objet del conociiemto propio de la pereepeién (@uorrins
aloonaxiig) onsrenca,
S§CXVI, El filésofo hace su exposicién de acuerdo con lo que
piensa; por tanto, en dicha exposi
peculiar para ser observada, o muy pocas. No cuida los térmi-
‘nos, en 1a medica que som srsclosrtieuladon yet Le ea
{que conciernen, en efecto, alas cosa percibidas (afo@ntd) De
entre ellos el que hace su exposicin sensiblemente se conside-
1a que tiene mayor razén; por ello la parte de Ia estética que
trata de la exposicin es ms prolija que lade la lca. Puesto
‘que la exposicin puede hacerse perfecta e imperfectamente,
la RETORICA GENERAL ensefanfa esto tltimo, como cencia acerca de
a esposicin imperfecta de as repeseniaciones senses en genera la
FOETICA GENERAL ensefaria lo primero, come cienciaaceren dela
exposicn perfect dels prsentaione sensible en general. La divi-
si6n, tanto de la primera en sagrada y profana, judicial, demos
trauva, deliberaa, et, como de la segunia en epics, dri
«a, litica, con sus diversas especies andlogas, la dejarian los
filésofos de estas artes a los ret6ricos, quienes fijarfan en las
Imentes su conocimiento histérico y experimental. Ellos se
‘encargarfan de las demostraciones generalesy, sobre todo, de
la definicién euidadosa de los limites entre la poesia ya elo-
‘cuencia prosaica, ue ciertamente slo difieren en grado; pero
‘nuestra opinion es que, para determinar elalcance de una
‘otra, necesitan un geémetra no inferior a aquel que se propu
sera fjarlasfronteras entre frigiosy misos.
no se da ninguna regla
sity rn
Reflexiones sobre la imitacién del arte griego
ena pintura y la escultura
Johann Joachim Winckel,
El buen gusto, que se extiende mis y mas por el mundo, co-
rmenzé a formarse por ves primera bajo el cielo griego. Todae
las invenciones de pueblos extranjeros no Hlegaron a Grecia
sino al modo de una temprana semilla para adquirir una natu
raleza y una forma diferentes en aquel pals, que, de entre to-
dos, segin se dice, Minerva habia asignado a los griegosa titulo
de moradia, a causa de la moderacién del clima que allfencon-
1, como la tierra que habia de producir cabezas imteligentes,
El gusto que esta naciin manifest en sus obras no ha dejado
de sere peculiar; rara ver se ha alejado de Grecia sin alguna pér-
dida, ys6lo tardiamente llegé aser conocido bajo los cielos de
paises remotos, Sin duda era ajeno por completo al cielo nord
‘co en los tiempos en que las dav artee dels que le griagor ue.
ron maestros, apenas hallaban admiradores, cuando las més
venerables obras de Correggio servian para cubrr las ventanas
de los Reales Establos cle Estocolmo, ante las cuales pendian.
preciso es reconocer que no fue sino el reinado del gran
Augusto la 6poca, en verdad afortunada, en que las artes fueron
introducidas en Sajonia como una colonia extranjera. Bajo si
sucesor, el Tito alemn, fueron adoptadas como propias por el
pais; yel buen gusto, gracias a ellos se hizo general"
teeta Fete again, qin eid epeesun imperecedero monumento a la grandera de este mo-
nnarca que los mis grandes tesoros de Italia, asi como las
perfectas de la ereaciones de la pintura de otros paises eran
‘exptcstas para la formacién del buen gustoa los ojos de todo el
‘mundo, Finalmente, su afin de perpetuar hs artes no descansé
hhasta haber procurado a los artistas para sa imitacin verdade-
+asyauténticas obras de Tos maestros griegos de primer orden.
Los mis puros manantiales del arte estan abiertos: dichoso
quien los encuentre y los deguste. Buscar estas fuentes signifi
viajar'a Atenas a partir de ahora. Dresde sera Atenas para los
El inico camino que nos queda a nosotros para legara ser
_grandes, incluso inimitables ell es posible, es el de limita
ibn de los Anti
{que aprender a comprenderlo bien es aprender aadmirarlo,
‘ale igualmente para las obras de arte de los Antiguos, en part:
‘ular las de los griegos. Es preciso haber legado a conocerlox
wos lo que alguien dijo de Homero, a saber,
‘ama se conoeé al amigo para encontrar al Laocoonte® tan ini
mitable como a Homero, Desde tal estrecha familiaridad se juz-
sgara como Nicémaco la Helena de Zeusis: «Toma mis ojos
“Ajo a un ignorante que pretendla censurar la imagen la
‘Gon esos ojos han contemplado Miguel Angel, Rafael yPous-
‘Sin fas obras de los Antiguos. los saborearon el buen gusto en
diosa,
ss propia fuente, y Rafael en el pais mismo donde aquel se
form: se sabe que enviaba jovenes a Grecia con el fin de que
dibujasen para él las obras de la Antigiedad que habian so-
brevivido,
eso ne enn dare ge
Una estatua ejecutada por un antiguo romano seri siempre,
respecto a su modelo griego, Jo que es la Dido de Virgilio
rodeada de su cortejo, ala que compara con Diana entre sus
‘Oréades>® respecto a la Nausiaca de Homero que el poeta lati-
no ba atado de imitar
Laocoonte era para los artistas de la antigua Roma lo mismo
Jjustamente que hoy es para nosotros: el canon de Policleto.
tuna regla perfecta del arte.
No necesito indicar que en las mis célebres obras de los artis.
tas griegos se encuentran ciertas negligencias: el delfin que
acompaiiaa la Venus de Médlics, asf como Tos niios que juegan:
el trabajo de Dioscérides, aparte de la figura principal, en su
talla del Diomecles con el Paladi, son ejemplosde ello. Se sabe
aque el trabajo del reverso de ls mas hermosas monedas de los
reyes egipcios sitios raramente aleanza el nivel de:
sos, Los grandes artistas son sabios, incluso en sus negligencias
squvocuse sin insur a layer. Sus obras han de ser
lk camo Luciano pretende haber contemplado et
[ipiter de Fidias: es deci, el propio fpiter yno el escabel bajo
sus pies
Los conocedores ¢ imitadores del arte griego encuentran
no slo la més bella naturaleza en sus obras maestras,
ineluso que naturaleza, esto es, ciertas bellezas ideales suyas
que, como nos ensefa un antiguo exegeta le Plato, se pro-
cen a partir de ims
igenes trazadas por el solo entendi-
i di pg 4 me heElms bello cuerpo de entre los nuestros se asemejariaal més
hermoso cuerpo griego acaso tan poco como Hiclesse parectaa
Hercules, su hermano El influjo de un cielo suave y puro se
hac sentir en los griegos ya en los primeros momentos de su
formacién, pero eran los tempranos ejercicios corporales los
‘que daban a ésta su forma noble. Témese un joven espartano,
‘raido al mundo por un héroe y una heroina, que jamais en su
nifex ha sido encorsetado en paiales, que desde los siete aitos
ha estado durmiendo sobre el suelo y desde st més tierna
infancia se ha ejercitado en Ia hucha yen lanatacién Ponedlo al
lado de un joven sibarta™ de nuestra 6poca yjézguese entonces
cual de los dos escogeria el artista como modelo para un Teseo,
para un Aquiles,o incluso para un Baeo, Un Tesco conformado
segin el modelo moderna sera un Tesco educado entre rasa
realizado segiin un modelo Antiguo, seria un Teseo edueado
entre miscuos, tal como un pintor griego sostuvo a propésito
«de dos diferentes representaciones de aquel héroe.
‘Todos los jotenes griegos hallaron en los grandes Juegos un
poderoso estimulo para los ejercicios corporales; una prepar-
cin de diez mesas preseribian las lees para Jos Juegos Olimp
cos de Flisy ella en el lugar mismo donde se celebraban, Los
que obtenian los primeros premios no siempre eran hombres
sino con Frecuencia jovenes, como lo muestran las Odas de Pin-
ayo. Igualarse al dvino Digoras era el supremo deseo de la
Juventud.
CContemplad al velorindio persiguiendoa un cervoa la carre-
utesne be ein ae png 8
+8: como se hacen Sidos sus humores, qué giles yflexibles sus
nerviosy sus miisculos, qué ligero el entero edificio de su euer-
po. Asi es como Homero nos representa asus héroes, yasi como,
‘aracteriza a Aquiles:principalmente por ss pies ligeros.
Los cuerpos adquirfan mediante estos ejerccios el contorno,
_grande y vil que los maestros griegos dieron a sus estatuas, in
hhinchazén ni adiposidad superfiuse Cada die Ais, los jovemes
‘espartanos debian mostrarse desnudos ante ls éforos, los cae
Jes imponian tna mas severa dieta a aquéllos que comenzaban
sv acumular grasa. Mas ain, era una de las reglas de Ptigoras a
de guardarse de toda superflua adiposidad corporal. Es tal vez
ppor esta misma razén por la que a los jovenes griegos de la
poca primitiva que se insribian en un concurso de lucha no,
se les permitia alimentarse durante el perfodo de los ejercicios
preparatorios, sino de comidas a ase de leche,
‘Toda deformacién del cuerpo era cuidadosamente evitada;
asi, como quiera que Alcibiades se negase en su juventud a
aprender a tocar la lant, wis ella hubiera deformado eu ros
‘10, los ovenes ateniensessiguieron su ejemplo.
Por otro lado, el entero vestido de los giegos estaba concebi-
ddo de tal manera que no impusiera la menor constriceién a la
accin formadora de la naturaleza. E1 desarrollo de la bella
{forma no padecia bajo ningunsade las distintas clases y diferentes,
piiezas de nuestra actual indumentaria,cefida y opresiva, espe-
cialmentc en el cuello,en las eaderasy en los muslos. Nisiquiera
bello sexo conocia entre los grieyos ninguna angustiosa coer-
‘id en su tocado: las jovenes espartans vestian tan cortay lige
ramente que se ls llamaba «enseftadoras de cadera
Se sabe también In mucho que ce euidaban los gricgon de
procrear nifios hermosos. No menciona Quillet en su Calipaedia tantos medios como hat
LLiegaron incluso hasta intentar convertir en negros los ojos
ules. Con vistas igualmenteafavorecer este propésito, se insi-
‘uyeron concursos de belleza, Se celebraban en Elis el premio
consistn en tas armas que se colgaban en el templo de Miner-
‘va. En estos uegos no podian falar cualificados ycompetentes
jiucees yu que, como refiere Arieételee lon griagoe ha
tri asus niios en el arte del dibujo, era sobre todo porque
crefan que ello ls hacia mas diestros para examinary enjuiiar
labelleza de los euerpos.
EI hermoso tinaje de los habitantes de la mayor parte de las
isla griegas, sin per)
ras extranjeras asi como los excepcionales encantos del bello
sexo en tales islas, n especial la de Quios, dan igualmente base
para presumir la beleza de sus antepasados de ambos sexo,
cuales se vanagloriaban de pertenecer a una raza primigenia,
‘nis antigua incluso que la Luna,
Por lo dems, todavia hoy existen pucblos entes
{que la belleza no es ni siquiera un mérito, pues todo es hermo-
so entre ellos, A propésito de los georgianos, los relatos de via
Jjesson en este punto undnimes,ylo mismo se dice de los eaba-
falmente empleaban en ello.
“io de su mezcolanza con tan diversas
mnre lon
slianos,nacién de la Tartaria de Crimea,
iertas enfermedades que destruyen tantas bellezas y desti-
sguran los ms nobles cuerpos eran todavia desconocidas en la
antigua Grecia. En los excrtos de los médicos griegos no se
tencuentra la menor huclla de la viruela,y en ninguna de las
“descripeiones de cuerpos griegos, que Homero traza con fre-
Rebeoee tee imi dane ee
‘cuencia hasta en los menores detalles, se menciona un signo
tan caracteristico com lo son las marcas de dicha enfermedad.
Tampoco las enfermedades venéreas, ni st hijo el mal in-
5s se ensaaban com la natural belleza de los griegos
En sums, todo aquello que Fue inspirado yaprendido a wavés
de la naturaleza y el arte con vistas a la educacién del cuerpo,
ora contervas realeary embellecer au formacin deade al naci
‘mento hasta su pleno desarrollo, fue provechosamente aplica-
{do ylleradlo ala prictica por ls antiguosgriegos, lo eual permi-
te afirmar, con la mayor verosimilitud, la superioridad de la
belleza de sus ctuerpos sobre la de los nuestros.
En un pais donde la accién de la naturaleza era en muchos
«casos obstaculzada por lees severas, como en Egipto, pretend
dda patria de las ciencias ylas artes, las mas perfectas crinturas de
la naturaleza no debieron haber sido sino parcial y deficente-
mente conocidas por los artistas. En Grecia, sin embargo, don-
de desde la juventud se consagraban al placer y ala alegra,
donde nunca un cicrte bicnestar burgucs dio lige
‘nuestros dias a Ia libertad de costumbres, al Ia bella naturale
‘za se mostraba sn velo para el mayor provecho de los artistas
La eseuela de los artistas se hallaba en los gimnasios donde
los venes, eubierto del pablico pudor, practicahan sus eer
Jos corporales. Alli acudian el sabio yel artista: Séerates para
instruira Crmides, a Autélico, a Lisis; Fiias para enriquecer
su arte con esas bella criaturas, AIK mismo se aprendian lox
‘movimientos de los miisculos, las posturas del cuerpo: se est
dliaban los contornos ce los cuerpos ola sileta de la jmpromta
aque losjovenes huchadores dejaban en la arena‘La mis bella desnudez de los ewerpos te mostraba aqui en
acttudes y posiciones tan variadas, tan naturales y tan nobles
‘como no las pueden adoptar los modelos contratados que se
oftecen en nuestras academins
Exel sentimiento interior el que confiere ala obra su cardeter
de verdad; el dibujante que pretenda conferr tal carcter a ws
cjercicios acudémicos no obtendré nila combra de ella ei no
‘compensa él mismo, por su parte, lo que el alma del modelo,
insensible eindiferente, no siente nies tampoco capar de ex
presar mediante la accion propia de un determinado senti-
rmientoo pasion
Laintroduccién de numerosos Didlogos de Platon, que éste
hacfa comentar en los gimnasios de Atenas, nos oftece una ima-
igen dela nobleza de ls almas de los jovenesy nos permite dedw-
cir la semejanza de acts y actitudes en estos lugares yen sus
cjercicios corporales
Los ms bellosadolescentes danzaban desvestidos en el teatro;
Sofia el glam Séforles, fac en au juventd ot primero en ofre
cer este especticulo asus conciudadanos. Friné se baiaba en
los Juegos de Eleusis ante los ojos de todos los griegosy propor