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166 GEORGE H. MEAD organismos individuals gue son miembros de una sociedad; no para cl organismo individual aislado de otros orgenismos individuates. El espiritu surge en un proceso sorisl, s6lo cuando ese proceso, como un todo, entra en la experiencia de cualquiera de los individuos dados involucrados en ose proceso 0 esti presente en ella. Cuando tal ocurre, el individuo tiene conciencia de si y tiene un espiritu: se torna consciente de sus relaciones con est proceso como un todo y coa los otros individuos que participan en dicho proceso junta- mente con d, Adguitre conciencia de ese proceso en cuanto modi- ficado por las reaccionts y las interacciones de los individuos —in- tluso & mismo— que lo estin Ilevando a cabo. La apari utiva del espiritu ¢ 12 inteligencia ocurre cuando el conjunto del proceso social de la experiencia y la conducta es internalizado en 4, y evando Ia adaptagién del individuo al proceso es modificada y tefinada por la percatacién o la conciencia que él tiene del propio proceso, Es mediante [a reflexién que el proceso social es internal zado en la experiencia de los individuos implicados en él; por tales medios, que permicen al individuo adoptar Ia actitud del otro hacia él, ef individuo esti conscientemente capacitado para adaptarse a ese proceso ¥ para modificar Ia resultante de dicho pro- ‘ero en cualquier acto social dado, en términos de su adaptaciéa al mismo. La reflexién, pues, es Ia condicién esencial, dentro del pro- ceso social, para el desarrollo del espirita. PARTE iil LA PERSONA 18. LA PERSONA Y EL ORGANISMO En nuestra exposicién del desarrollo de Ia intetigencia hemos sugerido ya que el proceso del Lenguaje es esencial para el desarrollo de Ja persona, La petsona posee un cardeter distinto del organismo fisiclégico propiamente dicho. La persona es algo que tiene des- atrallo: no esté presente inicialmente, en el nacimiento, sino que ‘urge en ol proceso de Ja experiencia y Ia actividad sociales, es decie, se desarrolla en el individuo dado de resultas de sus relaciones con ‘xe proceso cama tin toda y con los otros individues que se eneuen- tan dentro de ese proceso, La inteligencia de las formas inferiores dde la vida animal, come gran parte de la inteligencia humana, n0 involucra una persona, En nuestras acciones habituales, por ejemplo cn nuestras idas y venidas por un mundo que existe simplemente yy al cual estamos adaptados de una manera, que no involuera hingin pensamiento, existe cierta proporcién de experiencia sensorial, tal como 2 que tienen las personas cuando acaban de despertar, on simle “estar alli” $, Los caracteres que nos rodean pueden existir en la experiencia sin ocupar su lugar en relacién con Ia persona. Nata ralmente, en tales condiciones uno debe distinguir entre Ia expe- riencia que tiene Ingar inmediatamente y nuestra propia organi- ‘zacién de la misma en la experiencia de Ia persona. Luego de efec- tua? un andlisis, uno dice que cierto objeto tenia su lugar en sw experiencia, en Ia experiencia de su persona, En forma similar, or- ganizamos normalmente nuestros recuerdos al hilo de Is persona. Si signamos una fecha & fas cosas, Ias fechamos siempre desde el punto de vista de nuestras experiencias pasadas. Frecuentemente tenemos 2 Ee el orignal inglés theron (M. del 7) 168 GEORGE H. MEAD recuerdos que no podemos fechar, que no podemos ubicat, De pronto s presenta ante nototros una imagen y no podemos explicar dénde tavo Tuga esa experiencia, Recordamos en forma perfectsmeate dis- tints Ia imagen, pero no podemos ubicarladefinidamente, y 20 noe sentimos satistechos hasta que podemos ubieatla en téemines de suestra experiencia pasads. Ello no obstante, erto gue es evidente, wando se piensa en esto, que la persona no esti nectsariamente javoluerada en la vida del organismo, ai tampoco en lo que de- rnominamos nusstras experiencia sensoriaes, es deci, la expecend sa ef mundo que nos rodss, para el cual tenemos reaciones hal tales. Podemos distinguir bastante definidamente entre la persona y 1 cuerpo. EI cuerpo puede existir y operar en forma sumamente inteligente sin que haya wna persona involuccada en Ja experiencia, La persona tiene Ts carscteristica de sez un objeto para si, y esa saraceristca la distingue de otros objetos y del cuerpo. Es perfee- tamente cierto que el ojo puede ver el pie, peo no ve al cuerpo como un todo. No podemos vernos Iz espalda: podemos palpar cieras jles, pero no podemos obtener una expe- partes de ella, si somos tiencia de todo auestro cuerpo. Existen, es elsto, exptrisncias un 20 vagas ¥ difciles de localizar, pero las exptriencias corporales estén para nosotros organizadas en tomo a una persona, El pie y a mano pertenecen a 12 persona. Podemos veenor los piss, espe cialmente si Tos mitamos desde ¢] Iado contrario de un par de bi néculos de teatro, como cosas extrafias que tenemos dificultad en reconocer como propias. Las partes del cuerpo son completamente istinguibles desde la persona. Podemos peedee partes del cuerpo sin sufrr una seria invasin de Ta persona, La mera capacidad para expetimentar distintas partes del cuerpo no se diferencia de la expt- riencia de wna mess. La mesa presenta una distinta sensacion de Ja que experiments una mano cuando palpa a Ia otra, pero es una experiencia de algo con lo cual entramos definidamente en con facto. Et cuerpo no se experimenta a s{ mismo como un todo, en sl sentido en que Ia persona, en citrto modo, entre en Ia experiencia de Is persona, Lo que quiero destacar es Ia caracteristica de Ja persona como objeto para si, Esta caracteistica esté representada por el término si mismo", que ¢s un reflexivo ¢ indica lo que puede ser al propio tiempo sujeto y objeto. Este tipo de objeto es eencialmence distinto de otros abjeios, y en el pasado ha sido distinguido como conscien- te, término que indica una experiencia con la propia persons, tna ESPIRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 169 ‘experiencia de Is propia persona. Se suponia que la conciencia postia de algiin modo ess capacidad de ser un objeto para si misma. Al proporcionar ana explicacién conductista de Ia conciencia tenemos ‘que buscar alguna clase de experiencia en Ia que el organismo fisico peda llegar a ser un objeto para st mismo, Cuando uso corre paca alejarse de alguien que lo persigue, esté completamente ocupado en esa acciém, y su experiencia puede des- parecer en los objetos que le rodean de modo que no tenga, en est momento, ninguna conciencia de si mismo, Por supuesto, preciso que ertemos muy absolutamente ocupados para que tal cosa focurta, pero cae que podemos reconocer esa clase de experiencia posible en a que no interviene la persona. Quizé podamos escla- recer un poco esa situacidn gracias a las experiencias én las que, en una acciér. sumamente intensa, aparecen en la concieacia del individuo, po: detrés de ese intensa accién, recuerdos 7 anticipa ciones. Tolstci, como oficial durante la guerra, nos relata haber tenido imagens de sus experiencias pasadas, en medio de sus acciones ris intensas, Estin también las iindgenes que atraviesan veloci- simamente por el espiritu de una persona que se encuentra a pun- to de shogarie. En tales circunstancias existe un contraste entre tuna experioncia que esti absolutamente envuelta por una actividad exterior en Ia que no interviene Ia persona como objeto, y una actividad de la memoria y la imaginacién, en Ia que la persona ce el principal objeto. La persona es, entonces, enteramente distin~ guible de un organismo rodesdo por cosas y actuando con refe- rencia a cosas incluso partes de su propio cuerpo. Estas iiltimas pueden ser objetos como otros objetos, pero son objetos simple- ‘mente present’s en el campo y no involucran una persona que sea un objeto para el organism, Pienso que esto frecuentemente s¢ pass por alto. Es este hecho el que toraa tan felaces nuestrascecons- | trucciones antropomérfieas de la vida animal. {Cémo puede un | individuo solic fuera de si (expetiencialmente) de modo de poder { convertirse en un objeto para si? Este es el problema psicolé esenciat del str persona o conciencia de si, y sa soluciéa se en- contraré reeurriendo al proceso de [2 conducta 0 actividad social en que Ia periona o al individuo dado estd implicado. El aparsto 2 Lp condueta dl hombre on re grupe socal est, que él poole converse amo, hetho qee hace de dl Ue producto, mi svanzado ‘au los animes inferior. Fosdumentolmente, es ett brcho socal —y no au petndida poreion den aima o eplace de que fl, como sividvs, bs ef miseriass y sobrenturalmente donde con la que ao ban jo detsder Ios snimalce nieonee—e que To difsencs de lls. 170 GEORGE H. MEAD de la razdn no seria completo, a menos de que se Ianzase a si mis- mo a su propio anilisis del campo de la experiencia; © a menos de que al individuo se ubicase en el mismo campo experiencial de las otras personas individuales con las cuales actiia en cval- quite sitwacién social dada. La razén no puede tornarse imper- sonal a menos de que adopte una actitud objetive, no afectiva huacia siz de Io contrario, cendremos simplemente la conciencia, no la conciencis de si. Y es nccesario, para la conducta racional, que cl individuo adapte de ese modo uns conducta objetiva, impersonal, hnacia si mismo, que se convierta en un objeto para si. Porque el oxganismo individual e¢ evidentemente un hecho o elemento cons- tituyente esencial e importante de la situacién empirica en que acta; yy sin adoptar wna visién objetiva de si mismo como tal, no pues aetuar inteligente 0 racionalmente. El individso se experimenta a si mismo como tal, no directa ‘mente, sino silo indirectamente, desde los puntos de vista particu- ares de Jos otros micmbtos individuales del mismo grupo social, ‘0 desde el punto de vista generalizado del grupo social, en cuanto tun todo, al cual pectenece, Porque entra en su propia exprriencia como persons o individuo, no directa o inmediatamente, no con- victiéndose en sujeta de si mismo, sino sdlo en la medida en que se convierte primeramente en objeto para si del mismo modo que otros individuos on objetos para él o en su experiencia, y st con- vierte en objeto para si s6lo cuando adopta [as actitudes de los ‘otros individuos hacia é dentro de un medio social o contexto de experiencia y conducta en que tanto él como ellos estén invo- Iucrados. La importancia de Jo que denominamos “‘comunicacién™ reside en el hecho de que proporciona una forma de conducta en 1a que el organismo o el individuo puede convertirse en un objeto pars si, Es esa clase de comunicacién lo que hemos venido analizando, no la comunicacién en el sentido del cloqueo de Ja gallina a los pollitos, o ef aullido del lobo a su maneds, o el mugido de una vaca, sino Ia comunicacién en cl statido de los simbolos signifi- cantes, comunicaciém que est dirigida no sélo a los otros. sino también al individuo mismo. En la medida en que ese tipo de comu- nicacién es parte de una conducta, introduce por lo menos a uns persona, Por supueste, uno puede ofr sin escuchar: uno puede ver cosas que no advierte, hacer cosas de las que no tiene realmente con~ Pero cuando reacciona a aquelio mismo por medio de 10 cual se estd dirigiendo 2 otro, y euando tal reaccién propia se con- EsPIRITU, PERSONA ¥ SOCIEDAD wi ce en parte de sa conducta, cuando no sélo se escuche a si, Gur responde, se habla y se replica tan realmente como le replica Th otra pessons,entonccs tenemos una conducta en que los individuos se convierten en objetos para af mismos, ‘Tal persona no es primariamente, diria yo, el organismo fisio- {6gico. El organisa fisiolégico Ie es esencial*, pero al menos not cs posible pensar en una persona que careaca de él, Las personas ur ereen en Ia inmorsalidad, 0 que creen en fantasmas 0 en Ia poribilidad de que la persona abandone el cuerpo, suponen una persona completamente distinguible del cuerpo. Es discutible hasta Gui punto puede sostenerse con éxito esas concepeionss, pero, en Higor, noroteos sepsramos el cuerpo y el organismo. Es justo decit Gt el comienzo de la persona como objeto, hasta donde podemot Yer, se eacontraré en aquellas experienciss que condujeron a la concepeiéa de un “doble", Los pueblos primitives suponen que fxiate un doble, 2resumiblemente alojado en el diafragma, que abandona el cuerpo temporariamente durante ef suefio y completa- mente en la muerte, Puede see sacado del cuerpo, mediante engafios, por el enemigo de no y quiz8 matado, En Is infancia es epresen- Tado por los imaginarios compaferos de juegot que los nifios crean J aracia alos cual llegan a controlar sus experincias en sus juegos 4 a) Tolar lag intermloiones ¢ fnceseiones sovnles ean aertgadas x der ee etfiaag Comn de que ean doxadas Todos Tet indvidoes Inve. ce eet oa fines de Ta conducts socal —aue Geen 52 rae rnc ip pare foferot él stoma nevi cera dl ind sade sino etch conducts, preciamente prey lbs eo msm Feo ST Ele peaque contin impute ov inintcs © tenders fn ce creed edu ado. gue no pusée Tver a cabo a Sade Conte: Dorsey ysatncion son In ayuda cooperative ano ois de Jot Fe are ol poss inilogccr Ge in conduc, de Ios cuales das son xtc anne gris que necntoment favoluran » de de un indie meaning eaan, voierdon por faery ctor indvidaon, spare dd Piet Geta de ar rnioner aoa fundamentals ge bat surgi indi eggs dela condtsta sot fon Tas cies entre Nes sexs (0st sas batt tte wproducon), eae pate «hijo. (que expeean inate apni nee escros (que expres ising gegeo)- Estos means Para fear efvanente sna redeem, sare de consicit 2 erat pen toda Ly omcts satel harane, son eambige Tos ater Tere revfondnmence de in natorsces humana: 7 cuando gos eicimos + otoriea fauna aos eaamos reficendo » algo qit ee encanto i) Senet yautegamene como om sates deena. tas acivia ga Danton felSpee son sedan, en mation de ant oh 20 comerzsdo $e eT Sie orgs au compliacion m fs ecenes Tos oton Peo ere ae ore asciae gu Ts pawn el to ee eer coe, il TOS ‘Baten men raat hone won Tw exit h a Y se age urn fom para it compieacisn de sos propas ealont- ¥ 9ot as oe da andes manta af tro emo pete de 26 prOP0, rig lee co dl oro ode for cov no ey ipiade en ni organiza individual eine pare a0 propa pots de ovata (MS) 172 GEORGE H. MEAD La persona, en cuanto que puede sor un objeto para si csencialmente una estructura social y surge en la experiencia socal Después de que ha surgido, una persona en cierto modo se propor- ciona a si misma sus experiencias soriales, y asi podemos concebie una persona absolutamente solitaria. Pero es imposible concebir tuna persona surgida fuera de Ja experiencia social. Cuando ha sur gido, podemos penser en una persona aislada para el resto de sa vida, pero es una persona que se tiene a si misma por compaiera Y que puede penser y conversar consigo misma del mismo modo que se ha comunicado con attos. El proces’ a que me he referido, de reaccionar hacia Ia persona de uno como otros reaccionan 2 ella, dde tomar parte en 1a propia conversscidn con otros, de tener con- ciencia de lo que uno dice y de emplear esa conciencia de lo que se dice para determinar lo que se diré a continuacién, es un proceso familiar para todos nosotros. Continuamente seguimos las palabras, que decimos a otra persona con una comprensién de lo que decimos, y empleamos esa comprensién en la direccién de nuestra conversa- idm continuada. Descubrimos 0 que vamos a decir, Io que vamos a hacer, diciendo y haciendo, y en el proceso controlamos continu mente ¢1 proceso mismo, En la conversacién de gestos, Io que de mos provoca cierta reaccién en otro y, a su vez, cambia nuestra arcidn, do mndo que nos apartamos de to que comenzamos a hacer debido 2 la réplica que hace el otro. La conversacién de gestos es al comienzo de la comunicacién. El individuo llega a mantener tuna conversacién de gestos consigo mismo, Dice algo, y «50 provera en al cierca reaccién que le hace cambiar 1o que ibs a decir. Uno comienza 2 decir algo —supongamos que es algo desagradable—, pero cuando esté s punto de decirlo se da cuenta de que seré cruel. Er efecto que produce en él mismo lo que esté diciendo, Ie contien se produce aqui una conversacién de gestos entre el individu ¥ 4 mismo. Por conversacién significante entendemos que la acciéa es tal que afecta al individuo mismo y que el efecto producido sobre el individuo es parte de Ja puesta en prictica inteligente de Ja conversacién con otros. Por asi decirlo, amputamos Ta Fase so- cial y a dejamos de lado por el momento, de modo que uno habla consigo mismo como hablaria con otra persona 4 Gengralmeate ce econsee que lat expesiones de intligensa eptificaente sosisl, od eficicio dele gac a menudo ts limada “iateigencia sgcal depends deta capecdad del individu dado. para sdoptar los pspele 9 Ineat de os cers invidues invalucadoe con ex situscones vdiles dads, Y tambiée. de so consiguieste snsbiad a Ise aitades de aloe hoeia a ‘ines hues Ios otou. Er eato que elas expreionts de fadigencin re EspIRITU, PERSONA ¥ SOCIEDAD 173 Este process de abstraccién no puede sor Ilevado a cabo inde fnidamente. Uno busca inevitablemente un piblico oyente, tiene aque volearse arte alguien. En Ia inteligencia reflexiva, uno piensa cpara actuar, y para actuar Gnicamente de modo que esa accién siga siendo parte de un proceso social, El pensamiento se torna prepa- ratorio de Ja acién social, El proceso mismo del pensamiento es, neturalmente, ‘na coaversacion interna que se leva a cabo, pero es una converscién de gestos que, en su completaciéa, involuera Ja expresién de lo que uno piensa 2 un piblico oyente, Uno separa de la conversacién real Ia significacién de lo gue esti diciendo a otros, y Ta tiene preparada antes de decirla. La piensa, y quizt Ia escribe en forma de un libro: pero sigue formando parte de tuna relacién social en la que uno se dirige 2 otras personas y, al ‘mismo tiempo, a Ia propia persona, y en Ja que uno controla el hhecho de dirigirse a otras personas gracias a Ja reaccién hecba al propio gesto, Ss necesario para Ia persona que el individuo reac- cione a si mismo, y es esta clase de conducta social Ia que propor- ciona Ia conducta dentro de la cual aparece dicha persona. No conozco ninguna otra forme de conducta, aparte de la lingiistica, fn la que el individuo sea un objeto para si, y, hasta donde puedo ‘ver, el individuo no es una persona en el sentido reflexivo, 2 menos de que sea un objeto para si, Es este hecho el que confiere una importancia critica 2 la comunicacién, puesto que se trata de un tipo de conduca en que el individuo reacciona frente a si mismo. Advertimes en la conducta y experiencia cotidianas que un individuo no quiere significar gran parte de lo que hace y dice. Frecuentement? decimos que tal individuo no es é mismo. Nos lejamos de una entrevista con la conciencia de que hemos omi- tido cosas importantes, de que bay pactes de la persona que no aparecieron en lo que se dijo. La experiencia social misma es 10 que derermina la proporcién de persona que entra en comunica- cién, Por supuesto, buena parte de la persona ao necesita ex- tus iin nec nin oii sol zoey ae ena ea, a, tad ie ate ecto el Roa Bae ee cee wae i os apes a te a 174 GEORGE #. MEAD presién. Establecemos toda una serie de distintas relaciones con diferentes personas. Somos una cosa para un hombre y ota para otro. Hay partes de ta persona que existen silo para fa persona én relacién consigo misma. Nos dividimos en toda clase de dis- tintas personas, con referencia a nuesteas amistades. Discutimos de politica con una y de reigién con otra. Hay toda clase de dis- ‘intas personas que rsponden 2 toda clase de distntas reacciones soriales, El proceso socal mismo es el responsable de Ta eporicion de Ia persona; ésta 20 existe como una pttsona aparte de ese tipo de experiencia. Una personalidad multiple es en ciesto sentido normal, como acabo de indicar. Por lo general existe una organizacién de toda Jn persona con referencia a la comunidad a la que pestenecemos 2 Ta situacidn en que nos encontremos, Lo gue es Is socidad, el gue estemos viviendo con gente del preseate, com gente de nusstra propia imaginacién o gente del pasado, varla, por supuesto, con Jos distintos individuos. Normalmente, dentro de la clase de co- ‘munidad, en cuanto un todo, a [a que pertenccemos, existe una persona wnificada, pero que puede ser quebrada, Para una persona 4 tanto nerviosamente inestable y en fa que hay una linea de clivaje, citstas actividades se tornan imposibles, y esa serie de actividades pueden separar y desarrola: otra persona. Dos “ni” y “yo" separados, dos distintas personas, resultan de ello, y ésa es lz condiciéa para que exista una tendencia a dividic la personalidad, Se conoce un relato de un profesor de edueacién que dexapareié, que quedé perdido pars la comunidad, y que més tarde aparecis en un campamento maderero del oeste. Se Hberé de sa ocupacién y se le enconted en el boaque, donde se sentia, si se quiere, mis a sus anchas. El aspecto patolégico de la cuestién era ef olvido, 1a omisiéa del resto de su persona, Este resultado involucraba librarse de ciertos recuerdos corporates que identificarian al individao para si mismo. A menudo reconocemes las lintas de ruptura que nos recorren, Nos agradaria olvidar cieetas cosas, libramnos de cosas con las que In persona esté unids en exptrisnciss pasadas. Tene- ‘mos ahi una situacién en Ia que puede haber distintas personas, y ella depende de Ia serie de reacciones sociales involuctadas en fo refereate a qué persona seremos. Si podemos olvidar todo lo involucrado en una serie de actividades, evidentemente dejamos de Indo sa parte de Ia persona. Témese a una persona inestabe, ocipesela con Ia conversiciéa y al mismo tiempo obliguestla a ESPIRITU, PERSONA Y SOCTEDAD 175 fijar Ia atencién en algo que uno esté escribiendo, de modo que utilize dos lineas distintas de comunicacion, y si ello se bace corree- taminte, se podri hacer que las dos corrientes fluyan de manera que no se eneneatren, Se puede obtener asi dos stries enteramente dlistintas de actividades. De exa manera, se podra lograr la disocia- cibn de la persona del individuo. Es un proceso de establecer dos clases de comunicacién que separan la conducta del indivduo. Para tun individuo se trata de una cosa dicha y olds, y para el otro existe solo fo que ve escrito, Por supuesto, es preciso mantener una experiencia fuera del campo de la otra, Las disociacioncs tienen tendencia 2 darse cuando un acontecimieato condace 2 perturba- ciones emocionales. Lo que es seperado sigue por sa propio « La wnidad y estructura de Ia persona completa refleja Ia unidad estructura del proceso social como un todo: y cada una de las personas elementales de que est compuesta aquella persona completa refleja Ja unidad y estructura de uno de los varios aspectos de ese procso en el que el individuo estéinvolucrado. En otras palabras, les varlis personas elementales que constituyea la persona completa, © aque satin organizadas en ella, son los distintos aspectos de la estruc- fura de esa persona completa que responden a los distintos. as- pectos de Ia estructura del proceso social como un todo; Ia estruc- tura de Ia persona completa es, asi, el reflejo del proceso social completo. La organizacién y unificacién de un grupo social es idéncica a Ia organizacién y unificacién de cada una de las per- sonas que surgen dentro del proceso social en el que dicho grupo esti ocupado 0 que esté Ilevando 2 cabo, 51 fenmeno de Ia disociacién de 1a personalidad es causado por una ruptura de la persona completa, unitaria, en las personas de cue esta compuesta y que respectivamente corresponden a os dlistintos aspectos del proceso social en que esté involucrada la persons y denteo del cual ha surgido su persona completa o uni- taria: tales aspectos son los distintos grapos sociales a los que pertenece dentro de ese proceso. 5 a wd leapt noo nie» gored do enn La wld de fs petsona exh coomttids por fs unidad ce tods Is pauta de lactones de 4 Sodus pa experiencia roles ea que el indiviouo cad favolueado, y-9at fills en la eatzverora ce Ih peronssporo muchos de Jor anpectes 0 oRcters: los de odo coe coquemy no enon ene cneiata, de modo que a uaidad 4 tiple een ua satdo. uns absacign de is voided mis indasiva de Tt erst 176 GEORGE H, MEAD 19, La BASE GENETICA DE LA PERSONA Ahora se presenta el problema de cémo surge, en detalle, una persona. Tenemos que destacar algo del fondo de esa génesis. En primer lugor, esti la conversacida de gesias entse animales, que involucra alguna clase de actividad cooperativa. Abt, el comienz0 del acto de uno es un estimulo para que el otto reaccione de tierto modo, en tanto que el comienzo de esa reaccién se torna a su vez un estimulo para que el primero adapte su accién a 12 reaccién en marcha, Tal es la preparacién para el acto completo, ‘que al final conduce a la conducta, que es el resultado de esa pre- paracién. Sin embargo, a coaversicién de gestos no entrafia la referencia del individuo, el animal, el orgenismo, a si mismo. No cs el actuar de cierta manera Jo que provoca una reacridn en el orga~ rnismo mismo, aunque se trata de conducts con referencia a Ia con- ducta de otros, Empero, hemos visto gue existen ciertos gestos que afectan al organismo del mismo modo que afectan a ctros organismos yy pueden, por fo tanto, provocar en el organismo reacciones de igual caricter que las provocadas en el otro. Aqui, pues, tenemos una tuacién en [a que el individuo puede por Jo menos provocar reac- ionee en ai y repliear a ellae, con Ia condicidn dle qne Tos estimulos sociales tengan sobre e] individuo el efecto que es probable tenga cen el otro, Por ejemplo, tal es lo que esté involucrado en el Jen sguaje: de lo contratio, el lenguaje como simbolo significante des- eceria, puesto que el individuo no obtendria Ia significacién de lo que dice El carécter peculiar posefda por nuestro medio social humano le pertenece en vittud del caricter peculiar de la actividad social, humana; y ese caricter, como hemos visto, s# encuentra en el pro- ceo de la comunicacién, y, mas particularmente, en la rclacién triédica en que se basa Ja existencia de Ta significactén: 1a relacién del gesto de tn organismo con Ia reaccién adaptative hecha por otto organism, en sa capacidad indicativa en cuanto stfialador de la completacign o resultante del acto que inicia (siendo Ta significa- cién del gesto, de tal manera, 2 reaccién del segundo organismo a 41 como ial, o como gesto). Lo que, por asi decirlo, saca al gesto fuera del acto social y Jo aisla en cuanto tal —lo que hace de él algo mas que una simple primera fase de un acto individual— es Ja reaccidn de otro organismo, u otros organismos, hacia él, Tal reaccién es su significacién, 0 le proporciona su significacién. La ESPIRITU, PERSONA ¥ SOCIEDAD vw? situaciSn social y ol proceso de la conducta estén aqui presupuestos por los actos ce fos organismos individuales involucrados en aqué- Hes. El gesto surge en el acto social como un elemento separable, en virtud del hecho de que es seleccionado por las sensiblidades hacia & de otros organismos; no existe meramente como gesto en Ia experiencia del individuo aislado. La significacia de un gesto para tun organismo, repitimoslo, se encontraré en la reaccin de otro or- ganismo a lo que seria Ia completacién del acto del primer organis- mo que dicho gest inicia e indica, ‘A veces hablamos como si una persona pudiese constrair todo ‘un argumento en sv espirtw y Tuego ponerlo en palabras para tras- mitirselo a algin otro, En realidad, nuestro pensariento tiene lugar por medio de alguna clase de simbolos. Bs posible que uno posea fn su experiencia Ia sigaificacién de "silla” sin que exista un sim- bole, pero en ese caso no pensariamos en “sila”. Podemos sen- tarnos ea una silla sin pensar en lo que hacemos; es decir, nuestra aproximacion 2 [a silia ha sido presumiblemente provorada ya en huestra experizncia, de modo que Ia significacién esti presente en tll. Pero si tno piensa en Ia silla, tiene que poster alguna clase de simbolo pare ela. Puede que se trate de la forma dela sila, puede fet Ia actitud que adopta alguien al sentarse, pero lo mis probable 5 que sea algin simbolo de Ienguaje que provoca ess reacciéa, En un proctso de pensamiento es neceatio que exista alguna clase de simbolo que pueda referire a esa significacion, es decir, que tien- da a provecsr esta rescciSn y servir asimismo para otras personas em ese sentido. Si no fusee asi, no seria un proceso de pensamiento, [Nuestros simbolos son todos universales *. No se puede decir nada que sea sbsolutamente partiular; cualquier cosa que uno dige, que tenga algana significcién, es universal. Se esti diciendo algo gut provora una reaccién especfica en alguien siempre que el Simbolo exist para ese alguien, en su experiencia, como existe para uno. Exisie el lenguaje hablado y el lenguaje de las manes, 6 El pensoniento a efetin on cleminos 0. por, medio de wnivernles. Ua vajverai.fritpetsdo. ee forma conducts sera. simplemente, el” acto, sort TE Git en todo, ¢ iavelueasa la orpanizcion ¢ intertelacién de todos Tos fede duos swnidos en el acto, graces al cootcol de aoe easton: manifests ‘Ehs"Srpentacion de is distinar atts igtraciones individuals FOS cow geferncn 3 Tp intereacdn 6c fos misas ea cuvato elias PePlor prep Individooe: or Ie que quetemos sinaifir cuando hablames de es Peee He determina cess evan ls geauinas reccionts explictas de Hae Tndivivas hvelucados ene) ato soc, yan que dito oo se refira PoaTproyecto cnerto de casgaier case (come Ta lca de ox medi Hsios 5 Sachay sara os fines deundos) oa tuna dicusion puremente abrrata, como, 8 6 fas leas plats Uigemos Is teoe de ola 178 GEORGE H. MEAD y puede haber tambicn el lenguaje de fa expresién de Tas facciones. ‘Uno puede expresar pena o aiegria y provocarciertas reaeciones, Hay pueblos primitivos que pueden mantener complicadas conversaciones mediante et solo empleo de las expresiones faciales, Aun en tales ‘aso, la persona que se communica es afectada por Ja exprssién del ‘mismo modo que expera que la otra persona sea afectads. El pen- samiento siempre invaluera un simbolo que provoca en otro la misma reaccidn que provoca en el pensador. Dicho simbolo es un univer- sal de raciocinio; es de carécter universal. Siempre suponemos que 1 simbolo que empleamos provocard en Ja otra persona Iz misaza reacciéa, siempre que forme parte de su mecanismo de conducta Una persona que dice algo, se esti diviendo a si misma lo que dice a los demids; de lo contrario, no sabe de qué esti hablando, Naturalmente, en 1a conversacién de uno con otros hay una gran parte que no provoca en fa persona Ia misma reaccién que des Pierta en los otros. Esto es particularmente cierto en el caso de Tas actitudss emocionales. Uno trata de amedrentar a alguien: pero no cata de amedrentarse @ si mismo. Ademis, existe toda una strie de valores dados, en el Jenguaje, que no tienen caricter simbélico. EL actor tiene conciencia de esos valores; es decir, si asume cierta acitud, one conciencia, como decimos, de que esa actitud representa pena, En est caso, esté en condiciones de responder a su propio gesto, en alga sentido, conio lo hace su piblico, No se trata de una situa- ciéa natural; uno no es actor durante todo el tiempo. En ocasiones actusmos y nos preguntamos qué efecto tended nuestra actitud, puede que empleemos deliberadamente cierto tono de voz para rovacar cicrto resultado, Tal tono provoea en nosotros Ia mista reacci6n que Ia que queremos provocar en algin otto. Pero una san parte de lo que ocurse en la conversacién no tiene esta caracie- Tistica simbélica, Es tarea, no sélo del actor, sino también del artista, encontrar la clase de expresién que provocaré en otros lo que ests sucediendo en a. El poeta lirico tiene una experiencia de belleza con un estremec siento emocional, y, como artista que emplea palabras, busca aque- las que responderin a su actitud emocional y que despertarin en otros la actitud que d mismo tiene, Sélo puede poner a prucba sus resultados en si mismo, viendo si las palabras provocan en dl ta reacciéa que quiere provocar en otros. En cierto modo, se encuen- tea en [a misma situacién que el actor. La primera experiencia recta e inmediata no reside en Ia forma de comunicacién, En este te- rreno tenemos wna aclaracién interesantisima por parte de un posta ESpIRITU, PERSONA ¥ SOCIEDAD 179 de i talla de Wordsworth, que inteesba mucho en lx tenia oe Sebeciss poten, Wordsworth nos exp, en sts pela aaa eae ea nus pousas como surion S08 poems, e chant Fo anc In cxpeien mss era timo inmedato soe apes de ma Exe prs ecco aap gue provgus I eocin orrs experiment, Fee SRD Sir tetmente cundo una tec el ees dell rerio acoenra ano en mitad de oxperienciy exten como alan por lv cules pass Wordsworth eu contact com sare Uno don que experience ver como La exren dads fo rfreabora en 18 levis t= Feponde a as wacones seen nevapestnes Algo cj are vee que ten grandes ireauods par weir pois posia muchas ideas pero no podia carer al Tenge que neetabn, Sele dj, cOrctament, que eer yon por dela no wntinos dlbrds- un tono que rodamos emplear para asustar & algin otto. Por el lado prove significant reaccig que despertamos en otros: tenemos que sober lo que esta- mos dicienda, y Ia actitud dal etro, que provocamos en nosotros snismos, controla lo que decimos. Racionalidad significa que el tipo te reaceién que provocamos en otros deberfa ser provocado del mis 199 GEORGE H. MEAD mo modo en nosorres, y que esa raccién, a su vez, deboria ocupar su lugar en to tocante a determinar qué otre cosa diremos y hatemos. Lo ezencial para la comunicacn es que ef simbolo despierte en Ja persona de uno Jo que despierta en el oteo individuo, Tiene que tener esa clase de universlidad para cualquier persona que se en- neat en Ia misma situacién. Existe una posibilidad de lenguaje cada vez que un estimulo puede afeetar 2 un individuo como afecta a otto, En el caso de una persona ciega como Helen Keller, st trata de una experiencia de contacto que podria ser dada a otco como le es dada a ella, Con esa clase de Ienguaje fué consteuido el espiiea de Helen Keller. Como ella To ha reeonocido, sSlo cuando logrs entrar en comunicacién con otras personas por medio de simbolos, pudo provocar en si las racciones que clos provocaa en otras pso- nas, a fin de obtener lo que denominamos un contenido mental, o una persona Otra serie de factores bicicos en 1a géness de la persona esti represeatada por las actividades lidicas y el deporte Entre los pueblos primitives, como he dicho, la necsidad de distinguir entte 1a persona y el organismo fué reconocida en lo que sosotres Hamames “el doble”: el individvo tiene una persona cosi- ficada que es afectads por el individuo como ela afecta 2 otros indi viduos, y que se distingue del organisme inmedisto en que puede abandonar ef cuerpo y Yolver nucvamente 2 cl, Esa es 1a base del concepto del alma como entidad separada Encontramos en los nifios algo que responde a exe doble, a a- bee, los compzferos invisibles, imoginarios, que muchos nifios pro- dducen on su propia experiencia. De esa manera organizan las reac- ciones que provecan en otras personas y también en si mismos. Por fuputsto, ee jugar con un compafero imaginario es no mis que una fase particularmente intezesante del juego corriente. El juego cn se sentido, especialmente la etapa que precede 2 los deportes organizados,e§ un juego a algo. El nif juega a ser una madre, un ratsiro, un poliia; es decir, adopta diferentes papeles, como decimos nosotros. En Jo que Hamamos el juego de los animales tenemos algo aque sugiece eso: una gata juega con sus gatitos, y los perros jue- gan entre si, Dos peeros que juegan, se statan y se defienden, en tun proseso que, si fues Hevado realmente a efecto, cesoltaria una verdadera rifa. Existe una combinacién de reacciones que fren La profundidad del mordiso. Pero en ta stuacién, Jos perros no adop- tan un papel definido en el seatido en que un nifio adopta delibera- ddamente el papel de otro. Esta tendencia por parte de los nifios ela ESPIRITU, PERSONA ¥ SOCIEDAD 181 ‘que nos ocupa en el jardin de infantes, donde los papeles que los nifios asumen son convertidos en bases para la educacién. Cuan- 0 el nifio adopta un papel, tiene en si los estimulos que provocan tsa reatcién © grupo de reacciones especiales. Por supuesto, paede bbuir cuando es perseguide, como lo hace al perro, o puede volverse y devolver ef galpe, como lo hace el perro en su juego. Pero eo no ts lo mismo que jugar a algo. Los nifios se unen para “jugar a los indios". Esto significa que el niifo poste cierta serie de estimulos ‘que provocan en él las reacciones que provocarian en otros y que responden a ua indio. En el periodo de los juegos, el nif utiliza sus propias reacciones a esos estimulos que emplea para consteuir una pecsona. La rraccién que tiene tendencia a hacer ante esos estima los, organiza 2 éstos, Por ejemplo, juega 2 que se esté ofreciendo algo, y lo compra; se entrega una carta y fa recibe: se habla a si ‘misma como ei hablase a un padre, a un maestro: se arresta como si Fuese un policis. ‘Tiene wna sere de estimulos que provocan en él la clase de reacciones que provocan en otros. Toma ese grupo de reac- ciones y las orgeniza ca cierto todo, Tal es la forma mis sencilla de ser otro para la propia persona, Ello involuera una situacién temporal, El aifo dice algo en un papel y responde en otro papel, y entonces su reaecién en el otzo papel constituye un estimulo para fen el primer papel, y asi continda Ia conversacién. Surgen en é y en su otra personificacion cietas estructuras organizadas que se re- plican y mancienen entre sf la conversacién de gestos. ‘Si comparamos el juego con Ia situacién en un deporte organi- zado, advertimos la diferencia esencial de que el nifio que interviene fen un deporte tiene que estar preparado para adopter la actitud de todos Jos otro: involucradas en dicho deporce, y que esos diferentes papeles deben cener una relacién definida unos con otros, Toman- do un juego sencillo como el escondite, todas, con excepcién del aque se oculta, con una persona que persigue. Un niio no necesita mis que la persona que es persoguida y la que persigue. Si juega fn el primer sentido, continda jugando, pero no se ba conquistedo ninguna orgarizacién bisica. En esa primera etapa, pasa de un papel a otro scgiin se le dé el capricho. Pero en un deporte en que estén involucrades una cantidad de individuos, el nifio que adopta tua papel tiene que estar dispuesto a adoptar el papel de cualquier otro, Si se encuentra en Ja novena base de un partido de biisbol, tiene que tener involueradas las reacciones de cada poricién en la propia. Tiene que saber qué arin todos los demés a fin de poder seguir con su propio juego. iene que adoptar todos esos pape- 182 GEORGE H, MEAD Jes, No es preciso que estén todos presentes en la conciencia al mismo tiempo, pero en algunos momentos tiene que tenet a tres 0 cuatro individuos presentes en su propia actitud, como, por ejem. plo, ef que esté por arrojar la pelota, el gue la recibiri, ete. En el deporte, pues, hay wna serie de feacciones de los otros, de tal mado organizadss, que Ia actitud de uno provoca Ia actitud adecuada del otto, Esta organizacién es expresada en [2 forma de normas para el nego. Los nifios dedican un gran interés a las reglas. Las impro- visam en el acto, a fin de ayudarse a salvar dificultades. Parte del placer del juego reside en establecer esas reglss. Ahora bien, las r0- alas son Ia serie de reacciones que provoca una actitud especial. Uno ‘puede exigit uns determinada reaccién a otros, si adopta certa acti- ud. Estas reacciones estén también en uno mismo. Asi se obtiene tuna serie organizada de reacciones como aguellas a las que me he referido, una serie un tanto més complicads que los papeles que ¢e descubren en ef juego. Aqui, hay solamente una serie de reacciones 4qus oe siguen las unas a las otras indefinidamente. En tal etapa deci ‘mes que el nifio no tiene todavia una persona completamente desatro- ads. El nifio reacciona en forma suficientemente inteligente a los sstimulos inmediatos que Ilegan hasta él, pero estos estimalos no stn organizados. No organiza su vide como querrfamos que lo hiciena, os decir, como un todo. No hay aids que una serie de reac La seacin de Jos oxpasiomor individeales con el todo, seial del cael cust sen embry. es anllona ai ison de 1a ells lndividualee dev rganiema rltedet can ef oearirme como un todo. 194 GEORGE H. MEAD entonces existen objetos en su medio, y entre tales objetos se en- contrard parte de su propio cuerpo 1. Es certo que si el erganismo no tuviese una reting y un sistema nervioso central, no hebria objeto alguno de vision. Para que tales objetos existan, es preciso ue haya ciertas condiciones fisiolégicas, pcz0 los objetos no estin, ellos mismos, necesariamente relacionados con una persona. Cuando legamos 2 ser persona, aleanzamos cierta clase de conducta, cier- to tipo de proceso social que involucra Ja interaccién de distintos individuos, y que, al mismo tiempo, involucra 2 individuos ocu- pados en una suerte de actividad cooperativa. En tal proceso puede surgir, como tal, Ia persona Queremos distinguir la persona como cierta clase de proceso estructural en la conducta del individuo, de lo que denomina- mos conciencia de los objetos que son experimentados. No exis- te necesatiamente na relacibn entre los dos. La muck que duele 8 un elemento importantisimo. Tenemos que prestarle atencibn. En cierto sentido se identifica coa 1a persona, a fin de que podamos fiscalizar ese tipo de experiencia. Ocasionalmente tenemos experien- cies que, decimos, pertenecen al ambiente. Todo «l mundo parcce estar deprimido, al cislo se muestra sombrio, el tiempo std des- agradable, se hunden los valores en los cuales tenemos interés. No ientficamos necesatiamente semejante situacién con una person simplemente, sensimos en derredor auesteo cierta atméstere. Llega- mos a recordar que estamos sajetos a tales clases de depresién, y descubrimos en nuestro pasado ese tipo de experiencia. Y entonces sentimos algin alivio, romamos una aspirina, © descensamos, y el resultado es que el mundo cambia de carécter. Hay otras experien- cias que, en cualquier momento, podemos identificar con Iss per- sonas. Creo que podemos distinguie con suma clatidad entre ciertos tipos de experiencias, que lamamos subjetivas porque sélo nosoteos tenemor acceso a elas, y la experiencia que amamos reflexive, 20 Naga meen contasies de noetio midis st lo que denomizamon “concn” en primer sentica tl trmine: El ongiisms no sroyss eaalades seompchta —colowg, por eemplo- al mio a que acon; pee dows dcke inca cele culls, en am rnido similar Sagal que un Soe? dot ato de calidad deter simenox 4 aG0ed en Qot—hsblando en tartnee mn eerie g-riaion ene fr organs inlgies 7 los Gopases eect de Eevtpmidor de‘ reierto a lor sotor aliments, ‘i no ano 2 Spee een oe Uvalde timing. Ua organiamo.constraye (cae sino sli) metor plone afta nea ace q ado 0, micciceado, contracivaneate por nuitor orpmismce fuse, a mda gee depend Is tacidw eae el piso encanto sietonedo 6 conttaide) 7 ies tinans | EN? G ESPIRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 195 Es cierto que Ja seflexién, tomada en si misma, e algo # Jo cual solamente nosotros tenemos acceso. Uno elabora su propia demosteaci6a de una proposicién, digamos de Euclides, y el pen- samiento es algo que tiene lugar dentto de su propia conducta. Por 1 momento, ¢: una demostracién que existe Snicamente en su pen- samiento, Luego uno la publica y enoncts se converte en propie~ ad piiblica, Hasta entonces slo era accesible paca él, Existen otros contenidos de esa clase, tales como les imagenes de la memoria ¥ al juego de la imaginacién, que sélo son accesibles al individuo. Hay una earaceristies comtin a codos estos tipos de objetos, que generalmente identifiamos con la conciencia, y a este proceso, que denominamos de pensamiento, en cuanto que ambos son, por 10 ‘menos en cierts fasts, accesibles solamente para el individuo. Pero, como he dicho, las dos series de fendmonas se encuentran en planos completamente distintos. Esta earaceristca comin de accesibilidad no les concede nectssriamente el mismo estado metafisco. No quiero analizar ahora los problemas metafisicos, pero si quiero insisir en fl hecho de que la persona poser Ia clase de estructura que surge cn la conducts y es completamente distinguible de ta Hamada ex- periencia subjetiva de esas series de objetos especiales 2 las que slo sl organismo iene acceso —el caricter comin de singularidad de aectso no funde a una con ott La pesons a gue me he estado refiriendo surge cuando Ie con- versacién de gistos es incorporada a Iz conducta de Jz forma indi vidual. Cuando esta conversation de gestos puede ser incorporada a la conducta del individuo, de modo que ta actitud de las otras formas pueda afectar al organismo, y de modo que el organismo puede replicar con su gesto correspondiente y de tal manera provocar Ja actitud del otto en su propio proceso, entoncts nace una per- sona, Incluso ‘2 seacilla conversacién de gestos que puede ser man tenida en las formas inferiores puede ser explicada por el hecho de que dicha conversacién de gestos tiene una funcién inteligente, Aun ahi hay una parte de proceso social. Si es incorpotads a la conducta del individuo, no sélo mantiene dichz funcién, sino que ademis adguiere mayor capacidad. Si yo puedo adoptar Ia actitud de un amigo con el cual sostendré una discusi6n, al adoptar tal actitud podré aplicarls a mi mismo y replicar como él replica, y podré dar mucho mejor forma a las cosas que si no hubiese empleado en mi conducta esa conversacién de gestos, Lo mismo rige en cuanto a dl, Es bueno para ambos meditar por anticipado acerea de la situacién. Cada individuo tiene que adoptar también la actitud de Ta comu- 196 GEORGE H. MEAD sided, la actitud genetalizada, Tene que estar preperado para actuar con referencia a sus propias condiciones, tl como actuarfa cualquier individuo de la comunidad. Uno de los mayores adelantos on el desarrollo de la comunided surge cuando ess reaccién de la comunidad sobre el individuo adopta Jo que Mamaremos forma institucional. Queremos significar con ello «gue toda Is comunidad actia hacia el individuo, en determinadas cir- cunstancas, en una forma idéntiea, No establece ninguna diferenci en relicién con una persona que le estérobando alguna perienencia 3 uno, el hecho de que se trate de Juan, Pedro o Diego, En esas condi- siones, ¢ produce una reaccim idéntica por parte de toda la comu- nidad. Es asi como se forma una inwitucisn. Y ahora hay otra cuestin 2 la que quiero refeeirme brevemente La nica forma en que podemos reacconar contra Ia desaprobaciSn de la comunidad entera es estableciendo una clase superior de comu nidad, que, en cierto sentido, supere en nimero de votos a Ta que conocemos, Una persona putde Hlegar al punto de ir en contra de todo el mundo que la rodea: puede levantarse ella sola contra el mundo, Pero, para hacer tal cosa, ba de hablase a si misme con la voz de la raz6n. Tisne que abarcat Ins voces del pasado y del futuro. sa es la nica forma en que la persona pusde logra: una vor que sa mayor que la voz de Ia comunidad. Por lo general, suponcmos ‘que esa vos goneral ds 1s comunidad 9 idéatica 2 To conned nis amplia del pasado y el futuro; suponemas que una costumbre orga nizada representa To que Hlamamos moralidad, Las cosas que uno no ppuede hacer son las que todos condenavian, Si adoptamos la actitud de la comunidad en relacién con mucstras propias reacciones, a ante- sor es una afitmacién ciert, pero no debemos olvidar esa otra copa- cidad, la de weplicac a Ta comunidad ¢ insistie en que cambie el geto de Ja comunidad. Podemos reformar el orden de cosas: podemos insist en hacer que las normas de fa comunidad sean mejores nor- nas. No estamos simplemente obligados por la comunidad, Estamos éedicados @ una conversacién en Ia que Jo que decimos es excuchado ppor la comunidad, y en la cual Ia reaccién de ésta esti afectada por To que tenemos que decic. Esto es especialmente cierto en situaciones critica. Un hombre se yergue y se defiende en relacién con lo que hace: adopta su propia defensa; puede presentar sus opinionts. Quizd Jogra cambiar la opinién de la comunidad con respecto a él, El pro- caso de [a conversacién es un proceso en que el individuo tiene, no sélo el dexecho, sino también el deber, de hablar con Je comunidad ela cual forma parte y de provocar los cambios que se llevan a ESPIRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 197 cabo gracias a la interaccién de los individuos, Naturalmente, tal «sla forma en que la sociedad progresa, precisamente mediante intet- acciones como aguellas en que una persona piensa acerca de una cosa. CContinuamente cambiamos, en algunos sentidos, nuestro sistema s0- cial, y podemos hacerlo inteligentemente porque pensamos, Tal es.el proceso reflexivo dentro del cual surge la persona: 7 Jo que he estado tratando de hacer es distinguir esta clase de con- ciencia de la conciencia en cuanto serie de caracteres determinados por la acctsibilided, por parte de cierta clase de objetos, al organismo, Es cierto que nuestro pensamiento —mientras no es mas que pensa- ‘miento— es zecesible sélo al organismo, Pero ese cardcter comin de ser accesible solamente al organismo no bace que el pensamiento Ia persona s conviertan en algo que tenemos que identificar con tun grupo de cbjetos simplemente accesibles. No podemos identificar la persona con lo que cominmente se denomina conciencia, es decit, «con la presenca privada © subjetiva de los caracteres de los objetos. Existe, por sapuesto, una distincién comin entre la conciencia y Ja conciencia €e si, en 1a que la primera responde 3 cettas expzrien- cias tales como Ia del dolor o la del placer, y la segunda se refiere @ an reconocimiznto 0 aparicién de la persona como objeto. Empero, por Jo general se stpone que estos otros contenidas conscientes traen aparcjada asimismo una conciencia de si, que un dolor es siem- pre el dolor de alguien, y que si no existiese esa referencia a algun individuo, no se trataria de dolor. Hay en esto un elemento de ver- dad sumamen:s definido, pero esta lejos de decirlo todo. EI dolor tiene que pertenecer necesiriamente a un individuo: tiene que ser de uno, si le va z pertenecer a uno, El dolor puede pertenecerle a cual- ‘quiera; pero si le perteneciera a todos, serfa relativamente poco im- portante. Supongo que és conesbible que, bajo un anestésico, st produzea una disociacién de las experiencias, de modo que los suft mientos de uno ya no le pertenecen, por asi decitlo. Tenemos ejemplos de evo, sin legar a 1a disociacién ancstésica, en una ex- periencia de una cosa desageadable que pierde sa poder sobre no: otros porque concedemes nuestra atencién a alguna otra cosa. por decitlo ati, podemos salirnos de la cosa, disociarla del ojo gue la contempla, encontraremos quizé que ha peedido gran parte de sus earactorstcas de insoportable, Lo intolerable del dolor es una reaccién contra el mismo, Si uno puede llegar a impedirse reatcionar contra el sufrimiento, se verd libre de cierto contenido del sufrimiento mismo, Lo gte tiene Ingar, en rigor, es que deja de ser el dolor de tno. Lo contempla uno objetivamente, es0 es todo. Tal es el punto 198 GEORGE H. MEAD e vista de que continuamente tratamos de imbuie 2 una persona gue tiene tendencia a dejase arrasrar por las emaciones, En est cas0, sno nos libramos del daiio mismo, sino de Ia reaccién contra el datio. EL caricter objetivo del juez es el de una persona neutral que puede peemanecer simplemente fuera de una situacién y aquilstarls. Si podemas adoptar esa actitud judicial en relacién con el dafio que nos infiere una persona, Hegamos al punto en que no nos hiere el dao, sino que Jo enteademos, nos vemos en una situacién en que entender es perdoner. Por medio de tal acticud eliminamos gran parte dela experiencia exterior a nuestea persona. La actitud distin- tiva y natural hacia un dafio es un reseatimieato en relacién com ta persona que lo infirié, pero ahora hemos pasado, en cierto sentido, rms alld de esa petsona y n0s convertimos en una persona con otras actitudes, Existe cierta técnica, pues, a la que nos sometemos para soportar el suftimiento o cualquier situacién emocional, y que con- siste en separar parcialmente Ia persona de ano de [a experiencia, de modo qué no sea ya Ia experiencia del individuo en cusstin. Si ahora pudifsemos separar enteramente Ja experiencia, a fin de no poder recordarla, a fin de no tener que incorporsrls continus- mente a la persona, dia tras dia, de momento en momento, entoness ella ao existiria ya, por lo que a nosotros respecta, Si no tuviésemos ¢l recuerdo que identifica las experiencias con Ia persona, ellas des- apeeseriat, evtammente, en fo que respecta a su selaciéa con [a per sona, y al mismo tiempo podrian continuar existiendo como expe- Fiencias sensoriales, sin ser incorporadas a Ja persona. Esta clase de situacin se presenta en el caso patoldgico de una personalidad mil- tiple, en que un individuo pierde [2 memoria de cieeta fase dt su sxistencia. Ha desaparccido todo [o relacionado con esa fase de sa experiencia, y aguél se convierte en una perso pasado poste una realidad, ya sea que se encuentre en [a experiencia © 0, pero aqui no tsté identificado con la persona. no entra en la composicidn de fa persona. Adoptamos una actitud de esa clase, por ‘jemplo, con referencia a otros, cuando una persona ha cometido al- iin tipo de injuria que provoce una explicacién de la situacién, tuna admisin y quizd pesadumbre y luego es olvidads. Una per~ sona que perdona pero no olvida es un compaiiero desagradable; junto al perdén tiene que ir el olvido, la climinacién del reeuerdo ‘isplaccatero Existem muchos ejemplos que pueden presentarse en cuanto a a debit relaci6n entre los contenidos éados y una persona, en defensa de nuestro reconecimiznto de los contenidos como poseedores de ESPIRITU, PERSONA ¥ SOCIEDAD 199 cierto valor aparte de 1a persona, Al menos puede conctderse que ‘podemos llegar 2 un punto en que algo que reconocemos como con- tenido es cada vez. menos esencial para fa persona, es apartado de la persona actual y no tiene ya pata ésta el valor que tenia para Ia anterior. Los casos extremos parceen respaldar la opinién de que cierta parte de dichos coatenidos puede ser separada absolutamente de Ia persona. Si bien, en cierto sentido, esté presente, lista para apa- secer en condiciones especificas, por ahora hillese disocieda y 0 se muestra por encima del umbral de nuestra conciencia de nos- ‘otros mismos : La conciercia de si, por otra parte, esti definidsmente organi zada en toro del individuo, y ello, como hemos visto, no es sim- plemente porqae uno se encuentre en un grupo social y sea afectado por otros y les afecte, sino porque (y éste es un punto que he venido subrayando) su propia experiencia como persona es una experiencia qut uno recibe de su accin sobre otros. Se convierte uno en una persona en la medida en que puede adoptar Ja actitud de ‘otro y actuar hacia si mismo como actiian otros. En el grado en aque fa converscién de gestos puede convertise en parte de Ia con- dducta —en 2 direccién y fiscalizacién de la experiencia—, en exe grado puede sargir una persona. Lo que constituye a una persona ‘es el proceso social de influir sobre otros en un acto sorial y luego adoprar Ta activud de fos virus yue bia sido provocada por el est mulo, y por fin reaccionar a su tumo frente a esa reaccién, ‘Nuestro cterpo forma parte de nuestro medio: y es posible que 1 individuo experimente su cuerpo y tenga conciencia ce € y de las sensaciones corporates, sia tener conciencia de sf mismo; en otras palabras, sin adoptar la actitud de los otros hacia él. Segin Ta teorta social de la conciencia, fo que entendemos por conciencia es ext cardc- ter y aspecto peculiares de la experiencia humana individual debidos 4 Ta sociedad aumana, a la sociedad de otras personas individuales {que adoptan Iz actitud de otros hacia ellas, La concepciin —o teoria de Ia concienca— fisioldgica es, en si misma, inadecuada; necesita set suplementada por el punto de vista sociopsicol6gico. La adopcién fo exptrimentacién de la actitud del otro es fo que constituye la conciencia de si, y no las meras sensaciones orgénicas de las cuales tiene concienca ef individuo que Ias ha experimentado, Hasta ef ssurgimiento de su conciencia de si en el proceso de In experiencia social, el individuo experimenta su ctierpo —los sentimientos y sen- saciones de éstt— simplemente como una parte inmediata de su medio, no como un cuerpo propio, no en términes de conciencia de 200 GEORGE H. MEAD si, La persona y la conciencia de st vienen primeramente que surgi, y luego tales experiencias pueden ser identficadas especificamente «on la perona, o apropiadas por ésta: pare adqairi, por asi dectl, esta herencia de Ia experiencia, es preciso que la persona se desarolle prsvamente dento del procs scene etl et avoleadaes Gracias & la conciencia de si, ef organismo individual integra en cieto sentido sa campo ambiental; su propio cavepo se convierte en paste dela serie de estimvlos ambientaes 2 ls cuales reaciona, Aparte del contexto del proceso social tn sus planos mis elevados —aquilos en fos cuales involucracomnicacin conscente y convee- sacién de gestos consciente entee los onganismos individuales que intractéan en él, ol organismo individual no se opone asi mismo, como tn todo, contra el medio: no se convierte, en cuanto wn todo, en un objeto para si (y, por lo tanto, no es consciente de «5, en cuanto an todo, un estimalo al eval raccione, Por el contratio, responde solamente 2 partes 0 aspectos separados de si mismo, y los considera, no como partes 0 asptctos de si, sino simplemente como partes 0 aspectos de su medio en general. Solo dentro del proceso social en sus planos més elevados, sclo en técminos de las formas sms desarolladas del medio soxal o de la situacén social, ogra et organismo individual total convertirse en un objeto paras, y, de thi, en conssieute We a; en ef proceza socal en sus planes interiors, no conscentes, y también en el medio o stuaciSn psicldgica log. cemente precedente al proceso social de Ia experiencia y la condueta presupuesta por és, no s© convieree en tin objeto por si. En la exptriencia © conducta que patde ser denominada conciente de a actusmot y reaccionamos especialmente con referencia a nosotros frismos, aunque también con referencia a otros individuos: y se consciente de si es, esencialmente, convertirse en un objeto para si en virtud de tas relaciones sociales de uno con los ottos individuos Deberia subrayarse Ia posicién central del pensamiento, cuando s conser le gatrales 6s pesos, La concn tame que Ia experiencia afeetiva, con sus acompatamientes motores, ro. “orca el mello y la estructars primaria de ls pera, que de te! medo es un fenémeno esencsImente cognoscitivo antes que emo: cional. E! proceso de pensamiento o intelectual —Ia iternalizacisn y dramatizacién interior, por el individvo, de Ia conversacion externa de gestos significantes que consituye su principal modo de inter. ibn con otros individuos pertenecientes 9 Ia misma sociedad es Ja primera fase expeiencal en Ta géness y desarrollo de la persona ESPIRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 201 Es cierto que Cooley y James tratan de encontrar Iz base de la per~ sona en [as experiencias afccrivas reflexivas, es decir, en las expe- riencias que involueran } “sentimiento de si"; pero la teorfa de que a naturaleza de la persona debe encontrarse en tales experiencias 20 ‘explica ef origen de Ja persona, ni el del sentimiento de si, que se ‘supone que caracteriza tales experiencias. En dichas experiencias el individuo no necesita adoptar las actitudes de los otros hacia él, pues- to que ellas, en sf mismas, no exigen que lo haga; y, 2 menos de ave lo hiciera, no podsi desarrollar una persona; y no hard tal cor con lax mencionadas experieacias si su persona no se ha originado yya de otro modo, a saber, el modo que hemos venido dercribiendo. La esencia de 'a persona, como hemos dicho, es cognoscitiva: reside cen la conversscin de gestos subjetivada que constituye el pensa- rmiento, o en términes de la cual opera el pensamiento o 1a reflexién. YY de abi que 2! origen y las bases de Ia persona, como los del pen- samiento, sean sociales. 22. EL "Yo" Y EL “Mf” Hemos analizado en detalle las bases sociales de 1a persona, € insinuado que la persona no consste simplemente en la pura orga- nizacion de Ise actitudes sociales, Ahora podemos plantear expli citamente Ia dada en cuanto 2 la naturaleza del "yo" consciente del “mi” social. No pretendo plantear la cuestién metafisica de eémo vena persona pusde ser a Ia vez “yo” y “mi, sino investigar la signifcacién de tal distineién desde el panto de vista de la conducta misma, Ea qué punto de la conducta aparece el "yo" frente al “mi” Si uno deterrina evil es su posicién en Ia sociedad y se jente po- seedor de ciertes Funciones y privilegios, todo ello es definido con referencia 2 ua “yo”, pero el “yo” no es un “mi” y no puede con- vertinse en un “mi”, Puede que haya en nosotros dos personas, una mejor y otra peor, pero es0, una vez mis, no es of “yo” frente al “mi, porque ambos son personas, Aprobamos a una y desaproba- mos a Ia otre, pero cuando hacemos surgir a una u otra, estia pre- sentes, para tal aprobacién, en su calidad de “mi. El "yo" no apa eee en el prescenio. Hablamos con nosotros mismes, pero m0 0s ‘vemos. El "yo reacciona a la persona que surge gracias a 12 adop- cidn de las acsudes de otros. Mediante la adopcién de dichas actitu- es, hemos inteoducido el “mii” y reaccionamos a él como a un "yo" 202 GEORGE H. MEAD ‘en términos de la memoria. Hablo conmigo mismo, y recuerdo lo que siguiente, Y aqui, una vez més, no puedo volverme con suficiente nemos conciencia de nosotros. En la memoria, la experiencia del Si se eae pues, dénde aparece el “yo” directamente, en la montariot Hy U1] aaueee iat Ennyor Supe ESPIRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 203 de eaccones organizadas, Y el que logre tener conciencia de st Se debs a la eapacidad del individuo para adoptar las actitudes de Geos ofros en la medida en que éstos pueden ser organizados. La Sdopciin de rodas esas series de actitudes orgonizadas te proporcio~ wha su "mi"; ésa es la persona de [a cual tiene conciencis. Puede ianzar la pelota 2 algin otzo miembro gracias a Ia exigencia que Ie preentan otros miembros del equipo. Bsa es la persona gue existe jnmediatarente para den sa conciencia, Tiene las actitudes de ‘llos, sabe Lo que ellos quieren y cailes seria las eonsecuencias de ualgete acto de Gl, y ha asimido la responsabilidad de 1a situa- ida, Pues bien, la presencia do esas series de actitudes organizadas constiuye ese “mi” al cual reacciona como un “yo”. Pero ni él si ningin otro sabe cual seri dicha reacion. Quizis haga una ju faca brillante © cometa tn error. La reaccion a es situacién, tal Zomo aparece en st experiencia inmediata, es incerta, y ello es Io aque consttuye el "yo". Hr "yo'” es Ia accign del individvo frente a la situacién social que existe dentro de su propia conducta, y se incorpora a st expt: Fenca sélo después de que ha levado a cabo el acto, Entonces tiene Concencia de éste. Tuvo que hacer tal y cual cosa, y la bizo. Cum- Sle con su deber y puede contemplar con orgullo lo ya hecho. El "ni soege para compli tal deber: tal et fa forma en que nace todas las actitudss de Ios otros, pro- de la situaciéa, y st fen aa experiencia, Tenfa on vocando ciectas reacciones; ge era el "mi reaccidn es el "yo" ‘Osiero Hamar en especial la atencién sobre el hecho de que esta eaccién del yo" es algo més o menos incietto, Las actitudes de fos eztos, que uno adapta en cuanto afectan 2 sa propia conducts, constituyen el mi", y €s0 es algo que existe, peco las reacciones a tllo 20 se han dado atin. Cuando uno st sienta a meditar en algo, pose cicrtes datos que existen, Supongamos que st trata de una Situatién social que tiene que resolver. Se ve @ si mismo desde el punto de vista de uno u otro individuo del grupo. Estos individuos, felacionados todos juntos, le confieren cierta persona. Bien, iqué Gebe hacer? No lo sabe, y no lo sabe nadie, Puede incorporar 13 Sitaacién a su experiencia porque puede asumir las actirudes de los Gistintos individuos involucrados en ella. Sabe cémo piensan ellos fl repecto, gracias «la adopciéa de sus actitudes. Dice virtualmen- fe: He echo ciertas cosas que parecen obligarme a cierta forma de conducta”. Quizé si acta de ese modo, se colocard en una felsa cién con respesto a otro grupo. El “yo”, en cuanto reaccién 204 GEORGE H. MEAD ituacién, en contraste con el "mi" involucrado en las acttude a opt, since. Y cuando la eeion opts, entnce oe fren dl ampo dela experien, mayormente como una imagen de Nuestro presente especioro, en cuanto tal : , en cuanto tal, es sumamente corto Ello no obstante, experimentamos los acontecimientos fagaces; par te del proceso de los acontecimientos pasajeros existe directamente ga meses experienc, iclso algunos det pasido y algunos del jauro. “Vemos una pelota aue pasa, al caer, y, cuando pasa, parte de a pelota es visible y parte es invisible. Recordamos dénde estaba Ja pelots un momento antes y prevemos dénde estard después, més allé de lo que se da en nuestra experiencia. E igualmente en cuanto 4 nosotros mismos; hacemos algo, pera miramos hacia atrds y vem gue o que estamos haciendo involucrn poser imigenesauimions De modo que el “yo” aparece en realidad, experiencialmente, como tuna parte de un “mi, Pero sobre la base de esta experiencia, distin. grimos al individuo que hae algo, del "mi que le planta el pro- lema, La reacidn entra en su experiencia s6l0 cuando tiene lugee. Sid individuo dice que sabe lo que va 2 hacer, aun entonces puede estar equivocado, Comienza a hacer algo, y ocurre cualquier cosa que le presenta obsticulos. La accidn resultante es siempre un poco distina de cualquier cosa gue hubs podido prever. Esto rig ne sluso para cuando estd simplemente lievando a cabo el proceso de caminar. El simple hecho de dar los pasos esperados le coloca en cierta sitacidn que vione un aspecto levemente distinto del que se EPH cose ge, en cierto sentido, ex nonedom, Ese movimiento cia el futuro es el paso, por asi deccf, del ego, del “yo”. Es al ‘que no esté dado en el “mi acuee 7 ‘Témest la situacién de un hombre de ciencia resolviendo ua problema acerca del cual posee certos datos que provocan ciertas reacciones, Parte de esa serie de datos exige que les aplique tal y Gual ley, en tanto que otras series de datos exigen otra ley. Los datos estin presentes con sus inferencias, Sabe qué significa tal y sual coloracién, y cuando tiene los dates ante si, ellos repeesentan clertasreacciones por su parte: pero ahora estin ya en conflicto los ‘unos con los ottos. $i tiene una reaccién, no puede tener la otra. No sabe qué hari, ni fo sabe nadie, La aecién dela pessona se produce en reaccién a teas series de datos en conflicto, en forma de un pro- Hema, que le prestan 2 él, en cuanto hombre de cencia, exigen- cias en conflito. iene que velo desde distiatos puntos de vista, Esa ESPIRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 20 aecidn del "yo" es algo cuya natoraleza no podemos predecit por anticipado. El "yo", pats, en esta elaci6n entre ef "yo" y el “mi”, es algo que, por decirlo asi, reacciona a una situacién social que se encuen- tra dentro de la experiencia del individuo, Es ta respuesta que el individuo hace a Ta actitud que otros adoptan hacia @l, cuando él adopta una actitud hacia ellos. Abora bien, las actitudes que él adopta hacia ellos estén presentes en su propia experiencia, pero su reaccin a elas contendré un elemento de novedad, EL ciona la sensaciSn'de libertad, de iniciativa. La situacién o nosotros, para que actuemos en forma consciente de nosotros. ‘Tene- ‘mos conciencia de nosotros, y de lo que es Ia situacién, pero jamis entra en Ia experiencia Ia manera exacta en que actuaremos, hasta después de que tiene Iugat la accién, Tal es la base del hecho de que el “yo” no aparezea en fa experiencia en el mismo sentido que el “mf”, El “mi” representa tuna organizaciéa definida de fa comunidad, presente en nuesteas pro- pias actitudes y provocando una reaccidn, pero la reaccién es algo fue simplemente sucede. No hay certidumbre en relacién con ella. Existe para el acto una necesidad moral, pero no una necesidad me- cdnica. Cuanco tiene lugar, nos damos cuenta de que ba sido he- cho. La expliacién anterior nos proporciona, creo, 1a posicién xe- Tativa det "yo" y el “mi” en la situacién, y los motives para a separacién de tmbos en Ia conducta. Los dos estén separadas en el proceso, pero deben estar juntos, en el sentido de ser partes de un todo. Estin sparados y, sin embargo, les corresponde estar jun- tos, La separaciéa del "yo" y el “mi” no es ficticia, No son idén- ', porque, como he dicho, el “yo” es algo nunca enteramente caleulable. El “mi exige cierta clase de "yo", en la medida en que cumplimos con las obligaciones que se dan en la conducta misma, pero el "yo" es siempre algo distinto de lo que exige Ia situaciin misma. De modo que siempre hay esa distincién, si ast se prefiere, centre el "yo" y el “mi i” y al mismo EL “yo” provoca al “mi tiempo reacciona a él. Tomados juntos, constituyen wna persona- lidad, tal como ella aparece en la experiencia social. La persona es cesencialmente an proceso social que se Heva a cabo, con esas das fa- ses distinguibls, Si no tuviese dichas dos fasts, no podria existir Ja responsabildad consriente, y no habria nada nuevo en la ex: periencia GEORGE H. MEAD 23. LAs ACTITUDES SOCIALES Y EL MUNDO FfsiCo internalizads en el organism y se convierte en el espiritu del indi Ja conversacién de gestos dentro de Ia conducta del individuo, reside ea Ia superior coordinacién conquistada para Js sociedad en su con- cs incorporady cealinenve a Ja experiencia del individuo, de modo sentido, ha sido ensayado en el individuo. Este no sdlo desempefia viduo no s6lo se adapta a la actitud de otros, sino que, también, de la mayor importancia en la experiencia del individu. Este adopta ‘lence, coinciée con el Gsrrlto 3 lor espintus yl pertone dentro del procesd ESPIRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 207 Ja actitud del otro frente al propio estimulo de éste, y al adoptarla fa encuentsa modificada en el sentido de que su reaccida se hace dis- tata ¥ conduct, 2 su vez, a nuevos cambios. Las actitudks fundamentales son, presumiblemente, aquellas que sélo son cambiadas gradualmente, y ningin individuo puede 1e- rganizar toda Ia sociedad; pero uno aftcta continuamente a la so- Gieded por medio de su propia actitud, porque provoca Ia actitud Gel geupo hacia , reeciona a ella y, gracias a dicha reaccién, cam- bia la actitud de! grapo. Naturaimente, esto es lo que constante- mente estamos haciendo en nuestra imaginacién, on nuestro pense tniento; utilizamos nuestra propia actitud para provocar wna distinta Seuaciéa en la comunidad de la cual formamos parte; nos esforza- nos, exponemos nusstra opini6n, ctiticamos Ja actitud de otros Eprobamos o desaprobamos. Pero podemos hacer tal oss, sélo fn la medida en que logramos provocar en nosotros 1a reacci6n de la comunidad; slo tenemos ideas en Ia medida en que tenemos jad para adoptar Ia actitud de la comunidad y luego seaccionar cap: a alla. En ef caso de los animales inferiores, la reaccién del individuo 4 Ja situacién social, eu gesto en contraste con Ta situacién social, es To que correspende s 1a idea en el animal bumano. No es, sin embar- go, una idea. Empleamos el gesto vocal para provocar Ia reaccién {gue corresponce 3 la de fa comunidad, 'enemos, entonces, en aues- tro propio estimulo, una respuesta a esa reacciGn, y este respuesta cs la idea. Uso dice: “tengo la idea de que es preciso hacer tal y cual cose”. La idea de uno es la respuesta que uno ofrece a Ia exi- gencia social que se le hace. La exigencia social, digamos, ¢s que uno pague impuesios de cicrta clase. Uno considera ilegitimos tales impuestos. Entonces, la respuesta a la exigencia de la comunidad —especificamente, al imponedor de contribuciones—, tal como tiene ugar en Ia experiencia de tno, es una idea, En la medida en que uno tiene en su propia conducta simbolos que son la expresin de fa séplica a la exigencia, en esa medida tiene uno la idea de cual debe- sia ser realmente el impuesto, Se trata de una situacién ideal, en cuanto que uno adopra el papel del imponedor de contribuciones, en contraste con tino mismo, y reacciona ante él. No se parece a Ia sitaacién de Iz ria de perros, donde el perro se prepara para salter realmente y € otro adopta otra actitud que frustea ese salto. La diferencia coniiste en gue 1a conversacién de gestos es parte de la rifia real realizada, en tanto que, en el otro caso, uno adopta por 208 GEORGE H. MEAD anticipado 1a actitud de Las autoridades impositivas y ctea o pi Vora su propia reaccién a ella, Cuando tal cosa sacede en la expe- riencia de uno, se tienen ideas Una persona fe amenaza a uno, y uno la derriba en el acto. En. sa situacién no ha intervenido ningan elemento ideal. Si uno cuen- 12 hasta diez y piensa en lo que significa la amenaza, esti teniendo tuna idea, esté poniendo la situacién en un marco ideal. Es eso —ya lo hemos visto— Io que constituye lo que denominamos espiritu Adoptemos la actitud de la comunided y rexccionamos @ ella, en tsa conversacién de gestos. Los gestos, en este c380, son gestos vO- tales. Son simbolos significantes, y por simbolo no nos referimos a algo que reside fuera del campo de la conducta, Un simbolo no «s otra cosa que el estimulo enya reaccién e¢ dada por anticipado. Eso et todo Jo que quiere decir para nosotros un simbolo. Hay una palabra y un golpe. Ei golpe es un antecedente histérico de la pa. labra, pero si ésta representa un insulto, la reaccién es tal que est involuerada entonces en 2 palabra, et algo dado en el estimalo mismo. Eso es todo lo que representa un simbolo, Pues bien, si dicha reaccién puede ser dada en términos de una actitad utilizada para el posterior control de la accién, entoncts Ia relacién entre ese tstimulo y Ia actitud es fo que entendemos por simbolo signifi- cante Nuestro pensamiento que, como decimos, se lleva a cabo dentro Ge nosotros, es un juego de simbolos en el sentido antedicho. Gra- cias a los gestos, las reacciones son provocadas en nuestras propias actitudes, y en cuanto son provocadss, despiertan, a su vez, otras actitudes. Lo que antes era significacién se convierte ahora en un simbolo que tiene otra significacién. La significacién se ha con- vertido, ella misma, en un estimulo para otra reaccién. En la rife de pertos, [a actitud de uno tiene la significacién de cambiae fa acti ‘ud del otsa perco, pero ef cambio de actitud te convierte entonces en tun simbolo (aunque n0 en un simbolo de lenguaje o significante) para el primer perro, y también éste cambia de actitud. Lo que ra una significacidn se hace entonces estimulo, La conversacién si gue continuamente, y lo que era reaccién se convierte, en ef campo del esto, en un estimulo, y en Ia reaccién a éste que es la significacién, Las reacciones son significaciones en ta medida en que estin dentro de esa conversaciéa de gestos. Nuestro pensamiento es tal cambio de sitoacidn, gracias a nuestra capacided para incorporarlo a nuestra pro- pia acclén, para cambiarlo de modo que exija una actitud distinta de ESPIRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 209 nucstra parte y para levarlo haste el punto en que pueda stt com- pletado el acto socal El “mi” rel "yo" residen en el proceso de pensomiento, e indi con el toma y daca que caracteriza a éste. No existirfa un "yo", en el sentido en que usamos este término, si no hubiese ua “mi”; no ha- brie en “mi sin una reaccién en Ia forma del "yo", Los dos, tales como aparecea en nuestra experiencia, constituyen [a personalidad, Somos individuos nacidos com cierta nacionalidad, ubicados en cie- fo punto geogrifico, con tales y cuales relaciones familiares y tales ¥y cuales relaciones politcas. Todo ello representa ciera situacién que constituye el “mi”; pero esto involucea necesariamente una 3¢- cién continuads del organismo hacia el "mt", en el proceso dentro Gel cual reside. La persona no es algo que éxista primeramente y Inego entre er relacién con otros, sino que, por asi decilo, es un remolino en In corriente social, y, de tal mantra, una parte de ta cortiente. Es un proseso en que el individuo se adapta continua- mente, por enticipado, ala situacion 2 la cual peetenece y reacciona ante ella, De modo que el "yo" y el “mi, ese pensamiento, esa adaptacién consciente, se convieete entonces en parte de todo el pro- «eso social y torna posible una sociedad mas altamente organizada, EI “yo” y ef "mi" pertenecen a la conversacién de gestos, Si ube cmplenents "ons pslbrey an gly’. sl uno respondie inmeditamente a una situacién social, sin reflexién, no existcia personalidad en el sentido antes mencionado, del mismo modo que no existe personalidad en la naturateza del ezballo 0 el perro. Nor ‘otros, naturalmente, tendemos a dotar de personalidad a auestras animales domésticos, pero cuando logramos conocer sus condicio- res nos damos cuenta de que no puede efectuarse esa clase de intro- duccién del proceso social en Iz conducta del individuo. Los ani- males no tienen el mecanismo para ello: el lenguaje. De modo aque decimos que no tienen personalidad: no son responsables por Ja situacién social en que se encuentran. El individuo humano, por el contrario, se identifica con esa situacién social, Reactions a ella, y aungue sus rescciones pueden tener la naturaleza de una critica asi como de un respaldo, involueran una aceptaciéa de Ja responsabilidad presentada por Ia situacién. Tal acepracién no ‘existe en el caso de Tos animales inferiores. Ponemos personalidad en los animales, pero ella no les pertenece; y 2 la postre nos damos cuenta de que esos animales no tienen derechos, Estamos en liber- tad para matarlos; no se comete aingin dafio evando se mata a un 210 GEORGE H. MEAD animal. Este n0 ha perdide nada, porque el fururo no existe para ef animal: éste no posee en su experiencia un “mi” que por medio de I reaccin del “yo se encuentra en cierto sentido bajo su control, afin de que el fututro pueda existir para él. No posse un passdo consciente, puesto que no tiene una persona de Ts clase que hemes venido describiendo, una persona que pueda ser extendida hacia el pasado por los recuerdos. Bn la experiencia de los animales inferiores existen, presumiblemence, imigenes, pero no ideas ni recuerdos en el sentido exigido ™. No poseen una personalidad que mira hacia atrés y hacia adelante. No tienen ese futuro y est pasado que les contieren, por decirlo asi, derechos en cuanto tales. Y, sin embargo, la acitud comin es Ia de asignarles precisamente pecsonalidades como las auestras. Les hablamos, y al bablarles accuamos como si cuviesen Ja clase de mundo interior que tenemos nosotros. Una similar atribucién esté presente en la actitad {gue adoptamos hacia los objetos fisicos inanimados que nos redean. Tomamos hacia ellos la actitud de seres sociales. Esto ex més com- plicadamente cierto, por supussto, en aquellos a quienes denomi ‘amos portas de a naturaleza. El poeta se encuentra en una rela- cin social con Tas cosas que le rodean, hecho que quizé se advieree mds vividamente en Wordeworth. Las “Lines on Tintern Abbey” 108 proporcionan, creo, las relaciones sociales de Wordsworth cusn- 0 ere nino y Ia continuacién de Tas mismas a través de sv vida, SU explicacién de Ia relacidn del hombre con Ia naturaleza es esencial- mente Ia relacién del amor, una celacign social. Esta actitud social del individuo hacia la cosa f mente Ja que uno tiene hacia ottos objetos; es una actitud social. El hombre propina un pantapié a la silla con la cual tropieza, y siente carifo hacia ua objeto relationsdo con él en su trabajo 0 en sus diveisionts, La reaccién inmediata de los niios a las cosas que les rodean, es soca. Existe unz base evidente para la reaecién especial que tenemos ante Tas cosas pequefias, puesto que hay algo en cualquier cosa pequeia aque provoca una reaccién paternal; esas cosas provocan na reaccién paternal que es universal. Y esto rige para las cosas fisieas tanto como para los animales. El objeto fisico constituye una abstraccién a partir de la reaccién social a la naturaleza, Hablamos a Ja naturaleza; nos dirigimos a las rnubes, al mar, al drbel, 2 los objetos que nos rodean, Mis tarde No existen peuchas de que lot animales atin capaces de reconocr gut tuna cost ef en ago de algusa ota y de azar dicho signe. (1912) ESPIRITU, PERSONA Y SOCIEDAD a ‘hacemos absteaccién de esa lace de reaccién gracias ao que legamos 2 conocer de tales objetos ™, Empero, la reacciém inmediata es s0- cial; cuando tnasladamos un proceso pensante a la naturaleza, es amos haciendo racional a éta, Ella actia como se espera que ac- tie, Nosotros adoptamos Ia acticud de las coms fiseas que nos rodean, y cuando cembiamos la situacién, la naturaleza reaciona en forma distin, La mano es responsable de lo que Hamo casas fsias, distinguien- do Ia cosa fisica de Jo que denomino la consumacién del acto. Si Tomésemos nucstros alimentos como lo hacen los perras, con los rismos érganes con que los masticamos, no tendriames motivo alguno para ditinguir el afimento, en cuanto cosa fisica, de Ia ver- dadera consumacién del acto, la ingestién del alimento, Lo toma- ramos con los dientes, ¥ el acto mismo de tomarlo seria el acto de comerlo. Pere en el caso del animal humano, la mano se inter- pone entre Ia consumacién y al transporte del objeto a Ia boca. En tal caso estames manipulando una cosa fisica. Dicha cosa aparece catre el comienzo del acto y sv consumacién final. En ese sentido, sun universal. Ceanda bablamos de una coss, estamos pea- sando en una cota fisics, en algo que podemos tomar, Hay, por su- puesto “cosas” que no se pueden tomar, tales como los derechos de propiedad y la imaginacién de un poets; pero corrientemente, cuando hablamos de cosas, nos referimos a las cosas fsicas. Los e2- racteres que las componen estin determinados primariamente por la mano, El con:acto constituye lo que denominamos la eustancia de tal cosa. Tiene color y olor, por supuesto, pero nosotros pensa~ ros que étor son inherentes al algo que podemos manipular, Ia cosa fisica. Dicho algo es de grandisima importancia en el desazcollo de la inteligensia humana, Ex universal, en el sentido de que es wna cosa fisic, ya sea que la consumacin sea la de comer o Ia de escuchar us concierto. Existe toda una strie de coras fisicas ‘que se jaterponen entre el comienzo de un acto y st consume cidn, pero son todas universales, en el sentido de que pestenecen a la experiencia de todos nosotros. La consumacién que obtenemes de 1S Se duecubye que et abjeto fio ee est objsto hacia el cal no exite nite ua sacign roval Sue provague a so ‘ez unt reacion coral eh et inditigue, [oy ebjers con lo cate no podemos mantener baa tact socal tor Tes Objet0¢ fides dt mundo (SM). emer traacado 4 Ja peiclonia nuestra acid cn Ie cieni fs, de edo que primar de rita b aatualers wocal de nuestra primera coeceada, El mig {bene ebjers socler ante de formar ober fsces (1912)- todos nosotros, pero Jas i comunes, universales en pueden adoptar formas que repre. ‘a accesible slo para individuos aislados, pero ipula es algo universal, Aislamos un lugar especial ‘Tenemos un juego de apa- Poscemos cierta serie de rodemos definir esas cosas rece pars hacer posible una ‘operar las personas # lola con Ia naturaleza en son un ingeniero. nearar, y la maturaleza ser encaradas de otto ls actitud de las cosas fisicas. Hae La naturaleza es intcligente ciones de ella, hacia nuestra que podemos rplicar y que se Se trata de un cambio finalmente legamos a un punto en wa concierto es sumamente distinta pars cosas fisicas con Jas que nos enfrentamos so Los goces mismos senten una experien Jo que la mano mani al que cualquier pe ratos que cualquier pesos y medidas En este sentido, Ia cosa fisica apa dentro de la cual puedan Un ingeniero que construye ua puente hal el mismo sentido en que nosotros hablamos alli tensiones y presiones que él tiene que « responde con otras reacciones que tiencn qui modo. En su pensamiento, adopta | aiuesleza, y ésta le replica, en el sentido de que existen ciottas reac accién, que podemos presentar, a las fornan distintas cuando lhemos scpli al cual podemos responcter, que nos es posible coopersr con [a naturaleza ‘Tal es ef desarrollo de Ia ciencia moderna La magia ee precisamenve esa misma reaccion, que las cosss fisicas piensan y iposicién se conserva en a actitud eto que nos hiere o hacia «J objeto digno demos. Todos nosotzos llevamos a cabo Esquivamos algo porque todos respetamos ciertos Mantenemos algy rodes, aun enando no soma puede llegar, persona puede ser por medio de Ios cuales pe cualidad comin, 2 partic de Jo que de- nominamos magia ‘mas con el agregado de Ja suposicién de q actiian como nosotros. que adoptamos hacia un obj de confianza del cual depen cierta proporcién de esa clase de magia, lo presentimos en cierto modo peligroso agtieros a los que prestamos algina atencid reactiones sociales hacia la naturaleza que nos x ptrmitamos que tal cosa iniluy: ‘2 sobre nosotros en las decisiones Son actitudes que, quiza normalments, encubrimos, prro que se nos revelan en numerosis situaciones, que somos rationales, en Ia medida en que razonamos y pensamos, adoptamas una actitud social hacia el mundo que nos rodea, camente en el caso de fa cienci En Ia medida en sin sentido critico en el caso dé sora det sénsis socal matualeze dela cots {isa vist Secién 35: tombiin The Phfoiophy of the Pasay ESpIRITU, PERSONA Y soctEDAD 213 24. EL ESPIRITU COMO LA INTERNALIZACION DEL PROCESO SOCIAL EN EL INDIVIDUO He estado presentando a la persona y al espiritu en términos de Um Broceso soil, como la internalizacién de la conversacin de ges. tos en la condscta del organismo individual, de manera que el orga. nismo individval adopta las actitudes organizadas de los otros pro. ocadas por Ia actitud de @, en ta forma de tos gestos de lee smismas, ea términos de: "yo" y el “mi, siendo el “mi” ese grupo de acti- tudes organizacas a las cuales el individvo reacciona come v: Quiero subrayar especiaimente la existencia temporal y pre. ogiea del proceso social con respecto al individuo consciente de si que surge en €l"". La conversscidn de gestos es una parte del Proceso soci que se lleva a cabo. No se trata de algo que sea po bilitado por el individuo solo. Lo que el desarrollo del lengusje, sspecialmente el simbolo significante, ha tornado posible, es simple. ‘mente Ja incorporacién de esa situacién social externa a 1a conducta del individus mismo. De ello se sigue el enorme desarrollo de la sociedad humana, la posibilidad de previsién de lo que tendré lugar en Ja reaccién de otros individuos y una adaptaciSn peeliminar a ello or el individue, Esto, a'su vez, produce una situacién distinta, 2 Le elaién de espivta y cueepe ex la que existe ente Js onpanizaciém de 1a rfona, en at conducts como miembro de ona, comunidad meat SE ‘egtnimo corporal coma en fie, ind eal gue erie a we tumano ep, cn de tofe al proceso en a que indvidue cts ocupide Consiga nce fs, Se Rope‘ or ppc nanos oe FoNEES HN: Como rlamo pars dibs raccidn, Est persons. en cusato ditingids oe fe i Stetso Gel campo Ge comuniacen, y lor otsas reset rnabien nena et ‘gmpe, Lo gue pues sr indiado's for otcs w 2 is prop pho ce fiona stalls exes de indian een el campo dele Peeasetan hy gr ge mminamor una cout Fic, El cerrpo humane, pedainnng ese, Se onsdeedo como ora cos Thies La Jin de demain entre la pasons rel easpe x eaceena, puts, prime famente en ls oreineisn worl de acto dentvo 0d) cool anes mene #8 contrast con la aaivdid del erganisma floc TR 1a bos legis de antincén ence el epi y el cava es fx que exe SRE Jes eequemas cles tos esquomss $2 orsrisna ‘nbins La eye 488 ane eurchanere a ‘ambon. Hara thors 20 lentes foe ieee ee ee imprnds. Esto no cute decis gue ata Ioskarnte alge gues ogee 2B fan simplemente, dewsaimpefecion de mesic atic: dere mica (1927) 24 GEORGE H, MEAD ‘que, a su turno, se refleja en Io que he denominado el “mi modo que el individuo mismo adopta una distinta actitud. Considérese a un politico o un estadista presentando algiin pro- yyecto en el cual tiene la actitud de la comunidad en él mismo. Sabe ccémo reacciona Ia comunidad a esa proposicién. #1 reacciona en su propia experiencia 2 esa expresién de la comunidad —siente con dlicha experiencia. Poste una serie de actitudes organizadas que son Jas de ta comunidad. Su propia contribucién, el “yo en este ca50, es un proyecto de reorganizacién, un proyecto que él presenta a la comunidad tal como esté reflejado en él mismo. También él cambia, por supuesto, en la medida en que presenta ese proyecto y hace de éste una cuestién politica, Ha surgido entonees wna nueva situacién socizl de resultas del proyecto presentado. Todo el procedimiento tiene Jagar en Ia experiencia del estadista, asi como en Ia experiencia general de la comunidad, El est éxito en la medide en gue el “mf” final reflea 1a actitud de todos los de 12 comunidad Quiero sefistar que todo lo que ecorre no tiene lugar simplemente en st propio espiritu, sino mas bien que su espiritu es fa expresign, en su propia conducta, de esa situacin social, de ese gran proceso cooperativo de Ia comunidad, que se Heva a cabo. Quiero cludir la inferencia de que el individuo toma algo que es objetivo y lo torna subjetivo, Hay un proceso real de vivir juntos ppor parte de todos los miembros de Ia comunidad, que tiene lugar or medio de gestos. Los gestos son eiertas etapas de las activida des cooperativas que hacen de mediadores en todo el proceso. Ahora bien, fo nico que ha tenido lugar en Ia aparicidn del espfrita es Ta incorporacién de ese proctso, en eierta medida, 2 12 condueta del in- dividoo particulae. Existe determinado simbolo, tal como el que empiea el policia cuando dirige el trinsito, Eso es algo que esté presente exteriormente. No se torna subjetive cuando el ingeniero, comisionsdo por la ciudad para estudiar sus reglamentos de tr sito, adopta la misma actitud que el policia con respecto al trinsito y, al mismo tiempo, Ia actitud de los conductores de vehiculos Queremos sugeric, si, que tiene 12 misma organizacién gue el con- ductor; sabe gue detener significa aminorae Ia marcha, aplicar los frenos. En su organismo existe una serie definida de partes. de tal modo adiestradas gue en ciestas cizcunstancias le permite dete- ner el vebieulo, El fevantamiento de la mano por parte del policis es el gesto que provoca los distintos actos gracias a los cuales el ve~ hriculo es detenido. Esos distintos actos existen en 1a organizacién del experto; puede adoptar Ia actirud del policia y la del conductor. ESPIRITU, PERSONA ¥ SOCIEDAD 215 Sélo en ese sentido se ha tornado “subjetivo" el proceso social. Si el experto fo hiciese como Jo hace un nifo, seria un juego; pero si se hace para la reglamentaciéa real del ceinsito, entonces hay la coperacién de Jc que denominamos espiritu. El espititu no es sino 1a internalization de ese proceso extceno en fa conducta del indi duo, a fin de hacer frente a los problemas que surgen. Esta organizacién peculiar nace de un proceso social que cs 1é- gicamente su antecedente, Une comunidad dentro de la cual ‘organismo actin en forma cooperativa, de tales caracterfsticas que a accién de uno es un estimulo para que otro reaccione, y asl si- guiendo, es el anttcedente del tipo peculiar de organizacién que niominamos espititu, 0 persona, Témese una sencilla relacién fa liar, donde estin el hombre y la mujes, y el nifio que tiene que ser euidado. Ai bay un proceso que sélo puede Ilevarse a cabo gracias 3 interatciones dentro de ese grupo. No puede decirse que los individuos :stén primero y la comunidad después, porque los individuos surg:n en el proceso mismo, asi como en el cuerpo bu- mano o cualquier forma mtlticelolar surgen las cdlulas diferenciadas. Es preciso que se esté Hlevando a cabo un proceso vital a fin de que existan las célvlas diferenciadas: del mismo modo, tiene que estar Ilevindose a cabo un proceso social para que existen los individuos. Y tan cierto ex en la sociedad como Jo es en Ia situacién fisioligica «1 que no podria haber individuo si no hubiese el proceso del cual forma parte. Dado tal proceso social, hay 1a posibilidad de una inteligencia humana cuando el mencionsdo proceso, en términos de Ia conversacion de gestos, es incorporado a la conducta del indi- viduo —y entonces surge, es claro, un distinto tipo de individuo en términos de ‘as reacciones ahora posibles. Seria concebible que existise ua individco que simplemente jugase como 10 hace el i sin intervenie en un deporte social: pero ol individuo humano es posi ble porque exist: un proceso social en el cus] puede funcionar res- ponsablemente. Las actitudes forman parte de la reaccin social; fos sritos no se martendrian como gestos vocales a menos de que pro- vorastn ciertas rtaciones en les otros; la actitud misma sélo podria existic como tal en ese juego reciproco de gestos. El espiritu , sencillamente, el juego reciproco de tales fe co a forma de sinbolos sigatanes. Debemes recordar gue el tine solamente en su relsiba con la reatién, eon sew fa habria palabras 2 menos de que existiesen dichas reaccionts. : Jenguaje no habria surgido jamis como una serie de simples tér- ‘minos arbitrarios adossdos a ciertos estimulos. Las palabras han elias 4 sree wm ~ opae ; i 216 GEORGE H. MEAD surgido de wna interrelacién social. Uno de los cuentos de Gulliver se refiere a una comunidad en la que se cre una miquina dentro de 1a cual podian meterse mecinicamente las letras del alfabeto, en una interminable cantidad de combinaciones, y entoncts los miembros de la comunidad se reunian en torno a ella para ver cémo se dis ponian las letras después de cada rotacién, en la creencia de que po- dian surgir en la forma de la Ilieda, uno de los dramas de Shake- speare o alguna otra gran obra. La suposicin, en este caso, seria la de que los simbolos tienen _absoluta independencia de lo que nos- cto: denominamos su Fignifieaiga) Carece de fundamento: no putde habtr simbolos si no hay femtccnes| No habris pedido de seors sno habit uma endeavor 2 un gr de ange SS sn cierto sentido, cons r 4 simbolo, yen nuestro fgspiritul siempre que no slo “Rizar Ta reaccidq 2 cierto simbolo que forma parte del acto social, de modo que adopts [2 actitud de l2 otra persona que coopera con 1, Esto es lo que confiere un espirity. ~f+ El centinela de un rebaio es el miembro de iste que tiene mis sensibilidad que los demés al olor 0 al sonido. Ante la inminencia del peligro, rompe 2 correr antes que los demés, que entonces le & Hay un estimulo social, un gesto, si se prefiere, al cual reeccionan todas las ofras formas, La primera forma capta el olor antes que rninguna otra y echa a correr, y su carrera es ef estimulo para que las otras corran también. Todo es exteeno; no esti involucrado rningiin proceso mental. El centinela no se considera como el indi- viduo que tiene que dar 1a sefal; simplemente, rompe a corcer en un momento dado, y, asi, hace que los demis corran también. Pero con un espiritu, el animal que da la sefial adopta a su ver. [a actitud de los demas que seaccionan a ella, Sabe lo que significa su sefal. Un hombre que geita "jFuego!” estd en condiciones de provocar en si Ja reaccién que provoca en los demas. En Je medida en que el hom- bbre puede adoptar Ia actitud de! otro —su actitud de reaccién al fuego, su sensacién de terror—, esa reaccién a su propio grito sera algo que convierta su conducta en una cuestién mental, en contraste con [a conducta de los otros ™, Pero lo tinico que ha sueedido aqui 1 EL lenguaje, en cuanto formado de simbolor siqifianes, es la ove note cotrorentendumer por cpiity, El contenido de agers eapisite er: 1). conve. th, Geant en el eentido de una eubserie de 3+ \ crime sociales que inicien Una ESCEIOH cooperativa, son los que, b sino también las reacciones,{se encuentren en nuestra 3 T propia naturalezs, Lo que el ser humanol hs logrado hacer es Brag- ESPIRITU, PERSONA Y SOCIEDAD aT fs que lo que ccurre exteriormente en el rebafio se ha internalizado en Ie conducta del hombre. Existe la misma sefial y In misma ton- dencia a reaccionar, pero el hombre no sélo puede dar [a seiial, sino aque también le es posible provocar en si la actitud de fuga aterrori ada, y gracias a que la provoca puede volver a su propia tendencia de provocar y cantenerla, Puede reaccionar hacia si mismo, al adop- tar la actitud organizada de todo al grupo tratando de huir del pe- ligeo. No hay en eso nada mis subjetivo que el hecho de que la reaccién a su propio estimulo puede ser encontrada en su propia con- ducta, y de que puede utilizar [a conversacién de gestos que.se lleva a cabo a fin de determinar su conducts. Si puede actuar de tal modo, le es posible esablecer un control racional y, de tal manera, po- sibilitar una sociedad mucho més altamente organizada que de lo contrario, Este proceso no utiliza 2 un hombre dotado de una conciencia donde antes no la habia, sino, mas bien, @ un individuo ‘que incorpora todo ef proceso social a su propia conducts, Esa cae pacidad, es claro, depende en primer lugar de que el simbolo sea tal que pueda reaccionar a dl; y, por fo que sabemos, el gesto vocal ha sido la condicién pars el desarrollo de este tipo de simbolo, No sé decir si puede desarrollarse sin el gesta vocal, ‘Quiero estar seguro de que se entiende que et contenida pucste en el espiri Es un desarrollo de enorme importancia, y conduce a complejidades Y complicaciones de la sociedad que esti casi fuera de nuestro aleance 1 analizar, pero originariamente no es sino la adopeién de Ia actitud del otro, En la medida en que el animal puede adopter Ia actitud del otro y utilizar :sa actitud para Ja fiscalizacién de su conducta, en ‘xa medida tenemos lo que se denomina espiritu; y ese proceso es el ‘inico mecanismo involuerado en [a aparicién del espicita, © silo desarrollo y producto de 1s interaecién social No conozco ninguna manera en que Ia intligencia o el espicitu padieca surgi, ano ser mediante Ia internalizaciéa, por parte del indi- Yiduo, de 1s precesos sociales de la experiencia y la conduct es dec, mediante la intenalizacién de Ia convessacién de gests significantes hecha posible por la adopcién, por parte dal individuo, de la actitud de otros individaos hacia él y hacia lo que se esté pensundo, Y si el ‘spirit o el pensamiento ha surgide de esa manera, entonces no fa intern, itr: joi 2). msgiancion. La imapinacion ctberis at consitrads eo silacia ‘on Ts condita ens cual funciona (1931) La imsgisacén desempea ep el acto precsumeate el mismo prpel gut bam ‘bre ene proceso dela slimentacion (1912)- ({Vaase Easaye Seplementara, L)) acign de Ja converaca, desde of grupo seca al indi- jee aeecerals Be rocks ye ri hake Rene . re ww olipe Lele Sigeer enwendad de 2 = , Ss 218 GEORGE H. MEAD puede haber ni podria haber habido ningin espiritu ni pensamiento sin el lenguaje; y las primeras etapas del desarrollo del lenguaje eben de haber sido previas al desarrollo del espiritu o pensamiento, 25. EL ” Y EL “MI” COMO FASES DE LA PERSONA” Llegamos altora 2 Ia posicidn de [2 peesona 0 espirita consciente de si en Ia comunidad, Tal persona encuentra su expresion en la afirmacin de si, o en la dedicacin de si misma a la causa de la co- munidad. La persona aparece como un nuevo tipo de individuo en todo social, Existe un nuevo todo sorial debido a Ia aparicién del ‘ipo de expiritu individual que he descrito, y debido a la psisona con su afirmacién de si misma o su ideatificacién con 1a comuni- dad. La persona es ta fase importante del desarrollo, porque tal sociedad so surge gracias a Ia postilidad de In intralzacion de sa actited social em las reacciones de toda Ja comunidad. El cambio que tiene Iugar debido a dicha internalizacién de Ia conver- sacién de gestos en la conducta del individuo, es un cambio que ccurze ca ta experiencia de todos [os individuos componentes. Por supuesto, éS0s no som los Snicos cambios que se producen a la comunidad. En Ia conversacién ocurren cambios definidos de los que nadie tiene conciencis. Es necesaria la investigacién de los hombres de ciencia, para descubrir que tales procesos se han Ilevado a cabo. Esto rige tambin para otras fases de la organizacién humana. Ellas cambian, decimos, inconscientemente, tal como ha sido ifustrado en el estudio del mito que Wundt Ilevé a cabo en su Valkerpsychologie, El mito proporciona una explicacién de la for- ‘ma ch que Ia orgnizascién se ha producido mientras carecis mayor- ‘mente de orientacién consciente —y esa clase de cambio ocurre continuamente, Témese fa actitud de una persona hacia una nueva moda. Puede que al principio sea de objecién. Al cabo de wa tiempo llega aun punto en gue piensa de si misma adoptando esa nueva moda, advictiendo las ropas de los escaparates y vigadose ata- vada con ellas. El cambio se ha operado en ella sin que lo advie- ties, Hay, pues, un proceso por medio del cual el individua, en interaccién con ottos, se torna inevitablemente como los ottes para 2 Mn tne The Dain of te Pn", Un f Chaps uel Pits 90h ae ye Sie Sek ta ade Self", ibid, X (1913), pigs. i yal Moree r fea ESPIRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 219 hace la misma cos, sin que ese proceso aparezca en Lo que llamamos conciencia. Adguicimos conciencia del proceso cuando adoptamos definidamente In actitud de los otros, esta situacion debe ser dis- singuida de la enterior. Quizds uno dice que no le intertsa vestirse segin certa moda, sino que prefiece ser diferente; y luego incorpora 4 su propia condita Ia actitud de log otros hacia él, Cuando una hormiga de otro hormiguero es introducids en wn hormiguero de otra especie, éstzs se Ianzan contra ella y Ia hacen pedazos. La acti- cud de [a comtnidad humana puede ser la del individuo mismo, negindose a someterse porque adopta esa actitud comin. El caso de Ta hormiga 6s una cuestién enteramente externa, pero en el indi- vviduo humano ée trata de un asunto de adoptar las actitudes de los otros y de adaptarse o luchar, Este reconocimiento del individuo como persona, en el proceso de utilizar su conciencia de si, es lo que Te proporciona ‘a acticud de afirmacién de si o la actitud de dedi- cacién a Ia comunidad. Se ba convertido, entonces, en una persona definida. En ese c2s0 de afirmacién de si existe una situacién com- pletamente distinta de la del miembro del rebaio, que quizé lo Gomina y que puede lanzarse salvajemente contra distintos com- jponentes de dl, Aqui, decimos, un individuo actéa instintivamente en cierta situaciin, En Ja sociedad humana tenemos un individuo que no slo adzpta su propia actitud, sino que ademas, en cierto sentido, adopta la actitad de sus stibditus: en fa medida en que do- mina sabe qué puede esperar. Cuando tl cosa sucede en la expe- riencia de un individuo, se produce una distinta reaccién con distin- 10s acompafiamicntos emocionales, diferentes de los del caso del jefe de la manads. En el dltimo hay simplemente ira y hostilidad; fen el otto, la experiencia de la persona afirmandose conscientemente. contra las otras personas, con la sensacién de poderio, de domina- cidn, En general, cuando la reaccin de la comunidad se ha internal zado en el individuo, existe un nuevo valor en la experiencia y un rueve orden de reacciones Hemos analizado la persona desde el punto de vista del “yo yal “mi”, epesentando el “mi” al grupo de actitudes que repre- senta a otras de la comnidad, en especial a ese grupo de reacciones corganizadas que hemos detallado al analizar el deporte, por un ldo, y las instituciones sociales, por el otro. En tales situaciones existe cierto grupo organizado de actitudes que responden a cualquier acto social por parte del organismo individual. En cualquier proceso co perativo, como el de la familia, el individuo provoca tna reaccién fn Jos otros miembros del grupo. Pues bien, en Ia medids en que 220 GEORGE H. MEAD dichasreacones pueden sx provocass en el invideo de modo ue xe pda ration les, en on medida endoges eee tnidos ue composen 2 le peaona: d"wus"y nee ea han, cin expres en nue exerci nfo gue oman d sen ato d los otos ye reoocinento de sates es een podemos realizzrnos a nosotros mismos sino en el grado en que reco- pocemos al otro ens elcibn con maroon Ske ear aden I aad doo pee ndides lane aia oe Peon Nos referimos, por supuesto, a una situacién social en cuanto Gistinta de simples reacciones orginicis como los reflejos del orga- nnismo, algunos de fos cuales ya analizamos, por ejemplo el caso en que una persona se adapta inconscientemente a las que la rodean, En esa experiencia no existe conciencia de si. Uno logra la concien. cia de si sdlo en la medida en que adopta Ia actitud del otro 0 ve siente estimulado a adoptarla. Entonces se encuentra en posicién de reaccionar en si a esa actitud del otro. Supongamos que nos enon. trams en una stuacioneconémica. Solo cunndo dosanes freee tud del otro al hacernos una oferta, podemos expresamos en ly acrpracion 0 declinacién de tal oferta, Es una reaccién de Ia per. fons, distints de un ofrecimiento clarsmente automitico que prede fener lugar sin la concieacia de si. Un chiguillo nos mete en la mano un volante de publicidad, y nosotros Jo tomamos sin con. siencia definida de €1 0 de nosotros mismos. Nuestra pensemiento puede estar en cualquier otra parte, pexo el proceso se lleva a cabo Lo mismo rige, es claro, en el cuidado de los nifos. Los nifos pe. gushios experimentan To que Tega hasta ellos, y se adaptan 3 elloven forma iamediata, sin que en su experiencia esté presente una persons Cardo apirece una persona, ella siempre involuera una expe: de otra; no podria haber una experiencia de una persona sim, plemente por si misma. La planta o el animal inferior reaccionan o sm medio, pero no bay experiencia de una persona. Cuando una ‘Persona aparece en la experiencia, aparece en contraste con el otto, Y hemos venido delineando la condicin en que este otvo apsrcee en 1h experiencia del animal bumano, a saber, en la presencia de esa clase de estimulo, en Ia actividad cooperativa que provoca en el indie vviduo la misma reaccién que provoca en el otro. Cuanda la reaccién, Gel otro se convierte en parte esencial de la experiencia © conducta Gel individwo: cuando adoptar Ja actitud del otco se torna parte tsencial de su conducts, entonces el individuo aparece en su propia, ESPIRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 721 experiencia como una persona; y mientras tal cosa no suceda no sur- gird como persona. ‘Nacuralmente, {2 sociedad racional no esta limitada a ninguna serie especifica de individuos, La actitud de la comunidad hacia nuestra reacciéa se internaliza en nosotros en términos de Ia signi- ficacién de lo que estamos haciendo. Esto ocurre, en su més amplio grado, en el ra:iotinio universal, en Ja réplica que el mundo racio- nal hace a nuestra afirmacién, La significacién es tan universal como la comunidad: esté necesariamente involucrada en el cardcter racional de dicha comunidad; es Ja reaccién que el mundovcompuesto de sores racionalee tiene inevitablemente facia nuestra afirmacién. In- corporamos al mismo timpo el objeto y 2 nosotros mismos a 1a experiencia, en términos de tal proceso; el otro aparece en nuestra ‘experiencia en la medida en que adoptamos tal actitud organizada ¥ generalizada. ‘Si uno se meuentra en Ia calle con una persona a Ia que no Jogea reconocer, Ia reaccién hacia ella es 1a misma que hacia cual- quier otro gue sa miembro de la misma comunidad. La persona es ] otro, el otro organizado, generalizado si se prefiere, Uno adopta sw actitud, en contraste con Ia persona de uno. Si el otro se vuelve en una direcridn, uno tiene que ir en otra direccién distinta. Yes la existencia dentio de si de tal actitud lo que hace posible que uno sea una person2. Ello involucra algo que v2 mis alla del hecho de volverse hacia .a derecha, instintivamente, como decimos, sin con- ciencia de si. Para tener conciencia de si, uno tiene que tener a actitud del otro en su propio organismo, como controladora de Io que se va a hacer. Lo que aparece en Ja experiencia inmediata de Ja persona de uno, al adoprar cal actitud, es fo que nosotros denomina- mos el “mi". La persona que es capaz de mantenerse en la comu- rnidad es reconocida en ét2, en 12 medida en que reconoce a los ‘otros. Tal es la fase de Ia persona a la que me he referido Wamin- dola el “mi Freate al "mi" esté el “yo”. El individuo no sélo tiene dere- chos: también tiene debeces. No s6lo es un ciudadano, un miem- bro de Ja comunidad, sino que también reacciona a dicha comunidad, y su reaccién a ella, como hemos visto en la conversacién de gestos, Ia cambia, El "yo" es la reaccién del individuo a Ja actitad de la comunidad, tal como dicha actirud aparece en su propia conciencia. A.su vez, gu reaccién a esa actitud organizads cambia a ésta. Como hemos seialado, se trata de un cambio que no se encuentra presente fen su experiencia hasta que tiene lugar. Bl “yo” aparece en nues- 222 GEORGE H. MEAD tra experiencia en a memoria. Sélo después de haber actuado sabt mos qué hemos hecho; silo después de haber hablado sebemos qué hemos dicho. La adaptacién a ese mundo organizado que esti pre- sente en nuestra naturaleza representa al "mi" y esté constantemente alli, Pero si la reeccién al es de ta naturaleza de la conversacién de ‘estos, si crca una situacida en cierto modo aueva, si uno defiende su aspecto del caso, si se afirma contra otros e insiste en que éstos adop- ten une distinta actitud hacia él, entonces ocurre algo importante que zo estaba anteriormente presente en muestra experiencia. Las condiciones generales en que uno acta pueden estar presen- tes en Ia experiencia, pero uno mismo ignora la manera en que reac- cionaré, asi como el hombre de ciencia desconoce Ia hipétesis que extraerd del estudio de un problema. Suceden tales y cuales cosas que son contrarias a la teoria que se ha presentado. {Como se las expli- card?) Témese el descubrimiento de que un grano de radio manten- ria hirviendo una olla de agua y, aparentemente, no significaria gasto alguno de energia. Ahi sucede algo que contradice toda la teoria de Ia fisica hasta Ia concepcién de la actividad del radio, El ‘hombre de ciencia que tiene los hechos ante si, se ve obligado a esco- ger alguna explicacidn, Sugiere que el étomo de radio se rompe, y, en conseeuencia, libera energiz. Segin la teoria anterior, un atom de radio era una cosa permanente, de Ia que no se podia obtener ener gis. Pero abora, si se supome que ol divine anisino es un sistema ‘que involucra una interrelacién de energ{as, entonces Ia ruptura dé tal sistema libera lo que es, relativamente, una enorme cantidad de energia. Lo que quiero sefalar es que Ja idea le Iega al hombre de cioncia, no esté ya presente en su espfricu. Su espiritu, mis bien, fs el proceso de la aparicién de esa idea, Una persona que defiende sus derechos en cierta ocasién, ha ensayado Ja situaciSn, se provoca a si misma y dice algo que ya esti en su espiritu. Pero cuando se lo dijo por primera vez, no sabia lo que iba a decir. Se dijo entonces algo que era nuevo para ella, asi como le hipétesis del hombre de ciencia es una novedad cuando se Je ocurre. ‘Tal réplica nueva 2 la situacidn social involuceada en Ja serie de actitudes organizadzs constituye el "yo", en contraste con el “'mi El “mi” es un individuo convencional, habitual, Esté siempre pre- sinte. Tiene que tener los hébitos, las reacciones que todos tienen; de fo contratio, el individuo 20 podria ser un miembro de la comu- nidad, Pero el individuo reacciona constantemente a dicha comuni- dad organizada, expresindose a si mismo, no necesarismente afir- mindese en el sentido ofensivo, sino expresindose, siendo 61 mismo EspIRITU, FERSONA Y SOCIEDAD 223 on el proceso cooperative que corresponde a ctslquier comunidad. Las actitudes involucradas son extraidas del grupo, pero el individuo en quien se organizan tiene la oportunidad de darles una expresién ‘gue, quizés, nunca han tenido antes, Esto plantea fa dada general en cuanto a si puede aparecee algo nuevo *, Pricticamente, ¢5 claro, Ia novedad se da constantemente, ¥ el reconocimiento de ello cecibe su expresién, en términos mis ge- nerales, en el concepto de emergencia. La emergencia involuera reorganizacién, pero Ia reorganizacin introduce algo que no exis antes. La primera ver que se unen el oxigeno y el hidrogeno, emer- ge el agua. Abora bien, el agua es una combinacién de oxigeno hhidségeno, pera cl agua no se encontraba presente antes en los ele- -mentos separacos, El coneepto de emergencia es un concepto al que Ia filosofia recente ha dado gran importancia. Si se contempla el muado simplemente desde el punto de vista de una ccua ratica en la que existe una absoluta igualdad de los distintos tér- minos, entonces, por supuesto, no hay novedad. El mundo e simplemente una satisfaccién de tal ecuacién. Asignese cualquier valor aX y a ¥ y Ia ecuacién seguiri siendo tal, Las ecuaciones persisten, e5 certo, pero en su persistencia surge en rigor algo que no eristia antes. Por ejemplo, hay un grapo de individuos que tienen 4que trabajar jnntos. En una sociedad, debe encontrarse en todos una serie de hibitos de reaccida comunes, organizados, pero la forma ea ue los individuos actian es lo que origina todas las diferencias indi- viduales que ceracterizan a las distintas personas. El hecho de que tengan que actuar de ciceta manera comin, no les priva de origi- nalidad. EI leaguaje comin existe, pero se hace un distinto empleo del mismo en cada nuevo contacto entre personas: el elemento de novedad de la reconstracciéa s¢ da gracias a la reaceién de los indi- viduos hacia el grapo al cual pertenecen, Esa reconstruccién no es dada por antidpado, asi como no Jo es la hipétesis que el hombre de ciencia presenta en Ia explicacién del problema, Ahora bien, est reaccién del individuo al “mi organizado, el “mi” que en cierto sentido es simplemente un miembro de la comunidad, es Ia que re- presenta al “yo” en Ia experiencia de 1a persona, Los valores relativos del “mi” y el "yo" dependen de la situacién, Si uno defiende su propiedad en Ia comunidad, es de importancia primaria ef que sea un miembro de ella, porque su adopcién de la 29 (CE. The Phifosophy of te Act, pact HI.) 224 GEORGE H. MEAD actitud de Tos otros Ie garantiza cl reconocimiento de sus propios derechos. Lo importante en esa cicunstancias es ser un “mi”. Ello Je confiere su posicién, le concede Ja dignidad de ser un miembro Ge 1a comunidad, constivuye 12 fuente de su reaccién emocional 2 los valores que Je pertenecen como miembro de 1a comunidad Es Ia base de su incorporacién a Ia experiencia de ote. En ocasiones es ta reaccién del ego 0 “yo” a una situacién, Js forma en que uno se expresa a si mismo, lo que le proporciona una sensacién de gran imporancia. Uno se hace valer en cierta tuacién, yf énfasis reside en Ia reaccibn, La exigencies de bertad con respecto a convenciones, a leyes dadas. Por supuesto, ral simaciéa es posible s6lo cuando el individuo recurre, por asi éecirlo, de una comunidad estrecha y restringida a una mis ampli cs decie, mayor en el sentido logico de poster derechos que no estén tan zestringidos. Uno se aparta de convencionss fijas que ya no tienen significacién alguna en una comunidad en que los derechos srén piblicamente reconoridos, y recurre a otros individuos, en Ia suposicién de que existe un grupo de otros organizados que respon- den al lamado de uno —aun euando este llamado sea hecho para Jn posterdad. En ese caso se trata de [a actitud del "yo" en con- traste con el “mi”, Ambos aspectos del “yo” y del ‘mi son eseaciales para Ta pee- sona en su pleaa expresién. Uno debe adoptar la actited de los cotros de un geupo, a fin de pertenecer a la comunidad; tiene que emplear ef mundo social exterior incorporado a si, 2 fin de poder dlesorroliar ponsamientos. Gracias a su relacidn con Los otros de est comunidad, gracias a los procesos sociales racionales que se Hlevan a cabo en dicha comunidad, tiene existencia como ciudadano. Por otra patte, el individuo racciona constantemente a las acticudes sociales y cambia, en este proceso cooperativo, la comunidad misma ala cual pertenece, Tales cambios pueden ser modestos y tviviales Puede que uno no teaga nada que decir, aunque le lieve mucho tiempo decilo, Y, sin embargo, se lleva'a cabo cierta proporcién Ge adspeacién y readaptacién, Hablamos de una persona consi- Gerindola un individuo convencional; sus ideas son exactamente Jas mismas que las de sus prdjimos; dadas las circunstancias, es apenas algo mis que un “mi; sus adsptaciones son sélo las leves adsptaciones que ocurren, como decimos, ineonscentemente. En contrasts, ctf Ja persona que tiene una personalidad definida, que seplica 2 1a actitud organizada en una forma que la conviere en ESPIRIFU, PERSONA ¥ SOCIEDAD 225 ‘una diferencia significante, En tal persona, el “yo es la fase mis importante de la experiencia. Esas dos fases que aparteen constan- ‘temente son las fases importantes de Ia persona * 26, LA REALIZACIGN DE LA PERSONA EN LA. SITUACION SOCIAL. Hay todavia otra fase dol desarrollo de Ia persona que es pre- ciso presentar més detalladamente: la realizacién de Ta persona en fa situacién social en Ta cual surge, He afirmado que 1a persona aparece en Ia experiencia esen- cialmente como vn “‘mi” con In organizacién de 1a comunidad 2 la que pertenece, Esta organizacién, por supuesto, se expresa en las doces pacticalares y en Ia especial situacién social del indivi duo. Este es un mismbro de 1a comunidad, pero ¢s una parte especial Ge le comunidad, con una herencia y una posicién especiales que Te distinguen de todos los demés, Es lo que es en cuanto miembro de dicha comunidad, y Jas materias primas de que nace ese indivi- dao especial no constituisian una persona, a no ser por la relaciém del individao con ta comunided de la cual forma parte. Asi, é tiene conciencia de si mismo como tal, y esto no slo en Ja cinda- denis politica, @ en a condicidn de miembro de grapos en los fue participa, sino también desde el punto de vista del pensamiento reflexivo. Es miembro de la comunidad de los pensadores enya lite- ratura lee, y 2 la cual puede contribuir con sus propios pensamien- tos publicados. Pertenece a una sociedad de todos los seres racio- rales, y la rcionalidad que identifica consigo mismo involuera un continuo interc:mbio social. La més amplia comunidad en la que st encuentra el individu, la que esti en todas partes, en todos y para todos, ¢5 el mundo del pensamiento en cuanto tal. Es miembro de ddicha sociedad, y es fo que es en cuanto tal miembro, EI hecho d2 que todas las personas estén constituidas por pro- cesos sociales, 0 en términos de ellos, y que sean reflejos individuates Ge ellos —o mis bien, de esa pauta de conducta organizada que ellos 52 Lop psilogos cntan, ca geet, de tos procor inveluerados on Lo qs dencotnbmos “percept pet han ome mayormente de Is expliacion Sele dei pau” Lp Wp pra bm pent, stclogls, placilmente gracae a putcego. Liz duocacones ben concentrada Feeeton bebe prises denostado cain sbslutareatefopdsmental ex et ‘Sede Soest di espa, Lo abe conaitaye ia peronaided rerde en em epee Seema daca ta lee miembros de on grupo ceupsdat ca un Proc cope ffuvor Es eau aided gue ha levado stat animal bumano intligene 226 GEORGE H. MEAD exhiben y que las personas aprehenden en sus respectivas estructu ras—, no es en mado alguno incompatible con el hecho de que todes Is personas individuales tienen su individuatidad pecufiar, su pro- ia pauta Unica, ni destruye tal hecho. Porque cada persona indi- vidual, dentro de ese proceso. si bien refleja en st estructure org- izada la pata de condueta de dicho proceso en cuanto un todo, lo hace desde su punto de vista particular y Gnico dentro de dicho proceso y, de tal modo, refleja en su estructura organizada un 25- pecto o perspectiva de toda esa pauta social de conducta, distinta de Ia que se refleja en [a esteuctura organizada de cualquier otra per- sona individual que existe dentro de ese proceso (asi como toda mé- nada del universo Ieibniziano refleja ese universo desde un punto de vista distinto y, por lo tanto, refleja un distinto aspecto o pers: pectiva de dicho universo), En otras palabras, 1a estructura orga- nizada de cada persona individual, dentro del proceso social de experiencia y conducta, refleja Iz pauta Ge relaciones organizadas de dicho proceso en cuanto un todo y esti constituids por dicha pauta Pero cada estractura de persona individual refleja un distinto aspec- to © perspectiva de esa pauta de relaciones, y esté constituida por «sa pawta, porque cada estructura refleja esa pauta de relaciones des- de su punto de vista nico: y, asi, el origen social y constitucién communes de las personas individuales y de sus estructuras no ex: cluye 1s existeneia de amplias diferencias y variaciones individuales centre ellas, ni conteadice Ia individualidad peculiar y ms o menos ‘owtintiva que cada una de ellas posee en realidad. Toda persona individual, dentro de una sociedad 0 comunidad social dada, re ficja en su estructura organizada toda Ia pauta de relaciones de ta conducta social organizads que dicha sociedad 0 comunidad exhibe © pone en prictia. y su estructura organizada esté constituida por el mencionado molée; pero puesto que cada una de esas personas indi 'duales refleja un aspecto o perspectiva distinto, nico, de esa ppaute en su perspectiva, desde su lugar 0 punto de vista particular ¥ Gnico dentro del proceso total de conducta social orgenizada que exhibe esa pauta —es deci, puesto que cada uno esté diferente o singularmente relacionado con ese proceso total y ocupa en él su propio foco, esencialmente nico, de relaciones—, Ia estructura de ‘ada uno esti constituida por esa pauta de un modo distinto det que esti constituida [a estructura de cualquier otro. E1 individuo, como hemos visto, reacciona continuamente con- tra esta sociedad. Cada adaptacién involucra algtin tipo de cam- bio en Ia comunidad a la cual el individuo se adapta. Y este cam- ESpIRITU, PERSONA ¥ SOCIEDAD 207 bio, es claro, puede ser muy importante, Témese 1a mis amplia co- munided que podamos presentar, a comunidad racional represen- tadz en ef Ilamrado raciocinio universal. Hasta una época relativa- ‘mente reciente, la forma de tal comunidsd era la de un mundo aris- totélico. Pero hombres de Norteamérica, Inglaterra, Italia, Alema- nia y Francis 2an cambiado considerablemente Ia estructura de ese mundo, introdaciendo una légica de relaciones miltiples en el lugar de la relacién aristotdlica de sustancia y atributo. Otro cambio fun- damental ha tenido lugar cn Ia forma del mundo, gracias a fa reac- cién de un indviduo: Einstein. Las grandes figuras de la historia provocsn cambios fundamentalisimos. Estos cambios profundos que se producia gracias a 1a accién de espiritus individuales, son silo la exprtsién extrema de los que se llevan a cabo continua- mente debido ¢ reacciones que no son simplemente Tas de ua “mi sino las de un "yo". Estos cambios tienen lugar gradualmente y mis 0 menos imperceptiblemente, Sabemos que cuando pasamos de un periodo aistérico a otro se han producido cambios fundamen- tales, y sabemos que tales cambios son debidos a las reacciones de los distintos individuos, Sélo podemos reconocer ef efecto final, peco las difereacias se deben a los gestos de los inniimeros indi duos que cambian realmente Ta situacién en que se encuentran, aun- aque los cambics especificos sean demasiado mindsculos para que los jdentitiquemos. Como he senalado, el ego 0 "yo" que es responsable pot los cambios de esa clase, aparece en la experiencia sélo después dde que ha tenido lugar su reaccién. Sélo después de haber pronun- ciado a palabr que estamos diciendo, nos reconocemos como Ia per- sona que la hz pronunciado, como esa persona particular que dice esa cosa particular; sélo después de haber hecho lo que vamos 2 hacez, tenemos conciencia de lo que estamos haciendo. Por muy cuidadosaments que planeemas el futuro, éste es siempre distinto de io que podemos prever, y este algo que continuamente incorpora~ mos y agregamos es [o que identificamos con la persona que aparece en el plano de nuestea experiencia sélo después de 1a completacién del acto, En algunos sentidos, es claro, podemos determinar qué esté por hacer la persona, Podemos aceptar ciertas responsabilidades por an- ticipado. Uno fiema conteatos y hace promeses, y se siente obli- gado por elloz, La situacién puede cambiar, el acto puede ser distinto de Io cue el individuo pensaba Llevar a cabo, pero esti ligado- al contrato gu: ha firmado. Tiene que hacer ciertas cosas a fin de continuar sienfo miembro de Iz comunidad. En los deberes de lo 228 GEORGE H. MEAD {que llamamos conducta raciomal, en auesira adaptscién a un mundo cen ef que prevalecen las leyes de La natursleza y la economia y los sistemas politicos, podemos analizar lo que ocuzzirh y seeptar Ja responsabilidad de lo que vamos a hacer, y, sin embargo, la peesona real que aparece en el acto espera a la completacién del acto mismo. Ahora bien, este acto vivo esel que nunca penetra dizectameate en 1a exprritncia reflexiva. Sélo después de que ha tesido lugar el ato, potemos apresarlo en nucstra memoria y ubiarlo en términos de Jo que hemos hecho. Podemos decir que es exe “yo” el que conti- nuamente estamos tratando de realizar, y de realizar mediante 1a conducta misma. Uno no fo tiene nunca completamente ante si ‘A veces alguien puede decienos algo sobre nosotros mismos de lo cual no teniamos concienda. Uno munca esti seguro de si, y se asombra a si propio con su conducta tanto como asombra a otras perconas. Ls posibilidades de nuestea naturaleza ess tipos de energia qve William James indicé con tanto placer, son posbilidades de Ia per- sona que estén més allé de nuestra captacién inmediata. No sabe- rmos que son, Obtenemos gran parte de nuestro gore con las nove- Tas, tas peliculas cinematogréfies, el arte, poniendo en liber. por lo menos en lz imaginscién, capacidadee que nos percenecen, © que queremos que nos pertenczcan, Los complejos de inferioridad ssurgen de [a existencia en la persona de necesidades que querriamos satisfacer; al no poder hacerlo, nos adaptamos a ellas mediante los Mamados complejos de inferioridad. Las posibilidades del “yo! cortesponden a To que realmente esti sueediendo, teniendo lugar, y son, en cierto sentido, Ia parte mis fascinadora de nuestra expe- riencia, Es on ellas que surge la novedad, y en ellas estin ubicados nuestros mas importantes valores. En cirto sentido, continuamente tbuscamos Ia realizacién de esa persona Hay variae formas en que podemos realizar esa persona. Puesto aque se trata de una persona social, es una persona realizada en su relacién con otras, Tiene que ser reconocida por otras, para tener los valores que quezemos que le pertenezcan. En cierto sentido, se realiza a si misma gracias 2 su superioridad con respecto 2 otros, del mismo modo que reconoce sus inferioridades cotejada con otros. Los complejos de infeiorided som las situaciones inversas 2 esos sentimientos de superioridad que alentamos con referencia a nosotros, cn contraste con las personas que nos rodean, Es interesante penetrar ca Ia propia conciencia intima y cncontrar aquello de lo eal tene- mos tendencia 9 depender para mantener nusstro aucorsespeto, Na- ESpIRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 229 turalmente, hay cimientor profundos y sélidos. Uno cumple con su palabra, hace frente a sus obligaciones; y ello proporciona una base para el respeto de si, Pero son caracteres que prevalecen en 1a mayoria de Jos miembros de 12 comunided con los cuales tenemos relaciones. Siempre fracasamos en ciertos puntos, pero en general somos gente que cumple con su palabra. Pertenecemos a 1a comu- nidad, y nuestro autorrespeto depende de que nos reconozcamos como tales individuos que se respetan a si mismos. Pero eso no nos basta, puesto que queremos reconocernos en nuestras diferencias con respeeco a las otras personas. Tenemos, por supuesto, una situa- cia econémica y social especifica que nos permite distinguir- ros de tal medo, También tenemos, hasta cierto- punto, posicio- nes, en distintes grupos, que nos proporcionan un medio de auto- identificacién, pet detris de estas cuestiones hay una sensacién de que existen cosas que hacemos mejor que otrar personas. Es ssumamente interesante estudiar estas superioridades, muchas de ellas triviales, pero de gran impostancia para nosotros. Podemos analizar las formas de hablar o de vestirnos, la capacidad para re- cordar, esto, aquello y lo de mis alli, pero siempre es algo en que nos destacamas de otras personas. Tenemos cuidado, es ¢laro, de no jactarmos nosotros mismos, Nos tomamos grandes trabajos para encubrit semejante situacién; pezo en realidad nos sentimos gran- emente complacidos. Entre los nifios y entre tas comunidades pri- mitivas, esas superioridades son exhibidas y Ia persona se jacta de elles; pero asimismo en nuestros grupos mas avanzados existen como formas esencisles de realizar la propia persona, y no se las debe identificar con Io que denominamios expresién de 12 persona egolsta o egocintrica, Una persona puede ser tan sincera como se cquira en materia de délares y centavos 0 esfuerzos, y puede ser sincera en su reconocimiento de los éxitos de otras personas y de ‘su complacensia con elios, pero eso no le impediré que goce con ‘sus propias Iubilidades y obtenga una satisfaccién especial de sus propios éxitos. ‘Esta sensicién de superioridad no representa necesariamente af tipo desagradable de cardcter asertivo, ni significa que la persona quiere rebajar a otros individuos a fin de conseguir una posicién iis elevada, Esa es la forma que tal realizacién de si mismo apa- renta tomar, para decir lo menos, y todos nosotros reconocemos esa forma, n9 simplemente como infortunada, sino como mis 0 menos morslmente despreciable. Pero existe una exigencia, una exi- sgencia constante, pata realizar la propia persona en alguna clase 230 GEORGE H. MEAD de superioridad sobre los que nos rodean. Aparece quizi mis defi- rnidamente en situaciones como aguellas a las que me he referide y ‘que son las cosas més dlificiles de explicer. Existe cierto placer en las desdichas de otras personas, especialmente de las que estén con- ‘entradas en torno de su personalidad, Encuentra su expresin en Jo que denominamos murmursciones, incluso murmuraciones ma- évolas. Tenemos que estar en guardia contra ellas, Podemos rela- cionar un acontecimiento con una pena real, y, sin embargo, siem- pre hay clerta satisfaccién en algo que le ha ocurrido a otra persona pero no a nosotros. Esta es la misma actitud que Ia invelucrada en la geacia de que alguien tropiece y caiga, En Ia risa que produce esa situacién, hay cierta liberacién del esfuerzo que no tenemos que hacer para levan- tarnos. Es una reaccién directa, una reaccién que subyace a lo que Hamamos conciencia de si, y el bumorismo de la misma no acom- pais al placer por los sufrimientos de Ia otra persona. Si una persona se quitbra wna pierna, podtmos simpatizar con ella, pero, en fin de cuentas, fué gracioso verla esparrancada en el suelo, Por asi de- cirlo, comenzamos a caer con ella y a levantarnos después de que haa caido, y nuestra teoria de Ia rss es que se trata de una liberacisa, de ese tendencia inmediata a sorprendernos en esas condiciones. Nos hemos identficade con Ta otra persena, adopradn an serirud Dicha actited involucra un intenso esfuerzo que no tenemos gue bhacer, y la liberacién de ese esfuerzo se expresa en risa. La risa es Ia forma en que el "'yo", por asi decirlo, reacciona en esas condi- ciones. El individuo probablemente pone manos a la obra pars ayudar @ Je otra persona a levantarse, pero hbo en Ta reaccién un elemento que se expresé en Tn sensaciéa de supecioridad de Ia per- sona que no perdié el pie con respecto a Ta que cayé en fa acera Poes bien, Ia sitvacién general no se encuentra simplemente bajo condiciones fisicas, sino que es igualmente evidente en la comuni- dad cuando una persona comete un faux pes; ab{ también tenemos In misma sensacién de diversion y superioridad. Quicro destacar en estos ejemplos Ia diferencia existente entre {a actitud ingenua del “'yo" y Ia actitud més complicada del “'mi". Uno se comporta con perfecta correccin, suprime su carcajada, st apresura 2 poner de pie nuevamente a Ia persona caida. Esa cs Ia actitud social del “'mi” en comparacién con la del “yo”, que goze con Ia situaciém, pero que goza, dicemos, en cesta forma inofensiva No hay nada de maligno en ello, y aun en las situaciones en que uno siente eierta satisfacciSn en enterarse de escéndalos y dificultades ESPIRITU, PERSONA ¥ SOCIEDAD 231 mis graves, hay una actitud que involucra el sentimiento de supe rioridad y qoe al mismo tiempo no entrafia malignidad alguna. Podemos tener sumo cuidado con Io que decimos, pero aun asi existe la actitud de Ia persona que en cierto modo se siente superior en fess condicion:s: no hemos hecho esa cosa embarazosa, nos hemos librado de ala. EI sentimiento de superioridad es magnificado cuando perte- rece a tna pirsona que se identifica con el grupo. Se agrava en nuestro patrictismo, en el que legitimizamos una afirmacién de superiotidad que no admitiriamos en las situaciones a que me be~ referido, Parece ser perfectamente egitim afirmar la superioridad dde Ia nacién a que uno pertenece, con respecto a las demis nationes; escribir Ia condueta de otras naciones con tintas sombrias a fin de destacar los valores de la conducta de los que componen nuestra propia nzcién, Y esto es iguatmente cierto en politica y religiém, fen la preferencia de una secta por encima de las demas, Esto ocups, tn ef primer reriodo, de Jas guerras religiosas, el Iugor de !as expre- siones de nacionalismo exclusive. Uno pertenecia 2 un grupo supe- rior a todos fas otros, y podta hacerse valer confiadamente porque tenia a Dios ce eu parte, Abi encontramos una situaciGn en la cual parecia ser perfectamente legitimo afirmar esa clase de superioridad gue seompaia 2 la conciencia de si y que. en cierto sentido, parece ser extncial para la conciencia de si, Naturalmente, ella no se limita al nacionalismo y al patriotismo. Todos creemos que el grupo en {que nos encontramos es suptrior 2 todos los dems grupos. Podemos tunimos a los miembros para un chismorzeo que con cualquier otra person 0 cuslquiee otro grupo seria imposible. El liderazgo, por supuesto, desempeiia su papel, puesto que el entusiasmo por los que tienen una posicién elevads entre nosotros nos ayuda a la organiza cidn del grape; pero, en conjunto, dependemos de un reconocimien- to comin de gue los otros no son tan buenos como nosotros. El sentimento de superioridad de grupo st explica en general en términos de Is organizacién del grupo. Los grupos sobrevivieron en el pasado en Ja medida en que se organizaron contra wn enemigo comin, Se mantienen geacias a que hon actuado como una unidad ccontta ef enemigo comiin: tal es Ia explicacién desde el punto de vista de In supervivencia del mas apto, de la comunidad que esti orgenizada mas satisfactoriamente, Por cierto que es la forma mis sencilla de reunirse, y puede que sta una explicacién adecuada, SSi uno posee una legitima superioridad, se trata de una supe- rioridad que descansa sobre Ia ejecucién de funciones definidas. Uno 232 GEORGE H. MEAD sun buen cirnjeno, un buen zbogado, y putde enorgullecerse de ‘su superioridad, pero es una superioridad de a cual hace uso. Y cuando 1a emplea realmente en Ta comunidad a Is qu: pesteneee, ella pisrde el elemento de egoismo en que pensamos cuando pensamos fn una persona que se jects simplemente de so suptrioridad sobre alguna otra. He estado poniendo el acento en el otto aspecto, porque 2 veces To encubrimos en nuestra experiencia, Peco euando el stati- riento de superioridad se incorpora a una expresién funcional, en- tonees se hace, no solamente legitimo, sino que es la forma en que tos individuos cambian Ias situaciones en que viven. Cambiamos las cosas gracias a las capacidades que tenemos y otras personas no tienen. Tal capacidad es la que nos torna efieaces. La actitud inme- diata Heva en s{ un sentimiento de superioridad, de mantener 1a persona. La supetioridad no es la meta que tenemos 2 a vista. Es un medio para la conservacién de Ja persona. Tenemos que guimnos de otros, y ello se logra haciendo algo que los demis no pueden hacer 0 no pueden hacer tan bien. Abora bien, poder aferrarnos 2 nosotros mismos en nuestras peculiaridades es algo encantador. Si se toma simplemente en la forma tosca de la persona que alardea de si, entonces queda en ex- hhibicién un aspecto desagradable y bajo. Pero si es una expres ‘ue se incorpora a las funciones que sostiene, entonces pierde ese cardcter. Suponemos que tal seré el resultado definitivo de las expre- siones de macionalismo. Las naciones tendrian que estar en condicio= nes de expresarse en la forma funcional en que lo hace el profesional. En la Liga de las Naciones se encuentra el comienzo de tal organi- zacién. Una aacién reconoce ciertas cosas que tiene que hacer como miembro de una comunidad de naciones. Incluso ¢ sistema de man- datos pone por Jo menos un aspreto funcional en la accidn de Ia irigente, y no un aspecto que sea meramente una expresién de poserio, 27. LAS CONTRIBUCIONES DEL "Yo" Y EL “si” He estado tratando de distinguir entre el “yo” y el "mi" como fases distintas de la persona, E1""mi, decimos, responde a las actitu- des organizadas de los otros, que nosotros asumimos definidamente, y que, en consecuencia, determinan nuestra conducts en la medida cen que ella es de un cardcter autoconsciente. Y bien, el “mi puede ser considerado como dador de la forma del "yo". La novedad apa- ESPlRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 233 rece en Ia accion del "yo", pero la estructura, la forma de la persona, es convencional Esta forn's conventional puede str reducida a un minimo. En la actitud del artista, donde hay creacién artistes, el énfasis puesto sobre el elemento de novedad es llevado al limite, Esta exigencia de lo no convencional es especialmente advertible en el arte moderae, En él se supone que el artista debe apartarse de ta convencién: se cree que una parte de la expresi6n artistca reside en Ta ruptura con Ia convenciéa, Naturalmente, tal actitud no es esencil para Ia funcion antistica, y ptobablemente jamés ocurre en la forma extrema en que tan freceentemente es proclamada. Témese 2 ciettos artistas del pasado, En el mundo griego los artistas eran, en cierto sentido, los supremos artesanos. Lo que ellos debian hacer era mis o menos cstablscido per Ia comunidad y aceptado por ellos, como, por ejem- plo, la expresién de las figuras heroicas, de ciertas deidades, la erec~ cién de los temptos. Las reglas definidas eran aceptadas como esen- ciales para Ia expresién. Y sin embargo el artista introducta en éta Ja originalidsd que distingue a an artista de otro, En el caso del artista, el énfusis en Jo que es anticonvencional, en lo que no esté en fa estructura del “'mi", es levado tan lejos, quizé, como s lo puede llevar [Ese misrco énfasis aparece también on ciertos tipos de conducta impulsiva. La conducta impulsiva es conducta no controlads. La estructura de) “mi” no determina en dicha conducta la expresién del “yo! Si usamos una expresién freudiana, el “mi” es en cierto sentido un cinsor. Determina la clase de expresién que puede tener logar, prepara el escenario y da el pie. En el caso de Ia conducta impulsiva, eta estructura dal “mi” jnvolucrada en la situacién no proporciona tal control en ninguna proporcién semejante, Té- rmese la situacién de [a afirmacién de si, en que la persona se hace valet simplemente sobre otros, y supéngase que la tensién emo- cional es tal que son dejadas de lado las formalidades de ta core social en la zonducta legitima, de modo que la persona se expres violentamente, En ese cas0, el “mi” es determinado por Ia situaciéa. Hay ciertos sampos reconocidos dentro de Ios cuales puede hacecse valer un individuo, ciertos derechos que le corresponden, dentro de cs0s limites. Pero que Ja tensién se torne demasiado grande, y los limites no son observados 7 el individuo se hace valet quizas en tuna forma violents. Entonces e! “yo” es el elemento que domina sobre el “ini”. En lo que consideramos circunstancias normales, 1a forma en que acta un individuo es determinada por su adopcién de 24 GEORGE H. MEAD Ia actitud de los otros del grupo, pero si al individuo no se le con- cede Ia oportunidad de elevarse en comparacién con Is gente, como no se le concede a un niiio a quien se Je niegan relacionts con otras personas, entonces se produce una situacién en que Ia reaccién 20 es controlada. EI control social ™ es 1a expresiéa del “mi” en comparacién con la expresin del “yo”. Establece los limites, proporciona la determinaciéa que permite al "yo", por asi decitlo, emplear el ‘mi como el medio para llevar a cabo la empresa en que todos ‘estin interesados, Donde las personas son mantenidas fuera o més alld de esa clase de expresién organizads, surge una situacién en que el control social esti ausente, En Ia psicologia colectiva més 0 me- nos fantéstica formulada por Freud, los estudiosos encaran {a vida ee- xual y Ia afirmacién de sien sus formas violeatas. La situacién cormal, empero, involucra una reaccién del individuo en una situa ci6n socislmente determinada, pero a la que él aporta sus propias reacciones como un “yo". La reaccién, en la experiencia del indi- viduo, es una expresién con Ia cual so identifica la persona. Es icha reaccién La que Je eleva por encima del individuo instivucto- nalizedo. _Como he dicho antes, una institucién, después de todo, no es mis que una arganizariém de artimdes que todos llevamor adenteo, las actitudes organizadas de los otcos, gue controlan y determinan la conducta. Puts bien, este individuo institucionalizado es, 0 debe- ria ser, el medio por ef cual el individuo se expresa a si mismo a su manera, porque tal expresién individual es lo que se identifica con Ja persona en los valores esenciales a ésta y que surgen de ésta, Hablar de esos valores como surgidos de la persona, no les confiere el cardcter del egofsmo, porque en las condiciones normales a que nos referimos, el individuo hace su contribucién a una empresa comin. El jugador de béisbol que efeetiia una jugada brillante, est hraciendo el juego que le exigen los nueve del equipo a que pertenece, Juega para su bando. Por gupuesto, un hombre puede jugar para Ja galeria, puede tener mas interés en hacer una jugada brillante que en ayudar a los nueve a ganar, asi como el cirujano puede llevar a cabo wna operacién brillante y sacrificar al paciente, Pero en condi- [Sobre ot tome de) conto social wiam “The Geass of he Salt an Social Centres Inemetonaldounel of Ethics, OSV (1924033). FF secttoy (199941900). glee Nery ses Pos Bnchlegy of Bos Fonce™ Bt, XX (1817-199, mie 379 Faw] TEP EspIRITU, PERSONA ¥ SOCIEDAD 235 ciones normale, Ia contribueién del individuo recibe su expresén én Ios process sociales involucrados en el acto, de modo que ta agregaciéa de los valores 2 la persona no representa egoismo. La fora situacién en que [a pezsona, en su expresiéa, explota en algin sentido al grupo o sociedad al cusl pertenece, es Ia situacibn estable- cida por una persona extrecha, por decile asi, que se aprovecha de todo el grupo para buscar su propia saisfacidn, incluso tal pet- sona es ina ctstién sovial. Distinguimes muy definidamente entre cl hombre egoista y el hombre impulsivo. El hombre que pierde los tstribos y deriba a otro puede ser un hombre sumamente zbnegado. No es nectsariamente una persona que utilice cierta situacién con vistas a sus propios intereses. Este timo caso involucra 2 una per- sona estrecha que no se relaciona con el grupo cocial det que forma parte, Los valores se agregan’ definidamente 2 esa expresiGn de Ia per~ sana que es y Jo que es peculiar a la persona es lo que éstz Hama suyo YY, sin embargo, ese valor reside th I Stacia scl y no exists aparte ce ells. Bs a eontrbucién Gu indvidue ls stunién, nun cbando el valor proveleza sso tn fa stain soc. Por dato que busamos encase de exprsin gue es Ia expre- sién desi momo. Cuando un individeo since seormlado, rco- owe nen de Topne wna ituacion em gto fe presente una Gportunidad pora haces st contibucén ala empress, ¥ no simple- stone prs sei” convinconalizao. Ep una persona que lea Fadguiva y's exigencn de gue tl tipo de abajo de eatna ocupe Brogan en ed preeo social tral Naturlmente, exit cit pro- Sovlén de wedaders sud mental y fk, una pare esencialisina Bel vids do uno invelucrada en Ta efeucién de tabajo ratinaco Uno parde ney bien compli de un modo mis 0 menos mecénico ton eertesproesos en que su contribcine sumamente peau, } encontrar en mejor stucin grasa ello, Hombres come John Swot Mit Fon poe lear a cabo tarsse retinas durante cto parte del dia y luego dedicarse al trabajo ori 1 por el resto de Tr jonads, Una pesona gue no puede acer ceta camtidad de trabajo esecotipad, no es un indivduo sano. Tanto la salad de suo como Tn estailidad dela eoiedad exigen vza enti inecdnia in considerable de tal trabajo, La reaccién a la indust cexige simplemente [a restricién del tiempo dedicado a ella, pero 236 GEORGE H. MEAD no involuera su abolicién total. Ello no obstante, y admitiendo esto, debe de haber alguna forma en que el individuo pueda ex- presarst, Las situaciones en que es posible lograr esta clase de ex- resign parscen str espécialmente preciases; me refiero a las situa- ciones en que el individuo queda en condiciones de hacer algo por su cuenta, en las que puede hacerse cargo de a responsabilidad y evar a cabo cosas a su modo, con uns oportunidad para pensar sus propios pensamientos, Esas situaciones sociales en que Ia estruc- tura dal “mi”, por el momento, es tal que el individuo recibe una oportunidad pata esa clase de expresién de 12 persona, proporcio- nan algunas de las experiencias més excitantes y placenterss Dichas experiencias pueden tener Inger en una forma que re- presente degradacién, o en una forma que constituye 12 aparicién de valores més elevados. La chusma proporciona una situacién en que el “mi” es tal que, simplemente, respalda y acentila |2 clase més violenta de expresién impulsiva. Esta tendencia esta profun- damente arraigada en Ia naturaleza humana. Resulta sorprendente la proporcién del “yo” de fos enfermos que esti constituida por las nartaciones de asesinatos. Por supuesto, en el relato mismo es Ja bisqueda del asesino Jo que representa cl punto focal del interés; pero esa busqueda lo retrotrae a uno a Ia actitud de venganza de la comunidad primitiva, En la narracién de crimenes uno tiene al verdadero asesino, lo persigue y To leva ante 1a justicia, Tales ex- presiones pueden fnvolucrar degradacidn de [a persona. En sirua- cones que representan Ia defense de un pais, puede prevalecer una actitud de populacho 0 una actitud moral suimamente clevada, segin cl individuo. La situzcién en que uno puede abandonarse, en que Ja estructura misma del “mi” abre Ia puerta al “yo”, es favorable para la expresién de si, Me refiero a Ia situacién en que uno putde sentarse junto 2 un amigo y decirle lo gue piensa acsrca de otto individuo, Abandondndose de ese modo, se obtiene satisfccién, Lo que en otras cicunstancias uno no diria ni se permitiia siquicra pensar, es dicho en ese caso con toda naturalidad, Si uno integra un 1p0 que piensa como uno, entonces puede Hegar a extremos que ndan a Ia persona misma, En la mencionads situacién, el sta definidamente constituido por las relaciones. sociales Abord bien, si tal situacién abre Ia puerta a la expresién impulsiva, uno obtione una satisfaccidn especial, elvada o baja, In fuente de "aml el valor que se agrgs a a expreiin Gel “yo ene pr ESPIRITU, PERSONA ¥ SOCIEDAD 2 28. LA CREATIVIDAD SOCIAL DE LA PERSONA EMERGENTE Hemos estado snalizando el valor que se concentra en torno Ja persona, especialmente 1 involucrado en el “yo”, en compara in con el involversdo en el ‘mi’. El “mi” es esencialmente un miiembro del grupo social y representa, por lo tanto, el valor det grupo, Is clase de experiencia que el grupo hace posible. Sus valores son los valores que pertenecen a la sociedad. En cierto sentido, rales valores son supremos, Son los que en ciertas condiciones morales yy riligiosas extremas exigen el sacrificio de 1a persona en bien del conjunto. Sin esa estructura de cosas, la vida de la persona s2 tor- aria imposible. Tales son las condiciones en que surge esa ap2- rente paradoja: Ia de que el. individuo se sucrifica por el todo que hhace posible su vida como persona. Asi como no podria haber con- ciencia individual sino en un grapo social, asi cl individuo, en cierto sentido, no esté dispuesto a vivir en determinadas condiciones ‘que involucratian ef svicidio de Ia persona en su proceso de reali- zacion. En contraste con esa situacién, nos hemos referido 2 los valores que acompaian al “yo"” més especialmente que al “mi”, los valores que se encuentran en la actitud inmediata del artista, ¢l inventor, el hombre de cieneia en su descubrimiento: en general, en la accién del "yo" que no puede ser caleulada y que representa tuna reconstruccién de 1a sociedad, y, por lo tanto, del “mi” que pportenece a dicha sociedad. Es la fase de 12 experiencia que se en- ‘euentra en el "yo", y fos valores que la acompafian son Ios corres- ‘pondientes a ese tipo de experiencia en cuanto tal. Estos valores no son peculiares al artista, al inventor y al descubridor cientifico, sino que correiponden a la experiencia de todas las personas en que existe un "yo" que responde al “mi”. La resccién del "yo" involucra adsptacién, pero una adapta- cién que afecta, no sSlo a Ia persona, sino también al medio social que ayuda a constituir 2 la persona; es decir: involwera un punto de vista de Ja evolucign en el cual el individuo afecta a su propio medio al mismo tiempo que es afectado por (ste. Una explicacién die Ia evolucign, corriente en un périodo anterior, suponia simple- mente el efecto de un medio sobre el protoplasma vivo organizado, amoidindolo en algin sentido al mundo en que tenia que vivir. Segiin ese parto de vista, el individuo es realmente pasivo en rela- cidn con las influencias que fo afectan constantemente. Pero ahora fs preciso recenacer que el caricter del orgenismo 5 un determinan- 238 GEORGE H. MEAD te de su medio, Hablamos de la simple sensibilidad considerindola cxistente por si misma, olvidando que s¢ trata siempre de una sen- sibilidad a ciettos tipor de estimalos. En términos de su sensibilidad, 1 individuo escoge un medio, no exactamente en ef sentido en que una persona lige una ciudad o un pais o un clima especial pera vivir, sino en el seatida de que encuentra las caractristicas a las que puede reaccionar y emplea las experiencias resultantes de modo de obtener ciertos resultados orgénicos que Je son esenciales para eu proceso vital costinuado, Por lo tanto, en cierto sentido el organismo establece su ambiente en términos de medios y fines. Ese tipo de deter- minacién del ambiente es, por supvesto, tan real como ef efecto del ambiente sobre la forma. Cuando una forma desarolla la capa- cidad —de cualquier modo que ello suceds— de hacer freate a partes del medio que sus progenitores no podisn encarar, ba crea- do, en exe grado, un nuevo medio para si, El buey que Srgano digestivo capaz de tratar la hieeba como un alimento, agresa un nuevo alimento, y, al hacerlo, agroge un nuevo objeto. La sus- tancia que no era alimento antes, se convierte ahora en él. El medio de la especie se hs ampliado, El organismo, en un sentido real, e& minante de su medio, Se trata de una situacién en que hay y una adaptacién que cambia a Ia especie debe, también, cambiar el medio. ‘Cuando el hombre se adapta a cierto medio, se convieste en un individuo distinto; pero al hacerse un individuo diferente, ha afec- tado ala comunidad en que vive, Podeé tratarse de un ofecto leve, pero en la medida en que se he adaptado, las adaptaciones ban cambiado la clase de medio ante el cual puede reaccionar, y, en ceasecuencia, el mundo es un mundo distinto, Siempre existe una relacién mutua entet individuo y la comunidad en que el individu vive, Nucstro reconorimiento de tal cosa, en condiciones corrientes, se Himita a grupos sociales relativamente pequefios, porque enton- ces un individvo no puede ingresar en el grupo sin cambiar, en cierto grado, el carécter de a organizacién, La gente tiene que adaptarse a él tanto como él se adapta a ella, Puede ello parecer el ‘moldeo del individuo por las fuerzas que le rotcen, pero, del mismo ‘modo, Ia sociedad cembia en ese proceso, y se convierte, hasta cierto punto, en una sociedad diferente. El cambio puede ser deseable © indeseable, pero tiene lugar inevitablemente Esta relacién del individuo con la comunidad se torna evidente cuando obtenemos espiritus que con su advenimiento hacen de Ia sociedad mds amplia una sociedad palpablemente distinta. Las per- ESPIRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 29 sonae de gean espititu y gram caricter han cambiado notoriamente Ins comunidades frente a Jas cuales reaccionaban. Las llamamos dici- gentes, Tideres, etc., pero ellas no hacen mis que llevar a 1a ené- sima potencia se cambio de la comunidad que leva a cabo el individuo que se convierte en parte de ésta, que pertenece a ella *, Los grandes caracteres ban sido fos que, siendo lo que eran en Ia comunidad, hideron que ésta fuese distinta, Han agrandado y en- riguecide 2 1a comunidad. Figuras como Jos grandes personajes religiosos de Is historia han sumentado enormemente, por su inter- jembros, el tamaiio posible de [2 comunidad misma. Jess generalizé la concepcién de la comunidad en términos de la familia, en une afirmaci6n como la del projimo de las parébolas, Inclaso el hombre que se encuentra fuera de Ia comunidad adop- tard ahora hacia Gsta Ja actitud familiae generalizada, y hard que fos que de tal modo se ponea en eelacidn con # se conviertan en miembros de 12 comunidad a la cual él pertenece, ta comunidad de tuna religién universal. El cambio de la comunidad gracias a la actiud del individuo se hace, es claro, especialmente impresio- nante y eficaz en Ia historia, Hace que los individuos se des- taquen como simbélicos, Les individuos representan, en su rela cida personal, an nuevo orden, y luego se tornan representantes de la comunidad :al como ésta podria existir si estuvitse plenamente desarrollada sepin los Tineamientos que ellos iniciaron. Las nuevas concepciones han traido consigo, por mediacién de tos grandes individuos, acttudes que han ampliado de manera enorme el am= biente ea que sllos vivian, Un hombre que es un projimo para cualquier otto del grupo es un miembro de una comunidad mayor, yy en Ia medide en que vive en tal comunidad ha ayudado a crear sa sociedad, En tales reiciones del individuo —del “'yo"—, en compara- cion con Ia situacién en que el “yo” se encuentra a sf mismo, tienen 23 La conduca de un geabo ett sorslmente condicionads, tat como lo sth la de ur incivcee covrenes y ue conseeuconce son rosulados de etinalon focal —o taccones a eleg—, lo evomo. que lat el in esi, como dl indvidce connte, seve desde) punto de vist det grape social Sgevissdo al que perenee 7 deine acticudes de ese geupo hava ceslquier em Sika dads en gui oausl wea iovoluerader rewcgna + cm acitadgeneal 2ISe dl erape per medio de ana acted provia, defini, hada la area EX Comy fp hace" individaa comin, Pero es seit cefiniga com que re Ss Seiued genenliznds €l propo, es Eni y original en el cio de geal Tate que tcoer ao ovuret ene cro de indlidve cocsiene: + c= gingal ‘Prongivoidad de rescelon + ls stuscidn socal 0 preblea o tren dades —aur fo cbsante, condonan en condueta dl mismo modo que lo hacen con Ts del Tnaividue sorsents- soe fo que ditiaguen al aio del individvo coma 240 GEORGE H. MEAD lugar los cambios sociales importantes. Fescuentemente hablamos de éstos como expresiones del genio individual de ciertas personas No sabemes cwindo legarén el gran artista, el gran hombre de cien- ia, el estadista, ef divigente religioso: las personas que tendrin un efecto formative sobre Ia sociedad a la eval pertenccen. La defini- cién misma del genio st apoyaria en algo parecido a To que m: he «estado refiriendo, a esa cvalidad incalculable, a ese cambio del medio por parte de ua individuo gracias a que él mismo se convierte en un miembro de ls comunidad, * Un individuo éel tipo de que hablamos surge siempre con refe- rencia a una forma de sociedad u orden social que tiene existencia implicita pero no adecuadamente expresada. Témese el genio relic givso, como Jesis o Buda, o ef tipo reflexivo, como Sécrates. Lo que les ha conferido si importancia Gnica es que han tomado In actited de vivir con referencia a una sociedad mis amplia, Ese estado més extenso era un estado que ya estaba mas o menos impli- ito en tat instituciones de Ja comunidad en que ellos vivian Tal individuo diverge del punto de vista de lo que Hlamariamos Jos prejucios de Ia comunidad; pero, en otro sentido, expresa los principios de la comunidad més completamente que cualquier otto. Asi surge Ta situacién de un ateniense o un hebreo lapidando al senio que expresa los principios de stt propia sociedad. uno el prin- cipio de 1a racionalidad, el otro el principio de La completa condi cién de préjimo. Et tipo a que nos referimos es un genio de esta clase, Existe una situacién andloga en el campo de Ia creacin artis tica: Jos artistas también revelan contenidos que representan una expresién emocional mas amplia, que responde a una sociedad més amplia, En el grado en que hacemos distinta a Is comunidad en aque vivimos, en ese grado tenemos todos lo que es esencial al genio. ¥ Io que se convierte en genio cuando los cambios son profundes La reaecién del “yo” puede ser un proceso que involucre una degradacién del estado social asi como una integracién superior. ‘Téomese ef caso det populacho en sus distintas expresiones. Un po- pulacho es una organizacién que ha elimiaado ciertos valores que prevalzcian en Ia interrelacién de los individuos entre si, una orga- nizacién que se ba simplificado a si misma y que, al hacer tal cosa, bs hecho posible permitir al individuo, especialmente al individuo reprimido, que obtenga una expresién que de otro modo no Ie podria permitir. La reaccién del individuo es posibilitads por la egradacién de Ja estructura social misma, pero ello no arrebata el valor inmediato al individuo que surge en tales condiciones, Este ESPIRITU, PERSONA ¥ SOCIEDAD 241 recibe so reaccién emocional de la situaciéa, porque en su expresin de violencia hive Yo que los demés, El conjunto de fa comuni hace Jo mismo, La represién que existia ha desaparecido, y él forma tun todo con fa comunidad y ésta un todo con él, Una ilustracién de un caricter mas trivial se encuentra en nuestras relaciones per- sonales con Jot que nos rodean. Nuestros modales no eélo son mé- todos de relaciones entre las personas, sino también formas de pro- tegernos [os unos de los otros. Una persona, por medio de sus ‘modales, puede aislarse de manera de no ser tocada por nadie. Los ‘modales proporcionan una forma de mantener a la gente a distancia, a la gente qu no conocemos y no queremos conocer. Todos em- ppleamos procesos de esa clase. Pero existen ocasiones en que dejamos de iado al tigo de modales que mantiene a Ja gente a la distancia de wn brazo, Encontramos, en un pais distante, al hombre con quien quizi, en nuestra patra, tratarlamos de no encontrarnos ¥ casi nos atrarcamos los brazos abrazindolo, Existe una gran pro- pporcién de jbito en las situaciones involucradas en la hostlidad de otras naciones; todos parecemos una sola persona contra un fenemigo comin; Jas barrtras caen y expérimentamos una sensacién social de camaraderia hacia los que estén junto a nosotros en una empresa comin. Lo mismo ocurre en una campaia politica, Por «1 momento extendemos una mano amiga —y un cigarro— a eual- ‘quiers que sei miembro del grupo al cual pertenecemos. Nos libra- mos, en tales citcunstancias, de ciertas restrcciones, restrcciones que realmente nos apartan de las experiencias sociales intensas. Una persona puede see victima de sus buenos modales; éstos, pueden consttefrlo al mismo tiempo que lo protegen. Pero en las condi- ciones a que me he referido, una persona sale fuera de si, y, al asi tracerio, se convierte en miembro definido de una comunidad mayor aque aquella : [a que pertenecia prevismente. Esta experiencia ampliada ejerce una profunda influencia, Es Ja clase de experiencia que tiene el ne6fito en Ta conversién. Es la sensacién de pertenceer a la comunidad, de tener una relacién f ma con una cantidad indefinida de individuos que pertenecen al grupo. Se trata de Ja experiencia que subyace tras los extremos 2 vects histirios que se dan en las conversiones. La persona ba Jngresado en la comunidad universal de ia Iglesi, y la experiencia resultante ex la expresién de esa sensacién de identficacion de Ia ‘persona de uno con todos los demas de la comunidad. El sentido del amor es demostrado por procedimientos tales como al lavado de los pies de los Ieprosos: en general, por la biisqueds de una persona que 242 GEORGE 4. MEAD esti sumamente alejada de fk comunidad para bacerle Inego un sa- crificio aparentemente servil, identifieando completamente 1a per sona de uno con aquélls, Exto equivale a un proceso de derribar los zmuros, de modo que el individuo sea un hermano de todos. El santo redieval elabors esa tdcnica de identificarse con todos los seres vi- vientes, como lo hizo 1a téenica ecigiosa de la India, Este abati- rmiento de las barreras es algo que provocs wna oleada de emociones, porque pone en libertad um cantidad indefinida de posibles con- actos con ottas personas, contactos que han sido reprimidos, re- feenados. El individuo, al ingresar en esa nueva comunidad, gracias al paso dado al convertirse en micmbro, gracias a sa experiencia de identificacién, se ha incorporado el valor que pertenece 2 todos los miembros de esa comunidad, Tales experiencias som, «s claro, ée inmensa importancia, Las empieamos continuamente ea lz comunidad. Censutamos la acti- tud de hostilidad en cuanto medio de llevar a cabo las interelaciones de Jas naciones, Sentimos que tendrizmos que superar los métodos bélicos y diplomaticos y Ulegar a alguna clase de relacién politica de las naciones entre si, en la que puedan ser consideradas como miem- bros de una comunidad comiin y, asi, quedar en condiciones de expresarse, no en una actitud de hostiidad, sino en términos de sus valores comunes. Esto es lo que postulames como ideal de una Liza de jas Naciones. ‘Tenemos que recordar, empéro, que no podemos fandar auesteas instituciones politicas sin provocar [as hostilidades dde partidos, Sin partidos, no podriamos hacer que una fraccién de Jos votantes Hegase hasta lés uraas para expreserse en punto a pro- Dlemas de la mayor importancia piblica, pero podemos inscribir 4 una parte considerable de 1a comunidad en un partido politico dque lucha contra algiin otro partido. El elemento de ta lucha es df que mantiene el interés. Podemos atracr el interés de una can- tidad de gente que quiere derrotar al partido opositor, y hacerla Hogar a las wrnas con ese fin. La plataforma del partido es una abstraccién, naturalmente, ¥ no significa gran cosa para nosotros, puesto que en realidad dependemos psicoldgicamente del funciona~ Iiento de egos impulsos mis barbaros 2 los fines de mantener en ‘marcha nuestras instituciones corrientes. Cuendo nos oponemos 2 las organizaciones politicas corrompidas, deberiamos acordarnos de sentir cierta gratitud hacia la gente capaz de atraer el interés del purblo hacia Ia cosa publica. ‘Normalmente dependemos de las sitvaciones en que la persona std en condiciones de expresarse en forma directa, y no hay situacién ESPIRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 243 en que In persona pueda expresorse tan ficilmente como contea el fenemigo coma a los grupos con Tes cuales ella esté unida. El himno aque nos acude al expicita con més frecuencia como expresivo del cristanismo es “Adelante, Soldados Cristianos"; Pablo organizé la Iglesia de su tiempo contza el mundo de paganos: y Ia “Revelacién” representa ala comunidad ance el mundo de la oscuridad. La idea de Satin ha sido ton esenial par Ja organizacién de la Iglesia, como la politica lo fué para Is organizacién de Ia democracis, Hubo algo contra To cual lucher, porque la persona se expresa a si misma con mis facilidad :uando s2 une avun grupo defini. El valor d: ana sociedad ordenada es esencil para nuestra exis- tencia, pero también tiene que haber campo para una expresién del individuo mismo, si se quiere que exists una sociedad satisfactoria- ‘mente desarrollada. Mientras no tengamos una estructura socal en la aque wn individuo pueda expresarse como 10 hace el artista y el ientifico, habremos de recaee en la clase de estructura que se en- éaenéra en el populacho, en el que todos estin en libertad de ex: presaree contrs agin objeto odiado por el grupo. Una diferencia entee Ia sociedad humana primitiva y la soci dad humana dvilizada consiste en que, en aguélla, Ia persona indi dual estd macho mis completamente determinada en relacién con su pensamiento ¥ sv condueta, por Ia pauta general de ta actividad social orgaaizida llevada a eabo por el geupo social al que perrenece, de fo que lo exti en Jz sociedad bumana civilizada. En otras pala- trae la sociedad bumana primitiva ofrece mucho menos imbito para la individualidad —para el pensamiento y Iz conducta originales, Sinicos 0 creadores por pare de Ia peesona individual que se encuen- tea dentro de slls o pertenece a ella— que Js sociedad humana ci lizada; y por cierto que la evolucién de ésta a partir de ta sociedad Inumana primitiva ha dependido mayormente de wna liberacin social pprogresiva de la persona individual y de sa conducta —o resultado Ge ela, con las modificacones y complicaciones del proceso social Inmano que han seguido a dicha libeacion y sido posibilitadas por ella, En fa sociedad primitiva, en macho mayor medida que en la sociedad civilizada, la individualidad esté constituida por una conse- cucién mis o menos perfecta de un tipo social determinado —un tipo ya dado, indieado o ejemplifcado en la pauta organizada de Ja conducta cecal, en la estructura integrada de relaciones que el ‘grupo social dedo exibe y pone en prictic; en Ia sociedad civlizada Ia individualidad esta constituida més bien por el apartamiento —o por Ia constcucién modifieada— del individuo de eualquier tipo 244 GEORGE H. MEAD soci! dado, que por su conformided, y tiende 2 ser algo mucho mis sistnciva y singular y peculiar que en la sociedad humana primitiva. Pera incluso en las formas mis modernas y més alcamente evolu- sionadas de Ia ci iuo, por original y creador que pueda ser en su pensamiento o conducts, siempre y ne- cesariamente adopta una relacién definida hacia le pauta general organizada de la experiencia y Is actividad que se manifiesta en el proceso social vital en el que él se encuentra involuerado y que ca- rcteriza a este proceso: y, ademis, en la estructura de su persona © pertonalidad refleja dicha pauca, de 12 cual su persona o perso- salidad 63, csencialmente, una expresion 0 comporizacién creadora Ningén individuo tiene un espiritu que funcione simplemente en si niismo, aislado del proceso vital social en el cual ha surgido o det cual ha emergido y en el que, en consecuencia, 1a pauta de la con- Gacta social organizada ba quedado bisicamente impress, 29, COMPARACION ENTRE LAS TEORIAS INDIVIDUALISTA Y SOCIAL DE LA PERSONA Las diferencias entre el tipo de psicologia social que hace surgit Iss personas de los individees del proeso cocisl en que ollos estén involucrados y on el que interactéian empiricamente entre si, ¥ el tipo de psicologia social que, en cambio, hace surgir ese proceso de las personas de los individuos involucrados en él, son claras. EL primer tipo supone un proceso social u orden social como precon- dicién I6gica y biolégica para 1a aparicién de Tas personas de los corganismos individuales involuerados en ese proceso o pertenecien- tesa ese orden. El otro tipo, por el contrario, supone a las personas individuales como Ios presupuestos fogicos y bioldgicos del proceso social u orden denteo del cual interactian, La diferencia entre las teorias sorial e individual del desarrotlo al espiritu, de la prssona y del proceso social de la experiencia 0 conducta es andloga a la diferencia existente entre las teorias evo- lucionistes y contraetuales del estado, tales como fueron sostenidas en el pasado por los racionalistas y los empiristas *, Esta Gltima teoria Hiscesment, tata tor saonglnas como los empirias etin compre: hs inrpeonion fa peta termicor Gl indicidue (1981) tar ouas pesca exicen tan como nototre; pats set MBB peta 408 eee soe prs (1988). “Ey pues epurac a con ie tant come nosotts, Nauceexperinda cenit en Is som fo como owo08 (WS) e ESPIRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 245 soma a los inditiduos y sus experiencias individuates —espititus ¥ personas indivicuales-— como l6gicemente anteriores al proceso s0- tial en que estén involucrados, y explica la existencia de ese proceso social en términos de ellos; en tanto que la primera toma el proceso social de Ja experiencia o Ja conducta como légicamente previo a los individuos y svs experiencias individuales, y explica ta existencia de éstos en téeminos de ese proceso social. Pero el dltimo tipo de teorfa no puede explicar lo que es tomado como légicamente previo, no puede explicar la existencia de espiritus y personas; en tanto que ‘d primer tipo ce teoria puede explicar aquello que toma como légi- camente previo, es decir, Ia existencia del proceso social de le con- dducta, en términos de relaciones e interacciones biol6gicas y fisiolégi- ‘as tan fundamentales como Ja reproduccin 0 Is cooperacién de los individuos pare la proteccién. mura o para Ia consecuciéa de ali- ‘Nosotros atirmamos que el espiritu jamés puede encontrar ex- resign, y jamis habria podido tener existencia sino en términos de un medio social; que una serie o pauta organizada de relacio~ res e interacciones sociales (especialmente las de 1a comunicaciéa por medio de zestot que foncionan como simbolos significantes y que, de tal modo, cream un vniverso de raciocinio) es avcesaris~ mente presupmsta por él ¢ involucrada en su naturaleza, Y esta teoria © interpretacin complecamente social del espicira —est sfirmacién de que el espiritu se desarrolla y tiene su ser sélo en el proceso social de Ia experiencia y 1a actividad (y en virtud de él), fl cual, por lo tanto, presupone, ¥ de que en ninguna otra forma puede desarrotlarse y tener su ser— debe ser claramente distinguida del punto de vista parcialmente (pero sélo parcialmente) social del cspititu, Segin tal punto de vista, aunque el espiritu puede obte- hier expresion slo dentro del medio de ua grupo social organizado, ‘0 en téxminos de tal medio, se trata sin embargo, en cierto sentido, de un atributo nativo —un atributo biolégico congénito o heredi- 58 A defender fa torts scat del epic, dfendemes wa punto, devise tuncionatantess en courte con ceaguie forma de epnion sstanV8 SER Eien oponmn » topes de woe aaa, © Feet Mo i tans sms Pricer y icon. Porque s sigue de ase etree dl epics el que tl compo ce ite ctbe ner cocrinsv. con el Xr cesT defo expt y To condcta Fro odo 163 caer, ee Pl miea-n es Sect con la mitt de rdacones ¢ jnteracones components dl Bifiducr, praspscts por cept y de acl surseo tae Fran in ier ets spimente eonsuida,enfoncs el campo © 1a beacon Se Guauee ok individual dado debe cxteadere tanto como 12 acid aT tye reacone soxiaes ave To ronieuye ¥ de abt gue ee apo sejaads ab istade por bys del ongatismo sndvides) aces) puree 246 GEORGE H. MEAD tario— del organismo individeal y no podria existic ni manifes- tase de otro modo en el proceso social; de modo que no es él mismo csencialmente un fenémeno sodal, sino que es mis bien biologico, tanto en su naturaleza como en sv origen, y social s6lo en sus ma festaciones © expresiones caracteristices. Mas an: sepin este iltimo punto de vista, el proceso social presupone al espiritu y en cierto sentido es producto de él: nuestro punto de vista opuesto, de que 1 espirita presupone el proceso social y es producto de dl, ofrece tin contraste directo. La ventaja de nuestro punto de vista consiste fen que nos petmice presentar un andlisis detallado y en realidad explicar fs génesis y el desarrollo del espiritu: en tanto que ¢l punto de vista de que el espiritu es an atributo biolégico congénito del organismo individual no nos permite explicar verdaderamente su natursleza y origen, ni de qué clase de atributo biolégico se trata, ni de emo Hegan a poseetio los organismos en ciecto nivel del progreso evolutivo®. Mas ain, la suposiciéa de que el proceso social presupone al espiritu y es en cierto sentido producto de él, pparece ser contradicha por Ia existencia de las comunidades sociales e ciertos animales inferiores, especialmente de las organizaciones s0- ciales altamente complejas de las abejas y las hormigas, que aparen- temente foncionan sobre una base pursmente instintiva o refleja y ‘que en modo alguno implican [a existencia de espicitu 0 conciencia ¢n los organismos individuales que las forman o constituyen. Y aun cuando esta contradiccién sta evitada por Ia admisin de que s6lo en sus planos mis elevados —sélo en las planos representados por las relaciones ¢ interacciones sociales de Ios seres humanos— presupone el proceso social de Ja experiencia y la conducta la existencia det sspiritu, © sélo entonces se tora necesariamente un producto de Ste, aun asi es poco plausible suponer que ese proceso ya en marcha 2 Sepin Ia suposisiéa tradicional de Is prcologia. el contenido de Is expe riescia ee completamente indiviust ya modo algano. pucde sere Tow iniiinSavonacradon yen, ian tones en lnc co lentes irae, telpeoce, elon procs de la expernes rat. La pcos foeal de Cooly, ta come se la encoente en 20. Humon Nature end thy Soe Sete, to. gor jo tanto ievitableneste intonpcivay y a0 mirodo evn tn ti Te inplenidy Oe tu complete slime’ 1 sxicad no none txeca slvo-en spite faved, yo conerpeo de fa petsone iano inteineciminte socal en cual maida eum pfodaco de fa mae EhscgnTacaso pars Cooky ls persona prerepone expen, 7 1s expecaca tn prgruo entra dl eal arn Ing pesoeaes pea puesto ue ce precio Suge meanness hte eu preoiogi, 2'unnpovlon melas eobecra © Wal aates sve objet marina if ESPIRITU, PERSONA Y SOCIEDAD 247 yy €n desarrollo deba dz pronto, en una etapa especial de su evolu- Gin, Hegar a desender, para su posterior continuacién, de wn fac~ tor completamente extrafo, introducido en €, por asi dcilo, desde afuera. ET individuo se incorpora, como tal, a su experiencia, slo como tun objeto, no como us sujeto: y puede incorporarse como ua obje- to sélo sobre Ia bate de Tas relaciones ¢ interacciones sociales, sélo mediante sus trensacciones experiencales, con otros individuos, en ua medio social orfanizado, Es verdad que certos contenidos de la experiencia (especialmente los cenestésios) som accsibls nicamente Sl organismo individual dado y no a ningin otro; y que eos con- tenidos de Ia exseriencia privados o “subjecivos”, en contraste con {ot pliblicos u ‘ objetivos", son por Io general considerados como peculiar e intimamente relacionadas con Ja persona del individuo, © como constituyendo, en un sentido especial, experiencias perso- rales, Pero esta accesibilidad exclusiva, al organismo individual dado, de ciertos contenidos de su experiencia no afecta a la teoria de [a natuealeza y origen sociales de la persona que estamot presen- tando, nien modo alguno choca con ella. La existencia de contenidos de la experiencia privados o "‘subjetivos” no altera el hecho de que Ja concencia dei implica que el individuo se convisrte en un objeto para si al adoptir la actitud de Ios otros individuos hacia @), dentro Ge un marco orpenizado de relaciones sotisles, y de que, « menos de que el individuo se convierta de tal modo en un objeto para si, no tendria conciencia de sini poseeria una persona. Aparte de sus jnteractiones sodas con otros individuos, no relacionaria los con- tenidos privador o “subjetives” de su experiencia consigo mismo, {yn podria tener conciencia de sien cuanto tal, en cuanto individuo, fn cvanto persona, simplemente por medio de dichos contenidos de su experiencia o ea términos de ellos; porque, a fin de adquirie con- ciencia de si en cuanto tal, debe —repitémoslo— convertirse en un objeto para si mismo 0 incorpararse 2 su propia experiencia como tun objeto, ¥ slo gracias a los medios sociales —s6lo adoptando las aetitudes de fos otros hacia — puede convertirse en wn objeto para a mismo, ‘Naturelments, es cisrto que una vez que el espiritu ha surgido en 2 1 apa fsolbgia de sr bumano pace denrelir ol elsita o la inusigtt Cher produce tl procag de eaten lope, tl como f0d0 #8 micas Sera 'dcarclla ral de au cpite 0 itcigenga, coneedida ta Se ae esas 2 obo o trsncn de Ton soncgns sous dentro de Tt ari cts espesén y agua: 7 ae ah que Al mimo sea un profecto Fees Elan wld poco gt in vxpureetsp Te condita sles 248 GEORGE H. MEAD 1 proceso social, posibilita el desarrollo de dicho proceso hasta lle- gar a formas de interaccién social, entre los individuos componentes, ms complejas de lo que era posible antes de que hubiese surgido, El corigen © existencia inicial del proceso social no depende, por To tanto, de Ia existencia 0 interaccién de las personas, aunque si depen- Ge de esta tltima para tos planas més elevados de complejidad y onganizacién que alcanza después de que [as personas han surgido dentro de tal proceso, PARTE 1V SOCIEDAD 30, LA BASE DE LA SOCIEDAD HUMANA: EL HOMBRE 'Y LOS INSECTOS En las primeras partes de nuestro andlisis hemos seguido el desarrollo de la persona en Ia experiencia humana; ahora debemos examinar el organismo social en que dicha persona surge. ‘La sociedad humana tal como Ia conocemos no podria existc sin espirtus y perscnas, puesto que casi codos sus rasgos mas caracteris- ticos presuponea Ia posesion de espiritus y personas por sus miem- bros individuals; pero sus miembros individuales no poseerian e situs y personas si éstns nn hunhiecen wurpido 0 emergido del proceso social humane «a eus ctapas inferiores de desarrollo —las etapas en aque tal proceso tra simplemente una resultante de las diferenciaciones Y exigencias de los organismos individusles involucrados en ly Ine tapas en que éependia totalmente de aquéllas. ‘Tienen que haber cexistido esas etipas inferiores del proceso social bummano, no sélo por razones fisioligicas, sino también (si nuestra teoria eocial de Ja natursleza y ef origen de los espirtus y las personas es corzecta) porque los espicitus y las personas, a conciencia y Ia inteligen zo podrian hater surgido de otro modo; es decir, porque tiene que hraber existido, previamente 2 Ja exiscencia de los espiritus y las per- sonas en los seis bumanor, alguna case de proceso social en desarro- Ilo en el que las seres humanos estuviesen involucrados, a fin de posi- bilitar la adquiscién, por parte de ellos, de espiitus y personas den- to de dicho preeeso o en términos de él 2 Por ote pate a wlocdad mia de desralto sd a eseigenis defor copeter yas perso hems 0 ocisles buswnos de epreach 7 conduc, ha ado toemendamente aelereda de Toles de cia energescs. i Ee eytacion o dessrollo socal y Ts auotvoluién o desarollo son eoretativas intrdepeadinan una vez que Ia persona ha surgigo del pracero wal sol

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