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KALECKI Y LA POLITICA ECONOMICA: LOS CONDICIONANTES SOCIALES DE LA ACCION PUBLICA Juan, A. Tomés Carpi, Univeraidad de Vatoncie Diego Such Pérez, Univerised do Alloance Samurio: 1, Intoduccién,— 2. Relaciones de produccién, detbucién y orpantzacén y la natuale- 2a de la isis en el captalimo.— 8, Relaciones capte- litas y politica econsmica La funcién, condiionan- tes, ectara ¥ Wgica dela politica atiichica.- 8.1, El caricter de clase de la politica anticiclica.— 8.2. Loa problemas de fnanciacién del déficit y Ia forms Eamente comecta.— 5.3 Los limites satémicos a Ia politica de pleno enpleo.— 8.4, Sistema capitalsta, fextructura del gasto ¢ Impacto tocio-econdmico.~ 4. Politica eeondmica y ucha de clases: In centraidad de} no de Ia produccién.— 5. Conclusiones.— Bibliogs fia. 1INTRODUCCION Este articulo es un intento de presentar las Iineas maestras de una de las concepciones més interesantes, y sin embargo poco conocida, de la politica econdmica en el capitalismo, través det anlisis de Ia concepcién kaleckiana de los procesos eidlicos y de Ja politica antiefclica en el capitalismo se sugeriran algunos de los condicionantes que el modo de produccién capitalista impo- ne alla acci6n piblica. Ya ha sido expuesta minuciosamente la aportacién de Kalec- ki ala Economfa Politica (Feiwel 1981, Escriva 1978), los parale- lismos de su obra con la de Keynes, ¢ incluso las ventajas de su in- terpretacién de las contradicciones del capitalismo con respecto a la de éste ultimo. Sin embargo, poco se ha dicho sobre su concep- cién de la politica econémica en el capitalismo, que es vista no 10 JA-TOMAS CARPL y D. SUCH PEREZ, solo como el entramado técnico de la accién del Estado, sino co- mo un complejo proceso en que interactuan las condiciones s- tructurales, las relaciones sociales y politicas y ¢l comportamien- to y cardcter de clase del Estado. Desvelar estos particulares es nuestra pretensién, 2, RELACIONES DE PRODUCCION, DISTRIBUCION Y ORGANIZA- GION Y LA NATURALEZA DE LA CRISIS EN EL CAPITALISMO, Aunque a ciettos niveles explicativos el paralclismo entre Keynes y Kalecki parece evidente, la concepcién de la dindmica y de la crisis del capitalismo de Kalecki muestra algunas importan- tes diferencias. El proceso econémico capitalista no s6lo es mos- trado como més complejo y realista, mediante la introduccién de los mercados imperfectos, el mercado exterior y un mayor énfa- sis en el lado de la oferta, sino que se confiere preeminencia ex. plicativa a las relaciones de produccién y distribucién y un espe- cial papel ala relacién Estado-economia, Contrariamente a Keynes, Kalecki afrontaria también el problema del paro y de la inflancién en relacién con marcos estructurales distintos, con lo que se clarifica la funcién neurdlgi- ca de las relaciones técnicas y sociales en tales procesos. El objetivo fundamental de Kalecki era mostrar cémo la crisis y el fenémeno ciclico €s una condicién objetiva y necesaria de la realidad capitalista, Esto le permitia, por otro lado, poner de relieve que la reduccién de los salarios, Iejos de ser una solu- cién a las situaciones de depresién, venia a agravarlas, sicndo agudizadas por las practicas restrictivas de la competencia que desarroilan las empresas. La distribucién de la renta y ta logica de. la acumulacién capitalista devienen piezas basicas en la explica- cién del proceso. Para Kalecki las depresiones derivan de la naturaleza de un sisterna basado en la propiedad privada de los medios de produc- cién, en Ia naturaleza privada y plurar de las decisiones de inver- sion, guiadas y definidas por el beneficio, y en la incoherencia KALECKI Y LA POLITICA ECONOMICA: LOS CCNDICIONANTES u entre el interés y el comportamiento individual del capitalista en el mercado y las exigencias de la clase como yn todo. Aun- que el primer razonamiento sobre el proceso ciclico (Kalecki, 1970) lo desarrolla nuestro autor haciendo caso omiso de la ten- dencia, sus conchusiones son perfectamente validas para compren- der la naturaleza del ciclo en la realidad. Los supuestos bisicos de partida del discurso Kaleckiano so- bre la dindmica capitalista, que se mantendran constantes a lo lar- go de su obra, son: a) Divisin de la Sociedad en dos clases (capitalistas y traba- jadores) y tres sectores (bienes de.inversién, bienes de consumo de los capitalistas y bienes de consumo de los trabajadores). b) Los trabajadores consumen todo lo que ganan y los capi- talistas ganan todo lo que gastan. ) Costes marginales de las empresas normalmente constan- tes ¢ inferiores 2 los precios. Excedentes de potencial productivo. 4d) Mercados imperfectos y tendencia a la carteliz fases depresivas, ¢) Rentabilidad anticipada como una funcién creciente de la rentabilidad bruta del equipo instalado y decreciente con el tipo de interés. De ahi que la relacién entre inversion brata y capital pueda expresarse como: I/K = £(P/K, i), donde P representa los beneficios brutos. Para Kalecki, tanto el declive como el auge vienen determi- nados por factores objetivos. Lo suyo no es tanto una explicacién del comportamiento empresarial sobre la base de variables psico- ogicas cuanto de las telaciones objetivas que definan las decisio- nes de inversion y las fluctuaciones. Su planteamiento es més cotejable empiricamente que el de Keynes. Veamos sintéticamente su explicacién del auge y la depre- 2 JA. TOMAS CARFI y D. SUCH PEREZ, sién, Los procesos ascendentes, bien sean debidos a un incremen- to de capital tout cout (como consecuencia de un previo descen- so del stok considerado normal y elevacién de la relacién P/K) 0 de un proceso innovador, vienen descritos en términos muy simi- ares alos kaynesianos. No asi el declive, en cuya definicién juega tanto la sobrecapitalizacién como Ia elevacién del tipo de interés y la distribucién de la renta, En este caso, la sobrecapitalizacion s6lo tiene sentido en unas condiciones sociales y econdmicas da- das. Como observa Kalecki, “la inversion sdlo tiene un efecto favorable sobre la situacién’ econémica si se lleva a cabo y pre- vee una salida para el poder adquisitivo adicional”; y la gran paradoja es el hecho de que “el incremento de Ia riqueza nacio- nal, contiene la semilla de la depresion, en el curso de la cual se demuestra que la riqueza adicional sélo tiene cardcter potencial” (Kalecki, 1970, pag. 66-67). Esta tltima relacién viene a ser una de las razones centrales de la crisis dado que la condicién necesa- ria para que pueda conseguirse el equilibrio es que los beneficios se gasten inmediatamente. Sin embargo es muy poco probable ‘que esto ocurra, tanto por la relativa estabilidad a corto plazo del consumo como por los retrasos que caracterizan la relacién entre rentabilidad del capital ¢ inversién. Asi pues, creacién y destruc- cin son las dos caras de la resultante de un proceso social contra- dictorio como es el definido por la dindmica capitalista, En el discurso Kaleckiano Ia distribucién viene a jugar un papel central en Ia explicacién de la dinémica econémica repre- sentada por la renta. Si la funci6n de la renta a corto plazo viene representada por (Kalecki, 1973 cap. 2 y 5 y 1977): Donde:m : ganancias brutas antes de la imposicién, ‘a: al coeficiente de proporcionalidad de salarios y sueldos respecto a ¥ (a <1). B : una constante, sujeta a cambios a largo plazo, re- Iativa a la parte fija de las percepciones salariales. Parece bastante evidente que desde la perspectiva de Kalecki, KALECKI Y LA POLITIGA ECONOMICA: LOS CONDIGIONANTES B no exenta de realismo, el comportamiento de la renta nacional es esencialmente una funcién de su distribucién y de la magnitud de los beneficios El uso de estos se convierte, por otro lado, en varia- ble estratégica a la hora de la explicacién de las fluctuaciones. Co- mo observa el propio autor, “el papel de los factores de distribu- cién es, pues, el de determinar el ingreso 0 el producto sobre la base de las ganancias, que a su vez son determinadas por la inver- sion” (Kalecki, 1973. pag, 63) y el consumo de los capitalistas. Asi pues, “el consumo y la inversion de los capitalistas, conjunta- mente con los factores de distribucién, determinan el consumo de los trabajadores y, por consiguiente, la produccién y el empleo nacionales, El producto nacional se levard hasta donde las ganan- cias que de él se obtengan, de acuerdo con los factores de distri- buei6n, sean iguales a la suma del consumo y de la inversién de los capitalistas” (Kalecki, 1973, pig. 49). Los beneficios de estos, por otro lado, no sélo dependeran del mark-up, sino también de Ja demanda efectiva, al existir un componente fijo en el coste de- finido por ef monto de los salarios. (Escrivd, pag. 184). Esta constatacién no sélo revela el caracter social de las fluc- tuaciones en el capitalismo, sino la naturaleza sistématica, no transformadora, de las politicas coyunturales y de rentas. Esta perspectiva nos permite, por otro lado, no sélo vislumbrar el ni- ‘cleo central del problema, sino las propias limitaciones en cuanto ala eficacia de la accion reguladora del Estado capitalista en un contexto cuyas condiciones bisicas de funcionamiento del sis- tema econémico las impone el capital. La condicién de clase, por tanto, de la politica econémica en tal contexto ¢s un hecho obje- tivo al margen de la voluntad del gobicmo y grado de autonomia politica del Estado. Aunque simplificada, la formulacién kalec- kiana es enormemente clarificadora. Pero su explicacién de las fluctuaciones no queda reducida Jo que venimos viendo. La estructura productiva y organizativa y la Tégica de las decisiones de inversidn, asi como la accién del tipo de interés, juegan también un importante papel en su mode- lo explicativo. Desde sus primeros papeles aparece claramente ya la condi- 4 {J.A TOMAS CARP! y D_SUGH PEREZ. cién de horizontal de la curva de oferta de bienes industriales (no asi la de materias primas) asi como Ia consideracién del “grado Gel monopolio”. Las desigualdades estructurales y el distinto grado de monopolio imponen una dindmica desigual a precios ¥ Tentas segiin empresas y sectores, al tiempo que un comporta- iento y afectacion distinta ante la crisis y la evolucién de los costes, La idea de grado de monopolio nos informa también de algunos de los principales mecanismos de distribucién (tanto so- cial como sectorial) vigentes en el capitalismo (Kalecki 1973, cap. 1 y 2 y 1977; Feiwel, pag. 115-139), asi como de las auténticas dimensiones de los problemas de asignacién de recursos, de distri- bucin y bienestar que ello plantea y ctuyo alcance Lemer inten- taria mostrar (Lemer, 1951, Shackle, 1968, pag. 64-65). La introduccién de la competencia imperfecta, del grado de monopolio y de la determinacién de los precios en base al sistema de mark-up, permitira no solo explicar mejor las depresiones, sino adelantar ideas decisivas para la explicacién abstracta de la stag- flation. Como muestran los desarrollos del discurso post-Kynesia- no (Eichner) la aportacién de Kalecki seria también un importan te punto de partida para entender los problemas de la actual ctisis. Los mecanismos distributivos junto al comportamiento mi- ‘croeconémico de la determinacién de los precios y la inversion, son centrales en la explicacién de la presente problematica. Con Ia introduccién de la distribucién en el mecanismo explicativo de la dindmica capitalista, daria un giro fundamental a la explicacion de las crisis capitalistas, toda vez. que aportaria importantes ele- mentos para la construccién de una teoria de la politica mas rea- lista y socialmente clarificadora. Particular relevancia cobra su posterior desarrollo en rela- cién con la teoria de Ia inversibn, en la que, con la introduccién el riesgo, “desplaza el andlisis de los factores que limitan la in versién desde el lado de la demanda al de la oferta” (Halevi). ‘Aunque para Kalecki la curva de eficiencia marginal del capital y la determinacion del interés sean paralelas al eje de abcisas, 1a inversion es un activo con un bajo grado de liquide y fuerte riesgo de pérdida en caso de error, lo que hard que el riesgo crez- ca con su magnitud (Kalecki, 1937). De ahi que la inversién rea- KALEGKI Y LA POLITICA ECONOMIC: LOS CONDICIONANTES .- Is lizada dependa basicamente del capital global de Ia empresa, También el acceso al mercado de capitales vendré condicionado por esa variable y todo intento de ampliar su capacidad finan- ciera por encima de sus posibilidades tender‘a a empujar hacia arriba el coste de la financiacién y a desalentar la inversién (Ka- lecki, 1973, pag. 93) Esta hipétesis no slo explicarfa los mites a la acumula- cin, sino las desiguales posibilidades empresariales y de riesgo (Steindel, 1945) y la tendencia natural a la concentracién que tal Togica impone (tanto en el proceso cuanto en los mecanismos que impulsa). En opinidn de Kalecki este fenémeno esta muy lejos de avalar el supuesto de “un estado de democracia de los negocios". (Kalecki, 1973, pig. 96). Lo que se desprende de cuanto se viene viendo, al margen de las iiltimas consideraciones, es que la inversion no se ampliard hasta el punto en que la rentabilidad esperada se iguale al tipo de interés, si no que una nueva variable (el riesgo) viene a interferir, siendo ‘ademés esta una variable basica del esquema, Lo que hace que no sean sélo las expectativas con respecto al beneficio y el tipo de interés las Gnicas variables a tener en cuenta a efectos de politica econémica, particularmente cuando se trata de impulsar procesos de cambio que impliquen importantes inversiones y va. Fiaciones técnicas de significacién, como ocurte en el presente. La organizacién productiva y los mecanismos de financiacién pasan entonces a un primer nivel. 3, RELACIONES CAPITALISTAS Y POLITICA ECONOMICA: LA FUN- CION, CONDICIONANTES, ESTRUCTURA Y LOGICA DE LA POLI- TICA ANTICICLICA. 3.1, El carsoter de clase de la politica anticiclica, La distinta visién que del capitalismo tiene Kalecki no sélo analiza la oportunidad y alcance global de las politicas reactiva- doras, sino que perfila su cardcter de clase, sus efectos sociales y los limites que les imponen las relaciones econdmicas, sociales 16 JALTOMAS CARL y D. SUCH PEREZ. y politicas, tanto internas como internacionales. Desde esta plata- Jorma se comprendera que su discusin de tales pobiticas arroje luz sobre las insuficiencias de la politica econémica en el capita- lismo en su auténtica dimensién sistématica. Kalecki no es, como Keynes, un defensor a ultranza de Ia politica anticiclica, sino un analista de la misma. El suyo serd un Estudio de tal politica a la luz de la experiencia, Y no es casual que st primer articulo teérico sobre la funcién reactivadora del gobiemo coincida con la publicacién de un trabajo sobre el auge de los negocios en Ia Alemania Nazi y la politica gubernamental fen este pais (Kalecki, 1979). ‘Tampoco tendrd una vision tan neal, transformadora y neutral del Estado como Keynes. Kalecki entiende al estado capitalista como parte constitutiva de la socie- dad burguesa y sometido al imperio del principio de organizacién imperante en ésta y de las exigencias regulatorias de la reproduc- cin del capital. Puesto que tanto la distribucién como la realizacién de la produceién son centrales en la determinacion dindmica de la renta, la consideracién del mercado “exterior” (proceso econdmi- co piblico y relaciones interespaciales) implica introducir en el modelo el saldo de Ia balanza de pagos y del sector piblico. Tanto el excedente de exportacion como el déficit presupuestario (Kalecki 1977) permiten realizar la plusvalia, haciendo que las ganancias privadas aumenten por encima del nivel determinado por la inversién privada y el consumo de los capitalistas. As Inientras que en un “sistema capitalista cerrado” las ganancias del ‘apital vienen definidas por el uso que los capitalistas hacen de tllas a efectos de inversion y consumo, variando con su propio gasto, en un “sistema capitalista abierto” (1) tanto el saldo de le 1) Sise conden! captainmo come tema especfc erebiones cone 1) Ste tert” ts componday so oven Rone aeembust a eum cesta Grabs Mec 167 op ROVE ROK ta es eps See es el scr pbc (enemys eet sto» compen $e "Bete el punto ce ta de tna conor desolate oa et serie ep ger season el ehaema eptais nado son oto a enGhotnn ester y pte de essoie), frelon eon pee ‘Soto te mercaniay con En. KALECKI Y LA POLITICA EGONOMIGA: LOS CONDICIONANTES . "7 balanza de pagos como el saldo del sector piblico son variables complementarias, corrigiendo cl primitive resultado segin la magnitud y signo de ambos saldos (2). De ahi que el mercado exterior propiamente dicho y el definido por el sector paiblico adquieran un papel estratégico desde la éptica del capital. Esto nos permite vislumbrar tanto el sentido iiltimo de cla- se de la politica de déficit publico, como la funcién esencial cum- plida por el imperialismo y la politica de integracién al sistema de espacios no capitalistas en el desarrollo del capital. Veamos Ia visién que del papel del gasto piblico y de sus relaciones nos ofrece Kalecki. Dado que en esencia, y desde el punto de vista de la determinacién de Ia renta, el papel légico y estratégico de Ia inversin en un sistema capitalista estd mas orientado a la definicién de la demanda efectiva que a su fun cién productiva (3), ¢s normal que pueda ser sustituida a efec- tos reproductivos del sistema por el gasto piblico. La politica anticiclica, basada en un déficit presupuestario, “puede solucio- nar el problema de la demanda efectiva” y si aquel es lo suficien- temente elevado, puede asegurar el pleno empleo (Kalecki, 1980, pag, 22), Esta es, segiin Kalecki, la base de la politica econémica del capitalismo modemo (anterior a la actual crisis), Desde su punto de vista, la paradoja del sistema capitalista de postguerra es que una de sus contradicciones basicas, Ia tendencia logica a la (2) En este cao, las ganancia de fos captaista vendan expresnas por Po Sta tA Fe 9 Sendo: 1 w+ inversén prvada *excedente de exportaciones *fcitpresiperta Stay + altro de os trabajadores, A" Etna conttante (2 corte plazo) de Ia uncién de consumo de los capitalit. 4: propension marginal al consamo de los capitals. * :Titemport que media etre ln acim (de Inversion, por emp) y si electa sobre lat ganancias, (8) Dado et sentido de la produccion capitallsta,oxentada al beaeficlo y no al conse ‘no, slo aquela que se realiea ex productivay contribu ala definicion dela rent La preduceién no vendida o Is eapacided excedente no tenen sentido econémico. De abt ‘ue sea Ia realeacion y no cl ineremento de la capacidad productiva el autentico fa: tor reproductive de Is inversén, El segundo hecho es un derivacion material, pero el leit motio del mecanismo reproductive. 8 JA. TOMAS CARFI y D. SUCH PEREZ, subutilizacién de los recursos a causa de los desajustes provoca dos por la inadecuacién de la demanda efectiva, sea superada me- diante el truco financiero del déficit piblico: Pero el discurso kalackiano no se agotarfa en estas conside- raciones. Desde una perspectiva economista y lineal la magnitud del gasto y del déficit seria tal vez lo importante, pero para Ka- lecki Ia financiacién y composicién del gasto son tanto o mas importantes. La financiacién, porque de su forma depende tanto la eficacia como el efecto distributive, La orientacién del gasto porque desvela mediaciones socio-politicas importantes, toda vez que puede definir nuevas contradicciones. 3.2. Los problemas de financiacién del déficit y la forma légicamente co- recta, Para Kalecki distintas altemativas de financiacion del déficit poseen efectos contraciclicos diferentes, toda vez que afectan de Sigualmente a distribucién definitiva (Kalecki, 1977, pag. 174). Segiin nuestro autor, la diferenciacién entre financiaciGn del gas- to mediante préstamos, impuestos sobre las ganancias y/o el capi- tal impuesto sobre los salarios, no es meramente formal, Con esto Kalecki avanzaria cuestiones que Keynes no se habja planteado, Dado que, en hipétesis, los asalariados tienden a gastar todo Jo que ganan, una politica de gasto piblico financiada con im- puestos sobre los silarios no tendré efectos contraciclicos al no afectar a la demanda afectiva. Y ello tampo tendria efecto algu no sobre los beneficios. Sin embargo, si el incremento del gasto se financia mediante préstamos, el efecto seré no sélo positivo para la producciGn (y el empleo), sino doblemtne beneficioso'pa- ra el beneficio empresarial por Ia via de la produccién (Kalecki, 1977 pag. 101, 1973, pig. 53 y 1979 pag. 61}, beneficio directo; por el otro, acrecentarfa los beneficios financieros mediante los intereses pagados a los titulos, beneficio indirecto. Si se acepta este razonamiento, pierde gran parte de su senti- do la critica burguesa al déficit péblico, como no sea por razones KALECKI ¥ LA POLITICA ECONOMICA: LOS CONDICIONANTES ... 19 extracconémicas. Ademés, en una situacion de estancamiento no es muy plausible que sc dé, tanto a nivel real como monetario (si la politica monetaria se ajusta al comportamiento real), el liama- do “efecto desplazamiento” de la inversién privada. En viltima instancia, parece més perjudicial desde el punto de vista de los intereses privados un déficit de demanda efectiva. Cuestin dis tinta es que, en las presentes circunstancias, una politica de de- manda agregada tenga los efectos deseables. Pero el déficit pabli co no es consustancial necesariamente con tal politica de deman- da desagregada y selectiva hasta una politica de actuacién microe- conémica por el lado de la oferta o de inversién pitblica, muy distintas actuaciones a nivel de gasto son compatibles con un he- cho macroeconémico como el referido Pero el procedimiento financiero més recomendable (tanto a efectos expansivos como redistributivos) para Kalecki es el basado en el impuesto al capital. En su opinién, “no es dificil darse cuenta de que el aumento de la proporcién del impuesto sobre el capital no tiende a reducir la rentabilidad neta de la inve sién (que cubre el riesgo) o a elevar el promedio del interés, En realidad, si alguien toma prestado dinero y construye una fabri ca, no acrecienta su propio capital por esta accién y no paga un mayor impuesto de capital. Y si arriesga sus propios medios, también paga el mismo impuesto que si se abstuviera de inver- tir... A diferencia del impuesto al ingreso, el impuesto al capi- tal no es tampoco un costo directo de produccién a la larga (Ka- lecki, 1973, pag. 52-53). El problema aqui, sin embargo, es el efecto politico-ideoldgico de la medida, ya que aparece soca var el principio de la propiedad privada (Kalecki, 1973, pag. 53-54), y su impacto sobre la actitud inversora de la burguesia, 3.3. Los limites sistémicos a la p a de pleno empleo. Estas actividades y temores incidirdn también en las postu. xas reacias a un mayor interyencionismo funcional y a una poli- tica permanente de pleno empleo. Pero no serin actitudes y te- mores de base psicolégica, sino que, como Kalecki sugerira, su razon de ser deriva de la posible afectacién de la intervencién y » JA. TOMAS CARPI y D. SUCH PEREZ, Ja politica de pleno empleo a las propias relaciones sociales y los mecanismos de distribucién. Contrariamente a lo que crefa Keynes, Kalecki no pensaba que Ia solucién del pato fuese solo cuestién de inteligencia y Conocimiento de los gobernantes. A causa de una vision mas amplia y tealista de los procesos sociales, consideraba que la perspectiva tecno-cconémica era insuficiente para comprender la Togica de la politica anticfclica. Era fundamental, por el contra: rio, “considerar los recclos de las grandes empresas sobre cl mantenimiento del pleno empleo mediante el gasto gubernamen- tal” (Kalecki, 1979, pig, 25). Con esto no s6lo queria indicar que otras variables ademas de los objetivos eran decisivas a la hora de ‘explicar la politica econémica, sino que esta venia condicionada por la ldgica del sistema de relaciones sociales y tenia efectos fistémicos, toda vez que las decisiones remiten a un proceso que trasciende ‘con mucho los aspectos téenicos. En un fundamental articulo (“los aspectos politicos del ple- no empleo”) pondria de relieve la complejidad del sistema de re- laciones subyacentes a la politica anticéclica. En principio parece claro que un “alto indice de produccién y de empleo benefic evidentemente, no sélo a los trabajadores sino también alos em- presarios debido a que sus ganancias aumentan” (Kalecki, 1979, pig. 25). Una politica encauzada a lograrlo, “financiada con em- préstitos, no tendria porqué comportar oposicién. Sin embargo, parece, segiin Kalecki, que los dirigentes de los negocios y los Expertos que aceptan’ Ia intervencion piblica reguladora, man- tienen una actitud de firme oposicién a la creacién de empleos mediante el subsidio del consumo masivo y a mantener el pleno empleo” (Kalecki, 1979, pag. 33). Las tazones para ello parecen en principio ser convincentes. El pleno empleo duradero implica el {ortalecimiento de la clase obrera, un incremento de su capaci. dad de negociacién y pérdida de la capacidad de maniobra del empresariado, mayor presién social y cuestionamiento del siste- ma de relaciones, y, en suma, menor manejabilidad de le clase obrera (Kalecki, 1979, pag. 28). "Mas atin, el aumento de los precios en el auge actua en perjucio de los pequefios y grandes rentistas y hace que se cansen del auge”. KALECKI Y LA POLITICA ECONOMICA: LOS CONDICIONANTES a “En dicha situacién es probable que se forme un bloque for- mado por los intereses de las grandes empresas y los rentistas, y probablemente encontrarian a més de un economista dispuesto a declarar la situacién econémica como manifiestamente inesta- ble. La presion de todas estas fuerzas y en especial de las grandes ‘empresas induciria, seguramente, al gobierno a volver a la politica ortodoxa de reduccién del déficit presupuestario” (Kalecki, 1979, pag. 33). Tal y como, al decir Harrison, ha ocurrido ren- cientemente con el empleo de politicas Keynesianas a la inversa (Harrison, 1980, pag. 191). ¥ al margén, claro, de la ideologia an- ti-déficit existente y la imposibilidad de mantener (por razones financieras de confianza) un perpétuo déficit. Esta argumentacién parece implicar la hipétesis de que “La disciplina en las fébricas y la estabilidad politica son més aprecia- das por los dirigentes de la industria que las ganancias. Su instin- to de clase les dice que el pleno empleo duradero es erréneo des de su punto de vista” (Kalecki, 1979, pag. 29). Esta cuestién, sin embargo, al igual que los prejuicios sobre la estabilidad financie- ra, no parecian suscitarse en regimenes fascistas, al asegurarse mediante el “orden nuevo” la estabilidad socio-politica. Quicre decimos con esto Kalecki que al margen de los topes del auge y de la tendencia natural del sistema a los ciclos, existen fuerzas politicas que contribuyen 2 apoyar el paro, No obstante, algunos de sus precedentes argumentos parecen contradecirse en posteriores articulos. Asi, en un articulo de principios de los sesenta sobre Estados Unidos diria que “la ausencia de grandes ctisis ha cambiado la mentalidad de las masas americanas y las ha convertido en receptoras de la accion de los medios de infor- macién y propaganda. . ., que, de hecho, en los Estados Unidos, estan bajo el control de la clase que dententa el poder. Del vivido anticapitalismo que caracterizaba a esas masas después de la gran crisis de los afios treinta, poco es fo que queda en la actualidad” (Kalecki, 1979, pag. 79). Con lo que la politica anticiclica estarva jugando el papel de instrumento de integracién social y reproduc cin socio-politica del sistema. Con todo, el primer supuesto de Kalecki, al margen de pro- n JA:TOMAS CAREL y D. SUCH PEREZ. ‘cesos particulares y efectos coyunturales, parece ser coherente con el proceso hist6rica, sin que ello presuponga necesariamente el que su conclusién con respecto a la actitud empresarial sea ab- solutamente cierta, En la fase de depresién, las presiones socio-politicas son de signo contrario y derivan esencialmente de los asalariados; aun- que también del mundo de los negocios, que considera que la funcién gubemamental es Ia de ‘“prevenir depresiones profundas y prolongadss”, no mantener el pleno empleo (Kalecki, 1979, 4g: 80). De ahi que Kalecki hable de un “ciclo politico de los egocios”, que si bien no ‘“asegurarfa el pleno empleo excepto en la cumbre del auge", hard que las depresiones scan “relativamente suaves y de corta duracién”. 3.4, Sistema capitalista, estructura del gasto e impacto socia-econémico. Especial intefes tiene la estructura del gasto piblico, tanto por su ‘Ricacia regulatoria como por su impacto social, Kalecki dedicarfa también una particular atencién a esta cuestién, El im- pacto distributive y sobre la propia dinémica del sistema social Gel gasto public hace de este un punto fundamental de referen- cia de la lucha social y de clases. Segiin Kalecki, existen dos orientaciones del gasto que mere- cen una opinién y actitud absolutamente contrapuestas por parte de la burguesia. Por un lado estin las inversiones piblicas y los subsidios al consumo de masas, por otra los subsidios a Ia inver- sidn privada y el gasto armamentistico. Las inversiones piiblicas encuentran oposicién en el mun- do de los negocios al ser potenciales competidores y desplazado- res de la inversidn privada, con el consiguiente perjuicio sobre el beneficio y la capacidad de maniobra del capital. El subsidio al consumo masivo es cuestionado por él peligro de que socave Jos fundamentos de la ética capitalista de la razon de ser del tra- bajo (Kalecki, 1979, pag, 27-28). KALECKI ¥ LA POLITIGA ECONOMICA: LOS CONDICIONANTES . 2B La politica de estimulo a la inversién privada y la politica de rearme si merecen, sin embargo, una opinién favorable. Con la primera el hombre de negocios no sélo se ve directamente benef ciado, sino que es el medio através del cual se lleva a cabo la intervencién politica, controlando sus efectos socio-econémicos. Con el gasto armamentistico se genera una demanda publica para las empresas de facil legitimacién por su relacién con un supuesto interés nacional, Pero una cosa es la actitud frente a la politica de gasto y otra su posible efecto regulatorio. Mientras que la efectividad de la politica de estimulo ala inversién privada es dudosa, tanto pa- ra impedir el desempleo masivo como para mantener el pleno em- pleo duraderamente, como consecuencia del papel jugado por las expectativas empresariales (Kalecki, 1979, pag, 31-32), las otras tres politicas revelan mayores posibilidades, aunque no estan ausentes las rigideces tanto en Ia politica de inversion como en la armamentistica, EL camino social y econémicamente més racional, segiin Ka- lecki, “consistiria en aumentar la inversion, lo que aceleraria el desarrollo de la economfa; 0 en contribuir a través del gasto pit blico (0 de la reduccién de los impuestos) al inctemento del con. sumo de las masas de la poblacién, Sin embargo, bajo el capitalis. mo, esto no sucede necesariamente, En realidad, actualmente, el excedente econémico disponible se utiliza en gran parte en la produccién de armamento”. En los hechos “Ia economia progre- sa gracias al gasto en armamento y os individuos ven asegurada su existencia por la fabricacién de medios de destruccién (Kalec. ki, 1980, pdg. 23-24; Kidron, 1971; Mattick, 1980), Pero un politica de gasto fuertemente afectada por el rear- me adolece de serios inconvenientes. A los problemas de tensién y_escalada armamentistica intemacional que contribuye a defi- nir, tal politicia adjunta los no menos relevantes del desperdicio de recursos y del de su rigidez como instrumento de politica anticietica, El problema del desperdicio implica a su vez el de la dismi 4 J.Av TOMAS CARPT y D. SUCH PEREZ, nucién de la capacidad de satisfaccién de las necesidades de los sectores populares (Kalecki, 1979, pag, 23). y de la inversién pro- ductiva (Mattick, 1980, pig, 58); generando un tipo particular de ‘crowding-out gencralmente olvidado. Con ello se afecta, al propio tiempo, a la redistribucién y a las relaciones de poder dentro de 1a propia clase dominante (Kalecki, 1979). Desde la perspectiva regulatoria se plantean serios problemas de manejabilidad contraciclica al depender dicho gasto de crite- rios no solo econémicos sino también politico-militares, y con- formar un entramado propio de intereses ¢ instituciones de é1 dependientes (complejo industrial-militar) (Melma, 1972, cap. 9 Kalecki, 1979, pig. 76-77). Es més, la preeminencia de los cri- terios politicos militares y el peso de los intereses ligados a la es- calada armamentistica hacen de este gasto un desestabilizador potencial, germen de inflacién en momentos de coyuntura 4l- ida al desplazar los recursos hacia sectores que no aumentan la oferta de bienes de consumo (Mattick, 1980, pag. 60-61 ; Halevi, 1975, pag. 369). Si este razonamiento és correcto, no solo se vislumbra con claridad el caracter de clase de la politica econdmica en el capita- lismo sino que la regulacién basada en los intereses de clase de la burguesfa viene a generar nuevas contradicciones a la dindmica del sistema. 4, POLITICA ECONOMICA Y LUCHA DE CLASES: LA CENTRALIDAD DEL PLANO DE LA PRODUCCION. El fortalecimiento del movimiento obrero y Ia aceién politi- ca pueden forzar los limites que impone el sistema a la distribu. cién y ala politica ccondmica, pero, como sugiere Kalecki, ello exige salirse de las practicas habituales de la lucha sindical y politica, centradas en las relaciones propias del plano de Ia cit- culacién, para incidir en las relaciones y condiciones de la pro- ccién. Quien domina en este nivel es el que impone las con- ines en el proceso asignativo y distributivo, y por tanto mar- ca los limites de la politica socio-econémica. KALEGKI¥ LA POLITICA ECONOMICA: LOS CONDICIONANTES. 25 Aunque consideraria el problema en relacién a distintas cuestiones, un tratamiento pormenorizado de la politica econd- mica como campo de la lucha social y de clases en el plano de la produccién lo Hevaria a cabo nuestro autor con referencia a la politica de desarrollo. En relacién con este particular mostraria también la centralidad del plano de la produccién en toda politi- ca de cambio social. El analisis de lo que 4 lamaria los regime- nes intermedios”, 0 el modelo “nacional-revolucionario” de Lan- g¢, ¢s paradigmatico, En esta realidad los intereses de las clases medias bajas se en- frentan con los de la oligarquia terrateniente, a través de la refor- ma agraria, y con los de la burguesfa “compradora””, mediante la limitacién de la influencia de la burguesia industrial nacional. La debilidad de ésta y su incapacidad para representar el papel de ‘empresario dinamico” (en un contexto como el de estos paises) y la vocacién de mejora econémica de la clase media baja, levars aque cl Estado cfectua “a inversion bdsica para el desarrollo eco- némico, lo que conduce directamente a un modelo de fusion de Jos intereses de Ia clase media baja con los del capitalismo de Estado” (Kalecki, 1980, pag. 124), Los efectos sociales se vislumbran perfectamente con el des- plazainiento de la condicién privilegiada de la oligarquia terrate- nte_y comercial y la mejora de posiciones de la clase media baja. Desde cl punto de vista de la clase media baja mantenerse en cl poder implica lograr su emancipacién econdmica y ganar una cierta independiencia con respecto al capital fordneo, llevar a cabo una reforma agraria para privar de su poder politico, social y econémico a la oligarquia, y asegurar un crecimiento econdmi co continuado. __ Pero los condicionantes y limites a esta politica de clase no estan ausentes, como muestra Kalecki, tanto por la influencia que gjetcen las grandes empresas (Kalecki 1980, pag. 127-128) como por la presién intemacional de otros paises en una situacién de desequilibrio externo, El canal de financiacién del déficit utiliza- do no es politicamente indiferente, especialmente si se tienen presentes las condiciones politicas que imponen las donaciones % J:AcTOMAS CART y D, SUCH PEREZ. y las distorsiones econémicas y la presién politica de la inver- sin directa de grandes empresas (Kalecki, 1980, pag. 60 y ss. El mensaje principal de Kalecki, a nuestro entender, es que cualquier accién social (politica de clase) que pretenda lograr cambios socio-cconémicos de cierta consideracién, precia orien- tarse a, y concrctarse en, las relaciones de produccién. No solo la actuacién sobre la distribucién es insuficiente, sino que encuentra limites insuperables por ef lado de las relaciones de produccién. 5, CONCLUSIONES. Como se ha apuntado al principio, este no es un trabajo que pretenda pasar revista a las aportaciones concretas de Kalecki ala teorfa y ala politica econdmica, sino tan solo esbozar algunos as- pectos bisicos de su pensamiento especialmente revelantes desde 1 punto de vista metodolégico y de la estructuracién de la teoria de la politica econémica. Particular interés merece, desde la pers- pectiva de nuestras presentes preocupaciones, resaltar los siguien- tes puntos: 1) La centralidad conferida por Kalecki a la produceién y distribucién como niicleo explicativo de la dindmica econdmica. Lo que implica, en sustancia, que es la organizaciOn social de la produccion y su finalidad, més que la demanda efectiva, el na- leo central de la dindmina capitalista y que la politica eco- némica encuentra su punto de referencia tiltimo y decisivo en las relaciones de produccién y distribucién, 2) En un sistema capitalista, como indicaba también Key- nes, la demanda efectiva es una dimensién critica de la reproduc- ibn, pero si se asume Ia hipétesis de Kalecki de que, en esencia, los capitalistas tienden a ganar Io que gastan més el déficit pabli- co y el excedente de la balanza corriente, toda vez que la estabi- lidad es un clemento legitimamente del sistema, es posible infe- rir que la politica “anticiclica” revista todas las caracteristicas de una politica de clase burguesa, KALEGKI Y LA POLITICA BCONOMICA: LOS CONDICIONANTES ” 8) Pero al incidir en la estructura social y en la distribucién como factores basicos en Ia definicién de la inversién y el consu- mo, Kalecki no est solo poniendo de manifiesto la verdadera na- turaleza estructural de las crisis del capitalismo, sino los propios limites de la politica econémica en tal contexto, el alcance y di- mensiones sociales de la misma y, ante todo, el punto de referen- cia central de la dinamica y lucha social se situa en el contexto de la produccién y la acumulacién, no en el de la circulacién. 4) Desde el punto de vista social lo revelante de la politica presupuestaria se situa tanto en la naturaleza, causas y estructu- ra del gasto y el déficit como en su financiacién, Un tratamiento serio de la cuestion implicaria poner sobre el tapete la estructura y carécter del gasto y su impacto regulatorio y las alternativas de financiacién, con referencia explicita a su sentido econémico y social, Al propio tiempo se pone de relieve que la politica presu- puestaria de postguerra obedece a otras razones que la simple regulacion del proceso econémico como hubiera deseado Keynes 5) Para Kalecki, el ciclo econémico no tiene solo una razén econémica de ser, sino también causas politicas. Su explicacién del ciclo politico es de distinta naturaleza que la que nos propor- ciona la reciente y popular hipdtesis del ciclo politico de Nord- haus-Mac Rae-Fair-Frey-Schneider. En el caso de Kalecki, no es el manejo por los politicos de la coyuntura econdmica a efectos electorales lo que cobra relieve, sino las contradicciones socio- politicas derivadas de las situaciones de pleno uso continuado de los factores. Lo que pone de manifiesto que la razén titima de ser de la dindmica capitalista es cl manteniemiento del modo de produccién y el predominio de la burguesia como clase. 6) Del aniisis de Kalecki se desprende que el plano econé- mico no es susceptible de ser aislado de las dimensiones extraeco- némicas si se pretende una explicacién coherente de la realidad ccortémica, ni el Estado puede ser plenamente cxogenizado det discurso econémico y de la teoria de la politica econémica. 7) Aunque las limitaciones de! discurso tedrico Kaleckiano no dejan de ser importantes, y tal vez su mayor debilidad sea la 8 J.A. TOMAS GARIT y D. SUCH PEREZ, carencia de un anilisis del progreso técnico y su relacién con la dindmica socio-econémica, consideramos que su aportacién a la ‘comprensin de la politica econémica en el capitalismo, tanto a la estructuracién de una teoria de la politica econdmica socialmente clarificadora, supera sensiblemente la concepeién Keynesiana y neoclisica, toda vez que ofrece una perspectiva socialmente més omnicomprensiva y realista. KALECKI ¥ LA FOLITIGA BCONOMICA: LOS CONDIGIONANTES ... » BIBLIOGRAFIA EICHNER, , (ed): Economta postkeynesiane, Blume, 1984. ESCRIVA, J-: Andlisis eritico del programa kaleckiano, F.CC.EE. y BE. 1978, (tesis doctoral inédita). FEIWEL, G.R.: Michal Kalecki: contribuciones a la teoria de la politica eco- ndmica, F.CE., 1981, HALEVI, J.: “Cycle economique et intervention de! pouvoirs publies dans la pensée de Kalecki", Annales de l'Economie Publique, Sociale et Cooperative, Oct-Dec. 1975. 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