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2H fenomeno HORIZa@m@NTE Plaza & Janes PAB Ry itertitey ite) Johannes von Buttlar nos dice que, a pesar de sentir grandes escnipulos, y después de mucho reflexionar, me he decidido a escribir este informe sobre el trasfondo del fenémeno dé los objetos volantes no identificados, al que, sin exageracién, puede atribuirsele alcance mundial. Naturalmente, comprendo que este empefio puede dar pabulo a todos los alaques imaginables, ya que suscita las més encontradas reacciones. No existe tema que genere més prejuicios, especulaciones, dudas, afirmaciones, falseamientos e incluso intrigas. Aqui no hay lugar para el compromniso; sélo posiciones a tomar: a favor o en contra. Hay infinidad de informes, procedentes de todas las partes del mundo, acerca de encuentros con objetos volantes no identificados. Segin una encuesta, slo en Norteamérica hay quince millones de personas —entre ellas, el ex presidente Jimmy Carter— que afirman haber visto los llamados OVNIS. Semejante fenémeno, cualquiera que sea la valoracién que se le dé, merece atenciény. Los OVNIS constituyen el fenémeno més excitante de nuestro tiempo. Impostores y cientificos hablan de él, ¥ nuestra fantasia se desborda. Quizé nO Nos ocuparfamos tanto de los OVNIS si los Servicios Secretos de las dos grandes potencias (Estados Unidos y la URSS) no hubiesen tomade tan sigilosamente buena nota del fenémeno. En la época de la guerra fria, tanto la CIA como la KGB empezaron a interesarse por los OVNIS; cada una de las partes sospechaba que detrés de aquello se cultaba un arma prodigiosa. Ambas neias decidieron mantener en 2creto los testimonios de s de naves espaciales, Y a informacién para wre unregisterec conseguir que resultara increible la existencia de OVNIS, con el fin de investigar ellos los casos con toda. tranquilidad Este trasfondo politico se trata en esta obra por primera vez. El autor ha tenido acceso a muchos documentos de la CIA y de la KGB, algo que nadie antes habia conseguido, Mientras que, por una parte, deben entenderse los avistamientos de OVNIS como un fenémeno sociopsicolégico, por otra parte, muchos dé esos avistarmientos no pueden atribuirse simplemente a alucinaciones, Los Servicios Secretos de las grandes potencias consideran los OVNIS como una realidad, y la prueba es que los han sometido a persecuciones, aunque el fenémeno no ha llegado a aclararse nunca de manera satisfactoria Johannes von Buttlar documenta el tema con multitud de casos, que se leen como relatos policiacos. E] autor ordena datos, trata de aclarar lo musteriose y simplifica lo complicado. Ofrece con esta obra algo nuevo tanto a los que creen en los OVNIS como a les escépticos en esta materia. Tras su lectura, no hay més remedio que descartar los Prejuicics o revisar las opiniones. Aunque los OVNIS no constituyen todavia una materia cientifica, para muchas personas suponen una auténtica experiencia. unregistered Johannes von Buttlar El fenomeno ovni Pruebas de Inquietantes encuentros en la primera, segunda y tercera fase GOCE 5 Plaza &Janés unregistered Titulo original: DAS UFO PHANOMEN Traducclén de ANA Ms DE LA FUENTE Disefio de la coleccién de SOULE-SPAGNUOLO Portada de TERCETO Primera edicién: Enero, 1983 © 1978 C. Bertelsmann Verlag, GmbH, Miinchen © 1983, PLAZA & JANES, S. A., Editores Virgen de Guadalupe, 21-33. Esplugues de Llobregat (Barcelona) Este libro se ha publicado originalmante en alemén con el titulo de DAS UFO PHANOMEN. (ISBN: 3-570-05084.0. C. Bertelsmann Verlag, Munchen. Ed. original.) Printed in Spain — Impresa en Espafia ISBN: 84-01-39010-9 — Depésito Legal: B. 862-1983 unregistered INDICE Biblioteca M.A.O. Mis Archivos HIlO Pertenece a: Victor Fco. Carrasco Ferrada Investigador OVNI En Scribd me encuentras en/como Victor Francisco Carrasco Ferrada, en VICUFO, en VICTOR o VICUFO2 A MODO DE PREAMBULO .. ENCUENTRO MORTAL ... ... MANIOBRA DE DIVERSION . LAS LOCAS MAQUINAS VOLADORAS .. EL JUEGO DEL GATO Y¥ EL RATON ... 2.0 ee. cs sus ose PATENTE DE CORSO LA RED . EL FANTASTICO ENCUENTRO DE ANTONIO VILLAS BOWS ies cee eye 400 coeege ae sas ABSOLUTAMENTE AUTENTICO . LA ENCRUCIJADA ... o.oo. ee ss 101 115 137 143 unregistered ¢VIDA INTELIGENTE EN LA TIERRA? ... 0. s00 ose oes era eee MURA 32. ch. sks Deamue eat ancien ante Ee CONTRAINTERROGATORIO 22. ce. tes see tee ate ose sas PRPEMUN Fe cease ce ie aan ce von anal fatal yas ony Brsiiocraria ... INDICE TOPONOMASTICO ... ++. -.+ 159 169 179 199 215 237 241 247 unregisterec Existe un principio que sirve para obstruir toda informacion y rebatir cualquier argumenta- cidn, un principio infalible para mantener en la ignorancia a la Humanidad. Es el principio de la idea preconcebida, HERBERT SPENCER, unregistered A pesar de sentir grandes escrapulos y después de mu- cho reflexionar, me he decidido a escribir este informe sobre el trasfondo del fenémeno de los objetos volantes no identi- ficados, al que sin exageracién puede atribuirse alcance mun- dial. Naturalmente, comprendo que este empefio puede dar pa- bulo a todos los ataques imaginables, ya que suscita las mas encontradas reacciones. No existe tema que genere mds pre- juicios, especulaciones, dudas, afirmaciones, falseamientos e, incluso, intrigas. Aqui no hay lugar para el compromiso; sdlo posiciones a tomar: a favor o en contra. Existen infinidad de informes, procedentes de tgdas las partes del mundo, acerca de encuentros con objetos volantes no identificados. Segtin una encuesta, sdlo en Norteamérica hay quince millones de personas —entre ellas, el presiden- te(1) Jimmy Carter— que afirman haber visto los Hamados (1) Este libro fue escrito en 1978, afio en que Jimmy Carter era presidente de los Estados Unidos de América. (N. del T.) unregistered 14 JOHANNES VON BUTTLAR OVNIS. Semejante fenémeno, cualquiera que sea la valora- cién que se le dé, merece atencién. Y, puesto que la tarea del escritor debe ser la busqueda de la verdad, no pienso rehuir el desafio, Desde luego, éste es terreno muy peligroso para quien se imponga esta misién, la cual acarrea, entre otras cosas, una Prueba de valor que ya ha causado varias victimas, También la lectura de este libro exige valor: el de deci- dirse a desechar los prejuicios. unregisterec HUELLAS Camino de Coral Gables, pequefia ciudad de Florida, el coche patrulla de la Policia del Condado de Dade pasé por segunda vez junto a un coche descuidadamente aparcado, modelo break. —Ahi pasa algo raro. jPara! —dijo al conductor el poli- cia acompafiante, receloso. Cuando, a las 6.30 de la tarde del 20 de abril de 1959, los dos policias abrieron ¢l coche, hallaron en su interior el cuer- po sin vida de un hombre. La causa de la muerte pudo ser determinada inmediatamente: inhalacién de los gases del mo- tor introducidos en el vehiculo por medio de una manguera conectada al tubo de escape. La Policia dictaminé suicidio por envenenamiento con mondxido de carbono. Tampoco hubo dificultad para averiguar la identidad del muerto. Uno de los policias encontré sus documentos perso- nales. unregistered 16 JOHANNES VON BUTTLAR —Doctor Morris K. Jessup —leyé en voz alta—, nacido el 2 de marzo de 1900, en Indiana. —Jessup? —inquirid su compafiero con extraiieza—. éHas dicho Jessup? No serd el profesor Jessup, ese que ha dado tanto que hablar a propésito de los OVNIS. ¢Por qué habia de suicidarse precisamente él? Esta pregunta seria formulada con frecuencia en el curso de los afios y daria origen a todas las suposiciones y especu- laciones imaginables. Pues, por si no era ya lo bastante miste- rioso el suicidio de Jessup, ciertos hechos anteriores lo hacian todavia mds incomprensible. ¢Qué indujo al prestigioso astrofisico doctor Jessup a buscar la muerte? El doctor Jessup no sdélo era catedrdtico de las universi- dades de Michigan y Drake, en las que ensefiaba Astronomia y Matematicas, sino que, ademas, habia dirigido en Africa del Sur la construccién y montaje del mayor telescopio de re- fraccién del hemisferio austral. A Jessup se debe el descubri- miento de numerosas estrellas binarias, catalogadas después por la «Royal Astronomical Society» de Londres. Pero no es eso todo. El mismo Ministerio de Agricultura de los Estados Unidos utiliz6 los conocimientos de este hom- bre en la prospeccién de reservas de caucho en el territorio del Amazonas. Tras la observacién de un disco pulsante —una subita Juz en el cielo— la vida de Jessup cambié bruscamente. No es posible precisar ya si el incidente ocurrié. durante su estancia en Africa o en América del Sur. Lo cierto es que el hecho, se- gtn el propio Jessup confié a un amigo, influyé de manera decisiva en su vida y, en opinién de algunos, también en su misteriosa muerte. Cuanto mas menudeaban las_ noticias sobre apariciones de objetos volantes de naturaleza desconocida, mas intrigado unregistered EL FENOMENO OVNI 7 se sentia Jessup por este desconcertante fenémeno. Como buen cientifico, el profesor anotaba, analizaba y valoraba sis- tematicamente todas las noticias relacionadas con los OVNIS. Pronto llegé al convencimiento de que un porcentaje relati- vamente alto de los casos de deteccién de OVNIS no podian atribuirse ni a confusién, ni a engafio, ni a error, ni a ilusio- nes épticas, En su opinién, los OVNIS no eran ni mas ni me- nos que lo indicado por su denominacién: Objetos Volantes No Identificados. ¥ asi los consideré Jessup desde el prin- cipio. En el verano de 1947, el concepto de «platillos volantes> no s6lo abria una nueva Era para la asombrada Humanidad, sino que deparaba tema de debate para varias décadas. Aunque resulte curioso, la nueva era se inicié con una de- teccién de OVNIS poco espectacular. Aun no se sabe por qué precisamente aquel incidente promovié tanto revuelo. Tal vez se debiera a la expresién «platillo volante», utilizada entonces por primera vez. Para los periodistas de todo el mundo, éste fue, naturalmente, un magnifico hallazgo, ya que permitia si- tuar el fenémeno en un plano mucho mds asequible. Por fin se habfan identificado las visiones. Los OWNIS eran... plati- llos volantes! Ademds, dado que, normalmente, los platillos no vuelan, los periodistas podian tratar el tema de la apari- cién de aquellos extraiios objetos con benévola ironfa. No es de extrafiar, pues, que la denominacién de , «Chief of Engineering Division and Aircraft», «Power Plant and Propeller Labo- ratories of Engineering Division T-3», obtuvieron en el curso de una conferencia el siguiente resultado: 2. Existe la opinién de que: a) El fenédmeno del que se informa es realidad y no fan- tasia ni ficcién. b) Existen objetos que, con toda probabilidad, tienen forma de disco y tamafio de aviones fabricados por la mano del hombre. c) Existe la posibilidad de que algunos de los incidentes puedan atribuirse a fenémenos naturales, como me- teoros. d) Las caracteristicas de funcionamiento que se descri- ben, como por ejemplo la extraordinaria capacidad de elevacién, maniobrabilidad (en especial, la yeloci- dad de giro) y movimientos, segin las observa- ciones realizadas por aviones amigos y radar, inducen a pensar que algunos de los objetos son maniobrados a mano, autométicamente o a distancia. e) Acontinuacién, se hace una descripcién de los objetos, segiin los datos mds generalizados: (1) Superficie metalica o reflectante. unregistered unregisterec 24 JOHANNES VON BUTTLAR (2) Ausencia de huellas visibles, con excepcién de algunos casos, alli donde los objetos parecian operar en régimen de mdéximo rendimiento. (3) Redondos o elipticos, planos por debajo y pro- vistos de una cupula. (4) Algunos informes aluden a formaciones precisas, de tres a nueve objetos. G) Habitualmente silenciosos, salvo en tres casos, en los que se oyé un rugido atronador. (6) La velocidad en vuelo horizontal se calcula gene- ralmente en unos 550 km/h. 3. Se recomienda que los Cuarteles Generales de las Fuerzas Aéreas dicten normas indicando prioridades, clasificacion de secreto y nombres clave para una investigacién detalla- da del caso. 4. Entretanto, AMC proseguiré temporalmente las investiga- ciones con los medios a su aleance. Firmado: N. T. Twining Teniente General, USA Commanding En virtud de este informe, las Fuerzas A¢reas norteame- ricanas crearon el proyecto secreto «Ufo Sign» (Sefia OVNI). ENCUENTRO MORTAL El general L. C. Craigie contesté al informe confidencial de Twining con la orden de crear un cuerpo aéreo cuya mi- sién fuera el estudio del fenémeno de los objetos volantes no identificados. El «proyecto Sign» fue adjudicado a la base aérea de Wright Patierson, para ser desarrollado con Ia categoria de secreto 2A y sometido a la supervisién general de la Techni- cal Intelligence Division del AMC. El «proyecto Signs o «proyecto Saucer» (Platillo), como se Je Ilamaba también en los medios informados, inicié su ac- tuacién el 22 de enero de 1948, Es decir, se recopilaron por primera vez todas las informaciones sobre apariciones de OVNIS y fendémenos relacionados con ellas, observados en la atmésfera —en la medida en que tales apariciones pudieran tener importancia para la seguridad nacional de los Estados Unidos, Posteriormente, los informes serian comprobados, unregistered unregistered 26 JOHANNES VON BUTTLAR valorados y, por tiltimo, transmitidos a determinados departa- mentos gubernamentales. La finalidad principal del proyecto era la de averiguar si los OVNIS suponian una amenaza para Ja seguridad nacional. A las dos semanas de haber entrado en funciones este cuerpo, se produjo una aparicién extraordinaria que estuvo a punto de provocar el histerismo colectivo. El incidente man- tuvo en jaque al «proyecto Sign» durante casi un afio. El 7 de enero de 1948, varias personas vieron sobre Louisville, Kentucky, un objeto plateado en forma de disco que irradiaba una luz rojiza. Tenia un didmetro de 80 a 100 m y volaba en direccién Sur. La Policia estatal avisé inmediata- mente a la base a¢rea de Fort Knox y al aeropuerto de God- man Field. A los 15 minutos, el personal de la torre de control avistaba el OVNI. Cuando se cercioraron de que no se trataba de un avién ni de un globo sonda, cursaron aviso al oficial de guardia, al encargado de la defensa militar y, finalmente, al comandante de la base, coronel Guy F. Hix. Este ultimo se puso en contacto por radio con el capitan Mantell y le ordend despegar inmediatamente con sus aparatos , ;Y a pleno dia! La opinién publica estaba alarmada. Incluso quienes has- ta entonces habfan contemplado el fendmeno con una sonri- sita sarcdstica empezaban a preocuparse. Al fin y al cabo, ya no se trataba de un elemento misierioso y desconocido sino de algo potencialmente hostil. ¢Iba Mantell en persecucién de una nave extraterrestre, tripulada por seres hostiles? 0 en- traba en juego una nueva arma secreta de los rusos? Todo eran dudas y conjeturas. También las Fuerzas Aéreas y el equipo de investigacién del «proyecto Sign» estaban desconcertados. Quizds esta cir- cunstancia sea la nica disculpa por la ridicula explicacion dada a los periédicos y a la opinién publica. Decia asf, senci- Ila y estremecedoramente: Mantell perseguia al planeta Venus ¥ se estrellé en el intento de acercarse a él. Cuando los astré- nomos y otros hombres de ciencia rebatieron esta teorfa die ciendo que aquel dia el cielo estaba cubierto y Venus era practicamente invisible (especialmente con luz diurna), se dio otra explicacién, otra cortina de humo: Mantell perseguia un EL FENGMENO OVNI 29 globo sonda (sky hook). Sin embargo, una investigacién pos- terior realizada por el ATIC (Air Technical Intelligence Cen- ter) (Centro Técnico de Informacion Aérea) demostré que en Ja zona indicada no habia ningun sky hook, puesto que ATIC lleva un registro de todos los globos sonda que se lanzan. Ademas, aquel dia se encontraba en Godman Field un inge- niero Hamado Scott, quien declaré que la ultima frase de Mantell fue: — Santo Dios, es enorme! Y tiene ventanas. Scott afirma que él oyé la grabacién con esta frase de Mantell. Sin embargo, en el informe oficial no figura. No es de extrafiar que el caso Mantell interesara vivamen- te al profesor Jessup. De antemano éste descarté que pudiera tratarse de un prototipo de avién secreto. Porque Jessup sa- bia que ningtin pais del mundo podia construir un objeto de las caracteristicas observadas en el OVNI. Sencillamente, fal- taba la tecnologia necesaria para conseguir las propiedades de maniobrabilidad observadas en el OVNI, su asombrosa ca- pacidad de aceleracién y los virajes de 90°... jNo! Imposible, ni pensarlo, Los datos disponibles sdlo permitian sacar una conclusién: eran OVNIS de procedencia extraterrestre, y ope- raban segiin una tecnologia que estaba a afios luz por delante de la terrestre. Sin duda Mantell perseguia a una nave extra- terrestre. ¢Se le acercé demasiado? ;Acaso entré en su cam- po de fuerza, relacionado con su energia motriz y se estrellé? Es interesante observar que también los expertos del «proyecto Sign» formularon andlogas suposiciones secreta- mente, segiin queda reflejado en los informes. En su calidad de astrénomo, Jessup sabia, naturalmente, que la posibilidad de que haya vida extraterrestre es realmen- te grande. Porque seria casi un desatino considerar a la Hu- manidad unica forma de vida inteligente en el Universo. Al fin y al cabo, nuestro sistema solar no es ejemplar tinico en su unregistered unregisterec 30 JOHANNES VON BUTILAR género, sino uno entre innumerables sistemas planetarios del Universo. La vida —sea cual fuere su forma— depende de unas combinaciones quimicas complicadas y cambiantes. Ademas, la temperatura es un factor esencial, ya que, si un fuerte ca- jor puede influir en el comportamiento de delicadas compo- siciones quimicas, el frio intenso las congela. En uno y otro caso, las modificaciones quedan deséartadas. La creacién de formas de vida superiores depende, pues, de tres condiciones esenciales: 1. Un astro que suministre la temperatura necesaria, la ecos- fera, durante el tiempo necesario. 2. Un planeta que sea, por lo menos, tan viejo como nuestra Tierra— es decir, unos cinco mil millones de afios— para que pueda realizarse la aparicién y desarrollo de la vida. 3. Un medio adecuado —la biosfera— para que la vida pueda mantenerse, Segtin los calculos realizados, sélo en nuestra galaxia, la Via Lactea, hay miles de millones de estrellas con planetas en los que puede haber vida. En cualquier caso, puede afirmarse con seguridad que es posible que haya vida e inteligencia en cualquier lugar del Universo en el que un medio adecuado se mantenga durante el tiempo necesario para favorecer su desa- rrollo. En realidad, en la Via Lactea puede haber vida en to- das las fases de desarrollo. Vida que, comparada con la nues- tra, se encuentre todavia en «el Principio de la Creaciéns o, por el contrario, nos Ieve millones de afios de ventaja. A es- cala césmica, Ia diferencia entre 5.000 y 50.000 afios de desa- rrollo es minima. EL FENOMENO OVNI 31 Pero, a fin de cuentas, ¢no iba una inteligencia superde- sarrollada a aceptar el reto de lo desconocido, en lugar de li- mitarse a bregar con su entorno inmediato, explorar el Uni- verso y tomar contacto con inteligencias extraas? Estos razonamientos tuvieron para Jessup una confirma- cién en las apariciones de los OVNIS. El 6 de abril de 1948, un grupo de hombres de ciencia avistaron un objeto volante desconocido sobre la base de ex- perimentacién de armas teledirigidas de White Sands. Con el teadolito, se calculé su velocidad en 27.000 km/h. Cuando el OVNI empezé a elevarse bruscamente, la velocidad de eleva- cién, registrada también con el teodolito, fue de 40 km en 10 seg. El 2 de julio de 1948, ocho personas divisaron ocho obje- tos volantes desconocidos sobre la poblacién de Disma, los cuales aterrizaron en una elevacién situada cerca de St, Ma- ries, Idaho. Al anochecer del mismo dia, el locutor de radio Dannie Kelley avisté una formacién de OVNIS similar que sobrevolé su ciudad natal de Augusta. Los objetos tenian una tonalidad gris y volaban a una velocidad muy superior a la de cualquier avién observado hasta entonces por Kelley. Después se supo que en otras treinta y tres ciudades de los Estados Unidos ha- bian aparecido OVNIS a la misma hora. Concretamente, en Knoxville el profesor C. E. Brehm, de Ja Universidad de Knox- ville, observé en el cielo un cilindro de aspecto metdalico que se movia a gran velocidad. 7 El 24 de julio de 1948, a las 245 de la madrugada, un «DC-32 de la «Eastern Air Lines» volaba por su ruta de Mobile a Montgomery, Alabama. De pronto, el comandante Ch. Chiles y su copiloto, J. Whitted, avistaron simulténeamente, a unos 250 m delante de ellos, una luz rojiza. —Mira, ahi viene uno de esos nuevos inventos a reaccién unregistered unregisterec 32, JOHANNES VON BUTTLAR de los militares —indicé Chiles sin darle importancia. Parecié que el objeto se acercaba al «DC-3» en picado, lue- go, en el ultimo momento, lo esquivé con un brusco viraje ha- cia la izquierda y pasé por su derecha a la misma altura y en paralelo a su sentido de vuelo. En aquel momento, los pilotos del «DC-3» calcularon la distancia que los separaba del objeto en unos 800 m. Después de haber pasado junto al avin, el objeto se eleva en un dngu- lo muy pronunciado y desaparecié en una nube. Las ondas de presion sacudieron con fuerza al voluminoso «DC-3». Chiles y Whitted describieron después el objeto como un cuerpo en for- mia de cigarro puro, de unos 35 m de largo y un didmetro apro- ximadamente el doble de un «B-29». No se advertian en él alas ni fuselaje, pero en su parte delantera sobresalia algo que parecia una antena de radar. Chiles crefa haber visto también una cabina con ventanas. El interior del objeto parecia estar muy iluminado. Cuando pasé por su lado, ambos pilotos dis- tinguieron en el «tronca» del objefo un resplandor azul os- curo a todo lo largo. Detras se extendia una estela anaranjada. Después se supo que a la misma hora se encontraba cer- ca de aquel lugar otro piloto en su avidn. Este informé haber visto en el cielo un objeto luminoso. Otras personas observa- ron desde tierra un objeto similar en el momento del encuen- tro del «DC-3» con el OVNI. Este incidente tiene una asombrosa similitud con un caso que se produjo dos afios antes, concretamente el 1 de agosto de 1946. El capitén Jack E. Puckett, antiguo piloto de gue- tra y jefe adjunto de la Proteccién de Vuelo del Tactical Air Command volaba aquel dia con su copiloto y un técnico de vuelo en un avién de transporte «C-47» desde su base de Lang- ley a McDill. A 50 kilémetros de Tampa, los tres hombres vie- ron un gran OVNI que se dirigia hacia ellos en ruta de coli- sién. «A unos 900 m delante de nosotros, viré bruscamente y eruz6 nuestra ruta de vuelo —explicé Puckett en su infor- EL FENGMENO OVNI 33 me—: Pudimos observar que era alargado, en forma de cilin- drg y dos: veces mayor que un bombardero "B29". Dejé una esiela anaranjada y desaparecié a una velocidad de 2.500 a 3.500 kilometros por hora. Pero, para los técnicos de las Fuerzas Aéreas, lo mas asombroso. de aquel encuentro fue la descripcién que hizo la tripulacién del «C-47», la cual creyé haber visto en el extrafio objeto una serie de «ojos de bueys. ¢Ventanillas? zDe eso po- dia o debia deducirse que iba a bordo una tripulacién de se- res dotados de ojos? Escasamente tres afios después, el 1 de noviembre de 1948, Jos técnicos del radar de la base aérea de Goose Bay, en La- brador, observaron un extrafio objeto yolante que cruzaba el espacio a una velocidad de 1.000 km/h, Dos dias después, unos operadores de radar de la avia- cién japonesa siguieron durante una hora la extrafia maniobra de dos objetos volantes que, al parecer, estaban librando un combate aéreo. En Jas pantallas de radar parecian aviones; pero en aquellos momentos no habfa en la zona ningtn apa- ato convencional. Tres semanas después, los operadores de la Vigilancia Aérea alemana se enfrentaban con un problema. El 23 de no- viembre por la noche, un caza reactor «F-802 encontréd, a 9.000 metros de altura sobre Fiirstenfeldbruck, Baviera, un objeto que surcaba los aires provisto de luces rojas. El personal del radar de tierra lo observé también a la misma hora. Cuando el caza se acercd, el objeto de las luces rojas se elevé y desa- parecié répidamente. Sin embargo, antes de que su sefial se borrara de la pantalla del radar, pudo calcularse que volaba a 13,000 m. —Todos estos incidentes hicieron cundir el desconcierto —comenté después el profesor Allen J. Hynek, astrofisico del departamento de Astronomia de la «Northwestern University» 2 = 435 unregistered unregistered 34 JOHANNES VON BUTTLAR y asesor en materia de OVNIS de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos. Muchos de los informes sobre OWNIS procedentes de todo el mundo correspondian a observaciones hechas por personas responsables y dignas de crédito, como pilotos del servicio de vigilancia forestal, policfas, pilotos civiles y miembros de los centros de vigilancia aérea. Las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos, responsables de la defensa aérea del pais, se hallaban directamente involucradas. Por lo tanto, lo inmediato era explicar que la seguridad nacional podia estar amenazada por un misterioso invento realizado posiblemente por una potencia extranjera, Asi lo comprendié inmediatamente la mentalidad militar. Por espan- tosas que fueran las perspectivas, habia que impedir a toda costa que cundiera el panico, Ahora bien, las propiedades que se habian observado en los OVNIS no concordaban con el concepto de los avances mi- litares existentes —y sélo un pequefio porcentaje de las obser- vaciones podia atribuirse a objetos o actos relacionados con la astronomia. Por esta razén, no tardaron en producirse discrepancias en el seno del «proyecto Signs: ¢Se trataba de tecnologia ex- traterrestre o simplemente terrestre pero desconocida? ¢Se trataba de naves espaciales © de una Ppsicosis colectiva, una neurosis de la posguerra? Pronto se agotaron las explicaciones convencionales, Por- que sélo hab{a dos posibilidades: o bien el problema tenia que ser psicolégico, solucién a la que se recurria de buen gra- do, a falta de explicaciones mas convincentes, o bien tras este fenémeno habia algo que nadie queria admitir. Cuando la mente humana se enfrenta a hechos que no encajan en su esquema del mundo se esfuerza por salvar la diferencia, pero lo hace mds con el sentimiento que con la ra- z6n. Y es que la razén tendria que reconocer su incapacidad. EL FENGMENO OVNI 35 En 1948, el «proyecto Sign» se vio en la triste situacién de no poder dar una explicacién satisfactoria, por lo que enton- ces se dirigié a sus asesores cientfificos de las Fuerzas Aéreas y demas Srganos cientificos del sistema. ¥ alli se decidié ta- jantemente que todo aquello que no debe ‘ser es imposible jes posible! La Air Force desempefié un papel clave,ya que el mundo, es decir, otros Gobiernos, se regian por la actitud de las Fuer- zas Aéreas estadounidenses. Hynek dice al respecto: estu- diaron las pruebas recopiladas: declaraciones de pilotos, ima- genes de radar y observaciones de cientificos y testigos cuali- ficados. De todo ello se desprende que la mayoria de los OVNIS tienen forma de disco, estan provistos de ctipula y su didme- tro es de diez veces su espesor en el centro. Generalmente, vuelan en formacién y pueden divisarse a simple vista y a tra- vés del radar. Hay, adem4s, objetos elipticos y «en forma de cigarro», algunos de «dos cubiertas», con hileras de ventani- llas, una encima de otra. Ambos tipos disponen de una extra- ordinaria capacidad de aceleracién, son fabulosamente répi- dos y pueden hacer virajes de 180°. Es evidente que estén do- tados de sistemas de propulsién revolucionarios, muy supe riores a los que se conocen en la Tierra. Los cientificos y oficiales de la Defensa Militar del «pro- yecto Sign» sacaron undnimemente la siguiente conclusion, la cual se mantuvo en el mas estricto secreto: los OVNIS son unregistered unregisterec 36 JOHANNES VON BUTTLAR naves espaciales extraterrestres que, por razones que se igno- ran, estan observando la Tierra. A continuacién, se redacté un informe detallado que fue presentado al general Hoyt S. Van- denberg, que en aquellos momentos era jefe del Estado Mayor. En el documento, clasificado de «alto secreto», nimero F-TR- 2274-IA, se lee al final: 3. Naves extraterrestres: Se hacen las siguientes considera- ciones: a) Si existe una civilizacién extraterrestre que pueda pro- ducir objetos como los descritos, su nivel de desarro- Ilo es, con toda probabilidad, muy superior al nues- tro. Este argumento puede apoyarse en cdlculos de probabilidades que no exigen recurrir a hipdtesis as- tronémicas, b) Semejante civilizacién podria observar que actual- mente existen en la Tierra bombas atémicas, y que nos encontramos en un rapido proceso de desarrollo de cohetes. A juzgar por lo que ha sido hasta ahora la Historia de la Humanidad, deben de sentirse alar- mados. Esta es la razén por la cual, especialmente ahora, tenemos que contar con visitas de extraterres- tres, Puesto que las bombas atémicas son Jos actos de la Humanidad que con més facilidad pueden observarse desde gran distancia, debemos establecer una relacién directa entre las fechas en las que se hayan produci- do explosiones de bombas atémicas, el momento en que han sido avistados los OVNIS y el tiempo que esias maves necesitan para venir desde su mundo y Tegresar a él. En este estudio dirigido al general Vandenberg, se propo- nia, ademas, que las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos EL FENOMENO OVNI 37 adiestraran a personal competente, a fin de que pudiera aco- mieterse el problema de los OVNIS. Al mismo tiempo, se re- comendaba la utilizacién de nuevas técnicas de fotografia y radar, a fin de obtener datos exactos de las observaciones. Asi, con la clasificacién 1 A (estrictamente confidencial), salt6 la liebre. Los integrantes del «proyecto Sign» estaban absolutamente convencidos de que los OVNIS tenfan que ser aves extraterrestres que observaban el planeta Tierra, some- tiéndolo a una prolongada investigacién. ¢No habia que informar a Ja opinién publica acerca de esta conclusién secreta? Los miembros del proyecto se mos- traron plenamente partidarios de ello y trataron de conven- cer al general de que era preferible informar al pais ahora que esperar a que, eventualmente, ocurriera una cat4strofe. Pero el general Hoyt S. Vandenberg, jefe del Estado Mayor, leyé el informe e inmediatamente decidié su plan de batalla. La or- den fue: —jQuémenlo! Sus razones para que la verdad no saliera a la luz publi- ca eran que no se podia alarmar a la opinion publica con se- mejante informe, Era, sencillamente, una enormidad, Ademas, no existia prueba alguna de cardcter ffsico que confirmara tal afirmacién. Sin contar con que seria imposible convencer a la gente de que no habia que esperar actos de hostilidad de los OVNIS, puesto que nadie podia estar seguro. La informacién sélo serviria para hacer cundir el panico. De manera que el informe fue pasto de las llamas —salvo una copia que alguien «olvid6é» quemar. unregistered MANIOBRA DE DIVERSION Poco después de que el «proyecto Sign» terminara su in- forme, el doctor James E. Lipp, de la seccién de Cohetes Te- ledirigidos de la «Rand Corporation» de Santa Ménica, Cali- fornia, redacté a su vez una Memoria, dirigida al general de Brigada Putt, jefe de Investigacién y Desarrollo de la Air For- ce, con el epigrafe: OVNIS = naves extraterrestres. En su dictamen del 13 de diciembre de 1948, Lipp decla- ra que tales objetos no pueden proceder de un planeta de nuestro Sistema Solar, ya que en él unicamente la Tierra cuen- ta con vida inteligente. Por lo tanto, si son reales, deben pro- ceder de otro sistema planetario. Ahora bien, aun en el caso de que la civilizacién de otro sistema planetario hubiera de- sarrollado la navegacién espacial, las distancias serfan dema- siado grandes para permitir tal viaje. No obstante, Lipp no excluia del todo la posibilidad de las visitas extraterrestres, por més que las consideraba poco probables, unregistered unregisterec 40 JOHANNES VON BUTTLAR Ademés, argumentaba: «Si vinieran, tratarian de establecer contacto.» Por lo demas, su opinién de que los objetos volantes ob- servados no encajaban en su concepto de lo que deben ser las naves espaciales, resulta incomprensible. Y es que preci- samente en su informe aparece una afirmacién que, paradé- jicamente, refleja las caracteristicas de los OVNIS observa- dos: «Existen, pues, dos posibilidades: 1. Un ntmero de naves espaciales podria presentarse en grupo. Ello sdlo ocurrirfa en el caso de una toma de contacto formal. Una infinidad de ob- jetos voladores de pequefio tamafio podrian haber salido de una nave nodriza que girara en torno a la Tierra, como un sa- télite, en una érbita cercana a nuestro planeta. Pero, en este caso, deberfa de tratarse de ingenios de tipo cohete y no de naves voladoras que operasen con energia del satélite. Ade- mas, la nave nodriza tendria que ser enorme para poder al- bergarlos.» Después del informe del «proyecto Sign», las Fuerzas Aé- reas de los Estados Unidos cambiaron radicalmente de acti- tud respecto a los OVNIS. Y, con esta nueva politica, el pro- yecto secreto recibid, significativamente, un nuevo nombre: «Grudge», o sea «Queja». De la noche a la mafiana, los OVNIS no eran mds que bobadas. Los analistas del «proyecto Grudge» tenfan la con- signa de tratar todas las observaciones de OVNIS como en- gafios, alucinaciones o confusiones. El capitan Edward Rup- pelt, del Servicio Secreto, encargado de las investigaciones de las Fuerzas Aéreas, se expresaba después en estos términos acerca del «proyecto Grudge»: «El clima para toda investigacién seria de los platillos volantes se habia enfriado considerablemente. Este brusco viraje de la actitud oficial es muy dificil de explicar y eran EL FENGMENO OVNI 41 muchas las personas que no comprendian lo que ocurria en el "proyecto Sign’... De pronto, todo se situé sobre la pre- misa de que los OVNIS no podian existir. Sin embargo, todos los meses legaban, por iérmino medio, diez informes de ob- servaciones de OVNIS que no se comprobaban ni se investi- gaban. La mayoria eran, sencillamente, ignoradas.» El profesor A. Hynek, en su libro The UFO Experience (La experiencia OVNI) escribe: «El cambio a "proyecto Grud- ge” fue la sefial de que se habia decidido hacer caso omiso de Ja cuestién de los OVNIS. La actitud oficial respecto a los ca- sos especificos se caracterizaba por su disociacién de los he- chos. Cuando en un caso aparecian algunos elementos concre- tos y fehacientes, éstos eran autométicamente eliminados de la declaracién a la Prensa.» Si bien esta nueva politica en materia de OVNIS era in- comprensible para muchos experios, tenia su justificacién, Las razones sélo eran conocidas en las altas esferas del Go- bierno y del Servicio Secreto. Por ello, en las filas inferiores reinaban la incertidumbre y el desconcierto. Eso explica las contradictorias declaraciones de los quejosos miembros de «Grudge». Si bien, en general, el equipo Grudge no advertia que estaba siendo manipulado desde las alturas, el capitan Ruppelt, por lo menos, intuia que alli habia gato encerrado. En este caso, «las alturas» era Ja CIA, Pero aunque ello sugiera turbias manipulaciones, la CIA tenia buenas razones para interesarse y preocuparse por el fenémeno de los QVNIS. Para comprender mejor esta infausta evolucién, hay que exa- minar el fondo de la cuestién. Si bien el afio 1947 fue importante en materia de OVNIS por la observacién realizada por Arnold, su mayor trascen- dencia obedece a causas menos evidentes, En 1947 se creé la CIA. Al término de la Segunda Guerra Mundial, el presidente unregistered unregistered 42 JOHANNES VON BUTTLAR Truman disolvié la Office of Strategic Services (OSS = Ofi- cina del Servicio Secreto Estratégico). Las razones aducidas fueron: en tiempo de paz no eran necesarias ni manipulacio- nes politicas ni tacticas de guerra para operaciones paramili- tares o psicolégicas, Sin embargo, Truman consideraba nece- Sario contar con un organismo encargado de reunir, analizar y coordinar informacién —en especial, informacién secre- ta—. Por ello, en 1947, el presidente norteamericano solicité del Congreso la aprobacién de la National Security Act (Ley de Seguridad Nacional) que preveia la fundacién de la Cen- tral Intelligence Agency (CIA), servicio de Informacién. En la tensa atmésfera de la Guerra Fria, los funcionarios del Servicio Secreto no tuvieron grandes dificultades para convencer al Congreso, Con la aprobacién de la National Se- curity Act de 1947, la CIA obtuvo privilegios especiales: este nuevo organismo estaba eximido de las medidas de control ejercidas normalmente por el Congreso. En 1949, la Central Intelligence Agency aumentarfa mds estos privilegios. No obs- tante, las consecuencias ms trascendentales Jas tuvo la ley de 1947 con su articulo, que otorga a la CIA «plenos poderes para ejercer todas aquellas otras funciones y deberes que no de- pendan directamente de la Informacién». Esta frasecita, corta e inofensiva, del Congreso permitié a la CIA, en el curso de los afios, establecer una carta secreta que, por un lado, concuerda completamente con lo estipulado por la National Security Act y se basa en las directrices del presidente; por otro lado, no obstante, la Carta esté en total contradiccién con la inequivoca finalidad de la ley en virtud de la cual fue creada la CIA. Amparandose en ciertas «insig- nificantes» palabras del Congreso, la CIA se arrogé la facultad de intervenir en asuntos secretos que no atafien a su cometido fundamentai. Ello le permitié convertirse en el mayor factor de poder del mundo occidental. EL FENGMENO OVNI 43 Durante la Guerra Fria, abundaban las observaciones de OVNIS. gAcaso Occidente estaba amenazado por una nueva arma secreta rusa? Tal vez un arma creada por los cientificos alemanes capturados por los rusos. Esta especulacidn circulé durante algun tiempo y hasta la propia CIA la tomaba en se- rio. La CIA cursé una orden mas que secreta, clasificada abo- ve top secrei, por la que se instaba a investigar la procedencia de los OVNIS. Puesto que los Servicios Secretos militares de los Estados Unidos dependen de la CIA, todos los estudios e informes iban a parar a ésta. Mas adelante, cuando se supo que los OVNIS no eran un invento ni de los rusos ni de nin- guna otra nacién de la Tierra y que aquéllos estaban por lo menos tan intrigados por el fenémeno como los norteameri- canos, dado que los OVNIS no respetaban a los paises del Este, la CIA decidié replantear el caso, El dictamen del «proyecto Signs, segim el cual los ‘OVNIS son naves espaciales extraterrestres, situaba a la CIA ante una situacién totalmente nueva, cargada de posibilida- des insospechadas. En lo concerniente a la CIA, existian razones para supo- ner que, con un poco de suerte, probablemente podrian obte- nerse de golpe unos conocimientos cientificos revolucionarios y una tecnologia totalmente nueva que sin duda tendrian un valor incalculable para los Estados Unidos. Por otra parte, existia el peligro de que los soviets se apoderaran de una de estas naves extraterrestres, lo cual seria un golpe fatal para los Estados Unidos. Por lo tanto, para la CIA era una imperio- sa necesidad ser la primera en llegar. Los rusos, naturalmente, hacian el mismo razonamiento y as{ empez6 la carrera por el OVNI. Como es de suponer, habia que mantener al margen de todo ello a la opinién publica, puesto que, a fin de cuentas, no se trataba tan sdlo de «cazar al yuelo» al OVNI sino, sobre unregistered unregisterec 44 JOHANNES VON BUTTLAR todo, de despistar a los soviets. De manera que la CTA ideé un método para sembrar el desconcierto en la URSS, utilizando al Servicio Secreto rival, mientras disimuladamente se esfor- zaba por descubrir alguna pista de la tecnologia y sistemas de operacién de aquellos OVNIS a fin de ganar la carrera espa- cial. Dado que los medios de comunicacién social y la opinion publica hacian imposible el secreto, la CIA (y, segiin se supo después, también la KGB) utilizé el método de ridiculizar 0 desmentir el fenémeno OVNI. El almirante R. H. Hillenkoetter, entonces director de la CIA, reconoceria afios después que, en el tema de los objetos volantes no identificados, siempre se traté de confundir a la cpinién ptiblica, As{ se explica también la técnica de escamoteo utilizada por el «proyecto Grudge». Pero esto no era sino el principio. Al imiciarse la década de los cincuenta, cuando Tusos, horteamericanos y canadienses, entre otros, habian abando- nado sus infructuosos intentos de cazar OVNIS, los directo- tes de los servicios secretos de los Estados Unidos, la URSS, Francia e Inglaterra se reunieron en Ginebra. Concretamen. te, fue en el afio 1953. En aquella reunién se decidié por una- nimidad mantener el tema de los OVNIS en el mds riguroso secreto, Cuando, en tiempo del «proyecto Grudge» empezaron a circular descabelladas historias acerca de tomas de contacto con extraterrestres, la CIA y las Fuerzas Aéreas se felicitaban de ello, ya que nada podia ser tan eficaz para convencer a la opinién piblica de lo ridiculo que es todo el fenémeno OVNI como la difusién de semejantes fabulas, En 1950, la «Aerojet General Corporation» encomendé al ingeniero Daniel W. Fry la responsabilidad de instalar los instrumentos en el sistema de maniobra de las armas teledi- rigidas, en la base de pruebas de cohetes de White Sands, Las EL FENOMENO OVNI 45 Cruces, Nuevo México. Posteriormente, Fry tuvo una impor tante intervencién en el desarrollo del sistema de direccién del cohete «Atlas» y, durante un tiempo, fue asesor del «Cali- fornia Institute of Technology». Por todo ello, puede suponer- se que Fry era un realista y no un sofiador ni un iluminado. Pero, gqué era Fry en realidad? Segtin sus declaraciones, el ingeniero vivid el siguiente inquietante encuentro: El 4 de julio de 1950 por Ja noche, Fry, iba paseando en direccién al viejo banco de pruebas de la «V-2». Durante el recorrido, de unos 2,5 km, Fry miré casualmente al ciclo y observé que algo estaba tapando una serie de estrellas. Al fi- jar la mirada, distinguié un objeto ovalado que descendia lentamente y se posaba sin ruido a unos 20 m del lugar en el que él se encontraba. No se oyé nada mas que el chasquido de alguna rama. Fry dio la vuelta al objeto que, segtin calculaba, tendria unos 8 m de alto por 9 de didmetro. No vio en él fisuras ni aberturas, por lo que sus eventuales ocupantes tendrian que salir por arriba o por abajo. Fry se acercé y roz6 con la mano la lisa y plateada superficie metalica, que despedia un apenas perceptible resplandor violeta. Era muy suave al tacto y es- taba algo més caliente que el aire. Fry la golped suavemente y sintié en los dedos un leve cosquilleo, Al mismo tiempo, oy6 una voz que parecia llegar de la nada: —Ser4 mejor que no toque la funda, Todavia estd ca- liente. Fry se asusté de tal modo que dio un salto hacia_atris y cayé al suelo. Después declaré que le habia asombrado el correcto inglés de aquella voz y por ello supuso que se trataba de un norteamericano. Pero apenas se formulé tal pensamien- to cuando la voz dijo: —No; no soy norteamericano como usted. Pero Ja misién que debo realizar me obliga a comportarme como tal. Y el que usted me haya tomado por un compatriota demuestra que unregistered unregisterec 46 JOHANNES VON BUTTLAR mis esfuerzos por aprender su lengua, realizados durante los dos ultimos afios, han sido fecundos, Nunca he visitado per- sonalmente su planeta. Antes de que pueda habituarme a la atmésfera y gravedad de la Tierra, han de transcurrir otros cuatro afios. Esta expedicién tiene por objeto el estudio de la capacidad de adaptacién del hombre. Deseamos averiguar si el hombre es capaz de ajustar su mentalidad a conceptos muy alejados de su pensamiento convencional, Nuestros antepasa- dos, a lo largo de los siglos, hicieron expediciones a la Tierra que, desgraciadamente, fracasaron. Esta vez esperamos encon- trar terreno mas fértil y gentes mds sensatas. Queremos pres- tar ayuda a los habitantes de Ja Tierra en su marcha hacia el progreso. Fry, de pie en la arena, escuchaba at6nito aquella voz. —Reconozco que debe de ser muy pesado escuchar mis palabras desde ahi, en la arena —prosiguié la voz—. A lo me- jor le gustaria hacer un viajecito. Esa cépsula espacial tele- dirigida est disefiada como vehiculo de transporte, pero dis- pone de una cabina con varios asientos Para pasajeros, Yo estoy en Ja central de mando, la nave nodriza como se la lama en la Tierra, a 1.450 km sobre la superficie terrestre, Mientras la voz pronunciaba estas palabras, una parte de la pared inferior se desliz6 hacia dentro, Por la abertura, Fry penetré en una cabina de 2,70 m de largo por 2,10 de ancho. En su interior habia cuatro grandes butacas anatémicas, La voz propuso entonces a Fry un vuelo de ida y vuelta a Nueva York, de media hora de duracién. Fry accedié, asom- brado e, instintivamente, se sujeté con fuerza al asiento apo- yando firmemente los pies en el suelo. A los pocos segundos, «la Tierra se alejaba a una velocidad inconcebibles, segin la propia descripcién del viajero. Este no sintié el menor efecto de aceleracién, como si la nave no se hubiera movido del sitio. De ahf la expresién de que «la Tierra se alejaba». Casi en el momento del despegue, aparecieron las luces de la ciudad de Las Cruces en el Angulo inferior izquierdo de la abertura de EL FENGMENO OVNI 47 acceso, que se habfa vuelto transparente. Fry dedujo que ha- bria subido unos 3.300 m en dos o tres segundos y le pare- cia imposible no haber sentido la aceleracién durante el as- censo. Cuando pregunté la causa, recibié esta respuesta: Ia fuer- za motriz que aceleraba la c4psula equivalia aproximadamen- te a un campo gravitatorio, y actuaba no sdlo sobre cada Ato- mo de la capsula en si sino sobre cada dtomo de masa conte- nido en ella, es decir, sobre el piloto o el pasajero. El tope de la aceleracién estaba determinada tnicamente por el de la fuerza motriz. Ahora bien, dado que esta energia se mantenia proporcional a la masa, y que la gravedad de la Tierra actuaba sobre una y otra sin merma, la fuerza inicial entre el asiento y el cuerpo se mantenia constante. Sélo existia una limita- cién: esta fuerza disminuia en la misma proporcién en que lo harfa el campo de gravedad de la Tierra, al aumentar la dis- tancia, Para viajes interestelares, con grandes distancias entre planetas y sus centros de gravedad, era necesario producir un campo gravitatorio artificial. —Estamos acostumbrados a una gravedad que apenas al- canza la mitad de la que posee la Tierra —explicé la voz para terminar. Sobre Nueva York, el objeto descendié a 32.000 m. «La difusa mancha de luz cristalizé en millones de puntos luminosos que brillaban como diamantes azulados sobre un fondo oscuro, escribié Fry en la descripcidn de su «experien- cia espacial». Pero la permanencia sobre Nueva York fue muy breve y Fry volé de regreso a White Sands atin con mucha mayor ra- pidez que a la ida. Después del aterrizaje, salié de la capsula con piernas tor- pes y anduvo varios pasos sobre la arena antes de mirar atrés. La puerta habia desaparecido, pero en torno al objeto, a me- dia altura, advirtié un resplandor anaranjado y, de pronto, la cdpsula salié disparada verticalmente hacia el cielo nocturne. unregistered unregistered 48 JOHANNES VON BUTTLAR La aspiracién atrajo con fuerza a Fry haciéndole avanzar unos metros y casi perder el equilibrio, No obstante, él no apartaba Ja mirada del objeto. La luz anaranjada pasé al violeta oscuro y desaparecié de su vista. Se dice que Fry hizo inmediatamente un informe en el que explicaba su experiencia con todo detalle; pero, dadas las nor- mas de secreto que regian en White Sands, zona militar, su informe no fue dado a conocer hasta doce afios después. Estas historias de encuentros o tomas de contacto repre- sentan un escollo para la comprensién del tema OVNI, ya que constituyen el lado negativo de un fenémeno por lo demas perfectamente respetable. Fueron principalmente las historias de encuentros el ori- gen de una especie de seudorreligién, un sectarismo del OVNI que contribuyé en gran medida a desacreditar el tema. Pero, ¢se puede afirmar categéricamente que todos los relatos de encuentros (innumerables, por cierto) son patrafias descaradas? zAbsolutamente todos? Sin duda, ésta seria la sa- lida més facil, ya que simplificaria mucho las cosas. Porque si aceptéramos uno solo de estos encuentros o, por lo menos, lo considerdésemos plausible, las consecuencias serfan impre- visibles. Lo malo es que algunos de estos relatos resultan ve- rosimiles. Sin embargo, a fin de cuentas, siempre son relatos ade segunda manos los que liegan a nosotros. Y lo cierto es que, desgraciadamente, no disponemos de nada concreto o sustancial, ya que nada ha podido probarse definitivamente. El 7 de julio de 1952, aparecié en el diario norteameri- cano Alliance la informacién de que en la Repiblica Democré- tica Alemana habia aterrizado un OVNI. La noticia partié de Oskar Linke, antiguo alcalde de Gleimershausen bei Meinin- gen. Ante los funcionarios judiciales ingleses y norteamerica- EL FENGMENO OVNI 49 nos, Linke declaré bajo juramento lo siguiente: «Yo tenia el propésito de pasar a la Zona Occidental y solfa ir en moto hasta Ja linea fronteriza Ievando en el side- car a mi hija de doce afios. Los guardias rusos se acostum- ‘braron a vernos por alli y asi conseguimos engafiarles sobre nuestras verdaderas intenciones. Una tarde, una semana antes de la fecha fijada para la huida, regresbamos a casa después de uno de nuestros paseos por los alrededores de la frontera cuando, al pasar por un bosquecito situado a unos 5 km de la Zona Occidental, mi hija me sefialé algo que brillaba entre los 4rboles. Paramos inmediatamente, escondimos la moto y nos acercamos con cautela. A unos 25 6 30 m, vimos un objeto en forma de disco, de unos ocho metros de didmetro, situado en un claro del bosque. Era luminoso y de su parte superior, en el centro, sobresalfa una construccién cuadrada, rematada por una cipula, Esta parte era mas oscura que el resto y parecia de aluminio pulido. »Nos habfamos escondido detris de un monticulo desde donde vimos a dos seres de aspecto humano, de 1,20 m de es- tatura, aproximadamente, que venfan del otro lado del claro. Vestian trajes de una sola pieza que brillaban como la plata. Uno de ellos Ievaba en el pecho un objeto cénico del tamafio de tres paquetes de cigarrillos puestos uno encima de otro, con una luz parpadeante azulada en Ja parte delantera. Los ex- trafios seres caminaban uno detras de otro, De pronto, el de detrds golpeé a su compafiero en el casco de cristal. Los dos se pararon. Uno de ellos se volvié bruscamente hacia nosotros y mi hija no pudo reprimir un suspiro. Ellos corrieron hacia el vehiculo y desaparecieron por una ventanilla abierta en la superestructura cuadrada. Observamos entonces que alrede- dor del objeto habia dos hileras de ventanillas redondas, del tamafio de un ojo de buey. La parte cuadrada de la superes- tructura desaparecié lentamente en el interior de la capula y el aparato empezé a elevarse. En su parte inferior aparecié una construccién cuadrada, probablemente el sistema de pro- unregistered unregistered 50 JOHANNES VON BUTTLAR pulsién. El vehiculo se elevé a unos 30 m, se mantuvo unos instantes en el mismo lugar y salié disparado.» Cuando Linke presté su declaracién jurada ante los ingle- Ses y norteamericanos, expres6 la conviecién de que lo que habia visto era un nuevo tipo de aeronave soviética. Bl no habia oido hablar de OVNIS. La teorfa de que las apariciones de los OVNIS y, especial- mente, los relatos de encuentros son un subproducto de nues- tro mundo cada vez mas deshumanizado y tecnificado, carece de fundamento. Y es que, en el curso de los siglos, no sélo se habla una y otra vez de apariciones de OVNIS, sino que tam- bién se describen encuentros. Por ejemplo, en 1790, un funcionario de Policia francés Hamado Liabeuf fue enviado de Paris a Alengon, a fin de que hiciera un informe para sus superiores acerca de un extraiio suceso. Su informe decfa asf: «A las 5 de la mafiana del 12 de julio, varios campesinos habian visto un enorme globus que parecia estar rodeado de lamas. Creyeron al principio que era un globo de Montgol- fier que estaba ardiendo, mas les asombraba su gran velocidad ¥ su sonido sibilante. El globus perdié velocidad, se balanced y cayé en lo alto de una loma, arrancando vegetacién. El ca- lor que desprendia el objeto era tan fuerte que hizo arder la hierba y los arbustos. »Los campesinos consiguieron apagar el fuego que ame- nazaba con extenderse a todo el lugar. Y entonces sucedié algo extraordinario, algo que podriamos amar increible. Fue- Ton testigos dos miembros del consejo municipal, un médico y otras tres autoridades locales que podran corroborar mi in- forme, ademas de la docena de campesinos que se encontra- ban presentes, »La bola, que era lo bastante grande como para que en ella cupiera un carro, habia quedado intacta. EL FENGMENO OVNI 51 »Corrié répidamente Ia voz y la curiosidad empujé a la gente, que venia de todas las direcciones. »De pronto, se abrié uma especie de puerta y salié por ella —y esto es lo interesante— una persona que era igual a nosotros, s6lo que iba vestida de un modo extrafio, con pren- das muy ajustadas al cuerpo. Cuando aquel hombre vio a la gente dijo algo y corrié hacia el bosque. »Instintivamente, los campesinos retrocedieron atemori- zados y esto los salvé porque entonces estallé la bola, sin rui- do, sus fragmentos volaron en todas las direcciones y luego quedaron reducidos a una especie de polvo. »Se buscé al hombre misterioso, mas fue en vano. Era como si se hubiera diluido en el aire, pues hasta ahora no se ha descubierto ni el menor rastro. O como si se hubiera ido de este mundo. »gAcaso no era de nuestra Tierta, puesto que habia Ile- gado de modo tan extrafio? Aunque yo no soy un sabio, de pronto me vino a la mente este pensamiento...» El relato del hecho fue enviado después a la Academia Francesa de Ciencias, cuyos sabios lo recibieron con ostensi- ble sarcasmo, Declararon categéricamente que era imposible que un ser vivo Ilegara de este modo a la Tierra. Se negaron a ir a visitar el lugar, para ver el hoyo producido por el im- pacto del objeto que permanecié visible durante aiios. Un ser viviente, caido del cielo, y, ademas, en semejan- tes circunstancias, jEso era ya el colmo! Por si no habian tenido ya bastantes quebraderos de cabeza con el fisico Ernst Friedrich Chladni al que, no obstante, nadie negaba sus_dotes de laboriosidad. Pero, ¢qué impulsé a este cientifico a tras- tocar todas las leyes fisicas al afirmar que «del cielo caen piedras, meteoritos»? Desde luego, habia sido castigado como. se merecia, con la burla y el desprecio. El mas indignado por la afirmacién de Chladni era el quimico Antoine Laurent La- voisier, miembro de la Académie Frangaise. «Del cielo no pue- den caer piedras, porque en el cielo no hay piedras», decia. unregistered unregisterec 52 JOHANNES VON BUTTLAR Pero Chladni no se dio punto de reposo y en 1794, irri- tantemente, demostré que si cafan del cielo. El establishment cientifico, empero, tardé muchos aiios en reconocer el hecho, con la esperanza de poder pasar por alto las piedras cés- micas. éNo le ocurrié a Chladni lo mismo que a Morris K. Jes- sup? Seguin él, los OVNIS eran acronaves extraterrestres y asi Jo mantuvo a pesar de que sus colegas se refan de él y empe- zaban a hacerle el vacio. El estudio de casos histéricos espe- cialmente interesantes le permitié reafirmarse en su suposi- cidén de que la Tierra habia sido visitada una y otra vez por seres inteligentes procedentes del mundo exterior. Era para Jessup mas y més significative que el hombre, para describir las misteriosas apariciones de los OVNIS, utilizara siempre imagenes y lenguaje de su propia época. Esta circunstancia la aprecié Jessup muy especialmente en las observaciones ma- sivas de los afios 1896 y 1897. LAS LOCAS MAQUINAS VOLADORAS Hacia finales de siglo, en los afios 1896 y 1897, para ser exactos, miles de norteamericanos de Texas y California fue- ron atonitos testigos de la stibita aparicién de extraiios obje- tos voladores luminosos, en forma de grandes cigarros. Y esto, siete afios antes del primer vuelo, realizado en Kitty Hawk en 1903 por los hermanos Wright en su avién a motor; y cuatro afios y medio antes de que, el 2 de julio de 1900, a orillas del lago de Constanza, el conde de Zeppelin asombrara al mundo con su primer dirigible. ey Pues si: sobre Sacramento subian y bajaban potentes luces de colores, mientras Jas gentes de Oklahoma veian con asombro un extrafio vehiculo volador, de unos 50 m de largo, con alas de rotor y un potente foco que iluminaba el suelo. Pero los objetos voladores no se avistaban unicamente sobre tierra firme sino también en el mar, por las tripula- ciones de los barcos. Eran bolas 0 discos luminosos que sa- unregistered unregisterec 54 JOHANNES VON BUTTLAR lian de las aguas y se elevaban por el aire, Frente a las costas del Japon y de China se vefan con frecuencia extrafios «dis- cos © «— no hizo su primer vuelo sino varios afios después. Era aquél un aparato de 128 m de largo, provisto de dos motores «Daim- Jers de 15 CV y con una velocidad maxima de 32,4 km/h, Pro- bablemente, con anterioridad se habrian publicado en los pe- riddicos disefios de construccién de aeronaves, Pero no hay que olvidar que, comparado con la nave misteriosa, el primer zepelin era un artefacto muy rudimentario, Muchos indicios apoyan la creencia de que, efectivamen- te, en 1897 se vio algo. Aun dejando margen a la fantasfa de los testigos, estimulada sin duda por las noticias de los perid- dicos, existen asombrosas coincidencias entre las descripcio- nes, procedentes de los més diversos puntos de Norteamérica, de un objeto mucho més evolucionado que lo que permitia la EL FENGMENO OVNI oF tecnologia de la época: un objeto en forma de cigarro, de alu- minio o de un metal parecido, con grupo propulsor; el ba- lanceo; el despegue vertical; gran velocidad; faros potentes. Por otra parte, si marcamos en el mapa los lugares de las observaciones citadas en los periddicos de aquel tiempo, se pone de manifiesto un hecho notable: los puntos de las obser- vaciones y la cronologia de las noticias denotan desplazamien- tos en linea recta a través de grandes distancias. Quizd lo que antecede pueda dar pie a suponer que Ia ob- servacién colectiva de objetos volantes desconocidos sea un fenémeno exclusivamente norteamericano y no es asi. A principios de los afios treinta, aparecieron sobre Euro- pa, especialmente en ¢l espacio aéreo escandinavo, grandes maquinas voladoras azules, sin que pudiera precisarse su alti- tud ni otras caracteristicas. Solfan avistarse durante fuertes tormentas, sobrevolando ciudades, instalaciones ferroviarias, fortificaciones o barcos en alta mar; paraban los motores con frecuencia. Muchos relatos hacen referencia a enormes mdqui- nas con muchos motores. Un grupo de cinco testigos afirmé haber visto un avién gigantesco, con ocho hélices. Ahora bien, por aquel entonces en Escandinavia apenas habia aviones par- ticulares, y los grandes aviones de transporte se encontraban en fase de desarrollo. En 1926, el almirante Byrd y Floyd Ben- net volaron en un trimotor «Fokker» desde Spitzbergen, en Noruega, hasta el Polo Norte. Aquel vuelo causé sensacién en los paises escandinavos y los periddicos publicaron_nume- rosas fotografias del avién. Cuando, seis afios después, apa- recieron los misteriosos aparatos en el cielo escandinavo, mu- chos de los testigos los compararon con el trimotor «Fokker» de Byrd. La aviacién sueca no tomé aquellos informes a la ligera y, en 1934, envié en vuelo de reconocimiento veinticuatro bi- planos a las regiones poco pobladas en las que habian sido unregistered unregistered 58 JOHANNES VON BUTTLAR avistados los Durante dos afios no ocurrié nada. Pero en 1936 volvieron a aparecer los objetos volantes desconocidos en los Pafses Escandinavos y en la ruta utiliza- da en 1934: de Norte a Sur, hasta la costa septentrional de Noruega, a través de Suecia y regreso por la misma ruta. Después de la Segunda Guerra Mundial, el 10 de junio de 1946, se avistaron sobre Finlandia unos objetos voladores si- milares a las bombas alemanas. En un periodo de pocas semanas, miles de personas de toda Suecia y Noruega vieron luces, objetos cilindricos y aparatos voladores no identifica- bles provistos de alas, La mayor parte fueron avistados en las zonas poco pobladas del Norte. La Prensa europea exploté el caso con fruicién, y los eaviones fantasma» de los afios treinta se convirtieron ahora en «cohetes fantasma». Aquellos objetos se observaban ya en toda Europa, desde las zonas mas sep- tentrionales hasta Grecia. Aparecian en las pantallas de radar, eran fotografiados y se les detectaba una velocidad de 700 a 1,600 km/h. Los periddicos britdénicos y escandinavos atribufan_a los rusos pruebas de cohetes militares en las regiones del norte de Europa, imputaciones que Mosci se apresuré a desmentir. En setiembre se observaron «bolas de fuego verdes» so- bre Portugal, y un proyectil con una estela de fuego cruzé so- bre Casablanca, Oslo fue visitado por «grandes objetos in- candescentes» que cafan del cielo y explotaban con un ruido ensordecedor. unregistered unregistered 62 JOHANNES VON BUTTLAR El Gobierno sueco, alarmado por la aparicién de los «co- hetes fantasmay, solicité ayuda a los Estados Unidos, Estos enviaron al general del Servicio Secreto del Ejército, James A. Doolittle, a observar el fenémeno sobre el terreno. Si bien el general pudo explicar, con mayor o menor fundamento, mu- chas de las apariciones, un porcentaje relativamente alto, con- cretamente mas del veinte por ciento, no pudieron ser atri- buidas a causas plausibles. Naturalmente, Jessup estaba al corriente de todo ello y tenia el convencimiento que, descontando errores, ilusiones Opticas, etcétera, quedaban una serie de observaciones irrefue tables que constituian el caso real de los OVNIS. Se destaca- ba la circunstancia de que, en la época de los globos aerosta- ticos, a finales del siglo xvmt, se hablaba de la aparicién de «bolas», A finales del siglo xrx, es decir, en visperas de la cons- truccién del primer zepelin y de los aviones propulsados por motor, los informes se referfan a misteriosas aeronaves mo- torizadas, con o sin alas. En los afios treinta, fueron «aviones fantasma de varios motores» y, al terminar la Segunda Gue- rra Mundial, la figura de los artefactos avistados era la de misteriosos «cohetes». En la época de los primeros vuclos es- paciales reaparecié la forma clasica circular. De discos y ob- jetos cilindricos venfa hablandose ya desde siempre. De las diferentes formas de los objetos, Jessup dedujo la teoria de que los visitantes extraterrestres podian adaptar sus naves a las condiciones y modalidades imperantes cada época, El escritor norteamericano especializado en el tema de los OVNIS, John A. Keel, va atin mds alla y mantiene la hi- pétesis de que los OVNIS y sus tripulantes son visitantes de otra dimensién, incluso de una dimensién psiquica y que, al EL FENOMENO OVNI 63 no estar supeditados a las condiciones de nuestro mundo fi- sico, pueden manipular a su antojo sus naves voladoras. Keel dice textualmente: «Los OVNIS no parecen objetos tangibles, fabricados. No se adaptan a las leyes naturales aceptadas por nosotros. Pa- recen ser tan sGlo subrogaciones ideadas para adaptarse a nuestras facultades de aprehensién. De los miles de contactos establecidos con estos seres se desprende la conclusién de que estan burlandose de nosotros deliberadamente... »Supongamos que otro mundo —ya sea otro planeta o una regién situada en otra frecuencia 0 compuesta por otra clase de materia— tuviera planes respecto a nuestro mundo. Supon- gamos que su sistema de tiempo fuera completamente distin- to del nuestro y que pudieran elaborar un plan de conquista que exigiera miles de afios. Pues bien, mientras preparaban la invasién, forzosamente deberian engafiarnos utilizando una especie de guerra psicolégica. Y lo harian desconcerténdonos y haciéndonos creer que los platillos volantes en realidad no existen.» La alarmante teoria de Keel no parece plausible. Y es que traslada el fenémeno al ambito sobrenatural, al mundo de lo demoniaco, de las oscuras maquinaciones, de la supersticién; es decir, a lo mas Iébrego de la Edad Media. No es mAs acep- table la hipétesis favorita de los iluminados, segin la cual una «hermandad espacial» se ha propuesto salvar a la pobre Hu- manidad y con este objeto surca constantemente el espacio terrestre. En cualquier caso, es indudable que sus visitas son cada vez mas frecuentes. Durante una conferencia de Prensa celebrada el 4 de abril de 1950 en Cayo Hueso, el presidente Truman manifesté que los OVNIS no procedian de los Estados Unidos ni de ningtin otro pais de la Tierra. La conferencia fue convocada a raiz de una incursién de platillos volantes detectada el 17 de mar- unregistered unregisterec 64 JOHANNES VON BUTTLAR zo, en la que el nvimero de objetos no identificados era muy superior al de anteriores visitas al espacio a¢reo norteameri- cano. M4s de quinientos objetos circulares y plateados sobre- volaron la zona militar de Nuevo México, dedicada a la expe- rimentacién de armas nuck , en vuelo silencioso y a una velocidad indescriptible. Los objetos fueron observados du- rante tres dias sucesivos sobre la ciudad de Farmington, si- tuada al norte de Nuevo México, entre las 11 y las 13 horas. El caso fue ampliamente comentado por la Prensa local. El 18 de marzo, el Farmington Times, bajo los titulares: «Escua- drilla de OVNIS sobre Farmington», informaba de que la vis- pera cinco mil habitantes de la ciudad habfan visto extrafios objetos volantes en el cielo: «Fueran lo que fueren, causaron aqui una tremenda sen- sacién.» Versién oficial de las Fuerzas Aéreas acerca del fenémeno observado en Farmington: «Nubes de copos de algodén.» La regién, dicho sea de paso, no es apta para el cultivo del algodén. Por si este caso no era ya lo bastante embarazoso para el «proyecto Grudge», no tardaria en producirse algo mucho peor. EL JUEGO DEL GATO Y EL RATON Durante la noche del 19 al 20 de julio de 1952, unos ob- jetos volantes no identificados causaron gran revuelo en la vigilancia aérea de la capital norteamericana. A las 23.40, en las pantallas de radar del Centro de Control Aéreo del Aero- puerto Nacional de Washington, aparecié bruscamente un gru- po de OVNIS que en un principio avanzaba con relativa len- titud, entre 160 y 200 km/h para después acelerar brusca- mente. A la misma hora, las tripulaciones de varios aviones co- merciales informaron de la aparicién de misteriosas luces que cruzaban el espacio a velocidad variable. Los informes de otros testigos situados en tierra concordaban con tales observa- ciones. Los prdcticos de vuelo Harry Barnes, Ed Nugent, Jim Ritchey y James Copeland no daban crédito a sus ojos. Cuando se pusieron en contacto con la torre, el controlador Howard 3-485 unregistered unregistered 66 JOHANNES VON BUTTLAR Cockelin les dijo que aquellos objetos tambign aparecfan en su pantalla de radar. —Uno lo distingo incluso a simple vista... Ni idea de lo que pueda ser. Los cuatro practicos segufan atentamente en sus panta- llas la trayectoria de los OVNIS hasta que Ritchey observé que uno de ellos empezaba a perseguir a un avién comercial que acababa de despegar. Informé inmediatamente al coman- dante del aparato, un experto piloto llamado Pireman, dando- le la posicién del OVNI. Al segundo siguiente, los OVNIS desaparecieron de las pantallas de radar como por ensalmo. Los practicos estaban perplejos. Pireman Ilamé para decir que habfa visto el objeto pero que, antes de que pudiera acercarse a él, el OVNI se elevé ve- lozmente y desaparecié. Cuando la formacién de OVNIS fue avistada de nuevo, Harry Barnes, jefe de controladores, dio aviso, alarmado, al Mando Aéreo y consiguié que, finalmente, a las 3 de la madrugada, despegaran dos cazas «F-94» para ha- cer un vuelo de reconocimiento. Habitualmente, en la base aérea de Bolling, situada a tres kilémetros de la capital, hay una escuadrilla de cazas desti- nada a la proteccién de la Casa Blanca y del Capitolio; pero Ja pista de Bolling estaba en reparacién y la escuadrilla habia sido trasladada varias horas antes al aeropuerto del Condado de New Castle, en Wilmington, Delaware, por lo que los reac- tores tardaron media hora en Iegar. Cuando estuvieron sobre Washington, los practicos los dirigieron hacia los OVNIS. Pero, en cuanto se acercaron los cazas a reaccién, aquéllos de- saparecieron, impidiendo toda observacién directa, como si hubiesen estado escuchando Jas comunicaciones mantenidas por radio entre la torre y los cazas. A la misma hora, varios testigos afirmaron haber visto desde tierra extrafias «luces» que se movian en el cielo. Dos de los objetos se habian sepa- rado de la formacién y se mantenian en el pasillo aéreo prohi- EL FENOMENO OVNI 67 bido de Ia Casa Blanca, mientras un tercero volaba en circulo sobre el Capitolio. Durante Ja noche, los OVNIS aparecieron una y otra vez en las pantallas de radar. Uno de los objetos incluso fue de- tectado simult4neamente por las tres estaciones de radar del «National Airport» y de la base aérea de Maryland, situada a 5 km al norte de Washington. Pero cada vez se repetia el pro- ceso de siete dias antes: en cuanto aparecian los cazas, los OVNIS se esfumaban de la escena y de las pantallas de radar. Entonces Iegaron a Virginia los primeros informes de Newport News. Alli habian aparecido objetos no identifica- dos —potentes luces giratorias que cambiaban de color—. Cuando, minutos después, en la base de Langley, Virginia, fue avistada en el cielo una luz extrafia, despegd otro caza reac- tor para hacer un vuelo de reconocimiento. La torre lo guié hacia el OVNI, hasta que el piloto distinguié ante si el objeto. Pero, cuando el caza de acereé, aquél desaparecié «como si alguien hubiese apagado 1a luz». No obstante, mediante el son- deo por radar, el piloto continud la persecucion del objeto in- visible para él. Cuando el caza hubo regresado al aeropuerto de Langley, los objetos reaparecieron sobre Washington. De nuevo, salieron los cazas. Esta vez los OVNIS no se escabulleron de sus perseguido- res. Todo lo contrario. Empezé entonces una especie de juego del gato y el ratén. Porque en cuanto los cazas conseguian avistar la presa y se disponian a examinarla de cerca, los OVNIS se alejaban a incretble velocidad para impedirlo. De pronto, durante este extrafio juego, uno de Jos pilotos advirtié que estaba rodeado de OVNIS. Nervioso, pregunté a la torre qué debia hacer. Antes de que le respondieran, los extrafios objetos se retiraron. Al cabo de media hora de intitil persecu- cién, los cazas tuvieron que abandonar por falta de combusti- ble y regresar a la base. unregistered unredisterec 68 JOHANNES VON BUTTLAR Siguieron grandes titulares en la Prensa internacional, un considerable alboroto y, finalmente, un mentis oficial, enca- minado a restablecer la calma. El fenémeno en sf no fue ex- plicado ni se dieron respuestas satisfactorias. Llovian las a+ madas sobre el Pentégono, la del presidente Truman entre ellas. El caso tiene especial interés porque en él coinciden los informes de los observadores de tierra, de los pilotos y de los operadores del radar. Concuerdan incluso en la descrip- cién de los colores —del naranja al verde y del verde al rojo. Finalmente, presionada por la opinién publica, la Air For- ce se decidié a actuar. El jefe de Estado Mayor, teniente general Nathan Twi ning, decidié convocar una conferencia de Prensa, a fin de di- sipar el miedo y acallar los rumores. Esta decisién provocd, el 29 de julio de 1952, la conferencia de Prensa mds larga ofreci- da por las Fuerzas Aéreas desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Hablaron en la conferencia, entre otros, el general John A. Samford, director de la Air Force Intelligence (Espio- naje de las Fuerzas Aéreas), el general Roger A. Ramey, jefe de la Air Defence Command (Mando de la Defensa Aérea) y el capitan Ed Ruppelt del «proyecto Blue Books. El sagaz Samford, especialmente elegido para el acto, abrié Ja sesién con imperturbable amabilidad diciendo que las Fuerzas Aéreas estaban casi seguras de que las observaciones realizadas la semana anterior en Jas pantallas de radar se de- bian a inversiones térmicas. Las instalaciones de radar habian captado luces de tierra reflejadas por una capa de aire frio situada entre dos capas de aire caliente, o sea, inversiones térmicas. A las preguntas concretas, los periodistas recibieron tni- camente respuestas vagas y evasivas. Samford mencioné, por ejemplo, la intencién de las Fuerzas Aéreas de encargar a un cientifico independiente la investigacién minuciosa de las EL FENOMENO OVNI 69 observaciones realizadas sobre Washington. (Intencién que nunca se puso en practica.) A las afirmaciones de los periodistas, de que varios pilo tos de aviones comerciales habian visto realmente los obje- tos, Samford nada pudo oponer y tuvo que limitarse a res- ponder escuetamente que las Fuerzas A¢reas no podian apor- tar explicacién alguna. A continuacidn, traté de zafarse di- ciendo lapidariamente que ningtin astr6nomo habia visto nun- ca un OVNI —afirmacién que no encaja en modo alguno con la realidad. Realmente, Samford hubiera tenido que estar mejor in- formado. gAcaso ignoraba, por ejemplo, las observaciones de OVNIS realizadas por su célebre compatriota, el astrénomo profesor Clyde Tombaugh, quien en 1930 descubrié el planeta Plutén y fue asesor del Gobierno de los Estados Unidos en cuestiones espaciales? La noche del 10 de agosto de 1949, Tombaugh avist6é un OVNI desde la terraza de su casa de Las Cruces, Nuevo Mexi- co. A las 22.45 observé en el cielo la silueta oscura de un ob- jeto cilindrico, en el que vio una serie de aberturas Juminosas, en forma de ojo de buey, situadas desde el centro hasta la cola. Segun posteriores declaraciones de Tombaugh, las aberturas también podian ser cuadradas. Pero eso es lo de menos. Volvamos a Samford. En sus declaraciones a la Prensa, dijo también que las Fuerzas Aéreas habian recibido nume- rosos informes sobre OVNIS «de personas dignas de crédito, sobre cosas relativamente increibles». Estos comprendian el veinte por ciento de las observaciones. Finalmente, Samford recalcé que los OVNIS no suponian amenaza alguna para Ja seguridad nacional. unregistered unregistered 70 JOHANNES VON BULTLAR Yista era una declaracién paradéjica, ya que, la noche an- terior a la conferencia de Prensa, se habian filtrado ciertas informaciones segtin las cuales unos pilotos, obedeciendo ér- denes de las Fuerzas Aéreas, habian disparado contra unos OVNIS que se habian negado a aterrizar- La expeditiva «ex- plicaciGn» dada por Samford al principio, atribuyendo el fe- hémeno a «inversiones térmicas» caia en el terreno de lo ab- surdo. A no ser que Samford dispusiera de «novisimos datos cientificos» que revelaran que las «inversiones térmicas» de- terminaban reflejos en formacién militar y que pudieran ser obligadas a aterrizar. Como es de suponer, Samford tampoco pudo explicar por qué se habia ordenado a unos cazas que Sa- lieran en persecucién de un «fenémeno meteorolégico». No se menciond por qué se habia atribuido a unos expe- rimentados especialistas en radar, precisamente en las obser- vaciones realizadas sobre Washington, el error de confundir unas inversiones t¢rmicas con naves extraterrestres. Porque ni antes ni después del incidente de Washington se habian equivocado. ¥ ellos rechazaron enérgicamente tal suposicién. Ademias, la velocidad de los objetos desconocidos, medida por el radar, denotaba una aceleracién de 150 a 11.000 km/h en pocos segundos, mientras que la velocidad del viento era en aquel momento de sélo 35 km/h. La opinién publica ignoraba también que las observacio- nes de OVNIS hechas en Washington no eran las tinicas que se habian producido durante aquellos dias. Samford nada dijo de ello durante la conferencia de Prensa, & la que asistian unos cincuenta periodistas. Por ejemplo, de un informe del Servicio Secreto se des- prende que el 23 de julio se observaron y detectaron por radar sobre Boston unos objetos que despedian una luz entre azul y verde, El piloto de un «F-94» enviado a explorar informé poco después del despegue haber establecido contacto visual con los OVNIS, pero éstos se escabulleron com una aceleracién fulminante. EL FENOMENO OVNI 7 E] 28 de julio, un vecino de Passaic, Nueva Jersey, llama- do George Stock, que se encontraba trabajando en su jardin, consiguié tomar siete instantdneas de un objeto en forma de disco que se balanceaba sobre su casa. Su padre acudié apre- suradamente y también pudo ver el extraiio objeto. Durante el mismo periodo, funcionarios de la CIA confirmaron una serie de observaciones realizadas sobre fdbricas de aviones de la costa del Pacifico. Los ingenieron de una de las fabricas que observaron las maniobras de los discos afirmaron que eran m4quinas movidas por seres inteligentes, Nuevamente cundié el temor. gQué ocurria? gDe dénde venfan aquellos extrafios artefactos voladores? :Acaso los ru- sos habfan descubierto una nueva arma secreta? unregistered GRU-OVNI Pero los soviets no habian hecho tal cosa. Por el contrario, ellos tenfan también sus problemas con los OVNIS y se pre- guntaban si éstos no serian armas secretas americanas. Por- que el célebre pilote y navegante jefe de la Soviet Polar Avia- tion, Valentin Akkuratov informé que, estando en Groenlan- dia en misién estratégica a bordo de un aparato «TU», vio un cuerpo volante nacarado, de forma lenticular y «cantos con destellos ondulantes>. En el primer momento, Akkuratov y su tripulacién cre- yeron hallarse frente a un nuevo tipo de avién norteamerica- no y se ocultaron en la capa de nubes. Cuando, al cabo de un rato, salieron de la nube, observaron con asombro que el ex- trafio objeto se encontraba al lado de su propio aparato. Akku- ratov decidié entonces averiguar de qué se trataba, varié ré- pidamente el rumbo y se.acercé al objeto, al tiempo que soli- citaba permiso a la base de Aderma, que le fue concedido. Tan unregistered unregistered 74 JOHANNES VON BUTTLAR pronto como Akkuratov realizé el viraje, el objeto desconoci- do efectué la misma maniobra, manteniéndose en paralelo con el «TU4». Asi volaron durante un cuarto de hora, transcurri- do el cual el objeto se situé delante del «TU-4», se elevd ver- ticalmente a gran velocidad y desaparecié. La tripulacién rusa no distinguiéd en el objeto’ antenas, alas ni ventanillas. Tampoco pudo formar hipotesis alguna acerca de su energia propulsora. Akkuratov sélo pudo decir que el objeto se alejé a «una velocidad imposible». Por cierto, el piloto confirmé haber visto OVNIS varias veces, especialmente sobre Murmansk, Jarkov y Gorki. Los rusos no sélo trataron de desvelar el misterio de los ‘OVNIS mediante vuelos de aproximacién, sino que recurrie- ron a la artilleria pesada, concretamente, en los montes Ry- binsk, a 150 km al norte de Moscu, También alli aparecieron OVNIS, lo cual era muy grave, dado que en aquel sector ha- bia emplazadas baterias de cohetes que formaban parte de la ted defensiva de la capital soviética. Al avistar unos objetos no identificados, un jefe de bateria fue presa del panico y (sin autorizacién) dio la orden de disparar contra el gigantesco disco. Se dispararon los cohetes y todos explotaron unos dos kilémetros antes de Iegar al blanco. Siguié una segunda salva, con igual resultado. No se Ilegé a disparar la tercera ya que entraron en accién numerosos discos pequefios que dejaron fuera de servicio el sistema eléctrico de la base de cohetes. Segiin se averigué después, aquellos cuerpos volantes neutra- lizaron la red de fluido eléctrico mediante potentes campos electromagnéticos. Tan pronte como los discos pequefios se reintegraron al OVNI nodriza, se restablecié el suministro. El rumano Jon Hobana, redactor cientifico del diario de Bucarest Scinteia, planted el tema de los OVNIS aparecidos en Ja Unidn Soviética segtin los siguientes puntos: 1. La era moderna de los OVNIS se inicia en Rusia en 1946. 2, Los OVNIS observados en la Unién Soviética tienen las EL FENOMENO OVNI yi mismas caracteristicas que los detectados en el resto del mundo, 3, Si bien las apariciones de OVNIS no son mencionadas por los medios de comunicacién social, existe entre obser- vador y opinién publica cierto flujo de informacién y eco. 4. La postura oficial de la Unién Soviética respecto de los OVNIS ¢s, en general, tan negativa como la de Occidente. 5. Sin embargo, en Rusia se supone que los OVNIS son un fendémeno extraterrestre. Precisamente a este respecto hay que sefialar que la posibilidad de su procedencia extrate- rrestre se toma més en serio en el Este que en Occidente —incluso en los medias cientificos. Desde luego, son pocos los que saben que el mimero de detecciones realizadas en la Union Soviética‘es enorme. ¥ es que a ningin camarada soviético se Je ocurriré dar parte de una observacién a causa del tremendo papeleo a que daria lugar. La aviacion soviética, por su parte, sélo registra las ob- servaciones de los pilotos. «A pesar del ntimero relativamente escaso de informes oficiales de observaciones, creo que en el Este se han visto OVNIS con tanta frecuencia como en Occidente», dice Ho- bana. Asi se dice que en las afueras de la ciudad de Irkutsk una doctora fotografié desde la ventana de su laboratorio un dis- co volador en el momento en que éste se posaba en tierra so- bre cuatro patas. En el verano de 1952, aparecié sobre la ciudad de Voré- nesh un objeto cilindrico gigantesco, de 800 m de lengitud como minimo, que descendié lentamente hasta una altura de unos 2,000 m y permanecié inmévil durante largo rato. Miles de personas que vieron el objeto a plena luz del dia fueron presas del panico. De pronto, la cosa desaparecié, como si se hubiera esfumado. Al poco rato, aparecieron varios aviones de combate que, evidentemente, iban en busca del objeto, Se- unregistered unregisterec 76 JOHANNES VON BUTILAR gundos después de que Jos perplejos pilotos dieran por termi- nada su infructuosa busqueda, reaparecié sobre la ciudad el misterioso objeto, exactamente en el mismo lugar del que hab{a desaparecido. De Ia popa broté un gran haz anaranjado y el cigarro se elevé casi verticalmente y desaparecié a una velocidad vertiginosa. En una fabrica de tanques (nombre y fecha exacta no fue- ron revelados) se registré una fuerte explosién que estuvo a punto de desencadenar una crisis internacional, ya que los soviets la atribuian a un acto de sabotaje de agentes nortea- mericanos, La causa fueron varios objetos voladores cilfndri- cos y circulares que una semana antes fueron avistados en las proximidades del recinto de la fabrica. Varios testigos dijeron que al amanecer habian visto caer sobre la fabrica una bola de fuego. Siguié una fuerte explosién, acompafiada de «una mi- rfada de bolas pequejias, de una luz intensisimas. A aquella temprana hora del creptisculo matutino, toda la zona fue ilu- minada y se percibié en ella una fuerte onda expansiva. Una nube de polvo y escombros cubrié el lugar durante un par de minutos. Cuando el polvo se hubo posado, de la seccién de la fabrica dedicada a la produccién de automatismos para el dis- paro de cohetes atémicos no quedaba mas que un crater lleno de escombros. Después de la explosién, y durante largo rato, un disco permanecié inmédvil en el aire sobre la fabrica. Como para asegurarse de que el trabajo habia sido hecho a conciencia. Aparecieron entonces varios aviones de combate y el objeto se alejé a gran velocidad. Pero lo que més sorprendi6 a todos fue que nadie resul- tara herido. Porque, minutos antes de la explosién, habia so- nado la sirena de alarma y todos los trabajadores se pusieron a cubierto. Ahora bien, durante la subsiguiente investigacién del caso, se averigué que nadie habia oprimido el pulsador de alarma, segiin pudo comprobarse por Ja posicién del inte- rruptor, EL FENOMENO OVNI 7 Los soviets estaban tan perplejos ante el fenémeno OVNI como los norteamericanos. La CIA habia alumbrado la fuen- te, es decir, el Servicio Secreto militar de los rusos, «GRU» en abreviatura. O, para ser mds exactos, el teniente coronel del GRU, Yuri Popov, que en realidad era agente de la CIA, cireunstancia que los soviets no descubrieron hasta 1958. Ya en 1952 el GRU cursé unas instrucciones secretas (UZ- 11/14) para la inmediata investigacién del problema de los OVNIS, segtin el siguiente texto: Parrafo 3... se recomienda encarecidamente averiguar si los objetos volantes no identificados son: a) vehfculos secretos de potencias extranjeras que violan el espacio aéreo de la Unién Soviética, b) medios utilizados por los Servicios Secretos imperialistas para la captacién de informacién, c) sondas extraterrestres, tripuladas o no, para la explora- cién de la Tierra, d) un fenémeno natural desconocido. Es decir que en la Unién Soviética no existfa Ia menor duda acerca de la realidad del fenémeno. Pero, en general, los rusos pronto se convencieron de que tenia que tratarse de ob- jetos voladores de procedencia extraterrestre. Lamentablemente, es poco lo que sabemos acerca de las. observaciones realizadas en la Unidén Soviética en los afios cincuenta. Las escasas noticias que Iegaban a Occidente solian omitir detalles exactos, como nombres, lugares, fechas, etcéte- ra, los cuales eran mantenidos en secreto. El caso de la fabrica de tanques, por ejemplo, resulta casi pueril por su cardcter moralizante, con el justo castigo de los dioses. No obstante, en la Unién Soviética tienen que haberse producido casos au- ténticos en mimero suficiente como para inducir a las autori- unregistered unregistered 78 JOHANNES VON BUTTLAR dades a tomar medidas y sacar unas conclusiones similares a Jas de los norteamericanos. Entre los pocos casos histéricos que han trascendido fi- gura el descubierto 1842, en Petersburgo, en los archivos de la Comisién Arqueoldégica al aparecer el documento si- guiente: Agosto 1663 Al reverendisimo archimandrita Nikita, Al reverendisimo starosch Matwei, Al reverendisimo starosch Pawel, A los reverendisimos starosches del sinodo del monasterio de San Cirilo. Su sumiso servidor, Ivatschko Rievskoi, saluda a Sus Re- verencias. El vecino del pueblo de Mys, Levka Fedorov, me hizo este relate de algo que vio con sus propios ojos: El sébado, dia 15 de agosto del afio del Sefior de 1663, los fieles de Belosero fueron en gran mimero a la iglesia de Robasero. Mientras se encontraban alli, oyeron en el cielo un gran estrépito que hizo que muchos salieran corriendo del templo a la plaza. El mencionado campesino, Levka Fedorov, era uno de ellos y vio lo que acontecia. Para él se trataba de una sefial de Dios, Al dar las doce, pasé sobre Robasero una gran bola de fuego, estando el cielo sereno y sin nubes. Venta del lado por el que nos ilega el invierno y se alejdé hacia el lago, después de cruzar por encima de la iglesia. Tenia a cada lado una franja luminosa de 45 m de ancho y, delante, dos haces de luz de la misma longitud. Desaparecié stibiiamente, pero al cabo de una hora se le vio llegar de nuevo por donde se habia ido. Pasé a una distancia de unos quinientos metros y se alejé por el Oeste, Pero cuando volvid otra vez, causé el es- panto general al quedarse una hora y media sobre Robasero. Unos pescadores que habian salido en sus barcas al lago, si- EL FENGMENO OVNI Pp tuado a un kilémetro y medio, volvieron con dolorosas que- maduras causadas por el calor. El agua del lago fue ilumina- da hasta lo mds profundo y los peces huyeron hasta la orilla. A aquel resplandor, el agua parecia cubierta de herrumbre. Al cabo de trescientos afios, la aparicién de un OVNI en la Unién Soviética es descrita en un lenguaje menos florido, en el estilo sobrio del siglo xx: Cuando, en la primavera de 1959, aparecieron unos OVNIS sobre Sverdlovsk, central de mando de una base estratégica de cohetes, cundié el panico entre el personal de Jas instala- ciones de radar y los miembros de las Fuerzas Aéreas. unregistered PATENTE DE CORSO Diez afios antes, el 24 de abril de 1949, se avisté un OVNI sobre la zona de experimentacién de cohetes norteamericana de White Sands, Nuevo México. Por aquel entonces, se hallaba trabajando en White Sands un equipo de cientificos, bajo la direccién del jefe de Marines R. B, McLaughlin. El 24 de abril, alrededor de las 10.30, los cientificos pre- paraban el lanzamiento de un gran globo sonda de mds de 30 metros de didmetro. El cielo estaba despejado y ya se habia lanzado un globo meteorolégico para comprobar la velocidad del viento. Varios cientificos scguian atentamente el vuelo del globo, que habia alcanzado una altura de 3.500 m cuando, de pronto, uno de ellos, con una gran exclamacién, Ilamé la aten- cién del grupo hacia otro objeto que se encontraba a la izquier- da del globo meteorolégico y a mucha mayor altura. Los cien- tificos vieron con asombro que se trataba de un objeto des- conocido, plateado y de forma ecliptica. Uno de los cientificos unregistered 82 JOHANNES VON BUTTLAR dirigié hacia el objeto el teodolito con el que habia estado controlando el globo meteoroldgico y lo siguié durante un minuto. Luego, el OVNI se elevé y desaparecié de su vista en pocos segundos. De los calculos realizados por los cientificos con ayuda del teodolito, se dedujo que el objeto volaba al ser avistado a una altura de 80 km y una velocidad de 43.000 ki- Jémetros por hora. El comandante McLaughlin escribié en su informe: «Estoy convencido de que se trataba de un OVNI y de que estos discos son naves de otros mundos, tripuladas por seres inteligentes.> El Ejército emitié las declaraciones de McLauglin sin re- toques (gpor distraccién?). Pero hubo una secuela: el coman- dante McLaughlin fue trasladado inmediatamente de White Sands al destructor Bristol. El 10 de setiembre de 1951, se produjo en Norteamérica un dramético incidente que dio al traste con el «proyecto Grudge». El piloto y el pasajero de un «T-33», un comandante de las Fuerzas Aéreas, avistaron sobre Fort Monmouth en Nueva Jersey un objeto volante de 10 a 15 m de didmetro. Los testigos lo describieron, mientras planeaba debajo del avidn, como redondo, plateado, no reflectante y plano. El piloto des- cendié para interceptar al objeto, pero no lo consiguié. Este permanecié unos momentos debajo del «T-33», puso rumbo Sur, giré 120° y se alejé hacia el mar. A aquella misma hora, un operador del Centro de Radar del Cuerpo de Sefiales del Ejército de Fort Monmouth estaba ensefiando la instalacién de radar a un grupo de oficiales de las Fuerzas A¢reas que visitaban el fuerte y siguié en la pan- talla la trayectoria de un objeto desconocido que se movia en- tre 800 y 1.200 km/h. Pero pronto lo perdié a causa de Io si- nuoso y rapido de su vuelo. Al dia siguiente, en el Centro de Radar de Monmouth unregisterec EL FENGMENO OVNI B3 volvieron a detectarse objetos no identificados de iguales ¢2- racteristicas al de la vispera. Pero esta vez no se trataba de una visita Gnica, ya que los objetos iban y venfan ininterrua> pidamente, aunque se movian con tal celeridad que los oper@- dores apenas podian seguirlos. Estas observaciones causaron sensacién en Monmouth. Numerosos oficiales de Aviacién las habfan apreciado incluso a simple vista, y también en la pantalla del radar. El ope? dor, fuera de si, hizo una peticién por escrito para que S® aclarara el caso. Se envié copia del documento al director Servicio Secreto de las Fuerzas Aéreas, general C. B. Cabell, quien inmediatamente pidiéd mds informacién sobre el «Pro yecto Grudge» desarrollado por las Fuerzas Aéreas en relaci6n con los OVNIS. El general envié a Fort Monmouth al teniente Jerry Cummings (director del «proyecto Grudge») y a su Si perior el teniente coronel N. R. Rosengarten (jefe de la secci6n de Aviacién y Armas Teledirigidas de la ATIC), para que T° cogieran informacién sobre el caso. La investigacién fue cerrada por Cummings y Roseng@™ ten con la explicacién oficial de que los objetos eran globos y falsos ecos de radar, causados por condiciones atmosféricas anormales. En aquella ocasién, Cabell fue informado del ¢* tado del «proyecto Grudge», cuyos puntos débiles le sefialé Cummings. Cabell se enteré también de que el «proyect® Grudge» recibfa constantemente informes de testigos fidedis- nos sobre apariciones de OVNIS. Toda la problematica del caso indujo a Cabell a cursar una orden a ATIC para que fu" dara un nuevo proyecto de investigacién de los OVNIS, & sustitucién del «proyecto Grudges, Al frente del nuevo proyecto se puso al capitan de Avi2- cién Edward J, Ruppelt, que durante la Segunda Guerra Mu dial habia alcanzado altas distinciones. David M. Jacobs, profesor de Historia de la Universidad Temple de Filadelfia, habia estudiado detenidamente las ba- ses de los proyectos sobre OVNIS, de las Fuerzas Aéreas 00! unregistered , - unregisterec 84 JOHANNES VON BUTTLAR teamericanas. A la vista de sus informes, la Air Force decidié proceder a la reorganizacién del «proyecto Grudges, misién que encomendé a Ruppelt, dedicéndole mayor apoyo. Las re- comendaciones de Ruppelt, de aplicar nuevos métodos a la organizacién, y el creciente ntimero de observaciones realiza- das durante 1952, impulsaron a la Air Force a cancelar el «pro- yecto Grudge», formando en su lugar una organizacién auté- noma. Con Ja nueva orientacién, el proyecto recibié también un nombre nuevo. A partir de entonces se llamé «proyecto Blue Book» (Libro Azul) y Ruppelt, su director, recibia ayuda de los departamentos de ATIC de Electronica, Andlisis, Radar y Reconocimiento, que a partir de entonces pasaron a trabajar directamente para «Blue Book». Ademds, ATIC encargé al «Ba- telle Memorial Institute» de Columbus, Ohio, la realizacién de estudios estadisticos y encuestas. Sus resultados fueron trans- mitidos a las Fuerzas Aéreas en mayo de 1953 bajo el epigrafe «Proyecto Blue Book», Informe Especial n.° 14. Por aquel entonces, Joseph Kaplan, fisico de la Universi- dad de Los Angeles y miembro del Consejo Cientifico de las Fuerzas Aéreas, visité el «proyecto Blue Book» en la base aérea de Wright Patterson, en Dayton, Ohio, donde estaba concen- trado. El profesor Kaplan opinaba que lo que con més urgen- cia se necesitaba eran mediciones exactas de OVNIS que has- ta entonces no habian podido obtenerse. Por lo tanto, propuso realizar un andlisis del aspecto croméatico de los objetos des- conocidos, utilizando una reticula de difraccién especial. Pos- teriormente, el espectro del OVNI podria compararse en el Jaboratorio con las lineas espectrales de objetos conocidos, como por ejemplo estrellas, planetas o meteoritos. ATIC y «Blue Book» acogieron la propuesta con entusias- mo. Durante el afio 1952 se probaron toda clase de reticulas de difraccién y aparatos fotograficos con los mas diversos mé- todos. Cuando el plan de Kaplan se encontraba todavia en periodo de desarrollo, Ruppelt, siguiendo indicaciones de Ca- EL FENGMENO OVNE 85 bell, incluyé en él la utilizacién de pantallas de radar. Se puso en contacto con el departamento de Defensa Aérea, el cual disponia en los Estados Unidos de unas treinta cdmaras de radar. Los oficiales encargados de su manejo fueron debida- mente instruidos por Ruppelt. Se informé a la Comisién de Defensa Aérea y se solicité su autorizacién para la elaboracién de planes que exigian el empleo de aparatos de radar. Rup- pelt introdujo también en el proyecto a cientificos del Labo- ratorio de Investigaciones de Cambridge, todos ellos conseje- ros de las Fuerzas Aéreas, quienes recomendaron la utilizacién de instalaciones automaticas de captacién actistica en todas las zonas en las que se registrara una intensa actividad de OVNIS. Como sea que el Pentigono deseaba estar al corriente de las actividades del «proyecto Blue Book», se nombré oficial de enlace al comandante Dewey Fournet. (Afios después, Four- net dijo que las Fuerzas Aéreas se reservaban sistematicamen- te datos e informes de observaciones de OVNIS.) Fournet ¢s- tuvo presente en todas las fases importantes de desarrollo, estudio y decisién que se cumplieron durante 1952 y fue la fuente de informacidén mds importante con que conté el Pen- tagono sobre «Blue Book». Con el tiempo, no sélo Ruppelt recibia cada vez mayo- res atribuciones para el proyecto, sino que la Air Force intro- ducia en las investigaciones de los informes sobre OVNIS las modificaciones que él proponia. Por ejemplo, la orden de las Fuerzas Aéreas 200-5 del 5 de abril de 1952 pedia a todos los funcionarios del Servicio Secreto de las bases aéreas de todo el mundo que telegrafiaran inmediatamente a ATIC y a todos los centros de las Fuerzas Aéreas todos los partes de observa- ciones y, seguidamente, enviaran por correo a ATIC informes detallados de las mismas. El jefe del Servicio Secreto de las Fuerzas Aéreas en Washington recibia copia de los informes. Esta nueva norma permitia incluso a todos los miembros de «Blue Book» ponerse en contacto directamente con cualquier unregistered unregisterec 86 JOHANNES VON BUTTLAR base aérea sin seguir Ia via de tramite. Este nuevo método permitfa a ATIC recibir los informes con la maxima celeridad y daba a «Blue Book» mayor fuerza que la que tuvieron los proyectos anteriores. Los funcionarios del Servicio Secreto re- cibieron instrucciones de enviar a «Blue Book» todos los in- formes de observaciones, y los miembros de «Blue Book» te- nian la facultad de decidir qué casos habia que investigar. Deberia ser revelador que un fendmeno imaginario fuera ‘objeto de tanta atencién. También la CIA sabia que, segtin todos los indicios, se trataba de un fenémeno real y no queria que la KGB Je tomara la delantera en Ja carrera por la obten- cién de nuevos acontecimientos. En la orden JANAP 146 (B) (Joint Army Navy Air Publi- cation, Publicacién Conjunta del Ejército, la Marina y el Aire) de setiembre de 1951 y diciembre de 1953 se advierte clara- mente en qué medida el tema de los OVNIS habfa sido rodea- do de una atmésfera de secreto. Esta orden fija una multa de diez mil délares y penas de prisién de hasta diez afios para los miembros de estos cuerpos y pilotos de la aviacién civil que divulguen un informe sobre OVNIS. En la norma de las Fuer- zas Aéreas 200-2 (cuyo niimero se cambié posteriormente por el 80-17) se dice, entre otras cosas, que sélo podran difundir- se las informaciones sobre OVNIS que no sean auténticas. Los informes reales se considerardn secretos y serdn transmitidos a los 6rganos competentes que proceda. Las pruebas materiales deberan ser enviadas, a ser posi- ble por avidn, a la ATIC de Dayton. Se considerarén como ta- les, por ejemplo: 1, Fragmentos de objetos volantes desconocidos, de proce- dencia comprobada o probable. 2, Fotografias de pantallas de radar indicativas de manio- bras o velocidad de Jos platillos volantes. 3. Fotos auténticas de platillos volantes. EL FENOMENO OVNI 87. Por desgracia para la US-Air Force y la CIA, precisamen! _ en los afios cincuenta hubo muchas detecciones convincen- tes, algunas de las cuales no pudieron permanecer en el secre- to. La opinion publica empez6 a desconfiar y pronto advirtié que en este tema se le escamoteaba la verdad. «Blue Book» se las veia y deseaba para restar importancia al asunto de los OVNIS. Habia casos que ponfan en un brete a los responsa- bles de «Blue Book», Por ejemplo, el 20 de enero de 1951, a las 20.30, la torre de control del aeropuerto de Sioux City pidié al capitan Law- rence W. Vinther de la «Mid Continent Airlines» que investi- gara una «luz muy potente» que habfa aparecido sobre el aeropuerto. Vinther y su copiloto, F, Bachmeier, volaron en su «DC-3» en direccién a la «luz» que, bruscamente, descendié en sentido casi vertical hasta el aparato de Vinther y pasé en silencio y a gran velocidad a unos 60 m del morro del «, con la misién de observar el objeto desde lo mas cerca posi- ble. Su aparato de radar detecté el OVNI durante un minuto y medio aproximadamente, hasta que el visitante desaparecié de forma stibita. Poco después, los controladores y los opera- dores del radar avistaron de nuevo el OVNI, antes de que de- sapareciera definitivamente. En la noche del 23 de noviembre de 1953, despegé de la base a¢rea de Kinross, Michigan, un caza reactor «F-89, en persecucién de un OVNI, sobre la zona superior del lago Mi- chigan, Ademés del piloto, teniente Felix Moncla, volaba en el aparato el operador de radar, teniente R. Wilson. Moncla, dirigido desde la estacién de radar de tierra, persiguié al ob- jeto desconocido a una velocidad de 800 km/h. Pocos minutos después, un observador de radar de la GCI (Ground Control Intercept, Control Interceptor de Tierra) ob- servé con asombro que la sefial del caza reactor y la del OVNI se fundian sGbitamente en una sola. Cuando, finalmen- te, esta sefial wmica desaparecié de la pantalla —el OVNI se alejé a enorme velocidad—, lanzé por radio una llamada de socorro. Tal vez, si se habia producido una colisién, latripu- lacién del caza habia tenido tiempo de saltar. Las patrullas de rescate norteamericanas y canadienses sobrevolaron el territorio en todas las direcciones, en busca de la tripulacién del aparato desaparecido, de los restos de éste o de manchas de aceite. Cuando se hizo de dia, salieron también lanchas al lago. Pero ni del avién ni de sus tripulan- tes se pudo hallar el menor rastro. unregistered unregistered 92 JOHANNES VON BUTTLAR E] 29 de junio de 1954, a las 17 horas, el avién Centaurus, de la «BOACs, despegaba en vuelo regular del aeropuerto de Idlewild, en Nueva York, con destino a Londres. Su coman- dante era el piloto civil James Howard, uno de Jos mas expe- timentados de la «BOAC». Algunos pasajeros ya dormfan cuando, poco después de las 9 de la noche, el comandante Howard descubrié de pronto varios OVNIS: un objeto grande rodeado de otros mds pequefios. Inmediatamente, Ilamdé so- bre ellos la atencién de su copiloto, Lee Boyd, quien ya les habia visto. Los objetos se encontraban a unos 8 km del Cen- taurus, volando en paralelo con él, en el mismo sentido. El ob- jeto mayor se mantenia en el centro y los mds pequefios gi- vaban constantemente a su alrededor. Se mantuvieron para- Jelos al Centaurus a lo largo de unos 12 km. El objeto grande parecia cambiar de forma de vez en cuando. En opinién del comandante Howard, probablemente variaba el Angulo de vue- Jo con lo que simulaba un cambio de forma, Simultaneamen- te, se producia el constante cambio de posicién de los objetos Pequefios. Howard comunieé con la base de Goose Bay, en Labra- dor, para preguntar si habia en sus proximidades aviones de combate u otros aparatos. Le dijeron que no los habia y pro- metieron enviarle un avién de reconocimiento. Entretanto, habian descubierto también los objetos el oficial de navega- ciédn George Allen, el operador de radio Douglas Cox, el pri- mer técnico de vuelo Dan Godfrey y el segundo técnico Bill Stewart. La azafata, que se encontraba con ellos, declaré después que en sus dos afios de vuelo no habia visto nada pa- recido. Poco antes de Ia legada del caza, los objetos s¢ retiraron. Por su oficial de navegacién, que habia estado observandolos ininterrumpidamente, el comandante del Centauras supo que, al parecer, los objetos pequefios habfan desaparecido en el EL FENGMENO OVNI 93 interior del grande. Por ultimo, Howard informé por radio al caza norteamericano de la increible rapidez con que habia de- saparecido el objeto mayor. Ademés de los ocho miembros de la tripulacién, catorce pasajeros del Centaurus fueron testigos del asombraso espec- t4culo. Los objetos desconocidos se habian mantenido en una trayectoria paralela a la del Centaurus durante 18 min y a lo largo de 80 km. Howard explicé: —Era un cuerpo sélido, estoy seguro, maniobrado y con- trolado por seres inteligentes. Algo asi como una nave modriza relacionada de uno u otro modo con los pequefios satélites de escolta. Aqui no cabe mds que una explicacién: tiene que ha- ber sido una especie de nave espacial de otro mundo El 1 de julio de 1954 a mediodia, en la pantalla de radar de la base aérea de Griffith, Estado de Nueva York, aparecié una extrafia sefial. Inmediatamente, despegd un reactor tipo «F-94», que fue dirigido desde tierra hacia el lugar del que procedia la sefial. El operador de radar del «F-94» seguia al ob- jeto por la pantalla de a bordo. Dos minutos después del des- pegue, el piloto del avién de combate descubrid, a gran altura sobre su aparato, un disco brillante. El piloto rectificé el rumbo y se elevé en direccién al OVNI. No ocurrié nada hasta que el operador del radar ordend por radio al OVNI que se identificara. El objeto se divisaba con mayor claridad a medi- da que se reducfa la distancia que lo separaba del reactor, ya que aquél se mantenia inmévil. De pronto, la propulsién del reactor se apagé. En la carlinga aumenté la temperatura de modo stibito y violento. No obstante, los instrumentos no in- dicaban incendio a bordo. El piloto traté de comunicar con la base pero no lo consiguié. Grité a su operador de radar que saltara, Segundos después de que éste se lanzara, se produjo una fuerte sacudida, Jadeando y con los ojos llorosos, el pi- unregistered unregistered 4 JONANNES VON BUTTLAR loto accioné el dispositive de eyeccién del asiento y, mien- — tras descendia, dirigié una ultima mirada al enorme objeto redondo, Los dos hombres cayeron cerca de la ciudad de Wa- lesville, en el Estado de Nueva York. El «F-94» se estrellé con- tra una casa y un automévil, causando la muerte a dos nifios y dos adultos. El 13 de agosto de 1956, a las 22, la central de radar del Servicio de Vigilancia Aérea de la localidad inglesa de Laken- heath recibié una Iamada de la estacién de control de tierra provista de radar y situada a 40 km, avisandole de una sefial que se desplazaba a una velocidad de 7.000 km/h, El objeto que producfa Ja sefial fue avistado a la misma hora volando por debajo de un «C47», a una altura de 2.000 m, Cuando ambas estaciones detectaron el objeto en sus pantallas, se es- tablecié contacto con varias unidades de radar, a fin de rea- lizar pruebas y comparaciones. Finalmente, se envié a un caza nocturno tipo «De Havi- Iland Venom», que fue dirigido por radar hacia la zona en la que se habfa detectado el OVNI. En un principio, el piloto co- municé por radio que tenfa el objeto ante si y en la pantalla de radar de a bordo; pero después el OVNI se situé detras del caza y permanecié tenazmente en esta posicién, imitando con exactitud todas las maniobras del avién. Durante diez minu- tos, la estacién de tierra tuvo en pantalla al OVNI y al caza, hasta que el piloto se vio obligado a tomar tierra por falta de combustible, Se envié a un segundo caza, para relevar al «Venom»; pero este segundo aparato tuvo que aterrizar por averfa. Fi- nalmente, el OVNI puso rumbo Norte y desaparecié de las pantallas de radar. El personal de tierra habia seguido a simple vista las evo- luciones del objeto desconocido, el cual fue descrito por los testigos come un disco luminoso. Los operadores de radar EL FENOMENO OVNI 5 lo apreciaron y siguieron en sus pantallas como un objeto 36- lido, El piloto del caza pudo verlo tanto en la pantalla de ra~ dar de su aparato como a simple vista. «En el caso de Lakenheath intervinieron dos observado- res de radar, un piloto militar y un controlador del Servicio de Vigilancia Aérea —dice el profesor doctor Allen J. Hynek, asesor cientifico de "Blue Book’—. Es el caso mas insdlito y desconcertante de Jas observaciones de radar. El comporta- miento evidentemente racional e inteligente del OVNI no ad- mite mds explicacién que la de que se trata de un ingenio de procedencia desconocida.» Portugal, 4 de setiembre, 1957. A las 19.21, cuatro cazarreactores despegaron de la base militar de Ota para realizar un vuelo nocturno de practicas. Se trataba de un ejercicio de rutina, a efectuar a 8.000 m de altura, entre la ciudad espafiola de Granada y las portuguesas de Portalegre y Coruche. Mandaba la operacién el capitan José Lemos Ferreira, e intervenian en ella otros tres pilotos. La noche era clara y estrellada. La primera fase del vuelo se de- sarrollé sin incidentes y de acuerdo con las previsiones. Sobre Granada, los aparatos viraron en direccién a Portalegre. El capitén Ferreira divisé entonces a su izquierda, en el hori- zonte, una luz extraordinariamente brillante. La observé du- rante unos minutos y comunicé por radio con los otros pilotos para llamar su atencién. El que volaba a su izquierda ya la habia visto. El nticleo del extrafio objeto cambiaba constantemente de color, pasando del verde oscuro al azul, amarillo y rojo. De pronto, aumenté de tamafio, se hizo seis u ocho veces ma- yor y, casi antes de que los pilotos acabaran de darse cuenta, se habia convertido en un punto amarillo apenas perceptible. Este proceso se repitid un par de veces, sin que durante todo aquel tiempo variara su posicién respecto a los cazas, es de- unregistered unregistered 96 JOHANNES VON BUTTLAR cir, manteniéndose a unos 40° a su izquierda. El capitin Fe- treira no pudo averiguar si el cambio de tamafio se producia por alejamiento o por compresién del objeto. Al cabo de scis — ‘0 siete minutos de constantes variaciones, el objeto desapa- recié en el horizonte, a unos 90° a la izquierda del reactor. ‘A las 22.38, a poca distancia de Portalegre, el capitan decidié poner rumbo a Coruche. Los reactores viraron unos 50° hacia Ia izquierda. Alli estaba otra vez el objeto, siempre a 90° a la izquierda. Ahora el capitan Ferreira comprendié que no se trataba de un objeto estacionario. Despedia una intensa luz roja y se mantenia a una altura muy inferior a la que vo- laban los aparatos militares. Cuando los pilotos llevaban ya varios minutos en el nuevo rumbo, observaron de pronto que del objeto se desprendia otro mds pequefio. Antes de que pudieran reaccionar de su sorpresa, a la derecha del OVNI grande aparecieron otros tres objetos similares. La extrafia flotilla variaba constantemente la velocidad. Al llegar a Coruche los aparatos militares, el OVNI gran- de descendié en un brusco picado para elevarse en seguida a velocidad vertiginosa, en direccién a los cazas. Los pilotos, asustados, casi rompieron Ja formacién para esquivar el objeto pasando por encima de él. Pero cuando se situaron cn la trayectoria del OVNI, éste y su escolta se re- tiraron. El incidente duré unos cuarenta minutos, y todos los pi- Jotos coincidieron en declarar que no tenia explicacién natu- ral, El capitan Ferreira se negé a admitir las causas aducidas tantas veces (que si Venus, que si un globo, que si un avin), que son el tipico estribillo de cada observacién de OVNIS. Naturalmente, las Fuerzas Aéreas mantuvieron en secre- to todos estos casas. No fue sino afios después —al disolverse «Blue Books— cuando salieron a la luz, EL FENOMENO OVNI 7 Ya en 1953 la CIA decidié aplicar medidas drasticas para evitar que se supiera la verdad sobre los OVNIS. Esta accion fue provocada en parte por un hecho extraordinario en el que estuvo involucrado, entre otras personas, Dan Kimball, secre- tario de Estado del departamento de Marina. En abril de 1952, Kimball y su plana mayor volaban ha- cia Hawai. En un segundo avién, les seguia el contraalmiran- te Arthur Radford. De pronto, aparecieron dos objetos volan- tes en forma de disco que se acercaron velozmente al aparato en el que viajaba Kimball, dieron varias vueltas a su alrede- dor y desaparecieron en direccién al segundo avién de la Ma- rina, que seguia a 80 km de distancia. En torno a éste realiza- ron Ja misma maniobra. Los objetos desconocidos giraron al- rededor del avin de Radford antes de desaparecer a una «velocidad inconcebible», en expresién de los pilotos de la Marina. Estos calcularon que el OVNI volaba a unos 3.000 ki- lémetros por hora. Tan pronto como llegé a Hawai, Kimball envié por radio un informe del incidente a las Fuerzas Aéreas, que oficial- mente estaban encargadas del estudio del fenédmeno OVNI. Cuando regresé a Washington pregunté a través de sus ayu- dantes a las Fuerzas Aéreas qué medidas se habian tomado respecto al caso. La Air Force y la CIA dieron a entender a Kimball que, si deseaba permanecer en su puesto, seria prefe- rible que se olvidara de lo que habja visto. Ello indujo al secretario de Marina, Kimball, a mantener una entrevista con el almirante Calvin Bolster, jefe de la Ofi- cina de Investigacién Naval (Office of Naval Research, QNR). Este ordené entonces una investigacién minuciosa de todas las observaciones de OVNIS realizadas por la Marina. La or- den de Bolster se cumplié. Las investigaciones revelaron que los OVNIS constituian un fenémeno real y eran objetos vo- lantes desconocidos, controlados por seres inteligentes. La Marina cursé su dictamen a las Fuerzas Aéreas en el otofio de 1952. La Air Force pidié entonces a la Navy que sé 4 085 unregistered unregisterec 98 JOHANNES VON BUTTLAR abstuviera de dar nuevos pasos mientras no finalizaran las investigaciones de «Blue Book». El comandante de Marina en reserva, Donald E. Keyhoe, que fue durante muchos afios di- rector de NICAP (National Investigation Committee on Aerial Phenomena = Comité Nacional para la Investigacién de Fe- némenos Aéreos) escribid acerca de la subsiguiente accién de Ja CIA: «Si bien la amenaza de Kimball parecfa eliminada, la CIA sabia que en cualquier momento podian surgir nuevos con- flictos con la Marina, y que la Air Force no era lo bastante poderosa como para conjurar el peligro. Para ello sélo habia un camino: asumir pleno control sobre las investigaciones de Jas Fuerzas Aéreas y someterlas a una censura implacable, a fin de desterrar de la opinion publica la creencia en los OVNIS. Con tal fin, la CIA convocé en el Pentagono una reu- ni6n de cientificos y representantes de la Air Force, para ana- lizar en secreto todo el material acumulado acerca de los — OVNIS... Por cierto que los cientificos elegidos por la CIA eran escépticos notorios. La mayoria no sabian practicamente nada de OVNIS y consideraban el tema una tonteria. Una vez la CIA dispuso de plenos poderes, pudo reservarse o retocar las pruebas y de este modo inducir a los cientificos a emitir un juicio negativo. Los jefes de la CIA no tenfan la menor duda acerca del éxito de su accién.» Este comité controlado por la CIA celebré sesiones del 14 al 18 de enero de 1953. Se le dio el nombre de «Robertson Panel», en honor de su presidente, el profesor doctor H. P. Ro- bertson, fisico del «Institute of Technologys de California y empleado de Ja CIA en calidad de especialista en sistemas de armamento. Formaban parte del comité P. G. Strong, agente de la CIA, el general Garland, jefe del Servicio Secreto de ATIC, los miembros de la CIA doctor H. Marshall Chadwell y Ralph L. Clark, el profesor de Fisica Samuel A. Goudsmit y el profesor de Astronomia Thornton Page, de la Universidad EL FENOMENO OVNI 99 de Chicago. Asistian también a las reuniones Ruppelt, Four- net y Hynek. En el informe final del «comité Robertson», Ja CIA insis- tid en desmentir el fenémeno de los OVNIS, ya que las noti- cias sobre tales observaciones «perturban los canales de comu- nicacién y amenazan la seguridad nacional». Incluso se expre- s6 el temor de que los rusos, en caso de guerra, pudieran ma- nipular y aprovecharse de la situacién. Ademas, en el informe se trazaba un programa para disminuir y ridiculizar el fend- meno de los OVNIS, a fin de conseguir que la opinién publi- ca se desinteresara del tema. Se utilizarian convenientemen- te los medios de comunicacién social, Radio, Televisién, Cine y Prensa, para despojar a las observaciones de su aureola de misterio. El comandante Dewey Fournet dijo después: —Fuimos engafiados. La CIA no queria informar a la opi- nién publica sino confiscar las pruebas. El asunto fue dirigi- do por sus agentes, que manipulaban a los cientificos. S¢ que los agentes de la CIA sélo estaban cumpliendo érdenes; sin embargo, en una o dos ocasiones estuve a punto de saltar. Acerca de las verdaderas intenciones de Ja CIA y la Air Force, Keyhoe dijo lo siguiente: —Cuando la Air Force se percaté de que los OVNIS eran naves espaciales, la Central de la Defensa Aérea decidié cap- turar una de estas maquinas, tan superiores a todo lo cono- cido por el hombre. Asi me lo confirmé personalmente el ge- neral Sory Smith, director de Informacién en funciones. Y el comandante Jeremiah Boggs, oficial del Servicio Secreta, ma- nifesté que se habia cursado a los pilotos de las Fuerzas Aé- reas la orden de captura de un OVNI. Naturalmente, todos estabamos muy interesados en hacernos con semejante arte- facto. Nuestros pilotos tenian instrucciones de hacer todo lo que pudieran, aunque tuvieran que agarrarlo por la cola. gEs Keyhoe digno de crédito? Veamos lo que dicen las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos. unregistered ,| unregistered 100 JOHANNES VON BUTTLAR «...Los miembros de Ja Air Force consideramos al coman- dante Keyhoe persona responsable y exacta en sus informes. Sus largos afios de colaboracién con las Fuerzas Aéreas en el estudio de los objetos volantes no identificados le otorgan una singular cualificacién... aLas Fuerzas Aéreas y el érgano investigador dependien- te de ellas, “proyecto Blue Book”, conocen las conclusiones del comandante Keyhoe, de que los platillos volantes proceden de otro planeta. Las Fuerzas Aéreas nunca han discutido esta posibilidad. Varios miembros del comité creen en la existen- cia de un fenémeno natural y extrafio que nos es totalmente desconocido. Ahora bien, si es exacto que su vuclo esta diri- gido, segtin afirman numerosos observadores expertos, sdlo cabe una explicacién: la de que esas mdquinas sean de pro- cedencia extraterrestre, »Firmado; Albert M. Chop Departamento de Prensa de las Fuerzas Aéreas.» LA RED Varias naciones, especialmente la Unién Soviética, los Es- tados Unidos, Canad4, Gran Bretafia, Francia y Holanda, tra- taron de desvelar el secreto de la tecnologia de los OVNIS. Con este motivo, las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos intensificaron sus intentos de captura. Pero los mds decididos fueron los sovicticos. Sin embargo, en vista de los constantes fracasos de los cazas interceptores, los soviéticos y también los norteamericanos, recurrieron a medidas mds contundentes y dieron orden de disparar contra los OVNIS, con la espe- ranza de aleanzar a alguno y obligarle a aterrizar con el‘siste- ma de propulsién intacto. Por ello, en 1957, el senador Lee Metcalf pregunté a las Fuerzas Aéreas si sus pilotos aim se- guian dando caza a los OVNIS. El Cuartel General, a través del general de brigada Joe W. Kelly, contesté: «Los cazas de las Fuerzas A¢reds siguen persiguiendo a los OVNIS por razones de seguridad nacional y también para averiguar detalles técnicos.» unregistered unregistered 102 JOHANNES VON BUTTLAR Del caso que se describe a continuacién informé extra- oficialmente al comandante Keyhoe un miembro de las Fuer- zas Aéreas: «También hemos disparado contra OVNIS: por ejemplo, una mafiana, a eso de las diez, una estacién de radar situada cerca de una base de cazas capté las sefiales de un OVNI que se aproximaba a una velocidad de 1.200 km/h, procedente de ésta. Aminoré la velocidad hasta 150 km/h e inmediatamente salieron para interceptarlo dos «F-80», Uno de los dos cazas consiguié disparar contra el objeto a una altura de 1.000 m. Entonces el OVNI aceleré inmediatamente. Sin embargo, el piloto del «F-80» consiguié mantenerse brevemente a 450 m de distancia. Definitivamente, el objeto tenia forma de plato. ‘Cuando el piloto hizo desarrollar a su aparato la velocidad maxima, el OVNI se alejé. El piloto disparé el cafién de a bordo a una distancia de 950 m, a fin de derribar el objeto. Pero erré el tiro y el OVNI desaparecié en Ja lejania.» También el alto mando soviético tenia la esperanza de poder obligar a aterrizar a una nave espacial sin destruirla por completo. Por ejemplo, el 24 de julio de 1957 las baterias artiaéreas de las islas Kuriles abrieron fuego sobre una for- macién de OVNIS, pero los objetos luminosos se alejaron ra- pidamente sin sufrir dafios. La Royal Canadian Air Force (Fuerzas Aéreas Canadien- ses), en colaboracién con el Defence Research Board (Conse- jo de Investigacién para la Defensa), Ileg6 incluso a construir una pista de aterrizaje para OWNIS en los alrededores de Suffield, Alberta. Los canadienses pretendian inducir a los OVNIS a aterrizar por medio de sefiales especiales. Este pro- yecto secreto se desarrollé bajo el nombre de «Project Second Storey» («proyecto Segundo Piso»), Un portavoz de la RAF inglesa declaré que sus investiga- ciones, realizadas durante un periodo de cinco afios, habfan terminado pero que los resultados no se harian publicos ya que sdlo servirian para enconar la controversia. Ademds, no EL FENGMENO OVNI 103 podian ser explicados suficientemente sin revelar altos se- cretos, De todos modos, Lord Dowding, mariscal y comandante en jefe de las Reales Fuerzas Adreas britanicas, se mostré més comunicativo, y dijo: —La existencia de estas maquinas esta demostrada y yo la he aceptado plenamente. El 16 de enero de 1957, el almirante norteamericano Del- mer Fahrney corroboraba: —Existen informes fidedignos que indican que se trata de objetos que penetran en nuestra atmésfera a gran yeloci- dad, controlados por seres inteligentes. Precisamente el encargado de Prensa del proyecto «Blue Books confesé: —Una cosa es segura: estamos siendo observados por se- res del espacio exterior. ¥ el capitan Ruppelt, el que fuera director de «Blue Book» y que tenia que bailar al son que le tocaban, dijo después: —¢En qué consiste la verdad? gAcaso un OVNI tiene que aterrizar delante de la puerta del jefe de Estado Mayor del Pentégono, en la orilla del rio? gO es ya una prueba el que una estacién de radar detecte el OVNI, envie a un caza en su persecucién, el piloto lo vea con sus propios ojos y lo siga con el radar de a bordo hasta que Ia nave se escabulla a una velocidad fenomenal? ¢Es una prueba el que el piloto de un caza dispare su cafién contra un OVNI y mantenga su informe aun bajo amenaza de un consejo de guerra? ¢En eso consis- te la verdad? Jessup estaba cada vez mas solo. El sabfasque naves espa- ciales observaban la Tierra y aparecian una y otra vez. Por sus relaciones con las Fuerzas Aéreas, sabia también que los militares habfan sacado la misma conclusién. De ello no es- taban informados ni la opinién publica ni sus colegas. Al con- unregistered unregistered 104 JOHANNES VON BUTTLAR trario, se le reprochaba haber desarrollado una especie de mania por los OVNIS que le hacia descuidar su trabajo. Le colgaron la etiqueta de excéntrico. Pero lo que a él le preocu- paba era que sus criticos ignoraban el fundamento de sus afirmaciones. gAcaso no era su deber informar a la opinién publica? Jessup escribié un libro que fue publicado en 1955 por la «Citadel Presse de Nueva York. Se titulaba: The case for the Ufo (En defensa del OVNI). La aparicién del libro marcé el comienzo de aquel turbio asunto en el que Jessup se vio in- volucrado. Cuando el libro se publicé, Jessup empezé a reci- bir una serie de cartas manuscritas, firmadas por un tal Carl M. Allen o Carlos Maria Allende como se inscribia en el remi- te. Aquellas cartas hacian referencia al origen de los OVNIS ¥ a ciertos casos ocurridos durante la Segunda Guerra Mundial que Jessup conocia por haber intervenido en ellos. Tal vez él tomé las cartas mds en serio de lo que parecia aconsejable. El remitente (Allen o Allende) se referia a un presunto experi- mento de la Marina realizado en octubre de 1943 en el puerto de Filadelfia y en alta mar. Durante la Segunda Guerra Mundial, la oficina de Inves- tigacién Naval de los Estados Unidos (ONR) pedia insistente- mente a los cientificos el desarrollo de medios de camuflaje para los barcos de guerra. Al parecer, por aquel entonces, se presenté ante los je fes de la ONR un cientifico, cuyo nombre no se indica, que pretendia demostrar «el camuflaje perfectox. Dado que se tra- taba, segtin todos Jos indicios, de uno de los més prestigiosos investigadores norteamericanos, sus afirmaciones se acepta- ron con respeto y se hicieron experimentos. Aquel cientifico pretendia demostrar que,

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