Como todas las tardes Manuela se instala en las afueras de su hogar, con una

silla y ataviada con su delantal observa a todos los que pasan. Es conocida en
el barrio, recibe saludos afectuosos de sus vecinos. En otras ocasiones ella es
la que saluda, pero su voz tan baja apenas se percibe, y el silencio ella lo
interpreta como una muestra de rechazo. En ese momento piensa que nadie la
quiere, y sus encantos juveniles ya han pasado a la historia. Cuando el sol
dejaba de alumbrar la calle, Manuela se refugia en su hogar. En la intimidad
recuerda a su esposo Eugenio, sus cabellos rubios, la voz gruesa y calmada;
esa misma voz que tiene un periodista de la radio. A ella no le interesan los
temas que se tratan, nunca pone atencin a las disquisiciones polticas,
futbolsticas, artsticas. Lo que le importa sobremanera es la voz,
Eugenio vociferaba cada maana a primera hora. Luego de encender la radio
se acomoda en la cama, mientras escucha se pone a tejer. No deja de hacerlo
hasta que el programa radial acaba.
A eso de las 11 am llega su hija con la comida preparada, le deja un plato para
que lo caliente y se va. Su relacin no es buena, nunca se llevaron bien. De
pequea tena otros pensamientos, otra mentalidad. Las ideas de la madre le
parecan tontas y anticuadas. Nunca le quiso rezar a la Virgen del Carmen,
tampoco escuchar esa msica que no tena un contenido importante. Muchas
creencias que estaban arraigadas en el contexto familiar no funcionaban en
ella.
La comida favorita de Manuela era una especie de sopa, porque
definitivamente no era cazuela; podra ser un hbrido. En fin, el plato consista
en asar un ave del sur, luego trozarla y salpicarla con aderezos de Per. En ese
momento se debe preparar una sopa con restos de coco, es una receta
bastante intrincada que aprendi Eugenio cuando residi en la selva
amaznica. Unos inmigrantes ingleses le haban enseado su gran creacin. En
la selva un grupito de europeos creaba preparaciones curiosas. Y claro
influenciados por las cosas exticas que llegaban de distintas partes del
mundo.