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INTRODUCCIÓN…03
CAPITULO I…04
CONTRATOS INFORMÁTICOS…04
CAPÍTULO II…11
CAPÍTULO III…15
1
3.3. CONTRATOS COMPLEJOS …18
CAPÍTULO IV…19
CAPÍTULO V
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
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INTRODUCCIÓN
Por otra parte, los aspectos indicados hacen que el profesional del derecho que se
enfrenta por vez primera a este tipo de contrato, halle tres principales dificultades a
superar: a) la especificidad de sus aspectos técnicos; b) la imprecisión del vocabulario
técnico – jurídico; y c) la estructura compleja de este tipo de contrato.
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falta de uniformidad al respecto. Por ejemplo, no hay acepciones universalmente
aceptadas del término software, o de qué constituye software de base.
No obstante, ante tal panorama tanto los países en desarrollo, principales receptores
de estas nuevas tecnologías, como los distribuidores y proveedores de bienes y
servicios informáticos de los países altamente industrializados, han empezado a
entender que se vive un nuevo paradigma, donde la tecnología lejos de dominar o
aniquilar al hombre puede, y así en muchos casos se demuestra, permitir avances
impresionantes en las distintas áreas prioritarias para el desarrollo integral de la
sociedad. Pero para ello, se debe estar en condiciones de negociar en igualdad.
CAPITULO I
CONTRATOS INFORMÁTICOS
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En la doctrina española:
- Para María del Carmen Gete-Alonso Calera, los contratos informáticos son
aquellos cuyo objeto viene constituido por un bien (cosa) y/o por un servicio
informático.1
- Para CARRASCOSA LÓPEZ, POZO ARRANZ y RODRIGUEZ DE CASTRO,
quienes sostienen que los contratos informáticos son aquellos que tienen por
objeto los bienes y/o servicios relacionados con la informática.2
- Ernesto MARTORELL y Jorge BEKERMAN son de la opinión que los contratos
informáticos “es una expresión de la doctrina denominada tanto a los contratos
referidos a bienes y servicios informáticos como a los contratos celebrados
entre computadoras”3
En el derecho chileno:
- MAGIONA MARKOVITCH y LÓPEZ MEDEL señalan que existen dos tipos de
contratos informáticos fundamentales: aquellos referidos a los bienes (equipos,
periféricos, dispositivos, etc) y aquellos referidos a los servicios (asistencia,
formación, mantenimiento, programas, etc.)”4
1
María del Carmen Gete-Alonso, La Ley, p. 1036, citada por Carlos Vattier Fuenzalida en su
trabajo “En torno a los contratos electrónicos”, en Atilio A. Alterini, José Luis De Los Mozos,
y Carlos Alberto Soto Coaguila, Ob. Cit., Vol. “, p 19.
2
Cfr. V. CARRASCOA LÓPEZ, Ma. A. POZO ARRANZ y E. P. RODRIGUEZ DE CASTRO, La
contratación informática: el nuevo horizonte contractual. Los contratos electrónicos e
informáticos, Comares, Granada, 1997, p. 93.
3
Cfr. Ernesto Eduardo MARTORELL, Tratado de los contratos de empresa, T. III, Ediciones
Depalma, Buenos Aires, 1997, p. 637.
4
Cfr. Claudio Paúl MAGLIONA MARFKOVITCH Y Macarena LÓPEZ MEDEL, Delincuencia y
fraude informáticos. Derecho comparado y Ley Nº 19.223, Editorial Jurídica de Chile,
Santiago de Chile, 1999, p. 29.
5
Cfr. MAX ARIAS-SHREIBER PEZET, Contratos Modernos, Gaceta Jurídica Editores, Lima,
1999, p. 318.
6
Cfr. MAX ARIAS-SHREIBER PEZET, “Nuevos contratos en el Proyecto de Código Civil
argentino” en Código Civil del siglo XXI. (Perú y Argentina), T. I, obra coordinada por Jorge
Muñiz Ziches, Atilio A. Alterini y Carlos Alberto Soto Coaguila, Ediciones Jurídicas, Lima,
2000, pp. 812-813.
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Como podemos apreciar, los referidos autores conciben como una categoría
autónoma y atípica a los contratos informáticos, exigiendo en algunos casos su
regulación el código civil o en una ley especial.
En principio, no es justo juzgar una opinión autoral a la luz de las reglas contractuales
del derecho peruano, ya que para el derecho peruano el objeto de los contratos es la
relación jurídica obligacional, mientras que para el derecho español y el derecho
argentino el objeto del contrato son los bienes y servicios o las prestaciones.
Siguiendo la orientación de sus códigos civiles, los autores españoles y argentinos
han definido a los contratos informáticos tomando en consideración:
a. Los bienes y servicios informáticos.
b. La supuesta novedad o complejidad de los mismos.
c. El desequilibrio de la información entre proveedores y clientes o usuarios.
d. El complicado lenguaje técnico del mundo de la informática.
Por lo tanto, definen en forma unánime a los contratos informáticos como contratos
atípicos cuyo objeto son los bienes y/o servicios informáticos.
No obstante, si se definiera a los contratos en atención a los bienes y servicios,
tendríamos un contrato por cada bien o servicio, así por ejemplo, existirían contratos
madereros, de vegetales, de aves, de animales, médicos, etc.; muchos de los cuales
se distinguen por el bien o el servicio, o algunos por su complejidad.
Jurídicamente resulta ilógico e irrelevante definir u otorgar tipicidad social a un
contrato en función al bien o servicio que se intercambia es por demás inadecuado.
En conclusión, se considera que los llamados contratos informáticos como figuras
contractuales atípicas que no existen jurídicamente para el derecho peruano. Mucho
menos se puede pensar en regular esta categoría, porque no tienen un objeto propio,
y, peor aún, la complejidad que puede presentarse ante la información asimétrica es
un problema que existe en todo el sistema de contratación predispuesta o
estandarizada.
Ahora bien, tampoco se puede negar que la informática es de una gran utilidad para la
sociedad y que los bienes y servicios informáticos pueden ser susceptibles de trafico
patrimonial, pero como cualquier otro bien, estarán sujetos a las reglas propias de
cada contrato que se celebren y, en su defecto, serán los contratantes quienes en
ejercicio de su autonomía privada determinaran el contenido del contrato en atención
a sus propios intereses. Por ejemplo, si se celebra un contrato de compraventa de
computadoras, éste se sujetará, en primer lugar a la autonomía privada de los
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contratantes y a las normas de carácter imperativo, y luego a falta de acuerdo entre
las partes, se aplicarán supletoriamente las normas del contrato típico de
compraventa y de la teoría general del contrato.
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En el ámbito de las relaciones contractuales de consumo, el Estado tutela el derecho
de los consumidores, derecho que tienen rango constitucional, prescribiendo el
artículo 65 de la Constitución Política de 1993, que los consumidores tienen derecho a
la información de los bienes y servicios que se encuentran en el mercado. Ampliando
este precepto, la Ley de Protección al Consumidor7 en su artículo 5, señala los
derechos que tienen los consumidores.
El mecanismo de protección de los derechos del consumidor es territorial, es decir, se
aplica a las relaciones de consumo dentro del territorio peruano, siendo el organismo
competente INDECOPI. Así, cuando un consumidor o usuario peruano adquiere algún
bien o servicio de un proveedor también peruano, se aplican las leyes peruanas;
empero se complica cuando las relaciones de consumo se celebran entre
proveedores y consumidores de diferentes países o, peor aún, cuando se contrata
desde distintos países por medios electrónicos.
Si el consumidor adquiere los bienes o servicios por medios informáticos, y los
proveedores se encuentran en otros países o en el espacio virtual que crea
INTERNET, es decir, se trata de contratos internacionales, el organismo que debería
velar por la defensa de los consumidores será la autoridad administrativa que en cada
país defienda los derechos de los consumidores, la misma que se pondría en contacto
con su similar en el país donde se encuentre domiciliado el proveedor a efecto de
presentar la denuncia correspondiente y accionar contra el proveedor, en virtud de
que no podrá hacerlo desde el país del domicilio del consumidor.
7
Decreto Legislativo Nº 716 de 1991. Debido a las modificaciones hoy se cuenta con un
Texto Único Ordenado de La Ley de Protección al Consumidor, aprobado por D.S. Nº 039-
2000-ITINCI, publicado el 11 de diciembre de 2000.
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incidencia real y directa sobre la formación de la voluntad o el desarrollo o
interpretación futura del acuerdo.
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domicilio del oferente. Empero en materia de comercio exterior, es decir, el comercio
electrónico entre contratantes que domicilian en países distintos, entre un contratante
en el Perú y el otro en China o Francia, ¿qué principios y qué reglas aplicamos?
Ya no estamos en el supuesto de que en el contrato las partes son las que van a
determinar la ley aplicable a su relación contractual antes de obligarse. Esto es
factible cuando los contratantes celebran un par de contratos al año y pueden
negociar cada cláusula, pero en el comercio electrónico la situación es distinta.
El éxito del tráfico electrónico es la masificación contractual, por lo tanto no hay
tiempo para las discusiones contractuales, sin que por ello no se vayan a dar, pero la
regla es la contratación masiva, estandarizada o predispuesta. Se dirá que los
predisponentes del esquema contractual establecerán la legislación aplicable. Pero si
no lo hacen ¿qué legislación se aplica?
En ese sentido, nuestra posición está orientada a postular la incorporación en todos
los países de reglas comunes sobre la formación del contrato; o en su defecto, la
suscripción de un tratado o convención sobre comercio electrónico para viabilizar el
mismo y la contratación por ese medio, tomando como base la Ley Modelo de
UNCITRAL de 1996, debiendo incorporarse en forma homogénea en cada uno de los
países que desee reducir las dificultades que el fenómeno de la globalización ha
generado y que el comercio electrónico, en materia de contratación, ha multiplicado.
Objeto de la contratación informática pueden ser tanto los bienes como los servicios
informáticos, entendiendo por bienes informáticos todos aquellos elementos que
forman el sistema (ordenador) en cuanto al hardware y todos los equipos que tienen
una relación directa de uso con respecto a ellos y que, en su conjunto, conforman el
soporte físico del elemento informático, así como los bienes inmateriales que
proporcionan las órdenes, datos, procedimientos e instrucciones, en el tratamiento
automático de la información y que, en su conjunto, conforman el soporte lógico del
elemento informático.
Los servicios informáticos son todos aquellos que sirven de apoyo y complemento a la
actividad informática en una relación de afinidad directa con ella, debiendo limitarse el
mismo, por su amplitud, a aquellos servicios propios o auxiliares de la informática que
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tengan, por su propia naturaleza, una identidad particular unida al tratamiento
automático de la información.
CAPÍTULO II
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deber de información que pesa sobre el usuario, encuentra su límite en la obligación
de asesoramiento y consejo que corresponde al proveedor que asume en esta etapa
precontractual un papel protagónico), el deber de informar adecuadamente sus
necesidades por parte del usuario (el usuario tiene el deber de estudiar y analizar sus
necesidades, con diligencia, sólo él está en condiciones de establecer el contenido del
requerimiento efectuado al proveedor, que debe partir de un adecuado y claro
conocimiento de sus necesidades), como aplicación del principio de buena fe
contractual, y el instituto del "test de aceptación" previo a la aceptación o declaración
que el sistema es "de recibo". También se presentan particularidades en las garantías
exigibles en el cumplimiento de la prestación, como son la compatibilidad, la
escalabilidad y la modularidad.
2.2.1. Proveedores
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Cabe mencionar que no todos los proveedores informáticos se sujetan a estos
lineamientos, por lo que en muchas ocasiones se suscitan conflictos con la
contraparte.
2.2.2. Usuario
Estos son aquellos que reciben la prestación de da o hacer por parte de los
proveedores, y están constituidos por el sector público y privado en sus diferentes
niveles. Entre sus principales derechos y obligaciones tenemos:
Sin carácter exhaustivo, ya que no se trata aquí de establecer todas y cada una de las
cláusulas que deben incluirse en cada uno de los diferentes contratos informáticos, y
con la única intención de citar algunas de las cláusulas que pueden encontrarse en un
contrato tipo, cabe señalar:
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mismo, pudiendo ser tanto bienes como servicios informáticos, o ambos. Es
preciso que este sea descrito con claridad, como forma de evitar, en ocasiones,
un desequilibrio entre las partes debido a la posición predominante que puede
tener una sobre la otra.
4. facturación y pago. Los cuales tendrán lugar de acuerdo con las consignas
particulares establecidas por mutuo acuerdo.
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9. Propiedad de los programas. En virtud de la ausencia de un adecuado régimen
regulador respecto a los programas de cómputo.
CAPÍTULO III
En función del criterio de clasificación que se escoja son diversas las clasificaciones
que pueden hacerse de los contratos informáticos, si bien aquí la misma se limitará, a
efectos expositivos, en función de su objeto, pudiendo ser este hardware, software o
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servicios informáticos, o en virtud del negocio jurídico bajo el que se realice la
contratación en cuestión.
Respecto del objeto de los contratos, este puede ser tanto hardware, como el
software, o tratarse de un contrato que verse sobre un servicio auxiliar. En el caso de
los contratos de hardware, debe entenderse por tal un concepto amplio, ya que
quedarían incluidos dentro del mismo todos los componentes que, físicamente,
formen parte del sistema.
Los contratos informáticos también pueden clasificarse por el negocio jurídico bajo el
que se realizan, siendo posible en este caso que existan tanto con tipos de contratos
como negocios jurídicos, pudiendo señalarse sin ánimo exhaustivo, los contratos de
compraventa, de arrendamiento financiero o leasing, de mantenimiento o de
prestación de servicios.
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3.2. SEGÚN EL NEGOCIO JURÍDICO
i. licencia de uso (es el contrato en virtud del cual el titular de los derechos de
explotación de un programa de ordenador autoriza a otro a utilizar el programa
conservando el cedente la propiedad del mismo);
j. adaptación de un software producto (se trata de la contratación de una licencia
de uso de un producto standar que habrá que adaptar a las necesidades del
usuario);
k. "escrow" o garantía de acceso al código fuente (son aquellos que tienen por
objeto garantizar al usuario el acceso a un programa fuente en el caso de que
desaparezca la empresa titular de los derechos de propiedad intelectual);
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l. contrato de distribución de información (consiste en la comercialización de la
base de datos, durante un cierto periodo de tiempo a cambio de un precio, lo
que origina la obligación por parte del titular de la base de aportar los datos que
deben hacerse accesibles a los futuros usuarios, en una forma adecuada para
su tratamiento por el equipo informático del distribuidor, y ceder a este último,
en exclusiva o compartidos con otros distribuidores, los derechos de
explotación)
m. contrato de suministro (mediante este contrato el usuario puede acceder a las
bases de datos del distribuidor);
n. contrato de información (el titular de una base de datos vende a otro una copia
de esta con la posibilidad que el adquirente, a su vez, pueda no solo usarla
sino mezclarla con otras propias para su posterior comercialización).
En términos generales los contratos más comunes en Internet son las compras de
programas informáticos (software), hardware, fonogramas comerciales, música, libros,
acciones, servicios de post-venta y turismo.
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CAPÍTULO IV
1.-DEBER DE INVESTIGACIÓN :
Conforme a la doctrina francesa esta obligación comprende los deberes de:
-informar
-prevenir
-aconsejar
En la etapa de investigación el proveedor del equipamiento informático en cuestión
debe realizar un análisis de campo, un estudio de campo, buscando aquella
tecnología adecuada a las necesidades del usuario.
2.-DEBER DE CONSEJO: En base a este estudio de campo, se debe aconsejar lo
mas propio para obtener el resultado.-
Es muy importante este deber de consejo, debido a la desigualdad de las partes. Hay
una desigualdad notoria generalmente en los aspectos técnicos e informáticos, no
solamente económica.-
El resultado que se le presente al cliente tiene que ser aquello ajustado a sus
especificaciones.
Generalmente hay dos formas contractuales de llegar:
-vía consenso
-vía aceptación de las condiciones predispuestas (contratos que simplemente son
aceptados)
El deber de consejo surge del hecho de que el proveedor es un profesional de la
informática, por lo que debe dar a su cliente información exacta y objetiva sobre las
posibilidades del sistema propuesto. Debe ayudar a su cliente para que exprese sus
necesidades y proceda a su estudio.
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Para que el proveedor cumpla con este deber de consejo, el cliente le debe dar la
información necesaria. El proveedor tiene también DERECHO DE ACONSEJAR, el
cliente debe permitirle que de su consejo: si el cliente no lo deja cumplir con este
derecho podría hablarse de incumplimiento contractual.
3.-ESPECIFICIDADES : son las cuestiones solicitadas por el usuario y que debe
brindar el Proveedor a través de los manuales de uso de:
-como debe comportarse el usuario frente a la computadora o frente al programa
-como el programa o hard debe presentarse frente al usuario
Es el típico manual de uso que viene cuando compramos hard o soft
4.-DEBER DE INFORMACIÓN: tanto para el proveedor como para el cliente. El
proveedor debe informarle acerca de la viabilidad del sistema o equipo propuesto por
el cliente y el cliente debe darle la información necesaria al proveedor para que este
pueda cumplir con su deber de consejo.-
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El equipamiento informático comprende: la totalidad de los dispositivos y
elementos mecánicos, magnéticos y electrónicos de una instalación o una red de
procesamiento de datos.
Hasta la entrega. El proveedor debe asumir todos los riesgos, deben estar a su cargo
todos los seguros.
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A veces el equipo está formado por diversos componentes. En estos casos es
importante disponer expresamente que el equipamiento se considere entregado, una
vez entregadas todas sus partes, pues la falta de entrega de algunos de sus
componentes puede ser equivalente a la falta de entrega total, si el equipo no puede
funcionar sin el elemento faltante.
La entrega del equipo solo se perfecciona cuando ésta se realiza junto con los
ACCESORIOS necesarios para su operación. Dentro de estos accesorios podemos
incluir la documentación y el software de base, necesario para su funcionamiento
Una vez entregado e instalado el equipo, el vendedor debe certificar por escrito que
el equipo está listo para el test de aceptación. En este caso, el usuario debe
comprobar, en un plazo prudencial, el buen funcionamiento del equipo, con el
software, y la inexistencia de vicios de fabricación. (Test de fuerza: probar si soporta
la cantidad de datos necesarios, requeridos)
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La jurisprudencia francesa ha interpretado que la prueba de la no conformidad está a
cargo del adquirente insatisfecho, quien además no deberá expresar su
disconformidad en forma tardía.
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4.-CONJUNTAMENTE CON LA GARANTÍA COMIENZA A CORRER UN PERÍODO
DE MANTENIMIENTO: (se puede celebrar un contrato de mantenimiento aparte)
que puede ser:
-preventivo: garantiza el normal funcionamiento del equipo
-correctivo: restablece el funcionamiento normal al equipo, una vez sucedido un hecho
que obste su funcionamiento
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-que en caso de surgir algún problema con algún tercero, el proveedor se hará cargo
de todos los daños y perjuicios.-
7.-REPUESTOS:
La explotación normal del equipo requiere además tener acceso oportuno a los
repuestos necesarios para superar las fallas que puedan presentarse
8.-SOFTWARE DE BASE: el hard tendrá que ser provisto con el software de base: el
que hace funcionar el hard
10.- PRECIO
Se pactará que el mismo se hará a partir de la aceptación definitiva del equipo por
parte del cliente, una vez que ellos hayan pasado con éxito el período de prueba y
estén funcionando conforme a las especificaciones técnicas del vendedor-
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12.-PREPARACIÓN DE LOCALES por parte del usuario
Algunos sistemas informáticos requieren ciertos recaudos de climatización, de
adaptación del sistema eléctrico.
Las indicaciones deben ser dadas por el vendedor.
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contratos de software a medida donde el cliente se convierte en propietario de los
programas desarrollados)
4.b) LICENCIA: es el acuerdo más común, especialmente para los paquetes de
software, se basa en la existencia de un derecho de propiedad que es retenido por
el proveedor, mientras autoriza su uso.
o LICENCIA PERMANENTE; “en el estado en que se encuentra” Conforme a
esta no se compromete ninguna obligación futura de brindar apoyo y no se
otorgan garantías con respecto a una operación satisfactoria
o LICENCIA TEMPORARIA NO EXCLUSIVA: es la más común para la
comercialización de software estándar. El proveedor:
Se compromete a permitir el uso del software
Retiene los derechos sobre él y concede licencia a otros clientes
Tiene una duración determinada
o LICENCIA PERPETUA NO EXCLUSIVA:
o LICENCIAS EXCLUSIVAS:
En relación al software a medida: ya sea en beneficio del proveedor
o del cliente
Entre una empresa de desarrollo de software y un distribuidos, donde
este último se compromete a comercializar la propiedad del 1º
4c) Establecer acuerdos de servicios para el desarrollo del software a medida
mediante el cual: se ofrece al cliente, mediante el pago de un arancel, el acceso a
un servicio de computación con respecto al equipo y al software de una firma a fin
de procesar los datos del cliente
5.-Los contratos pueden celebrarse con distintos proveedores:
empresas dedicadas a desarrollar software
corredores de software
grupos de usuarios, etc.
Según el tipo de proveedor; distinta será la consecuencia respecto del alcance de las
garantías y el apoyo al cliente
(Ej: los corredores carecen de conocimientos amplios del software que comercializan)
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Contratos de adhesión, preimpresos (en el caso de los paquetes de
software)
Contratos más libremente negociados por las partes (para el software a
medida)
CAPÍTULO V
Los principales riesgos que se presentan se vinculan con la falta de seguridad que
puede existir, la que se origina en las demoras o faltas de envío de la mercadería
contratada, la inalterabilidad de los contenidos de la oferta, contraoferta y
aceptaciones que se pueden modificar si son interceptadas, la falta de identidad de
los contratantes y su eventual incapacidad.
Así también existen riesgos que pueden manifestarse respecto a los equipos
informáticos, programas, centro de cómputo, archivos, información., etc. y aún en
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relación con la responsabilidad civil que éstos ocasionen frente a terceros con motivo
de la prestación de un servicio informático.
Algunos de los principales riesgos de este tipo son aquellos referidos a los proyectos
informáticos, instalación de equipos, archivos y programas, pérdidas económicas con
motivo de desperfectos en el equipo, responsabilidad respecto a terceros, etcétera.
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entre sí y de tal manera que una no pueda operar sin la otra y de tal forma que
las personas que conocen la clave pública no puedan derivar de ella la clave
privada.
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La firma electrónica proporciona un amplio abanico de servicios de seguridad, que
superan con creces a los ofrecidos en un contexto físico por el DNI o pasaporte y las
firmas manuscritas:
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La información contenida en las firmas digitales es completamente segura y fiable, no
siendo posible ningún tipo de falsificación o fraude en su verificación. Amén de todas
las posibilidades que ofrece el comercio electrónico y el ámbito interno empresarial
(vgr.: teletrabajo, entornos virtuales compartidos), debe señalarse que, en el ámbito
de la Administración Pública (relación administración - administrado), la firma digital
tiene enormes aplicaciones, algunas de las cuales son: presencia de la Administración
en la red, consulta de información personal desde Internet, realización de cualquier
trámite por Internet (vgr.: pago de tributos), acceso a aplicaciones informáticas de
gestión por ciudadanos y empresas, comunicación entre dependencias de distintas
administraciones, integración de información al ciudadano desde distintas
administraciones, democracia electrónica o digital (vgr.: plesbicitos, sufragio).
Para brindar confianza a la clave pública surgen las autoridades de certificación, que
son aquellas entidades que merecen la confianza de otros actores en un escenario de
seguridad donde no existe confianza directa entre las partes involucradas en una
cierta transacción. Es por tanto necesaria, una infraestructura de clave pública (PKI)
para cerrar el círculo de confianza, proporcionando una asociación fehaciente del
conocimiento de la clave pública a una entidad jurídica, lo que le permite la
verificación del mensaje y su imputación a una determinada persona. Esta
infraestructura de clave pública consta de una serie de autoridades que se
especializan en papeles concretos:
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Autoridades de fechado digital (TSA o time stamping authorities): que vinculan un
instante de tiempo a un documento electrónico avalando con su firma la existencia del
documento en el instante referenciado (resolverían el problema de la exactitud
temporal de los documentos electrónicos).
Estos certificados permiten a sus titulares realizar una gran cantidad de acciones a
través de Internet: acceder por medio de su navegador a sitios web restringidos, a los
cuales les deberá presentar previamente el certificado, cuyos datos serán verificados
y en función de los mismos se le permitirá o denegará el acceso; enviar y recibir
correo electrónico cifrado y firmado; entrar en intranets corporativas, e incluso a los
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edificios o instalaciones de la empresa, donde se le pedirá que presente su
certificado, posiblemente almacenado en una tarjeta inteligente; firmar software para
su uso en Internet, como applets de Java o controles ActiveX de Microsoft, de manera
que puedan realizar acciones en el navegador del usuario que de otro modo le serían
negadas; firmar cualquier tipo de documento digital, para uso privado o público;
obtener confidencialidad en procesos administrativos o consultas de información
sensible en servidores de la Administración; realizar transacciones comerciales
seguras con identificación de las partes, como en SSL, donde se autentica al servidor
web, y especialmente en SET, donde se autentican tanto el comerciante como el
cliente. Actualmente, el estándar de uso en este tipo de certificados es el X.509.v3.
CONCLUSIONES
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la buena fe lealtad, o buena probidad, en los arts. 1357 y 1375 del código civil.
En nuestro derecho su correlato se encuentra en el art. 1198 CC, además de
las normas de defensa del consumidor que mencionamos, que establece el
principio denominado indubio pro consumidor, que permite corregir los abusos
derivados de la desigualdad de las partes (la Ley 24.240 de Defensa del
Consumidor, establece en su artículo 4, que "quienes produzcan, importen,
distribuyan o comercialicen cosas, o presten servicios, deben suministrar a los
consumidores o usuarios, en forma cierta y objetiva, información veraz,
detallada, eficaz y suficiente sobre las características esenciales de los
mismos").
Asimismo, además de la normativa supra aludida, resulta de vital importancia,
a los efectos de dotar de seguridad a las transacciones comerciales por medios
informáticos, la aplicación de los distintos instrumentos tecnológicos (firma
digital, certificados digitales, tecnología SSL, SET, etc.).
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6. La contratación electrónica, trae tres problemas a ser abordados, legislación,
jurisdicción competente, y validez del documento electrónico. Por ese motivo,
los países que legislan sobre la cuestión se centran en el mismo.
7. La preocupación por soluciones jurídicas se dan por el lado de los países
desarrollados, toda vez que es allí donde se da con mayor fuerza la incidencia
el comercio electrónico.
8. Las legislaciones están empleando algunas figuras innovadoras, pero en otros
están adecuando sus legislaciones ya existentes.
9. La revolución tecnológica y la globalización pone hoy más que nunca en relieve
la importancia del derecho internacional al eliminar las fronteras.
.- Conclusiones.
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significado serias implicaciones, entre las más comunes se tiene el notorio
desequilibrio entre las partes provocado por el mayor y mejor conocimiento de
los elementos fundamentales técnicos por parte del proveedor, aparejado esto,
a la situación desfavorable de los receptores de la tecnología en cuestión,
quienes se ven obligados, en la mayoría de los casos, a aceptar las
condiciones contractuales (cláusulas) abusivas en su mayoría, impuestas por el
proveedor, en razón de sus necesidades de informatización.
6. El contrato informático puede definírsele como un complejo de contratos de
transferencia de tecnologías, particularmente en lo que concierne a los bienes
y/o servicios informáticos, conjuntamente con las obligaciones relativas al
suministro de soluciones técnicas para ciertos problemas concretos. Puede
suponer un acuerdo previo que implique un mayor grado de desarrollo de la
tecnología informática a fin de satisfacer los requisitos específicos del
adquiriente de bienes y/o servicios informáticos.
7. El contrato informático es un contrato atípico, producto de las cambiantes
necesidades económicas que evolucionan con mayor rapidez que el contenido
de nuestras leyes, y así cuando las nuevas necesidades no pueden ser
solventadas por los contratos típicos, aparecen al amparo de la libertad
contractual, nuevas formas de regulación.
8. Los contratos informáticos poseen un carácter leonino o de adhesión, cuya
modalidad asumen con frecuencia. En este contrato una de las partes fija todas
las cláusulas y la otra puede o no adherirse, sin tener a su vez la posibilidad de
formular una contra-oferta y, en ocasiones, de rechazarla.
9. En cuanto a las Partes, el proveedor (como término genérico) de bienes o
servicios informáticos, no solamente se encuentra, por regla general, en una
posición económicamente más fuerte que la del usuario (también utilizado en
forma genérica), sino que además, sus conocimientos técnicos suelen estar
muy distanciados.
10. Por su Naturaleza, se ha observado que este tipo contractual se presenta como
un modelo de abusos, por acciones u omisiones, que pueden llegar a viciar el
contrato.
11. Existe diversidad de prestaciones que se complica en el momento en que la
contratación deja de centrarse en un bien o servicio, para incluir una pluralidad
de prestaciones.
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12. Para que el contrato sea válido, es necesario que los contratantes tengan
capacidad, sea de una causa lícita y un consentimiento fruto de la voluntad
nítida y libre.
13. El contrato informático es por escrito, principalmente por las razones técnicas,
la diversidad de conocimientos, y la rápida evolución de la materia.
BIBLIOGRAFÍA
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