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El documento discute los usos de las aceras para la crianza de los niños. Critica la idea de que los parques son lugares adecuados para los niños y las calles no, señalando que los niños necesitan una variedad de espacios, incluidas aceras animadas donde puedan jugar de forma no estructurada bajo supervisión. Las aceras diversificadas que mezclan usos residenciales, comerciales y de trabajo permiten a los niños incorporarse a la vida social y estar cerca de adultos.
Originalbeschreibung:
resumen del capitulo 4 del libro de jane jacobs, muerte y vida de las ciudades
El documento discute los usos de las aceras para la crianza de los niños. Critica la idea de que los parques son lugares adecuados para los niños y las calles no, señalando que los niños necesitan una variedad de espacios, incluidas aceras animadas donde puedan jugar de forma no estructurada bajo supervisión. Las aceras diversificadas que mezclan usos residenciales, comerciales y de trabajo permiten a los niños incorporarse a la vida social y estar cerca de adultos.
El documento discute los usos de las aceras para la crianza de los niños. Critica la idea de que los parques son lugares adecuados para los niños y las calles no, señalando que los niños necesitan una variedad de espacios, incluidas aceras animadas donde puedan jugar de forma no estructurada bajo supervisión. Las aceras diversificadas que mezclan usos residenciales, comerciales y de trabajo permiten a los niños incorporarse a la vida social y estar cerca de adultos.
RESUMEN: Captulo 4 - Usos de las aceras: Incorporacin de los nios
Entre las supersticiones del urbanismo y la vivienda, existe una fantasa
sobre la mudanza: Una poblacin infantil est condenada a jugar en las calles de la ciudad, lo cual se denomina como: el peaje moral y fsico que las calles cobran a la juventud. Por lo cual se piensa que al sacar a estos desgraciados nios de las calles y ponerlos en parques y patios de recreo adecuados, stos ya tendran que estar en un lugar sano, pero hasta ac llega la fantasa. Al respecto, Guggenheim observ que los nios que hacan uso de las calles y aceras podan escapar de otros nios o adolescentes que los perturbaban, ya que conocan bien las calles y tenan rutas de escape. Por otro lado, observ lo aburridos y desrticos que eran los patios de recreo de las nuevas viviendas. Un caso de una batalla entre adolescentes se dio en el ao 1959, en el parque Sara Delano Roosevelt, la cual culmin con la muerte de una muchacha que no formaba parte de ninguna de las pandillas. En este caso, el parque desolado y el espacio de la urbanizacin contribuyeron a los actos delincuenciales. Ralph Whelan menciona que siempre que se construye un nuevo complejo de viviendas de corte moderno se produce invariablemente un incremento del ndice de criminalidad. As tambin, estas viviendas son buenos ejemplos de los diversos intentos desplegados para expulsar a los nios de las calles. Pero qu ocurre cuando se traslada a los nios de la calle animada y concurrida de una ciudad a los parques de rigor o a los habituales terrenos de recreo pblicos o privados? Los nios son trasladados de un lugar en el cual son observados por una gran cantidad de ojos adultos, a otro lugar en el cual la mirada de los adultos es pequea o nula. Sin embargo, no todas las aceras de una ciudad estn sometidas a esta clase de vigilancia, lo cual es un fallo que los urbanizadores deberan corregir. Las aceras infrautilizadas no estn sometidas a una vigilancia mnima necesaria para la educacin de los nios. De igual manera, no todos los parques y terrenos de recreo son inseguros o pobres en vigilancia adulta, los saludables por lo general estn ubicados en zonas cuyas calles presentan gran animacin y seguridad, donde prevalece una vida de acera pblica civilizada. En la actualidad, muchas reas urbanas estn siendo rehabilitadas segn los principios de los parques cerrados en el interior de modernas supermanzanas. Estos mundos protegidos y cercanos solo se usan y son posibles en los primeros tres o cuatro aos de los nios, cuando an son fciles de manejar. Este tipo de urbanizacin requiere que los inmuebles se orienten hacia la parte interior del enclave, dando a las calles las partes traseras de los edificios.
El captulo se centra en el aspecto negativo de la crianza de los nios: el
factor de la proteccin. Con la insensata fantasa de que los parques son por definicin, lugares adecuados para los nios. Y las calles, son tambin por definicin, lugares no adecuados para los mismos. Los nios de una ciudad necesitan una gran variedad de sitios donde poder jugar y aprender. Sirviendo las aceras animadas y diversificadas para este tipo de juego no especializado. En donde se supervisan los juegos, y se incorpora a los nios a la vida social. Los arquitectos urbanistas parecen no darse cuenta del alto porcentaje de adultos necesarios para criar a los nios en sus juegos informales, y tampoco parecen comprender que los espacios e instalaciones no cran a los nios. Entonces, todo el mundo ha de aceptar un canon de responsabilidad pblica mnima y recproca. Estas son enseanzas de urbanidad que la gente contratada para cuidar de los nios no puede ensear, porque la esencia de esa responsabilidad es que lo haces sin que te paguen por ello. Siendo este juego en las aceras, un juego no dirigido por un matriarcado. Puesto que cualquier vigilancia planificada constituye un matriarcado. Los centros de trabajo y de comercio han de entremezclarse adecuadamente con los residenciales si queremos que los hombres estn prximos a los nios en la vida cotidiana. Asimismo, la oportunidad de jugar en un mundo compuesto por hombres y mujeres es posible y habitual para los nios que juegan en aceras diversificadas y animadas. La accesibilidad y libertad de estas aceras es un capital muy importante tambin para los nios, lo que es diferente de ser encajonado en una reserva. Conforme van creciendo los nios, estas actividades se van haciendo menos bulliciosas, el problema es cuando no pueden hacerlas dentro de la sociedad, sino como una actividad fuera de la ley. Entonces, si las aceras de una ciudad son lo suficientemente anchas, los juegos prosperarn rpidamente juntos con los dems usos. Mientras que, cuando ms estrechas sean las aceras, ms sedentario se har el juego. Pero, normalmente se sacrifica la anchura de las aceras al trfico rodado, pues se considera a la acera slo como un espacio de trnsito de los transentes y de acceso a los edificios. Al contrario, se debera considerarlas como lo que son en realidad: nicos e insustituibles rganos de seguridad ciudadana, vida pblica y educacin de los nios. Y cuando las aceras son perniciosas para la crianza de los nios, se debera promover las cualidades de las aceras que s son positivas. Para finalizar, la idea de eliminar calles e infravalorar y minimizar su importancia para la vida social y econmica de una ciudad, es la idea ms destructiva y malvola de la urbanstica ortodoxa.