Sie sind auf Seite 1von 36
- a Fila fundamental psa tiga excl 258 concn que estutra de asta eroded i asta de ste dese ye igen de suri etd seal ae ata ad, aca meres ue muss stints eu. uur ens, aaa alma pia ates, Eto marce—como die J. Nasi dren paso dere dun den Slain es soc iat, ena as a cman ulnete torsade ue ens poten Conletamrt ness des, Est lye es apicabiea eos hi indepenceement que vet en ia fain hasta en caso dente anon, httinos 0 atolads. Wing mio escape al sgn. Poe? Poe ning no ningun iia dest. este anid sei pee torent de pusionesedicas que faye en su tery pore ninguna prin ata des rm imei uel etarcrertse on al bncn de us pusiones ncntnets, 1 elrenanrars apeadayesquenatzada, on sua clan y sn ocunlagis, la iin de eis iia on nos ifs, ls ements, fantasy angustias ef canstiyen en cada aso EL Edipo J-D. Nasio wmtntinnemsibseinces XP ioteca de PSICOLOGIs PROFUNDA Bltne tithe potbondos 209.1 Benen Suhtos alr eb de amor Ho. Boll, Sok a te EELS Bich PC G8 Se ACH pcnatins espe eB Hate nets) eptitin ne SBrosn geil one Eon forms Meer“ Gonero' familia Erber Pca acne lines SSistmsine" tpetaapurce Numba omg Peta a Ta yen pace (Gain Se Sin Bel cas de Seah Serena Tibet ce Ege: Hee ee he F Baten comp) «Genel. Spit pli (epee pues ner ERE ee ce aera BNathteghe “£1 amor an os tempos tea sad 2" BiechnasyTiberman dr Blhanar Las porgectoas EE en peat M Schott “Cenealoga deo mascaling a bie imas Siac palace ctre ee See toe Ce Eee eee Remarc Eines fecal (eee e eee, Sree Pas so Sree oe ee ae Bibel jer “Anenel aria armdentae Seles tate Lacon ped ls migeres J BIS" A Rips Baten cricial del pscoansiss JD. Nasio EL EDIPO El concepto crucial del psicoandlisis ” PAIDOs SRS eas eatin ‘ras fnandareaplco coma SSpsmepeeons tthe et we vn 25 INDICE Introducciéis or 1. EL Boro nes varox. Al comienzo era el Cuerpa de sensaciones erdgenae . Los tres deseos incestuosos Las tres fantasias de placer Las tres fantasfas de angustia de eartracién Resolucidn del Edipo del varén: Ja desexualizacién de los padres... Comparado con la mujer el hombre e= viseeralmente un eobarde Lon fratos del Edipa: el euperys ylaidentidad sexual... Resumen de a logica del Edipe del vardn, 2. ELEDWo pe 1A SIN. El tiempo proedipico: Ja nifia es.como un varén El tiempo de la soledad: anita sesiente sola y humillada Bl tiempo del Edipo: 1s nina deveat a eu padre... 42 45 a7 Br 58 Resolusién del Edipo: a mujer desea a un hombre La mas femenina de las mujeres ‘eiempre leva enella.a.su padre Resumen de la logica del Edipo de la nina . Paecuntas y rsrvestas soene #1 Epiro BL Biro es ts cause of Las weinosts COnmiENTES ¥ uORMINAS DE, HOMBRE La neurosis corriente y la neurasis morbids La reactivacion del Edipo traumatico ep la forma de la neurosis femenina {Como escuchar a una anoréxica a través de Ia toorss dal FAipo? Anciipitiaco pe, Boro 1a castracion no existe a Las figuras del padre en sl Bdipo masculino Lae figuraa de la madre on el Edipo fermenine Las figuras del Falo en e! Edipe femenino. El supery6 y los tres roles del padre en el Edipo maseulino BI juego de Is muneca vo La fantasia de la omniporencia falica La fobia es una proyeccion, la histeria, una rebelién y Ia obsesion un desplazamiento la significacién bisexual de {Qué es la histeria? {a histeria que suite un adwite fae prowaeacte por una relacién demasiado senstial entre el nino que era ysus padres. La mujer histeriea y su miedo a an 63, 70 101 "108 109 ua 7 9. 121 121 122 123 128, 12a 124 128 129) son 129 vase ‘Las tres figuras lacanianas del padre en el Edipo. simbética, real e imaginaria ....... 188 Los tres tipos de falta que se dan en el Edipo. castracion, privacion y frastracién..... 6. EXTRACTOS SOmRE EL Epiro DE LAS OBRAS br Staats Prev y Jacgus Lacay (PRECRDItOS DE NUESTROS COMENTARIOS) 141 Seloceisn bibliogréfica sobre el Edipo en INTRODUCCION, "Las relaciones dal mito con su madre constitayen para él una fuente continua de excitaciin y de va lisfocsisn sexual, tanto mde par euante la mutes fe ‘eatimonia sentimientos que derican de sw propia. “sida sexual, lobeva, lo mece va considera dl sustuto “ide tn cbista sexual complio. Probablenenie wa ‘madre se sienta por entero torprendida se le dict ‘que, mediante sus ternuras, despierta la pulsion se ‘tual de su hijo. La madre cree que sus gestos de ‘muesiran un amor esexuado ¥ puro en el cua) la sexualidad no tiene lugar puesto que neta excitar log drganos sexuates de su bebe mas alla de lo que ‘xigen ls exidados eorporales. Pero, como sabertes, no silola exritacian ela sons gexital deopierta la vu sexu tambidn la fernure pede ser ius, Sew “El varén esta enamorado de la madre y quiere apartar al padre;|a nifta, enamorada del padre, quiere alejara la madre.” Fste es, en pocas palabras, el cliché mais antiguo del psicoanalisis, Ia imagen de Epinal del drama amoroso més célebre: el complejo de Edipo. Y, cin embargo, nada hay mas enganoso que esta vic sion congelada del complejo freudiano. ;Por qué? Por- que e| complejo de Edipo noes una historia de amor y 13 de odio entre padres e hijos; es una historia de sexo, es decir, de cuerpos que experimentan placer al aca: riciarse, al besarse, al morderse, al exhibirse y mi- varse, en suma, de cuerpos que sienten placer tanto tocéindose como provoedndose dolor. No, el Edipo no es una cuestién de sentimiento y de ternura; es un asunto de cuerpos, de deseos, de fantasias y de placer. Evidentemente, padres e hijos xe aman tiernamente y pueden odiarse pero, en el interior del amor y el odio familiares, palpita el deseo sexual. El Edipo es una inmensa desmesurs: es un deseo sexual propio de un adulto vivido en la cabecita y el cuerpecito de un nino o una nifia de cuatro afios y cuyo cbjeto son los padres. El nifie edipico es un nifio alegre que,con absoluta inocencia sexualiza a sus pa- dres, los introduce en sus fantasins como objetos de deseo e imita, sin pudor ni sentido moral, sus gostos sexuales adultos. Es la primera vez en la vida que el nifo experimenta un movimiento erético de todo su cuerpo hacia el cuerpo de otro. Yano se trata de una boca que busca un pez6n, sino de un sercompleto que quiere estrechar todo el cuerpo desu madre. Pero, si bien es cierto que el nifo edipico se siente feliz de desear y de obtener placer, es aun mas cierto que el deseo el placer lo atemorizan porque los siente como -un-peligro. ;Qué peligro? El peligro de que el cuerpo ‘enloquezca en el ardor de sus impulsos; el temor de aue la cabeza le estallepor la incapacidad de dominar far iubor treads cng naneia anual ano. de 0 padres. Excitado por el deseo, feliz con sus fantasias pero tambien angustiedo, el nino se siente perdido y “4 ~ - completamente desconcertado, La crisis edipica es una insoportable tension entre el placer erotico y el temor, © [entre la exaltacién de desear y el temor de desaperecer us del deseo, 5 como el niio reacciona sin transigir. Escin- ido entre el regocijo y 1a angustia, sélo tiene una sali da: olvidarse de todo, borrarlo todo. Si, el niio edipico, sea nifiao varin, rechaza vigorosamente las fantasias yy la angustia, deja de tener como pareja sexual a su padre oa su madrey queda entonces disponible para © eonquistar nuevos y legitimos objetos de deseo, Ast, 5 progresivamente, va deseubriendo el pudor, desarrolla “elsentimiento de culpabilidad, el sentido moral y afir- ma su identidad sexual de hombre o de mujer. Sena- Temos que, después de una relativa calma puleional “bien digo, relativa-, en la pubertad se produciré una segunda conmocién edipics. Del mismo modo en que Iohabia hecho a los cuatro afios, la nifia oel nifio que entra en la adolescencia tendré que ajustar el ardor de sus impulsos a su nuevo cuerpo en plena metamor- = fasis puberal y a las nuevas solicitaciones sociales, Pero, para un joven, ese ajuste nunca es facil, lo cual explica por qué encontramos tantas dificultades con eladolescente en crisis. El joven ya no sabe apaciguar sus smpetus como los habia calmado al final de su 13 deseo velvién- ‘etapa edipies; por el contrario, ati 5 dose rebelde y, en ocasiones, « la inversa, reprime su deseo tan violentamente que se vuelve inhibido y ‘campletamente timido. No obstante, el voledin edipico no se extingue en la adolescencia. Mucho después, ya en Ia edad adulta, como consecuencia de un conflicto afectivo puede volver a hacer erupcin adquiriendo la forma de sufrimientos neurdticos tales como la fobia, 16 lo histeria y la obsesién, Por witimo,no olvidemos que otra renctivacién del Edipo puede darse esta ver experimentalmente- en el escenario analitico en l seno dela neurosis de transferencia. Lo emunciaré se. gin Ia siguiente férmula: la transferencia entre pa. ciente y psicoanalista es la repeticién en acto del complejo de Edipo. Qué es pues el Edipe? El Edipo es la prucha que experimenta el nino de alrededor de cuatro ahos, quien, superado por un deseo sexual incontrol: ible, -dobe aprender a sefrener_ou impels y a ajustarlo ‘os limites de su cuerpo inmaduro, alos limites de 5 conciencia naciente, a los limites de su miedo 3, final. mente a los Iimites de un Ley tacita que le ordena dejar de tomar a sus padres por objetos sexuales Esta sla esencia de a crisis edipica: aprender a canalizar uun deseo que nos desborda. Durante el Edipo, per pri. mera_vez en nuestra vida, le decimos a inuestro insolente deseo: “;Calma! ;Tranquilizate! |Aprende a vivir on sociodad? Tambien legamos a la conelasion deque el Edipo es el doloroso paso de iniciacién de un leseo salvaje a un deseo socializade y la aceptacign jgualmente dolorosa de que jamés podremos satisfacer totalmente nuestros deseos. Pero el Edipo es, ademas de una crisis sexual de crecimiento, la fantasia que esa crisis medela en el inconscfente infantil. En efecto, la experiencia vivida del seismo edipico se graba en el inconseiente del nino y pardura.alolargo de toda la vida como una fantasia gue habré de definir la identidad sexual del sujeto, Gue habra de determinar numeroses razgos de sv Personalidad y que fijars su aptitud para manejer los conflictos afectivos futuros. En el caso del nino quic, durante la crisis edipica, hubiera experimentado un placer demasiado precoz, demasiado intenso y demasiado inesperado, es decir en el caso en que la ex- periencia de un placer excesive nubiera resultado trau- ‘atic, la fantasia resultante constituyela causa segura de una Futura neurosis Con todo, el Edipo representa més que una crisis sexual y Ia fantasia que modela en el inconseiente: os también un concepto, el mas decisivo de los conceptos analiticos. Diria que es el psicoandlisis mismo, paes para los psicoanalistas, el conjunto de sentimientos que vive el nifio durante esta experiencia sexual que amamos complejo de Kdipo conforma el modelo que nos sirve para concebir el adulto que somos. Al igual que el nifio edipico, experimentamos un aumente de deseo hacia el otro, nos forjamos fantasias, obtenemos placer con nuestro euerpo y el euerpo de otro, sontimos temor de vernos superados por nuestros impulses aprendemos, finalmente, a refrenar nuestro deseo y nuestro placer para vivir en sociedad. Y gqué es el psicoandlisis sino una préctica sostenida por una teoria que concibe al hombre de hoy siguiendo el modelo de la prueba edipica que atraviesan todos los ninos cuando deben aprender a refrenar su deseo y a atemperar su placer? Por tiltimo, el Edipo os también un mito, puesto que esta crisis real y concreta que seda en un nifioo una nina de cuatro afios es una espléndida alezoria del combate entre las fuerzas impetuosas del deseo indi- vidual y las fuerzas dela civilizacién que se le oponen. ‘La mejor manera de resolver este combate es un tér- mino medio llamado pudor e intimidad. {CUAL ESLA CONDICION DEI. EDIPO? GES UNAREALIDAD, UNA FANTASIA, UN CONCEPTO 0 UN MITO? {Cudl es pues la verdadera condicién del Edipo? Gs una crisis sexual de crecimiento, observable en el comportamiento de los nifos? {Bs una fantasia ins- cripta en el inconsciente? {0 es acaso la construccién sérica mas importante, piedra angular del edificio analitico? ,O se trata sencillamente de un mitomoder- po que nos revela que la prohibicida universal del in ‘esto es una respuesta al loco deseo humano del inces- ‘0? gBs entonces el Edipo uns realidad, una fantasia, un concepto simplemente un mito? Pues bien, yo responderia que es todo eso al mismo tiempo: realidad, fantasia, concepto y mito. No obstante, para el psico- analista que soy, el Edipo continia siendo ante todo ‘uns fantasia y deberia decir, una doble fantasia. Ex, Por un lado, la fantasia infantil que obraen ol incons- ciente del paciente, redoblada ademas por la misma fantasia, esta vez recorstruida por el analista. Ade- mas, slo puedo comprender el sufrimionto que escucho de boca de mis pacientes adultos, suponién- doles deseos, ficciones y angustias que habrian vivido en la edad edipica. Y me digo que esos deseos, esas ficciones y esas angustias infantiles estén ain hoy resentes, ocultas bajo la apariencia de los multiples tormentos de la neurosis de que se queja el paciente. Cuando, por ejemplo, escuchoa Sarah, rréxica grave de 26 afios, mentelmente veo a ia nina que era ¥ ls imagino desmombrada entre el deseo de ser un varén de euerpo chato como el de su hermano, el hijo preferido del padre y el deseo de ser la mujer amada por el padre, Ahora bien, sélo puedo tener Ia opor- as tunidad de influir en el curso dela anorexia de Sarah dirigiéndome a esa ninita que est en su interior. Cuando, durante una sesién, le presento una inter- pretacion, quien 1a oye es Sarah, mi paciente, pero quien la recibe es In nina. Qué nina? La pequetia Sarah edipica con la que fantaseo en la escucha y a quien supongo actuando en el inconseiente de la Sarah adulta. {Pero quién puede probar que oss fantasia, forjada en la eseucha eon ayuda del material elinico ¥ de la teoria del Edipo es realmente Is que actiia en el inconsciente de mi paciente? Tengo e) Falo y me creo ommipotente ~> Deseo a In ver pasecr su nunlmente « mis padres, ser poseido por ellos y suprimir a ‘mi padre —> Siento placer al famtasear con iis deisens ine cestuosos ~> Mi padre amunaza saatigarme cen Ia caste on ~ Veo el euerpodesnado de una nifa el de mimadee y-comprucho In ausencia de pene —» Siento adn mac temor ie sor castighdo — Angustiado, prelero dejar de denear a mis padres y salvar mi pene > Ne olvido de todo: deaeon, fantasfosy angustia — Me ceparo sexnalmiente de mis paves ‘hago mia su moral — Comienzo acormprender que ti gare. | ean hombre y mi madre una mujer y a suber poco a poco ‘aye pertenezco al linaje de lor varones -» Mac tarde, os la aolescencia, se reavivardn "saperyé, muy severo a esa edad, se opondrd a elas feroz- | ‘mente, Bete Techa entre lus Ranta y el superye st Ta hifestars mediante actitudes exeesivas y confictivas propiag ela adotesconcia: pudor exicerbado, nhibiciones, tenor 9 | desprecie de ta mujer rechazo de los valores estabieidos = ———————————EeEeEeee 48 4 xual 2acn DE LOS PADRES ) __f amo bjs de deseo | jaya angus arta oo soo aciut sew pasta . * Farias de onpoenda ~FALO Incorrect glo paces come anes de Weniieasor Faniaslade peor aitud seal aia “Sensasones plans ‘Cunare2 Logica eet Esto» del varon 2. BL EDIPO DE LA NINA El tiempo preedipico: la nifia es como un verdn El tiempo de ta soledad: Ja nina se siente sola y humillada El tiempo del Edipo: ta nifia desea a su padre Resolucion de! Edipo: Ia mujer desea aun hombre La més femenina de las mujeres siempre lleva en ella a su padre Resumen de la logica del Edipo de la nifia ELTIEMPO PREEDIPICO. LANINAES COMO UN VARON? Ahora relataré la continuacién de nuestra leyenda metapsicoligiea describiendo los cuatro tiempos del Edipo femenino. E] lector se dard cuenta inmediata- mente de que aqui entrames en un mundo comple- tamente distinto del Edipo masculino, Mientras que en el varén de cuatro aftos coexisten tres deseos incestuosos: deseo de poseer, de ser poseido y de supri- mir al Otro, en la nifia de la misma edad, al comienzo hay un Ginieo desco incestuoso: el de poseer a le madre, seguido mas tarde por el de ser poseida por el padre. Si, dije “poseer a la madre”, aunqus esto pueda parecer sorprendente cuando se trata de una nifa. En este aspecto, conviene hacer una precisién. Si aceptamos Jaacepci6n corriente del término “Edipo" que designala inclinzei6n erética del nifio hacia el padre del sexo ‘puesto, no podemos decir que la nina que desea po- seer ala madre se encuentreen lactapa del Edipo; se 1. Fl madro' de lo pég. 72 ncompana a ectura de este capita 53 halla antes bien en un periodo preedfpico considerado necesario para llegar hasta el padre y entrar efectiva- mente en el Udipo. Para poder sexualizar luego al pa- dre, la nifa sexualiza en primer término a la ma- dre. Bs por ello que Freud lama a la etapa prepa- ratoria de le eexualizacién del padre la “fase pre edipica”, El varén, en cambio, no tiene necesidad de pasar por esta fase preliminar puesto que de entrada desea al padre del sexo opuesto, de decir, a la madre y 6sta continuaré siendo el tinico objeto de su deseo edi- pico. Acabo de decir que el objeto del varén es siempre Ja madre, aun cuando, al referirme a la fantasia de seduccion del nino, mestré que el padre tambien puede ser objeto del deseo de su hijo. No obstante, hablando en términos clésicos, deberiamos decir que el varén desea un tinico objeto sexual: la madre. En tanto que a niia desea a dos: primero ala madre y Inego al padre Estamos en los albores del siglo XX1 y debe recordar Jos innumerables y apasionantes debates mantenidos entre psicoanalisias en la déeada de 1930 respecto de Ja importancia de la fase preedipica en la vida de una mujer. En efecto, esta fase es esencial para compren- der la problematica de las pacientes neuréticas que recibimos cada dia en la consulta. Cuando escucho a ‘una mujer, siempre pienso en la reluciéa de la paciente con su madre y, paralelamente, cuando escucho a un hombre, generalmente pienso en la relacién con el padre, Ciertamente, aqui expongo uns teoria del Edi- po, pero quisiera hacer notar ademas la incidencia del Edipo en la clinica y sobre todo hacerle comprender al lector que el problema de las neurosis reside en el peneso retorno durante la edad adulta de un Edfpo 5a invertido, es decir de aquello que en la infancia era la atraccion sexual hacia el padre del mismo sexo. La nifia se neurotiza, pues, mas fécilmente a partir dela re- lacién con el padre, Ademas deberiamos decir que la neurosis masculina resulta de una fijaciin del nifio varin con el padre y la femenina, de una fijacion de la nifa con la madre. Si durante la practica clinica un torepouta oscucha a un hombre neurético, debe pensar sobre todo en el padre de ese hombre y en presencia de una mujer neurétien concentrarse fandamental- mente en la relacién con la mare. Dejemos por un momento de lado la préctica clinica y consideremos un instante la expresién eonsagrada: “entrar en el Edipo” {Cuando decimos que una nina entra en el Edipo? Nuestra respuesta es diferente de a que damos en el caso del varon. Este entra directa. mente enel Edipo porque desea de golpe ala medre y sate del Edipo cuando desea a otra mujer que no sea su madre. La nifia, en cambio, entra en el Fdipo ~es decir, sexualiza a su padre~ después de haber atrave- sado la fase preedipiea durante la cual sexualiza a la madre y luego la rechaza, y sale del Edipo cuando desea a otro hombre que no sea su padre. Eneontramos tuna segunda disimetria entre varones y nifas en lo referente a la velocidad con la cual salen unos yotras del Edipe. El varén, como vimos, desexualica simulta neamente a Jos dos padres de manera répida y brutal, mientras que la nifia desexualiza primero.a la madre y luego, muy lentamente, se aparta sexualmente del padre. El varén sale del Edipo en un dia y la nitiaen varios anos. También podriames decir que el nifio se hace hombre de un solo golpe, en tanto que la nifia llega a ser mujer progresivamente. 5 Pero, retornemos al periodo preedfpico en el cual la nimita desea a su madre como objeto sexual. En esta etapa, la nia adopta respecto de la madre la misma actitud que el vardn edipico. Como #1, eree poser un Falo y, a través de su conducta, muestra que se deja guiar por fantasiaa de omnipetencia féliea y de placer en las cuales desempefia un papel sexual aetivo en relacién con lamadre. Al igual que elvarén, se siente feliz, fuerte y orgullosa; es curiosa, a veces voyeurista, exhibicionista y agresiva. En suma, du- rante este perfodo, la pequeha est animada por ol deseo incestuoso de poseer « In madre, el jubilo de tenerla completamente para si, y adopta una posicion netamente masculina semejante a la del varon. EL TIEMPO DE La SOLEDAD: LA NINA SESIENTE SOLAY HUMILLADA Ahora bien, en un momento se va a producir un ‘acontecimiento crucial que eclipsars el inocente ¢ inso- lente orgullo de la pequena dichosa de senlirse todopo- derosa. Del mismo modo en que el varén descubre vi- sualmonto y con angustia la ausenci« de pene enel cuc~ po femenino, la nina comprueba Ia diferencia del as- pecto de su sexo yel del vardn. La reaccién dela nifia es inmediata: se siente decepcionada por no tener el : “HEI tiene algo que yo no tengo!” Hasta ese momento, la nifia confiaba en sus sensaciones de placer vaginal y clitoriano que la confortaban en su sentimiente de omnipotencia, pero después de ver el pene, duda de sus sensaciones y se dice que la fuente del poder no esta en ella sino que 56 est en el cuerpo del otro, en el sexo del vardn, EI impacto que produce la visién del pene es mas fuerte que el que le producen sus sensaciones erdgenas. La imagen desconcertante del pene prevalece sobre sus sensaciones intimas; lo que vio ha abolido lo que sentfa. La nina se halla asi dolorosamente desposeida pues el cetro de la fuerza ya no esta encarnado por sus sonsaciones erégonas sino por el Srgaino visible del nifio. Ahora es otro quien tiene el Falo que toma desde entonees la forma de un pene. Rste os el momento en que se derrumba brutalmente una inmensa ilusicn y se produce un penetrante desgarro interno. Llamo a esta fantasia, en la cual la nina sufre el dolor de haber sido privada del precioso Valo, “fantasta de privacion” o-mas exactamente, “fantasia de dolor de privacién”. Mientras el varén vivia la angustia de poder perder, Ja nia vive el dolor de haber perdido, mnfentras el varén teme uns castracién, la nia deplora una privacién. Recordemos que en el caso del vari, la fantasia que condujo a la resolueién del Edipo es una fantasia de angustia, Temiendo perder el Falo venerado que ereia poseer, el niffo se siente inclinado a proferir su pene antes que a su madre. El easo de la nina es radi- calmente diferente: no tiene temor de perder, puesto que acaba de comprobar que no tiene pene y que nunca Jo tendra. A diferencia del vardn, no tiene nada que perder. No, no tome una pérdida, no sufre la angustia; lo que experimenta es un dolor, el dolor de haber sido privada de alge importante. Como vemos, en al vandn do- mina la angustia y en la nifiael dolor. Pero, ,qué dolor? Giertamente el dolor de haber sido privada de un ob- jeto inestimable que erefa poseer, pero sobre todo ell 37

Das könnte Ihnen auch gefallen