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HIMNO AL RBOL

De Juan Zorrilla de San Martn

Plantemos nuevos rboles,


la tierra nos convida:
Plantando cantaremos
los himnos de la vida,
los cnticos que entonan
las ramas y los nidos,
los ritmos escondidos
del alma universal.
Plantar es dar la vida
al generoso amigo
que nos defiende el aire,
que nos ofrece abrigo;
l crece con el nio,
l guarda su memoria,
en el laurel es gloria,
en el olivo es paz.
El rbol tiene un alma
que re entre sus flores;
que piensa, en sus perfumes;
que alienta, en sus rumores;
l besa con la sombra
de su frondosa rama,
l a los hombres ama,
l les reclama amor.

La tierra sin un rbol


est desnuda y muerta,
callado el horizonte,
la soledad desierta:
plantemos para darle
palabras y armonas,
latidos y alegras,
sonrisas y calor.
El rbol pide al cielo
la lluvia que nos vierte;
absorbe en nuestros aires
el germen de la muerte;
por l sube a las flores
la sangre de la tierra,
y en l perfume encierra
y eleva su oracin.
Proteja Dios al rbol
que plante nuestra mano,
los pjaros aniden
en su ramaje anciano;
y canten y celebren
la tierra bendecida
que les infunde vida,
que les prodiga amor.
Himno tomado de Dr. Evangelista Quintana R., Alegra de Leer, Libro Tercero,
Duodcima Edicin, pginas 63-64, Litografa Colombia Bogot,
Julio de 1942

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