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COMUN DE LAS FIESTAS I.—DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MaRiA MISA Introito.—(Ps. 44.) Salve, Madre santa, que diste a luz siendo Virgen al Rey que rige cielos y tierra por los siglos de los siglos. * (Ps. 44.) De mi corazén broté una palabra excelente: Al Rey consagro yo mis obras. Y. Gloria al Padre, etc. Oracién. — Concede, oh Sefior y Dios nuestro, a tus siervos que gocemos de perpetua salud de alma y cuerpo; y por la gloriosa intercesién de la bienaven- turada siempre Virgen Ma- ria, nos libremos de las tristezas presentes y dis- frutemos las alegrias eter- nas. Por N. S. J. C., ete. Epistola.—(Eccli., 24, 14- 16.) Desde el principio y antes de los siglos ya recibi yo el ser, y no dejaré de existir en todos los siglos venideros; y en el taber- ndculo santo ejercité el ministerio mio ante su aca- tamiento. Y asi, fijé mi estancia en el monte de Sién, y el lugar de mi re- poso fué la ciudad santa, y en Jerusalén esta el tro- no mio. Y me arraigué en un pueblo glorioso, y en la porcién de mi Dios,- la cual es su herencia; y mi habitacién fué en la plena reunién de los San- tos. Gradual.—Bendita y ve- nerable eres, Virgen Maria, pues sin menoscabo de tu integridad virginal fuiste Madre del Salvador. Y. Oh Virgen Madre de Dios: el que no cabe en los cielos, hecho hombre, se encerré en tu seno. Aleluya, aleluya. VY. Des- pués del parto intacta per- maneciste. Oh Madre de Dios, intercede por nos- otros. Aleluya. Evangelio. — (Luc., XI, 27-28.) En aquel tiempo: Estando diciendo estas co- sas, he aqui que una mujer, Jevantando la voz en medio del pueblo, exclamé: Bien- aventurado el vientre que te llevé y los pechos que te amamantaron, Pero Je- sis respondié: Bienaven- turados mds bien los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en practica. Ofertorio.—(Luc., X, 23- 27.) Dios te salve, Marfa, lena’ eres de gracia; el Sefiotves contigo; bentita Tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre. (T. P.: Aleluya.) Secreta. — Haz, Sefior, que por tu gracia y por la intercesién de la bienaven- turada siempre Virgen Ma- ria, nos ayude esta obla- cién a conseguir la paz y la dicha de esta vida y de la eterna. Por N. S. J. C. Comunién. — Bienaven- turadas sean las entrafias de la Virgen Maria, que levaron al Hijo del eterno Padre. (T. P.: Aleluya.) Poscomunién. — Recibi- dos, Sefior, los auxilios necesarios para nuestra sal- vacion, concédenos que sea- mos amparados en todo tiempo y lugar, con la proteccién de la bienaven- turada siempre Virgen Ma- ria, en cuya memoria hemos ofrecido este sacrificio a tu Majestad. Por Nuestro Se- fior Jesucristo, etc.

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