utilizar esta posicién de control pre | raer de Ia mayoria de los. «preductores» el. producto-exce- dente _que es-la-lueste-cle-eu-subsistencia..la_aclasen se define asi 68 Fuhi-de-a-elacin nnn Jos-cferentes: gupos.de indir ‘Jeon los medios de producciét) Esto se—-eneuentra—integealmente ligado als divisian-del-teabajo, porque es necesaria una divisién del trabajo telativamente desarrollads para la creacién del producto ex: cedente sin-el-cual-no-pueden-existir-las-eiases- Pero, como Marx deja clatg, en su in: capital, tudio del final del cercer volumen de Et .-ingxesos ela divisiSi-dal-teaba levaria a una pluralidad infinita de clases. Mis atin, las “clases no son nunca, en opinién de Marx, grupos de renca, Las modalidades de consumo, segtin Marx, estin determinadas principalmente por las relaciones de producciin. De aqui su critica de esas variances del. socialism encaminadss a ase gurar algin tipo de Es este teorema, profundamente influida por la dialéctica hegelians. el que une la tcoria de lag clases « la jransformacién de los tipos de sociedad. Las clases, segtin Marx, Gxpresan el cardcter funda mental de la sociedad: cuando uaa clase consighe, por ejemplo, ee- varse de una posicién de subordinaciéa a una de dominacién, con- can ds efectiia una total reorganizacién de la estructura so cial) Ea el sistema dicotémico, las clases, no son, por supuesto, «d pefidientes» uns de otras en el sentido de grupos que colaboran en un plano de igualdad; su rectprocidad 5 asimé:tics, puesto que descansa en la exczaccién de phusvalia de una clase por otra. Mien- tras que cada clase necesita» de la otra —dada la continua exist cia de In sociedad envua forme invacable— us interes son, al tmiamo tiempo, mutuemente exclayentes y constinyen la bese para el estallido pole de luchas shienas CE) acontlictor de clases.se sxliere—en~primer lugar, a la oposicién Je intereses-motivada. por la telacién de explotaci6n: inherente a la telacién.de clases dicordmi ca: las-clases son asi Mare y Engels, The German ldenlogy (Londres, 1965), pig. 61 ee 22 Anthony Giddeas uccida, condace 1 una separacién de lo «econdmicon y de lo speliticor: Jas aeliciones de clase, regides por lazos contractuales pasan a for AF mar parte mediante el capital y el trabajo asalaciado del mercado libre, convirtiéndose de este modo en relaciones puramente —, ¥ 2) la polarizacién de las clases, el capital y el trabajo asalariaco. Se trata_mfs bien de proseios relacionados que de unos proceso: totalmente independientes, puesto que ambos se originan por la igi interna» de la tendencia del desarrollo det sistema capits- listay El primero, por supuesto, e¢ fundamental, porque supone. una trusformacisn de los mismos principios en los que se basa el ca pitelismo, El capltalisma descansa, sobre todo, en Ia persecucion ipdividualista del bensfcio en el mercado libre, por Io cual It pro- dhccidn va unida a la inversign del capital, EI mercado capitelista « » ido de que no existe una organizacién s0- Sul ET: Che is pasion 9 el coneumo. En Ie comnidad feudal —eomo en cualquier econiomia tradicional— la produecién se subordina a las netealdades conocidas de Ta loalidad, Pero este lazo se rompe con la Ilegads del mucho mds exzenso y complejo sis tema de intercambio de mercancias que constituye el mercado ca si ci ia dislecacién entie la produeciéay el con- sree ln te de sao erica del expen En el ab telismo es posible, por primera ver en la historia humana, un com yolumen breproduccién —«sobreproduccién», claro meee To cal necomamere on funcén de bs needed to les, sino de Ia capacidad de los consumidores para adquirir las mer cancias en cuestibn uncut mati bcs ei eammpeeanantr ETE os Anthony Giddens La ocurrencia de ctisis y los hundimientos de negocios que éstas provecan, proporcionan un impulso importante hacia la concen. tracién y a centralizacién del capital como se manifiesta, por una parte, en el crecimiento de las grandes firmas 4 expensas de empre- sas _mds pequefias y, por otra, en el nacimiento de Bancos estatales, entidades de crédito, ctc. La relevancia de lus sociedades andnimas se debe a que proporcionan una demostracién palpable de que la industsia moderna puede funcionar sin la intervencicn directa de la propiedad privada. Las sociedades anénimas, de este modo, como «desarrollo final de la produceién capitalistas, llevan a efecto «la abolicién del modo de produccidn capitalista dentro del propio modo de produccién capitalista» ®. Esto no es el asocialismor, porque las sociedades andnimas funcionan atin dentro del marco general del mercado capitalista; pero no obstanie cepresentan el surgimiento de un conjunto de relaciones de produccién totalmente distintas de aquellas que caractetizaban la estructura. original del capitalismo. Como consecuencin de su propio funcionamieato, por tanto, el capitalismo se transforma a si mismo adesde dentros, Se ve equi librado ast por cl movimiento hacia un nuevo tipo de orden eco- némico y social: pero esto sélo se puede llevar a cabo pot la accidn revolucionatia de Ia clase obrera. En el modelo abstracto de capt talismo, el desarrollo del potencial revclucionario de la clase obrera ssid ligado a tres aspectos de Ia polarizacién de clases: «) la des sparicién de aquellas clases y segmentos de clases que «complican> el sistema principal dicotémico de clases compuesto por el capital y el trabajo asalariado; 6) la progresiva eliminacién de sectores di Nersifieados denteo de la propia clase obrera; c) la cteciente dispa Hidad entre la riquera material del capital y la del trabajo asal tiado (Verelewdung: traducidéo habitualmente por «pamperizaciéns) EI primero de estas aspectos es, en cictto modo, asumido ya por él modelo abstracto, al menss por lo que se tefiere a las El aumento del ‘tejército de reserva» esté relacionado con este, dado que : junto de mano de cbea desempleada constituye un recrso perms nenie que los patronos pueden utilizar para disminuir los aumen, Tid, vol. 1, wag. 649, Wage Labout and Capital, Selected Works, oy, 64 40 Anthony Gidders te salailes del tsabajador en épocas de prosperidad scone} s el ejército de reserva el que representa el foco principal dea pobreza absoluta y de la privacién que crea el capitallsmo, La distincién es importante porque, segiin Marc, no es el indi- gente cténico el que constituye el origen del impulso hacia Ta act cién revolucionaria de la clase obtera. Por el contrario,dos elemen- tos més eastigedos por le pobreza en Ia sociedad observan una ter~ dencia a adoptar sctituces reaccionarias son sasceptibles de ser sees slien por los intereses conservadores) £1 empeoramiento de la situacién,relativa del grueso de Ia clase’ obreta, por otra parte, junto con los aspectos de la «polarizacién» discutidos anteriormente, proporcionan la combinaciéa de citcunstancias que promuevea el desarrollo de i |-proletarindor Gin embargo otros factores, encémicos también al modo de prorluccién capite- lista, facilitan In formacién de la conciencia de clase, Enure éstos se incluyen la cbneentracién de la clise obrera en las 2onas urbunas y la creacién de unidades productivas en gran escala, que propoteionan a los hombres una répida percepcién de su situacién comin ™—una — que se slaritia ambien por las sitbitas reivciiy que se experiments isis perig n ntan ea las crisis periédicas que sufte el capicalisino, Pe ia-aconctencia.de-clases-s6lores tinporrarte aaando adepta ua forma orgunizachiy, “tds “especificarseme;-wna~ forma-politiea? El propio cardcter de la democracia burguesa, con sti esfera rigueosamente de- Upitada cs To spolticos, posbilits nat formas de unin y de org nizacién partidista que permiten planter las reivindicaciones revo- Tuclonarias de la clase obrera. fi fe tee ve, ‘onstituye un error considerar los principios establecides por Maca en st modelo absteacto de desarrollo capitalist, como se base con frecuencis, como «prediccioness sobre el faturo préximo de las sociedades capitelistas hisisricas, Las «leyeso que, sein Marx, fanconan on leita necsidad hacia unos resultados inevtables» tepresentan propiedades cendenciales intrinsecas a los mecanismos mais profundos del modo de produccién capitalista; eee esas le yepr som semn sus palabras, «como todas las. demi leyes, mo icadas en [su] funcionamiento por muchas circunstancias» ”, Dicho de otra manera, una comprensién tedtica de las earactecist st aba moderna industria ha convertido el pequefo taller del maestro. ps on ta factor, can ereanizades camo soldados. Yaste Oe es ti fanquess com que. prociana que 10 ‘iene otro Ae que el lncros «Manis festo of the Communia Party, Selected Work pig " Capital, vel. 1, pig, 644. b eeresspaet ‘La estruenza de clases en las sociedades avanzadas 4 cas estructurales del mercado capitalista debe complementarse con studios bistéricor de les cazactesisticas espectficas de las sociedaces coneretas: Esto incluye a Inglaterra, sobre la que se basa el mode- Jo ‘sbstracio; pero muchos de los escritos de cardcter mas histérico de Marx se refieren a los casos de Alemania y Francia, a fuente inicial de las opiniones de Marx se encuentra, desde Juego, ea su temprana valoracidn del .como un fenémeno puramente econdmi- {2 ademas, etima que los cpnfictos declaxe30n, e8 cierto med, conseqyencia «inevitables de os enfrentamientos entre intereses materiales) No advierte, segin este opinidn, que la discribucion de Karl Reanet, Wanalungen der modernen Geralschat (Veen, 1839 Debye 4 La extnucrura de clases en las sociedades avanzadas intersses econdmicos que da origen a las clases no se corresponde necesariamente con los sentimiencos de identidad comunitaria que onstituyen el «status» diferencial, Asi, el status, que depend dé una evaluacién subjetiva, es una «dimensién de la estracificatiéa» rparada de la clase y ambos pueden veriar independientemente. Gece ain una tercera dimensién, continia la argumentacién, que ‘eber reconace como un factor variable independiente en la «estra: liceciéne, pero que Marx considera como directamente dependien: | (7 te de los intereses de clase. Se trata del factor «poder» ash : ‘La valider de esta interprecacidn e5 dificil de valofer, porque po hay dada de que el propio Weber la acepta —o al menos algu- : tos elementos de elle. Lo que frecuertemente se considera en la bi biliografia sobre el tema como una critica del «concepto de clase de ‘Marxe en la redlidad adopta como blanco principal de ataque unt forma ampulosa y empobrecida de marxismo rudimentario. Peto esta especie de marxismo determinista era ya algo normal.en la Ale- mania de la época de Weber y dado que el propio Weber cucstioné este determinismo, las yerdaderas semejancas y diferencias entre los dos andlisis de las clases resultan diffciles de desentrafar *. La mejor forma de estadiar esta cuestiGn es seguir un esquera similar al er pleado en el primer capitulo. Como ocurte con Marx, en los escrites de Weber las «clases» y el «desarrollo capitalista» se tratan como concepciones abstrucias, que pueden separarse en parte dé su estu- dio histSrico expecifico tobee las caracteristicas de Jas sociedades evropeas particulares * 1, Clase y grupos de «status En las dos versiones de «Clase, status y partido» que fueron incorporadas a Economta » sociedad’, Weber nos oftece lo que no existe en Marx: un estudio explicito del concepto de clase. Hay dos aspectos principales en Jos que este anlisis dificre del «modelo abstractor de clases de Marx. Uno e8 corriente en la mayoria de des- 2 Par une exposicida convincente de esta concepeiin, ver W. G. Runes man, aClais statis and powers, en J. A, Jackson, Social Seruiifession {Casw Bridge, 1968). Fyeise tai Capital end Moder Social Theory, pigs. 185 sigs: y passim 4 Preseindo aqui de las ciestiones josdficas y snecodobogicas que ertin im ding en le entice de Weber de In aflosotia de la history. Ver Max Weber ces (Glencoe, 1945), pigs. 68 ses ), pp, 926-40, 9 volt Methodology of tbe Secu S Beynon) and Socier), vo. 2 (Nueva York, piginas 3027 # 6 ‘Anthony Giddens xipeiones sobre el tema: Ig difere entre «clases, estatusn.y mics fl vee, cn coe ok os lante, 65 igualmente importante: consist éste en que, aunque Weber emples para deiecminados propésitos un modelo dicowmico gue en ciertos aspectos generales recuerda al de Marx, su punto de vista insse, vigorosamente en una concep pluatia de lar cases st, Mp _distincién entre _sclasea_propictatias»(Besitaklassen} y vaglases” ackquisinivass (Erdierbshlacsen) se basa en una fusién de cs criterios: «por una parte... el tipo de propiedad que puede smplease como taedio"de puge, y, Por ota... lop ence ieee is_que pueden wofrecerse en el mercado», produciendo asi una ci pologia complejg.) Les géneros de propiedad que se pucden util zar para obtene? beneficics en el mercado, aunque divididos gene- talmente en dos tipos —ereando clases propietarias (renter) y ac quisitivas (empresasisles)— ton altamente variables y pueden pro dacie of intereses diferenciados dentio de las clases domi 2. La propiedad vive lee acne; ends er DeGGtel© ares reopicades —amy deta suet et pool cot Sit lin octane navn pacidad de eisponet de inranentos moles de produecién, 9 bien de api Bechet tr gi rn cnc dos to neo sos ce dsgone prac de ibn ron Sp orc tn ein psd de cpt a ep de 2S anders clei - ‘toda estar distinelones Beso les posicionea det dave: dos’ que carcee: d ae ee Perados de emer de las ecuslificaciones negociables. en @: mercado» que poweend En consecuencia, existen vaior-dipas_de clase” mediax_cue_se_-eocuentran-entre-das—clases_positivament peivilegiadass. (los propietacios) y_lag_ clases ancgaiteamenix’petvi- Fepiadas» (los que no poseen propiedarles ni eualificaciones ne — bles ca cl mercado), Mientras estos grupos son todos teGricamente ee pepiaaiee los que poseen cualificaciones que tienen un deter- eave. eon el mercado> ac realmente en una situa- fn de clate diferente respecto de los que no tienen nada que o st sto a traban (no espeializado). En las clases nail eas ese sapecialmente relacionadas con el surgimiento del moderno capitalismo— has calificaciones educativas tienen un significad TBA: vol. 2 ol. 2. p, 928 un cstrncuea de caver on lat soniedades avanzcas 4 pecial a este respecto;%peto la monopolizacién de oficigs especiales dos por teabajadores, manvales es también imporante>. ber insiste en que se debe establecer una clara distincién encre cUpBlaen sip y clase - concretos) La afiliacidn de status puede trascender Ins relaciones origins das en el mercado, dado que la pertenencia a un grupo de status hormalmenie leva consigo una variada gama de privilegios mono: tuchos cares a estar intimamente vinculados a través de la pro piedad: la_popiedad con factor determinante en Ia situaciéa de Eioe y praperciona también in base pata seguir un determinado estilo de vidas E! argumento del analisis de Weber no es que la ituyan dos adimensianes de i estratifica- clase y el statGs. con: 7 Did, p. 930. TolistasChlo obstante las clases y los grupos de status tienden end sub- ~ 4“ Anihocy Giddens cidns, sino queClas-clases-y-lés. comunidades de_staus-sepresentan dos formas posibles. v. competitivas dé-farmgcitn:cle.gcupos respecto “Fa Ja disssibucién del poder en.la-sociecdS El poder no es para eber, una etervera dimensisn» comparable en cierto sentido a las. dos pins Cm ieee sque-Ias. clases, los. gruoos de_srayus.5-los-partidos"s6n todos-afenémenos-ce la distribucién del Footer El teorema que inspira su posici6n sobre esta cuestidn 5 su insisttneia en que el poder no se debe asimilar a la domina- cin econémica —de nueva, por supuesto, un punto de vista en ‘oposicién deliterada con el’ de Marx}El partido, orientado a la consecucién o el mantenimiento de unediteccién politica, representa como Is clase y el grupo de status, un foco principal de la organi- zacién social que afecta a Ia distribucién del poder en la sociedad, Sin embargo, este sélo es caracterfstica del Estado racional modemo. El examen abstracto de Weber de los conceptos de clase, gra oS de status y partido, si"biea proporciona el tipo de anilisis con- Septual conciso que falta en Marx, es, sin embargo, una exposi- eign inacabada que dificilmente puede ofrecer algo més que una im troducciGn minima a los complejos problemas que se bosquejan en aus escritos histéricos. En estos ultimos, Weber seftala diversas fer- mas de interconerién compleja entre los diferentes géneros de re laciones de clase y entre las relaciones de clase y Ia afiliacion a un grupo de status. En la historia de las sociedades curopess sc ha pro- ducido un cambio total del carieter de los tipos predominantes de relacioncs de clase y de conllictos de clases, Asi, en la Antigua Roma, los conflictos de clases se derivaban principalmente de anta gonisiavs existentes en el mezcado del crédito, por los cuales los campesinos y los artesanos se endeudaban con los financicros urbar nos’, En la Edad Medis este fendmena foe dando paso « Ia lucha de clases originada en cl mercado de fos productos, que levaba consigo enftentamientos motivades por los precios de’ los articulos Aecesarios para vivir. Con el desarsollo del modemno capitalismo, sin embargo, las relaciones establecidas on . Mientras que para Marx existe una distincién esencial entre Ia eracionalidad de Is técnices y Ia eracionalidad de 1a dominacién» (en el capitais- imo la objetivacién y la alicnacién tienden a asimilarse, pero se se paran con 1a superacién del capitalismo por el socialismo), para Weber éstas se hallan inevitablemente unidas dentro. del. proceso general de racionslizacién que entrata la expansin del orden ca- pitalista moderno”. La racionalidad ce la empresa capitalista mo- derma, en opinién de Weber, ¢s quiad cl factor individual mis im- portante que distingue el tipo moderno de las formas econémicas mis tradicionales, De aqui que el capitalismo moderna sea insepa- rable de una contabilidad sistemstica de los costs mediante Ia cual la empresa se mantiene en un nivel continuo y estable de funcio- Estos’ dos rasgos del capitalismo moderno estan vinculados, no obstance, por la interpretacién de Weber de la asociacidn entre el capitalismo moderne y la burocratizacidn. La expansidn de la bu- rocracia Leva consigo la. «expropiacién del trabajadory —en el sen- tido que le da Weber— e implica Ja aplicacién de Ia racionalidad a la organizacién de la conducta humans. De aqui que integre la stacionalicad dé la técnica y la sracionalided de le dominacidn» principalmente en relacién al concepto de burocratizacidn. Las re- Taciones de clase entre el capital y el trabajo, aunque constituyen uun comporiente esencial de Ia formacién del capitalismo moderno, 0 revelan las caracteristicas mis fundamentales que distinguen. a la sociedad burguesa del orden tradicional, Para Weber, la. ten- dencia al aumento de la burceratizaciéa expresa el cacdcter integral de la época moderna: le racionalizacién de la conducts humana crea tuna divisidn del trabajo sistematizada y jetdequica que no depende directamente de Ja estructura de clases capitalista, Asf, mientras s1 andlisis no se aparia del de Marx al reconocer, no tanto, una doble divisidn entee feudal mo y sociedad industrial», como una triple © Herbert Maree, ilisation and capitalism, en Quo. Stammler, Max Weber and Socio (Oxford, 1971), Segin "Weber, ala contbi fidad capicalisea pres ‘ecnologle cational, esto, una tecnologia re ide al céleulo en el mayor grado posible. Io cual implica mosinizactone, (Ge: "a Beowomte History, . 208) La estnuictusn de clases en las socilaces svancadas ot lasificecioa de feudalismo-capitalismo-socialismo, la, consecuencia de su posicién es excluir definitivamente la posibilidad de enalquier reorganizacién radical del capitalismo. En otras palabras, Ja susti- tucién del capitalismo por el socialismo, que Weber reconoce ciex- tamente como algo que puede ocurtir en un futuro probable, ex- tiende y completa las tendencias ya caracteristicas del capitalismo en vez de origina: une forma totalmente nueva de organiracin so- cial. & tiesgo de simplificar excesivamente las cosas se puede decir que mientras el modelo abstracto del desarrollo capitalista de Marx vva de lo weconémica» a lo «politico», el modelo de Weber se dedu- ce de un razonamiento opuesto, que exmplea lo «politico» como es quems para entender lo de la formacida del capitalismo modexao, sino que precede a su nacimiento y contribuye « su desarrollo) No est claro hasta qué punto Weber, en el plano abstracto, acxpus el unlisis del proceso de uaisforumidn ccondmica de 1a economia capitalista expuesto por Marx en EY eapilal. Ciertament ‘Weber piensa que un sistema totalmente socializado deberi enfren tarse con determinados problemas ccondmicos concretos que 20 s© han planteado en el capitalisme *. Lo que esti claro es que rechaza el anilisis de Marx de las «contradicciones» en la estructura de clases capitalista —especialmente en la forma en exceso simplista en que fue expuesta por algunos de los principales teéricos marxistas de su época(Segtin Weber, la expansién del capitalismo moderna 20 conduce fina pauperizaciéa del trabajadar, yn sea en un sent ¢_ do absoluto 0 relativa; desde el principio de la cra capitalista, la situacién material de Ia clase obrera ha sido, por lo general, st perior a la de los trabsjadores rurslesSNi tampoco el proceso de Gesarrollo capitalista crea una estructu® de clases cada vez mds po larizada que entrafe la existencia de dos clases internamente hor péneas. Por el contrario, €xiste una tendencia hacia un sistema dé je relicione! de clase) La complejidad de las relacio- mercado otiginadas por Ja divisién del trabajo capitalises crea una yariedsd de imereses ccondmicos diferentes, pero super- 11 Yer mi Poliicr and Sociology in the Thought of Mae Weber (Lonaies 1972), po. 34 2 economy sind Sociery, vol 1, pps L101 x2 ‘Anthony Giddens puestos —como se sugiere en Ja formulacién de Weber de las Erwerbsktasien. E] modelo de clases de Weber, que supone la po- sibilidad de niveles importantes de diferenciaciéa de clase. dentro de la categorfa de los «no propietatias», tiene una significacién par- ticular para esta cuestiOn. En la medida en que ciettos grupos de trabajedores manuales se unen, a través de sus sindicatos, para mo- nopolizar, 0 al menos controlar parciaimente e| acceso a la posesi6n de dererminadas cvalifieaciones negociables en el mercado, contribu yen a introducic fisuras en los intergses de clase de los niveles in- feriores de la estructura de clases. % lo que es quizd incluso més importante, el aumento de la busoctacia estimula ua crecimiento progresivo de ls proporcién de trabajadores no manuales en el mer- sado de trabajo —trabajadores que ocupan puestos donde el. reclu- tamiento se rige por la posesidn de diversos grados de cualificacién educativa. Esto crea un sector «de cuello blanco» en expansion, cuya situacién de clase dificre sustancialmente de la de los trabaj dores manuals, En su estudio del concepto de clase, ademés-de distinguit las Puramente-econémicas Besitehlassen y Erwerbsklarsen, se reliere también a lo qe llama, dentco de la infraestru tora de la oupnznlon eal segue, pore no , mis gue la asituacidn de status» lo que. cuinsutaye-«eor mucho, el fecsor predominante». en cl sistema. de selsciones.originado por el capiralis mo modemoe®, Reconocia que el cupitalismo modemo es una «socie dad clasisca» en dos sentidos: en que amplia vastaments el dmbito de allé cle lo, que es caraterstico las for: abajo asalariado «libre», Pero st Marx en relacién a la conexién entre operaciones del mereado m mas anteriores de sociedad y las relaciones entre el capical interpretacién difiere de la de 4 Ver Wolfgang J. Mammen, Mae Weber nnd die deatiche Polit, 1830- 1929 (Tubinga, 1999), op. 280-104 S Economy and Society, vol, 2. Bp. 930 88 ag Anthony Giddens €stos aspectos. El elemento fundamental del (moderno) capitalismo no es su caricter dlasista; la «ruprura» decisiva que separa el capi talismo del orden tradicional precedente es el cariczer racionalizade de la empresa. productiva capitalista, un fenémeno que permanece fategro en cualquier forma de socialismo que puede sustituir a Ia sociedad capitalisia, El desarsollo de las relaciones de clase entre el capital y el trabajo asalasiado que cicriamente presupore la ex: ropiacicn del tesbajador de un control directo de sus medios de produccién, es sintomitico de un procesa mucho més amplio, en ver de constituir el rasgo central de la nueva forma de sociedad que reemplaza al feudalismo, Los textos de, sobre Ja naturaleza de las relaciones entre el Estado ¥ Ta Sociedad contienen una ambiglieded definida (Por una parte, se-plantea que. ¢l_Estado.no-) La teorfa de la barocracia tiene una importancia focal a este respect y la especial importancia de la usilisacisa, por parte de Weber, de un modelo «politico» en ver de xeconémicay se aclara, en gran parte, al comparar sus opiniones en sta materia con las de Mare. En sus diversos escritos sobre la burocea Marx sin ninguna duda da mis importancia a ta primera de estas concepeiones(El Es- tado burocrdtico se describe como un desarrollo «parasitarion de la sociedad, como una exptesién de la dominacién de clase de la La estmacrurs de clises en Ins sociedades avanzadas a burguesia, destinago, por tanto, a desaparecer cuando sea superada la ree clasisti). Esta es, en realidad, la causa de que no haya fen su obca nada més que una radimentaria teorfa de la butocracia, dlevjvada de una simple einversién» de Ia congepcién heelins de la buroctacia estatal como «clase isa fientras que oo argumenta que la burocracia representa les inteceses generales In comunidad frente a los intereses egostas de la sociedad civ, Marx sostione queielEstado burocrdtico es una manifestacidn de los inte- igses sectoriales de Ja clase dominante, De lo que se desprende ve el «problema burvcrdticoy se resuclve como un elemeato de Ia des aparicién de las clases y no exije un andlisis especial JE| panto de vista de Weber, por oir parte, insiste fundamentalmente en la se ganda conepsiéa antes mencionada: el Esa burcrsic ofrece tin paradigma de la forma tipica de organizacién social que aparece on el nacimicnto del capitalisme, Las relaciones de clase propias del Capitalism no son al fator determinante: form adminsteatva e] Estado burvcritico constitaye el mareo que ne Soir ete wit stake Wee" de ae Ja actividad del mercado capital: si se Je permite funcionar «sin tingana train, aca en fever del capita; pero la transformacidn de esta situscién mediante [a abolici6n de la proved cokes le Tos medios de producciéin, no puede proporcionar los medics para la teansfornacign total de’ la sociedad vistombrada por Marx Capitulo 5 ALGUNAS TEORIAS POSTERIORES 1. Dahrendorf; Las clases en la sociedad post-capitalista La teotia de Dahrendotf sobre las clases y el canflicto de clases tal como estd planccada especialmente en su Las clases y su confliceo en la sociedad industrial, se ocupa de temas previamente desartollados por Geiger y otros, pero elaborados de manera diferente. Si bien expresa sus ideas en forma de una scrftica positivay de Marx, final mente alcanza tna posicién tedrics que se desvia en aspectos muy importantes de Ja planteada por exe pensador'. Como Geiger (y por supuesto, Weber antes que él), Dabrendosf ofrece dos conjur- tos relacionados de criticas de Marx, que se refieren 2 supuestas de- bilidades concepeuales en la nocién de este autor de las «clases» y de los «conflictos de clases», por una parte, y en su modelo (abstracto) de desarzollo capicalista, por otra Segiin Dahrendorf, las obras de Marx se basan en una fusidn ile fftimt de elementos socoligicoss y wflesicor». Debemos ext blecer una ssiticta diferenciacién entre aquellss proposiciones de Mare que, a opinién de Dabtendori, son ees eet See y les que pettenecen a la eflosofia de Ia: historia») Proposiciones como que «el conflicto de clases origina el cambio social» pertene ' La efieiéi alemana de Lay Ver tambien, Dabrendorf Marx Denben vow Karl Mare (iano 58 confficio fue publicada en 193; efspeklioe 1953, totie deets serechle lia eottucnara de clases cn las rociedades avanzadas ” cen al primer tipo, mientras aftmaciones como «la sociedad capi- talista es la ima sociedad de clases de Ia historia», o e! «socialis- mo conduce @ una completa realizacién de la libertad humana» a9 son susceptibles de yerificacidn o falsacién a partir de los hechos * La tatea del socidlogo es escoger las ideas de Marx que pueden in- corporarse a una ccoria empiricumente verificable de las clases. En opinién de Dahrendosf, la conjuncién de elementos «socio- Iogicos» y «filosdficos» en los ‘textos de Marx sicve para, enmasce tar una debilided fundamental en la conexién que establece entre Jas clases y la propiedad privads. La «propiedad» se puede conce- bir de dos maneras: on un sentido emplio, como control de los medios de produccién, sin tener en cuenta el modo especifico en ue se ejerce ese control, o, en un sentido imds esiricto, como ef lerecho de propiedad reconccido legilmente. La «propiedad» no. es aquelto que se posee, sino que se refiere a los derechos relacio~ aados con el objeto. Ea el sentido emplio de propiedad, estos de- techos estén definides de una forma general, y de aqui que se pueda afirmar que la propiedad es un «caso especial de autoridads, En este sentido, el gerente de una empresa industrial en ura sociedad en le que se ha abolido fa propieded privada del capital, en, Ja me- Uids ci que ene un control dirccrive. de Ia empreca, se puede decir que ejerce «derechos de propiedad». En el sentido més estricto, en cambio, la aatoridad es un «caso especial de propiedad»: por ejem- plo, le estructura de sutoridad de la empresa depende ce , no fue caper de discernir su verdadero signiticado, En opinién de Dahrendoré, éste ha de scr ex ‘cadido como un proceso de diferenciacidn de roles, la categoria gene- ral del scapiralistay se ha divicido en las dos categorias del aaccio- tista> vel «gerente». Este proceso no representa un enclave so- sialista dentio cel capitalise; mis bien consiituye tna separa ion progresiva de las dos formas de «propiedad» que estayieron tempo- ralmrente unidas en la sociedad capitalista. La autoridad del ejecu- tivo empresatial no se basa cn derechos legales de propiedad, (Dado 3 Ibid, pp. 304 Ls extrucrurt de clases en las scciedades avanzadas a con ue Jos intereses de los gerentes no son totalmente convergentes ¢°% fos de les actionistis, se desprende que el resultado real del de arrollo de las sociedades andnimas es la frigmentacién de la «c capitalista» unitaria, ; : eds 2) La descompodeioa de trabajo] Mare sotene que ae canizacién que leva consigo la creciente mat d én eaptalsa candice ai eliminacign del eabjo,cutiicado ast al aumento ce la homogeneidad ioteron de la cise obrert Ein realidad esto a0 ba sucedico, Pot el contraio,ée ha tendido hacia el mantenimiento, ¢ incluso el sumpesto, del tabjo coaiice, do; y la categoria de los «semi-cualificados» se ha peta lo oy la de los conktcaos 9 la de ie AD ogee Ls ede te eh xz mas homogénea, la clase obrera se ersificado cada ver. més: Ii diferencias en el grado de cumlifcacién sirven de base pass dt ai intereses que transcienden lo unidad de le clase ce un todo/Asf, la diferenciacién interna en los niveles sntetreeics la sociedad post-capitalista complementa lo que ocurre en los lowes mds altos con la descomposici6n de lt clas capitalist if 3) El crecimiento de uns aaueva case median. La expanvcn inistrativas y no menuales es de nuevo feces bo revs por Marc. Boro mien que i descom sicién ib salariado ¢s una consecuel ie eoberentes, fala "nueva clase media’ nacis en, estado de, descompe siciéo» ', La lsmada nueva clase media, seatin Dabrendort, noe en realidad, una clase diferente en absoluto, sino que, esté Forint por dos secores: los trabajadores que forman pate de una cadens tdinstzative de avtoridad (wburéesatas»), 9 Tox que ocupan. Pe sicignes fuera de tales jerarquizs (como los deendentss = Goh)E burderata, ya este situado en un nivel alto o bajo, ipa del Sjercicio de la autoridad y asi su posicién esti divectanente ree cionada con la de los grupos dominantes en la sociedad; los trabs jadores que pertenecen al segundo tipo de situncién, por otra Pats; estén mis cerea de la posicidn de los trabajadores manual ae estos dos sectores de-la nueva clase mediar se suman, por tant 4a diversificucién en Ia estructurs de In sociedad pose sapitaht ya implicita en los procesos gemeles de descomposicién del capita lismo y de la clase obrera. . : A 4) El aumento en los indices de movilidad social, gue be = lor considera como una de fas caracterfsticas principales de la hadadndvattl Eo elects de une ampli movildad joter © nee 4 Thi, p. 56. Anthony Giddens genciacional son dobles, Primero, sirve para disminuir las fronteras entre las clases, y corroe asf Ins eigiclas barreres que, de otra forma, pudieran haberse elzado entre ellas. Segunda, la existencia de altos indices de moyilidad social sirve para convertir el conflicta de grupo en competencia individual3) Los antagonismos de grupo —confic: ts de clases— se disuelvén en una lucha competitiva entre indivi- duos por posiciones de valor dentro del sistema ocupacional, 5) La consecuciéa de los «derechos de ciudadanian, encarnados en cl sultagio universal y en la legislaciGn del bienestar, para grandes masas de poblacién. Estos no son simples privilegios formales, sino que suriea efectos reales al reducir las disparidades politicas y eco- aémicas que se encontraban ea el capitalismo decimondaico.La pre- visién marxiana de una polarizacién entre la suette econdfnica del capital y la del trabajo asalariado es de nuevo bastante distinta de la tendencia real del desarrollo: «al institucionalizar ciestos dete: chos ciudadanos, la sociedad post-capitalista ha desarrollado un tipo de estructura social que cacluye tanto la forma "sbsoluia’” como muchas formas mfs moderadas del privilegio y la privaciéne ° 6). La «institucionslizacién del contlicto de clases» mediante pro- cedimientos reconocides de arbitraje industrial. El reconocimiento del derecho de huelga, junto con la existencia de métodos mutaamente aceptades para tesclver las diferencias, han tenido como consecuencia confinar los conilictos a la estera de la propia industria, evitando que se conviertan en conflictos de clases Estos cambios sélo pueden entenderse correctamente si se aban- dona el punto de vista marsiano ortodoxo. Sin embargo, Dahren- dorf afinma que deben mantenerse ciertos elementos de 1a concep- cin de Marx. El més importante se refiere a su insistencia en que cada sociedad (clasista) lleva dentro de sf conflictos que crean ura presidn hacia un cambio interno: existe ana conexién inherente entre conilicto y cambio, En segundo lugar, Marx supone, con cazén, que el conflicto social debe entenderse en términos de un modelo bipartidista: una teocia del conflicto de clase debe basarsc ea el re: conocimiento de que, en cualquier sitaacién de ancagonismo, Ja lucha se desarrolla entre dos clases fundamentales. $i bien pueden existir coaliciones, hay siempre dos posiciones principales en. una in seguidores de Marz. “ - La estructum de clases en las socieddes avansachs 63 sinuacién en conflicto. Pero una vez aceptedas estas caracteristicas formales del modelo de Marx, Dabrendoct repudia explicitamente la mayor parte del contenido sustantivo de la visién, marxiana, La congepeién de clase de Marx, como nocidn «sociolégica» y como ocién. La agutoridad», segin Weber, se define ‘como el derecho legf-” timo a dar drdenes a otros: Ja adominacidn» representa 1 posesién de esos derechos, mientras cue 1a «subordinaciéns os la exclusién de los mismos. Denero de «asoctaciones coordinadas imperativamen grupos que poscen una estructura de autoridad de finida (oor ejemplo, ¢l Estado, una empresa industrial) — lo pose sign de la autoridad y la exclusién de la misipa originan intereses ‘opuestas, Esos intereses pueden no ser percibicios por los alectades: pon, en la terminologia de Dahrendorf, es cualquier cayos miembros comparten intereses latentes, pero que tes —esto es, colectvidad Tbe, pv “4 Anthony Giddens RO se organizan pata la consecucién de los mismos. Donde una co- Icetividad se organiza con este propésito se convierte en un «grupo de intereses». La utilidad de este esquema, en opinién de Dahrendorf, no se limita a su aplicacién a las sociedaces post-capitalistas: se puede utilizar también pata explicar las carscteristicas de 1a estructura de clases del capitalismo tal coma fue descrito, en términos diferen tes, por Mare. Auf, te puede decir que el desarrollo de la empres capitalista decimonénica ha estimulado el nacimiento de dos cuss grupos, el capital y el teabajo, El caricter espectico de Ia sociedad ‘apitalista, sin embargo, se deriva del hecho de que los conilictos industriales y politicas quedaban «supe-puestos». £1 conflcto entre el capital 7 el trabajo no quedaba confinado a la industria, sino que exiendia a la esfera politica, dado que la eutoridad politica es taba muy cerca de la douuinaede econdmicR Como resultado de esta superposicién de Jas divisiones de intereses, el conilicio de clases se convertia en algo parcicularmente intenso cuando empe- zaban a forniarse grupos de intereses otganizados para representar las reivindicactones divergentes del capital y del teabajo asalariado. Peto |a misma aparicidn de estos grupos de intereses y los cambios “Deoneretos que han contribuido a ptoducit han minado la posibil dad del levantemicuto reyolucionatio previsto por Marx’ Con arzeplo al esquema conceptual de Dalendost se deduce que la sociedad «epost-capitalistay ex necesstiamente una sociedad la sista, Pero, no menos evidentemence, su sistema de clases es muy diferente del que es propio del capitalismoGEl més significative de los diversos catubios mediante los que Dahrendorf trata de distinguir el acapitalismo» del ce Jos conflictos induscrial y politico —un fenmeno que se deriva de Ia instivucionalizacién, de la negociacién colectiva en la industtia ¥y de la consecucién cel sufragio universal en la estera polities» Esto 3e manifiesta ca que el conficto industrial, generalmente, no tiene epercusiones ditectas sobre 1a accién politic Segtin Dabrendort, da nocidn de un partido obrero ha perdido su signees politicos” No existe una concxién integral entre los sindicatos y los partidos ade los trabajadores» en los paises occidentales: aquellos lizos que todavia cxisten son simplemente un residuo de la tradicién. Lo mis. mo ocurre en los niveles superiores. La posicidn de autoridad que ® Dahrendorf reconoce, sin. emban socedades capitalist de confi , ue Les eambioe epse teparan a las Y pestcapitaisea nose deber crteramente w los efecion elas at han side simplemente cambies en las pautas de con 1 Pp. 2436) "Tid, p.219 La estructura de clates en las sociedades avanzidas 6 i itica ‘cupa e] gerente de una empresa no implica una infiuencis pol directa, este ultima se sitia independiente de las relaciones propias de la esfera industrial. 2, Aron: La sociedad industrial Los diveisos exeritos de Aron sobre ol desorrollo de la «socie- dad industrial» tienen por motivo principal ‘nO tanto una ae de Marx como una valorscién comparativa de Marx y Tocqueville Tocqueville, de aserdo con Sint Simon, desde Ineo, ela el nuevo orden social que nics en la Europa postfeudal no como el estab: cimien de an iro conte de laces en confit, ing somo « desatrollo de tendencias hacia Ia democratizacion la nivelac Hasta qué punto el desarrollo de la sociedad a partis del siglo xix ha demostrado la visisn de Marx, al tender hacia la polarizaciéa de clases y el ctecimiento de la intensidad de los conflicios de clases? Y¥, altesnativemente, gbasta qué punto se be realizado la previsién de Tocqueville de un crecimiento en la diferenciaciéa social acom- pata de un implio proxresvo inca To Tiuiacén de ls des igualdades? ea seas cuestiones no se pueden responder, pone de relieve Aron, sin tener en cuenta el becho de que han existido doy «caminos» del desarello socal en el mundo modero —ane liitado le v= ‘ntema del propio capitalisme y ou, aunque 20 otiginado Hate, ae‘iae soclelades captalisor evanaachs, que pretende fEDTe- Sentar una superacién del capitalismo, El contrasic entie estas dos formas de sociedad, In capitalists y Ia socalista, no se puede enten- dk, obstante, sin teconover ut ania compute clertos elemse i importantes como tipos de sociedad industrial. La feicibe bess mle simple de woreda incl plea tres caracteristiets principales: que la mis amplia mayoria ele fuerza de trabajo se cqncentra en los sectores tecundario y terciatio; que’exste up impulsa conttante, en conttaste con el cardcter rel tvamenteesttco de as soiedaces tadicionales hacia Is expands dT prodocivided,y en consecvencia,qve inte un ripido incre mento del indice de innavacién tecnoldgica ". Si se adopta oa $ finieién elemencal de sociedad industrial, argumenta Aron, se ded. 66 Anthony Giddens ciertas formulas del anilisis de Marx del capitalismo son también aplicables a las sociedades socialistas contempordness 0 a las sociedades de «tibo sovigticon. Marx cosine qne von de lo peinspulee caches del eppitaliane cra la ulin de capital. Sabor en Ia acta, por le evidence les Fehon, hc asset ew carctrsce Go fee eciaded feral nats el exe de gus eva, obeeionada por lf ansicdad Ge aumensat ln prada, se ven tena veri oes cal we mga deel easton Dela Gunma ancin) Hace comndctibe auc el majedoc comb explode gorzve 0, riba en fortea de slario la ttaliad de! valor procuide oe su txbie, Pes, Se iocepet lenin Gl pines, too o erldeheeste cele ducked sat proporsda de valor gu tren debe sr renvectidn a anus sociedad (ci ‘ine 9 isla) ccs incividooe gras de peioglonr ec ey seca ces gress ms alos ue Jos de los tebaucares que se encventran en el extetno ales de est rie. fence de sama x plo ie seploraclioy aga coin wien Cs de cptvad indestial po on Esta aexplotacién» del trabsjadar se da en sociedades compro- metidas con los ideales del igualitarismo democritico. Todas las 5 ciedades industriales contemporéncas proclaman cl gobicino de hombre cominy; pero al mismo tiempo originan desigualdades que contradicen los ideales que profesan, Pero este «contradiccién» se encuentra més prSvima de lo que puede vislumbrarse en ciertas ideas de Tocqueville que de las derivadas de Marx. Al igual que Dahtendorf, Aron distingue dos aspectos en la teorfa de Jas clases de Mars: «las proposiciones facticas» y «las proposiciones filesGficas» que se encuentran mezcladas en sus obras. Sélo las afirmaciones Ficticas —por ejemplo «el sufrimiento mate rial y moral de la clase obreta se acentia y coma consecuencia de esta situacién Jos ttabajadores se hacen mis revolucionarios» "— se pueden examinar en relacién con lot desarrollos empirices per cceptibles que han ocurrido en la sociedad desde la época de Marx y son necesarlaments de un orden diferente a las afirmaciones que expresin una filosoffa metafisica de Ia historia. Esta distincién se reliciona dizectamente con el concepto de de Marx, pues existen, segiin Aron, dos definiciones de clase» en este autor La primera es ls que considera In sclase» como algo referente al ugar que ocupa un grupo de individuos en el procero de peedue ‘on, cana conceptualizacién que puede ser aceptads por ian socié Jogo’ no marxisia, La segunda, sin embaigo, liga la ncciéa de da 8 ba ture des classes, pp. 244 © Ubud. pp. 31-2 YEn la Europa del siglo x1x, durante las primeras La estructura de clases en las socieeades avaszaclas 6 se a objetivos (irrealizables), tales como que la «dominacidn del hombre por el hombre» puede ser teascendida con Ia superacién del capitalismo por el socislismo —concepciones que no pueden accp- tafse a menos que se compartan e” su iotalidad las teotias de Mars. Es la conjuncién de estos dos elementos en Ia obta de Marx, iasiste ‘Aton, o que ayada a explicar la continua fascinacién de los pense ddores sociales por Ia nocidn de clase, Peto esto est, a su vez, unido 4 la atraccion que el marsxismo ejerce por si mismo, un fenémeno que Aron explica en términos o eosin, I necesidad de, ura imposiién autortaria 0, formxa le la abnegacién sobre la poblacién disminuye, pero el «dilema de Toequesile» edquiere una importancia constantemente renoveda: la nueva «contradiccién» es la que existe re la exigencia der i- a de sulla 7 b couttun etmieste de deugatis 3. Ossowski: Imagenes y conceptos de clase En Estructura de clases y conciencia social, Ossowski intenta un examen general del criterio empleado, tanto en el peasamienio po- ular como en los anilisis socioldgicos mis sisteméticos, para iden- tificar las formas de «clases» (y las formas de «ausencia de clases») Fl lenguaje de «claseer sefiala Ocsowal, estd penctrado de motdforas gepacales que representan a la sociedad como un orden «verticals de divisines © de scapase supexpuesias. Pero esia representacica vertical ha asumido tina serie de tipos, y el objetivo de la obra de Ossowski es analizartos, El tipo mis simple es la concepeién elementos 2 lossficass de los «sociolégicos» en el pensamiento de Marx, es mds conveniente distinguir, como se ha subrayado antes, el amo- delo abstracto» de clases de sus anilisis «coucretos» de las relacio- nes de clases |Fsta distincién que, en cierto sentido, se impone a Marx, = no obstame, menos arbitaia que la uta por Dahrendorf, ade eate punto de vista, los aspectos de las eas de Marx que Dal rendor! eacoge come puntos principales de ev alague cxtco aparecea fo una nueva Tur, Mare, evidentemente, no sostenin que «todos los conflicts sociales pucden expcase ea funcn de antayonismos de dases®, si por ello se ha de entender que ao han existido otras for mas significativas de Juchas de grupo en Ia historia, Tampoco man- uve gue Jos conics de clase que han ccutido en el curso de I historia de las sociedades europess occidentales hayan sido de idd tie contenido * = Pees eee een 3 assem a ecuctite de cas en las socedides wana 7 Segiin Dahrendort, la debilidad de las formulaciones de Marx ce mibifiesta especialmente en el tratamiento que ofrece de la re fiibe enue cae y propiedad privada. Al no poder aislar los dos sentidcs del término «propiedad», Marx pudo efectuat una —espd- rea— conexion entre su teorla de las relaciones de clase y su filosofia dela hiswoia, Pero de nuevo esto es una interpretacién en excremo dudosa. Si Marx no fue consciente de la distincién entre los dos sen- fidos de «propiedad», gedmo pudo Mevar a cabo su andlisis del sig- ifeado de la tociedad sndnima dentro del modemno capitalisuro —ua andlisis que, de hecho, Dahrendorf estudia con cierto detenimiento? Pics ta unportancia del deserrllo de la sociedad anénima, como Mack trata de demostzar, ¢s que crea una divisién entre el poseedor Tal de la propiedad y el control efectivo de la empress. La socie Ged nngnima,msestra precisamente que estos dos sentides de de coshpetencia no tiene una afinidad intrfaseca con esos problemas’ Sin embargo, se podria argumentar, por supuesto, que contribuye @ aclararlos, utilizando les conceptos aceptados tradicionalmente. Pero se pueden formular al menos tres objeciones que poren en entredi. cho Ja utilidad de! esquema de Dahtendorf. En primer lugar, cuesta trabajo eceptar que las divisiones de autoridad puedan analizarse ‘sin mas en términos de una divisién dicotémica entre un grupo sdo- minante> y uno «subordinado»: aquellos que «poseen» o una afznncida trivial en s{ misma, dada sux concepsién de la clase, pues debe eon- cederse que alguna estructura definida de autoridad es siempre ne- cesaria en cualquier tipo concebible de scciedad en gran escala. Lo importante es que la opinién de|Dahrendoré clvida el contraste entte clase» y «auseacia de clase» tal como se concebfa en la teorfa de Marx) Cuslesquiera que sean los defectos que pueda haber en el watamicato por Marc de estas cuestiones, el enfoque de Dahrendort no nos proporciona los medics adecuados pera resolverlos. En fea- Tidad, se puede acusae a Dahtendorf de rebnir tos problemas impli- cados gracias-a las mismas vaguedades terminolégicas de les que scasa a Marx: porque mientras Ja propiedad privada puede des aparecer (hipstesis empirica}, esto no tiene absolutamente nada que ver con Ia existencia o desaparicién de fas clases (truco de defini- cin)». A) intentar refocmular el concepto de clase, Dahrendorf tira 7 Ibid, p. 168. Lens ambi ha expuesto an cancepto de elase que reconoee una. phi- Yi sus ideas son-suseepribfes de objeciones similares. Ver Gethard E, Leas, Power aad Preitoge (Nueve York, 1966) i i cnn 82 Antnony Giddens al nido con el agua de Ia befiera. Y si bien no nos convence el con- cepto de clase empleado por Marx_a la hora de analizar satisfacto- riamente el tipo de problemas que constituian el micleo de sus proo- cupaciones, jtampoco conseguiremos ninguna ventaja te6rica signifi- cativa sustituyendo «clase» por «autoridad». Poseemos ya en socio- logia un marco conceptual fo svficientemente adecusdo con el que analizar los sistemas de autoridad y de poco sirve confundirlo con la terminologia de la «clases 'f La obra de Ossowski es més genuinamente original y aunque fandamentalmente no se, trate de un intento de «revisar> el con- eepto de clase de Marx |mantiene una preocupacién por un factor que es fundamental en Ie obra de Marx: el fendmeno de la econ- | ciencia de clase». —aunque Ossowski se interese menos por la con- | ciencia de la «unidad de clase» que por las imagenes cognoscitivas de la estructura de clases} Pero sts, sefitla, estén vinculadas de forma precisa: asi, el «esqilema dicotémicos, cuando penetra y llega a formar parte de la ideologia peblica, tiende a estimular y refor- ar tna conciencia de solidasidad de clase por parte de la clase proto- tevolucionaria Peto Ossowski hace dependet el sistema dicotémico demasiado estrechamente de su funcién social como propaganda revoluciona- ra, Insiste en que las concenciones dicotémicas de clase suelen im- plicar Ja presuncién de un conflicto de intereses y de aqut que estéa asociacs a un cuestionamiento revolucionario del orden existente. | Pero esto no ocurre siempre asf, ni en el lenguaje popular ni en los | estudios socioldgicos sobre la clase. El lenguaje dicotémico frecuen | temente forma parte de representaciones de las relaciones de clase i que estén unidas a un punto de vista econservadore y que permite 4 reptesentat las dos clases en cuestién mis en armonia que en con- 1 flicto, Esto se encuentra frecuentemente en les imdgenes alentad: por formas aristoctdticas de gobierno, que sedalan la capacidad na- tatal y Jegftima de una cierta minorfa para gobernar". En el campo del anilisis socioldgico los esquemas dicatémicos «conscrvaderes» (y en el contexto del anilisis del conilictn) aparecen en los textos | de los «tesricos de las dlites» Pureto y Mosca, Ms atin, incluso en i » Dahrendorf hn Uegadb, al parecer, « reconocer recientemente algunas de lar | dificatades inhesentes a las cones esarrolledas en Lai clases yw com fico en ta sociedad indusrial, En 1967 sea: el problema de Ia direcci6n del Cambio (9, probablemente telacionecio con iste, el cela eseheia de los inter fer de clare era de rai intento de reformslat lu teoeln de clasesn (Com Op. Git, vp. 34 4 Ossousel arepia esto (por clempla, p. 35), pero no decattolls este punto La estrictura de clases en las sociedades avanzadas 8 Marx 1a connotacién propagandistica de la concepcién de Jes dos clases se encuentra menos acentuada de lo que de a entender Os- sowski. Mientras que se puede aceptar que ln imagen dicotémica de las: relaciones de clase en los eseritos més especificamente: politicos de Marx lleva consigo un pronuncizdo, y deliberado, lamamiento emoclobal, es importante sebeayae, coms, se la derooatads ‘et Elis pitulo anterior, que el esquema de las dos clises es, amte todo, un modelo analitico abytracto que informa el pensamiento de Mars en todos sus trabajos. [Segin Ossowski, en el «Marx revolacionario, la concepcién dicotémica de la estructura de clases es dominante>, mientras que el «Marx tedrico» tiende a basarse en los esquemas afuncionales» y de egradacién» "| Pero esto es confuso si no total- mente incorrecto; e] esquema de las dos clases que se encuentra en relacién directa con la teoria de la plusvalia es la base imprescindible de la estructura te6rica elaborada en El capital. Tampoco esti claro por qué la interpretaciéa de Ossowski de su «esquema funcional» —tres o més clases en une divisida del tra- bajo— supone que &te entrasa una concepcién de armonia entre las clases, Clertamente, ¢s facil encontrar imégenes de estructura de clases que mucieran cate dafssis tales come el sjemplo citado de las clases no antagénicas» de Stalin, pero Ja deduccién no parece inevi- table, En los casos en gue Ja estructura social se representa segin tun esquema de tres 0 mds clases, sigue sicndo posible apreciar la existencia de conflictos endémicos entre ellas. Sin dada, se puede mantener que las clases en cuestidn tenderin a formar «coaliciones» en circunstancas de cnfrentamieato manifiesto; pero tales «coalicio nes» pueden ser transitorizs 0 de carécter cambiante y no subsu- mibles bsjo un modelo de clases dicotémico. Las representaciones de esta especie son algo comtin en los escritos de los socislogos: por ejemplo, en les anilisis de Ja Iamada escractura de castas del Sut de los Estados. Unidos Por afiadidura, los conéeptos de clase que emplean multiples criterios jno se conforman necesariamente, como Ossowski parece si- poner, a su xesquema de gradaciin» descriptivo\ Este es ef caso, por ejemplo, de las categorias de Weber sobre In difetenciacidn de clases. De encajar étas en algiin lugar en Ia clasificacion de Ossowski de las imagenes de clase, estarfan mucho mis piSximas al exquema funcio- 2 Ibid. p. 79, 3 Los prineipsles grupos en cuestiéa en este cato son fos negros, «las blan y os rettatenientes. Ver, por sjemplo, J. A. Dollard, Caste and nathern Town (New Haven, 1937)

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