Venimos de vivir, contemplar y agradecer el

misterio de Navidad. Hemos sido testigos de la

cercana de Dios en la vida de Jess. Mara, Jos, los
pastores, y ayer los sabios, nos han hablado del
Nio envuelto en paales, indefenso. Todos ellos
nos han sealado una realidad que no siempre nos
suena de manera agradable: DIOS HA PUESTO DEL
REVS LA HISTORIA.
Jesus, con su nacimiento y su vida, nos
manifiesta continuamente que el proyecto de Dios
pasa, necesariamente, por la pobreza, la sencillez y
el compartir la vida y el destino de Jess,
situndonos, no arriba ni en el centro, sino en el
abajo y en el afuera de est historia que
ensalza a los fuertes y encumbra a los poderosos.
Y hoy, en un cambio muy brusco, como cuando
de manera inesperada, nos encontramos en la
carretera con un cambio de rasante que nos obliga
a poner mas atencin, aparece Jess llamndonos a
la conversin, al cambio. Son las primeras palabras
de Jesus en el evangelio de Mateo: convertos
porque est cerca el Reino de Dios
Es la misma propuesta que ayer nos hacan los
sabios que fueron a adorar a Jesus: cambiar de
camino, tomar otra senda.
Si realmente ha habido encuentro y hemos tenido
experiencia de la misericordia de Dios, no puede ser
que todo siga igual en cada una y en cada uno de
nosotros.
Y la mejor manera de acoger la invitacin a la
conversin, al cambio, es intentar diariamente pasar
por la vida poniendo con el corazn despierto y muy
atento para poder liberar a la gente, escuchndola,
acogindola y acompaando sus dificultades,
mientras vamos desprendiendo misericordia y
compasin, y renunciando a la vana palabrera y al

espectculo, de los que ya estamos, todas y todos,

un poco hartos.